Un dia se paseaba Alvaro Uribe , por una Calle de Caracas y al pasar
frente a una estatua del Libertador Simon Bolivar, observ que esta le haca seas invitndole a que se acercara.
Uribe, como buen Bolivariano que s, se acerc y le pregunt:
En que le puedo servir seor Libertador?
Yo s que usted es el Presidente de Colombia y tambin s que hasta esta fecha se ha desempeado a las mil maravillas. Tambien s que usted posee los caballos ms finos y de mejor estampa, este palomo que monto desde hace tantos aos ya est cansado y requiere un relevo. me hara usted el favor, seor Presidente, de obsequiarme un caballo de los suyos?
Con mucho gusto seor Libertador, es para mi un honor muy grande que usted monte uno de mis caballos. Salgo inmediatamente por su encargo. Uribe sali Cual potro en febril disputa".
En el camino se encontr con Chvez y le cont:
Como te parece, hombre... que me acaba de pedir el Libertador Simon Bolivar un caballo de los que pastan en mi hacienda de Montera para montarlo, pues cree que su palomo ya est cansado..
Chvez, con un poco de celos respondi: eso no puede ser Uribe, este debe ser otro de los muchos montajes que tu me haces para desprestigiar mi gobierno. Venga, vamos juntos hasta la estatua y ver como le compruebo su ultima patraa.
Marcharon los dos presidentes, cogidos de la mano, hasta la estatua del Libertador, y cuando estaban cerca, el libertador exclam: