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COMO YO

Mi hijo, hace poco llego a este mundo de manera normal. Pero yo


tenía que trabajar, tenia tantos compromisos…
Mi hijo aprendió a comer cuando menos lo esperaba.
Comenzó a hablar cuando yo no estaba
Mi hijo, a medida que crecía, me decía:
-papi, algún día seré como tú. ¿Cuándo regresas a casa?
-No lo se, pero cuando regrese jugaremos juntos…ya lo veras.
Mi hijo cumplió 10 años hace pocos días y me dijo gracias papá.
¿Quieres jugar conmigo?
-Hoy no hijo, tengo mucho que hacer.
-esta bien, papá, otro días será.
Se fue sonriendo y siempre en sus labios las palabras:
-Yo quiero ser como tú. ¿Cuándo regresas a casa, papá?
-No lo sé, pero cuando regrese jugaremos juntos… ya lo verás.
Mi hijo regreso de la universidad el otro día, hecho un hombre.
-Hijito estoy orgulloso de ti. Siéntate y hablemos un poco.
-Hoy no, papá, tengo compromisos… Por favor, préstame tu
coche para ir a visitar a algunos amigos.
Ya me jubile y mi hijo vive en otro lugar. Hoy lo llame:
-Hola, hijo, quiero verte.
-Me encantaría, papá, pero no tengo tiempo…tú sabes, el trabajo,
los niños. Sin embargo, gracias por llamar; fue increíble escuchar
tu voz.
Al colgar el teléfono me di cuenta de que mi hijo había cumplido su
deseo: era exactamente como yo.

¿Quieres que tus hijos sean como tú?


Mayonesa y café

Cuando las cosas en la vida parecen demasiado, y si 24 horas al día


no son suficientes, recuerda el frasco de mayonesa y el café.

Un profesor, delante de su clase de filosofía, sin decir palabras, tomo


un frasco grande y vació de mayonesa y procedió a llenarlos con
pelotas de golf.

Luego, les pregunto a sus estudiantes que si el frasco estaba lleno.


Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que “si”.

Así que el maestro tomo una caja llena de canicas y la vació dentro
del frasco. Por su puesto, por su puesto la arena lleno los espacios
vacíos y el profesor cuestiono nuevamente si el frasco estaba lleno.
En esta ocasión los estudiantes respondieron con un “si” únicamente.

Enseguida el profesor agrego dos tazas de café al contenido del


frasco, y efectivamente lleno todos los espacios vacíos entre la arena.

Los estudiantes reían en esta ocasión.

Cuando la risa se apagaba, el maestro comentó: “quiero que se den


cuenta de que este frasco representa la vida”.

Las pelotas de golf son las cosas importantes como dios, la familia,
los hijos, la salud, los amigos, las cosas que te apasionan. Son las
cosas que incluso todo lo demás lo perdiéramos y solo estas
quedaran, nuestra vidas aun estarían llenas las canicas son las otras
cosas que importan, como el trabajo, la casa, el carro, etcétera. La
arena es todo lo demás, las pequeñas cosas.

“Si primero ponemos la arena en el frasco, no habría espacio para las


canicas ni para las pelotas de golf. Lo mismo ocurre con la vida. Si
gastamos nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nuca
tendremos lugar para las que realmente son importantes. Prestar
atención a las cosas que son cruciales para tu felicidad. Juega con tus
hijos, tomate tiempo para asistir al doctor, ve con tu pareja a cenar,
practica tu deporte o afición favorita. Siempre habrá tiempo para
limpiar la casa y repara la llave del agua. Ocúpate de las pelo0tas de
golf primero, de las cosas que realmente importan.

Establece tus prioridades, el resto es sólo arena.

Uno de los estudiantes levanto la mano y pregunto que representaba


el café.

El profesor sonrió y dijo: “Que bueno que lo preguntas. Solo es para


demostrarles que no importan cuan ocupada tu vida pueda parecer,
siempre hay lugar para un par de tazas de café con un buen amigo”.
EL PORTERO DE LA CANTINA

No había peor oficio en el pueblo que ser portero de la cantina. Pero,


¿Qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había
aprendido a leer ni escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.

Un buen día, se hizo cargo de la cantina un joven con muchas


inquietudes, muy creativo y emprendedor, que decidió modernizar el
negocio. Hizo algunos cambios y cito al personal para darle nuevas
instrucciones. Al portero, le dijo:

-A partir de hoy, usted, además de estar en la puerta, va preparar


un reporte semanal donde se registrara la cantidad de personas
que entran y anotara sus comentarios y recomendaciones sobre al
servicio.

-Me encantaría complacerlo, señor, pero no se leer ni escribir.

-¿Cómo? Cuanto los siento. Tendré que prescindir de sus


servicios.

Sin más, el portero se dio la vuelta y se fue, pero sintió que el mundo
se le derrumbaba. ¿Qué hacer? De pronto, recordó que en la cantina,
cuando se rompía una silla o se arruinaba una mesa, él lograba hacer
un arreglo sencillo y provisorio. Entonces pensó que parte del dinero
de indemnización lo usaría para comprar una caja de herramientas
completa como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos
días en mula para ir al poblado más cercano a realizar la compra, y
emprendió la marcha. A su regreso, un vecino llamo a su puerta:

-Buenos días, vengo a ver si tiene un martillo que me preste.

-Si lo acabo de comprar, pero no lo necesito para trabajar…como me


quede sin empleo…

-Bueno pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.


-Esta bien
A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino toco la
puerta y le dijo:
-Mire, todavía necesito el martillo. ¿Por que no me lo vende?

-¡No puedo!, pues lo requiero para trabajar. Además la ferretería esta


a dos días en mula.

-Hagamos un trato, el dijo el vecino. Yo le pagare los días de ida y


vuelta más el precio del martillo, total, usted esta sin trabajar.
¿Qué le parece?

Realmente, realmente esto le daba trabajo por 4 días y acepto. Así


que partió en su mula, y a su regreso, otro vecino lo esperaba en la
puerta de su casa.

-¡Hola, vecino!, ¿usted le vendió un martillo a nuestro amigo?,


vengo a decirle que yo necesito unas herramientas y estoy
dispuesto a pagarle sus cuatro días de traslado, más una pequeña
ganancia…es que no dispongo de tiempo para el viaje.

El ex portero abrió su caja de herramientas su caja de herramientas y


el vecino eligió unas pinzas, un destornillador, un martillo y un
cincel. Le pago y se fue.

Recordaba las palabras escuchadas: “No dispongo de 4 días para ir a


comprar”.

Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que el trajera


herramientas. En el día siguiente, arriesgo un poco de dinero trayendo
más herramientas que las que había vendido. De paso podría ahorrar
algún tiempo yendo y viniendo. La voz empezó acorrerse por todo el
barrio y muchos quisieron evitarse el recorrido. Una vez por semana
el ahora vendedor de herramientas, viajaba y compraba lo que
necesitaban sus clientes. Con el tiempo alquilo un galpón (una
especia de cobertizo) para almacenar las herramientas. Semanas
después, adapto una vidriera y el galpón se transformo en la primera
ferretería del pueblo. Todos estaban contentos y compraban en su
negocio. Para entonces, el ya no viajaba, pues los fabricantes le
enviaban sus pedidos, por que era un buen cliente. Un día se le
ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricarle las cabezas de los
martillo. Y luego, ¿Por qué no?, las tenazas… las pinzas…los
cinceles…y hasta los clavos y tornillos. En 10 años, aquel hombre se
volvió millonario como fabricante de herramientas. Ya que con su
trabajo obtuvo mucho dinero, decidió donar una escuela a su pueblo.
En ella, además de leer y escribir, se enseñarían las artes y oficios
más prácticos de época. Durante la inauguración de la misma, el
alcalde le entrego las llaves de la ciudad, lo abrazo y le dijo:

-Con gran orgullo y gratitud le pedimos nos conceda el honor de


poner su firma en la primera hoja de libro de actas de esta escuela.

-El honor seria para mí, dijo el hombre. Nada me gustaría más que
firmar ahí, pero no se leer ni escribir. Soy analfabeta.

-¿usted analfeta?, ¿construyo un imperio industrial sin saber leer


ni escribir? ¡Estoy asombrado! Me pregunto, ¿Qué habría sido de
usted si hubiera aprendido a leer y escribir?

-Y el respondió con calma: “si yo hubiera sabido leer y escribir… aún


seria el portero de la cantina”.

Moraleja:
Generalmente, los cambios son vistos
como adversidades, pero las adversidades
encierran bendiciones. Las crisis están llenas
de oportunidades, y cambiar puede ser tu mejor opción

“Una pata en el trasero siempre implica un paso hacia delante”


LA MADRE, LA MEJOR OBRA DE DIOS.

Dios, que estaba muy ocupado creando a las madres. Llevaba seis
días trabajando horas extraordinarias. Cuando un ángel se le presento
y dijo:

“Te afanas demasiado. Señor”.

Y el señor repuso:

“¿Acaso no has leído las especificaciones que debe de llenar el


pedido? Esta criatura tiene un ser lavable de pies a cabeza. Pero sin
ser de plástico: llevar 180 piezas móviles. Todas reemplazables:
funcionar a base de café negro y de las sobras de la comida: poseer
un regazo que desaparezca cuando se ponga de pie; un beso de curar
todo, desde una pierna rota hasta un amor frustrado, y seis pares de
mano…”

Y el ángel confundido, observo

“¿Seis pares de manos?, eso es imposible”.

“El problema no son las manos –agrego el señor-. Si no los tres pares
de ojos”.

“¿y eso es para modelo normal?”, inquirió el ángel.

El creador asintió:

“Uno para ver a través de las puertas siempre que pregunte: ‘¡niños!.
¿Qué estas haciendo ahí dentro?’ Aunque lo sepa muy bien. Otro
detrás de la cabeza, para ver lo que mas valiera ignorar pero que
precisa saber. Y desde luego, los de adelante. Para mirar a un niño en
apuros y decirte sin pronunciar siquiera una palabra: ‘ya entiendo
hijo, te quiero mucho’’’.
El ángel le tiro de la manga y le advirtió:

“Vale mas que te vallas a la cama, Señor. Mañana será otro día…”
“No puedo –respondió-: además, me falta poco. Ya hice un que se
cura sola cuando se enferma: que es capaz de alimentar a una familia
de seis personas con solo medio kilo de carne molida y persuadir a un
chiquillo de nueve años para que se este quieto cuando se baña”.

Lentamente, el ángel dio la vuelta en torno a uno de los modelos


maternales.

“Me parece demasiado delicada”, comento con un suspiro.

“¡Pero es muy resistente! –Aseguro Dios emocionado-, no tiene idea


de lo que es capaz de hacer y sobrellevar”.

“¿Podrá pensar?”, pregunto.

“Claro. Y razonar y transigir”, dijo el señor.

Por ultimo, el ángel se inclino y paso a paso un dedo por la mejilla


del modelo.

“¡Tiene una fuga!”

Y dios le dijo: “no es una fuga, es una lagrima”.

“¿Y para que sirve?”

“para expresar gozo, desengaño, pesadumbre. Soledad y orgullo”.

“Eres un genio, señor”, comento el ángel.

Y dios con un perfil de tristeza. Observo y aseguro:

“Yo no se la puse”.
EL TRIPLE FILTRO DE SÓCRATES

En al antigua Grecia, Sócrates fue famoso por la sabiduría y el gran


respeto que profesaba a todos. Un día, un conocido se encontró con el
filósofo y le dijo:
-¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
“Espera un minuto -replico Sócrates-. Antes de decirme nada,
quisiera que pasaras a una pequeña prueba. Lo llamo el examen del
triple filtro”.
-¿Triple filtro?
“Correcto –continuo Sócrates-. Antes de que hables sobre mi amigo,
puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que me vas a decir. Es
por eso que los llamo el examen del triple filtro. El primero es la
verdad. ¿Estas absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es
cierto?”
-No, dijo el hombre, realmente escuché sobre eso y…
“Bien -respondió Sócrates-. Entonces no sabes si es cierto o no. ahora
permíteme aplicar el segundo filtro, el de la bondad. ¿Es algo bueno
lo que vas a decirme de mi amigo?”
-No, por lo contrario…
“Entonces deseas decirme algo malo sobre el, pero no estas seguro de
que sea cierto. Aun así podría querer escucharlo por que queda un
filtro, el de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme
de mi amigo?”
-No, la verdad es que no…
“Bien -concluyo Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni
bueno, ni útil, ¿para que quiero saberlo?”

Usa este triple filtro cada vez que


oigas comentarios sobre alguno de
tus amigos cercanos y queridos…
LA ESPOSA DE DIOS

Un niño de 10 años estaba parado frente a una tienda de zapatos en el


camino, descalzo, apuntando a través de la ventana y temblando de
frío. Una señora se acercó al niño y le dijo:

-Mi pequeño amigo, ¿Qué estas mirando con tanto interés en esa
ventana?

-Le estaba pidiendo a Dios que me diera unos zapatos, fue la


respuesta del niño.

La señora lo tomo de la mano y lo llevó adentro de la tienda, le pidió


al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el
niño. Pregunto si podría darle un recipiente con agua y una toalla. El
empleado rápidamente le trajo lo que pidió. Ella se llevó al niño a la
parte trasera de la tienda, se quito los guantes, le lavo los pies y se los
secó con la toalla. Para entonces, el empleado llego con los
calcetines. La señora le puso un par al pequeño y le compro unos
zapatos. Junto el resto de pares de calcetines y se los dio. Ella lo
acaricio en la cabeza y le dijo:

-No hay duda, pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora.

Mientras ella daba la vuelta para irse, el niño la alcanzo de la mano


mirándola con lágrimas en los ojos y le pregunto.

-¿Es usted la esposa de Dios?


“HAY MAS BENDICIÓN EN DAR…”

A David, su hermano le dio un automóvil como regalo. Un día,


cuando salio de su oficina, un niño de la calle estaba caminando el
rededor del brillante coche nuevo, admirándolo.“¿Éste es su auto,
señor?”, pregunto. David afirmo con la cabeza y dijo: “mi hermano
me lo regalo”. El niño estaba asombrado “¿Quiere decir que su
hermano se lo regalo y a usted no le costo nada? Vaya me
gustaría…”, titubeo el pequeño. Desde luego, David sabía lo que el
niño iba a decir, que le gustaría tener un hermano así, pero lo que
realmente comento lo estremeció de pies a cabeza. “Me gustaría
-prosiguió el niño- poder ser un hermano así”.David miro al niño
con asombro e impulsivamente añadió: “¿te gustaría dar una vuelta en
mi coche?” “¡Oh, si!, eso me encantaría”, respondió. Después de
un corto paseo, el niño volteo y, con los ojos chispeantes, dijo:
“Señor…¿no le importaría que pasáramos frente a mi
casa?”David sonrió, creía saber lo que el muchacho deseaba. Quería
mostrarles a sus vecinos que podía llegar a su casa en un gran
automóvil, pero de nuevo, David estaba equivocado. “¿Se puede
detener donde están esos dos escalones?”, le pidió el niño. Subió
corriendo, y al poco rato David escucho que regresaba, pero no
venia rápido. Llevaba consigo a su hermanito lisiado. Lo sentó en
el primer escalón, entonces le señalo hacía el coche. “¿Lo ves
Juan? Allí está, tal como te lo dije, allí arriba. Su hermano se lo
regalo y a el no le costo ni un centavo, y algún día yo te voy a
regalar uno igualito…Entonces podrás ver por ti mismo todas las
cosas bonitas de los escaparates de las que he estado tratando de
contarte”. David bajo del coche y subió al muchacho enfermo al
asiento delantero. El hermano mayor, con los ojos radiantes, se subió
atrás de el y los tres comenzaron un paseo memorable. Ese día, David
comprendió lo que dios quería decir con: “hay mas bendición en
dar…” y no olvides: Dar vidas a otras vidas… Dar esperanza…
Tampoco te olvides de transmitir los valores fundamentales.

Somos lo que pensamos.


Somos lo que decidimos ser.
HACER EL AMOR

Me encontraba haciendo el amor con una mujer bellísima, realmente


bella. No podía haber encontrado feminidad más exquisita, pues su
respuesta al acto de amor era intensa, encendía mi naturaleza de
hombre. Tocarla, sentir sus besos, hinchaba mi corazón de alegría, al
tiempo que mi cuerpo estallaba en placer. En verdad esa mujer era
hermosa, muy hermosa.

Ella tenia una cicatriz de 50 centímetros, precisamente donde antes


hubo un voluptuoso busto. Su espalda y su pecho presentaban
profundas quemaduras negras, imposibles de ignorar en su blanca
piel; su cutis lucia pálido, seco, cansado, no tenía ni cabellos ni cejas.

Esa mujer era mi esposa, llevaba dos años con cáncer de mama, y
había estado sometida a intensas cesiones de quimioterapia que le
habían echo perder el cabello y secado la piel; la radiaciones que
recibió le habían quemado su de por si maltrecho cuerpo y tuvieron
que mutilarle la parte izquierda de su busto, en un desesperado
esfuerzo por evitar la metástasis.

Para cualquier hombre, esa mujer era un monstruo, pero para mí, era
la mujer más hermosa que podían ver mis ojos y sentir mi cuerpo. Yo
la amaba mucho.

El cáncer le invadió el cerebro, perdió el movimiento del lado


izquierdo de su cuerpo, era necesario trasladarla en silla de ruedas.

En una ocasión que la llevaba al hospital, nos encontró un conocido,


y algo confundido me pregunto discretamente que quién era esa
persona de la silla de ruedas, y le conteste: “es mi esposa, es mi
esposa”. Pero yo hubiera querido gritar fuerte muy fuerte: “esta
persona que llevo en esta silla de ruedas, este cuerpo destrozado,
mutilado y humillado, es mi esposa; estoy orgullo de ella y la amo, la
amo mucho”.
La conocí en las fiestas patronales de su pueblo y ella era la reina de
esas festividades. En verdad era muy bella y así se mantuvo toda la
vida. Se cuidaba mucho para mí, siempre quería agradarme, era
coqueta y me seducía, su feminidad era insoportable.

Nuestras bodas de plata las celebramos en casa, ella y yo solos.


Compre una botella de champaña, saque el par de copas de nuestra
boda, le regale un ramo de rosas rojas y bailamos, como pudimos,
con la música de Leo Dan.

Levante en brazos a esta hermosa mujer, la deposite en nuestra cama,


tiernamente la desnudé, nos besamos apasiodamente, entramos en
calor, se encendieron los ánimos y alcanzamos un explosivo orgasmo.
Agotados y desnudos logramos conciliar un profundo sueño lleno de
paz y amor.

Mi esposa no despertó nunca, esa noche murió.


UN REGALO PARA TI

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor


después de casarnos, luego de tener un hijo y entonces después de
tener otro.

Luego nos sentimos frustrados por que los hijos no son lo suficiente
grandes, y queremos ser más felices cuando lo sean, después de eso
nos frustramos por que son adolescente difíciles de tratar; ciertamente
seremos más felices cuando salgan de esta etapa.

Nos decimos que nuestra vida estará completa cuando nuestro


esposo(a) le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto o una mejor
casa. Cuando podamos irnos de vacaciones, cuando estaremos
retirados…

La verdad es que no hay mejor momento para ser felices que


AHORA.

Tu vida estará siempre llena de retos y es mejor admitirlos, y decidir


ser felices de todas formas.

Una de mis frases favoritas dice: “por lo largo tiempo parecía que mi
vida estaba a punto de comenzar de verdad, pero siempre había algún
obstáculo en el camino, algo que resolver primero, un asunto sin
terminar, tiempo por pasar, una deuda por pagar…entonces la vida
comenzaría…hasta que me di cuenta que esos obstáculos eran mi
vida”.

Esta perspectiva me ha ayudado a ver que no hay camino a la


felicidad: LA FELICIDAD ES EL CAMINO.

Así que atesora cada momento que tienes, más cuando lo compartes
con alguien especial, lo suficiente especial como para compartir tu
tiempo, y recuerda que el tiempo no espera.
Así que deja de esperar hasta que termines la escuela, hasta que
aumente tu sueldo, hasta que bajes eso diez kilos, hasta que te cases,
hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que tus hijos se vayan
de la casa, hasta que el viernes en la noche, hasta el domingo en la
mañana, hasta la primera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta
que mueras, para decidir que no hay mejor momento que este para ser
feliz.

La felicidad es un trayecto, no es un destino.

Así que: TRABAJA COMO SI NO


NECESITARAS DINERO…

AMA COMO SI NUNCA TE


HUBIERAN HERIDO Y…

BAILA COMO SI NADIE TE


ESTUVIERA VIENDO.
EL DIARIO DE UN PERRO

Semana 1: Hoy cumplo una semana de nacido.


¡Qué alegría de haber llegado a este mundo!

Mes 1: Mi mamá me cuida muy bien. Es alguien ejemplar.

Mes 2: Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y


con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva “familia” me
cuidaría tan bien como ella lo había hecho.

Mes 4: He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios


niños en al casa, que para mi son como “hermanitos”. Somos muy
inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.

Mes 05: Hoy me regañaron. Mi ama se molestó por que me hice


“pipi” dentro de la casa; pero nunca me habían dicho donde debo
hacerlo. Además duermo en la recamara… ¡y ya no me aguantaba!

Mes 06: soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan
seguro, tan protegido. Creo que mi “familia” me quiere y me
consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es
para mi solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los
lobos, cuando esconden su comida. Nunca me educan. Debe estar
bien todo lo que hago.

Mes 12: Hoy cumplo 1 año. Soy un perro adulto. Mis amos me dicen
que crecí más de lo que ellos pensaban. ¡Qué orgullosos deben de
sentirse por mí!

Mes 13: Que mal me siento hoy. “mi hermanito” me quito la pelota.
Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quite. Pero mis
mandíbulas se han hecho muy fuerte, que lo lastime sin querer.
Después del susto, me encadenaron, casi sin poderme mover, al rayo
del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy un ingrato.
No entiendo nada de lo que pasa.
Mes 15: Nada es igual…vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi
familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo que hambre
y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.

Mes 16: Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me


perdono, me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo
parecía rehilete. Y no solo eso, me van a llevar de paseo. Nos
enfilamos hacía la carretera y de repente se pararon. Abrieron la
puerta y yo me baje feliz creyendo que haríamos nuestro “día de
campo”. No comprendo por que cerraron la puerta y se fueron.
“Oigan, esperen. Se…se olvidan de mi”. Corrí detrás del coche con
todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta que casi me
desvanecía, y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17: He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa.


Estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ven
con tristeza y me da algo de comer. Les agradezco con mi mirada y
desde el fondo de mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y sería leal
como ninguno. Pero solo dicen “pobre perrito”, se ha de haber
perdido.

Mes 18: El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y
jóvenes como mis “hermanito”. Me acerque, y un grupo de ellos,
riéndose, me lanzo una lluvia de piedras, “haber quien tenía mejor
puntería”. Una de esas piedras me lastimo el ojo y desde entonces ya
no veo con él.

Mes 19: Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían


más de mí. Ya estoy muy flaco, mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo
y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en
una pequeña sombra.

Mes 20: Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle, un


coche me arrollo. Según estaba en un lugar seguro llamado “cuneta”,
pero nunca olvidare la mirada de satisfacción del conductor, que
hasta se ladeo para con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado,
pero solo me disloco la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras
no me responden y con dificultades me arrastre hacia un poco de
hierba a la ladera del camino.

Mes 21: Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no
me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quede
en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo.

Algunas personas pasan y me ven; otras dicen “no te acerques”. Ya


casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los
ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. “Pobre perrito, mira
como te han dejado”, decía… junto a ella venía un señor de bata
blanca, empezó a tocarme y dijo: “lo siento, señora, este perro ya no
tiene remedio, es mejor que deje de sufrir”. A la gentil dama se le
salieron las lágrimas y asintió. Como pude, moví el rabo y la mire
agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la
inyección y me dormí para siempre, pensando por que tuve que nacer
si nadie me quería.

La solución no es echar un perro a la calle, si no educarlo. No


conviertas en un problema una grata compañía. Ojalá que este
mensaje ayude a hacer conciencia y entonces poder acabar con el
problema de los perros callejeros. Las mascotas te lo agradecerán.
A MI HIJO, SÓLO POR HOY…

Sólo por hoy, en la mañana, voy a sonreír cuando vea tu rostro, y a


reír cuando tenga ganas de llorar.

Sólo por hoy, en la mañana, voy a dejarte escoger la ropa que te vas a
poner, voy a sonreír y a decirte que te queda perfecta.

Sólo por hoy, pediré un día de descanso, o de vacaciones, para


llevarte al parque a jugar.

Sólo por hoy, al mediodía, voy a dejar los platos en la cocina y voy a
dejarte que me enseñes cómo armar el rompecabezas juntos.

Sólo por hoy, en la tarde, voy a desconectar el teléfono y apagar la


computadora, para sentarme junto a ti en el jardín y hacer burbujas de
jabón.

Sólo por hoy, en la tarde, no voy a reclamarte, ni siquiera murmurar


cuando tú grites y llores al ver pasar al carro de los helados, y voy a
salir contigo a comprarte uno.

Sólo por esta tarde, te dejare que me ayudes a hornear unas galletas, y
no voy a estar detrás de ti tratando de arreglarlas.

Sólo por esta tarde, te llevare a McDonald’s y vamos a comprar


ambos una “cajita feliz”, para que tengas los dos juguetes.

Sólo por esta tarde, te estrechare en mis brazos y te contaré una


historia acerca de cuando tú naciste y sobre lo mucho que te quiero.

Sólo por esta noche, te dejaré salpicar en la tina y no me voy a enojar.

Sólo por esta noche, te dejare despierto hasta tarde, mientras nos
sentamos en el patio a contar las estrellas.

Sólo por esta noche, estaré junto a ti por horas y extrañaré mis
programas favoritos de TV.
Sólo por esta noche, cuando pase mis dedos entre tu cabello mientras
rezas, simplemente daré gracias a Dios por el mayor regalo que he
recibido. Voy a pensar en las madres y en los padres que están ahora
buscando a sus hijos extraviados; las madres y los padres que visitan
a sus hijos en tumbas en lugar de sus camas, en las madres y los
padres que están en los hospitales mirando sufrir a sus hijos, gritando
por no poder hacer nada más.

Y cuando te de un beso de buenas noches, te voy a estrechar un poco


más fuerte, un poco más de tiempo. Por último, agradeceré a Dios por
ti y no le pediré nada, excepto, un día más.

Piensen si estamos demasiado adsorbidos por nuestras rutinas diarias,


que olvidamos el hermoso regalo que son lo hijos.

¡No sabemos si Dios


nos dará un día más!
EL ECO DE LA VIDA

Un hijo y su padre caminaban en las montañas, cuando de repente el


niño se lastima y grita:
-¡Ah!
Para su sorpresa, oyó su propio grito que se repitió en algún lugar de
la montaña:
-¡Ah!
Con que curiosidad el pequeño gritó:
-¿Quién está ahí?
Enojado por la repuesta recibida, esta vez exclamó:
-¡Cobarde!
Entonces, miro a su padre y le preguntó:
-¿Qué sucede?
El padre sonrió y le dijo:
-Hijo mío, presta atención.
Y el señor grita a la montaña:
-Te admiro.
Y la voz le responde:
-Te admiro.
De nuevo, el hombre grita:
-Eres un campeón.
Y la voz le responde:
-Eres un campeón.
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
Luego el padre le explica:
-La gente lo llama “eco”, pero en realidad ¡es la vida!; te devuelve
todo lo que dices o haces. Nuestra vida es un reflejo de nuestras
acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor en el tu
alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si
quieres un sonrisa en el alma, da una sonrisa al alma que los conoces.
Esta relación se aplica a todos los aspectos fe la vida; ella te regresara
exactamente aquello que has dado. Tu vida no es una coincidencia, si
no un reflejo de ti. Alguien dijo: “si no te gusta lo que recibes de
vuelta, revisa muy bien lo que estas dando”.
ESTAS DISTRAÍDO

-Hay tantas cosas por gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto,
que sufrir es una perdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del
invierno y las flores de la primavera; el chocolate de la Perugia, la
baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y
los ríos, el fútbol de los brasileños, las mil y una noches, La Divina
Comedia, El Quijote, Pedro Páramo, los boleros de (Armando)
Manzanero y las poesías de (Walt) Whitman; la música de (Gustav)
Mahler, Mozart, (Federico) Chopin, (Ludwig van) Beethoven, las
pinturas de Caravaggio, Rembrandt, (Diego) Velásquez, (Pablo)
Picasso y (Rufino) Tamayo, entre otras tantas maravillas.

-Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son
buenas: si te gana, te libra del cuerpo que es tan molesto (tengo
hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo
dudas…), y si ole ganas serás más humilde, más agradecido… por lo
tanto, serás fácilmente feliz, libre de tremendo peso de la culpa, la
responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante
profundamente, como debe ser.

-No estas deprimido, estas desocupado.

-Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo.


Ayudara a los viejos y a los jóvenes: te ayudaran cuando lo seas.
Además el servicio es una felicidad segura, como gozar la naturaleza
y cuidarla para el que vendrá.

-Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo


amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo AMOR.

-Y no te confundan unos pocos homicidas y suicidas. El bien es


mayoría, pero no se le nota, por que es silencioso. Una bomba hace
más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay
millones de caricias que alimentan la vida.

-Vale la pena, ¿Verdad?


Ahora vuélvelo a leer, más despacito… te reconfortará.
ERES UNA PERSONA CON BENDICIONES

Si te has despertado hoy con más salud que enfermedad, estás más
bendito que millones que no sobrevivirán esta semana.

Si nunca has conocido los peligros de la guerra, la soledad de la


prisión, la agonía de la tortura, los dolores del hambre, estas delante
de 5 mil millones de personas que los han padecido.

Si puedes ir a la iglesia o el templo sin ser perseguido, arrestado,


torturado o acecinado, estas más bendito que 3 mil millones de
personas en el mundo que lo han padecido.

Si tienes comida en tu refrigerador, llevas la ropa limpia, tienes un


techo encima de tu cabeza y un lugar seguro donde dormir, eres más
rico que el 75 % del resto, que carece de estas cosas.

Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, y unas monedas en un


jarrón de tu casa, eres parte del 8% de la población próspera del
mundo entero.

Si tus padres están todavía vivos y casados, eres poco común.

Si llevas una sonrisa en tu cara, estás bendito, por que la mayoría de


la gente puede hacerlo, pero no lo hace.

Si puedes tomar la mano de alguien, abrazarlo o solamente tocar su


hombro, estás bendito, por que puedes ofrecer el toque divino que
cura.

Si puedes leer este mensaje, has recibido una triple bendición, ya que
alguien ha pensado en ti; seguro tienes la posibilidad de conectarte a
Internet: y tercero, tienes más suerte que 2 mil millones de personas
que no saben leer.

Cuenta tus bendiciones y transmite este mensaje a los demás, para


que se den cuenta de las bendiciones que Dios nos ha regalo.
UNA AMIGA

Un calido y húmedo día, la joven esposa estaba sentada en su sofá


bebiendo un té helado y charlando con su madre.

Mientras hablaban sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades


y las obligaciones de la adultez, la madre hizo tintinear
pensativamente los cubito de hielo en el vaso y miro a su hija
seriamente.

“No te olvides de tus amigas”, le advirtió, resolviendo las hojitas de


té.

“Se volverán importantes a medida que madures, no importa cuando


quieras a tu marido y a tus hijos, siempre necesitaras a tus amigas,
recuerda salir y hacer cosas con ellas. Y recuerda que no son solo tus
amigas, si no también tus hermanas, tus hijas y otros parientes. En
algún momento necesitarás de otras mujeres. Siempre las
necesitarás”.

“Que extraño consejo -pensó la joven-. Acabo de casarme, de entrar


en el mundo adulto: ahora soy una mujer casada, no una niña que
necesita amigas. Seguramente, mi marido y mi futura familia serán
suficientes para darle sentido a mi vida”.

No obstante, escucho a su madre, se mantuvo en contacto con ellas e


hizo mas amigas. Al pasar el tiempo se fue dando cuenta de que su
madre tenía razón. A medida de que el tiempo y la naturaleza
producen sus cambios y misterios en la mujer, las amigas se vuelven
indispensables en la vida. Limpian el baño cuando lo necesitas cuidan
a tus hijos y guardan tus secretos: te dan consejos cuando los pides,
que a veces sigues y otras no; te sacan de apuros, te ayudan a dejar las
malas relaciones, harán una fiesta para tus hijos cuando se casen o
tengan un bebé, manejan en tormentas, nevadas o granizadas, o en la
madrugada para ir a ayudarte.
Una amiga te escucha cuando pierdes el trabajo, en el momento que
tus hijos te rompen el corazón, o los cuerpos y mentes de tus padres
fallan. Lloran contigo cuando muere alguien que amas, te respaldan
cuando los hombres de tu vida te decepcionan. Te ayudan a juntar los
pedazos cuando los hombres empacan y se van. Se alegran con tu
felicidad y están listas para destruir lo que te hace infeliz.

El tiempo pasa, la vida sucede, la distancia separa, los chicos crecen,


el amor se derrite y se evapora, los corazones se rompen, las
carreteras terminan, los trabajos vienen y van, los padres mueren, los
colegas olvidan los favores, y los hombres no llaman cuando
prometen: pero las amigas están ahí, no importa el tiempo ni la
distancia entre ustedes. Una amiga nunca esta tan lejos que no la
alcance tu necesidad.

Cuando tengas que caminar por ese valle solitario y debas hacerlo
sola, tus amigas estarán en el borde, alentándote, rezando por ti,
interviniendo y esperándote del otro lado. A veces hasta romperían
las reglas y caminaran contigo. O vendrán y te sacarán.

Las amigas son la bendición de la vida.

El mundo no sería igual sin ellas, ni yo seria la misma.

Cuando espesamos esta aventura llamada feminidad, no teníamos


idea de las increíbles alegrías y tristezas que nos esperaban: ni
sabíamos cuánto íbamos a necesitarnos.

Todavía nos necesitamos cada día.

¡Pásalo a las mujeres que hacen que tu vida funcione!


PARA QUE RECUERDES LO REALMENTE BUENO

Cuando el cielo esta gris… acuérdate de cuando lo viste


profundamente azul.

Cuando sientas frío…piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.

Cuando sufras una temporal derrota…acuérdate de tus triunfos y de


tus logros.

Cuando necesites amor… revive tus experiencias de afectos y ternura.

Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.

Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los
paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han emanado.

Si esto has tenido…lo podrás volver a tener, y lo que has logrado, lo


podrás volver a ganar.

Alégrate por lo bueno que tienes y por lo demás; desecha los


recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más.

Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.

Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos, emociones


sanas y vivivelas otra vez.

Visualiza aquel atardecer que te emocionó.

Revise esa caricia espontánea que se te dio.

Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido. Piensa y vive el


bien.
Ahí, en tu mente, están guardadas todas las imágenes… y nada más tú
decides cuales has de volver a tener, sólo tiempo y paciencia, pero
por sobre las cosas, no dejes de pensar que ya vendrán tiempos
mejores.

¡Todo depende del cristal con que se mira!

No todo tiempo fue malo…

¡Aprende que también en los momentos difíciles se crece!


LOS HOT CAKES

El pequeño Daniel, de seis años de edad, una mañana decidió


prepararles hot cakes a sus papás para desayunar. Encontró un gran
tazón y una cuchara, acerco una silla a la mesa y trato de alzar el
pesado paquete de harina para abrirlo. La mitad del paquete quedo
desparramada entre la mesa y la silla y el suelo.

Tomo toda la que pudo en sus manitas y la puso dentro del tazón,
después le agrego un poco de leche y azúcar haciendo una mezcla
pegajosa que empezaba a chorrear por los bordes. Además, habían
pequeñas huellas de harina por toda la cocina dejadas por el y su
gatito. Daniel estaba totalmente cubierto de harina y comenzaba a
frustrarse.

Él quería darles una sorpresa a sus papás haciendo algo muy bueno,
pero todo estaba saliendo al revés. No sabía qué más había que
agregar a su pasta o si tenía que hornear los hot cakes, además nunca
había usado el horno. Cuando miró otra vez la mesa, su gatito estaba
lamiendo el tazón, por lo que corrió a apartarlo, pero por accidente se
volcó el cartón de leche y se quebraron los huevos que iba a ocupar.
Intentó agacharse para limpiarlo, pero resbalo y quedo con toda su
pijama pegajosa, llena de harina, leche y huevo. En ese momento, vio
a su papá de pie en la puerta. Dos grandes lágrimas se asomaron por
sus ojos. Él solo quería hacer algo bueno, pero en realidad había
causado un gran desastre. Estaba seguro de que su papá lo iba a
regañar y posiblemente a castigar. Pero el solo lo miraba en medio de
aquel desorden. Entonces, caminado encima de todo aquello, tomó en
sus brazos a su hijo que lloraba y le dio un gran abrazo lleno de amor,
sin importarle llenarse él mismo de harina y huevo.

Así es como Dios nos trata. A veces intentamos hacer bien las cosas,
pero sin quererlo, terminamos haciendo un desastre. Nuestra familia
se pelea, insultamos a un amigo, hacemos mal nuestras obligaciones o
desordenamos nuestra vida. Otras veces, solo podemos llorar, por que
ya no sabemos más que hacer. Entonces es cuando Dios nos toma en
sus brazos, nos perdona y nos demuestra que nos ama sin importarle
cuanto nos hayamos ensuciado. Pero por el simple hecho de habernos
equivocado, no debemos dejar de “preparar hot cakes” para Dios o
alguien especial…Tarde o temprano lo lograremos, y Dios estará
orgulloso de nosotros, porque no nos dimos por vencidos…y
percibiremos esa sensación de plenitud al haberlo conseguido.
¿QUÉ ES RIQUEZA?

Grupo 1:

Arquitecto: tener proyectos que me permitan ganara mucho dinero.


Ingeniero: desarrollar sistemas que sean útiles y muy bien pagados.
Abogado: llevara muchos casos que dejen buenas ganancias y tener
un automóvil BMW.

Grupo 2:

Preso de por vida: caminar LIBRE por las calles.


Ciego: VER la luz del sol y a la gente que quiero.
Sordo: ESCUCHAR el sonido del viento y cuando me hablan.
Mudo: poder DECIR a las personas cuanto las amo.
Invalido: CORRER en una mañana soleada.
Persona con una enfermedad terminal: poder VIVIR en día más.
Huérfano: TENER mamá, papá, hermanos y familia.
¿Notas las diferencias en los dos grupos?

“No midas tu riqueza por el dinero que tienes, midela por aquellas
cosas que no cambiaras por dinero”.

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