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Ree} pees PANE LeLey Meh elm NAN) 9) 0): =) 9 =e) c0) =D) NN SFe) aA toda) Indice Introduccién saat Wi 1, Hacia una eritica de la razén latinoamericana Un dilogo com la obra epistemoligica de Hugo Zemelman 18 2. ¢Qué significa eritica-€tica? Un dogo con el pensamiento de Frans, Hinkelammert ooo 88 3, Hacia una Transmodernidad decolonial Un didlogo con Enrique Dussel_y Anibal Quijand. ooo IAT 4, Critica de la Idolatria de la modernidad Hacia una teoréa orttica del fetichismo de la modernidad 183 5. De la racionalidad moderna hacia la racionalidad de la vida Para pensar con Mame mae allé de Marse 231 ¢QUE SIGNIFICA CRITICA-ETICA? Un didlogo con el pensamiento de Franz Hinkelammert Introduccién Una de las hipétesis que hemos ido desarrollando a lo largo de todo nuestro trabajo es que para intentar hacer una critica en sentido radical, es fundamental y necesario tener clatidad respecto delo que significael concepto de critica, Especialmente cuando nuestra critica ya no esta dirigida ahora sélo en contra de una forma de produccién econémica (como la capitalista), sino de una forma o sistema civilizatorio (como la modernidad). El problema no ¢s tanto tener claridad en cuanto a las definiciones de lo que podria significar critica, sino en tener claridad en qué es aquello que presuponen estas definiciones, es decir, como fueron construidos esos contenidos, con qué intencionalidad, y hacia qué estaban dirigidos esos contenidos cuando fueron acufiados esos conceptos de critica. En general cuando la intencionalidad exitica parte de las definiciones de lo que es la critica, aunque las fuentes afirmen ser ctiticas, esta intencionalidad generalmente deviene siendo —8— actéica®, Por ello nuestro procedimiento no ha consistido en intentar partir de una definicién, sino de rastrear el desarrollo 0 -despliegue del modo cémo se produce una obra o pensamiento tadicalmente critico, es deciz, cémo se produce el contenido de ‘este concepto y a su vez como se transforma éste en categoria. de la produccién de conocimiento critico. Laobrade pensadores como C. Marx o F. Hinkelammert desde el principio no sélo se proponen ser criticos, sino que cel desarrollo de ésta actitud, transformada en accién reflexiva, deviene normalmente en la produccién de otra nocién distinta © mas compleja de lo que pudiese entenderse cominmente como critica, 0 sino dicho en el lenguaje de Marx, el desarrollo de una obra critica, cuando lo ha sido realmente, produce un contenido mis rico y complejo de lo que es la critica, En nuestra opinién el desarrollo de la critica a lo largo de la obra de F, Hinkelammert deviene en una propuesta distinta del modo como habitualmente se entiende a la critica al intetior de lo que se entiende como pensamiento critico, porque en la obra de Hinkelammert la critica deviene siendo ética y critica a la-vez; es decir no se constituye en una ética, o en una critica 72 Esto pasa especialmente cuando en el presente, es decir, en la modernidad se peste a priori del hecho cuasi evidente en si de que la modernidad “es” en s{ misma, no sélo raciona, sino critica. Es decir, lo propio de la modernided no sera eélo haber producido un estadio civilizatorio conforme 2 la razén, sino también conforme a la actitud exftica, 0 sea que sex moderno, seria no s6lo actuar conforme a la raz6n, sino de modo extica. Esto querria decir que todas las civilzaciones anteriores a la modernidad ni fueron erigidas conforme ala raz6n, ti tampoco fueron crticas. Lo mismo se podria decir de todo pueblo o nacién tno modernos, los cuales serian a-crticos por constitucién. Es lo que una y otra ver iasste Habermas a Jo largo de su obra. Cf. E/ discus fils dela modernidad. Ed. Taurus. Madrid, 1988, Bueno pues, como nuestra intencionalidad critica no es modema, tenemos que aclarar con sentido, lo que para nosotros significa cxtica sis ili de lo que la modernidad entiende, piensa 0 concibe como extica. — 86 — solamente, o de modo separado, sino que inescindiblemente se- constituye como una critica-ética, Sin embargo da la casualidad que a lo largo de toda su obra, muy pocas veces habla él de lo que entiende y el modo cémo define ambos conceptos”, Es més, nunca le dedica un libro o siquiera un capitulo entero a un tratamiento sistematico de estas categoria, sino que apenas en pocas lineas escribe él de lo fundamental que es la reflexién critica y ética para producir tun pensamiento no sélo comprometido con la realidad, sino explicitamente comprometido con un proyecto de sociedad que trascienda radicalmente la encrucijada moderna, 73. En este sentido se podria deci que es bien marxista por ejemploen el sentido -matodologico, pues Marx apenas le dedicé tres veces un apartado dedicado a ‘explicar parcialmente, en aquello que significa el método que 4 es empleando para investigar lo que sea el capital; en el prélogo a la Cowtibucin ale etic... de 1859, en la introsucciSn de los Grandrise y en el epllogo a la segunda edicién del tomo I de Ei Capital Sin embargo, toda su obra es un desarsollo de lo que ‘dl concibe que debe ser el modo de proceder metodologicamente en el plano ‘centifica, De modo similar, a Hinkelammert no le interesa tant> definir los cconceptos, sino desasrollrios asf como hace Marx a lo largo no sélo de los Grmérisey El Capita, sino a lo lasgo de toda su obra. En este sentido se podsia decir que Hinkelimmert es bien hegeliano-marxsta en el sentido de que no se ppuede definir desde el principio de una ver y para siempre los conceptos 0 las ‘categorias que intentan explicar una realidad siempre moviente o en movimiento ‘contradictorio permanente. Me parece que éste es el sentido o Ia especifcidad de la obra te6rice de Hinkelammert, que siempre esti atenta a mostrar el modo ‘0 la especifcidad del movimiento de las contradicciones reales que aparecen en 1s realidad y el modo cémo estas contradicciones se expresan logicamente en las ‘teorias que intensando explicar ala realidad, no la explican, sino que la encubren ‘0 simplemente hacen desaparecer las eontradicciones y los problemas. Nuestra intencién no es silo defiir lo que Hinkelammert no define, sino mostrar c6mo sdesarrolla el contenido de los conceptos y categoras, para mostrar explictamente ‘no sélo cémo él construye teoria critica, sino cémo es que se posta construir ‘conocimiento teético cuya intencionaidad explicta sea Ia crtica-tica de este sistema-mercado-mundo, —37— En nuestra opinién, Hinkelammert no define o trata sistematicamente (en el sentido de una fandamentacién) estas categorfas en un plano estrictamente te6rico, no s6lo porque no €s fildsofo, 0 si se quiere su intencién tedrica no es en sentido estricto filos6fica, por ello es que nunca intenta hacer una teorfa de los valores en general, o de lo que es 0 debiera ser la critica teérica en general, o sino la teorfa ctitica; porque a juicio nuestro, su intencién teorética, analitica o reflexiva no esté enfocada en la perspectiva de desarrollar una teoria explicativa en el sentido tradicional o estindar, sino producir una comprensiin o explicacién critica de lo que la modernidad ha producido en la realidad, pero no para cuestionar (en principio) otra teoria, lo cual no es su objetivo principal, sino para cuestionar el presente como tiempo y como realidad, con la intencién de influir en ella con las explicaciones criticas, para hacer inteligible su auto-contradiccién y a su vez, para proponer una manera de salir de esa encrucijada 0 contradiccién, o si se quiere, de colaborar con una otra explicaciin crftica para avanzar en la transformacién de la realidad que se est pensando; en este sentido es que una de las sospechas que tenemos es que la intencionalidad teérico-critica que tiene Hinkelammert no es tradicional o esténdar, sino critica, pero en el sentido de Marx yasu vez més alla de Horkheimer". La formulacién clasica de critica y que ahora ~en nuestra opinién- se estaria transformando poco a poco en tradicional, la habria formulado Horkheimer del siguiente modo: “Lo que la teoria tradicional se permite admitir sin mas como vigente, 74. Cf Horkheimer, Max. Teri tradonaly toria entice. Ba, Amorsorte. Buenos ‘Aizes, 1990. Este es el texto clésico para hablar de lo que significa teorfa critica en cl sentido de Marx, Porque lot neoposiivistas y los analitcos tienen también su ‘concepto de critica. Los posmodernos también. —38— su papel positivo en una sociedad en funcionamiento... es cuestionado por el pensamiento ortico... La teoria esbozada por el pensar ctitico no obra al servicio de una realidad ya vigente: s6lo expresa su secreto””®, En nuestra opinién, el concepto moderno de teoria, de ciencia y de filosofia acepta sin més y positivamente a la modernidad como estadio cultural superior y desarrollado. No sélo parten de ella como su fundamento presupuesto, sino que también la afirman y proyectan, y cuando la critican, lo hacen s6lo parcial y Gnticamente, para hacerla més viable y funcional, y a veces cuando la critican ontolégicamente lo hacen pata refundarla, para re-direccionarla, o darle un nuevo sentido, pero nunca para cuestionarla, porque supuestamente no hay nada més alld de la modernidad. Por ello, desde nuestra perspectiva concebimos a la teoria, la ciencia y Ia filosofia modernas como tradicionales, porque desde hace 500 afios, por tradiciéa, costumbre 0 norma, siguen ellas afirmando como positiva, desarrollada, o buena, a la modernidad. Encambio,en nuestra perspectivay desde Hinkelammert Jo que ahora cuestionamos es a la modernidad en su conjunto, por ello es que esta teoria critica ya no es ni puede ser meramente 6ntica, ai sélo ontolégica, sino trans-ontolégica, porque cuestiona, critica o sea pone en crisis a la modernidad en su conjunto, pero, desde mis alla de ella. Esta posicién ya no toma a la modernidad como su fandamento, por ello no la afirma positivamente, porque ya no esti al servicio del proyecto de la modernidad, sino de la humanidad que esta modernidad ha excluido, negado y empobrecido durante estos 500 afios y que hoy por hoy alcanza al 80% de la humanidad. 75. hid. pig, 248 —39— En esta perspectiva creemos que Hinkelammert se toma muy en serio y casi como programa de investigacién el lema de ‘Marx de quela teorfa debiera servir no para interpretarla realidad solamente, sino fundamentalmente para transformarla; esto ¢s, lo fundamental en Ja teoria con intencionalidad critica no seria interpretar o describir otra teoria o la realidad solamente, sino colaborar con la sransformacién de la realidad en primera instancia y luego, de la teorfa que supuestamente explicaba la realidad”, En este sentido «la actitud o intencionalidad 76 Ea la perspectiva de este pase de a tcorla como interpretaciéa, a la teora como momento de la transformacién de la zealdad, 0 dicho en el lengua del marsismo del siglo XX; en el paaje dela Glosofia a la cienia social, dice Hinkelammert que: “Los conceptos flosSficos se convierten en conceptos de las ciencas sociales sin perder en ningin sentido su esenca. La diferencia consiste mis bien en que elconcepto flos6fico era propio dl observador que se contentaba exelusivamente con larelexida, mientras que el eoneepto cientfico cs capaz de orientar una praxis de liberacin. E/ compl filsifia sto sre para protest; el eetin sre pare orignar wna masa pros”. Cf. Winkelammet, Franz. Teas del desrrl... ob. cit. pig, 202, las cursivas, son nuestas. En nuestra perspectiva la obra de Hinkelammert aparece como un gran ejemplo de lo que significa producir conocimientc cientfco con intencionalidad no sélo crtica, sino también proposiiva respect dela realidad lo ual implica tenes un proyecto consistente de transformacin de la realidad, lo que determina fuertemente el sentido de su intencionalidad teric, por ello no le iteresa product ands, en dl sentido de descripeiones o inespretaciones de la realidad, lo que le interes es cuestionar el presente para promaver, o colaborar con su transformacién, por ello no se detiene en fundamentaciones de conceptos ocategorias, sino en desarrllos de éstas para seguir produciende conocimiento extico, En nuestro cis, creemos aque, aparte de desatrollar una perspectiva erica como la que Hinkelammert ‘ot propone, creemos que no hay que descuidas la especficidad propia de la labo tebsca, como nos lo muestra Mars, porque el contendiente,o si se quite cl adversatio no esti sdlo en las empresas, entze los oxganismos internacionales, los partidos politicos conservadores 0 el poder politico estatal, sino que también esti en las aulas las academias 5 los Think Tank (centros de pensamiento de las grandes transnacionaes, cuyos miembros en general son grandes académicos de las universidades de primer mondo), que son quienes determinan las polticas académicas acerca de lo que hay que ensefar 0 difundir como conocimiento —9— cxiticay de quien aspira a ser critic, seria fundamental antes o paralelamente al quehacer tedrico, la cual habitualmente no se aprende en las aulas, sino en la prictica politica diaria ligada a las onganizaciones politicas, populares, barriales, campesinas, obreras, de estudiantes, amas de casa y los sujetos politicos con intencionalidad critica. Esta intencionalidad deviene en primera instancia en la intencién de cuestionar y transformar la realidad negativa que se vive, y como consecuencia deello, en el cuestionamieato y la transformacién de las formas discursivas, © argumentativas de la manera como se entiende la propia realidad y se produce discurso politico o ideol6gico pertinente a Ja intencionalidad politica. Finalmente esta intencionalidad transforma también la forma de hacer teorfa, asi como la forma de hacer critica de teorias previas, o afirmadoras de la realidad cuestionada”. Gientiico 0 verdadero. Es decir, nuestro problema cs cémo influir también entre la intelectaidad que tiene que ve dzectamente con ls interpretaciones teéricas 0 cientfieas que sstin conectadas de algin modo con a realidad que se quiere -cuestionar 0 ericar. Esta actin te6rica, hay que también fundamrentatla para ‘poder cuestionar tedricamente las teorias estindar y conservadorss del orden ‘imperante, ‘77 En este sentido se podeia decir que el extico no empieza sizado exltico ‘eéricamente hablando, sino sélo a posterior. Su cacdeud extca se funda en su literal desacuerdo con el orden social existente en primera insancia. Este sdesacuerdo 0 inconformidad incial le permite una aproximacin activa y 0 ppasiva a las teoris vigentes. Luego, al descubrir su no correspondencia entre To que Ia teoria explica y el modo efectivo de ser de las relaciones sociales, ‘empieza entonces a cuestionar las teoras vigentes, desde ls contraiiciones de lo teal socal. Este proceso no s6lo profandiza la acttud exitca, sino que ella, ‘cuando esti comprometida explicitamente con la transformacin de a realidad, sdeviene necesaramente en la proposicin de otros contenidos, o sin, de otros ‘conceptos y categoria, y por qué no, de otra teria, que en este caso, como no es afirmativa del orden socal, deviene como movimiento, en wna crea activa (ambién como movimiento y no esttica), pero no de la tora solumente, sino fandamentalmente del orden social vigent. En este sentido a este tpo de teoxta 9h Cuando Ia intencionalidad tedrica es la critica y la transformacién de la realidad en primera instancia (y luego 0 a posteriori dela teoria), entonces lo fundamental (enel sentido de ‘Hinkelammert) no seria producir una fundamentacién tedtico sistematica de los conceptos y una arquitect6nica teérica; sino desarrollar teméticamente el modo del ejercicio (en el sentido de ejercer) de Ia critica de la realidad vigente y de las teorias que la afirman. En este sentido a Hinkelammert no le interesa crear su propia teoria, lo que le interesa es explicar erticamente Jo que esté aconteciendo con la realidad y que las teorias estindar o tradicionales no explican 0 de hecho encubren; porque en principio tiene una sospecha (la cual se transformara en hipétesis) de que la teoria econémica (liberal, clisica y neoclisica) tradicional no explica del todo las contradicciones que habitualmente se dan en la realidad; es més, a veces la teorfa tradicional, estindar o pertinente al sistema-mundo-moderno, lo que hace no es s6lo encubrir las contradicciones, sino que muchas veces hasta las hace desaparecer tedricamente como en el caso de la teorfa econémica neoliberal. Lo mismo sucederia con las ciencias sociales modernas. Para ello Hinkelammert parte de las tesis que la propia teoria estindas” sostiene, y luego las contrasta con Ja historia cxltica, no la caracteriz la critica Logica o lingistca de conceptos o teorias, en el sentido de si son 0 no coherentes légicamente hablando, sino fundamentalmente la eaitica del orden social vigente. Por eso en el sentido de Dusse, esta critica ces material (ao materialist’) y prictica (o sea relacién persona-persona) y por ‘eso mismo ética porque evalia explicitamente el orden moral del sistema social cexistente. Ast cusndo la catca esté dirigida al orden social vigente, no se puede separar la critica de la rflesiin étca, ya sea ontolégica o trans-ontologics, como ‘veremos postesiormente. 7B Desde la perspectiva de Horkheimer, Dussel y Hinkelammert lamamos estindar 4 la concepcién oficial de ciencia, aceptada y sostenida normalmente cn las academias ya scan oniversitaias © de investigaci6n social, que en este —2— y consigo misma, y cuando ve que no hay una adecuacién, entonces empieza el proceso de reconstruccién histérica de lo que la teorfa tradicional encubre y desde ah{ empieza a hacer una critica en regla de los conceptos, las categorias claves y los matcos categoriales de Ja ciencia social (ao sdlo de la economia) estindar. A juicio nuestro en este pasaje de la ciencia social a la filosofia y la teologia; es decir, en el pasaje del cuestionamiento 0 critica de los contenidos de los conceptos y categorias de las teorfas tradicionales, hacia la proposicién de otros contenidos pertinentes o si no de otras categorias nuevas, es que Hinkelammert tiene que hacer (lo que entendemos por) epistemologia”; esto es, tiene que cuestionar el contenido de ‘aio estara fundada en la concepcién de ciencia social como sma, de origen neopositisa, cuyo maximo representante sea Popper, pero también Alber, Hayek o Bunge, quienes sostienen que la ciencia a lo miximo que aspira es 4 escsibit In realidad social tal cual es, sin deducir nada a partir de los hechos escritos. En este caso, el cientistacumplia con las normas cientificas cuando se limitaia a describe los hechos, sin deducisningin deer se, a pati deo descsito. En muestra opinién, esta concepeién de ciencia es pertinent al sistema- smondo-modemo, porque le permite a éste conocers, pero sin ser cuestonado snonea en sus fundamentos, por ello es que su aspizacién maxima se limitara a la descripcin o expicacin ldgicamente coherente del o los hechos sociales, lo cual deviene en ima instania en la conservacién del sistema como si fues¢ el “nico posible y real, En oposicién a esta concepeién estindar de ciencia lo que Horkheimer, Dussel y Hinkelammertafrman esque la func real de la ciencia 10 es conservarlo que eso exist, sino euestonar lo queen lo teal social est mal Y que no debiera conservatse, sino superarse y que por ello lafuncién verdadera de la cencia sera el cuestonamiento ola extiea de lo que es y que esti mal en la realidad, y que por eso hay que cambiar 0 transforma. A esta nocién de ciencia ‘ello le aman teora erica en oposicién a la teoria tradicional o estindar de ciencia, Dichode otro modo, la cencia seria sinénimo de extica y no as sinénirno de descripcién o explicacién. No por casualidad el proyecto magno de Marx fue “hacer la erica de a concepeién de cencia que presupoata la Eennorna Poltica clisica o burguesa 79. Che Baus, Juan José, Hace uma peal dels deca soa dade Amtrca Latina. De précimma publcacin. —93— Jos conceptos y categorias de las teorias tradicionales, para ‘proponer otros contenidos de conceptos y categorias ¢ inclusive ‘de empezat a proponer otros distintos; pero, desde otro marco categorial cistinto, cuyo horizonte aluda a otra concepcién de tealidad desde cuyo Ambito se pueda fundamentar de otro modo, las explicaciones que se empiezan a producir, Es en este sentido que la epistemologia deja de ser una teffexién meramente metodolégico-académica, para convertirse también en una refiexién politica. Dicho de otro modo, cuando la intencionalidad teérica ¢s critica y cuestionadora del orden existente, en el sentido de transformadora de la realidad en la perspectiva de otro proyecto de sociedad distinto, ello implica inevitablemente reflexionar epistemol6gicamente no sdlo en cuanto a conceptos y categorias €e las cuales se hace uso, sino también de su ambito de fundamentacién pertinente; esto es, ya no se puede partir del mismo imbito de fandamentacién cientifica estindar, sino que se tiene que cuestionar también lo que sea ciencia, critica, realidad, verdad, légica, conocimiento, sujeto, naturaleza, etc., los cuzles son conceptos centrales que a menudo se esti haciendo uso de ellos cuando se construyen explicaciones cientificas, sean o no criticas. Porque de lo contrario el riesgo es siempre volver a re-caer en el mismo horizonte de lo criticado o cuestionado, es decir, el riesgo de no hacer epistemologia en perspectiva trans-ontologica, es volver a caer en lo mismo (0 la diferencia como su variante), y no trascender hacia lo nuevo, u otro (0 hacia lo distinto). Dicho de otro modo, cuando se quiere cuestionar y superar al capitalism como forma econémica, sin cuestionar paralelamente su fundamento u horizonte histético cultural que es la modernidad, aunque tengamos una honesta intencionalidad critica de hacer la transicién al socialismo, lo —94— mis posible es que se dé la recafda en aquello que se:queria superar. Y como en toda recaida, ésta siempre es peor. De la ética Veamos ahora cémo desatrolla Hinkelammert el contenido de su concepto de ética. La primera vez que se refiere a la ética como tal, es en la parte final de la ultima secci6n de Ideologias del desarrollo... de 1970. Después vuelve del mismo modo a enunciarlo apenas en algunas lineas de Cultura de la esperanza... de 1995 a propésito de su didlogo con K-O, Apel, y del mismo modo en E/ mapa del emperador de 1996. Luego, del modo cémo concibe que deba ser la ética, vuelve a tratarlo en la parte final de Coordinacién social del trabajo. del 2001, concibiéndolo esta vez como ética del bien comin. Finalmente, en su E/ syjeto y Ja Ley del 2003 retoma de modo més extenso la reflexién relativa a la ética, pero ahora como parte central de su pensamiento. De lo que sea la critica, sf scribe varias lineas especialmente en la parte introductoria de su Critica a la razén utipica de 1984, donde todavia no especifica lo que para él sea la critica, sino que ubica a su critica en la linea 0 tradicién de la critica kantiana y no de la nietzscheana; pero también, en una entrevista que le hace Henry Mora en el afi 2000", desarrolla de modo un poco mas explicito lo que al entiende por critica. Bueno pues, a partir de estas cuantas lineas nos atreveremos a deducir lo que para Hirkelammert es ética y ctitica y por qué para nosotros toda su obma es un desarrollo delo 80 Cf Hinkelammert, Franz. El mibilsmo al desmade Los tempos del lobaizain. LOM, Ediciones. Santiago. 2001. Pp 253 y i552 que se podria concebir como una ctitica-ética®, frente a toda la concepcidn de ética y critica que la modernidad-posmodernidad occidental ha desarrollado hasta hoy. En este sentido, no nos interesa mostrar a Hinkelammert como un critico mis de la modernidad, sino como una alternativa Sptima para hacer ‘una critica efectiva a la racionalidad moderna-posmoderna que la cuestione en sus cimientos, no sélo desde ella misma, sino desde més allé de los presupuestos fundamentales de la modernidad, la cual (en nuestra opini6n) es en viltima instancia una condicién imprescindible para no quedar atrapado al interior de ella. En este sentido pensamos que quien quiera hacer una critica en regla al marco categorial del pensamiento moderno-posmoderno, asi como no puede prescindir de Marx, tampoco puede prescindir de Hinkelammert, si es que no quiere pecar de ingenuo, aunque sdlo sea para criticarlo. Qué significa entonces ética? o dicho otro modo ¢ es el contenido del concepto de ética que Hinkelamert ha desarrollado en su obra? Al principio Hinkelammert entiende la ética en sentido estindar como teoria de los valores y pot eso cuando se refiere al problema ético lo hace en cuanto valores; esto es, su concepcién de la ética es bésicamente ontol6gica, 0 sea pertinente todavia a la modernidad. Por eso dice refiriéndose por ejemplo en cuanto al modo de produccién moderno, ya sea capitalista © socialista que éste presupone o implica siempre cierta ética, 0 sea una afirmaci6n positiva de ciertos valores fundamentales. Asi, “el modo de produccién capitalista va acompafiado por una ética del respeto a la propiedad 81 Paraddjica o paralelamente, a obra de Enrique Dussel es también cxtica, ppezo en élla ética es més relevante que la cxtica, por eso distinguimos a la obra de Dustel como una ética-citica y a la de Hinkelammert como una crtica- general la manera cSmo coneebian los economists soviéticos eomunisno, es dei, in ideologia del mereado perfecto y la ideologin de la planificaien perfec”. Cf. Ibid. pég 23 y 22 118 A Io Iago de toda su obra Hinkelammert cia como ejemplo a vatios autores contemporineos moderno-oceidenales que procsden en la exc de fcuerdo al modelo dela telacién sjeto-objeto. “Anal ebro de Kolakowski, Ef sombre sin emai Ea coant ala ideologia sovitica, me pareié muy acertado. Kolakowsi, sin embargo, no tomé en cuenta que occderte tiene una sociedad sin alternatvas del mismo tipo, la cul argamenta con agumentos cas igual Cuando vs Inglaterra jams vole a eicrbir sobre el 3roblema del hombre sin aternaivas. Qué paso? Eso es reduce el anlisis a simple ideologia, Un anilsis moy bueno, pero incapaz dese transformado en elsenio de devectar un 124 cierto sentido el sujeto se auto-inmuniza contra cualquier observacién proveniente del objeto, porque por principio el objeto ni tiene conciencia, ni capacidad de conocimiento, por ello es que el sujeto puede, concibiendo al objeto en tanto objeto, distanciarse de él, Asi esta selaci6n crea en el cientista social la creencia © la ilusién de estar investigando 0 argumentanéo en ‘un plano neutral respecto de los valores. Por eso cuando el ser humano funda el conocimiento en el prejuicio de la relecién sujeto-objeto, en principio siempre creeré que él esta bien, porque el problema es el objeto, no él. Esto que en apariencia parece muy abstracto, cuando se Jo ve en la realidad y la politica, se torna muy triste, lamentable y hasta ridfculo; por ejemplo, cuando Hinkelammert araliza la critica que occidente le hacia a la ex Unién Soviética, muestra cémo occidente le adjudicaba a la Unién Soviética lo que occidente negaba de si misma, Asi por ejemplo cuando problema de la sociedad occidental. Del andiss se seguia también un problema de la sociedad occidental y no solo del estalinismo, Aqui el anticomunismo (n0 como Post-modernidad que ataca a la tazén en cuanto tal, desde el irracionalismo de la inconmensurabilidad, sino como ‘Trans-modernidad, que ataca como itracional a la violencia de Ja Modernidad, en la afirmacién de Ia «razén del Otro»), serd necesatio negar la negacién del mito de Ja Modernidad”™, que es el que hacia invisible la barbarie moderna, haciéndola aparecer a la modernidad como civilizada, buena, universal, racional, superior y verdadera. Pero para ello era fundamental hacer uso de un concepto distinto de razén y racionalidad, porque la modernidad hacia aparecer a su proyecto como entera y completamente racional, en cambio la post-modernidad criticando a la razén moderna, criticaba a la raz6n en s{ misma, como si la razén moderna fuese La raz6n en si misma, o agotase todas las posibilidades de Ja raz6n en general, dejando a la critica sin posibilidad de hecer un uso positivo de la razén, De lo que se trataba entonces era, para no caer en lo mismo que la raz6n moderna, mostrar que la raz6n moderna, no era la razén sin més, ni lo racional en si 139 Cf Dussel, Enrique. Idem. Pég, 209 —151— mismo, sino s6lo una forma de concebir a la tazén esi general, que en este caso era irracional™, Pero paralelamente a ello, se precisaba construir otra idea de raz6n, distinta de la moderna, para poder mostrar, argumentativamente hablando, las “razones del Otro”, las cuales ya no podian ser subsumidas por la raz6n moderna, es decir, legados a este punto, ya teniamos la conciencia de que la raz6n del Otro, la raz6n de la alteridad, © de la exterioridad, no se podia expresar en el lenguaje de la raz6n moderna, sino en otra idea de racionalidad, la cual tenia que ser desarrollada de otra forma, “De esta manera la raz6n moderna es trascendida (pero no como negacién de la raz6n en cuanto tal, sino de la raz6n violenta, eurocéntrica, desarrollista, hegeménica). Se tratadeuna «Trans-Modernidad» como proyecto mundial de liberacién (yno como proyecto universal unfvoco, que no es sino la imposicién violenta sobre el Otro de la raz6n particular de Europa, del machismo unilateral, del racismo blanco, de la cultura occidental como la humana en general)... El proyecto trans-moderno es, 740 Bota forma de conccbir « la racionaidad moderna como irraconal, proviene de Hinkelammert, quien muestra muy bien en vars de sus obras, le ‘modernidad presumiendo a su concepto de razén como racional, haya prodacido cn el deven de estos 5 sigs, tanta misriaacumulads a escala mundial nunca vista antes en ningin estadio de la humanidad, pero a su ver, ingén sitema civilzatorio como el moderno ha producido tanta devastacion ecolégica del planeta, que ahora por primera vez ena histori, se hace evidente que la matraleza fo puede ser concede como una fuente inagotable de recursos, que ela, como Ja vida del ser humano, et también fits. Esta relidad iracional que ba sido producida por la racionaidad moderna, ese diagndstco de Hinkelammest acerca de la modernidad. Cf. Hinkelammer, Frans. Clr de le wperana sci in ‘els. Ed, DEL San Joxé 1995 141 Que en ese entonces ya se vslumbsaban no solo como los pobres de tercer mundo, sino como las ‘vicimas de la modernided, es decs los exchidos, sbandonados, negados,clvidados, humilados, condenados, explotados,oprnidos yrempobrecidos por el proyecto de l modernidad —152— una co-tealizacién de lo imposible para la sola Modernidad; es decis, es co-realizacién de solidaridad, que hemos llamado ana- léctica (0 anal6gica, sincrética, hfbrida o mestiza)... De manera que no se trata de un proyecto pre-moderno, como afirmacién folklérica del pasado; ni un proyecto anti-moderno de grupos conservadores de derecha... ni un proyecto post-moderno como negacién de la Modernidad como critica de toda razén, para caer en un irracionalismo nihilista. Debe ser un proyecto «trans-modernoy (y seria entonces una «Trans-modernidad>) por subsunsién real del caricter emancipador racional de la ‘Modernidad y de su altetidad negada”™, en una perspectiva de liberaci6n mundial, ya no meramente local, latinoamericanista, © indianista, sino universal. Asi entonces a este proyecto “mas alla” de la modernidad-posmodernidad se le llamé a partir de 1992 Trans-modernidad», Pero es de destacar el contexto en el cual nace y se acufia este concepto, porque no nace como una mera exigencia teérica, sino como una necesidad de ubicarse y definirse en la historia, pero ya no en la historia narrada por la modernidad occideatal, sino en esta otra historia vista 0 comprendida “desde” este ‘otro horizonte mas alla de la modernidad. Dicho de otro modo, el didlogo con la ética del discurso (Apel y Habermas) y el acontecimiento de los 500 afios de la modernidad, nos hizo darnos cuenta de Jo fundamental que es tener un diagnéstico explicito de la modernidad, a la hora de querer afirmarla o cuestionarla, o de intentar ir més allé de ella", esto es que, la 142 Thid. Pag 210 y 211 143. Esto se hizo més evidente para nosotros cuando nos dimos cuenta de que todos los grandes erftcos de la modernidad, a la hora de hacer la extica de ella, tenian ya un diagnéstico explicito de lo que era 0 no la modernidad, que ertn los ‘casos explictos de E. Nicol, y . Habermas, pero también de Weber y Hegel 153 idea 0 nocién de transmodernidad, surgié con la conciencia de que para intentar hacer cualquier abstraccién o formalizacién de la realidad pensada en términos NO modernos, se trataba siempre de partir de las historias negadas, encubiertas, excluidas y condenadas al olvido por la modernidad, para desde ellas elaborar los conceptos y las categorias criticas con las cuales desfondar la supuesta racionalidad, universalidad, verdad u objetividad de la modernidad euro-norteamericano-occidental, Ennuestra opinién, producto delareflexién desarrollada en este libro es que Dussel cobra conciencia explicita de que la chistética», es decit, la historia vista o pensada desde més alla de la modernidad, 0 sea como transmodernidad, debe ser el fandamento, el principio, la introduccién o el punto de partida pata esta otra forma de proceder con la raz6n. Por ello es que su siguiente libro Btica de la liberacion, empieza precisamente con una introduccién hist6rica, la cual presupone ya esta otra concepci6n de la historia de la humanidad, més allé de la visi6n que la modernidad produjo acerca de ella y de su filosofia de la historia. En ella se muestra claramente el caricter eurocéntrico de la modernidad, que pone 2 Europa como el tinico centro a partir del cual ¢s posible producir civilizacién moderna, ciencia, filosofia, tecnologia, desarrollo, universalidad, racionalidad, etc. Esto quiere decir que cuando partimos ingenuamente de la cosmovisién moderna de la historia, la ciencia y la tecnologia, automiticamente lo que se deduce es nuestro supuesto caricter de inferioridad innata historica y cultural, y as{ lo que entonces se vuelve a deducir es que la tinica forma de desarrollarnos o salir de este estado de inferioridad y subdesarrollo es perseguir a como de lugar la modernizacién de todas nuestzas relaciones, pero lo que no nos damos cuenta €s que justamente con este tipo de procedimiento, se esconde —154— ‘el misterio de nuestro subdesarrollo, cuando queriendo ser lo que no somos (desarrollados) al final terminamos negando lo ‘que éramos, para poder ser lo que no somos. Ea este intento, lo que hacemos nosotros mismos ‘es negar como caduca, antigua, obsoleta e inferior nuestra propia memoria histérica y cultural, es decir, lo que se deduce ‘es que ya no tiene sentido desarrollar nuestra propia cultura, nuestros propios saberes, y nuestra propia tecnologia ancestral, sino incorporar, importar e implantar en nuestra realidad el conocimiento, la ciencia y la tecnologia del primer mundo, la ‘cual es el desarrollo explicito y exclusivo de la forma de vida europea y norteamericana. O sea que con los procesos de amodernizacién lo que contribuimos a seguir desarrollando es el desarrollo de la ciencia, cultura, historia y tecnologia modernas, las cuales no son universales, sino europeas y norteameticanas, 0 sea locales. Con esta incorporacién estamos diciendo en los hechos que €s0 es lo mejor, y lo nuestro inferior. O sino estamos afirmando que ya no tiene sentido desartollar lo propio, sino s6lo lo moderno, porque eso es lo bueno y lo nuestro; sino lo malo, lo atzasado. Por eso, para no caer en esta auto- contradiccién es fundamental partir de otra concepcién de la historia distinta de la moderna para no recaer en ella. Por eso es que la modernidad no es sélo una concepcién del tiempo o dela historia, es también una manera de auto-interpretatse, de auto- comprenderse, 0 de autodefinirse en relacién con Ia historia moderna y las otras historias. De ahi que interpretarse desde esta otra idea de historia sea producir otra manera de situarse en relacién con la modernidad y con nuestras historias negadas. “Esta [otra] manera de interpretar la historia nos prepara para una comprensién del fendmeno de la «modernidad», desde otro —155— horizonte histérico, que permite con toda conciencia criticar la periodizaci6n ideoligica de la historia en: Historia antigua, Medieval y Moderna, que es ingenuamente heleno y euro- céntrica”™, Pero no sdlo eso, sino que es también ideolégica en el sentido de falsa y de encubridora de la realidad histética dela humanidad. Esta revisi6n dela historia en perspectiva trans-moderna sirvié como base para destruir un sinfin de invenciones y creaciones que la modernidad produjo conscientemente para constituirse y ubicarse a si misma en el centro de la historia universal", A partir de estas hipétesis descubtimos que la ‘Modernidad, para poder afirmarse a si misma como el estadio de la humanidad més desarrollado, necesariamente tiene que 144 Dasiel, Baique,Hhica de la liberscin, Ea la edad de a glbalizacién y de la exclusién, Ed. Trott, Madrid. 1998, Pig 24, Esta revisén dels histo a a hora de producir una propia antocomprensinhistérca dels pueblos orignaios és fundamental. Porque desde Ia visiin moderna, avesrot pueblos siempre aparecen como pre modernos, pero, desde esta visi, pre-moderno significa ser inferior cultural, lend y asta sacialmente hablando, como algo que debra ser superado lo mis pronto posible. Y es lo que siempre se itenté hacer con nuestros pueblos originerios desde que legion los espafoles. Supuestamente tindo ahora se los quiere empezar revaloras, se quiere de nuevo imponee la vision moderna celativa al deserrolla, Desde la perspeciva moderna slo es posible el desarrollo con I modernizacién es decir con la afirmacin positiva de fos valores europeos y norteamericanos, de lo contrario estamos condenados a estancamiento osubdesazrollo, Bueno pues, para cuestionaresta vision modernist det desarrollo, ay que cuestonar primero su vsiba de la historia, por ello es fandamental ubiceseen una perspecivatrans-moderna que ahora yt no parta de Europa, nila presuponga a ella como fundamento, sno que shora lo presupaesto ceptualmente en muestasreflexiones acerca de muestos proyectos, tiene que ser nuestra propia historia y memoria cular 145 Como la facia modezna que hasta ahora sostene que Europa (yen este caso Espa) fue la que descubes cl continente amercano, cuando fueron los hinos los primeros en descbrir y cartografiar completamente el continents. en 1421. Este hecho histérco ahora esté ampliamente documentado en la obra de Menzies, Cf, Menzies, Gavi, 1421 —156— Mo negar la humanidad y la racionalidad de toda otra cultura o civilizacién no europea ni occidental, pero especialmente la de Jos pueblos originarios. Negacién originaria con la cual empez6 Ja modernidad desde 1492. Luego de esta obra en la cual rehace y construye otras categorias pacalelas y pertinentes al problema este, y gracias al didlogo y debate al cual se abre con la filosofia contemporinea, vuelve entonces de nuevo a la tematizacién de esta categoria, pero ahora ya con un nuevo impulso, En un ensayo presentado en Napoles Italia en 1994, titulado “Europa, Modernidad y Enrocentrismo”™ vuelve después de algunos afios al tema, casi repitiendo literalmente el argumento de 1992 y sin mayor reflexién, pero, ubicando por primera vez a esta categoria como posible marco de anilisis y comprensién ya no s6lo de estas otras historias negadas por la modernidad, sino también como posibilidad de anilisis del presente, Si en algo le aporta a Dussel este encuentro, fue en la comprensién de que el concepto de Transmodernidad, no sdlo es ttil y necesatio para producir otto tipo de andlisi, sino en la necesidad de desarrollarlo para distinguir ahora si con mayor claridad a los proyectos que, surgiendo desde la periferia del mundo modetno, o si se quiere desde la exterioridad de la totalidad-sistema-mundo-moderno, no tienden hacia “lo mismo” que la modernidad, o sea hacia ‘una modernizaci6n, pero tampoco a la “diferencia” respecto 146 Cle Dussel, Enrique. Europa, Modernidad y Ewrocttrisme, En: Hadia wna fos pllica rites, Ed. Deselée de Brouwer. Bilbao, 2001. pp. 345-358 147 La necesided insistida tantas veces en la obra de Dussel de separar al concepto de “diferencia” del de “distincién”, tiene que ver preciamente con esto, porque la categoria de diferencia como bien muestra Levinas, remite a la identidad del Ser o la Totaidad, es decir, es una diferencia que se produce al interior de a totalidad del sistema-mando-moderno, o sea pertinente a su forma de dominacién. En cambio el concepto de distinci6n no, él tiende, oremite hacia —157— de la identidad moderna, sino hacia un proyecto distinto, otto, literalmente alterativo, 0 sea, més alld «que»! la modernidad. Posteriormente en otro trabajo presentado en Binghamion University, en. un seminatio con Wallerstein, Artighi y Mignclo en 1998, titulado “Sistema Mundo y Transmodernidad”™, por primera vez. Dussel toca el tema de modo central, lo cual nunca antes lo habfa hecho, Esta vez Dussel utiliza el concepto de “Transmodernidad para mostrar cudndo un proyecto es ain eurocéntrico, cuando intenta superar a la modernidad. Lo quele ‘permite hacer esto, es precisamente el contenido del concepto de transmodernidad que ahora empieza a desarrollalo explicitamente, pero ahora en selacién al sistema-mundo- moderno, como totalidad de sentido que hay que trascender, porque “Hablar en cambio de “Trans”-modernidad exigiré una nueva interpretacién de todo el fendmeno de la Modernidad, para poder contar con momentos que munca estuvieron incorporados a la Modernidad europea, y que subsumiendo lo mejor de la Modernidad europea y norteamericana que se globaliza, aafirmard “desde-fuera” de ella componentes esencales de sus propias culturas excluidas, para desartollar una nueva civilizacién futuca, Ja del siglo XXI"™, algo radicalmente distinto, o sea otro. Cf, Dussel, Enrique. Méado para une filoofla de la berai, Ed. Sigoeme, Salamanca. 1974 148 Indicacién que la tomamos de E. Levinas, cuando él indica que Ia étca ‘como ertiea de todi ontologia, no tiende hacia lo mismo que la Totalidad, ¢ el Ser, sino, més alli, como allende, es decir hacia otro horizonte. En este sentido es ‘que diferenciamos ala posmodernidad como un mis alld de la modernidad, pero dentro del mismo proyecto. En cambio concebimos a la Transmodernidad, como ‘un mas allé del proyecto de la modernidad, que no parte ni de sus presupuestos ni de su horizonte histbrico. Mas adelante se veri lo fundamental de esta distincién. 149 Cfe Ibid, pp. 387-407 150. Cfe. Idem. Pig, 390 — 158 — De .§. eee ‘Asi, después de hacer una breve resefia de cdmo el Sistema-mundo-moderno, incluye y excluye segyin cémo lla se desarrolla histéricamente, muestra cémo “Lo “post” de la Post-modernidad no le quita su eurocentrismo; se presupone como obvio que la Humanidad futura alcanzara las mismas caracteristicas como “situacién cultural” que la Europa o Estados Unidos postmodernos, en la medida que se “modernicen” por el proceso de globalizacién ya iniciado... Bajo el signo de esta “inevitabilidad” modernizadora, la Postmodernidad es profundamente eurocéntrica, ya que no puede ni imaginar que las culturas excluidas en su positividad valiosa por el proceso moderno colonial (desde 1492) e ilustrado... puedan contribuir con sus aportes “positivamente” en la construccién de una sociedad y cultura futuras, posterior a la cultura Moderna europea y norteamericana....Es decir, se trata de un proceso que parte, que se origina, que se moviliza desde “otro” lugar... que la Modernidad...”", Este otro lugar, como antes ya lo habia indicado, era inicialmente lo que la Modernidad occidental siempre habia negado y que en su obra aparece como lo otro que la modernidad, 0 sino, como la exterioridad de la Totalidad- moderna. Sin embargo, por primera vez aparece, en nuestra opinién, la ambigiiedad respecto de lo que se podria concebir como lo més allé de la modernidad. Porque por un lado, habia afirmado que en el intento de superacién de la modernidad, se trataba de recuperar lo mejor de ella, pero ahora al final de este trabajo dird que lo que caracteriza a la perspectiva futura trans- moderna es “como un més allé de toda posibilidad interna de Ja sola Modernidad. Este mas “allé” (“trans”) indica el punto originante de arranque desde la exterioridad de la modernidad, 181 Cf Tdem. Pp. 404-405 —159— desde lo que la modernidad excluyé, negs, ignoré como “‘in- significante”, “sin-sentido”, “bérbaro”, no-cultura, alteridad opaca por desconocida, pero al mismo tiempo evaluada como “salvaje”, incivilizada, subdesarrollada, inferior, mero “despotismo oriental”, “modo de produccién asiatico”, ete.”"*, Entonces ahora de lo que se trataba era entender lo que significaba pensar a la Transmodernidad como sn més allé de toda posibilidad interna de la sola modernidad, es decis, una cosa cs hacer la crftica de la Totalidad-moderna-occidental desde lo que la modernidad siempre habia excluido y negado (momento negativo o critico), y ahora, otra sera desarrollar este proyecto ‘como cultura futura, desde lo otro que la modernidad (momento positive), o su més allé como trans. Dicho de otro modo, equé es lo que caracteriza al concepto de ‘Transmodernidad? ¢El momento negativo 0 positivo? O ambos. Una vez. que Dussel hubo desarrollado estos contenidos previos, ahora sf y en diflogo con los miembros del giro de-colonizador escribe, tal vez su trabajo més claborado al respecto, donde el tema central es la Transmodernidad, pero ahora en relacién a la cultura titulado “Transmodernidad ¢ interculturalidad”®. En este trabajo muestra cémo un pensador como Dussel, perteneciente a una genetacién de pensadores latinoamericanos, llegé a tomar una posicién desde mis allé de la modernidad, habiendo sido formado no sélo en un ambito académico y cultural moderno, sino también al interior del marco categorial del pensamiento moderno, es decir, empezé siendo moderno como muchos de nosotros, 182. Cf Ibid. 406 153. Cf: Dussel, Enrique. Transmodernidad « intersltradad. (nterpretaciin desde da flora de la lbracién), en: Fiesta de la cultura ta erat. Ed. Universidad ‘AueSnome de la ciudad de México. México, 2006, —160— pero que en el proceso fue lentamente tomando distancic de la posicién moderna. Lo notable de esta autorreflexién es que entre lineas va mostrando Dussel cémo es que para hacer ese pasaje de una posicién moderna hacia otra més allé de ella, se necesitan construir categorias con las cuales hacer ese pasaje, pero también hacer inteligible, lo que desde el marco categorial, del pensamiento moderno no se ve, 0 no se entiende, o simplemente se termina negando. ‘Ahora ya no se trataba simplemente de superar a la modernidad, sino también al proyecto de la posmodernidad, como supuesta superacién del proyecto de la modernidad. Mostrar esto era y es fundamental para mostrar cémo es que muchos investigadores y cientistas sociales y filésofos latinoamericanos y de tercer mundo, en el intento de hacer la critica del proyecto de la modernidad, y al asumir el marco categorial postmoderno, sin darse cuenta te-caen en el proyecto de la modernidad, de ahi que mostrar explicitamente'™ la distincién entre ambos proyectos haya sido fundamental para la obra futura de Dussel para des-eurocentrizar al pensamiento que intenta ir explicitamente més alla de la modernidad-posmodernidad. Es decir, si desde la perspectiva de la transmodernidad ahora se empezaba a deducir que, no se debiera entender a lo que no es moderno desde la perspectiva de la modernidad, esto no solo quetia decir que, las culturas no occidentales 0 no-modernas no tendian hacia lo mismo que Ia modernidad, sino que tampoco se las podia entender a ellas desde la correlacién o auto-comprensién moderna", 154“... hemos quetido denominas “trans-moderna”, como superacion explicita del concepto de “post-modernidad” (posmodernidad que es tadavia un momento (final de la Modernidad)”. Cf. Ob. Cit Pig, 46, 155. “Porno ser modernas esas cultaras tampoco pueden ser“post”-modernes La —161— Dicho de otro modo, si nuestras culturas no son modernas y por eso no tienden hacia lo post-moderno, ahora se podia entender también que cllas tampoco podian ser comprendidas como pre-modernas, es decir, gracias a este giro, ahora también se podria entender que las tinicas sociedades ‘pre-modernas, habrian sido las europeo-medievales, y que la comprensién de horizontes culturales o mundos de la vida no- europeos, requeria salirse también de la cotteacién moderna entrelo pre-moderno, lo moderno ylo post-moderno, y que esto implicaba también salirse de la correlacién histérica construida por la modernidad entre esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo, la cual pertenece a la historia europea, pero n0 a otras culturas cuyo horizonte histérico no es exropeo. “Asi el concepto estricto de “srans-moderno” quiere indicar esa radical novedad que significa la irrupcién, como desde la Neda, Exterioridad alterativa de lo siempre Distinto, de culturas universales en proceso de desarrollo, que asumen los desafios de la modernidad"™, y atin de la posmodernidad europeo-norteamericana, pero que responder: desde otro lugar, other location. Desde el lugar de sus propias experiencias culturales, distinto a la euro-norteamericano, y por ello con capacidad de ‘posmodernidad es una etapa final del cultura moderna europeo-norteamericana. ‘La cultura china 0 vedanta no podria aunca ser post moderro-europess sino otra cosa muy distiata ya parti de sus propias rales”, Cf. Idem Pig, 48 156. Porque k modeznidad no ha podido cumplitios, come son por ejemplo ls promesss de igualdad,fraternidady libertad para todos, o sin la humanizacion. tanto del ser humano como de a naturaleza, tanta veces pregonada durante el siglo XIX y XX, pero también el progres y desarrollo de toda la humanidsd, 6 la superacion de la esclavtud y toda forma de servidumbse, etc. Pero, hora Jo sabemos,tampoco las va a cumpli en el futuro, por eso es que las tareas inconchsas dela modernidad,en realidad son imposibles, desde la perspectva de la modemnidad, Pero posibles si es que ls pensamos desde ests otros horizontes hiseSzicos y cuturales —162— responder con soluciones absolutamente imposibles para la sola cultura moderna”"”, no solo porque ella las ha negado sisteméticamente, sino porque no puede comprenderlas desde su horizonte de cognoscibilidad, y en definitiva porque no tiene categorias para hacerlo, La modernidad ha producido cl sistema de las categorfas para la auto-comprensién de lo moderno solamente y puede tematizar mundos de la vida en proceso de modernizacién, pero no, mundos de la vida que tienen otro tipo de horizonte de sentido y que tienden hacia otro tipo de fituro y de sentido de la vida. ‘Ahora de lo que se trataba entonces, era de determinar el lugar “desde” el que no sélo se podfa hacer esta critica, sino también su ulterior desarrollo, Dussel habia indicado ya queese lugar desde donde surge la critica y la creacién de lo nuevo “no parte del interior de la Modernidad, sino desde su exterioridad. Esa exterioridad no es pura negatividad. Es positividad de una tzadicién distinta a la Moderna. Su afirmacién es novedad y desafio parala misma Modernidad”"**, Esun hecho comprobado que en las culturas indigena-originarias de América Latina hay una afirmacién de la naturaleza completamente distinca y mucho més equilibrada y racional que la moderna, y hoy dada la crisis ecolgica que se incrementa cada vez més, estas formas de comprensién, de concepcién y de relacién con la naturaleza, son més necesatias que nunca, no sélo para la modernidad, sino para toda la humanidad. En cambio, el modo como la ‘Modernidad capitalista concibe a la naturaleza como objeto meramente explotable, vendible y destructible ya no es mas viable. La concepcién que la modernidad ha producido de la naturaleza ha resultado ser falsa. 157 Thier. 188 Idem. Pig. 59 163 — “La muerte de la naturaleza es suicidio colectivo de la humanidad, y sin embargo la cultura moderna que se globaliza nada aprende del respeto a la naturuleza de otras culturas, aparentemente més “primitivas” “atrasadas”, segin parimetros desarrollistas’™, Es decir, desde la perspectiva de la modernidad, nuestras culturas otras y distintas a la modernidad, aparecfan como primitivas cuando se las miraba © comprendia desde la perspectiva de la modernidad, pero que ahora, cuando se las intenta comprender desde la perspectiva de la transmodernidad, no aparecen de ese modo, sino inicialmente como otras, como posibilidad de una comprensién distinta no s6lo respecto de nosotros mismos, sino también de la modernidad. Asi el ctiterio con el cual analizar o evaluat a la realidad, deja de ser tinica y exclusivamente el criterio de la modernidad, y su universalismo pasa ahora a ser relativizado, pero no conforme al criterio posmoderno, sino desde el didlogo entre los creadores criticos de las culturas negadas por la modernidad, para producir otra tradicién cultural lamada transmoderna. De la colonialidad a lo decolonial Paralelamente a Dussel, Anibal Quijano también a partir de la década de los 90's empez6 a producir un giro tan interesante como el operado por Dussel, que, de modo similar a Dussel, empieza con la reflexién mas madura, es decir, al igual que Dussel, Quijano no empieza siendo decolonial™, sino que 159° Tbidem. 160 Como dice R. Pajuelo “En la trayectoria intelectual de Quijano pueden distinguizse tres momentos tematico-cronolégicos centrale: Fl primero de ellos, ‘en torno de los intensos debates sobre la tcoria de la dependencis, alo largo —164— todo el proceso de su pensamiento critico le permite o posibilita attibar a este tipo de pensamiento, que al igual que Dussel, se caracteriza no tanto por actualizar algo que ya estaba antes, sino en crear o producir una nueva forma de comprensin y de producciéa de conocimiento. Por eso al igual que Dussel, Quijano tiene también que crear una nueva categoria con la cual hacer inteligible aquello que esti pensando, de modo que el pensamiento que se est produciendo no recaiga en lo que se esté ctiticando, que es la colonialidad del poder y del saber del mundo eusocéntrico moderno. De modo parecido aDussel, Quijano también es afectado por la tematica surgida en América Latina a partir de los 500 afios de colonialismo y colonialidad moderna. Segiin nuestra investigacién, A. Quijano propone por p:imeza vez el concepto de “Colonialidad” en un ensayo suyo de 1991 titulado: Colonialidad y Modermided/Racionalidad, La distincién que él opera y que a juicio nuestro es sumamente importante, y con la cual empieza justamente este ensayo es distinguir “Colonialismo” de “Colonialided”, porque como bien recuerda Quijano, el concepto de “Colonialismo” no es suevo en las ciencias sociales, y por eso mismo puede designar onombrar sin mayores dificultades su problema, que consiste en “una relacién de dominacién directa, politica, social y cultural de los europeos sobre los conquistados de todos los recramente lo que no entienden ls eros del pensamiento descolonizador, ‘ges, no basta con narrar o descibir procesos, historias o hechos negados 0 ‘eacubiertos po as historias oficiales, sino que pralelamente a ela para que estos ‘procesos apazezcan con su grado de novedad, se necesita product categorias ‘Gon las cules estas historias aparezcan con au seal sentido, de lo contazo, el sentido original de estas Iuchas deaparecen en el contexto del discurso moderno, aque es lo que sucede cuando historiadores, antropdlogos 0 secilogos hacen —170— agui que uno de sus aportes originales en este ensayo corto y aparentemente sin importancia, sea mostrar la estrecha relacién entre la modernidad como proyecto de dominacién y la racionalidad pertinente a ella, también de dominacién, acufiada en el concepto de Modernidad/Racionalidad, concebida como “paradigma universal de conocimiento” a partir del cual la modernidad europeo-occidental se podia relacionar con el resto de Ja humanidad en términos de dominacién. Es decir, Ia modernidad, para seguir dominando al resto del planeta, ya no necesitaba tanto imponer fisicamente su dominio, sino que ahora tenia que imponer y desarrollar unilatecalmente “su” conocimiento, su saber y su ciencia, como si fuese el tinico, el més racional, verdadero, universal y objetivo". ‘A partir de esta formulacién empezé él a hacer el desmontaje de ciertas categorias claves como el de la relacién sujeto-objeto tan fundamental para cualquier epistemologia 0 teorfa del conocimiento. La problematizacién delego cartesiano en términos de sujeto o individuo aislado sin referencia a nada, niala historia, y cuasi una instancia natural se torna fundamental ala hora de problematizar la idea de ciencia o conocimiento gue la modernidad produjo. A su vez la identificacién entre este sujeto y Europa, como si ella fuese “el” sujeto del conocimiento ‘uso sin exiteio o extica de los mismos conceptos y categorias con los que la modernidad ha encubierto estas historias. A partir de estas historias podemos empezar a descubri el caricteridcol6gico del discurso cientifico 0 flos6fico de la smodernidad. 174 Tanto Dussel como Hinkelammert habian legado paralelamente y por ots, vias aesta constatacién y formulacién, lo novedoso en Quijano, i es s6lo el modo ‘como lo hace, sino las telaciones que establece entre la produccién del dominio, el conocimiento y sus materalizaciones como es por ejemple la racalizacién de las relaciones sociales, problema ausente tanto en Dussel comoen Hinkelammert, To cual no parece ser casual. —1in— y el resto de la humanidad el objeto en si mismo", La problematizacién acerca del concepto de Totalidad, tan central en la produccién del conocimiento social critico (pero usado también paraproducirlocontrario), yabandonadoingenuamente por la ciencia social latinoamericana™, Mostrando a su vez la 475. “Como lo mostraria la prictica colonial europea, el paradigms hace posible también omiti toda referencia a todo otro “Sujeto” fuera del contexto europeo, esto es hacer invisible el onden colonial como totalidad, en el momento mismo ‘en que la propia idea de Europa esti constituyéndose por relacién, precisamente, al resto del mundo en colonizaciOn. La emergencia de la idea de “Occidente” de “Europa”, es una admisin de identidad, esto es, de relaciones con otras cexperiencias culturales, de diferencias con las otras cultures. Pero, pars sa percepeién “europea” u “occidental” en plena formacién, esas diferencias fueron admitidas ante todo como desigualdades, en el sentido jeriquico. ¥ tales desigualdades son percibidas como de naturaleza: s6lo la cultura europea es rucional, puede contener “sujetos”, Las dems, no son racionales. No pueden. ser o cobijar “sujetos”. En consecuencia, las otras culturas son diferentes en. cl sentido de desiguales, de hecho inferiores, por navuraleza. Solo pueden ser “objetos” de conocimiento y/o de pricticas de dominacién. En esa perspectiva, la relacin entre la cultura europea y las otras cultuas, se establecié y desde ese entonces se mantiene, como una relacién entre “sujeto” y “objeto”. Bloque, en consecuencia, oda relacién de comunicacién y de intercambio de conocimicntos yde modos de producir conocimientos ente las culturas... Semejante perspectiva ‘mental, tan perdurable como su préetica durante 500 afios, no podria haber sido sino el producto de una relaciin de colonialidad entre Europa y el resto del ‘mundo. En otros términos, el parsdigma europeo de conocimiento racional, no solamente fue elaborado en el contexto de, sino como parte de una estructura de poder que implicaba la dominacién colonial europea sobre el resto del mundo. Ese paradigms, expres6, en un sentido demostrable, la colonilidad de esa estructura de poder”. Cft. Idem. Pig. 4 y 5. Dicho de oto modo, el desarrollo, de la estructura del conocimiento cientifco europeo moderno, esta itimamente ligedo, al desarrollo de la dominaci6n y podesio de la modernidad, de abi que cl desarrollo de la modernidad implique inevitablemente el desarrollo de. su ‘acionalidad. Modernidad/Racionalidad es entonces la ecvacin del racionalidad dominadora por excelencia. 176 Quijano muestra cémo en e contenido del concepto de Totalidad concebida como un todo homogéneo, estaba lteralmenteexcluida la parte colonizada de ela, 2 decs, la “homogencidad’ sistémiea de la totalidad moderna (nocién muy cerca —122— conexién nada casual entre esta nocién de sujeto y la aparicién del marco categorial de las ciencias sociales como disciplinas, Quijano muestra cémo ella determiné no sélo la formacién del marco categorial de las ciencias sociales, sino inclusive cémo ella determind la definition de practicas politicas que condujeton al fracaso de muchos proyectos sociales de pais y de nacién en ‘América Latina”. Con las ciencias sociales de inspiracién marxista pasé algo similar, lo mismo que con los partidos de izquierda comunistas o socialistas. La colonizacién que la modetnidad operd sobre el conocimiento cientifico, le alcanzé inclusive hasta los partidos, sindicatos y organizaciones de izquierda comprometidos con el pueblo. Por ello ahora no es casual dea de Lévinas y Duss!) no inclniaa la parte colonizada, porque para cuidar la hhomogeneidad habia que excur de la totalidad, lo que cuesionaba esa “aparente” hhomogeaeidad, Es decir, el concepto de totaidad como ontologia moderns, hl sido desarrllado para excluir de a tematizacién o problematizacin cognitiva, todo aquello que cuestionara esa homogeneidad. Por elo a juicio nuestro se podiia establecer una muy buena relacén entre el concepto de totaldad tay cual mancja Dustel en relacin a la exteroriad, pero también al modo cémo Zemelman desarrolla este mismo concepto de toalidad, pero como recorte de Ie realidad en al plano epstémico 177 Los ejemplos que pone Quijano al respecto son muy itustativos, por cjemplo cuando reeuerda “La propucita de Kautsky, adoptada por Lenin, sein. 1a cual los proletarios no son eapaces por s{ mismos de elaborar su conciencia, de clase, y que Ia inteligencia burguesa y/o de la pequeda burguesia cs la que debe enseRrsela, es una vasiante de Ja misma imagen... Jaime Paz Zamora, en ‘una entrevista petiodistica, para referisea la relacion entre los partidos politicos 1 los sindicatos, entre los inteleetuales y los obreros en Bolivia: [decia que) los partidos son la cabesa, los sindiatos son los pies”. Cf, Idem. Pig 6. Es deci, €l problema no es s6lo que la derecho la Europa moderna occidental piensen de ese modo, sino que inclusive quienes en América Latina supoestamente son de izquietda ycxticos del dominio captalistay moderno, estén pensando de este ‘modo. Esto quiere deci qu la inguerda atinoamericana y mundial, todavia ene aque descoloaizar su pensamiento para ponerse a la altura de los desafos de este presente, 173 — ver cémo gente de larga tradicién de izquierda, de partidos, sindicatos y agrupaciones politicas y sociales formados en el marco categorial del marxismo del siglo XX, estén con contra de procesos de transformaci6n y de cambio no modernizantes. Es decis, desde la perspectiva del pensamiento marxista y de izquierda del siglo XX, estos nuestros procesos tendrian sentido s6lo como procesos de modernizacién, industrializacion ‘© emancipacién modernos, pero no asi como procesos de recuperacin de cosmovisiones ancestrales, lo cual seria un literal retroceso, o sino un intento vano de volver al pasado, 0 la edad de piedra, porque la modernizacién supuestamente es la superacin de este tipo de pasado nistico, caduco y atrasado. Lo que no se da cuenta este tipo de pensamiento colonizado es que, precisamente el proyecto de la modernidad, exitoso en paises de primer mundo, es el causante de la realidad miserable que queremos superar, pero para ello hay que transformar primero las categorias y conceptos con los cuales la modernidad nos hace ver y relacionar con nuestra propia realidad de modo colonizado. Ahora bien, una vez que Quijno ha mostrado las contradicciones que produjo la colonialidad, pasé luego a mostrar la posible salida de esta encrucijada, En nuestra opinién, en este articulo esta pricticamente delineado todo un nuevo programa de investigacién, el cual lo sigue desarrollando hasta el dia de hoy y que ~es uestra opinién- debe seguir siendo desatrollada por nosotros, para mostrar del modo més inteligible posible, no s6lo el momento negativo o critic, sino también el momento positivo 0 propositivo de su propuesta, es decir, cémo pasamos de la critica a la construccién de lo nuevo. Pues bien, lo que sigue entonces a la descripcién de la colonialidad del poder de la modernidad, es la des-colonizacién 1A de ella, primeramente en términos cognitivos, para desde ella fundar no s6lo otra forma de construir conocimiento, sino también para definir politicas posibles otras a partir de este otro conocimiento™. De ahi que, como en Zemelman, la relacién entre lo politico y lo epistemoldgico aqui se torna fundamental, No percibir esta relacién es un sintoma de que la colonialidad del saber de la modernidad sigue operando de modo eficiente fen procesos que supuestamente tienen una intencionalidad explicita de descolonizacién. Asi entonces Quijano puede llegar a la siguiente conclusién, que; “La critica del paradigma europeo de la racionalidad/modernidad es indispensable. Mis atin, urgente. Pero es dudoso que el camino consista en la negacién simple de todas sus categorias; en la disolucién de la realidad en el discurso; en la pura negacién de la idea y de la perspectiva de totalidad en el conocimiento. Lejos de eso, es necesatio desprenderse de las vinculaciones de la racionalidad/ modernidad con la colonialidad... Es la instrumentalizacion de Ja raz6n por el poder, colonial en primer lugar, lo que produjo 178 Como muestra muy bien la obra de Hinkelammert, as categoras nuevas del conocimiento no s6lo permiten conocer Io nuevo, sino que pesibiltan también concebir otras realidades como posibles, ya su vez definr otro tipo de prictcas poliicas como viables. Dicho de oto modo, en el mazco categoril que usamos, no sélo se contiene Is posiildad de un tpo de conocimiento, sino tambien la posibildad o no de tansformar a realidad ental o cal sentido, es deci, ses ono viable a ota realidad que queremos construity producir mis alla del capitalismo y la modernidad. El marco categosal del pensamiento moderna sive para imayinar y concebir como posibles nicamenterelidades modernas, en cambio, realidades © historias que no tienden hacia lo modern, las hace aparecer como imposbles, izssoias,o wtpicas en el mal sentido de la palabra. Por ello es que nuestra ctca ya to se dicige conta una teora otra un peasador uw oto, sino conta el marco categoril del peasamiento moderne, que es el que hace posible ala modernidad, no solo en térninos cognitivos, sino también polis. Cf. Hinkelammert, Franz Laz Armas iuligias dela mere. FA, DEL. San José. 1977 —15— paradigmas distorsionados de conocimiento y malogré. las promesas liberadoras de la modernidad. En primer término, la descolonizacién epistemolégica™” para dar paso a una nueva comunicacién intercultural, a un intercambio de experiencias y de significaciones, como la base de una otra racionalidad que pueda pretender, con legitimidad, alguna universalidad. Pues nada menos racional, finalmente, que la pretensién de que la specifica cosmovisién de una etnia particular sea impuesta ‘como la racionalidad universal, aunque tal etnia se lame Europa Occidental. Porque eso, en verdad, es pretender para un provincianismo, el titulo de universalidad”™. 179. Talves Quijano y Zemelman sean de los pocos que han tocado 0 sefialado explicitaments el tema con laid y profandidad, ene senido de que uno de los, problemas fundamentals entre los que se debate el pensamiento contemporineo, ‘gi en tomno de la produccién de tuna nueva epistemologla, nero en el sentido de una descolonizacién epistemolégica, lo cual implica no sélo exestionar el contenido de los conceptos y categorias usados ala hora de hace ciencia social y flosofi, sino de proponer otros concepros y categoras con los cuales construit «ete oem conocimiento, pero también ello implica la produecién de otro marco © coxpus categorial con el cual hacer inteligible los nuevos problemas que van apareciendo Sin embargo, el problema que hasta ahora no se plantean ni Dust, i Hinkslammert ni Zemelmaa, ni Quijno, es, desde dénde, desde qué horizonte histérico yeulturalseha de desareollarese nuevo marco categoria Jomximo que han legado ha sido a insinoar qu ello sea posible gracias al dilogointercultral de los cxticos de la modernidad, pero también de sus propios mundos de la vida, para no car en un etnocentismo, La pregunta sera de ser posible ello, zcuindo seri? Es deci, cserd posible que algin dla se pueda desarrolar efectivamente €l diflogo Sur Sur? Claro que si, pero {Cuéndo? Mientas tanto, aqué hacemos quienes estamos enfrentados diatiamente ala necesidad de construir ota forma dle vida, ms alli de la que la moderoidad occidental nos ha impuesto? Es muy posible que haya que cambia la opcin por el dilogo intercultural y empezar ya. procedes a construir ese otto marco categoria, desde uno de los horizontes histicos que la modernidad més a condenado al olvdo, como son las culturas smerindianas. 180 Cfe Ibid. Pig. 7 176 — Una vez que Quijano hubo jprovincializadol a Eutopa™, empez6 a desarrollar las grandes intuiciones que aparecian ya bien perfiladas en este ensayo que creemos, hata historia. Una de esas grandes intuiciones al interior de las cuales gicard durante mucho tiempo el pensamiento posterior de Quijano, seri el relativo al racismo 0 Raza! pero paralelamente a ello desarrollaré mas atin el concepto de colonialidad, ahora en términos de “colonialidad del poder”, para enfatizar que el “dominio” era el objetivo fundamental de esta colonialidad moderna", y cémo este proyecto de dominio se proyecté como una pretensién de sojuzgar ya no sélo la corporalidad humana © materialidad de la vida, sino también la subjetividad humana, que es el modo cémo la reflexién posterior de Quijano devino como tematizacién, TBI Asf como antes Dussel habla davurvantigado al pensamiento cto latinoamericano, ahora Quijano, provndaliga Europa, es deci, la reduce 2 su verdadera dimensin, Para nosotros, eistemolégicamente hablando el probema s,gCémo se hace es0? O sino, Cémo hizo eso Quijano? En nuestra opinién n0 es una mera cuestin de saberes, sino como dice Zemelman, de una capacidad de laconciencia hstérica de saber apropiarse del presente y sus potencialidades pollico-cognitivas, es decix, es saberse ubicar en la perspectiva de los desfios aque el presente nos plantea como desafiohistrico, para desde ahi, proyectat una sueva concicacia de la historia, 182. Los textos en los cuales el tema es central son ‘Rega, efia y nae” en Marit: none abiertas"y “iQ tal Raza”. Ambos Mimeo. 183. Cle. Quijano, Anibal. Colmialidad del poder y Clasfcain soa. En: Journal ‘of World Sistem Research, VI, 2, Summer/Fall 2000, 342-386. Festschift for Immanuel Wallerstcin ~ Pare I. Ver también: Cobmiatidad de! poder, Globaligaain y demeraia, donde muestea todo este entramado en el cual a coloniaidad del poder ahora deviene racionalided democritice, y como se sigue imponiendo ella en el planeta 184 Desarrollado de modo magistral en Colbnialdad de! pode, exrocersiomo _y Amira Latina, taves wa texto més elaborado, donde se puede ver mejoe las ‘implicaciones de la colonialidad y la necesidad de superaea. 177 ¢Transmodernidad decolonial? En la idea de Transmodernidad esté contenida la idea de Decolonialidad, pero no esta ni desarrollada, ni conectada con cella, lo mismo podriamos decir de la Decolonialidad, es decir, ambas se mutuan, se conectan por la temética que Jas inspira y por eso habria que mostrar su conexién explicitamente. La idea de Transmodernidad tiende explicitamente hacia tun proyecto de vida distinto (ao meramente diferente) de Ja modernidad. La idea de Decolonialidad tiende a mostrar la el catacter explicicamente colonial de la modernidad. Es deci, que si queremos transitar hacia un proyecto distinto del de la modernidad, lo que se deduce de esta reflexién es que no podemos partir ingenuamente del marco categorial del pensamiento moderno, porque en éste esté contenido explicitamente su caricter colonial 0 colonizador. Una de las primeras conclusiones a las cuales podrfamos artibar setia que: utilizar ingenuamente el marco categorial del pensamiento moderno, conduciria inevitablemente a reproducir en la construccién de nuevos proyectos politicos, econémicos, culturales o de vida; relaciones sociales, humanas, econémicas, etc., de colonizaciéa, Es decir, quetiendo transitar hacia lo nuevo, volveriamos a recaer en lo mismo que siempre hemos ctiticado y que queremos superar. De este modo, queriendo ir més alla de la modernidad y su economia que es el capitalismo, recaerfamos en lo mismo que ella ha devenido, aunque nuestro proyecto de vida, culmra o sociedad tenga otro nombre como Socialismo del siglo XI, Socialismo Comunitario, 0 algo asf. Sin embargo el problema se complica cuando nos percatamos de que el marco categorial del pensamiento colonizador moderno no esti escondido solamente en su —178— cultura y su lengua, sino en la racionalidad que ésta produce. Me explico, es cierto que no sélo hablamos y hasta razonamos al interior de las lenguas modernas coloniales, sino que hacemos ‘uso de ellas para hacer la critica, es decir, producimos conceptos {que en parte provienen del mundo moderno, pero que también tienen la intencién explicita de hacerle la critica, ademas porque en segundo lugar— en estos nuevos conceptos.(como el de transmodernidad y decolonialidad) estan contenidos elementos que provienen de esos mundos de la vida que la modernidad ha desdefiado y excluido desde hace 500 afios. 2Qué significa esto? (y en nuestra opinién este seria el punto fundamental de la reflexién epistemolégica), que pensadores como Dussel o Quijano, cuando hacen el quiebre (0 ruptura) epistemolégico entre el marco categorial del pensamiento moderno y lo que se quiere pensar més alla de él, son conscientes de que no se puede seguir pensando como antafio, pero que a su vez, no se puede detener el pensamiento, que este debe continuar, pero, no sélo mostrando la contradiccién interna, o sea la autocontradiccién en la cual esti inmersa la reflexién con intencionalidad decolonial, sino a su vez, mostrando la forma de salida de ésta contradiccién, que en parte es autocontradiccién™, porque es cierto que 185. Descubsimos la autocontradiccién cuando percibimos que ruzonamos con ideas, conceptos, eoras y lgicas contzatias a nuestos proyectos de vida, de sociedad, y de humanidad,y que cuando intentamos salirde esta aurocontadicci6a, automiticamente entramos en contradiciéa con lo que éramos, y que ain ea parte seguimos siendo, y que ya no queremos ser. Esta autocontmdiccion, 0 fea este tipo de tensin existenil, ya no seria solamente lingistica,discuriva 1 analltica, sino que seria existencial, porque el problema ya no es solamente cognitvo, te6tico 0 cientiico (Jos cuales soa una mediacin sino de vida, porque Jo que est en juego en ima instanca, ao es un tipo o fora de vida cultural 0 civlizatoria que haya producido 0 no la moderidad u otro horizonte cultura, sino la vida en general, tanto del ser humano, como de la natursleza. Pensada —179— empezamos a reflexionar o pensar en sentido moderno, pero que ahora se trata de salir de esta autocontradiccién, pero no s6lo por la reflexién que sigue siendo auto-reflexién, sino por la recuperacién y recreacién de esas historias, saberes, conocimientos, lenguajes, etc, tantas veces negados, condenados, olvidados y excluidos de la reflexi6n. Es decis, se trata de producir otz0 tipo de marco categorial con el cual hacer inteligible, pensable, querible y deseable lo que la modernidad nos ha ensefiado tanto tiempo a despreciar. Resumiendo lo avanzado hasta ahora, se podria decir entonces que, la tensién que se da al interior de esta autocontradicci6n existencial cuando nos enftentamos a la tensién «modernidad/colonialidad y transmodernidad/ decoloniab, que en este caso ya no setia sélo una tensién lingifstica 0 hermenéutica, sino existencial, es, Ia que nos interesarla destacar, porque seria una tensién histérica, politica y cultural no resuelta, en proceso o intensién de resolverse, pero histéricamente, donde la tensién alude a In dualidad como auto-contradiccién que la modernidad ha producido, no sélo entre dominador y dominado, sino al interior de la subjetividad del dominado que quiere liberarse. Pero, desde nuestra perspectiva (y desde todo lo avanzado en las paginas anteriore;), esta tensién no seria propia de la tensién de dominacién-emancipacién (propia de la modernidad), sino de la liberacién de esa dominacién (transmodernidad-decolonial), es decir, seria la tensi6n en la cual, el dominado no aspira a ser como el dominador algin ‘sta autocontradiccin desde la perspeciva de la coneacin transmodemidad- decolonialéta een primer instancia existenci donde lo que se uegaen lima instancn sla vide misma, In cual empiera en a vida de uno Si éxtano eambia ‘ono se transforma, no se puede hablar con consecuencia de que la perspectiva ‘transmoderna sea viable o tenga sentido. —180— dia (tensién moderna propia de quienes quieren producit otro sistema de dominacién), sino a trascender completamente esas relaciones de dominacién (fensién propia de laintencionalidad transmoderna y decolonial que quiere producit una lberacién de las relaciones de dominacién, asumiendo esa tensién). Lo cual implica inevitablemente entrar en permanente autocontradiccién consigo mismo y con la realidad de dominaciéa. Si desde el principio hubiésemos sido modernos europeos sin més, no hubiese habido tanto problema. Este surge cuando nos damos cuenta que primero, no somes europeos y por eso no podemos ni debemos razonar como ellos, porque pertenecemos a otra tradicién histérica, y segundo, cuando nos damoscuenta quel proyecto dela modernidad, literalmente esta en contra nuestra, hecha para producit nuestra autonegaci6n, ¢s decir, descubrimos la autocontradiccién, cuando nos damos cuenta que razonamos con ideas, conceptos, ideologias, teorias, logicas y hasta teologias contrarias a nuestros proyectos, y que cuando intentamos salir de esta autocontradiccién, entramos en contradiccién con lo que éramos y que atin en parte somos y que ya no queremos ser. Este tipo de tensiéa existencial, cuya expresi6n serfa el uso constante y a veces inevitable de los conceptos y teorfas modernas, seria el propio de una tensién vista o pensada desde esta correlacién transmodernidad- decolonial. Para finalizar, conceptos como el de transmodernidad y decolonialidad, pensados como marcos generales de razonamiento, nos pueden permitir ubicar o te-situar, diversos problemas que van apareciendo a lo largo de la investigacién y que requieren ser nombrados 0 dotados de sentido distinto, para construir ese otzo lenguaje o marco categorial, con el cual. —181— talvez algdin dia podamos superar esta tensidn existencial en la cual la modernidad nos ha sumido hasta el dia de hoy. Ubicarse o situarse existencial y tedricamente hablando desde una perspectiva o cosmovisién no moderna, parece ser ahora fundamental, para no recaer de nuevo en el horizonte que la cosmovisin moderna ha impuesto con relativo éxito desde hace quinientos afios. La categoria de transmodernidad indica el sentido del proyecto, en cambio la categoria decolonial indica el sentido de la critica con la cual se ha producir ese transitar hacia esa forma nueva de vida, Bl futuro entonces ya no lo anuncia la modernidad, sino lo que ella ha negado siempre. El futuro nuestro ya no es el de la modernidad, ni esta delante, sino atras, Ahora se trata de darle la cara alo que siempre le dimos la espalda. —182— CRITICA DE LA IDOLATRIA DE LA MODERNIDAD Hlasia una teorka critica del fetichismo de la modernidad Introduccién La reflexién teol6gica conocida como Teologia de la liberacién, snacié especificamente en Latinoamérica a mediados y fines de a década ce los 60°s del siglo XX, en un contexto histérico, politico, econémico y social muy especial, no s6lo por los acontecimientos politico-sociales, sino también por los tedtico- académicos", porque raras veces coinciden ambas dimensiones ‘en situaciones histéricas tan convulsionadas como las que se ‘vivid en América Latina en las décadas de los 60's y 70°. La convergencia de ambas situaciones se dio coincidentemente 786 Decimos esto porque pata que hayan tansformaciones teéricas, como cn ‘este cas, teoligica, no basta con la voluntad del tedlogo (o tebrico) de pensar ‘una sinuacién histéic, sino que deben darse las condiciones objeivas para que ‘opensado se pueda transformar en relexién teologiea 0 teérca explcta, porque sinucionesexfcas en Américe Latina se dieron frecuenremente desde 1492, pexo fueron muy pocas ls veces que estas siuacioneshisGzicas se pudieron “pensas”, - decir, muy pocas veces en la historia coavergieron muchos cienistas sociales, teblogos y pensadores de gran nivel tebico comprometidos no sélo con el _mensaj biblico, sino tambien con el prjimo concreta, en una siacién histéico 'y poltca muy convulsionada como la que se dio en Amézica Latina desde ines ‘de la década del 60 basta los 808 183 —

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