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12. PALLADIO: I. EL CICLO TIPOLOGICO DE LAS VILLAS “at ia le, ds alo pop, se amy pr Wie yAckem han telools cin exsca Se exter Seder aan eis Ss ni wee ned, conte dea vila Pla vila Soaceno de Pie, Palo ‘camels um ies spelegcacevadh de ntenctnaiud lament ‘Spermenals “te qe hoy noe aa ie a ater a nitenca sobre ee Ped piri ad Teal aig coca cri Sissies levees peepee tciag age ‘Sons un temp ana coro ‘A chasel (Con Patladio no se habla ya en singular de “Ia” villa (la villa Madama, por Gjemplo) o “el” palacio (el palacio del Té), sino que se coloca en seguida el plural: “las” villas 0 “los” palacios palladianos. Desde la villa Poiana (2548) a la famosa Rotonda (1566-1567) podemos contar no menos de nue~ ve villas importantes que cubren algo mas del decenio de actividad des- bordante de 1550-1560. En la propia Vicenza quedan ocho 0 nueve pala- ios, sin contar los edificios con publicos, proyectados 0 construidos entre 1540 y 1570. Con Palladio, abandonamos el terreno de la obra singular y nos adentramos en el de Ia serie de obras unidas entre si por el hecho de compartir una base comtin, la de un tipo, a partir cual describen varia nes que les permiten explorar una a una sus propiedades: es lo que Tafuri lama el ciclo tipologico. Ello supone un método de trabajo: se conservan Paginas en las que Palladio alinea las plantas posibles que responden a un €aS0 dado (17 plantas sobre una hoja), y sabemos que no dibujaba en el vvacio sino en el momento en que se le hacia un encargo que le planteaba ‘un problema preciso. Se puede decir que casa villa fija por un instante una basqueda experimental que oscila entre Ia raz6n de varias posibilidades ue a veces se realizarin més tarde en otros lugares. Quiere ello decir que un edificio deja de significar en si mismo, aisladamente: en adelante, ten- dra sentido solo con relacién a los demas edificios, por el lugar que ocupa nla serie. Ello implica la definici6n de un nficleo minimo que permita comparar una una todas las villas (0 los palacios), de tal manera que la liferencia entre las mismas haga aparecer una constelacion de formas no tan alejadas entre si Jean Casrex 153 Tipos arguitectémicos s formas urbanny de Italia entre 1500 y 1600 como para no poder soportar esta comparacion: es decir, una gran coheren- cia en el interior de un sistema cuya ley la constituyen el ntimero y la varia- ci6n, Esta coherencia en el orden del sistema supone, a su vez, dos cosas: un acuerdo con la clientela (el tipo responde a las expectativas de la clientela, satisface lo que lamariamos hoy una demanda social) y un trabajo teérico riguroso para definir arquitectonicamente el tipo. Comprobaremos que, en el caso de Palladio, estas bases quedan satisfechas conjuntamente, en una ope- raciGa que ilustra a la aristocracia en el poder en Vicenza y en Venecia. Producir la arquitectura por ciclos tipol6gicos es algo que Palladio hace de manera ejemplar. Christopher Wren lo hari también cuando implante en el Londres reconstruido después del incendio de 1666 las cincuenta iglesias de la City. Cambiad villa por “prairie house” y Ia campiia de Vicenza por Hanura de Illinois y obtendréis la labor de Frank Lloyd Wright, que procede de una manera andloga. 154 (2, Aa Palla veo sion xq algunos con iz, poco vile pars wa ola planta de ‘Pasco Hot comer ren IBA Ure) 1. EL CICLO DE IAS VILLAS DE ANGARANO A LA RoronpA (1548-1567) Entre las veinticinco 0 treinta villas conocidas de Palladio, es posible istinguir varios ciclos tipolégicos. El que voy a describir comienza con la villa Angarano (1548) y se desarrolla a lo largo de veinte aos hasta la villa Rotonda, Axcanano (1548) En Angarano se encuentran ya los rasgos caractersticos de fa. villa: Ja residencia del propietario domina, con su forma de templo, al pat do por tes lados con una galeria dérica y por el cuarto con un murete. Su imagen es la de un templo dominando el foro, y, lel mismo modo que fa asociacién templo-foro evoca un paisaje urbano, la villa y sus galerias 0 “barchesse” constituyen un conjunto espacial que articula un entorno, 155, BEES SE ORE AS wo cse vegan Bake Wane Vertes Go. rural esta vez. Ello es el resultado de las dos estancias de Palladio en Roma, en 1545 y en 1546-47, que marcan una pausa en su actividad cons- tructiva y una cesura en su estilo, En Angarano, construye inmediatamente las barchesse, en las que se dstribuyen, ciertamente, los locales destinados 11a explotacion, pero que offecen, ademas, la ocasion para aplicar la for- mula, que hace derivar del foro, para aproximar y conjugar las dos partes del programa de residencia y explotacin. Por lo dems, es posible offOfo. oT o oy ope aie 70. tia Anan, gon Dad 156 que la residencia no se construyese antes del siglo xvi, a menos que no fuese reconstruida en dicha época. En los Cuatro Libros, la planta marca el Enfasis longitudinal dado por un pértico-sal6n situado detris de la colum- rata adosada, asi como la presencia, en la cara posterior, de una logia cua- ‘drada que articula (un tanto teéricamente) este eje con el eje perpendicu- lar de las barchesse. Poiana (1548-1549) E] bloque riguroso,de Ja villa Poiana, flanqueado solamente a la izquierda por una extension Gaadida en 1606?) y una serie de depen- dencias, no nos muestra cémo Palladio Ia pens6 en la estela de la villa Angarano. El motivo de la fachada (un arco grande y otro pequefo, uni- dos por discos) evoca a Bramante y, a través de él, a Brunelieschi (la capi- Ila Pazzi), y muy bien se puede no saber que reemplaza a una gran serlia ‘na (motivo, por lo demas, muy proximo), que una pequefia serliana se situaba entre las columnas centrales de la villa Angarano y que, para dar a esta serliana toda su amplitud, Palladio sacrific6 las columnas. Esta vez todo es minimalista: los Grdenes desaparecen, el front6n se retrac y se disimula bajo el alero del tejado. De un ejemplo a otro, Palladio recumre a extremos opuestos en sus medios expresivos y demuesira que el efecto sigue siendo el mismo. la limina de los Cuatro Libros muestra las mismas barchesse que en [Angarano, pero con una tentativa de repair la articulacion entre la residencia y laexplotci6n: el bloque de avila, que comienza a antcularse alrededor del ‘motivo eentral que no Ocupa toda lt fachada, emite dos pequefas alas, alas ue se comesponden en el interior dos salones cuaclrados abovedados. 157 Tipos arquisectantees y formas urbenas de Malia entre 1500 y 1600 Vita Pisant DE MONTAGNANA (1552) En Montagnana, Palladio vuelve a los Ordenes y se arriesga a mulkiplicar las columnatas: las duplica en altura y las coloca delante (embutidas) y detras (libres), La masa de la villa esta plenamente articulada: el bloque es atravesado por un organismo longitudinal celebrado en sus dos extremos por las columnatas, En el interior, contraste: se entra en una sala cuadrada (entrada) con cuatro columnas, de la que arranca un pasillo que sigue el eje y conduce a la logia que da sobre el jardin. Organismo en longitud y ‘organismo centrado rivalizan: el problema se encuentra mucho mejor plan- 72 1a vila de Montgnana: viet de los iat es steno Gao dee etc de Fr: Delomme, 1978), tno [resolueign volumetia del confi ‘Selon ger em saa deta commas teado que en Poiana o en Angarano. Palladio acaba de proyectar el palacio Porto (1549) y esta sala de cuatro columnas es, desde luego, hermana del atrio de cuatro columnas del palacio Porto. Similar, ¢s al mismo tiempo dife- rente: una vez més, béveda de aristas entre las cuatro columnas, como si las direcciones del espacio se compensaran, pero boveda de can cruzando el je de penetracién y cortada, a su vez, por tres caflones mils pequefios que 158 la recortan. Hay aqui un conflicto de ejes. La presencia del eje longitudinal choca con la unidad centrada, pero esta tiltima, bien lejos de adaptarse a quel situando su cafion en su sentido, resiste y Io contradice con una figura sutilmente entrecruzada, La viieta de los Cuatro Libros, con el asombroso montaje ecléctico de los, ascos de triunfo y de los palomares o torrecillas tradicionales de la region, no es quiz més que una atenci6n al propietario, que habia querido dotar a Ja catedral de Montagnana de pérticas en forma de arco de triunfo, porque hubiese sido imposible que la villa, situada delante de la puerta de la ciu- dad, en el cruce de dos calles, se extendiera lateralmente como pretende el dibujo. Plompino Dest, 1553 (Vita CoRNaRo) Palladio remarca alin mas ciertas caracteristicas de la villa de Montagnana yy secupera el tema de las alas, que habia dejado a un lado desde la villa 74, Vila Gomao, Pombino Des, plant sein fs Gua ibs. Poiana, para hacer de Ia villa Cornaro un modelo completo de articulacién cuyo aspecto brillante y aéreo conviene exactamente al rango eminente del Propietario. El cuerpo, marcado por las dos logias, que atravesaba el bloque de Montagnana, se muestra ahora saliente en fachadla proyectando un ver- 459 monumento encerrado entre galerias 0 alas curvas que tantas repercusio- nes tendri en Ia arquitectura barrocs y en el neoclasicismo: Ia plaza de San Pedro de Bernini constituye un dssarrollo a escala inmensa de dicho tema y, en el propio Paris, el hemiciclo del Instituto sobre el Sena (el Colegio de las Cuatro Naciones de Le Vau y D’Orbay) deriva de las mis- ‘mas fuentes. 74, Vila Como, Pambino Dee, ad sgn os Cuatro Lbs dadero “pronaos" que se combina con las dos alas bajas heredadas de Poiana pata cortar en cruz el bloque cuadrado de la casa, La fuerte trabeacion del entablamento medio sirve para prevenir un ries- 1g0 de dislocaci6n que explica con qué fuerza decide Palladio volver a cen- ‘yar la villa sobre una sala de cuatso columnas plafonada, sacada directa mente de los Cuatro Libros. Como se puede apreciar, introducir un hecho nuevo €s una opcién que requiere una reordenacién de los elementos ya empleados (volvemos a encontrar aqui todos los elementos de Ia villa de ‘Montagnana, incluidas las dos escaleras ovales), pero de tal suerte que cier- {as cuestiones permanecen abiertas (los dos pequefios salones cuadrados abavedados de Poiana reaparecen, pero en otto lugar, al lado del lugar que les corresponderia para articular el bloque central y las alas, lo que indica que Palladio no esta seguro de su papel estructural). Frarta Poursine, 1556 (vitta BaDoeR) En adelante, la residencia no se contenta ya con dominar las galerfas con su masa o exhibiendo una doble logia, sino que se alza en un piso por encima de una inmensa escalera: desde sus ventanas, el propietario puede abarcar sus tierras de un solo vistazo. Los dos primeros tramos de la escalera conducen a un rellano en el que se les unen las dos escalera laterales que suben desde las barchesse. Este rellano forma un “pedestal sobre el cual se alza un tramo mas de escalones que conduce a la resicen- cia, Este deslumbrante ejercicio subvierte las reglas de articulacién entre la casa y las barchesse, cada una de las cuales se curva en cuarto de circu- lo para adherirse a las dependencias, Es aqui donde aparece el tema del 160 7, Vila Hadoer, Fata Plein, sein Dern Tras el muy brillante frontispicio jonico, el interior casi se puede super- poner al de la villa Poiana, como sila celebracién de Ia centralidad en el exterior no dejari al interior mis posibilidad que la de organizarse segiin un je longitudinal Maser, 1557-1558 (vilia Bassano) Los lazos entre Palladio y Daniele Barbaro (que es, con Trissino, uno de los protectores de Palladio) eran demasiado intensos como para que el pi :mero no pusiera todo su rigor y su empeno en la villa que construy6 para el segundo y para el hermano de éste. Unica somra del cuadro: los famosos frescos del Veronés (1560-1562), tan alabados en las obras sobre pintura y € las guias, fueron, segtin todos los indicios, condenadlos por Palladio, que no podlia aceptar el juego de trope Foei sobre el espacio (precisamente que dedicaba sus esfuerzos a controlarlo). La amistad entre Palladio y el Veronés pagé los platos rotos'y sus rekiciones con los Barbaro se eniriaron visiblemente En su nitidez tipologica, la villa de Maser significa un retorno al punto de partida del ciclo (Angarano), pero marca también la distancia recorrida desde entonces, La sala cuadrada situada en la parte posterior deriva de Angarano y recibe una boveda de cahGn. Pero, ademds, inmediatamente detris de la fachada del templo, encontramos ahora una sala en cruz (dos 161 162 caftones cortindose en béveda de aristas). La sala de cuatro columnas no est presente en su estado puro, sino como disociada en sus componentes: luna sala cuadrada y una sala en ¢ruz una junto a la otra. Ia villa se adosa a una colina boscosa en la que Palladio coloca una exedra que se hunde en ella y conduce a una fresca gruta: el ninfeo y su estanque atestiguan un nuevo interés por el “otium” que muy bien puede deberse al por entonces reciente viaje de Palladio a Roma (1554), donde ‘se encontré con Pirro Ligorio, arquitecto de la villa d'Este y del “casino” de Pio IV en el Vaticano. El cierre de la explanada delante de la villa dibu- ja con el semicirculo del ninfeo un recinto que no deja de recordar a los de las termas antiguas. En la fachada del templo (hecha de columnas ado- las), el desgarramiento del frontén deja pasar el arco de una serliana. En los extremos de las barcbesse, los palomares reciben un tratamiento mis rico de lo habitual y, con sus frontones, sus volutas a cada lado y su gran roset6n, recuerdan a las fachadas de iglesia de la Contrarreforma, ‘maliciosamente yuxtapuestas ast a la ordenacién de templo que ocupa el centro de la composicién. Sobre un tema tipalogico riguroso, la villa Barbaro testimonia asi la extensi6n del vocabulario formal, y se corre el riesgo de acumular referencias muy disimiles en un “montaje” en el que, al mismo tiempo, nos asombra encontrarlas y nos parece natural su pre~ Matconrenta, 1559-1560 (vita Foscant, EN MiRA) Construida a la orilla del canal del Brenta que une Venecia y Padua, la villa Foscari es una residencia suburbana carente de dependencias agricoias, ‘evocadora de las fiestas nocturnas y del calor del verano, debe sin embargo. su nombre a una dama Foscari descontenta dle verse alli secuestrada, Se llega a la villa, desde el canal, a través de dos tramos de escalera en angulo recto que suben a un “pronaos” de seis columnas: se piensa esta vez en el ascenso a la villa, y s6lo el fronton se desdlobla y se repite en cada fachada —con esa inesperada oposici6n entre la columnata frente al canal y la vent na termal (un semicirculo sostenido por dos pilares intermedios) que da al jardin. En el interior, por esta tnica vez, la sala en cruz apenas realizada en Maser, confiesa plenamente su derivacion de la arquitectura de las termas 77 Vila Malomtent, egos Ca Lire. 163, En el momento en que menos problemas plantea la manipulacién del tipo —todo esta ahora exactamente en su lugar— ,Palladio puede arriesgar- se a pasar revista a toda una serie de ensayos anteriores y llevar més lejos agin que en Maser la ampliacién de su vocabulario. La Malcontenta esta penetrada por el recuerdo de villas ya antiguas en las que se ensayaban cier- tos motivos: la villa Pisani de Bagnolo (1542 y 1545) combinaba ya la facha- da de templo y la ventana termal; la villa Angarano (una vez mis) habia estado a punto de incluir una sala en cruz, que s6lo reaparece en Maser, Palladio. no duda en multiplicar los “episodios" y contrastarlos: los dobles frontones son los del Pantedn de Roma, pero subsisten transformaciones que marcan un creciente alejamiento de las fuentes arqueolégicas y de ‘manera “moderna”: front6n inferrempido por el vano termal y, sobre todo, front6n flanqueado por volutas por encima de la entrada (sobre el dibujo de los Cuatro Libros). La sintaxis rigurosa asegura la unidad de este montaje extranamente dispar y lo somete a un doble discusso sobre el valor pictérico de la superficie, brillante gracias a un aparejo de juntas ahuecadas en el yeso ¥ que simula arcos de descarga y platabandas, y sobre la construccién del volumen: el bloque duda entre una absoluta cohesién (seguid las molduras, cl z6calo, el techo) y la tentacion de la dislocacion (un organismo lo atravie- sa, como en Montagnana, pero aqui se desdobla en cubiertas; ved también ‘como, en Angulo, las ventanas se aproximan para dibujar no una masa, que tenderia al bloque, sino un espacio que tiende a abritlo, a discutir su soli ez). RoTONDA, 1566-1567 (vitLA ALMERIO) ‘Tras haber sido durante largo tiempo datada en 1552, la Rotonda es hoy considerada como una villa del periodo tardio: Palladio debi6 trazarla en 1566 para Paolo Almerico, eclesiastico vuelto de la corte papal y que deseaba establecerse en las tierras de su familia, a poca distancia de Vicenza por el sur, La villa era habitable en junio de 1569, lo que no impi- dié que las obras se prolongaran hasta bien después de la muerte de Palladio (al menos, hasta 1591). La Rotonda representa la planta centr zada perfecta, con una cipula en el centro y cuatro logias precedidas de grandes escaleras idénticas. Un tan raro ejemplar del esquema ideal marca el rango eminente del cliente, expresa cle manera precisa el emplazamien- toy Viene a propésito para cerrar el ciclo de las variaciones sobre el tipo. Con la Rotonda, la planta centralizada en cruz pierde su simbolismo reli- sgioso. Lo traspasa al mundo profano para desplegar en él una arquitectura extrovertida, que se proyecta desde la sala circular que ocupa su punto central, va al encuentro del paisaje y "aborda los rasgos mas sutiles de la topogratia, con el objetivo de condicionarlos y ajustarlos a su propia forma abiesta” (Puppid. La Rotonda domina desde su ligera eminencia un paisaje unas veces de valle y otras veces plano, en el cual se estira la avenida recta rodeada de 164 165 dependencias (tardias) por la que se llega a la casa, o bien lineas de moreras, y vinas. Finalmente, el encuentro de los ejes tiene lugar en una sala circular {que coincide con el centro del bloque: el debate sobre la articulacion queda fen suspenso, en Ia evidencia de una soluci6n que lo agota. El ciclo se ha cerrado, 166

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