Hace apenas cuatro aos se celebr el centenario de la Residencia de Estudiantes, una de las puntas de lanza de la Junta de Ampliacin de Estudios, la JAE, que fue una herramienta milagrosa para poner al da la Ciencia en Espaa. Se vivi lo que no haba forma de exagerar: la edad de plata de la cultura espaola. En 1939, la JAE y todo lo que tena que ver con ella fue desarbolado. Hombres y mujeres, los mejores que haba en el pas, fueron expulsados al exilio, emparedados, o fusilados contra las tapias de los ms diversos cementerios. La tarea se hizo con eficiencia. La encabez un tipo llamado Jos Ibez Martn, entonces ministro de Educacin, que asumi la responsabilidad de presidir el Consejo Superior de Investigaciones Cientficas (CSIC), que agrup todo lo que la JAE haba supuesto. Con una mxima de hierro: la ciencia espaola tena que ser catlica. Algo difcil para explicrselo a un tomo, por ejemplo. Pero as eran las cosas. Mientras Ibez atenda su herclea tarea, que complementaba con la depuracin de los maestros no franquistas (casi todos), en el CSIC crecan los meapilas del Opus Dei y se hacan con todo. Hace 75 aos de eso. Y resulta que lo vamos a celebrar. No a conmemorar, sino a celebrar. Como algunos celebran el inicio del golpe de Estado franquista, y su victoria de 1939, de la que es parte esto. Ya est en ello el presidente, Emilio Lora Tamayo, un fsico que est administrando la agona terminal de la institucin, que ha vuelto a ser colonizada por hombres y mujeres que piensan que el tomo debe ser catlico. Celebremos 1939, el ao en que la ciencia fue barrida de Espaa, el ao en que tuvo que hacerse catlica como todo lo dems. Un milagro.