Mami,
eme ayudas a hacer los deberes?
Ana Belén Garcia Varela y Héctor del Castillo /
Universidad de Alcala de Henares
abelen5@mi.madritel.es
Son las siete, e casi la hora de ir a dormir, pero en muchas
casas siempre se oye lo misma.
“Mami, 2me ayudas a hacer los deberes?”
La madre, cansade se sienta con la nifta. Pero después viene lo
[peor y, seguramente, esa mujer se pregunta si ella misma es ca:
paz de “hacer esos deberes", Son demasiado dfoles, ya se le
hha olvidado lo que aprandié hace muchos afos en e! colegio, su
trabajo cotidiano nada tiene que ver con esas “cusntas” 0 “lec:
Contemplando esta escena desde fuera podemos pensar ma-
chas cosas.
Todos los nies y nas tienen lo
oportunidad de que “alguien” fes
anide o hacer ls deberes?
Hasta qué punto esas “tareas
para casa” contribuyen a
crear diferencias “dentro
de la escuela"?
Pero, a pesar de todo suele ser habitual en la familia observar
situaciones en las gue los padres y madres tatan de ayudar a
Jos pequetios aunque, muchas veces, resulte complicado saber
clones" del bro de text.
cémo ayudar, Es en estos momentos, cuando no se sabe por
donde seguir, cuando las personas parecen més preocupadas
por terminar la taren lo antes posible, realizar mecénicamente
tuna serie de cilculos o encontrar la solucién de un problema
que debe coincide con la que aparece en el libro de texto,
‘A veces, dejar a los pequefios que se ayuden entre ellos
puede ser una solucién capaz. de resolver las dificultades que
tenemos los mayores. Lo veremos con un ejemplo.
Irene y su madre hacen juntas los deberes, en este caso un pro:
bblema de matematicas. Como suele ocurrir en esta stuaciones
dlos cosas son importantes: primero leer el problema y,ces-
pués, “descubrit” cmo solucionarlo, Veamos la conversacisn
N°72, Nowiemine | Diienbve de 2002Ds eel aco
Irene: A ver... “zcvantas botelles de un tercio de itro puedes
enar con seis itras?”
Madre: 4Cémo, cémo?
Irene: "2 Cuantas botellas de un tercio de Iitro puedes llenar
con sels iro... 7
Madre: A ver, que es un tercio? jAlgo tiene que ser!
Irene: Seis,
‘Madre: i fa tercera parte de un hiro!
Irene: Ab :Divido seis enteo...?
‘Como podemos ver, la madre trata de buscar el concepto cla
ve ("un tercio”), pero la nia no la entiende. La conversacion
«que sigue se va convirtiendo, poco a poco, en un dilogo de
sordos. Un ejemplo de cémo, a veces, es dificil entendernos
con nuestros hijos cuando queremos ayudarles:
(Madre: Hazio ala cuenta la vejal!
Irene: ,Qué es la cuenta la vieja?
Madre: Oye.... he dicho que... tres par
19s del iro... entonces por cada ltro
podhian ser.
Irene: ,Sabes lo que dice la seriorita?
Que cuanda ne sepamos un proble-
‘ma que nos fo dibujemos...! A ver, pongo
botellas, botelis.
En este ejemplo la madre no sabe cémo hacer comprender a
su hija “el concepto clave del problema” es decir, no sabe ex
plicarle “qué es un tercio”, La sesién de deberes se hace inter
minable hasta que suena el teléfono, La madre “se va" y el
hermano mayor de Irene “entra en accién’.
Mi hermano si que sabe!
Carlos es capaz de “explicar” a su hermana, mejor que su ma-
dre “que es un tercio”. Para hacerlo pond un ejemplo abso-
lutamente real.
#572, Nomembre | Dicembre de 2002
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3 0 &
Cortos: 2En cudntos cachos tienes que partir la manzana
para que saiga un torcio de manzana?
Irene: En tres.
Carlos: 4En cudintos caches tienes que partir elite para
(que salga una botella de un tercio?
Irene: En tres en tres... 0 $@0... que a
‘cada persona le toca un tercio... y tee
nes que partile esto entre tres! 4Cuso-
tas personas vendrén?
Irene: Pues... una persone... no tres.
Q
No cabe duda de que en situaciones como éta fue muy isn
portante el apoyo que la nifa recibié de su familia, Segura-
‘mente no hubiera podido hacerlo sola. La cuestidn es que ese
apoyo no siempre se puede dar en todas las familias de la mis.
ma manera, dando lugar, en muchos casos, a desigualdades
entre los alumnos.
Muchos nifios y nifias se ven obligades diariamente a enfren
tarse solos asus deberes. No es extrafio que se sientan frustra
dos. Pero, siempre hari algtin camino para que la frase “yo
nolo sé hacer” deje de ser un impedimento y los pequefios se
enfrenten de una manera positiva a sus deberes.
Es necesaria mucha imaginacién, tanto en los profesores que
“proponen deberes” como en las familias que ayudan a los ni:
fos y las nifas a realizarlos. Fs necesario buscar miitiples cami-
hos para generar nuevas contextos que hagan mas facil apren-
dery donde orros miembros de la familia pueden colaborat.