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Después de un fuerte y duro verano le damos la bienvenida a una temporada más refrescante
“Otoño”. Tiempo para refleccionar y enumerar las bendiciones de Dios en nuestras vidas en este
año 2009. Disfrutemos de la preciosa creación de Dios y alabemos su precioso nombre en esta
estación y demos gracias de corazón por un año más de vida. DÍA DE
ACCIÓN DE
El otoño de 1621 fueron recolectadas generosas cosechas de grano, cebada, frijoles y
calabazas. Los peregrinos, como muestra de agradecimiento religioso, organizaron un festín,
denominado históricamente así: The America’s First Thanksgiving. Los “peregrinos” invitaron al
Gran Jefe y a 90 indios de su tribu Wampanoag.
GRACIAS
Los indios llevaron carne de ciervo para ser asada y pavos. Los peregrinos habían aprendido
cómo cocinar los arándanos y prepararon las diferentes clases de grano sobre vajillas
desconocidas para los indígenas.
En los siguientes años, muchos de los peregrinos originales celebraron la cosecha de otoño
con un banquete de gracias (thanksgiving). MIAMI, NOVIEMBRE 26 DEL 2009
Después de que Estados Unidos consiguiera la independencia, el Congreso recomendó un día
anual de acción de gracias para que la nación entera se divirtiese. George Washington sugirió la
fecha el 26 de noviembre como Día de Acción de Gracias (Thanksgiving day). Pero no sería hasta
1863 cuando, al final de una guerra civil larga y sangrienta, Abraham Lincoln pidiera a todos los
Americanos festejar el último jueves de noviembre como el Día de Acción de Gracias.
Thanksgiving o Acción de Gracias es una fecha para compartir bendiciones y buenos deseos
con la familia y los seres más cercanos. A pesar de las distancias tan grandes existentes entre
territorios de Estados Unidos, los miembros de familia se reúnen en el hogar del pariente de más
edad, el más veterano, generalmente los abuelos. Todos reunidos dan gracias por todo lo bueno
que tienen y piden bendiciones juntos para los suyos. En este espíritu celebremos en este otoño
2009 Acción de Gracias con nuestros hermanos y familiares queridos.
Bendecid
Preferiríamos tener los dones que les das a otros que los que provees para nosotros. Preferiríamos
que Tú nos sirvieras en vez de servirte nosotros. Perdona nuestra falta de gratitud por todo lo que
nos das». «Nuestros reyes, nuestros príncipes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no
pusieron por obra tu ley. Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra
espaciosa y fértil que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas
obras» (Nehemías 9:34-35). Señor: Perdona nuestra falta de gratitud por todo lo que nos das.
Señor
BENDICE A OTROS
al
“Bendecidos con toda Bendición Espiritual, en Él” (Ef. 1:3)
Cuando alguien te dice “Que Dios te Bendiga” No sólo te está deseando lo mejor para Ti, sino
que también está actuando en favor suyo. Cuando bendecimos a alguien atraemos el favor de
Dios hacia nosotros.
El efecto de la bendeción es multiplicador, ya que es dado por Dios a sus hijos. La bendición
invoca el apoyo activo de Dios para la persona, habla de agradecimiento, confianza, prosperidad
y felicidad en las personas que reciben buenos deseos de nuestra parte.
La bendición comienza en el hogar, en las relaciones de padres e hijos.
Los niños que reciben el regalo de la bendición de parte de sus padres, tienen un buen comienzo
espiritual y emocional en la vida. Reciben un firme fundamento de amor y aceptación.
Este pricipio también se aplica a la íntima relación de pareja. Las amistades se fortalecen
La hermandad en la Iglesia se incrementa trayendo compañerismo, sanidad y esperanza a
muchos que nunca han recibido una palabra de bendición.
hoy y siempre
El poder de la vida está en la Palabra. Al bendecir a otros se otorga vida, no sólo a la persona
que recibe la bendición sino también al que la da.
“Por eso hoy te bendigo. Mi bendición va para ti. Porque al bendecirte de todo corazón me
bendigo a mí mismo.”
Reparte bendiciones donde quiera que vayas, no sólo de palabras sino con hechos. Ellas
volverán a ti, cuando menos lo esperes.
Por lo general la persona que vive en la presencia de Dios, amándole y obedeciéndole, goza de
la bendición divina siempre. QUE DIOS TE BENDIGA.