lo llevamos a sendos tribunales, para dictar sentencias criminales, y en ellos las crueles culpas quedan, en los archivos de las viles causas, y nos conformamos con las plegarias, o en el pensamiento del recuerdo, sin poder elaborar los remedios, en el quirfano de la realidad, si, as estamos inertes al presente, ignorantes del mejor proceder, eternas boyas de algo que se fue, sonremos, lloramos, vivimos, mientras las grietas de las paredes, y la pintura descascarada de la pared, nos vuelve a las cicatrices, a los traumas momificados , a los giros inesperados del destino, al abandono de las esperanzas, como las arrugas de la piel, en silencio rebotan los deseos, en una cuenta regresiva al olvido, y all despierta la tristeza, esa que detiene los relojes, porque la pena de la extincin, cuando los abuelos se deterioran, cuando los padres se enferman, y la distancia ahoga la mano oportuna, entonces, el tiempo es el culpable, lo dejamos pasar y se lleva la vida, lo olvidamos y nos recoge sin aviso, el tiempo a veces sana, es cierto, invisiblemente a lo invisible, y continu su viaje pasajero, inculcando reflexin oportuna, sobrellevando sus culpas, destellando nostalgias eternas.
Huellas del tiempo pertenece a las poesas de trasnoche.
Rodrigo Carrasco Casanova (no usa seudnimo) 10 de Noviembre 2014 02:56 a.m.