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Versión abreviada
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LA VARIACIÓN
Algunos creyeron que pudieran trazarse diferencias globales en la variación
magnética como modo de determinar la longitud. Pero desgraciadamente la
variación no es de ningún modo una constante bastante importante para ser de
mucha ayuda.
LOS PERROS HERIDOS.
Un defensor de este método sugirió que si con una substancia misteriosa llamada
"polvo de simpatía" se impregnaba una venda, con la que luego se frotaba en una
herida un perro, esto le causaría dolor suficiente para aullar, aun cuando el perro
estuviera a centenares de millas lejos de la venda. Si esto se hiciera en Inglaterra
en un momento predeterminado todos los días, entonces el perro al aullar le haría
un signo de tiempo diario al navegante. Claro si la nave estuviera viajando en una
jornada extendida, el perro tendría que ser nuevamente dañado para así al
guardar la herida fresca prosiguiera aullando. Por suerte para los perros, este
esquema no arregló la cacerola.
Los SIGNOS de TIEMPO
Esta idea requería de una flota estacionada de barcos en determinadas
localizaciones prefijadas en los océanos. Los que dispararían cada flota
responsable un tiro de cañón luminoso alto en el cielo en un momento
predeterminado cada día para que los marinos tuvieran los signos de tiempo. El
puro costo de tal tarea, por no mencionar la impracticabilidad de fijar los barcos, en
las miles de localizaciones en el agua de grandes profundidades, eran
simplemente algunas de las razones por la que esta idea entró en el archivo
olvidado.
Las LUNAS DE JÚPITER
Galileo sugirió primero que los navegantes pudieran usar las lunas que orbitan
alrededor del planeta Júpiter, para así calcular el tiempo preciso y la longitud. Esta
idea realmente cuajó, pero la dificultad de llevarla a cabo estas observaciones
desde una embarcación en plena navegación, hizo que fuera imposible
prácticamente.
La DISTANCIA LUNAR
Otro método teóricamente posible. Medir el ángulo entre la Luna y otros cuerpos
celestiales, determinando el tiempo preciso. Los cálculos eran difíciles y torpes y a
que veces había que navegar por ejemplo 4 horas para conseguir un cálculo
aproximado.
El CRONÓMETRO
Finalmente en 1728, un relojero británico nombrado John Harrison desarrolló un
reloj que fue exacto en todo momento en el mar. Como la Tierra gira 15 grados por
hora, si usted sabe la hora precisa del primer meridiano de longitud, la diferencia
entre ese tiempo y el tiempo local del navegante (el tiempo a su situación) le dará
su longitud. Por fin el marino tenía la posibilidad de fácilmente y de forma
consistente, determinar su posición exacta.
Hoy, los relojes de cuarzo baratos le dan el tiempo exacto al navegante y los
sextantes pueden medir la altitud de estrellas dentro de una porción de un grado.
Hoy los dispositivos electrónicos receptores del llamado Sistema de
Posicionamiento Global y LORAN, pueden determinar la posición y pueden
calcular cursos y distancias. El RADAR no sólo se usa para evitar la colisión,
también para medir distancias y posición de la parcela. Durante siglos la
navegación ha venido de modo lento evolucionando junto al desarrollo de todas
las ciencias involucradas. Aunque aún la aplicación de este conocimiento
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determinado de por resultado que se trate de un arte. A pesar del levantamiento de
información y cálculos que permiten hoy los microprocesadores, hay muchas
razones por qué el marino de hoy necesita saber y practicar los métodos
tradicionales de navegación. Las faltas de Energía, un fusible que se queme o lo
que es más importante, el propio capitán que es responsable para la nave y sus
pasajeros y no el GPS, que no sepa valerse en una condición extrema de fuera de
uso de la electrónica, o simplemente no ser capaz de corroborar un desperfecto
parcial-Además por esto último es que debemos siempre preguntarnos y constatar
si la propia electrónica está siendo capaz de llevarnos por donde dice y no por
donde creemos o nos indica.