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2. Enfoques curriculares
2
social se ha caracterizado el método frontal como “bancario” y su finalidad
sería la reproducción social de dependencia. 4 Por otra parte, la perspectiva
empírico-conceptualista propone que el conocimiento no está constituido sólo
por contenidos, sino también por los fundamentos epistemológicos propios de
cada campo de saber. Por lo tanto, la enseñanza implica iniciar a los alumnos
en los métodos de investigar, teorizar y verificar, que son propios de la
producción de conocimientos en la disciplina de estudio.
4
Cf. Paulo Freire, Pedagogía del Oprimido, Siglo XXI, México, 1970.
5
Cf. Malva Villalón. “La zona de desarrollo próximo como un instrumento para la reflexión y la acción
educativas” en Pensamiento Educativo:Enfoques Cognitivos. Pontificia universidad Católica de Chile, Vol. 15
Dic.1994.
3
2.3 El curriculum de eficiencia social busca consolidar el funcionamiento
de la sociedad preparando a los educandos para que puedan integrarse como
buenos ciudadanos y adultos productivos, y así encontrar sentido y felicidad
dentro del orden existente. La propuesta nacional para reformar a la educación
está influida en parte por este enfoque. Por una parte la reforma proviene de
un estado no confesional, cuyos fundamentos éticos están constituidos sobre el
estado de derecho y un régimen democrático, que requiere ciudadanos
preparados para ejercer sus derechos cívicos. A su vez la reforma tiene que
gestionarse considerando los supuestos de un modelo económico que atribuye
a la educación una función para incrementar el rendimiento productivo del país
a fin de aumentar la competitividad de los productos chilenos en el mercado
internacional, como modo de promover el desarrollo y superar la pobreza.
4
pobreza, los conflictos sociales, el abuso a los derechos y la violencia se ven
como síntomas de un sistema social inequitativo y disfuncional que reproduce
injusticia. El enfoque de reconstrucción social concibe a la educación como un
proceso por el cual se problematiza la realidad, a fin de fomentar el desarrollo
de una conciencia crítica comprometida con una acción cultural liberadora,
orientada por una visión utópica que anuncia una nueva sociedad, concebida
como un “inédito viable”.7
2.5. Durante las décadas de los años setenta y ochenta el debate curricular
tendía a polémicas ideológicas polarizadas entre los cuatro tendencias
anteriormente revisadas. Actualmente, el proyecto de fundamentar una
ciencia crítica ofrece la posibilidad de un nuevo paradigma para una
apreciación crítica de los fundamentos epistemológicos de diversos enfoques
curriculares. En esta perspectiva, representada por Jürgen Habermas, todo
conocimiento humano conlleva un interés constitutivo que surge de tres
disposiciones básicas. De la disposición hacia la reproducción surge el trabajo.
La tendencia hacia la auto-constitución, da lugar a la interacción y el lenguaje
humano. De ambas disposiciones surge una tercera, que es la búsqueda de la
emancipación humana. Estas distinciones permiten diferenciar tres tipos de
ciencias y sus intereses correspondientes. Las ciencias empírico-analíticas
investigan la realidad para descubrir sus reglas y previsibilidad a fin de lograr
un control técnico-instrumental hacia fines prácticos. Las ciencias
hermenéutico-históricas investigan los significados de la interacción humana
en su contexto cultural a fin de mantener una comprensión mutua dentro de
una tradición común. Las ciencias críticas incluyen elementos de las otras
ciencias, pero su interés es la emancipación, y sus componentes claves son la
auto-reflexión crítica, que revela la génesis de actitudes e intereses en relación
a la praxis de los sujetos sociales.8
5
conoce y el objeto conocido están unidos y dependen uno del otro. De acuerdo
a esta perspectiva, se busca fundamentar una teoría de “competencia
comunicativa” a fin de develar los intereses ideológicos y supuestos de la
actividad humana, y constituir una praxis crítica y liberadora.9
Dado que los supuestos explícitos o implícitos que tiene uno sobre
cualquiera de estas variables influyen sobre la comprensión que tiene de las
demás variables y la relación entre éstas, el marco ofrece un referente para
9
T. Groome, op. cit., orientandose por Jürgen Habermas, “Towards a Theory of Comunicative competence.”
Inquiry 13, 1970, pp. 360-375.
10
La formulación P<->A=C coresponde al psicólogo social Kurt Lewin. Cf. David Hunt y Edmund Sullivan.
Between Psychology and Educación, Ontario Institute for Studies in Education, University of Toronto, 1974.
6
realizar un análisis de coherencia, como por ejemplo, en el diseño y en la
evaluación de propuestas curriculares o prácticas pedagógicas. Como ejercicio,
el o la lector/a podrá responder la interrogación correspondiente a cada
variable como modo de explicitar su propia comprensión de lo que significa
educar.
3. Mediación religioso-cultural
7
preocupación por el bien del otro, inquietud social por la justicia, esperanza
forjada en la participación solidaria, todo orientado por una alianza mediada
por la ley divina que otorga identidad histórica al pueblo de Dios.
8
occidental ha dado históricamente al conocimiento teórico, opción que a su vez
marcó profundamente la teología cristiana y la educación religiosa.13
13
Cf. T. Groome, op. cit., ver Capitulo 8 “Some Philosofical Roots for a Praxis Way of Knowing” pp. 152-157.
14
Cf. Bernard Cooke. Ministry to Word an Sacraments, History and Theology. Fortress Press, Philadelphia, 1980,
pp. 310-311.
9
A partir de la revolución científica del siglo XVII y la Ilustración del siglo
XVIII, surgen nuevos supuestos epistemológicos modernizantes fundados sobre
el método empírico experimental y sobre la función de la razón humana en la
construcción del conocimiento. La verificación científica de leyes naturales
autónomas de una concepción clásica de lo sobrenatural, lleva también al
establecimiento de ciencias humanas independientes de la teología, y
eventualmente de la filosofía, y también a la instauración de un Estado
separado de la Iglesia. Esta emancipación de la razón y legitimación de la
libertad humana, va de la mano con una gran confianza en el progreso
científico-tecnológico, e influye en la reaparición de la olvidada noción de
praxis. Con el surgimiento de sistemas políticos democráticos y de la dialéctica
histórica en sus versiones idealista y materialista, emerge la posibilidad de
forjar un proyecto histórico fundado en el conocimiento teórico de la mano con
la acción ética.
3.6 En la actualidad
10
función de los centros emocionales del cerebro en relación a los procesos de
cognición, y de comprender a su vez la inteligencia de las mismas emociones.17
4. Epistemología Trascendental
17
Cf. D. Goleman. La Inteligencia Emocional. Javier Vergara Editor, Buenos Aires, 1996.
18
Marshall McLuhan. Leyes de los Medios: La nueva ciencia. Alianza Eitorial Mexicana, México, 1990, p. 52
19
Cf. Edgar J. Serrano “Nuevos Desafios para el Cristianismo: ¿Del Rechazo Moderno a su Desecho por los
Postmodernos?” pp. 167-187; en Modernidad, Ciencias Sociales y Etica, Persona y Sociedad, Vol.VIII N° 1-2,
Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales ILADES, 1994.
20
Bernard Lonergan, Método en Teología, traducción G. Remolina. Editorial Sígueme, Salamanca, 1988, p. 27.
11
La obra de Bernard Lonergan S.J. busca resolver la problemática del
“polimorfismo de la conciencia humana“21 con una teoría cognitiva que
explicita los fundamentos espistemológicos que operan transversalmente en
los distintos campos del conocimiento. En Insight22 su obra magna filosófica,
investiga los objetos del conocimiento matemático, científico, del sentido
común, la metafísica, la ética y el conocimiento transcendental, a fin de
diferenciar el conjunto de operaciones cognitivas que son constitutivos de todo
tipo de conocimiento. De este modo verifica una concepción de la realidad que
es consistente con la estructura de las operaciones cognitivas, que articula el
polo consciente, subjetivo e intencional con el polo conocido, objetivo e
intencionado.23
12
equivocadas, incomprensibles o contradictorias, se gatillan, en forma
espontánea, las operaciones racionales.
25
Para una analisis más extensa de los niveles de conciencia intencional ver: B. lonergan, Métod, op. cit.,
Capitulo 1, secciones: I. Noción Preliminar, y II. El Esquema Fundamental de las Operaciones, pp. 12-20.
26
Ibid. Método. op. cit., p. 21.
27
Ibid. Ver las secciones II. Sentimientos, III La Noción de Valor, Juicios de Valor, pp. 36-46.
28
. El biólogo chileno Humberto Maturana señala que las emociones son disposiciones corporales que
determinan distintos dominios de acción que son constitutivo de nuestro ser social y racional. Es decir, todas
las conductas, relaciones sociales y sistemas racionales tienen fundamentos emocionales. La convivencia
social, por ejemplo, se hace posible por la medida que aceptamos y respetamos a otros como interlocutores
legítimos. A su vez, cuando cambiamos nuestra emoción cambia también la forma como nos relacionamos,
13
perspectiva las dimensiones afectiva, cognitiva y sociales están estrechamente
vinculadas y condicionadas por el contexto histórico que influye sobre su
desarrollo y expresión. Las emociones animan y dan impulso a la conciencia y
ésta a su vez puede dar cuenta de los sentimientos, entender y orientarlos
hacía un fin.
conciencia conocimiento
persona → = conducta
sujeto aprendizaje contenidos objetivos
¿quién? ¿cuándo? ¿qué? ¿por qué?
niveles de operaciones cognitivas intencionalidad o exigencia
conciencia finalidad deseada trascendental
Empírica
- biológico ver, oír, palpar,...
moverse, alimentarse,
-psicológic reproducirse, datos de los
o sentir, percibir, imaginar, sentidos y la ser atento
observar, recordar conciencia
-social relacionar, hablar, producir
Inteligent preguntar, entender interpretaciones
e concebir, formular inteligibles ser inteligente
Racional dudar, probar, lo probable, real,
juzgar verdadero ser razonable
Moral discernir, decidir, lo correcto,
actuar el bien verdadero ser responsable
actuamos y pensamos. Humberto Maturana, Emoción y Lenguaje en Educación y Politica. Hachette, Centro de
Estudios del Desarrollo, Cuarta Edición 1991.
29
B. Lonergan, Método, op. cit., p. 19.
14
porque las respuestas nunca son completas, de tal manera que sólo hacen
surgir nuevas preguntas. Son comprensivos, porque intencionan a la totalidad
desconocida, de la cual nuestras respuestas revelan sólo una parte.
Finalmente, toda persona aplica el método transcendental en la medida que es
atenta, inteligente, razonable y responsable. Sin embargo no es fácil
apropiarse del método, porque no se adquiere leyendo libros sino solo a través
del esfuerzo personal de objetivar la propia subjetividad sensible, inteligible,
real y libre.30
30
Cf. Ibid. p. 17-18.
31
Ibid. p. 105.
32
Por motivos prácticos Lonergan añade a los campos de significación los de la erudición y del arte. Ibid. p.
265.
15
del auto-control.”33 Por lo tanto la unidad de la conciencia diferenciada consiste
en “el auto-conocimiento que comprende en qué consisten los diferentes
campos, y sabe cómo pasar del uno al otro.”34
16
del conocimiento, se equivoca “al aceptar la noción empirista de realidad y
concluir así que el objeto del conocimiento humano no es lo real sino lo
ideal.”40 En cuanto a los positivistas y conductistas, a pesar de sus negación de
la conciencia sus propios argumentos contienen percepciones, entendimiento y
reflexiones críticas responsables que son demostrativos de un conciencia
intencional empírica, inteligible, racional y responsable.41
40
B. Lonergan, Método, op. cit.,, p. 79.
41
Cf. Ibid., pp. 23-24.
42
E. Webb, op. cit.,, p. 55.
43
Ibid. p. 68.
44
B. Lonergan, Método, op. cit.,, p. 32.
45
Ibid. p. 116.
46
Ibid. p. 112.
47
Ibid. p 111.
48
Ibid. p 129-130 y 261-262.
49
Ibid. p. 113.
17
brevemente esta estructura para considerar sus implicaciones para la
educación religiosa.
50
Ibid. p. 132.
51
Ibid. p. 134.
52
Cf. Michael J. Corso. Christian Religious Education for Conversión, a Lonerganian Perspective. Institute of
Religious education and Pastoral Ministry, Boston College, 1994, p. 338.
18
Teo. mediada
5. <- - - *
fundamentos
6. doctrinas <- - * ->
7. sistemática <- * - ->
8. * - - ->
comunicación
53
Cf. F. Crow, editor. A Third Collection: Papers by Bernard J.F. Lonergan, S.J. Paulist Press, New York, 1985, p.
32.
54
Cf. M. Corso. op. cit.,, pp. 358-9.
55
B. Lonergan, Método, op. cit.,, p. 132.
56
Cf. Corso, op. cit.,, Chapter V “Subjects in Communión: Christian Religious Educatión and Lonergan´s
Theological Method”, pp. 321-400; y Lonergan, Método, ver Chapter 5 “Especializaciones funcionales
constitutivas del método teológico”, pp 125-143.
19
es establecer una comunicación que interpela a los sujetos y su cultura con la
Palabra revelada y la tradición sobre Cristo.
57
B. Lonergan, Método, op. cit.,, p. 348.
58
Cf. M. Corso, op. cit.,, p. 342.
20
A nivel de la comunicación constitutiva del mensaje, la función de la
dialéctica es distinguir conflictos entre horizontes, (que se debe a diferencias
complementarias, genéticas u opuestas) a fin de lograr la claridad necesaria
para tomar decisiones responsables y abrir la posibilidad de conversión. De
este modo la dialéctica prepara el camino para una toma de posición. “La
realidad fundante, que hay que distinguir de su expresión, es la conversión
religiosa, moral e intelectual” que es “indispensable para quien quiere pasar
del discurso indirecto, que expone las convicciones y opiniones de otros, al
discurso directo, que implica una toma de posición.”59 Finalmente, aun cuando
la conversión se expresa en hechos y palabras, no obstante “su manifestación
variará a causa de la presencia o ausencia de la conciencia diferenciada. De
aquí resulta un pluralismo en la expresión de una misma opción fundamental y,
a medida que la reflexión se desarrolla, resulta también una multiplicidad de
teologías que expresan la misma fe.”60 Respecto a este pluralismo, los cuatro
campos básicos de la significación permiten comprender cómo la expresión de
la fe se diferencia en el sentido común, la teoría, la interioridad y la
trascendencia, y en el “desarrollo de su propio lenguaje, su propio modo de
aprehender, y su propio grupo cultural, social y profesional que habla del
mismo modo y percibe la realidad de la misma manera.”
5. Praxis Hermenéutica
59
B. Lonergan, Método, op. cit.,, p. 261.
60
Ibid. p. 265.
21
comunicativas para la acción cultural, movimientos que he adaptado y
vinculado a los niveles de conciencia intencional de Lonergan.
22
grupo de determinada edad, a fin de verificar la validez del marco a nivel de la
enseñanza que le preocupa.
23
El realizar ejercicios orientados a la utilización de estas distinciones para
interpretar el tema conlleva un conjunto de implicaciones, a saber. Primero,
contribuye directamente al desarrollo intelectual de los educandos,
incrementando paulatinamente su comprensión e interiorización de
distinciones conceptuales que les permiten observar e interpretar con mayor
comprensión. Segundo, da lugar a múltiples posibilidades para mediar
procesos de diálogo entre los distintos significados del saber cultural elaborado
y el sentido común de los educandos, y también para articular mediaciones
transdisiplinarias entre distintos campos como el arte, las ciencias, la filosofía y
la teología. Tercero, este proceso, al poner en juego múltiples niveles de
significados cotidianos e interpretaciones teóricas, va creando las condiciones
necesarias para que emerjan en los sujetos procesos de reflexión critica.
24
La adquisición de conocimiento es un proceso de reconstrucción que
genera conflictos, creatividad y cambios en relación a los conocimientos
básicos de los educandos y los conceptos y procedimientos sistemáticos del
campo en que el educador los está iniciando. Estos procesos requieren
mediaciones ajustadas al potencial de los educandos y orientadas al desarrollo
de sus competencias para resolver conflictos cognitivos y valóricos de acuerdo
a la estructura diferenciada del campo de saber en que están trabajando. Los
cambios que producen estos procesos pueden ser de orden afectivo, cognitivo,
moral o religioso, o una combinación de éstos, y es importante distinguir bien
entre uno y otro.
25
solo logra frustrar el desarrollo de sus capacidades de aprender a aprender (de
apropiarse de su propia conciencia intencional). Hay que recordar que los
logros y fracasos de los educandos son indicadores evaluativos, no sólo de sus
aprendizajes, sino también de las competencias de los educadores.
6. Desafíos y posibilidades
61
Episcopado Latinoamericano, Conferencias de Puebla, N° 1012.
62
Cf., Puebla, N° 1025.
63
B. Cooke, op. cit.,, p. 169.
64
Vaticano II. Gravissimum Educationis N° 1, 3, 5-6.
65
James Michael Lee. The Flow of Religious Education:a Social Science Approach. Religious Education Press,
Mishawaka, 1973, p. 17.
27
Sin embargo, aun cuando una clara diferenciación del campo de la
educación religiosa permite establecer ciertas condiciones necesarias para
promover el estudio objetivo, la colaboración interdisciplinaria y el diálogo
informado, esta empresa presenta sus propias dificultades, a saber. Cuando se
olvida, por ejemplo, que lo constitutivo de la fe cristiana es la auto-revelación
del amor de Dios en la encarnación y resurrección de Jesucristo, la educación
religiosa puede verse circunscrita a un proceso unidimensional de crecimiento
psicológico, de formación moral, o de estudios sociales y antropológicos.66 Por
otro parte, al interior de la Iglesia, el no diferenciar bien entre catequesis,
teología y educación religiosa produce confusión. Así por ejemplo cuando se
concibe la función de la educación religiosa como “mensajero” o “traductor”67
para difundir conocimientos teológicos, se limita el rol del profesor a la
transmisión de un saber cognitivo, empobreciendo así sus posibilidades de
mediar la palabra transformadora de Dios en sus dimensiones inter-personales
y socio-culturales.
7. Conclusión
28
la totalidad del orden real por los cuales el mismo hombre (y mujer)
humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y
construye la historia.
68
Cf. Puebla Nº 1025 y 1026.
29