Las adversidades que enfrentó Juárez a lo largo de su vida política invadieron
también su ámbito familiar.
Sin embargo, al infortunio propio opuso sólidos preceptos de acción personal.
Sus claros y definidos ideales se reflejaron en comportamientos privados y
anudaron entrañables relaciones filiales.
La fuerza de sus principios arraigó en su mundo más cercano, y encontró cabal
respuesta en la conducta de una mujer admirable: Margarita Maza.
Esposa solidaria y comprensiva, sostuvo y construyó su hogar en medio de los
más duros reveses dentro de los contornos de una estrecha sencillez republicana y una clara identificación con sus ideales por los que luchó sus esposo.
Doña Margarita rechazó cualquier licitación que la vida de su prominente marido
podría haber justificado.
Voluntariamente alejada de las intrigas y distante de la adulación política y aún
ajena al estruendo del triunfo, esta mujer singular, de naturaleza modesta y discreta condujo con ternura, generosidad y fortaleza a su familia hasta el final de sus días.
Copiado en el museo- Recinto de Don Benito Juárez en Palacio Nacional