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112 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA cl refupio en argumentos justificadores como: «Yo lo vivo aso: «Eso ts lo que yo siento», usados, ahora si, de forma tautol6gica y dormiti- va. Sin embargo, en tiempos de complejidad y de incertidumbre, cuando resulta tan dificil el consuelo de una objetividad imposible, se hhace imprescindible reconocer la validez de la subjetiva emocionali- dad del terapeuta, inteligentemente elaborada, como canal para su intervenci6n. Quizd resida en ello uno de los més claros marcadores dela psicoterapia del siglo x1. 3. LA FORMACION DEL TERAPEUTA [La formaciéa en terapia familiar tiene una justa fama de prvilegiar los aspectos practicos. En efecto, el uso sistematico del espsjo unidi- reccional, la videograbacién de las sesionesy el énfasisen la supervi- sin directa constituyen una aportacién revolucionaria del modelo sis- témico a la formacién en psicoterapia. Por eso se comprende que las cexpectativas de los alumnos que acceden a un programa de entrena- 1iento sean también eminentemente pricticas: ver sesiones, partici par en su desarrollo y, lo antes posible, iniciarse como terapenta. Tal es el esquema sobre el que deberin articulase las actividades docentes, rompiendo con el viejo principio de iniciar el proceso formativo con sun atracén de teora Los estudiantes que comienzan su formacién sistémica, tanto si son profesionales empefiados en una prictica determinada como si acaban de conclur su formacién de base en psicologfa, medicina 0 trabajo social, suefian con una inmersién en la actividad terapéutica. Los pri- ‘eros porque lo necesitan imperiosamente para enriquecet y hacer coherente su préctica profesional y los segundos porque suelen estar hastiados del sesgo teoricista que caracteriza ala ensefianza académi- ca. Es una responsabilidad de lo formadores no frustar tan justas ex- pectativas. 3.1, LA TRILOGIA: PRACTICA, SUPERVISION Y TEORIA La formacién préctica en psicoterapia es inimaginable disociada de la supervision, puesto que, en una actividad caracterizada por su complejidad, donde el subjetivismo impera easi de forina absoluta, la a4 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA presencia de un guin se hace imprescindible para, sacando fuerzas de flaqueza, generar creatividad en detrimento de la arbitrariedad. ‘Existe una modalidad de supervisién, que se desarrolla durante la sesin de terapia bajo la coordinacién del supervisor detris del espejo ‘unidireccional, y que es conocida como supervision directa, 0 en vivo. En contraste, la supervsién indirecta 0 en dlerido se reaiza después dela sesi6n terapéutica. En ella, el terapeuta que Jeva el caso aporta el material de su propio trabajo para que el supervisor se lo comente ylo otiente. Ello puede realizarse en orivado o bien, como interesa més aqui, dentro del programa de formacién de la escuca, en cuyo cas es probable que la supervisién se relice en grupo. “Ambas modalidades de supervision son de gran importancia y, en cierto sentido, complementaris, ruesto que, sila directa constituye el tje vertebrador de un programa de formacién que estructute ls bases ddl futuro terapeuta la indirecta es idénea para prolongar el aprendi zaje en un proceso de formacién continuada. El ciclo vital de los alum- hos se adapta bien a estos dos momentos, ya que, por regla general, ‘tin no estan desarrollando una pzictica propia cuando inician la for- macign y, en cambio, a suelen tener algunos aiios més adelante. BLL. Le supervisién directa Han transcuttido ye dos jornadas, durante las cuales se han cons- tituido los grupos de formacién. Los alumnos se han presentado, co- municéndose sus experiencias y fmiliarizandose con el espacio y con el programa, Han realizado alg. role playing ‘Por fin hoy, os alumnos de primer curso van llegando a la escuela sabedores de que, en esta su tercera jomnada de formacién, van a ver tana sesiGn de terapia familiar en directo. Se van acomodando en Ja ccimara de Gesell, junto con otro grupo de compaiieros de segundo ‘curso. Estin excitados y expectantes. ‘La turoza nombra ¢ los dos clumnos de segundo que harén, res- pectivamente, de terapeuta y coterapeuta: ‘TyRosa,tterapeuta t, José, coterapenta. Ya sabéis que, de moment, al coterapeuta le corresponde un papel mis pasivo. Se tiene que encargar {fe tomar nots, de prepurm la cinta de video y de euidar que funcione Ia {nfracseroctura onpanizativa, per en sesiGn debe intezvenis poco, y sem pre en apoyo de a terapeuta. cTesients enpaz, José? LA FORMACION DEL TERAFEUTA 15 En el grupo de segundo hay risas porque José es bien conocido centre sus compafieras como alguien muy activo y de espiritu crtico, Rosa, la terapeuta, ¢s una alumna muy eapaz, pero, en contraste con José, se muestra disereta y més bien timid ‘Ahora la tutora lee la ficha con Jos datos de la familia: composi- cién, caractetisticas fundamentales de sus miembros y problema por €l cual consultan, También lee los informes extendidos por los deri- vantes. Luego puntualiza ‘T: Ahora se trata de especular un poco, de manera que empecemos la sesién con una hip6tess. Ya sabsis que la idea no es adivina a realidad dela fa- nila, sino construc una historia que nos pemitatabaja con una cierta orientacién, Tenemos poco tiempo y, ademés, debemos procurar que Rosay José no entren ala sesién demasiado confundidos, ast que slo par- ticipazemos en esta primera discusi los tutoresy los teapeuts. La discusién se desarrolla en los términos propuestos. Rosa dice «gue le parece que los problemas de mal comportamientoy fracaso es colar que presenta el paciente, un chico de 17 afios, pueden tener que ver con el desacuerdo de los padres sobre eémo educarlo. José aiade que el hermano, dos afios menor, seguramente i de santita y que lo rns probable es que el mayor sea presentado como el compendio de todos los defectos. ‘T: Bueno, no sé as cosas no son nunce tan texrbles como nos ia cena presesin. mas sobre la dimensién social de la fa- nila, Sabemos que el padre es taxista y la madre ama de casa, pero no sabemos si tienen amigos, si seer como pareja. Haan tranacusrido casi tes horas desde el inicio de Ja prescsién cuando Ja rutora da por concluido el espacio clinico. Miemtas el gru- LA FORMACION DEL TERAPEUTA ng ‘po toma café relajadamente, los estudiantes de primer curso dan rien- dda suelta a su entusiasmo: —Esto eso que yo necesitaba, — Desde luego, es fantéstico estar viendo familias en directo el ercer dia del curso, —Nada que ver con otros programas que sélo te dan teoria, No se trata de las maravillas de un programa concreto, cungue los alumnos puedan percibirlo asi. Se trata de la magia de la practica cli- nica, que es también la mapia de la terapi familiar. Termina le pausa del café y lega la hora del espacio teérico- prictico. A tal efecto el grupo se divide en dos, yendo separadamete les alumnos de primer y segundo cursos con sus respectivos tutores. El espacio se llama tedrico-prético porque desarrolla un programa de teoria con ayuda de recursos prcticos como el trabajo de escultu- ras y el role playing con families simuladas. ¥ todo ello, a ser posible, uutlizando la experiencia que se acaba de tener en el espacio clinico como fuente de inspiracién y como referencia ilustradora. Tiene sentido que se separen los grupos de primero y segundo porque, aunque juntos durante el espacio clinic, su participacin en el mismo ha sido distinta, los unos como observadores y los otros como rerapeutas. Es justo que ahora realicen uns elaboracién tam ‘én dstina: los principiantes se centraran en las aportaciones hist ricas basicas de la teoriasistémica, sobre todo en lo que se refiere ala comunicacién y la estructura familiar. Por su parte, los ya iniciados revisarin durante el curso los aspectos fundamentales de la interven: ciéa terapéutica. ‘Asomémonos fugazmente al trabajo que estin desarrollando am- bos grupos en el dia de hoy. La tutora del grupo de primero hace su propuesta. ‘Ti: Creo que la sesién de hoy ha sido muy dil para ilustcar algunas ideas de ln terapia estructural de Minuchin. Lo més importante lo tenis ea Fare lias terapia familia, que es uno de los libros de lectura obligada este primer aio. La referencia exacta esti en el programa. Para empezar, vamos a hablar de alianaas ycoaliciones. Las alianzas son relaciones privlegiadas entre dos miembros de un sistema, se convicr- ten en coaliciones cuando, de agin modo, van dirigidas contra un terce- 10, que queda excluido, Las slianzastransgeneracionales estin comptucs- tas por miembros de dos generaciones, por ejemplo, padres = hijos. 120 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA ¢Qué slianzas os parece que existen en la familia que hemos visto hoy? Al: El chico mayor tiene bastante bronca con el padre y, aunque parece que con la madre también, yo he creido ver que la mizaba macho y que sinto- ‘izaba muy bien con ela, iso podria sr una coalicién? ‘Ti: Si, desde luego, y ademas tu comentario remite a otro tems muy impor- tante de los fundamentos del modelo sistémico, que es la diferencia entre comunicacién digital y anal6gica, Pero eso lo estudiaremos a fondo otro dla, Mis cosliciones? ‘A2: Bueno, «ni me ha parecido ver que l pequefio estaba muy pendiente del padre, ‘Ti: jClaro que si! Es una situacin bestante clésica en estas familias, que po- ausa consiste a menudo en un sim- ple resumen de lo trabajado en Iz sesi6n. Con todo, la pausa es un tiempo didactico privilegiado en el que se pueden producir materia- les preciosos, como las cartas y ottos documentos terapéuticos, y que tiene también importantes efectos sobre la familia. Esta suele esperar la conclusién con altas expectativas que amplifican la resonancia de Jos mensajes comunicados. ‘Algo parecio ocurre con la técrica del eguipo reflexivo (Andersen, 1991), en Ja cual el equipo realiza el equivalente a la discusién de la pausa en presencia dela familia, que process directamente sus conte nidos sin que le sean vertidos en forma de conclusién, Sila presesién es un tiempo emocional en el que se calma el énimo del terapeuta y se tranquilizan sus angustias,y la sesi6n es un tiempo pragmético que contempla el despliegue de las principales técnicas, ticticas y estrategias, a postsesién es, sobre todo, un tiempo cogniti vo. Durante ella se analiza la sesin, extrayendo consecuencias y pre- parando directrices para la continuidad de la terapia. 1La magia del espacio dinico de la formacién en terapia familiar culmina en estos 30 0 45 minutos, en los que todos opinan, sintiendo que sus aportaciones se integran en una construccién colectiva. El éxi- to de la empresa depende en gran medida del tutor-supervisor, que di rigird la orquesta procurando que la melodia surja neta y clara, impi- diendo a la vez que se pierdan tonalidades y matices. Los alumnos suelen hacer comentarios brillantes, de indudable utilidad para los efectos deseados. Y, por lo general, se muestran cui- dadosos con sus compafieros terapeutas, manifestando una solida- ridad més que razonable dado que ellos habrén de desempefiar antes, co después las mismas funciones. No obstante, el supervisor ha de es- tar atento a la interaceién en el sistema alumnos, donde pueden sut- gir conflictos isomérficos de los de la farailia, Otro de los frentes donde se necesita la continue atencién del su- pervisor es el delas caracteristicas del modelo, puesto que es frecuen- ‘te que los alumnos posean formacién en otros modelos psicoterapéu: ticos y que ello sea Fuente de interferencias con la que ehora ¢ adguiriendo en terapia familiar sitémica. A la larga ninguna forme. cién psicoterapéutica debe ser un estotbo yal revés, es probable que todas ayuden a la construccién de un rico modelo personal. pero a corto plazo, en situaciones definidas por la inexperiencia y la bisofiez, pueden generar malos entendidos molestos. LA FORNACION DEL TERAPEUTA 127 No es raro, por ejemplo, que algunos alumnos insistan en Ia con veniencia de proceder con terapias individuales o que se resistan a entender la circulasidad. Para otzos es inconcebible que una patolo- sia grave pueda desactivarse en un proceso breve y econémico. La falta de confianza en los recursos del ecosistemsa es otra causa de ret cencias, Pero quizi la mas frecuente sea la falta de costumbze de tra- bajar en positivo,siendo tarea del supervisor convencer alos alumnos de la inutilidad de trabsjar con las carencias y los defectos aunque hhaya que contar con su existencia, Por fortuna, la brillante utlidad de la connotacién positiva se impone por s{ misma apenas arranca la terapia, El supervisor debe viglar también que no invadan la pos:sesin, y con ella toda la terapia, los fundamentalismos hipersistémicos. Algu ‘nos alumnos tienden a rentabilizar sus recién adquiridos conocimien- tos con una aplicacién dormitiva de los conceptos sistémicos, vendo por doguier comunicaciones paradsjicas o familias aglutinedas, y es tares del tutor complejificar los anlisis cerrando el paso al desarrollo de dogmas. 3.1.2, La superotsi6n indirecta En la supervisi6n indirecta, el supervisor, un formador con amplia experiencia clinica, escucha la historia que ha construido el terapeuta ‘como resultado de su interaccién tinica con la familia en tratamiento. El supervisor, atento, entiende que lo que cuenta el terapeuta es una narracin de hechos subjetivamente puncuada y recorteda,y lo que él mismo va a devolverle es su propia versin (la del supervisor) de una versién (la del terapeuta) de otra versién (la del paciente). De este juego de construcciones surgen las hipétesis y los objetivos del traba- jo clinico. Este planteamiento de intra e intersubjetividades es la base episte- molégica con la que se conducen el supervisor y el terapeute, y su re- sultado debe ser una construceién que resulte aceptable por el consul: tante y, de esta manera, efectiva, En el entendido de que las hipétesis ‘que se claboren y los consiguientes objetivos de ninguna menera son categéricos y no constituyen ninguna verdad o certeza absolutas, por lo que podsin ser redefinidos 0 modificados sobre la marcha. El esquema general que se desarrolla en la supervision indirecta consta de cinco partes: 128 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA - Datos preliminares. . Indagacién acerca del sister paciente. 5. Exploracién del sistema terapéutico. |. Planificacién del trabajo terapéutico, Intervenciones. 3.1.2.1, Datos preliminares El trabajo de supervisién se inicia tomando la propuesta del caso gue realiza el alumno y averiguando cuil es la motivacién por la que decidi6 presentarlo, Por ejemplo, si es porque se encuentra bloques- do en la evolucisa, si su resonansia emocional lo perturba, si no se siente estimulado en el trabajo tetapéutico con esa familia o si carece de objetivos definidos o de una hipétesis que lo gue. Mientras el estudiante disena el genograma (en lo posible trigene- racional), explicaré quién fue el derivante del caso (un colega, un pro- fesional de otra dsciplina, el amigo de un paciente, un familiar del te- rapeuta, una institucién, ete.) y por qué cree (si lo indagé) haber sido. clegido para levatlo. Ademés, es necesario conocer cudnto tiempo hace que se esti llevando el caso: si es una primers entrevista 0 ya van varias sesiones, sila terapia dura meses y es la primera vez que se su- petvisa si existieron problemas del sistema terapéutico antes y no se consult6,sies le primera vez que surgen blogueos o dudas, si es que se present un nuevo motivo de consulta, etc ‘A pattir del gréfico, se pregunza quién solicité la consulta y cémo se desarroll el primer contacto, siresult6 agradable o tedioso, si se lo- .gr6 obtener datos principales, sila persona que contacté fue antipiti- ca, cortante, ansiosa, muy angustiada, simpatica, et., si se mostr6 re sistente a brindar informacién. Quignes fueron invitados al primer encuentro y quiénes asisteron, sise invit6 a la persona que reliz6 la demanda para decidir después de le primera entrevista quiénes de- bjan seguir asstiendo, ete. 3.1.22. Indagacién acerca del sistema paciente Seexplorata cuil fue el motivo de consulta explicito, si fueron pre- sentados varios problemas o uno concreto, si estaba difuso 0 confuso, si el problema se basa en abstracciones 0 sensaciones o estados de finimo, silos integrantes de la familia estuvieron de acuerdo en cual LA FORMACION DEL TERAPEUTA 129 cera el problema o cada uno pereibe un problema diferente, También se evaluarin las ganas de comenzar tn proceso tetapéutico: sila per- sona asistié a terapia por presién del contexto o si fue por iniciativa personal, si tiene resistencias o esta comprometida con realizar una psicoterapia, ete. Partiendo del motivo de consulta, se explora la arquitectura del sistema familiar y los miembros participantes en el citcuito creado por el problema, a través del genogranra. Es importante determinar si el motivo de consulta, esto es, el problema que aduce el paciente, es coincidente con el que detects el terapeuta 0 el equipo terapéutico (er convergencias y divergencias) ysi se logr6 redefinilo y plantear- Jo como objetivo terapéutico, Se indagari, entre otras preguntas, acerca del spo de problema, sies una conducta sintomética contemplada, pot ejemplo, por el DSM IV (adicciones a drogas y/o alcohol, trestornos alimentarios, de pénico, {bicos, psiecticos, depresives, etc), 0 un dilema o conllicto. Ade- mis, se determinaré quién es el miembro sintomitico, qué conductas se desarrollan en torno al problema, cuéles son las personas afectadas e involucradas en 4, desde cundo se ha instaurado el problema en el sistema y en qué contexto suele aparccet. Otro punto de exploracién son los intentos fracasados de sokucio- nat el problema, Este ¢s un indicador neto de lo que el terapeuta ya no debe hacer. Se puede construir un grfico que muestre ¢.circuito recursivo sostenedor del problema-gueja y, «partir de é, elaborar las ptimeras hipétesis, que se intentarén homogencizar en una sola con creta y clavficadora. Se trazarin, entonces, los objetvos a seguir con las consabidas metas minivnas que permitan avunzar de forma gradual y progresiva 3.1.2.3. Exploracién del sistema terapéutico Se analizan las difcultades del terapeuta y del equipo en el proceso terapéutico, dstinguiendo niveles légicos: si se hallan en relacién con el tema tratado o si se circunscriben al tipo de interacci6n. Si spare cieron obsticulos en el proceso terapéutico, y de qué tipo. Si estos obstéculos se refieren a emociones (angustias, ansiedades, tristeza, euforia,sentimientos de desvalorizacion, creencias de ineptitud, et.) a ideas que se conectan con la impotencia y el fracaso, 0 a acciones consideradas ineficaces. 230 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA Se explorarin resonancias en la historia del terapeuta, asi como va- lores y creencias que puedan contraponerse o superponerse, creando pautas de isomorfismos en juegos relacionales. Cul fue el nivel de ‘comodacién del sistema terapettico al sistema consultante, si se per- cibjcron 0 fueron explicitas las resistencias l trabajo terapettico 0 el agrado 0 el desagrado de alguno de Jos miembros de la familia hacia el terapeuta, Qué efectos produjo, si se devolvié como una interven- cin o si se tradujo en exacerbado bienestar 0 malestar. Se puede soli- citar alguna anéedota que el terapeuta asocie con el problema con aque se estd trabajando. ‘También se preguntars acerca de les expectativas@ las que el siste- ma terapéutico aspira, si son demasiado exigentes para las posibilida- des del paciente o si son deselentadoras y por qué. Se evalian los Jo- gros parciales en los diferentes focos en la evolucién del proceso y los sentimientos que se manifestaron relacionados con ellos. Se elaboraré un mapa relacional, donde se situard a la familia y se smarcaré la posicién en que se ubica el terapeuta, con la finalidad de dejar en claro cuél es la funcién que ejerce en el sistema de los con- sultantes (si es agente de cambio o si desempea un rol homeostiti- 0). Con repecto a las maniobras terapéutices, deberin explorarse las soluciones intentadas fracasadas del terapeuta para ayudar a resolver el problema. 3.1.2.4. Planificacién del trabajo terapéutico Retomando los objetivos delinsados, se observarin las posibilida- des de concrecién a partir de la indagacidn de las dificultades del sis- tema terapéutico (en ocasiones, ls resistencias al cambio no son las del paciente, sino las del erapeuta, y ademas no son pocas las veces auc las dificultades del sistema terapSutico bloquea el camino a Ja so Jucién). Se debe plantear clarameate silos objetivos a desarrellar son muy ambiciosos para las posibilidades del sistema, si es posible red- cirlos sleanzando cierta eficacia, como también si, por el contrario, son objetives pobres, en el sentido de menospreciar las potencialida- des del sistema. ‘Una vez trazados los objetives, es necesario acordar las metas mi= hres que permitan avanzar de manera concreta y con logros tan- gibles. La concrecién de objetives parciales estimula, no s6lo al pa- ciente, sino también al terapeuta, que ve plasmada en esos avances la ‘LA FORMACION DEL TERAPEUTA BL cfectividad de su estrategia. Asimismo, se organizaré la terapia plani- ficando la centidad estimada de scsiones que serin necesatias para acercarse alos logros parcialesy finales, De ninguna manera se pen- sarin como una cantidad fijay rigid, pero el hecho de determinar cierta cantidad permite la organizacién mental del terapeuta en direc- cién a su organizacién del proceso. Se procederd de la misma forma con la frecuencia de sesiones,si son semanales, quincenales o men- suales. Ea situaciones de crisis se puede juzgar necesario realizar mis de una sesién semanal, o incluso todos los dias sesiones mas breves. Seevaluara en qué espacio se realizarén las sesiones. Si se desarrlla- rin en el consultorio o en otro émbito (una plaza, un bax, etc), como también si es el domicilio del paciente el que debe utlizarse como es- pacio terepéutico (muchos pacientes pueden estar incapacitados para asistr al eansultorio del profesional), osise producité un intemainien- too una estancia en hospital de dia, comunidad terapéutica ex, Tam- bién qué tipo de terapia se realizaré. Se determinard si se trabajari en terapia individual, de pareja 0 familar Si es necesatio que el paciente se incluya en algiin grupo terapéutico o si esté indicada una terapia in- ividalsombind con tepid grupo o con eons frie © le pareja. 3.1.25. Intervenciones Por tikimo, el supervisor aconsejar al terapeuta en formacin so- bre las principales téenicas (clésicas 0, por qué no, novedosas e inven- tadas) que hay que aplicar en el caso, En principio, tends en cuenta ‘cules son las herramicntas clinica en las que mejor se desempeiia el supervisado para capitalizarla en el proceso, pero también estimularé la introduecién de otras en las que, tal vee, éSte no sea tan experto, Podré fumiliarizar al alumno en el ejercicio de las connotaciones Positivas, nunca suficientemente practicadas, como también de rede- Jiniciones que ayuden a reformular tanto la perspectiva del paciente ‘como le del profesional. Se abrta el juego a preguntas que amplien el campo de comprensién del caso, preguntas cizculares que pautard para ser llevadas @ cabo durante las sesiones, y también, cuestiona- mientos que permitan al slumno construir nuevas hipézesis o simple- mente reflexiones innovadoras. ‘La construccién de una 0 varias metdforas adecuadas al caso pue- de permitir su introduccién en diversos momentos de las sesiones. La 132 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA, rmetfora es una herramienta de sma utilidad como guia que permite centrar el foco en la problemética a trabajar, hasta el punto de poder convertirse en el je de la terapia o de una sesién, Las meréforas pue- den también articularse en forma de cuentos, historias, alegorias o fa- Dulas, que el supervisor aportaré como una herramienta més para el archivo del terapeuta. Tgualmente se podrin sugerir algunas prescripciones de comporta- ‘iento (en cualquiera de sus clases) para incidir directamente en el plano pragmatico de la familia, S= explicaré al estudiante, claramente y con ayuda de ejemplos, Ja Iipica de su aplicacién y los métodos cticksonianos de la presentacin de latares. Conociendo los estilos del supervisado y de la familia, es impor- tante que el supervisor determine hacia gué érea, emocional, cogniti- ‘va 0 pragmitiea, deberin dirigtse preferentemente las intervencio- nes, puesto que la efectividad de éstas ser tributaria de la conjunci6n entre lafaclidad del terapeuta para la aplicacién dela técnica y el ca- nal de resonancia més apropiado para la familia, Esta thima parte de la supervision es la de mayor drectivided por parce del supervisor y la mis enégica y pautada, aunque siempre sin nimo de atrofiar la ereatividad del terapeuta, sino de amplificarla y estimulal, El doceste hace is ndiasons repeat as coo correspondiente planificaci6n y organizacién del material a corto pla- tos cs deci parm la préxima sein o, deendiendo del modelo fo imativo, para un maximo de dos 0 tres sesiones. En este caso, aventu- 1a posibles respuestas a las interzenciones que se van modificando o confirmando en el curso de la tetapia. Tambien es conveniente que se structure, en cierta medida, un pronéstico orientador. 3.1.3, La teorts Intentar resumir el espacio te6rico de un programa de formacién en terapia familiar podria equivaler « hacetlo con el coajanto de la teoriasistémica, Pero renunciat a tan ardua empresa no exime de la conveniencia de enunciar algunos principios que deben presidir cl desarrollo de este espacio, La terapia familiar sistémica tiene deudas importantes con ottos modelos psicoterapéuticas y es conveniente que ello se explicit junto a la descripeién de los rasgos propios ori- ainales. Una adecuada vision his.6rica permite contemplar el modelo sistémico como una rama del értol de Ia psicoterapia, nacida bajo de- LA FORMACION DEL TERAPEUTA 133 terminadas circunstancias culturales que también hen influido en otros sectores del pensamiento humano, La existencia de corrientes y escuelas en el campo sistémico es también un problema a abordar en el espacio teérico. No es lo mejor pata los alumnos que el programa esté afiliado a una tinica corriente por el hecho de que sea In éltima o la més ala mod, y si, ez cambio, ue en él estén presentes de forma equilibrada todas las escuelas rele- vantes y sus principales aportaciones. Por tlimo, el modelo sistémico recela fundadamente del diagnés- tico psiquiétrico, utilizedo « menudo como tautol6gica justificacién de apriorismos prejuiciosos. Bateson arrojé sobre él todo su despre- cio, caricaturizandolo como concepto dormitivo: este paciente es un cesquizofrénico porque delira; es un alcohélico porque bebe; cesté ‘tiste?, luego es un depresivo... La critica esta, sin duda, més que jus- tificada, Sin embargo, el modelo sistémico tiene, a este respecto, un doble compromiso. Por una parte, se deben desarrollar criterios diagnésticos relacionales que sirvan a los terapeutas (y no s6lo a los an en formacidn) de metiforas-gufa coherentes con su epistemo- logia, En tiempos de complejidad, el diagnéstico no puede ser una cexiqueta simpliticadora, pero debe permits agrupar y ozganizat la ex- periencia a nivel conceptual, un movimiento que el pensamiento ‘necesita para ser eficaz. Por otra parte, el programa teético debe in- corporar nociones de psicopatologia y de farmacoterapia que, inde- pendientemente de que estuvieran incluidas en los cursiculos acadé- ‘ioos de las cazreras de procedencia, puedan ser ahora reprocesadas desde una nueva sensibilidad psicoterapéutica. Los seminarios monogréficos, de que necesariamente debe constar 1un programa de formacin, son un magnifico vehiculo para incorporar aportaciones de otras escuelas, otros modelos y otzas disciplinas que, rompiendo tendencias endogérmicas, lo flexibilicen y lo enriquezcan. 3.2, FORMACION VIVENCIAL: EL GENOGRAMA DEL TERAPEUTA ‘Hemos dejado para cl final de este capitulo sobre la formacidn del terapeuta el tema de la formacién vivencial-expeciencial 0, lo que es Jo mismo, el trabajo con la propia persona del terapeuta. Aurque ini- cialmente la tetapia familiar no considers necesario este aspecto de la 134 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA formacién, cada ver es mayor el consenso acerce de la conveniencia desu inchusién en programas amplios. Se trata del espacio que permi- te, de una forma mas directa y explicita, incluir las emociones del te- rapeuta en el proceso formativo y, por ende, en el terapéutico, Por ello no podia quedar excluido de esta obra. Mis allé de la formacién te6r.ca y prictica, no conviene olvidar que el terapeuta es, fundamentalmente, un ser humano. Esta aprecia- én, que puede resultar obvia, permite cuestionar puntos de vista ‘que consideran a los terapeutas, de forma implicita pero no menos determinante, como pequefias méquinas de acumular informacién. ‘Maquinas capaces de operar con in grado de disociacién tal que, ig norando sus historias de vida, se elacionan, intervienen y hasta cono- cen de manera objetiva. Lo cierto es que cada vez resulta més dificil ignorar que las emo- cones juegan un papel preponderante en el vinculo interpersonal, y aque tanto la eficacia de las intervenciones como la posibilidad de cambio se debe, en gran medids, al afecto desarrollado en la rela- ‘Las propuestas de Maturana con respecto # la biologéa del amor, de Linares acerca de la nutriciée emocional, de Goleman sobre la inteligencia emocional o de Elksim a propésito del concepto de re- sonancia son algunas de las ideas que reivindican la importancia de Jas emociones, incluso més allé del campo estrictamente psicotera- péatico. ‘Desde esta perspectiva, no puede quedar duda acerca dela necesi dad del trabajo emocional en la formacién de un profesional de la psicoterapic. Ahondar en su histaria relacional, en el significado de sus vinculos y en su manejo de los afectos en situaciones significativas permite ayudarle a afrontar mejo: no s6lo su trabajo profesional con familias, parejas, grupos o individuos, sino también los avatares de su vida personal. De esta manera, os recursos te6ricos y técnicos se inte- san con los factores personeles-emocionales, conformando un todo arménico que se potencia para irerementar la efectividad de los tra- bajos terapéuticos. Uno de los recursos més valiosos en la formacién vivencial del te- rapeuta es la confeccién del genograma personal. Fl genograma, una de las herramientas més utilizadas por el terapeuta sistémico, consiste en el disefio de un érbol ramificado que permite conocer en forma srifica la constelacién familiar maligeneracional. Posibilit tener, en LA FORMACION DEL TERAPEUTA 135 una vision répida y sintética, una impresin de conjunto de las dife- rentes familias de una persona. Y el hecho de que el genograma se aplique a los pacientes consti tuye una razén més para que el verapeuta pase por la experiencia de estudiar el suyo propio, obteniendo una mirada reflexiva sobre su historia, es decir, sobre sus juegos y dindmicas interaccionales en sus familias de origen, extensa y creada. La vivencia de construir y traba- jar el genograma propio, asf como las implicaciones que de él se des- prenden en las diversas dreas de la vida, equivale para los sistémicos a lade realizar una terapia personal. Los talleres vivenciales-experienciales son, a criterio de los auto res, fundamentales en la formacién del terapeuta. Por esta razdn ocu- pan un lugar preferente en los programes asociados que ambos dit- sen, respectivamente en Espaia (Ia Escuela de Terapia Farniliar del Hospital de San Pablo, Universidad Auténoma de Barcelona) y en Argentina (la Escuela Sistémica Argentina, de Buenos Aires). La realizacién del genograma permite que el profesional en for- macién se enfrente a las distintas coyunturas de su historis: crisis, ritologia femiliar, juegos y diferentes dinémicas, etc. Ello le posbili ta conocer los puntos de concordancia y de divergencia en los pro- blemas que aquejan 0 aquejaron a sus familias de origen, extensa 0 creada. Como, también, reconocer las vivencias de cada miembro sobre las diversas situaciones eriticas por las que ha atravesado su sistema, El aller de genograma que se desarrola en la formacién est inte- «grado por un grupo de estudiantes que se retinen con la finalidad de explorar, enalizar y reflexionar sobre sus sistemas familiares, Pero esta comprensidn lleva implicta una redefinicién de percepciones, de creencias, de valores y de rituales, que sugiere la construccién de una nueva version de la historia de la persona. ‘Todos poseemos una narracién interna acerca de nuestra familie, Mas 0 menos rigida, esta historia nos acompaia en la vida y condicio- za, en la prfctica, acciones e interacciones, impregnando de significa- do las cosas y ayudando a construir cotidianamente la experiencia de a realidad, Si la historia no es el pasado, sino el cuento que uno se cuenta acerea de éte, el taller del genograma parece ofrecer tuna oportunidad de reflexin, introspeccién, recuerdo y ani relaciones y vinculos familiares com la finalided de consttuit un libro personal. Un libro que cuente una nueva historia 36 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA, El grupo de trabajo esti coordinado por el profesor, que opera como organizador de la tarea, con miras@ articular y moderas las di versas partes del proceso en el intento de obtener los mejores resulta- dos. El coordinados, ademés de ser terapeuta, debe poseer experien- cia en organizacién y dinémica de grupos, y es necesatio que haya pasado por una vivencia similar como integrante de un taller, reali- zando su propio genograma, Dessckerda aon ised y nella de'tognimide el 1 vveees el trabajo del coordinador se comparte con otros subcoordina- ores, que lo ayudan a focalizar y » actuar més en detalle en la labor. El taller dispondra de una centidad de horas predeterminadas, defi nidas por el programa de formecién, ademés de una apertura y un cierre prefijados. Asimismo, estaré prevista la frecuencia de reunio- nes, de acuerdo ¢ los horarios que se estipulan en el cronograma. Resulta legitimo preguntarse est tipo de trabajo puede ser consi- dderado una psicoterapia de grupo, y la respuesta dependent necesaria- mente del punto de vista, E taller del genograma es tezapéutico si se cntiende por tal una redefinicin de perspectivas de los hechos vividos comportando cambios de atribuciones de significado y nuevas reso- nancias afectivas, conducente todo ello a modificaciones en actitudes y comportamientos. Pero no lo es, en sentido estrcto si se priozia la ‘motivacion terapéutica, puesto que no existen ni sufrimiento mani- fiesto, ni sintomss ni demanda explicit, y si, en cambio, un interés formativo enunciado por el docente, El taller es un trabajo con objeti- vos limitados a la exploracién de los circuits familiares, y posee un ticmpo estipulado, Pero esta indegacién conduce casi siempre a movi- Tizaciones emocionales conectadss@ los diversos temas que se tocan, ccuyas contencién, aclaracién y redefinicién dependen en gran medida de la habilidad del terapeuta-coordinados. Results complejo, pues, afirmar cules soa los limites de io que se considera psicoterapéutico, Eh el proceso del taller de genograma, el plano emocional cobra relevancia. El estadiante realiza un viaje porla historia de sus familias de origen y extense, recorre diferentes situacionescriticas, eomo muer- tes, mudanzas, separaciones y conflctos, que movilizan aspectos muy artaigados en su personalidad. Por lo tanto, es conveniente que cada pparticipante disponga de un espacio personal donde reflexionar so- bre las singularidades y dificultades que puedan surgi. Ello puede estat incluido en el mismo espacio vivencial-experiencial, en forma de scsiones individuales con el tutor LA FORNACION DEI. TERAPEUTA 137 Por otra parte, es de sentido comin que, en la formacién del coor- dinador de un taller tan espectfico como el de genograma, se incluya la experiencia de haber caminado por el andlisis de las rutas de la propia familia, més alla dela organizacién de la teoria que fundamen- ta dicho trabajo. En general, los profesionales est acostumbrados a disefiar genogramas ajenos, pero no el propio. Por lo tanto, se trata de introducir la importante novedad de capitalizar y aplicar sus cono- cimientos ala exploracién de la propia familia, en el supuesto de que ello disminuiré los escotomas o puntos ciegos en su propia labor pro- fesional. Entender el funcionamiento de la familia del otro exige la comprensin previa del funcionamiento de la propia, Escucherse més claramente es una posibilidad de escuchar més claramente al otto, ge- nerando, ademds, una mayor diferenciaciéa de quien soy yo y quiénes son los dems. En relacién con las téenicas y estrategies que hay que wilizas, se puede partir de la amplia gama correspondiente al modelo sistémi- co en sus diversas corrientes, como por ejemplo las preguntas circu- lares, la connozacién positiva y las reformulaciones, Como también cl hablar el lenguaje del paciente y el manejo de cuentos, metéforas y analogias, También se implementan las prescripciones d= origen ericksoniano, mediante los ejercicios que se realizan durante Ia se sién o en forma de tareas para casa. Por otra parte, las influencias gestilticas y psicodramaticas pueden ser de gran utiidad. La esceni- ficacién de algunas situaciones o el dislogo con le silla vacfa, por ci- tar algunos ejemplos, son estrategias que no s6lo van ditigidas a una petsona en particular, sino a Jas resonancias que se manifiestan en el rupo. Todo el trabajo del taller esté articulado en torno a una serie de ejercicios que, « modo de ees articuladores, permiten preguntarse, analizar y reflexionar acerca de diferentes teméticas. De ninguna ma- nera las preguntas que se plantean en ellos abazcan todas las refle- xiones que la persona puede realizar. No obstante, resultan estimu- Jantes para inducir nuevos cuestionamientos en la introspeccién. Las tareas estén pautadas para que se realicen, indistintamente, en forma stupa, individual, en subgrupos o en parejas. La eleccién de estas formas quedara a criterio del coordinador en funcién de lo que su- gieran las interacciones con el grupo, creandose esi el disefio mas adecuado. Por ejemplo, dependiendo de las circunstancias, se po- drn transformar ejercicios individuales y desarrollalos como gru- 138 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA pales, o trabajar con subgrupos es tareas inicialmente previstas para ser realizadas en pare Si el coordinador desea realizar un taller, pero utlizando parcial- mente el modelo, deberé seleccionar los ejercicios, implementando ‘una versin reducida, tanto en la tazeas propiamente dichas como en Jas preguntas correspondientes. También es factible construir un taller més breve, utilizando tinicamente ciertos ejercicios y técnicas, como, las fotografias, as esculturas o los escudos. Estos eercicios poseen tuna singularided capaz de confersles un estatus independiente en re laci6n con el andlisis de las interacciones familiares. Por lo tanto, pue- den constituirtaleres por s{ mismos o integrarse en el més completo del genograma. No menos importante es la redaccién del diatio o ficha de la se- sin, en Ja que se realizarin comentarios y reflexiones, se plantearén interrogantes y se expresarin miedos, angustias o alegrias, es deci ideas y emociones relacionadas con la experiencia. Es un diario inti- ‘mo, en el cual se dialoga consigo mismo y, ala vez, un espacio de des- carga que permite verificar la temperatura emocional, El detonante de los ejercicios, por lo general, mueve y remueve recuerdos agrada- bles y desagradables, que forman parte de la danza emocional por la ‘que transita el taller. El diario puede confeccionarse al finalizar cada sesién, tomén- dose diez minutos de Ia misms para reflexionar en caliente sobre la experiencia que se acaba de vivir, o bien dejarse como tarea para rea- lizar mas tarde, saliendo del campo de juego para poder metaboli- zarla mejor. Por iki, a pesar de que el taller de genograma debe ser un mo- delo estructurado, es importante reconocerle una estructura flexible y adaptable a diversas circunstancias. E modelo debe ser tomado como una base, tal vez como una guia oun ee organizador dela cres- tividad del coordinador, que le permita la construccién de nuevas ta- reas y el diseBo de otros juegos de exploracién que se amolden a la interacci6n con el grupo. Recursivamente, es esta interaccién la que inspirard los ejercicios, mientras que estos mismos ejercerén su in- fluencia sobre ella, Si el modelo es dirigido de forma rigida, dari como resultado un didlogo de autématas, plagado de imposturas. El rogue de color que intzoduzea el coordinador, tanto en la dinfmica como en Ja aplicacién de técnicas, posibilitard un fluir libre en las re- laciones, menos cefidas a un repertorio estrecho de recursos. LA FORMACION DEL TERAPEUTA Be El modelo que se expone a continuacién se compone de una serie de ejercicios, que se hallan erganizados con una introduecién expli- cativa, los objetivos y una serie de preguntas que, a modo de reflexio- nes, conforman una gufa para la confeccién de la tares. Los gercicios se despliegan, de acuerdo a las partes que se intentan explorar en los sistemas familiares, en una panoplia que va desde lo mas general has- ta Jo més especifico. Se trata de una versién abreviada, resumida y, por tanto, inevitablemente simplificada, que se expone para comple. tar una visién general del proceso de la formacién. Que nadie piense uc el estudio o la realizacién de estos ejercicios puede sustituir a un auténtico taller de genograma. He aguf algunos pasos o momentos * Secomienza por analizar la construccén dela femilia, baciendo explicita la historia que nos contamos acerca de le familia de origen. Algunos ejercicios posibles son: —La construccién del genograma. —Narrar la historia familia (en grupo) —Narrar la historia familiar (en pareja) —Ser un periodista 0 reportero en la propia familia, Una vez obtenida dicha construccién, se explorarin Jos subsis- temas, donde se observan mas en detalle las distintas relaciones — miembros de la familia de origen, extensa y ereada, Por ejemplo: —La pareja de padres. —Los hermanos. —Los abuelos. —Los tios. —La pareja. —La historia de la pareja, —Los hijos. —Los mies, Jos tuyos, los nuestros. —Los suegros. —Las personas significativas —Los grupos secundatios. 440 SER Y HACER EN TERAPIA SISTENICA * Elaborada esta estructura, se entraré en el universo de les mito- Jogias familiares, que constituyen el espacio de convergencia de Jas narrativas individuales de los miembros de la familia: —Los mandatos. —Las creencias. —Los valores. —E] clima emocional. —Los rituales. —La comida familiar, © Pero los roles, las Funciones y las jerarqufas son las posiciones ‘que se adoptan para compiementarse en la interaccién y dar cconsistencia de sistema a la familia. Estos elementos son los que se observan en los ejerccios dela estructura familiar —E] mapa familiar y su exploraci6n. —Roles y funciones. —s]4 [5 1¢[7| 8] 9 || LOS NARRADORES DE HISTORIAS: USO DE ANALOGIAS, FABULAS ¥ CUENTOS Este recurso, de origen ericksoniano, consiste en transmitir, por tuna via anal6gica, mensajes que tienen por objeto modificar la percep- én acerca del problema que presentan los miembros de la familia ‘Como técnica, resulta sumamente eficez en los casos en que el te- rapeuta detecta severas resistencias en el sistema. Contrariamente intervenir de manera frontal, lo cual podria incrementar dichas resis- tencias, optard por conta una historia, real o inventads, que, casual mente, resulta ser similar al problema planteado, aunque, es0 si, con algiin elemento diferente y sugestivo de cambio. ‘Para contar una historia es necesario aguzar la imaginaci6n, y po- seet una buena dosis de creatividad para conseguir que sea crefble, en clcaso de que sea inventada, Pero tznbién es importante aplicara en el momento adecuado, sea inventada o no, para que la intervencién re- sulte efectiva. ‘Aquellas personas que son narradores habituales de historia, cuen- tos y anéedotas, que poseen clocuencia en su discurso, creando silen- cios de expectativas, asf como bajadas y subidas en su tono de voz «que parecen magnetizar a los que los escuchan, serén buenos pata de- sarrollar esta técnica. Los que no, podrin intentar aprender las abi lidades cosrespondientes. Objetivos Hl ejercicio tiene por finalidad explorar si este recurso se encuen- tra en tly si te reconoces en él, Ademis, posibilita descubrir cSmo te ves interaccionando en diferentes grupos con este estilo, 0 si posees tales aptitudes y no te has atrevido a ponerlas en prictica Reflexiones ‘© Te gusta narrar historias, anécdotas, cuentos, etc.? + Te consideras un buen narrador,atrapas ala gente con tu narraciGn? © 20 no crees que seas un buen narrador y a veces piensas que abu- tesa la gente con tu discurso? LA FORMACION DEL TERAPEUTA 173 + cTe gusta narra, pero quizi no has desarrllado esta habilidad? * Piensa en tu familia de origen, extensa,creada y en los dversos gru- pos en los cuales interaccionas. ¢Tu rol respande al del narrador de anéedotas? * Si eres narrador, éde quién recreaste este estilo? ¢Algéin miembro de esos sistemas poseia esta habilidad? * Sino eras tel narrador,cquién tenia esa funcién, a quige escucha- bas como espectador? * 2Cémo te sentfas? ¢Lo admirabas, te gustaba escuchatlo, te abu- tifa, teangustiaba, etc? © Recuerda alguna situacién en que te hayas visto siendo el narrador. * Sica con a abd, te considers crenvo como prs n- venter una historia? * Sino cuentas con esta habilidad, zqué cosas piensas que debes mo- dificar para adquicirla? + Por qué costs te consideras creativo? Nombra al menos cinco ca- racteristicas que te identfiquen como creative * Inventa y cuéntate una historia que transmita un mensaje te-apéutico. + ¢Sientes que esta técnica te resulta sencilla de aplicar, entra dentro de tu repertorio? * Incluye una reflexién. * Acaba con una historia que inventes a partir de la tarea, * Después del efercicio tal vez tengas un panorama més claro acerca de tus recursos naturales para la aplicacién de esta técnica. Calif cate del 0 al 10, 4[s[o6]7]s]9[w| Los PRACTICOS ¥ DIRECTIVOS: PRESCRIPCIONES DE COMPORTAMIENTO. Las prescripciones de comportamiento son uno de los recursos mis creativos de la terapia sistémica. Consisten en el disefio de tareas en funciéa del problema planteado, con el objetivo de desestructurar el circuito de soluciones intentadas fllidas que lo mantienen y cronifican, Se desarrollan en el plano pragmético, partiendo de la base de que cl blogueo de las acciones que susticuen el probles es tu imapostaute como la reformulacién cognitiva de la realidad que lo provoce. El inge- 174 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA nio y el espiritu prctico son necesarios para desestructurar intentos de solucién fracasados, ai como para generar altematives diferentes. Si bien existendiversos tipos de tareas, para todas ellas es necest- rio combinar creatividad y uiltarismo. Ademés, hablar el lenguaje del paciente y poseer cierta familiatidad con la induccién hipnética cticksoniana pueden ser instrumentos complementarios para que las prescripciones resulten efectivas. ‘Las personas predominantemente concretas y précticas, los suje- tos de accién que, mas que decir, 4acem, se manejacén bien con las prescripciones de comportamiento. Y més ain si tienen la habilidad de utilizar el lenguaje convenciendo y persuadiendo con sutileza, sin incurrir en autoritarismos imperetivos. Objetivos El ejercicio tiene por objetivo investigar acerca de esta habilidad. Si, frente a un problema, te inclinas més a focalizarlo y resolverlo sin darle excesivas vueltas, 0 si, por el contrario, tiendes a quedarte gi- rando en las teoras,calibrando y sopesando pros y contras. En defi- nitiva, permite observar si afrontas los obsticulos con acciones con- cretas, ingeniosas y répidas. Reflexiones © ¢Te consideras o te consideran una persona prictica y de acciones concretas? ‘+ Gres mis de hacer que de decir? «Frente alas sitmaciones de crisis, qué funcin ocupabas en tu fa- nla de origen, creada o en otros grupos? + Eras viel encargado de resolver os problemas en forma prictica y con pocas vueltas? + Con quién teidentificaste en esa modalidad de actuat? + Sino eras ti, zquién eta el miembro encargado de resolver proble- ‘mas, si es que existia? * Sino eres pragmético, ¢cémo te cescribirias? * Si no eres expeditivo y préctico para encontrar soluciones, gqué ‘cosas piensas que debes mejorar? ‘© Frente a qué tipo de problemas te consideras practico y con cué- les te sueles encontrar dando vucltas? LA FORMACION DEL TERAPEUTA, 175 * cTiendes a dar Srdenes, a dirigir? En ese caso, gerees que la gente sucle seguir tus sugerencias o consignas? + ¢Teencuentras, por lo general, conduciendo ls stuaciones de for- tna autoritaria? ¢Sueles lograr tus objetivos explicitamente 0 a tr- v6 de suilezas? * ¢Consideras que la forma imperativa te ayuda en la resolucién de Jos problemas? * Frente aun problema, te sientesingenioso y creativo para aplicar una alternativa de solucion diferente de ls que se habian empleado? * Recuerda alguna anécdota que represente cémo resuelves tus pro biemas Imaginate en una sesibn, Te ves aplicando esta técnica? Qué sientes, te encuentras en tu salsa? ¢Surge de forma espontiinea? Afiadelo que se te ocurra, Acaba administrdndote una prescripeién acerca de algo que te cues- te resolver y que desees cambiar. Observa sus efectos, * Después del ejercicio tal vez tengas un panorama mis claro acerca de tus recursos naturales para la aplicacién de esta técnica. Calif cate del 0 al 10. 1[2[3]4 [5 [6 [7 [s [9 Jo AYUDADORES ¥ CONTENEDORES: LA CONTENCION EN CRISIS El saber contener en situaciones de crisis ¢s una de las interven: ciones més importantes en la psicoterapia. Y ello porque, en general, Jos pacientes consultan en circunstancias eriticas que, como tales, pue- den estat acompafiadas de manifestaciones emocionales fuertes. Lo cual puede exigicle al terapeuta ciertos movimicntos que excedan el perfmetto de su sill6n. Existen diferentes formas de contencién, tanto a través de la pala- bra, poniendo el énfass en determinados puntos, connotando positiva- ‘mente la situacién, o mediante un discurso parsimonioso, lento y tran- quilizador, como por medio del cuerpo, con un abrazo, una palmada ene hombro o simplemente mirando a os ojos ea silencio 0 alcanaéa- dole al paciente un pafuelo. Incluso un cuerpo a cuerpo, contenien- do honestamente una agitacion psicotica, puede ser una intervencién psicoterepéuticamente itil 176 SER Y HACER EN TEEAPIA SISTEMICA Las intervenciones a realizar son tantas que @l papel no podria abarcarlas, Pero hay que tener en cuenta que estos movimientos estén regulados por la interacci6n, que es la que sefiala cuando hay que acercarse 0 alejarse, cudndo permanecer quieto o cudndo contener con la palabra, En la medida en que el terapeuta no posea dificultades coxporales, de palabra o de contacto, la interaccién resultara mis libre y nose ce- find un repertorio reducido de intervenciones. Porlo tanto, es nece- sario explorer si existen bloqueos ofacilidades en el lenguaje corpo- ral o con respecto al contacto para, entre otras cosas, poder manejar de una manera més pléstca el espacio fisico de la psicoterapia a la hora de contenct en ua momento de crisis. ‘Aceste respecto, es necesario conocer cudl es el cédigo de Ja fami lia de origea en términos de contencién en situaciones de crisis, ast como las facilidades y las inhibiciores en relacién con el contacto y Jas manifestaciones afectivas tanto verbales como corporales. Y, como de costumbre, es itil conocer los roles familiares en relacién con la contenci6n, Objetivos El ejercicio tiene por finalidad explorar tus facilidades y dificulta- des con respecto a la contencién de personas en situaciones criticas. ‘Ala vez, posibilita profundizar qué relaci6n encuentras con tus pro- pias funciones, desazrolladas en tus families de origen, extensa, crea- day otros grupos de pertenencia. Reflexiones * En términos de afecto, ctienes difcultad o facilidad para acerearte y contactarfisicamente con el otro? + 2Cémo se manifestaba el afecto ea tu familia de origen? Se expre- sabaa través de las siguientes modelidades: 1. Corporalmente. 2, Verbalmente 3. Regalos. 4, Preocupaciones. Atenciones. LA FORMACION DEL TERAPEUTA 7 6. Dinero. 7. Otros, * s][4 [5 fe ]7 [ses fo 178 SER Y HACER EN TEEAPIA SISTEMICA (OBSERVADORES DE OTRAS PERSPECTIVAS: LA REESTRUCTURACION La llamada téonica del reframe, taducida al castellano como rees- tructuracién, redefiniién, reformulocién o reencuadte, es una de las més exquisitasintervenciones de persuasién, e implica recodificar la rea- lided pero sin cambiar ls estructuras del sentido atribuido a las cosas. ‘Reestructurendo o reformulande no se produce un cambio en el valor semantico de lo que la persona expresa, sino que se modifican los marcos en los cuales el significado se inserta. Asi, de forma indi recta, el cambio de marco aleanza a modificar el significado ats do, Este proceso conduce a la creaci6n de una realidad slterativa, con el resultado de que el problema deja de tener sentido como tal. Realizar este tipo de intervenciones requiere gran creatividad, ast como flexibilidad de épticas para poder observar otros puntos de vis- ta dela realidad. Todo ello configura lo que podria ser definido como capacidad literaria. ‘Existen personas que poseen naturulmente esta babilidad, ten- diendo de forma espontiinea a no quedarse con las primeras apazien- cias y certezas. Al contrario, en general cuestionan la realidad que construye el interlocutor y observan el otro lado de las cosas. Objetivos La tarea tiene por objeto explorar si este recurso surge natural- mente en ti, Noes necesatio que sess premio Nobel de literatura para «que tw capacidad natrativalogre reformulaciones que, por otra parte, pueden ser extraordinariamente bells Reflexiones # Te consideras un buen reformulador de situaciones dificultosas? + Qué tipo de situaciones te euesta més redefinir y cuéles menos? ‘+ Tu funcién en tu familia de origen, creadka, extensa 0 grupos cx temos era la del consejeto o Ia del que lograba encontrat la idea ca- paz de dar la vucha a ls situaciones dificiles? «# Si eras td, gcon quiém te identificaste? © Sino eras ta, equién ocupaba ese lugar? « Sino eres habil para reestructurarsituaciones, o pot lo menos crear puntos de vista alternativos, ¢qué piensas que debes modificar para Tograr esta cualidad? LA FORMACION DEL TERAPEUTA 179 # Recuerda tna anéedota en que hayas logrado reformutlar ‘ina situa- cia y alguna otza en la que lo hayas intentado y fracasass. + Reflexiona sobre qué puntos fueron los efectvos y en cusles fllate. + Imsginate en una sesiGn. {Te ves aplicando esta téenica? *# Qué sientes y piensas. @Bs lo tuyo, que surge naturalmente? + Afiade lo que se te ocurra + Si del ejercicio deduces tanto que no eres hébil como que ests ca- pecitado para aplicar esta técnica, intenta hacerte una reformula- cién de alguna situacién actual + La tarea posiblemente te permitié tener un penorama més claro acerca de tus recursos naturales pera la aplicacién de esta técnica. Califfate de 0 al 10 1[2[3 [4s [6[7]s8 | | ACTORES ¥ MIMOS. EL USO DEL CUERPO EN PSICOTERAPIA Aunque el manejo del cuerpo por parte del terapeuta ba sido abordado en apartados precedentes, es importante que se le dedique ‘uno especifico dada su gran importancia como recurso y la escasa atencign que se le ha conferido en la literatura sistémica, El mangj terapéutico del cuerpo permite interven de forma flexi bleen determinadas situaciones, como lacontencion de risis, asf como hablar el lengusje del consultante, pero sus posbilidades son mucho mas vasiadas. Movimientos tan simples como levantarse o agecharse en plena sesién, acercarse # un miembro dela familia 0 retiarse hundién- dose en el asiento y mirando al techo, son mensajes poderosisimos que un terapeuta entrenado puede ampliar y complejficar hasta el infnit. El trabajo con técnicas de inspiracién psicodramética, de escenas ‘© csculturas familiares, no sélo requiere un serio entrenamiento, sino también una adecuada plastcidad corporal que incluya desde la tole- rancia del contacto fsico hasta la firme conduccién del cuerpo en el espacio de la sesién. Las personas que manejen su cuerpo sin miedo, que no rehiyen el ‘contacto con el otro, que poseen una tendencia natural a dramatizar situaciones y que saben acompafar la palabra con los tonos y los ges tos més expresivos, poseen este recurso de forma natural, Pero, ade- sis, una adecuada formacién puede ayudar mucho a adquitil. 180 ‘SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA Objetivos Latarea tiene por finalidad explorar las habilidades corporales para ue logres traciucirlas en técnices de ta repertorio psicoterapéutico. Reflexiones + Cuando cuentas algo, tiendes 2 gesticular dibujando con tus ma- nos la escena, te pones de pic organizando el espacio? * O, por el contrario, gencuentras cificultades en tu movilidad cor- poral? éTiendes a comunicarte desde posturas fisicamente tigidas? Eres coordinado bailando? ¢O te streves de caradure, pero de coor dinaci6n, nada? cAbrazando, 0 cuando te sbrazan, te encuentras en dficultades 0 te entregosfacilmente? Si respondes segtin quién, arguméntalo. Site hallas en dificultades, zqué sientesfisicamente? ¢Te ruborizas, contraes los miisculos, cietras lo brazos,intentas salt del abrazo? Frente a tales dificultades, equé sientes emocionalmente? ¢Angus- tia, inhibicién, enfado? Site entregas facilmente, zqué siemesfisicamente? ¢Suavided, plas. ticidad, calor, ganas de abrazar al otro? Si te entregas con facilidad, equé sientes emocionalmente? Afec- to, ealidez, deseo de ser protegido 0 de proteger? * Qué integrante de tu familia de onigen, creada, extensa,o de otros ‘grupos de pertenencia tenia esta faclidad y quién la dificultad? + eTehas identificado en estas situaciones ote resistes? * Recuerda alguna anéedota que musstze tu facilidad o dificultad de manejo corporal. + eCémo te ves, qué sientes observindote? * cAlguna vez has pasado por grupos de teatro, o por lo menos lo deseaste 0 lo intentaste, 0 no se te ocurti6? * cAlguna vez te han comentado tu expresividad corporal o tus do- tes teatrales 0, por el contrario, te han sefialado tu dificultad? + Pignsate en una sesién. ¢Cémo te ves diseiando una escultura 0 tuna escena psicodramitica, o implementando cualquier técnica que implique a tu cuerpo? + Como sientes que reacciona tu cuerpo? + 2Cémo te sientes, como el pez en al agua 0 como un pulpo en un ganic? * Afiade lo que se te ocurra be LA FORMACION DEL TERAPEUTA 181 * Acaba estos ejercicios leyendo a alguien cercano a ti alguna poesia que te guste, pero intenta expresarla con la palabra y con el cuer- po, Verifica con la persona el resultado, + La tarea posiblemente te permitié tener un pi acerca de tus recursos naturales para la aplicaci Calificate del 0 al 10. rama més claro de es:a técnica. 1[2][3]4]s5[e6]7][s [9 [10 ANTICONVENCIONALES ¥ ORIGINALES: APLICACION DE LA PARADOIA La historia de la filosofia da cuenta de que las paradojas han sido cl rompecabezas de mumerosos filésofos. De hecho, mis alé dela sin- taxis, existen numerosas situaciones en que nos sometemos a alterna- tivas paradjcas. Las paradojas nos obligan'aalterar la légica racional y nos confron- tan con nuestros propios pardmetros rigidos, puesto que nos llevan buscar soluciones que escapan a la trama conceptual tradicional. Y es «ue, por lo general, para resolver problemas empleamos parimetros racionales que son el resultado del trabajo del hemisferio izquierdo. Exceder de estos limites implica poner en juego la creatividad y la perspicacia, productos de la labor del hemisferio derecho. ‘Tanto para las situaciones paradéjicas de la vida cotidiana como para las intervenciones terapéuticas del mismo tenor, hace falta atre- versea desefiara esta ligica convencional que, en numerosas oportu- niidades, cietra eaminos en la biisqueda de soluciones. Objetivos El ejercicio tiene por finalidad explorar si transitas exclusivamen- te por un canal convencional de razonamiento o si eres capez de ape- Jar atu creatividad y buscas altemnativas que alieren dicha logica. Es importante no confundir esta capacidad para ejerctar el persamiento alternativo con la inteligencia. Reflexiones ‘+ En general, goomo te definirfasresolviendo situaciones? ¢Eres siem- pre l6gico y convencional, o alguna vez has intentado lo contrario a Jo que el sentido comin te sefialaba? 182 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA + Existen chistes c historias ingeniosas que se burlan de la l6gicaes- tablecida. En cierta manera, el humor consiste en ello. Te euesta entenderlos, o los captas a la primera? * 2Te gustan los juegos de ingenio o las adivinanzas que son un desa- fio logico? + cBaes, ademas, bueno para resolveslos? * Sitdino, crecuerdas quién de tu familia era un fanético de estos juegos? ‘+ Alguien de tus grupos secundarios tenfa por hobby estos juegos? * Si alguien de tu familia o de tus grupos secundatios los realizaba, te generaban curiosidad o te abur-fan? + Recuerdas alguna sizuacién vivide dificil de resolver, que te haya entrampado 0 que sea paradéjica? Le resolviste? ¢Cémo? + En general, ztiendes a considerar puntos de vista alternativos de las cosas, 0 slo acepias los convencionales? * Por ejemplo, cuando afrontas o asstes a la descripcién de una si tuacién, objeto, persona, etc. gintentas ver otros detalles ademés tervencién o prescripcisn parad6jica? © Silo has intentado, gcrees que has logrado proponerla con el sufi- ciente énfasis como para que fuera crefble? + Cuil fue el resultado? + Aprovechando esta ocasién, qué tl site colocas ti mismo en al na situacién paradsjica mediante una autopresctipeisn. + La area posiblemente te permitiéalcanzar un panorama més dlaro acerca de tus recursos naturales para la aplicacién de esta técnica Calificate del 0 l 10. 1[2][3 [4 ]5 [6 ][7]s8 [9s [wo Los EMOTIVOS INTELIGENTES: LAS TECNICAS EMOCIONALES No bay duda de que muchas de ls téenicas hasta aqui propuestas utlizan clementes emocionales. Sin embargo, el hecho de que el mo- delo sistémico haya tendido a jgnorar conceptualmente las cmociones ha propiciado que la terapia familiar dé la espalda,tradicionalmente, a la idea de que puedan existir técnicas emocionales especificas. LA FORMACION DEL TERAPEUTA 183 En realidad, la expresién de las emociones necesita siempre un ve- ‘hiculo cognitivo o pragmiitico, e! Jenguaje ola conducta, ambos estre- chamente vinculados, para hacerse evidente, Pero hay veces en que el sustrato afectivo es tan fuerte que su presencia oscurece a los otros elementos, hasta el punto de justificar que se hable de comunicacién emocional. El lenguaje analégico pasa a primer plano y el sentir pri ‘ma sobre el pensar 0 l hacer Pero no por tatarse de emociones est justiicado supones que nos ubjcamos en el campo de la arbitratiedd bsoluta. También ls afectos se construyen, se deconstruyen y se reconstruyen socislment, y la tera- pia es, qué duda cabe, una situacién social. El terapeuta puede manejar sus propias emociones, ejerciendo sobre elas un control razonable, de ‘manera que ejerzan una influencia decisiva sobre las de los clientes. Esa esuna manera de entender la inteligencia emocional, que debe presidit al despliegue de las técnicas emocionales en terapia familar sistémica, Objetivos Los ejercicios tienen el objetivo de hacerte tomar contacto con tu capacidad de desplegar técnicas emocionales, armado con los instru- mentos que son la comunicacién analégica y la inteligencia emocional. Reflexiones * Bres de los que dejan traslucir sus emociones, o tiendes a contro- arte de manera que los demas no perciban lo que sientes? «Te sientes cSmodo manifestando tus estados emocionales, o luego rearrepientes, te sientes ridiculo o te culpabilizas? * Site reprimes, gpiensas més tarde que has hecho mal no dejando aque los dems se den cuenta de tu estedo de énimo? # :Ote sientes orgulloso de tu impenetrabilidad? «+ Hlaces diferencias entre emociones de distinto signo? ¢Controlas is las positivas 0 las negativas? ¢Permites que los demés te perci- ban afectuoso, iracundo, aburrido, cansado, citico, tc.? ‘* :Acompafias la expresién de tus emociones de cambios corporales, las explicitas verbalmente? « Situ cuerpo participa significativamente en a expresién de tus emo- ciones, ¢como lo hace? gEnrojeces, palideces, ttemblas, bestezas, se te saltan las lagrimas? 184 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA + Qué significados atribuyes a estas manifestaciones corporales? + @Sientes que puedes controlar razonablemente tus emociones, sean Gel signo que sean? ¢O unes mis que otras? + le saisface y tranquiliza tu capacidad de control emocional? ¢La consideras, por el contratio, insuficiente o excesiva? + Te angustia, te deprime, te avergiienza, et.,el riesgo de controlar mal tus emociones? + De quién erees que has sacado tu manejo de las emociones? ¢Con quién lo compartes en tus familias de origen, extensa, creada, y en tus otros grupos de pertenencia? + Qué sentimientos te provoca el manejo de las emociones por par te de miembros relevantes de los sistemas citados? * cA quién quertias ya quién no querties parecerte en el manejo de las emociones? + Recuerda alguna anécdota que muestre tu facilidad o dificultad en Ja expresion de tus emociones. + Tmaginate en una sesion de terapia. ¢Te sientes eémodo dejando fluir tus emociones de forma razonablemente controlada? © Tnventa una situacién en la que utilices terapéuticamente la expre- sion de tus emociones. * Aiiade lo que se te ocur * Acaba experimentando diversas emociones que reconoces como tu- yas, as{como su explicitacin en diferentes situaciones elacionales. + Los ejercicios quid te permitan conocer mejor tus capacidades na- ‘rales para la aplicacién de esta tenica, Califfeate del Oal 10. a1f[2[3][4 [5 [6][7]8 fs [uo 4. AMODO DE CONCLUSION: LAS CONDICIONES DEL BUEN TERAPEUTA “Llegados a este punto, quizé sea hora de regresar ala introduccién para reflexionar de nuevo sobre la recouvertida metéfora del impre- sentable profesor. Recordemos que donde él hablaba de oligofrenia y psicopatia como condiciones més frecuentes del psiquiatra, nosotros reformulamos en modesta ecoldgica y orgullo psicoterapéutico como caracteristicas fundamentales del verapeutasistémico. Ahora, al final de camino recortido con este libro, no falta contenido para una afir- smaci6n tan general y abstracta. Un buen terapeuta, y no sélo sistémico, es aquel que, consciente de las inevtables limitaciones y earencias inherentes a todo proceso éeformacién, se preocupa activamente por ampliar y perfeccionar su repertorio de herramientas y capacidades profesionales. En conse- ccucncia, es estudioso y vido, curioso y apasionado con sus descubri- rmientos. Cuando escucha, lee o ve algo nuevo, no despiega el reflejo tranquilizador de encajario, més o menos forzadamente, en su viejo y rutinario cédigo, sino que amplia y renueva éste para hacerlo capaz de acoget las novedades. ;Cusintas veces hemos escuchado aquello de: ‘«Qué interesante lo que has dicho, es lo mismo que decimos noso tos..»! Y si, claro, todo puede ser traducido a diferentes lenguajes, pero cuanto més entiquecedor es disfrutar una obra en su idioma o ginal, con lo que de intraducible encierra en sus matices. La diligencia intelectual hard que el buen profesional resista la perezosa zentacién de aferrarse a su identidad para, por el contrario, aprovechar cuantas ccasiones se le presenten de enriquecer su narrativa terapéutica, Preocuparse por adquirir una buena formacién implica no dar- se por satisfecho con que él cugs us adccundy selly acadéuico. ‘Asi como existe un amplisimo consenso sobre la necesidad de que la 186 SER Y HACER EN TERAPIA SISTEMICA formacién de un psicoterapeuta no se limite al pregrado, sino que abarque un minimo de tres o cuatro aiios de posgrado, hay que con- venir que una actividad en la que el riesgo de burn out es tan alto re- uiere dispositives adecuades de proteccién y apoyo. Y, a tal efecto, se imponen el trabajo en equipo y la formacién continuads, El terapeu- ta que trabaja aislado se expone a miltiples riesgos en la enctucijada que configuran pacientes, familias, instituciones y él mismo. Si su con- texto laboral no le brinda la postbilidad de ealaborar con otros cole- gas en el abordje, enfoque y elaboracién de los casos, por su propia iniciativa debe procurer que, aunque sea en un plano privado, un cier- to trabajo en equipo resulte posible. De todas formas, es importante «que esa actividad tenga una continuiclad, y que disponga de aportes externos que permitan no incurrir en una endogamie excesiva. La formacién continuada minima requiere una doble dimensi6n: un gru- po de iguales con quicnes cotejar y compartir Ia experiencia propia ¥y un supervisor més experimentado cue ayude a extraerle la maxima riqueza Un buen terapeuta es creativo y, s, espontiineo, desafiando a la vieja paradoja que impide prescribir, pero no autoprescribirse, la es- pontaneidad, Irreverente con los dogmas establecidos, explora los te- ttitorios acotados de su practica y les expande desplazando la cerca ‘hasta donde sus capacidades se lo permiten. Lo cual comporta, nece- satiamente, reconocer unos limites. Cuando se topa con étos, desde Juego no los atribuye a la resistencia del paciente o de la familia, pero tampoco se deprime sumido en la impotencia. Aferrado firmemente a la complefidad y ala incestidumbre, se aplica a si mismo el cuestiona- miento de las soluciones intentadss, y espolea su creativided para in- tentar nuevas exploraciones de una realidad complejae incerta. Atcadery focaliza las narativas de los pacientes y las mitologes de las familias exige también respetar.as, reconociéndolas como rentes de las propias. Si elo es imprescindible cuando se trabaje con personas de otras culturas, no es menos importante en cualquier caso enue se hallan prescates diferencias de género, de edad, de clase so- «ial o, simplemente, de idiosincrasia familar, es decir, siempre. En- tender que los individuos tienen su propia manera de pensas, sentir y actuar, que no por distintas de las nuestras son precisamente patolé- sicas, es tan necesario como conceder lgitimidad a los valores y ereen- cias, los climas emocionales y los ritusles de los sistemas, familiares 0 més amplios, «los que tales indivihuos pertenecen A.MODO DE CONCLUSION: [..1 187 Resistr las tentaciones de calear al maestro hasta convertise en su clon no es sélo un problema estético, sino una necesidad técnica. Sélo desde un estilo propio, construido Iaboriosa y elajadamente, se puede optimizar la formacién recibida y se pueden desplegar las ha- Dilidades téenicas que hacen eficaz y gratifcante la practica profesio nal. Por el contratio, empefiarse en imitar a quien se admira quema cn balde energias preciosas en un esfuerzo condenado al fracaso. ‘Algo parecido se puede decir de la relacién del terapeuta con su mo- delo general. Recitar cualquier manual, tebrico o de intervenciones {incluido éste), es una préctica esteriizante y empobrecedora. Pero, 50 que estamos haciendo ces sistémico? Hee ab otra frase cida a me- rnudo que conviene poner en solfa, Y no porque todo valga.o porque carezca de importancia disponer de claras referencias tedricas, sino porque éstes han de ser un estimulo positivo y nunca un cosé limita- dot. Es sistémico lo que hacemos imbuidos de espfritu sistémico, no Jo que dice el manual de instrucciones que, ingenuamente, se preten- de que dicte lo que esti, o no, permitido hacer. El terapeuta sensato se responsabiliza de sus intervencioaes. Pare- ce una perogrullada, pero no est de ms insistr en ello en estos tiem- ‘pos posmodernos en que la responsabilidad personal tiende, a veces, a disse en la evancscente espuma del relativismo. No hay que dejar- se paralizar por el peso de las posibles consecuencias que se deriven de determinadas intervenciones, pero hay que saber que éstas eer cen uns influencia sobre las vidas de las personas con las que se inte- ractiia terapéuticamente. Y no hay que preconizar una pasividad no intervencionista por micdo a esa influencia. Si el temor es insupe- rable, siempre se esté a tiempo de buscar un oficio més contemplati- vo, ¥ ello porque el peor de los riesgos, proporcional a la gravedad del problema, es el representado por la inactividad y la inhidicién del terapeuta, Rebuir el ol de experto 0 acogerse alos aspectos autorita- rios vinculados a las funciones sanadores en cizcunstancias historicas determinadss, perfectamente superables, es enfocar Ja relaci6n tera- péutica de forma parcial. Los clientes, por fortuna, saben discriminar muy bien entre les ventajas de consultar a expertos afectuosos y res- ponsables y los desastres que supondria ceder a alguien el control de sus vidas, Elterapeuta, que trabaja en territotios sensibles obligado a tomar gtaves decisiones, no debe temer reconocer sus errores, cuando los cometa, Asumir humildemente su ignorancia es ya un buen ejercicio

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