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NZA CRISTIANA a de la ideologia mereceria una discusién tan larga acerca de la utopfa. Serf, por tanto, tema de otro precisamente un libro para leerse de eorrido, Por eso cada tema intenta ser una unidad para ser estudiada en sf misma, con cierta autonomfa bibliogréfica y con dindmica propia de esta introduccién cabe indicar una ruta didéctica para el estudio del libro, podria pensarse en tres momentos. En un primer mo- profes ‘momento consistirfa en un plena- reflexiones personales y en el que se ara un curso académico, se p ‘mentos anteriores: la explicacin del profesor, el estudio y lalectura per~ sonal, y la discusin en el salén de clases con la participacién de todos. resumen, el objetivo del texto es ofrecer una visién més completa del fenémeno de la utopia y desu relacién con la esperanza cristiana en el contexto del mundo moderno con puntualizaciones para nuestra ‘cin de Tercer Mundo. El método se desarrolla en cuatro etapas: exposi- a del profesor, lectura individual del texto y de otras publica isin en el salén de clases o en grupos informales, y, Finalmente, trabajo escrito por el participante en el seminario después de todo este recorrido teérico. Este método ya ha sido usado con mucho provecho. Hubo valiosas contribuciones de los alumnos que hoy ya estin incorporadas a este texto. Por eso, al inal de esta introduccién, cabe una tran 1 APROXIMACIGN CONCEPTUAL INICIAL Lo més imponante e aprender o exper Block) Es tempo de qu bore sien seil de més ato epeanga (F. Nietsche) Parecicra irénico empezar un estudio sobre la utopfa, precisamente cuan- do desde hace afios se anuncia su fracaso, Elfin dela utopta no sélo es el Durante mucho tiempo hemos vivido bajo el eslogan ideolégico de que Somos el continente del futuro, de la esperanza, Pero, después de cada década que pasa, América Latina esté ms pobre, més hambrienta, | HE Marcuse, Dar Ends der Ute, Verlag Peter von Mikowski, Ed, Paz Tera, Rio de Jace, 1969; tra, espaol, En! Barcelona, 1966) uropla v eSPERANZA CRISTIANA [atides ceniros Finaiiciéros del mundo, baj sr i deuda exiema, dens de otros innumerables subterfugios, por los cua- les se remiten ilicitamente ganancias al extranjero. , Signe um detoroee por las clecciones directas. La eleccién cibernética de Se perdoné, por asf decirlo, esa primera traicin, y las esperanzas se pusieron entonces en la habilidad de la persona de Tancredo. Pero una vez mis, la decepci6n, Su enfermedad prolongada y su muerte dejaron tun vacfo, La nacién olvidé todo y puso otra vez sus esperanzas en un decepeioné una vez més. icam los signos de desesperanza, La Nueva Repéblica de- cepciona con su politica. E descalabro econémico en que vive el pats se dja ver en tna inflacén de casi 1,000% a fines de 1988. El fnancieros en el seno d descubrimiento de grandes esci y del gobierno no permite ninguna credibi fuerzo de ajuste interno y de expo fema para ahorrar divisas, les ganancias de los acreedores financieros internacionales, revela la debilidad del gobierno y la absoluta falta de {én para con su propio pueblo, La violencia descontrolada en. el campo en 1987 involuera a més de 600,000 personas en mas de 580 conflicts a causa de la tierra, que cubren una extensién de més de 17 millones de hectéreas, y producen 110 victimas asesinadas y centenares ‘de amenazas y tentativas de asesinatos. Y la tendencia de este cuadro es ascendente. La muerte violenta del ecologista mundialmente conocido, (Chico Mendes, provocé en todo el mundo reacciones de indignacién, y puso al pafs en el banquillo de los acusados. iad moral. El gigantesco es- No menos sombria-es la cyyuntura de los otros pates de América Latina respecto de posibles utopias y esperanzas fundadas, Perd, desgarrado por 6 ma enorme decepcién,a millones. de. APROXINACION CONCEPTUAL INICIAL las exigencias extorsionantes de los acreedores rado por una inflacién que lega al 2,000% al afio, y en el interior es, ademés, atormentado por la violencia irracional de Sendero Luminoso y por las intervenciones no menos brutales de las Fuerzas Armadas. nacionales, es devo- stents anestesiad, el pes ngas, una comupcidn, arraigad: creciente persecucién de las Igesigs, aparecen en el horizonte de la esperanza algunos cambios sociales y politicos. Argentina, que se enfrenta a frecuen- cas, con una economii desheca yuna degradacign de Tos ales, Tio "acaba de salir del oscuro tvinel de Ja aH onseradora ena al. elite, con ggantescas cuentas en délaes en los bancos extraijefos, veal Tad de una creciente masa de hambrientog,amansados y domesicades. "No menos desastrosa es a situacién de América Central. En los iltimos alos, cflculos ciertamente no exagerados, hablan.de, 150,000, person asf rente en Guatemala. £1 Salvadordebe.tener, ‘refugiados en otros pai ios, campesinos, guerzilleros, cooperativistas, jévenes reclutas, llega a 200 mil. deacblo. Pe es medias se reducen en néimero, poder y proporcién, Crecen el desempleo, el analfabetismo, la mortalidad precoz. Se deterio- salud, las.condiciones, de habitacin.y. 06° 1 urorta arn CEPTUAL IRICIAL de tal modo que Brasil, por ejemplo, ya es el quinto productor y exportador de armas en el mundo oocidental. ¢ ser un pats de inmigrantes, para convertise en un “pals igrmtes”. La tos Teton of ale Halas Larabar _ relat cémo “por primera vezenla histor buen grupo de gente de todo tipo sale paraintentar vivir afte igantescos espacios vactos,sufre la sangrfa no solamente Cotas, dn tn de ues Cesies usw dab de los tres itis afios, segiin datos dados a conocer por la ieron mis brasleios de los que entraron al pais, con 000 perenne rena es 686s pecans ena 0, es lo que acontece en el mundo del deseo. 60% de los habitantes de So Paulo 2/3 de los croen conmitadon stan con abendovar pals. A 2896 de los habitantes de Sao Paulo les gustaria haber nacido en ene Hay otrosfenémenos generals que afectan précticamente a todo el con- tineaite: Ti destrcciin de El axtzmino de muchos movimlentos populares llevado a cabo por las Fuerzas de represién sofocs en la década de los 60 estos signos de esperanza, y abrié asf un enorme vacio en el corazén del pueblo. Eldesco utépico de ese momento hist6rico fue asesinado, el suelo qued6 manchado por la sangre del crimen, mientras el corazén se llené con la nostalgia de a esperanza, Se instal entonces una verdadera crisis en la conciencia del militante. Este cuadro de desesperanza afecta también, més allé de nuestro sub- desarrollado continente, al “Primer Mundo”. En un andlisis reciente de 2. We, aflo 20, n. 11, 16 de marzo de 1988, 18 Ja coyuntura de Francia, con ocasiOn della reeleccién de F. Mitterrand, P, “Thibaud nos deja la sensacién de una situacién que vive de la inercia, de Jos desechos del fracaso de otros. “El nuevo socal no fue conducido por fuerzas nuevas, emergentes, En el fondo, la crisis de civilzaci6n, una mente diferente. Envucltos en el entus 5 nes pensaron poder transformar la Francia de De Gaulle, y fueron Serpor erie usec Foe gp ls top a década de los 70 revela una gigantesca crisis de miltancia en Europa, del ‘marxismo, del socialismo, de la esperanza y, por lo tanto, de las utopias. {No vendrla también la Perestroika rusa a confirmar esta percepcién, cuando el pats matriz de la ideologia comunista —que, en la expresién de tun pensador, fue la tentativa de colocar la “utopfa en el poder”, co- ‘micnza a cuestionarse radicalmente sobre su propia trayectoria? Rusia amenazada por la realidad de 50 millones de pobres, con un salario me- dio inferior en 1/3 al del obrero norteamericano, constata una caida en la tasa de crecimiento. 219. 5. M.Heller A. Neksich, Utica pout sae de 'URSS de CCalmann-Lény, Pris, 6. J. Stal, Le leur dren pf ne enue eopiee, Pai, 1983, p. 174 19 uroria RAZA CRISTIANA loseuropeos se dicen flies, y 1/5, incluso, muy feliz Yano queda espa- [Rebar las utopas yl esperanza, porque ha conchitdo la époen en que las realidades sociales e istéricas eran inviables por laflta de condices nes betvas. “Cualguier forma nueva de vida sobre a tera, cualquier transformacién del ambiente técnico y natural, es una po on lugar propio en el mundo histérico” lad real, Un joven diécono alemén escribe a un amigo suyo en Brasil manifes- tindole cierto tono de escepticismo ante la nueva tarea pastoral de “ofre, cer alimento a quien sesiente saciado”. Se trata de la misma Alemania on Inqqu de tiempo en tiempo surgen grupos erorstas, como Bad Meinhof, con desesperado y total rechazo de la sociedad burguesa. ¥ en varios pie cos, comiena a destacarse una juventud violent, criminal, que hace del asesinato una kigubre distraccién: los Skinheads, Estados Unidos, el pais que fuera otrora la meta _grantes, consagrada en la roméantica representaciGn d se desintegra socialmente. Profundiza un enorme i ‘mente durante el gobiemo del presidente Reagan, que intent6 generar cen el pats un elima de esperanza, optimismo y orgullo, Marie-France describe con tintes escandalosos oSmo actualmente hay en Estados Uni. dos, como nunca ha habido, dos sociedades que coexisten conflictiva, mente, que se ignoran, siempre que pueden, se odian més frecuente, ‘mente porque chocan entre sf ocasionalmente, Una sociedad pobre, may Pobre ¢ impotent que crece como un céncer, pervrtiendo ala otra, Ie ica, muy rlea y poderosa Pero surgen también signos de esperanza. De hecho, esta reflexién no tendria sentido si los datos de la realidad fuesen solamente lo ‘enuumeados hasta ahora. En el horizonte oscuro de nuestro Continente bay destllos de lz de esperanza, hay pequefosespacos para las utopias Sils casa principal de la desesperanza para las grandes mayorias popula. tes es la aplastante opresin, para ellas es seal de aurora la debilided de {os sectores politicos dominantes. Las fuerzas populares, a su vez, crecen en conciencia, organimcién y acién, Entre los pucblosy entre las perso 7. Hi Marcuse, apo, lode Jancir, 1968, p.13. 8. M-F. Toine, “Les Etats-Unis en Gat de pil soci, rude, t 369, (ut, 1988) 233-503 APROXIMACION CONCEFTUAL INICIAL nas, prospera un sentimiento de solidaridad que atraviesa continentes, Ideologias, creencias. Hoy brotan en el mundo diversos estral'dE tn Futuro mejor, Po tin ado, ‘ies cota a carrera armamentista y propugnan, un sa Fades po or ot lado, los amantes de cal, abr tao els aides potencias. Por otro pee mira Ta defienden c cién y destruccién, sobre sniftaraléaa Ta defienden contra la devastacién y ~ ze ee en regiones donde el capitalsmo salvaje se muestra ms destructor. La ecologl sensbiliza a grupos 4167 Bancos y a los gobierno ‘déiasiadores de la naturale 7 mdi 1ujeres se organizan y reivindican para sf la fgualdad de coi sons de taj Demuncan el machismo dominate ye expotcssn ‘Comercial desu cuerpo, y ecobran ast su dignidad sn idealismos y sin Boje, Criticnn ls srimiactnes que fen al interior de as Te fib pore cle de cones de dei y nieve En el émbitolatinoamericano amplios sectores populares s¢ eae cient de su stuacin de presi, y con a compromiso en reid Iucha por la iberacién, abren nuevas posiblidades politica alterna La juventud ha dejado de lado una i asumir con clarividencia la hucha a tds y jstema vigente de carécter anti-utdpico y conserva Fin cpucon pre len pobre pcan ln ober de esperanza, en el mistl firme de nuevos valores éticos y sociales. i stay desinteresado, la ras, después de un comienzo muy pesimista y Jina etones mun o 58 teria por ens far Bickle paw lares a victorias tmaral pueblo para levar asta representantes popu ae Jendorosas entre capitales, como Sto Paulo, Porto Alegre, Vitra cme 33 coda, como, Campinas, Santor, Sto André Eo Ber nardo, ete A nivel eclesial, a pesar de un invierno neoconservador, triste y estéril, srmenes ¥ fe espera de bain getmencsvrdes de epee a ed por los pobres y de los pobres se consolida, a pesar d= ie citio eapirivializaite’y ‘de tendenicta Wino Tas bss evades con sido M 16N CONCEPTUAL INICIAL ida. A pesar de la afirm: Telices, otra cosa dicen los hechos: la tasa de suiciios muertes, ya en 1982 encontramos el registro de tarias. Las tentativas de suicidio pueden llegar a franceses, en la franja de 15 a 24 afios, intentaron st Estos signos contradictorios provocan una serie de preguntas. Es significa que tales hechos deben analizarse con tna est perdiendo su significado? 20 es apresurado el muerte, como el de tantas otras cosas que permanecen todavia, a pesar de su profetizado deceso? ¢Acaso esta aparente apatia ut6pica no tiene que ver con el proceso de secularizacién llevado hasta los mites del secularismo, de la muerte de Dios? No se abate sobre la humanidad un invierno utépico en un ‘mundo en el que Dios ha muerto? Quien se siente feliz por estar anclado licalmente en la materialidad del mundo no puede surcar los mares de ipfa. Quien se considera plenamente satisfecho en sus aspiraciones, materiales pierde el énimo ut6pico. 2En qué sentido la satisfaceién de las necesidadles primaris fundamen- tales embota definitivamente en el hombre toda la gama de aspiraciones y ‘deseos? ZAcaso no es una de ls principales tareas pastorales, en los paises ricos o en nuestros paises en relaci6n con las clases pudientes, descubrir las aspiraciones encubiertas y ahogadas en el materialismo de un presente sa~ tisfecho, para liberarlas en direccién alos necesitados de este mundo? En términos més icos, Zesta primera aproximacién no nos lleva ia de sentido utépico, verdadera estructura bisica y trascendental del hombre, no aarrea una deshumanizacién de la persona, una reduccién de su dimensién humana? 9, P. Baur, “Anigs enovosftores em matiria de usd", Con “Todas estas cuestiones implican una prfindizacin de opto. Tndagar el surgimiento de este concepto en la historia, nos ayuda~ ria tener tna idea ms exacta de su significado. historia Tomds Moro acfé el tino. Hombre de asta experien presidé la Ci de Lord Canciller. Se encontré en el epicentro de to de Supremacfa a Enrique 1erra (1533). Preso en a Torre de ‘eile désigualdad Tan riquezas inmeres asoladas por hambres UvOPIA ¥ ESPERAWZA CRISTIANA _Elproblema de los pobres adquiere nueva gravedad. La patroqula se respon de su sustento, organizando el auxilio de los qué s@ ¥e= gstraban en liTos azrolanos delan day eda semana una limosna, ainiodé de colaboracioa volta ie hide Obligatory CAR aio, én tiempo de pascua, se nombraban los “éeladores de los pobres*, que recogian las limosnas Junto a este mundo de los pobres, ala sombra de la casa de los Tudor, que se inicia con Enrique VII, surge la aristocracia del dinero y de la riqueza. Elamor al dinero es la nueva sefial de fuerza. El rey no depende de los nobles ni del parlamento porque tiene dinero, Se incrementa tam- bién la prosperidad de las clases comerciales. Crecen la produccién de lana, el comercio con ef Continente, se acumulan enormes fortunas. 165 Castigo deieticas: Vas san una matanza insensata. En las aldeas la vida era controlada, La asis- tencia a misa era obligatoria. Los que no asistian eran multados, y el dinero se destinaba alos pobres. El horizonte humano era estrechisimo. Nadie se atrevfaa abandonar la parroquia para vagar sin rumbo. Se cast- ‘gba al vagabundo, marcéindolo a fuego. En el compo cultural, se dejaba sentir Iai liano yale. Tomis Moro es un hur spits a abla, Ta Telorma de Is Tglesis, a Tas stu if Ae ees acai la ran 7 ‘el desarollo de a conciencia nacional, orgllo del poder esata Se propugna un crstianismo més simple y racional con un sistema edu- cativo libre de la légica medieval, en el que exista la libertad individual y se ponga remedio a los abusos sociales. La clave de comprensn del contexto cultural de Tomas Moro ex el humanismo. Utopia es un programa de reforma humanista, Parte del lugar comiin de Jos humanistas: a virtud constituye la tnica verdadera nobleza en oposi- ‘cién a una nobleza que viene vinicamente del linaj, del dinero, La verda- dera honra viene de la virtud y no del m4 Laobra de Tomis Moro no se entiende fuera de ese ambiente cults ral de optimismo intelectual racional, perfeccionado al méximo, que se remontaal siglo XII. Nace con la emancipacién dea razin respecto dela Iglesia, Se vive el viaja en carruaj, con las cuatro ruedas de las artes liberales en oposicién al ideal de pobreza del tiempo de san Fra valora la virtud de la pruclencia, considera al hombre més como bendeci- to de que se estaba gestando cl hombre nuevo, que -. Es un humanismo que do por Dios que como creado, en vineulacién profunda con la naturale- za, y que no quiere la pobreza. Ademés de esa vertiente intelectual, sbyace también en la Utopia de smo hiciera~, con su modo ‘Moro la experiencia del monacato que de vida rigurosamente planeado para una comunidad de miembros igua- ida, produce y consume de acuerdo con crterios 3 comunitarios. Ast el monacato, aunque, como tal no es inspira a Moro". las problemias ceonémicos y sociales, Por eso los utopianos derogan el dinero y la jerarquia,tratan el oro con desprecio. La cuestién fundamen- tal seré entonces recompensar la virtud, la igualdad en la distribuci6n, la abundancia para todos. La originalidad de Toms Moro fue sacar las con- secuencias del descubrimiento de que la propiedad privada era la fuente al generar tantos males e injusticia. “utopia” nace del doble contexto de denuncia y amuncio; dein del pred pra camo I cum tj de lor dea ciales, y nuncio de una sociedad en la que el dinero, la propiedad priva- al oro dejarén su lugar alos valores éticos, a la igualdad, ala abundancia generosa de los bienes para todos, 11. Seib, “La utopia 0” en Up y, pp 10 mental de los humanists y como program polli- uropia ¥ eSPERANZA CRISTIANA APROXIMACLON CONCEPTUAL INICIAL 2. Suetimologia El contexto historico en que nacié el término nos ayuda a percibir su sentido profundo, El autor disponia de toda la libertad seméntica para crear un término que correspondiera a su experiencia. Por eso, vocablo nos sirve también para captar el significado de la realidad que quiere expresar. Ademés, el Lord inglés, con su aguda capacidad per- ceptiva de la realidad, quiso forjar un término deliberadamente ambivaente, para expresar mejor la complejidad de la realidad en cuestién. Sin embargo, observan los lingistas, ninguna palabra se libera total- mente de su etimologia. Esta marca los limites que el término no logra sobrepasar. Lo arbitrario de la creacién de los vocablos no es absolute Hay carriles significativos dados por las rafces etimolégicas por Tos que Jas palabras siempre se deben destizar. Por eso, siempre es bueno coino- carlos. En efecto, el término “utopia” permite una debe composicién en vela- cién con sus races etimolégicas: ‘utopfa= ouk + topos :no + higar = ex + topos : buen + hugar composicén: utopfa = ouk + tpos expresa la dimension de sin identificacién, regida por la ligics de lo fantistio La segunda composé: laspecto de “ausencia de defn (els) dela utopi perversién terminolégica se puede hablar de una “ut este caso, habria que hablar de “distopia” més que de “utopia” 12, [-M.Casillo, "Los cristianos yla utopia", en El aguiniene de fxs, Col. Verda @ Imagen, n.96, Sigoeme, Silane 1986, pp.218;L. Slbermann-H. Fries, “Ut 6 Ia utopia se presenta como el proyecto humano humanas, como lugar de felicidad, de dich delo deseable. Es el lugar, donde se esti en el lugar. Es el lugar donde se wacion de sus aspiraciones. Estas mano de anticipar Evidentemente si conjugamos lr das etimologas, el sentido se torna més completo. Asta utopia es aguel lugar maravilloso que atin no tiene lugar. Esun ax + topos, un buen lugar an sin hugarouk + topos en a historia "3, Su relcién con términos afines + Naturalmente nos levara muy lejos especular sobre las relaciones y diferencias entre la utopfa y una serie de realidades afines, tales como escatologia, milenarismo, ueron{a, distopia, mito. No obstante, para evi- tar malentendidos inicales, puede ser stil una breve nota sobre algunas diferencias fundamentales entre los términos mencionados. La exotlogia se refiere aun futuro prometido por Dios, que se reali- zark con toda certeza,cuyos signos ya se encuentran en la historia huma- na, Fundamentalmente es don y obra de Dios, pero provoca e implica la respuesta humana. Las utopfas pueden ser concretizaciones limitadas, actualizaciones anticipadas de esa escatologia final. En la utopia el actor principal es el hombre y su realizacin se daria s6lo dentro dela historia, En a escatologfa, el actor es Dios, en la historia, y tambien mas allé de ella, La utopia no tiene la certeza ni es algo ya iniciado y acontecido, com es caracteristico de laescatologia. La utopia mira hacia el no-lugar, no-presente, mientras que a escatologfa se funda en una palabra de Dios yyadada, ya acontecida plenamente en la resurreccién de Jess. Elmo, por referitse sobre todo al comienzo, se distingue dela utopfa, que ae orienta hacia el futuro, El mito tiene origen en la nfemoria de los 13, Tekxein Coelho, O que é utp, Braslense, SSo Paulo, 1980, p. 72:1 Silbermann= Fries op. p57 UTOPIA Y ESPERANZA CRISTIANA APROXIMACION CONCEPTUAL ENICIAL | recuerdo de una edad feliz. Es obra colectiva, cuya fecha de nacimiento se pierde en las brumas obscuras del pasado. La ‘utopia nunca se presenta como algo real en el pasado; el mito, en cambio, sf. La utopia, mas bien, se presenta orientada hacia un futuro posible, EL milenarismo se presenta bajg la forma de doctrinas y movimientos ‘escatolégicds que se han desarrollado en el seno y al margen de varias religiones, sobre todo en el judeo-cristiantismo, Se caracteriza por la es- pera de un reino-parafso terrestre, que se basa principalmente en el pa- saje del Apocalipsis 20,4-6, donde se habla de un reino de Cristo de 1.000 afios antes de la consumacién final Al trazar el cuadro de tal reino,, se crean verdaderas utopias. La utopia, sin embargo, no depende de la tradicign del Apocalipsis, aunque pueda ser provocada por ella y asumir formas milenaristas de reino terrestre. La apocaliptica intenta describir una interveneién final de un futuro ya hecho, dado en y por Dios, al rmargen y ms ali de la historia. El término “profeia” también se relaciona con la utopfa. En la Escri- * ‘ura, la profecta tiene que ver mucho més con el presente y con el pasado. EI profeta, profundamente enraizado en la tradicién religiosa y con los ojos bien clavados en el presente, pretende dar una interpretacién teolégica de la historia, de la realidad, de los acontecimientos que se estén desarrollando, Sin embargo, la profecia, aunque incluya menos fre- cuentemente !a prediccién de acontecimientos futuros ({s 38,5-6; 39,6- 7; Jer 20,6; popular el significado de prediccién del futuro. Ahora bien, la utopia, que es la construccién de un futuro mejor y de nuestros deseos, choca con el aspecto prospectivo y predictivo de la profecta.. CC. Renouvier forjé el término ueronfa para signficar Ja intuicién de ‘una realidad, especialmente histérica, que podria no ser lo que fealmen- te es y podsfa haber sido de otra manera. Es un ejercicio de posibilismo cronolégico, en la suposicién e hipétesis de una historia diferente de la como no fue, tal como habria podido ser. Seria escribir hoy la histori de México si Colosio hubiese conducido el proceso. Evidentemente en la + HC Renouvier, Urn, Up dans hie, Pars, 1876 8 115 28,16-17; Am 1,5; ete...),ha adquirido en el lenguajé_ + claboracién de la ueronta, el autor puede proyectar elementos ut6picos, aunque se trate de una historia de lo no acontecido, pero que habia podido acontecer, sialgtin evento no hubiera sucedido. A pesar de su carécter de imposibilidad historia, de la pérdida definitiva de una opor- ‘unidad histéria, la ucronfa estd mis cercana a a historia que la utopfa, que deja mucho més espacio a a fantasia Para designar una “utopia negativa”, al evés, degenerada, se usa el ‘éemino “dipta”. Es un mal lugar, un lugar de la distorsin, dea utopia invertida Cuando tratemos el aspecto politico, tocaremos, aunque brevemnen- te, la relacin entre utopia e ideologta 4, Aproximaciones reductivas Algunos modos de conecbir la utopia la reducen casi exclusivamente ‘a cualquiera de sus aspectos; aunque éstos contengan elementos verda- deros ", desfiguran la inteligencia de su globalidad. A) Utopia como fantasia En efecto, la utopia depende mucho de Ia actividad de Ia fantasfa, ppues tiene que saltar por encima de la fiialdad de lo real. Los hechos pparecen demasiado pobres. Mas considerarla como pura fantasfa signifi- ‘ara transformarla en un proyecto imposible de realizar, extracria del ‘campo del andliss social e introducirlaen el dela literatura de ficciOn y quimérica. Evidentemente la xeduecién de Ja utopfa a una simple fantasia la cempobrece. Implica de inmediato un juicio de valor que la sitia en el mundo de la pura ficcién, sin analizar su sentido histbrico y social. Ade- is, es dificil definir ¢ identificar de antemano lo que es pura ficcién 15. J. Szachi,Ar utopias ovo flkladeImaginado, tad, Bras, s.c, Rio de Janeiro, 1972, pan wr TIANA cr inealizable. La experiencia nos ha demostrado que propuestas cen una época, se hacen realidad en Jeacompafa frecuentemente una fuer- Resulta diffeil, en muchos casos, definir la linea divisoria entre lo imaginario ylo real. Hay una zona indelimitable entre ambos. No es raro que la consideracién de sus propuestas cor arma ideolégica para desacreditar alos adversarios, aun antes de que sean, sometidas a un examen critico serio. Mientras que nuestras propuestas siempre serfan realists, viables. Los viajes imaginarios, narrados en cierto género literario usado en el siglo XIII, hoy nos parecen absolutamente posibles. Por el contrario, ‘otros, narrados como descripciones de viajes reales, no pasan de ser exa~ _geraciones imaginativas de sus autores. Fantasias de un siglo se convier- ten en realidades en otro. Las realidades de una cultura no pasan de mitos y fantasfa para otra, Lutero se enfrentaba cada momento a la dad del demonio, mientras que nuestra cultura secularizada siente cated para verlo presente en Ia vida cotiir Esta manera de entender la utopia nos mantendiia dentro de los mites de nuestro mundo, pues nuestro juicio sobre lo posible o imposi- do, serfen de eémo'se preocupaban éstos de laf Nueva York a causa de la cantidad de caballos que trans de proporcionar’una adecuada limpieza nbd we pure refer atodol proyecto yo spare de Al £Cémo hacer tal distincién? B) Utopia como ideal El concepto de utopfa se deforma cuando se le pretende ide con’ Td Fea. En efecto, la perspectiva ideal no considera las posi des histéricas reales, mientras que la utopia sf lo hace. El ideal pi » situaciones inaleanzables y frecuentemente se transforma en un mero cjercicio intelectual. Algunas de esas descripeiones ideales sé pierden en pormenores hasta ridiculos por su ingenuidad, Sin embargo, este concept se aproxima a la utopfa en el sentido de que ésta siempre se distancia de lo real y en eso esideal, aunque tienda a tornarse realidad. La fuerza de la utopfa para orientar movimientos his- t6ricos le viene de su caricter ideal, que rompe con la insuficiencia € insatisfacci6n del presente. Q)_ Utopia como experimento Una consideracién meramente formal de la utopfa podria concebirla {que claborarfa un simple modelo tedrico para verficar ls consecuencias de determinada hipétesis. Se crearfaen este caso un tipo ideal y se pre- guntarfa cuales serfan las consecuencias de su realizacién. 2Cémo serfa luna sociedad en que se aboliesen la propiedad privada y el dinero? En «te caso, la utopia se aproximarfa mucho a la ciencia experimental. Evidentemente, este modo de entender la utopia le quitarfa precisa- mente sti capacidad de superar el lado puramenté experimental de la ciencia, de romper las amarras de lo empirico para despegar rumbo al mutido de la creatividad, de la fantasf. La experiencia utépica se reduci- Naturalmente la utopfatene certo aspecto de experimento, de ten- fe El cientista social n ‘utopia su libre fan coherent y con vis nece mis en el plano de I expectatvaen ol futuro que de veri enel presente, 5. Elementos estructurales El camino recorrido nos lleva a percibir los dos elementos funda- rentals y-esthicturales de la utopia. 31 UTOPIA Y ESPERANZA CRI “Manifiesta un, seguridades establecidas. 1a etopla corre fr reillddensciiescompactas, Donde alo bry eso, la gran misién de la utopia co abrir espacio a otras posibilidades oponiéndose a una aceptaci del presente B) Propuesta de lo que debera exist Ia bisqueda, delareiio= ‘dicacién, del deseo de frente alo real. Intenta expresarse en planes, proyectos, modelos alternativos. Anun~ «Ga lo razonable de un mundo stimido en la contradiccién. Pose un ‘elemento anticipador. Sefala momentos, universos, regiones atin no visi- tadas por nadie: realidades totalmente nuevas, , diferentes. Aspi- raalla convivencia humana que deberia existr. nalidad deductive, ni del proyecto éti- ctca, aunque ésta sca summente real No se sia 0, como ta. Supera la En una palabra: la utopia no es sélo un alterado; se presenta como una alternativa, como alternancia con respecto a la realidad existent”. forma de utianizado por ser capaz de responder con I ee posible alos suefios y necesidades de la vida humana radicalmente otra respecto de la existente, id de responder adecuadamente a las 6 tiene un carécter positivo en Ia bisqueda de lo radicalmen- jn que toma con relaci6na las necesidades frustradas UTOPIA Y ESPERANZA CRISTIANA APROXIMACION CONCEPTUAL INICLAL Refleja una imagen de la sociedad perfecta que sirve de horizonte y gla hacia un proyecto hist6rico concreto o hacia los anhelos de un pro-* yecto alternative al dominante®. Expresa una visién prospectiva ‘optimizada por la Yepresentacin ideal de una sociedad mejor o de una sociedad considerada como perfecta o incluso de una plenitud final dela historia”, Configura hasta la perfeccién proyectos hist6ricos dominantes, Utdpicas son las orientaciones que, trascendien« lidad, tien- den, si se transforman en conducta, a modificar la realidad, parc © totalmente, el orden'de cosas que prevalezca en el momento. Ti de orientacin que trasciende la realidad y al mismo tiempo rompe las amarras del orden existente. Orientacin incongruente con la rea- lidad que tiende a poner fin a los lazos del orden existente. Todo orden social en curso y efectivamente existente es una “topfa", por eso las imé- genes desiderativas que asumen una funcién revolucionaria se tornarn “utopias” ‘Alejados del pasado, podemos distinguir mejor lo que entonces era utopia o ideologia. Las representaciones distorsionadas de un orden so- cial pasado o potencial son ideolégicas; pero las que fueron adecuada- ‘mente realizadas en el orden social eran das del pasado muestran las repres trascendentes y rompian los lazos del orden servian tinicamente para disimular la realidad (ideologfa) *. Si se insiste en la funcién del intelectual, 1a utopia se define como tuna critica absoluta y radical que se prescita como un contraproyecto racionalmente construido por intelectuales con cierto carécterelitista"’. Y finalmente, en una lectura més conservadora, Ia utopia es vista como la reaccién de una clase s visidn confértante de un futuro planificado, que expresa mediante los s{mbolos clésicos del suefio su de- 22._ J. Piley, "Las utopia principales dela i p313, 23H. Van, Easter de li I, Edie Layo, Sho Plo, 1986, p. 295. 24. K. Mannheim, [lg toi, trad. bras, Rio de Janeiro, 1968, pp. 216s; tad ‘ip. Fondo de Cultura Beonémica, México. 25. A. Neuss, "El pensamiento tépico de Marx a Bloch, en Ups by, pp. 56. ia" enR VidalesL Rivera Ped) u sco profundo de reencontrar las estructuras rigidas de la ciudad tradicio- nal a quietud del seno materno~, donde el hombre, iberado de: aprisiona con alivio en la red de las correspondencias cs prohibiciones legales Conclusién, Esta primera aproximacin ya nos permite percibir la complejidad del concepto de utopfa, pero también cémo lo atraviesa un nervio central lo real y lo deseado, en el sentido que le da vida. La contradiccién ent de fuerza propulsora de cambios soci utopia. Negacién determinada y posit de lo real para transformarlo, adecuarlo a lo deseado”, 2, parece ser ese nervio vital dela conscientemente concebida, (Queda por saber si tales transformaciones pueden ser lamadas “re voluciones” o “reformas”. Unos autores se inclinan a considerar la uto- pfa en la linea revolucionaria, y otros, por el contraio, la sitian dentro de una visién meramente reformista. En todo caso, todos la ven como fuerza de transformacién de la realidad. ORIENTACION PARA EL ESTUDIO (personal o grupal) Para una primera aproximacién al concepto, nos preguntamos cual esl coyuntura actual de Amética Latina (0 de nuestro pats) ccon relaci6n a la utopfa? 2Cudl es la coyuntura del primer mundo con relaci6n a la utopia? 2Qué elementos le parecen fundamentales en el concepto de utopia? 2Qué relacin existe entre el contexto social en que se us6 por ‘primera vez la palabra utopia y los elementos estructurales que la definen? 26, J Servier 2

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