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"Un rincn para los dos.

"

No pude contar todos los lunares, estaba oscuro y me perd. SI! Me perd en ella en su cintura que es un
crimen que no puede evitar cometer, su espalda es un camino que no pude evitar tomar, dibujando figuras
sin sentido con las yemas de mis dedos, jugando con su piel tan suave y de un olor dulce que envolva toda
esa atmsfera con su aroma, por primera vez en mucho tiempo pude apreciar esa belleza de cerca y no solo
apreciarla si no sentirla. Mi mirada se perda en cada poro de ella en cada sonrisa sincera y traviesa que me
regalaba, en cada beso y suspiro que los dos nos dimos, en ese momento no tuve miedo, no hubo fro, ni
calor en ese momento solo importbamos nosotros perdidos en un mundo que apenas se estaba creando un
mundo que siempre vamos a recordar porque all solo all fuimos ella y yo.

Me sumerg en un sueo profundo, que me hizo soar todo eso pero dude, porque pens que todo era
producto de mi imaginacin que nunca paso, sent un vaco inmenso un abismo de soledad al pensar que
ella no est. Despert enfadado conmigo pensando hasta donde era capaz de llegar mi mente, no puse
atencin en nada solo estaba en batalla con mi mente repitindome -jams paso-, gire para dormir un poco
ms y all estaba ella con su silueta encantadora y muy bien formada, la recorr con la mirada, observando
como dorma me quede en silencio mirndola no pude dormir ms y no quise hacerlo, solo quera guardar
esa imagen para m, Apreciando nuevamente esa belleza, recordando que todo lo que paso no fue una
mentira si una gran realidad, se movi para acomodarse y yo solo la miraba divertido me perd
completamente en ella.

El tiempo paso muy rpido, me acerque a su odio y susurre Es hora de partir- abri los ojos por un
segundo y me dio el mejor regalo que pude recibir una sonrisa radiante de saber que yo estaba all.

Eduardo Snchez.

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