Una sola cosa quiero saber: ustedes recibieron el Espritu por las obras
de la Ley o por haber credo en la predicacin?
Han sido tan insensatos que llegaron al extremo de comenzar por el Espritu, para acabar ahora en la carne? Habr sido en vano que recibieron tantos favores? Ojal no haya sido en vano! Aquel que les prodiga el Espritu y est obrando milagros entre ustedes, lo hace por las obras de la Ley o porque han credo en la predicacin? Glatas 3:2-5 Nuestras races mesoamericanas y el sincretismo que se produjo con la evangelizacin espaola hace ms de 500 aos an nos tienen atrapados cultural y espiritualmente. El texto de hoy me hizo reflexionar sobre el valor exagerado que a veces le damos a ciertas prcticas o costumbres externas (ritos, fiestas, devociones, etc.) descuidando el verdadero crecimiento interior. No quiero decir con esto que nuestras costumbres y nuestras races deban desaparecer, al contrario, esta riqueza cultural debe mantenerse viva, pues es parte de nuestra identidad histrica. El apstol Pablo se dirige a los Glatas que haban puesto ms nfasis en los preceptos de la ley de Moiss que en las enseanzas y testimonio del Evangelio de Jess; descuidando con ello el crecimiento interior dado por la accin del Espritu Santo. Hoy estamos atrapados por el mundo, por la mercadotecnia, por el que dirn, por un deseo enfermizo de pertenecer, que nos lleva a realizar actividades, a vestirnos (colgarnos, perforarnos y tatuarnos) de cierta manera con tal de vernos a la moda, tanto en lo social
como en lo
religioso incluso. Y no para esto nada ms en vestirnos o marcarnos,
hacemos cualquier cosa algunas impensables- con tal de ser aceptados por los dems. Es tan normal traer un rosario al cuello, junto con
moneditas de la buena fortuna; que ir a misa los domingos y asistir das
despus a una sesin de sanacin energtica, por citar ejemplos poco extremistas. Es indudable que existe en general un vaco existencial, un sinsentido, un conflicto interior y de valores; sin embargo, la bsqueda no es afuera, es interior. El camino es a travs del Espritu, pues
l inhabita en
nosotros. La mejor manera de encontrarnos con Dios es a travs de la
oracin perseverante, de la lectura asidua de los evangelios y de los actos sinceros de amor por el prjimo. Hemos olvidado que existimos por gracia de Dios, quien nos comunic la vida a travs de Su Espritu.