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gos, había dejado un manual de do sus lágrimas. Inmediatamen-
Aranzadi con su nombre en la te, llamó a la floristería y pidió
p o rtada Legislación sobre Vio- un ramo de flores para Malgor-
lencia de Género.
Ambas se besaron, se abraza-
¿Por qué nunca se zata. Quería que se sintiera espe-
cial. La tarjeta decía: “Estas flo-
ron y se preguntaron por sus vi- habla de las mujeres que res son para celebrar tu vida y tu
das sin soltarse las manos. Mal- esfuerzo”.
gorzata es, al fin, feliz. Tiene consiguen superar Años atrás, la abogada tam-
trabajo y su ex marido sigue in- bién agradeció su vida a Pedro
tentando molestarla, pero ya des- el maltrato, salir de Z e ro l o. Pedro, antes de dedicarse
de su país. El juez acordó la sus- por completo a la política, ejer-
titución de la pena priva t iva de la de violencia? cía como abogado y asistió un
libertad por la expulsión de Es- domingo por la tarde a una vícti-
paña. miedo hoy son de satisfa c c i ó n , ma recién amenazada de muerte
La abogada se sentía orgullo- de felicidad y de agradecimiento y temblorosa. Le marcó todas las
sa de la que fuera su clienta. Se mutuo. pautas para garantizar su seg u r i-
habían cumplido todos los dese- La camarera se giró hacia el dad y la llamaba continuamente,
os que tenía para ella, había re- hombre sentado en la mesa y le con una gran preocupación.
cuperado su autonomía personal dijo: “Perdone, pero ella me sal- Cuando ella, después de mu-
y estaba trabajando contenta. vó la vida” y, mirando de nuevo cho tiempo, muchas lágrimas,
Durante semanas se levantó con a la abogada, se le quebró la vo z mucho miedo y mucho esfuerzo,
miedo de recibir la noticia de su y le dijo: “Te debo la vida. Si no consiguió ser una ex víctima, la
muerte. La situación de riesgo hubiera sido por ti, estaría muer- vida le dio la oportunidad de es-
fue gravísima y la autoestima de ta”. Con la voz rota también, la cribir sobre Pedro en el prólogo
Malgorzata, aniquilada y casi jurista respondió: “Te la debes a de un libro: “…Si digo que a Pe-
inexistente, se abría paso ya, ha- ti. Yo solamente estuve contigo”. dro le debo la vida, quienes lean
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consecuencias que aquello po- sultos, coacciones y/o golpes.
dría tener, reconoció que fue víc- Ellas, pese a tener el mejor
tima en su día, y que había con- testimonio de que las leyes, las
s eguido desvincularse de su
agresor y superar el miedo y se
Es preciso reconocer instituciones y la sociedad triun-
fan en muchos casos frente a la
lo agradeció a Ana Isabel, la pri- el esfuerzo, la valentía, violencia, no forman parte de las
mera fiscal que conoció su caso. estadísticas. Afortunadamente,
Cuando la letrada tuvo que la fuerza y el amor de no viven aisladas ni llevan una
denunciar, fue llevada a Fi s c a l í a marca para distinguirlas. Proba-
de Plaza de Castilla por otras todas las mujeres que blemente, tengan ustedes a algu-
a b ogadas que habían escuchado nas cerca. Y son el exponente de
las últimas amenazas. Ella re- construyen una vida digna que de la violencia de género “se
cuerda las ga fas fucsias de Ana puede salir” y de que los avances
Isabel y las palabras de apoyo . aquellas que están intentando sa- normativos tienen éxito.
Sin aquellas palabras, no habría lir de su situación y sufren las Son mujeres que han librado
podido denunciar y, probabl e- dificultades, a aquellas mujeres una difícil batalla y la han ga n a-
mente, estaría muerta. que sufren en silencio durmien- do, aun dejando muchas cosas en
A f o rtunadamente, hoy Mal- do con sus agresores, no quiero el camino. Son ganadoras y pro-
gorzata y la abogada son ex víc- olvidarme de las ex víctimas. bablemente, tengan una sonrisa
timas. Viven felices como mu- Por eso, este 25 de noviem- fácil. La sonrisa que te da va l o-
chas otras mujeres que en su día bre, quiero reconocer el esfuer- rar la libertad cuando has vivido
sufrieron violencia de género. Si zo, la valentía, la fuerza, el opti- sin ella.
bien este 25 de noviembre, Día mismo, el amor, la grandeza de Para todas esas mujeres, mi
Internacional de la Eliminación todas aquellas mujeres que, de más sincera enhorabuena y mi
de la Violencia contra las Muje- las ruinas de su vida constru ye- admiración más absoluta. Siga-
res, tenemos que recordar a las ron una existencia digna y sin mos trabajando para que ese gru-
mujeres asesinadas, a todas gritos, amenazas, vejaciones, in- po sea mucho mayo r.