Nos encontramos perdidos en la dialctica de los opuestos, la eterna contraposicin de
los contrarios, y por si fuera poco, entre el surrealismo como nueva manera de hacer arte, como una nueva manera de sensibilizar a la gente a que viera la magia que se esconden en sus sueos o en sus pesadillas. Ren Magritte pintor belga, hijo de una familia inestable y una madre suicida, nos pintar un mundo con un contraste excepcional, donde pareciera decirnos que aun en la luz hay un poco de oscuridad y que aun en lo que pareciera ser ms oscuro se esconde un rayo de esperanza. El imperio de las luces, este pequeo cuadro hecho en leo, nos muestra como la luz y la oscuridad como el agua y el aceite coexisten en un mismo espacio, pero a pesar de esta dicotoma tan marcada, pareciera haber cierta armona preestablecida en todo este pequeo universo. Vemos en la parte de abajo un charco de agua, que cuyo reflejo con un ngulo para nosotros desconocido, no apunta al cielo diurno, sino a la parte de enfrente de la casa. Nos muestra una casa con las ventanas cerradas, a excepcin de dos en las que se observa que la luz est todava encendida, un rbol a un lado, y en el centro un faro que pareciera indicarnos que nos encontramos en una noche apacible. Pero hay algo ms, en la parte de arriba como rompiendo este encanto del sueo, se alza un cielo soleado, donde la vigilia nos sobrepasa bruscamente. Y nos preguntamos sobresaltados a qu se debe esta cierta empata, este cierto placer de seguir mirando? Es que quiz muy en el fondo del espritu del hombre, se cierne esta lucha de los contrarios, de esta lucha irremediable entre el cielo y el infierno. Y cmo no, si vivimos como renegados, le huimos a la naturaleza, vivimos en un mundo artificial hecho por nosotros, promulgamos ser seres pensantes y nos enfrentamos a la guerra, al hambre, a la pobreza, a la lucha de clases, al absurdo contrastado de nuestro entendimiento. El imperio de las luces es un cuadro que encierra dos facetas de la naturaleza, la noche y el da, la luz y la oscuridad, ambas ocurriendo en un mismo plano, y como a pesar de este contraste surge la armona.