Susana Wesley fue la mayor de veinticinco hermanos y la madre de
diecinueve hijos. John, su decimoquinto hijo, fundador del Metodismo, naci en Epworth, Inglaterra, en la misma ciudad donde tambin naci Charles, su hijo decimoctavo, el compositor de himnos famosos. Ella soport privaciones, pero nunca se desvi de la fe y de la misma manera ense a sus hijos. Una iglesia domstica El hogar de Susana Wesley en Epworth era un hogar cristiano casi perfecto, y all, en su 'iglesia domstica', ella plant la primera semilla de la vida cristiana y la mantuvo viva a travs de sus atentos cuidados. Su hijo John nunca se olvid de los cultos que su madre conduca en su casa los domingos en la noche. En un comienzo ella los diriga en su amplia cocina, pero despus, por el aumento del nmero de participantes, la pequea reunin se extendi por toda la casa y hasta en el granero. Ella practicaba lo que predicaba a sus hijos. Aunque dio a luz diecinueve hijos entre 1690 y 1709, y era una mujer por naturaleza frgil y ocupada con los muchos cuidados de su familia, apartaba dos horas cada da para la devocin a solas con Dios. Susana tom esta decisin cuando ya tena nueve hijos. No importaba lo que ocurriese, al sonar el reloj ella se apartaba para su comunin espiritual. En su escuela domstica, seis horas por da, durante veinte aos, ella ense a sus hijos de manera tan amplia que llegaron a ser muy cultos. No hubo siquiera uno de ellos en el cual ella no hubiese depositado una pasin por el aprendizaje y por la rectitud. Cierta vez, cuando su marido le pregunt exasperado: "Por qu usted est ah enseando esta misma leccin por vigsima vez a ese muchacho mediocre?", ella respondi calmadamente: "Si me hubiese satisfecho con ensearla diecinueve veces, todo el esfuerzo habra sido en vano. Fue la vigsima vez la que coron todo el trabajo". Cuando nos preguntamos cmo 24 horas podan contener todas las actividades normales que ella, una frgil mujer de 30 aos era capaz de realizar, la respuesta puede ser hallada en esas horas de retiro diario, cuando ella obtena de Dios, en la quietud de su cuarto, paz, paciencia y un valor incansable".