La burocracia, incluida la revolucionaria, olvida con demasiada facilidad
que el proletariado no es slo un objeto, sino tambin un sujeto de la polticaLos obreros no son arcilla en manos del alfarero. (los obreros)Odiando y despreciando a los nais, est!n inclinados, no obstante, menos que nada a volver a la poltica que les condujo a las "arras de #itler. Los obreros se sien$ ten en"a%ados y traicionados por su propia direccin. &o saben qu 'ay que 'acer, pero saben lo que no 'ay que 'acer. (st!n indeciblemente afli"idos, y quieren romper el crculo vicioso de confusin, amenaas, mentiras y fanfarronera, para desviarse, sumer"irse, esperar que la tormenta los "olpee, apoyarse en la necesidad de decidir sobre las cuestiones que tienen tras ellos. &ecesitan tiempo para curar las 'eridas de la desilusin. (l nombre "eneraliado de este estado es indiferencia poltica. Las masas caen en una pasividad irascible. )na parte, y no peque%a, encuentra cobijo en las or"aniaciones fascistas. (LA LUCHA CONTRA EL FASCISMO, 366-7