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` M stín de Hipona fe el más rande de los padres de la i lesia
latina. Nació el 13 de noviembre de 354 d.C., en la cidad de
Ta aste, qe actalmente se llama SoMras y pertenece a
Mr elia. M stín recibió na edcación qe lo izo sabio en
retórica y ramática. Conoció a profndidad a los randes
pensadores de las cltras rie a y romana. Fe profesor de
retórica y a los treinta años de edad se convirtió al catolicismo.
Once años más tarde, por aclamación poplar fe ordenado
sacerdote y en el año 395 es consa rado obispo de Hipona. S
vida la dedicó a enseñar, a investi ar, a escribir. Creó na obra
fecnda, qe lo llevó a ser el más importante maestro de la
i lesia primitiva. S ori inalidad, niversalidad y creatividad de
ideas acen qe s pensamiento si a siendo valioso para
nosotros. Por ss méritos fe canonizado por la I lesia qe lo
centa entre ss más randes santos y padres.
C
` "a relación de los primeros pensadores cristianos con la filosofía fe
compleja. Mientras nos mostraron s ostilidad acia la filosofía,
considerándola enemi a de la fe, otros vieron en la filosofía n arma
para defender con la razón ss creencias reli iosas. "as características
de la filosofía rie a, qe los latinos no acen sino se ir, no permitían
espera na fácil síntesis entre ambas. El planteamiento rie o del tema
de Dios, por ejemplo, se limitaba a s interpretación como inteli encia
ordenadora, como casa final, o como razón cósmica, tal como aparece
en Mnaxá oras, Mristóteles y los estoicos, respectivamente. "os
cristianos, sin embar o, por Dios entenderán n ser providente,
preocpado por los asntos manos; n ser encarnado, qe adopta la
apariencia mana con todas ss consecencias; n ser creador,
omnipotente, único, pero también paternal. Y reslta difícil, por no decir
imposible, encontrar tal visión de Dios en nin ún filósofo rie o.
` los pensadores cristianos encentran con el platonismo (y con el
neoplatonismo, pero también con al nas teorías estoicas) al nas
coincidencias qe les animan a inspirarse en dica corriente filosófica
para jstificar, defender, o simplemente comprender s fe.
No ay na distinción clara entre razón y fe en la obra de San M stín, lo qe
marcará el discrrir de todo s pensamiento. Existe na sola verdad, la
revelada por la reli ión, y la razón pede contribir a conocerla mejor. "Cree
para comprender", nos dice, en na clara expresión de predominio de la fe;
sin la creencia en los do mas de la fe no podremos lle ar a comprender la
verdad, Dios y todo lo creado por Dios (la sabidría de los anti os no sería
para él más qe i norancia); "comprende para creer", en clara alsión al
papel sbsidiario, pero necesario, de la razón como instrmento de
aclaración de la fe: la fe pede y debe apoyarse en el discrso racional ya
qe, correctamente tilizado, no pede estar en desacerdo con la fe,
afianzando el valor de ésta. Esta vinclación profnda entre la razón y la fe
será na característica de la filosofía cristiana posterior asta la neva
interpretación de la relación entre ambas aportada por santo Tomás de
Mqino, y spone na clara dependencia de la filosofía respecto a la teolo ía.
Mnqe sin lle ar a elaborar na teoría del conocimiento San M stín se ocpará
del problema del conocimiento, tratando de establecer las condiciones en las
qe se pede dar el conocimiento de la verdad, se ún el ideal cristiano de la
búsqeda de Cristo y la sabidría
El conocimiento sensible es el
rado más bajo de conocimiento
el conocimiento racional, a s vez, y, anqe realizado por el alma,
podrá ser inferior y sperior. los sentidos son ss
instrmentos
(si Dios es la sma Bondad ¿por qé lo permite?) la solción se alejará del
platonismo, para qien el mal era asimilado a la i norancia, tanto como
del maniqeísmo, para qien el mal era na cierta forma de ser qe se
oponía al bien; para San M stín el mal no es na forma de ser, sino s
privación; no es al o positivo, sino ne ativo: carencia de ser, noser. Todo
lo creado es beno, ya qe el ser y el bien se identifican.
` racias a la ley de Dios todo tiene orden y sentido. "a paz es
resltado de se ir la ley natral divina. Cando ay concordia
entre los sentimientos, el conocimiento y la acción, ay paz en el
corazón mano. Cando ay na debida concordia entre los
cidadanos, la paz reina en la cidad.
` El ser mano se aya amenazado por la corrpción de la
natraleza qe lo inclina al mal; en cambio, la racia de Dios lo
lleva al bien. Para San M stín el desorden y la rina de las
cidades se deben a qe los seres manos acen mal so de la
libertad. Se dejan llevar por el or llo, el instinto, el sentimiento
de atosficiencia, por atenerse a ss propias re las, sin observar
la ley de Dios.
` "a istoria de la manidad, se ún San M stín, a sido la eterna
dispta entre la cidad de los ombres y la cidad de Dios. En
esta última se observa el bien, el amor entre las personas, la
solidaridad, porqe ay piedad, obediencia a los valores del
Evan elio.
` Para salvarnos de la rina personal y social, propone San M stín,
volvernos a la vida de Dios. Hacerlo al o vivo en nestro corazón
y en nestro trato con los demás. Msí reinarán el amor y la
verdad, qe es el mejor so qe podemos dar a nestra libertad.
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` San M stín a dejado na obra inmensa de la qe citamos a
continación al nos de ss títlos más si nificativos.