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ACERCAMIENTO PSICOANALÍTICO DE

UN CASO CLÍNICO DE
ESQUIZOFRENIA PARANOIDE
CASO: ―ANA‖

E N S A Y O
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA

P R E S E N T A:
IVAN ARELLANO COVARRUBIAS

MÉXICO, D. F. JUNIO, 2009.


2

―Quiero dedicar esta obra al


Gran Otro y a “Ana”,
quien fuera inspiración
de este trabajo y esperando que
se halla reinsertado a la
sociedad de la mejor manera‖.
3

AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer:

A mis padres Salvador y Concepción, quienes con su ejemplo de vida y


amor, me impulsaron en todo momento a salir victorioso de los compromisos y
fracasos.

A mis hermanos David y Salvador, que por su paciencia y experiencia de


vida, supieron proporcionarme consejos que me llevaron al éxito.

A mi sobrino Ángel, quien me inspiró por su cariño, a realizar este trabajo


con mucho anhelo.

A mi ―Alma Mater‖ la ‗Universidad de Londres‘, cuya institución me ha dado


los valores y conocimientos necesarios que me permitirán desenvolverme como
profesional; así como la beca que me fue proporcionada durante toda mi carrera,
ya que sin ella, no me hubiera sido posible llegar hasta la culminación de mis
estudios.

Al Dr. Héctor Escobar, quien gracias a su gran sabiduría e inteligencia en el


ámbito profesional, pedagógico y psicoanalítico, hizo que me apasionara cada vez
más de mi profesión, así como su paciencia y dedicación en lo que hace. También
agradezco las correcciones pertinentes que realizó en la presente obra.

A la Mtra. Lorena Nájera, cuya enseñanza, interés y experiencia con


personas psicóticas, hicieron que me adentrara en un mundo distinto pero
emocionante. También agradezco los consejos que me proporcionó para ser un
mejor profesional.

A la Psic. Ana María Riquelme, quien con sus consejos tanto profesionales
como personales, me dieron herramientas especiales que me permiten hacerle
frente a las situaciones adversas.

A la Psic. Ma. Eugenia Susunaga, quien con su cariño me permite cada día
ser mejor en lo que hago. También le agradezco todas las facilidades que me
proporcionó para que el caso clínico de este ensayo se pudiera llevar a cabo.

A mi entrañable amiga Adriana, quien gracias a su cariño sincero y a su


lealtad, me han enseñado que la amistad es un gran valor humano.

A mi amigo Andrés, quien me ha dado todo su apoyo incondicional.

Al personal del Hospital Psiquiátrico, quienes con su sapiencia, me dieron


los instrumentos necesarios para conocer y apoyar a todo tipo de pacientes que
sufren de alguna enfermedad mental.
4

ÍNDICE

Páginas
A manera de Introducción. 6

PRIMERA PARTE: POSICIÓN TEÓRICA.

Capítulo I. Breves Antecedentes Históricos de la Psicopatología. 10


a) Paradigma Sobrenatural. 11
b) Influencia Biológica. 12
c) Influencia Psicológica. 14
d) Influencia Social. 15
e) La Psiquiatría en México. 19

Capítulo II. Concepto de Trastorno Mental y Nosología de los Trastornos


Mentales. 22
a) DSM-IV. 24
b) CIE-10. 25

Capítulo III. Noción Psiquiátrica y Psicológica de la Esquizofrenia y la


Esquizofrenia Paranoide. 27
a) Breve Historia. 27
b) Concepto. 28
c) Taxonomía. 29
d) Síntomas Característicos. 30
e) Disfunción Social/Laboral. 33
f) Duración. 33
g) Tratamiento Biológico. 33
h) Tratamiento Psicosocial. 34
i) Esquizofrenia Paranoide. 35
1) Criterios para el Diagnóstico. 35

Capítulo IV. Noción Psicoanalítica de la Psicosis Paranoica. 38


a) Concepto de Psicosis. 38
b) El Concepto de Delirio y el Concepto de Alucinación en la Psicosis. 40
c) Concepto Etimológico de Paranoia. 42
d) Concepto Psicoanalítico de Paranoia. 43
e) Teoría de Sigmund Freud. 43
f) Teoría de Jacques Lacan. 52
5

SEGUNDA PARTE: CASO CLÍNICO.

Capítulo I. El Caso Clínico. 65


a) Familiograma del Caso Clínico. 66
b) Historia Clínica Psiquiátrica-Psicológica. 66
1) Ficha de Identificación. 66
2) Antecedentes de Importancia. 67
3) Internamientos. 68
4) Psicología. 73

Capítulo II. Acercamiento Psicoanalítico del Caso. 74

Conclusiones. 82

Referencias Bibliográficas. 85

Glosario. 89
6

A MANERA DE INTRODUCCIÓN

“Mas al mismo tiempo reconócese


que el dolor es un
mal y que debemos huir de él,
porque unas veces es un mal en absoluto, y otras
puede ser en algún respecto
un impedimento”.1

Desde tiempos muy antiguos varias disciplinas como: la filosofía, la


psicología, la sociología, el psicoanálisis, etc., se han encargado de investigar
todo lo concerniente al hombre y a su medio ambiente. Por esta razón, la
existencia de un abordaje multidisciplinario es de gran significancia, ya que
permite a los individuos proporcionar las mejores explicaciones a situaciones
descritas en lo relacionado al pensamiento humano. Ahora bien, si queremos
afrontar el pensar de la gente con mayor claridad y exactitud, tendremos que
ingresar en los terrenos de la psicología, la psiquiatría y el psicoanálisis; puesto
que estas disciplinas se encargan de estudiar la conducta, el inconsciente y los
procesos mentales de todos los individuos.
Una vez que el mismo hombre ingresa en la mente humana, se da cuenta
de que se halla al mismo tiempo en una situación complicada como apasionante.
Por tal motivo, la importancia de los casos clínicos aportan material trascendental,
para que en lo posterior, la presencia de la salud mental establezca las
herramientas necesarias que faciliten a los seres humanos la estabilidad tanto
física como mental que se requiere. De ahí que, el presente trabajo, aborde un
caso clínico para coadyuvar a dichas disciplinas en un abordaje teórico-práctico en
lo tocante a tratar de explicar la psique humana.
Ahora, dicha investigación está compuesta por dos secciones. En la primera
parte se encuentra toda una teorización sobre la psicopatología y los trastornos
mentales desde sus inicios hasta los manuales de diagnóstico más actuales y que

1
Aristóteles (1475). Ética Nicomaquea. México: Editorial Porrúa. Pág. 133.
7

son utilizados en las instituciones hospitalarias psiquiátricas. También se compone


de teorización psicoanalítica freudiana-lacaniana sobre la psicosis paranoica. Todo
esto para un mayor sustento científico de nuestro caso clínico. Cabe destacar que
este ensayo utiliza dos términos importantes, pero que sin duda no debe existir
confusión entre ellos. La esquizofrenia paranoide es utilizado en lo psiquiátrico y el
término psicosis paranoica se maneja en lo psicoanalítico.
La segunda parte está compuesta por: a) un caso clínico de una paciente
con esquizofrenia paranoide (F20.0), b) su historia psiquiátrica-psicológica, c) un
familiograma y d) los internamientos en un hospital psiquiátrico al igual que un
acercamiento psicoanalítico que ayude a nuestra paciente a adherirse en los
ambientes inconscientes para un tratamiento multifactorial y por tanto se
establezca así, una reinserción a la sociedad. De hecho uno de los grandes
psiquiatras psicoanalistas de nuestros tiempos como Jacques Lacan constituye lo
siguiente sobre la situación psicoanalítica: ―el mérito de esta disciplina nueva que
es el psicoanálisis consiste en habernos enseñado a conocer esas leyes, o sea las
que definen la relación entre el sentido subjetivo de un fenómeno de consciencia y
el fenómeno objetivo al cual responde: positiva, negativa, mediata o inmediata,
esa relación está, en efecto, siempre determinada‖.2
Otro aspecto a destacar, es que incluir todos los conceptos psiquiátricos,
psicoanalíticos y psicológicos sería demasiado amplio y hasta imposible de
encerrarlo en un único trabajo, por ello sólo se circunscribirá terminología básica y
especializada en lo que concierne a la esquizofrenia paranoide o a la psicosis
paranoica.
Si bien los casos clínicos deberán contener toda una evaluación
multidisciplinaria, este ensayo sólo se ha basado en un expediente clínico, cuyas
razones primordiales para la realización de esta obra han sido: a) la problemática
en el acceso a la información confidencial y b) la restricción que la familia nos
impuso para establecer un contacto mayor con la paciente. Con todo esto

2
Lacan, Jacques (2006). De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. (10ª.
Edición) México: Siglo XXI Editores. Pág. 225.
8

agradezco a la gente que nos proporcionó la información necesaria para este


trabajo.
En las conclusiones se describirán los obstáculos y los beneficios de la
adherencia terapéutica así como la importancia que tienen las disciplinas de la
salud mental en el mejoramiento de los pacientes psicóticos apoyados por los
grupos psicoeducativos. Por último, esta obra va dirigida a psicólogos,
psicoanalistas, psiquiatras, trabajadores sociales, enfermeras y estudiantes en
dichas áreas afines. También se encontrará una amplia bibliografía y un glosario
para una mejor conducción de conceptos técnicos que se abordan en esta tarea,
esperando con ello que dicha labor ayude a la ciencia en forma positiva.
9

PRIMERA PARTE
POSICIÓN TEÓRICA
10

CAPÍTULO I. BREVES ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA


PSICOPATOLOGÍA

“La otra locura,…, proviene de mí y es


deseable por encima de todo”.3

―Por miles de años, los seres humanos han tratado de explicarse y controlar
los comportamientos anormales‖.4 No obstante, surge una pregunta interesante
¿qué es la anormalidad? Coloquialmente sabemos que una persona anormal es
aquella que realiza conductas indeseables para la mayoría de los individuos, por
tanto, esto nos hace pensar también en la existencia de sujetos normales. Esta
división es la que a lo largo del tiempo nos ha permitido estudiar con mayor ahínco
a la gente anormal e inclusive se han hecho varias construcciones en su honor
para resguardar a todos aquellos anormales. ―Algunas de las razones por las que
se dificulta definir comportamiento anormal son 1) ninguna característica
descriptiva individual es compartida por todas las formas de comportamiento
anormal y ningún criterio de anormalidad es suficiente, y 2) no existe algún límite
discreto entre el comportamiento normal y el anormal‖. 5 Este ensayo no pretende
ahondar mucho en este tema ya que sería objeto de otro estudio, sin embargo
profundicemos en lo que la ciencia llama psicopatología. Esta disciplina es la
encargada de indagar como se comportan las personas con trastornos mentales y
cuál sería el mejor tratamiento para ello. Ahora bien, querer entrar en el terreno de
las conductas anormales y sobre todo en el caso de las psicosis (que será nuestro
tema de estudio) no es nada sencillo ya que existen varias teorías que la tratan de
revelar a su modo. ―Si bien muchos han pensado que la mente puede influir en el
cuerpo y, a su vez, éste puede influir en la mente, la mayoría de los filósofos
buscaba las causas de la conducta anormal en una u otra, por tanto, se

3
Rotterdam, Erasmo (2007). Elogio de la Locura. México: Grupo Editorial Éxodo. Pág. 46.
4
Barlow, David y Durand, Mark (2001). Psicología Anormal. Un enfoque integral. (Segunda
Edición) México: Thomson Learning. Pág. 8.
5
Trull, Timothy y Phares, Jerry (2003). Psicología Clínica. (Sexta Edición) México: Thomson. Pág.
116.
11

establecen‖6 cuatro modelos: el sobrenatural, el biológico, el psicológico, y el


social para esclarecer la conducta anormal.

a) Paradigma Sobrenatural.

Durante mucho tiempo e inclusive en la actualidad se han establecido dos tipos


de instancias espirituales (¿o serán acaso psíquicas?) las cuales se encuentran
luchando una batalla constante e interminable. Estas dos instancias son: el bien y
el mal. El bien es el encargado de realizar las conductas racionales de los
individuos y el mal se faculta para ejecutar actividades que son indeseables para
los mismos; por supuesto en éste se encontraban los demonios que se
apoderaban de las personas y así conseguir descomponer todo lo racional y
coherente que tenían. ―Durante tiempos de agitación, la conducta extraña de
personas afligidas por trastornos psicológicos era vista como obra del demonio y
de las brujas‖.7 Dicho de otra manera todos los que tenían conductas desviadas y
distintas a la de los otros se les llamaba endemoniados y se les apartaba de la
sociedad. No olvidemos lo que hacían con los psicóticos en algunas ciudades del
mundo; por ejemplo los enviaban a las cárceles o inclusive los mandaban en
barcos para que se perdieran en el mar y no regresaran a contaminar la ciudad.
Muestra de ello nos los dice Foucault: ―Se puede creer que en ciertas ciudades
importantes -lugares de paso o de mercado- los locos eran llevados en número
considerable por marineros y mercaderes, y que allí se perdían, librando así de su
presencia a la ciudad de donde venían‖.8 Al paso del tiempo se fueron
construyendo edificios con la intención de captar a todos los enfermos mentales
de las urbes y dejarlos recluidos para que no se deterioraran y tampoco dañaran a
la localidad. Esto ha llevado muchos años de preparación y cambio en los
pensamientos de los que se dicen ser normales con respecto al cuidado de estos
individuos. Pero con todo lo anterior vemos que todavía se cree en que la luna y

6
Op. Cit. Barlow, David y Durand, Mark (2001). Pág. 8.
7
Idem.
8
Foucault, Michel (1976). Historia de la Locura en la Época Clásica. (Segunda Edición) México:
Fondo de Cultura Económica. Volumen I. Págs. 23 y 24.
12

los astros son capaces de que una persona se enferme o no. ―Paracelso, médico
suizo que vivió de 1493 a 1541, rechazó las nociones de posesión demoniaca, y
sugirió, en cambio, que eran los movimientos de la luna y los astros los que tenían
efectos profundos en el funcionamiento psicológico de la gente. Esta teoría
influyente inspiró la palabra lunático, que se deriva de la palabra luna. Esta
creencia es más evidente en la actualidad entre los seguidores de la astrología,
quienes sostienen que su comportamiento y los principales sucesos de su vida
pueden predecirse por su relación cotidiana con la posición de los planetas. Sin
embargo, no hay pruebas serias que confirmen una conexión semejante‖.9 Por lo
tanto el estudio de este paradigma lo dejaremos a la teología quien se encargará
de explicar con mayor detalle este modelo. Muestra de ello ―la Iglesia Católica
Romana exige que se agoten todos los recursos de cuidado de la salud antes de
considerar soluciones espirituales como el exorcismo‖.10 Luego entonces ―…en
estos casos es preciso proceder con prudencia, observando estrictamente las
reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta expulsar a los demonios o
liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad espiritual que Jesús ha
confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las enfermedades, sobre todo
psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica. Por tanto, es importante
asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se trata de una presencia del
Maligno y no de una enfermedad‖.11

b) Influencia Biológica.

―Desde los albores de la historia, se han buscado las causas físicas de los
trastornos mentales. Importantes para la tradición biológica fueron: un hombre,
Hipócrates; una enfermedad, la sífilis, y los primeros resultados acerca de la
opinión de que los trastornos psicológicos tienen causas biológicas‖.12 Como
sabemos Hipócrates (padre de la medicina moderna) fue el encargado de realizar

9
Op. Cit. Barlow, David y Durand, Mark (2001). Pág. 12.
10
Idem.
11
Varios Autores (2000). Catecismo de la Iglesia Católica. México: Coeditores Católicos de México.
Pág. 466.
12
Op. Cit. Barlow, David y Durand, Mark (2001). Pág. 12.
13

investigaciones que lograran fundamentar que los trastornos psicológicos pudieran


ser causa de algún deterioro cerebral e inclusive verse influido por los genes
(herencia). Al igual que Hipócrates, Galeno se apoderó de la tradición biológica en
el siglo XIX con su famosa Teoría de los Humores. ―Hipócrates supuso que el
funcionamiento normal del cerebro se relacionaba con cuatro flujos o humores: a)
la sangre, b) la bilis negra, c) la bilis amarilla y d) la flema. La sangre proviene del
corazón, la bilis negra del bazo, la flema del cerebro y la bilis amarilla (o cólera)
del hígado. Los médicos creían que la enfermedad era resultado de contar con
una cantidad desproporcionada de estos humores; por ejemplo, se pensaba que
demasiada bilis negra ocasionaba melancolía (depresión)‖.13 Aunado a lo anterior,
podemos decir que toda ciencia realiza exploraciones constantes para un mejor
tratamiento en lo que concierne a cualquier enfermedad. Como ya se ilustró éste
paradigma resurgió de nuevo en el s. XIX gracias al descubrimiento de la etiología
de la sífilis, enfermedad que invade el cerebro. Toda su sintomatología tiene que
ver con cuestiones conductuales y cognoscitivas como el delirio de persecución y
el delirio de grandeza. De hecho ―…en las fases más avanzadas, cuando ya está
comprometido el sistema nervioso, la sífilis altera las capacidades del individuo y
la organización de su personalidad. Se puede observar entonces la aparición de
ideas delirantes o de tipo expansivo con temas megalomaniacos o de tipo
depresivo con temas hipocondriacos, muy variados en sus manifestaciones‖. 14
Pasado algo de tiempo ―Emil Kraepelin (1856-1926) fue la figura dominante del
siglo XIX y uno de los padres fundadores de la psiquiatría moderna. Fue un gran
defensor de las principales ideas de la tradición biológica, pero se comprometió
poco con el tratamiento. Su contribución más perdurable se dio en el área del
diagnóstico y la clasificación. Kraepelin (1913) fue uno de los primeros en
diagnosticar entre varios trastornos psicológicos y observar que cada uno podía
tener una edad de aparición y un curso temporal diferentes, con series de
presentación de síntomas algo distintas y probablemente con una causa diferente.
En la actualidad, aún son útiles muchas de estas descripciones de trastornos

13
Idem.
14
Galimberti, Umberto (2006). Diccionario de Psicología. (Segunda Edición) México: Siglo XXI.
Pág. 1005.
14

esquizofrénicos. Para finales del siglo XIX, con la búsqueda de causas biológicas,
comenzó a darse una aproximación científica a los trastornos psicológicos y a su
clasificación. En los años treinta, se aplicaban a menudo intervenciones físicas
basadas en descargas eléctricas y cirugía cerebral. Sus efectos, y los de los
nuevos fármacos se descubrieron casi por accidente. Durante los años cincuenta,
se crearon de manera sistemática los primeros medicamentos para los trastornos
psicóticos graves. Con el descubrimiento de la rauwolfia serpentina
(posteriormente nombrada reserpina) y otra clase de fármacos llamados
neurolépticos (tranquilizantes mayores), podían aminorarse por primera vez los
procesos de pensamiento alucinatorios y delirantes; estos medicamentos
controlaban también la agitación y la agresividad. Para los años setenta, las
benzodiacepinas (conocidas por los nombres de marca Valium y Librium) se
hallaban entre los fármacos prescritos de manera más generalizada en el mundo.
Con todo, los efectos positivos de los fármacos en los síntomas de alucinaciones,
delirios y agitación de algunos pacientes psicóticos revitalizaron tanto la búsqueda
de contribuciones biológicas a los trastornos psicológicos como de medicamentos
nuevos y más eficaces.‖15

c) Influencia Psicológica.

A principios del siglo XX comenzaron a surgir los movimientos psicológicos


más importantes en la historia de la psicología. ―El primer movimiento importante
fue el psicoanálisis, basado en la elaborada teoría de Sigmund Freud (1856-1939)
sobre la estructura de la mente y la función de los procesos inconscientes en la
determinación de la conducta. La segunda fue el conductismo, asociado con John
B. Watson, Iván Pavlov y B.F. Skinner, quienes se concentraron en la forma en
que influyen el aprendizaje y la adaptación en el desarrollo de la psicopatología‖. 16
Aunque las teorías anteriores son las que más han influido en lo que se refiere a la
psicología mundial, existen otras dos que en la actualidad se han mantenido en

15
Op. Cit. Barlow, David y Durand, Mark (2001). Pág. 14-16.
16
Idem. Pág. 17.
15

dicho campo. El cognoscitivismo se enfoca a estudiar todos los procesos,


estructuras y funciones mentales y éste le da preferencia a los métodos objetivos.
―Este enfoque es probablemente el modelo dominante en la psicología
contemporánea y los temas cognoscitivos son los principales‖.17 Con Abraham
Maslow se crea el humanismo. Él mismo llama a esta teoría la tercera fuerza
psicológica detrás del psicoanálisis y el conductismo. ―Los psicólogos humanistas
están unidos por una meta en común: enfocar lo que significa existir como ser
humano. La mayoría de los psicólogos humanistas se adhieren a la filosofía
europea denominada fenomenología, la cual sostiene que las personas ven el
mundo desde su propia y particular perspectiva. Para obtener información válida
sobre cualquier experiencia o cualidad humana, debe enfocársele desde
diferentes marcos de referencia, como lo experimentan distintos individuos. En
otras palabras, la interpretación subjetiva es esencial en toda actividad humana y
no puede ignorarse‖.18 Estas representaciones en el ámbito psicológico son las
más utilizadas en el tratamiento de los enfermos mentales. Si bien los
antecedentes son una revisión del pasado, éstos determinan investigaciones
posteriores en los que se tendrá que actualizar constantemente para mejorar las
condiciones de la cura en todos los pacientes.

d) Influencia Social.

Otro de los factores importantes para el entendimiento de la formación de


las psicosis ha sido y seguirá siendo la influencia social que tiene ésta sobre los
individuos; además ―las influencias sociales e interpersonales influyen
profundamente tanto en los trastornos psicológicos como en la biología‖.19 De
hecho ―la socialización es una característica ontológica, es decir connatural a la
condición humana; el hombre es un animal social en el sentido de que gana su
individualidad a partir de la relación, para tender, con su individualidad

17
Davidoff, Linda (1989). Introducción a la Psicología. (Tercera Edición) México: Mc Graw Hill. Pág.
14.
18
Idem.
19
Op. Cit. Barlow, David y Durand, Mark (2001). Pág. 71.
16

conquistada, hacia la relación. Este concepto es conocido para la filosofía desde


los tiempos de Aristóteles, a quien se debe la definición del hombre como ‗animal
social‘, y en el siglo XX ha sido reconfirmado y recreado por la fenomenología y,
en especial, por M. Heidegger en el campo filosófico y L. Binswanger en el
psicopatológico; para ellos la existencia es originalmente coexistencia. En el
terreno psicológico el proceso de socialización se propuso en tres fases:
a] La relación diádica se manifiesta en la primera experiencia, que el niño
vive con la figura materna, la cual garantiza la gratificación de sus necesidades
fundamentales. Esta gratificación es la base de la seguridad afectiva garantizada
por la continua presencia de señales positivas y por la reconfirmación después de
breves períodos de ausencia. La progresiva repetición de presencia-ausencia-
presencia de la madre genera en el niño confianza en el regreso o, como la define
E. H. Erikson, una confianza de base, caracterizada ya no por la presencia de la
señal gratificante sino por la aceptación de su ausencia, que disminuye la
dependencia, lo que permite pasar a la fase sucesiva.
b] La relación triádica. La autonomía progresiva le permite al niño una más
amplia experiencia que favorece la confrontación con la figura paterna, percibida
como figura normativa y como objeto de competencia. La normatividad del padre,
señalada también por la madre, quien tiende a utilizar la función autoritaria de
aquél, reduce la omnipotencia infantil, favoreciendo la experiencia de limitación de
las propias posibilidades, que el niño no deja de ampliar influyendo y
condicionando la voluntad paterna. Este ejercicio, activado por la necesidad de
poder, es la base de la relación con la figura paterna que después determinará la
relación con el otro en la relación social. En esta fase el niño madura el
sentimiento de culpabilidad determinado por el hecho de que su autonomía
disminuye la seguridad afectiva, así como la seguridad afectiva disminuye su
propia autonomía, con el consiguiente sentimiento de dependencia que, cuando se
vuelve insoportable, puede generar actitudes de contradependencia,
caracterizadas por una agresividad orientada a afirmar la propia autonomía en
relación con el medio. La alternancia de actitudes dependientes y
17

contradependientes es el ejercicio indispensable para la conquista de la fase que


Erikson llamó de autonomía.
c] La relación de grupo se inicia con la relación fraterna para pasar a la
lúdica y después a la escolar, caracterizadas por la relación de competitividad que
tiene como centro de referencia la norma presentada por la pareja de los padres,
por el maestro, por el líder del grupo. Dicha norma se vuelve la base a partir de la
cual se estructuran los procesos de gratificación y de sanción que permiten al niño
comprobar sus capacidades de realización y de producción. Cuando esta
conciencia de sus propias capacidades se interioriza, se reducen los elementos
competitivos a favor de los valores de iniciativa y colaboración que favorecen,
según la expresión de D. C. McClelland, la realización positiva, o sea la
probabilidad de éxito. Incluso la psicología sistémica considera que cada
personalidad está inscrita originalmente en un sistema de comunicación social
donde cada miembro influye y es influido por la actividad de cada uno de los
demás miembros. Es por ello que la sociopatología es el estudio de los fenómenos
patológicos del organismo social considerado como un todo, que repercuten en la
patología individual de los integrantes de una determinada sociedad‖.20 Ahora
podemos decir que ―la definición de enfermedad mental (o de locura como
concepto más arraigado en la percepción pública) ha variado con el paso del
tiempo y ha dependido de valores dominantes en diferentes sociedades y de su
impacto en la determinación de lo que para cada una de ellas es normal o
patológico. En los últimos 30 o 40 años, empero, la investigación epidemiológica
ha sido capaz de desglosar la genuina contribución social y cultural al estudio de
la vulnerabilidad de seres humanos para con la enfermedad mental. Kleinman cita,
por ejemplo, el carácter estresante de los eventos vitales cotidianos, las flaquezas
de las redes sociales de apoyo, el impacto patógeno de la desorganización social
(y, paradójicamente, de los avances tecnológicos y en los medios masivos de
comunicación) y los orígenes sociales de desaliento y de autoimágenes negativas,
los datos vinculados con el impacto de emociones expresadas como factor
desencadenante de recaídas psicóticas, la fuerte correlación entre medidas

20
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Págs. 907-908 y 1025.
18

cognitivas de ineficiencia personal y de una sensación persistente de amenaza o


de pérdida con síntomas de depresión y ansiedad. Debe añadirse a lo anterior el
continuo hallazgo de relaciones estadísticas entre desempleo, pobreza o falta de
acceso a esferas de poder o de decisión y niveles altos de prevalencia de
enfermedades mentales. La ecología aporta el reconocimiento de una distribución
espacial peculiar en diversos trastornos mentales, destacando el aislamiento
social como variable patógena importante. Como será obvio, las investigaciones
transculturales han contribuido a precisar más este cuadro en una perspectiva
global‖.21
Por tanto, todo lo anterior es una forma de evaluar que los individuos
forman parte de la psicopatología. A continuación se muestra una gráfica de cómo
la psicopatología está influenciada por cada una de las áreas antes mencionadas.

Influencia
Psicológica

Influencia Influencia
Biológica Social

Psicopatología

Figura 1.

21
Alarcón, Renato; Mazzotti, Guido y Nicolini, Humberto (2005). Psiquiatría (Segunda Edición)
México: Manual Moderno. Pág. 35 y 36.
19

e) La Psiquiatría en México.

Si bien hemos hecho un esbozo muy general de la psicopatología a nivel


general y mundial, ahora es tiempo de que hagamos lo mismo con nuestro país.
Haremos hincapié en que como son breves antecedentes; no podemos realizar lo
contrario en esta sección. No por ello dejará de ser sustanciosa la información que
aquí se describirá. Tomaremos en cuenta el prólogo que hace el autor Calderón
en su libro: las enfermedades mentales en México; y lo que se nos propone en los
libros de psiquiatría para la realización de este apartado. ―Durante siglos,
predominantemente en Europa, los enfermos mentales eran encadenados,
exhibidos en jaulas o incinerados porque se les consideraba embrujados. No
obstante, en México, concretamente en la época prehispánica, hay testimonios
fidedignos en el sentido de que los antiguos mexicanos ya identificaban diversas
patologías, como la depresión y la epilepsia, entre otras. Así, tanto en el Códice
Martín Badiano (1552) como en el relato de fray Bernardino de Sahagún, en su
Historia General de Las Cosas de la Nueva España (gracias a sus informantes
indígenas), se puede observar una descripción detallada de la cultura autóctona
que encontraron los españoles, después de la caída de la Gran Tenochtitlan, en
1521. Por ejemplo, en el Códice Martín Badiano se describen no sólo la depresión
y la epilepsia, sino también los traumatismos craneoencefálicos y el delirium, entre
otros males; todos ellos eran considerados como entidades patológicas, junto con
otros problemas de salud. Por su parte, fray Bernardino de Sahagún hace una
descripción de los buenos y malos médicos y médicas, lo que demuestra la
ausencia de discriminación hacia la mujer, al contrario de lo que ocurría en Europa
durante el siglo XVI y posteriores; además, este mismo autor hace una reseña por
separado del curandero o ‗brujo‘, al que los indígenas llamaban ‗nahualli‘,
personaje que no existe en otras culturas. Al iniciarse la época colonial otro
personaje, llamado fray Bernardino Álvarez, fundó el Hospital de San Hipólito,
donde se atendía a enfermos mentales varones, el primero de su tipo en América
y el quinto a nivel mundial. Años después, José Sayago (carpintero), gestionó y
logró que se construyera otro hospital, semejante al primero pero dedicado a las
20

mujeres en la misma situación, y así fue como nació el Hospital del Divino
Salvador. En el siglo XIX al inicio de la Revolución, el general Porfirio Díaz mandó
construir el Manicomio General de México, denominado por el pueblo como
‗Hospital de la Castañeda‘, por estar ubicado en los terrenos de una hacienda que
tenía ese nombre. Esta institución, con cuya inauguración se conmemoró el
Centenario de la Independencia, fue considerada en su momento un verdadero
modelo de hospital de la especialidad. Lamentablemente, la vorágine de la
Revolución y los gobiernos posteriores propiciaron que el edificio que albergaba
dicho hospital se deteriorara con gran rapidez, de tal forma que a mediados de la
década de los cincuentas se ordenó la demolición del mismo, en lo que se conoció
como ‗Operación Castañeda‘, para ser sustituido por seis modernos hospitales,
muchos de ellos ampliados y remodelados, los cuales se encuentran aún vigentes
hoy día‖.22 Por tanto ―la reforma de 1967-1968 abarcó la edificación de hospitales
psiquiátricos en los que predominó un modelo médico de atención de problemas
agudos. Con este sentido fueron creados, sustituyendo al Manicomio de la
Castañeda, el Hospital Bernardino Álvarez y el Juan N. Navarro, de
paidopsiquiatría, en la capital, y los hospitales Cruz del Señor y Cruz del Norte en
Oaxaca y Hermosillo, respectivamente. Para la atención de pacientes crónicos y
deteriorados fueron ideadas las granjas psiquiátricas en las que se pretendía
brindarles ocupación en trabajos agrícolas y artesanales. En 1978 fue fundado el
Instituto Mexicano de Psiquiatría, bajo la dirección de Ramón de la Fuente, con el
fin de desarrollar la investigación básica en las ciencias de punta relacionadas con
el conocimiento de la enfermedad mental. Las ciencias sociales y el trabajo social
completan el panorama, cuyas aplicaciones clínicas se reforzaron a partir de la
construcción del hospital propio del Instituto. La psiquiatría mexicana, con un gran
sentido de identidad propia, se dispone bien equipada a afrontar los retos para el
naciente siglo XXI‖.23 Con esto podemos concluir que ―la psiquiatría no es una
actividad contemplativa sino modificatoria…‖.24 Ahora bien, lo anterior nos ha

22
Calderón, Guillermo (2002). Las Enfermedades Mentales en México. México: Trillas. Pág. 5 y 6.
23
Op. Cit. Alarcón, Renato; Mazzotti, Guido y Nicolini, Humberto (2005). Pág. 54.
24
Berrios, Germán (2008). Historia de los Síntomas de los Trastornos Mentales. México: Fondo de
Cultura Económica. Pág. 36.
21

mostrado una perspectiva de lo que ha sido la psicopatología; pero recordemos


que ésta consta de una nosología propia cuyo objetivo es clasificar de manera
objetiva sus diferentes trastornos; y aunque no se proporcionará esta taxonomía
en su totalidad, sí es de vital importancia mencionar que nuestro caso pertenece a
una de las categorizaciones. Sólo nos resta comentar que dicho caso clínico
tomará datos de las diferentes disciplinas de la salud mental como son: la
psiquiatría, la psicología y el psicoanálisis.
22

CAPÍTULO II. CONCEPTO DE TRASTORNO MENTAL Y


NOSOLOGÍA DE LOS TRASTORNOS MENTALES

“La psicología clínica ha avanzado más allá


de las opiniones primitivas que definían a la enfermedad mental
como posesión por demonios o espíritus”.25

“Los trastornos mentales y del comportamiento


son frecuentes, pueden tener consecuencias graves
y causan sufrimiento a cientos de millones
de personas en el mundo entero”.26

Antes de comenzar a desarrollar el concepto de trastorno mental, tenemos


que involucrarnos con diferentes aspectos que se relacionan con nuestro tema.
Salud y enfermedad son los contenidos más importantes, ya que de éstos se
desprende todo lo referente a las perturbaciones psicológicas. Si bien estos
aspectos son de vital importancia, no ahondaremos en ellos ya que nuestro objeto
de estudio es sin duda el trastorno mental.
La salud a nivel general se define como el ―estado de completo bienestar
físico, mental, espiritual, emocional y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades. La salud implica que todas las necesidades
fundamentales de las personas estén cubiertas: afectivas, sanitarias, nutricionales,
sociales y culturales‖.27 Por esa razón, todos los individuos requieren
necesariamente de un equilibrio en las áreas antes mencionadas para que éstos a
su vez puedan gozar de un bienestar que les ayude a resolver los conflictos de la
vida diaria. Ahora bien, la salud logra convertirse en enfermedad cuando una o
varias de las características anteriormente descritas (físicas, mentales, sociales,
emocionales, etc.) no se encuentran en un estado correcto; entonces surgiría la
pregunta siguiente ¿qué es la enfermedad? Esta se define como ―una alteración

25
Op. Cit. Trull, Timothy y Phares, Jerry (2003). Pág. 115.
26
Livingstone, Churchill (2000). Guía de Bolsillo de la Clasificación CIE-10. Clasificación de los
Trastornos Mentales y del Comportamiento (OMS). México: Editorial Médica Panamericana. Pág.
ix.
27
Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Constitución del año 1946.
23

más o menos grave en el normal funcionamiento de un organismo‖. 28 Si bien la


enfermedad es lo contrario a la salud, ésta se refiere a un deterioro o
debilitamiento tanto a nivel corporal como mental. Aunado a esto necesitamos
conocer bien si la enfermedad es lo mismo que el trastorno o si se distinguen en
algo y para ello mencionaremos el concepto de trastorno; esto para que podamos
despejar las dudas sobre las diferencias o las similitudes. Cabe destacar que
coloquialmente se cree que la enfermedad es más específica que el trastorno, ya
que si partimos de lo general a lo particular, en primera instancia se encontraría un
síntoma (lo que el paciente reporta de su malestar), en segundo lugar seguiría un
signo (lo que el médico-psicólogo observa directamente del paciente), en tercer
lugar nos encontramos con un síndrome (conjunto de síntomas y signos) y a
continuación el tan mencionado trastorno para que posteriormente, en última
instancia, lleguemos a la enfermedad. Estos conceptos: trastorno y enfermedad se
parecen demasiado pero no podemos dejar de resaltar que son diferentes. Por lo
tanto el trastorno se define como ―alteración de naturaleza funcional que modifica
las condiciones normales de un sistema motor, nervioso, psicológico, etcétera‖.29
Todo lo anterior nos ha servido de preámbulo para dirigirnos hasta el concepto de
trastorno mental. Cabe destacar que existe también una definición de enfermedad
mental y que nuestra intención desde un principio ha sido el de llegar a definir con
la mayor exactitud posible al trastorno mental, de ahí que enfermedad mental es
una ―clase amplia de síndromes observados con frecuencia que consta de ciertos
comportamientos o características anormales‖.30 Ahora sí, nos dedicaremos a
definir de manera muy exacta y como lo proponen nuestros autores lo que es el
trastorno mental.
―Al igual que el comportamiento anormal, el término enfermedad mental o
trastorno mental es difícil de definir. Para cualquier definición vienen a la mente las
excepciones. No obstante, parece importante definir la enfermedad mental en
lugar de asumir que todos compartimos la misma idea implícita de lo que es la

28
Rauly, Antonio y Monteverde, Francisco (2004). Diccionario Porrúa de la Lengua Española (49ª.
Edición) México: Porrúa. Pág. 281.
29
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 1079.
30
Op. Cit. Trull, Timothy y Phares, Jerry (2003). Pág. 139.
24

enfermedad mental. La cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los


trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders;
American Psychiatric Association, 1994) conocido como DSM-IV, el sistema de
diagnóstico oficial para los trastornos mentales en Estados Unidos, establece que
un trastorno mental se conceptualiza como un síndrome o patrón conductual o
psicológico significativo desde el punto de vista clínico que ocurre en un individuo
y que se asocia con una aflicción presente (por ejemplo, un síntoma doloroso) o
discapacidad (es decir, deterioro en una o más áreas de funcionamiento
importantes) o con un incremento significativo en el riesgo de sufrir muerte, dolor,
discapacidad o una pérdida importante de la libertad. Además, este síndrome o
patrón no debe ser tan sólo una respuesta esperable y sancionada desde el punto
de vista cultural ante un acontecimiento particular, por ejemplo, la muerte de un
ser querido. Cualquiera que sea su causa original, en el momento actual debe
considerarse una manifestación de una disfunción conductual, psicológica o
biológica en el individuo. Ni el comportamiento desviado (por ejemplo, religioso,
político o sexual) ni los conflictos que hay de manera principal entre el individuo y
la sociedad son trastornos mentales, a menos que la desviación o conflicto sean
un síntoma de la disfunción en el individuo. Es importante señalar varios aspectos
de esta definición: 1) el síndrome (grupo de comportamientos anormales) debe
asociarse con aflicción, discapacidad o un incremento en el riesgo de tener
problemas; 2) se considera que un trastorno mental representa una disfunción
dentro de un individuo, y 3) no todos los comportamientos desviados o conflictos
con las sociedad son signo de trastorno mental‖.31 Una vez conceptualizado
nuestro tema es fundamental señalar que existe una taxonomía importante de
trastornos y que debido a su importancia los mencionaremos a continuación:

a) Debido a su calidad a nivel internacional, el DSM-IV se ha convertido en


los libros de clasificación más importantes dentro de la taxonomía de los
trastornos mentales; de hecho la mayoría de los psiquiatras y los psicólogos lo
siguen utilizando para realizar sus diagnósticos. Es por ello que nos encargaremos

31
Idem. Pág. 125.
25

de mencionar solamente y sin describir, los diferentes tipos de trastornos a nivel


general que establece el ―DSM-IV‖.32

Clasificación del DSM-IV33

Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia.


Delirium, demencia, trastornos amnésicos y otros trastornos cognoscitivos.
Trastornos mentales debidos a enfermedad médica.
Trastornos relacionados con sustancias.
Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.34
Trastornos del estado de ánimo.
Trastornos de ansiedad.
Trastornos somatomorfos.
Trastornos facticios.
Trastornos disociativos.
Trastornos sexuales y de la identidad sexual.
Trastornos de la conducta alimentaria.
Trastornos de sueño.
Trastornos del control de los impulsos no clasificados en otros apartados.
Trastornos adaptativos.
Trastornos de la personalidad.
Otras condiciones que pueden ser objeto de atención clínica.

Tabla 1.

b) Ahora bien, si el DSM-IV es una forma de clasificar a los trastornos


mentales, también lo es el CIE-10-V quien hasta ahora es el encargado de
clasificar a dichos trastornos con base en ―definiciones más estrictas y
cuantificadas‖.35 Por esta razón presentaremos también una taxonomía muy
general de las perturbaciones y que excluye todo lo referente a ―síntomas, signos,

32
Tomaremos en cuenta la versión electrónica del DSM-IV del año 1995 y quien estuvo a cargo del
Instituto Municipal de Investigación Médica. Departamento de Informática Médica en Barcelona, en
asesoría con el Dr. Antonio Bulbena Vilarrasa quien es profesor titular de Psiquiatría y jefe de
servicios de Psiquiatría en el Hospital del Mar (Barcelona, España).
33
Únicamente se mencionan los tipos de trastornos que existen a un nivel general. Si se quiere
ahondar en las demás clasificaciones se podrá consultar directamente la referencia citada
anteriormente.
34
Esta clasificación es la que más nos interesa, ya que de aquí se desprende nuestro estudio de
caso.
35
Op. Cit. Livingstone, Churchill (2000). Pág. xii.
26

hallazgos clínicos y de laboratorio anormales, no clasificados en ninguna otra


parte‖.36

Clasificación del CIE-1037

F00-F09 Trastornos mentales orgánicos, incluidos los sintomáticos.


F10-F19 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de
sustancias psicótropas.
F20-F29 Esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de ideas
delirantes.38
F30-F39 Trastornos del humor (afectivos).
F40-F48 Trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y
somatomorfos.
F50-F59 Trastornos del comportamiento asociados a disfunciones fisiológicas y
a factores somáticos.
F60-F69 Trastornos de la personalidad y del comportamiento del adulto.
F70-F79 Retraso mental.
F80-F89 Trastornos del desarrollo psicológico.
F90-F98 Trastornos del comportamiento y de las emociones de comienzo
habitual en la infancia y adolescencia.
F99 Trastorno mental sin especificación.

Tabla 2.

No olvidemos que ―la utilización de una clasificación diagnóstica,


ampliamente aceptada, es vital para el tratamiento afectivo de los pacientes
psiquiátricos y esencial para la investigación‖.39

36
Clasificación Internacional de las Enfermedades y problemas relacionados con la salud. Décima
revisión del año 1992. Capítulo V: Trastornos Mentales y del Comportamiento.
37
Únicamente describiremos a los trastornos a un nivel muy general. Si se quiere ahondar en el
tema se puede consultar la referencia bibliográfica que se encuentra en el #26 de las notas al pie
de página.
38
Idem #34 de las notas al pie de página.
39
Op. Cit. Livingstone, Churchill (2000). Contraportada del libro.
27

CAPÍTULO III. NOCIÓN PSIQUIÁTRICA Y PSICOLÓGICA DE LA


ESQUIZOFRENIA Y LA ESQUIZOFRENIA PARANOIDE

“Los trastornos esquizofrénicos, también llamada(s)


esquizofrenia(s), son un
conjunto enigmático de condiciones
psicóticas que se
observan en todo el mundo”.40

a) Breve Historia.
―La esquizofrenia es uno de los pilares de la psiquiatría moderna. Es un
cuadro grave y muchas veces dramático. La sintomatología de la esquizofrenia se
divide en síntomas negativos y síntomas positivos; sin embargo, los pacientes con
esquizofrenia también presentan síntomas afectivos y cognitivos importantes. La
comprensión de la esquizofrenia como un proceso neurológico degenerativo tiene
implicaciones para el abordaje del paciente y para la investigación acerca de las
causas y la prevención de la misma. El origen del término esquizofrenia se
encuentra en el nacimiento del modelo actual de psiquiatría clínica. El término
esquizofrenia fue creado por el psiquiatra suizo Eugen Bleuler en 1911, pero las
observaciones acerca de cuadros psicóticos habían empezado mucho tiempo
antes. Morel fue el primero en usar el término demencia precoz para referirse a
pacientes que presentaban síntomas de lo que hoy consideramos esquizofrenia. A
Emil Kraepelin se le debe el agrupar diversos trastornos bajo la clasificación de
demencia precoz. Bleuler expandiría este concepto aún más y lo llamaría ―el grupo
de las esquizofrenias‖, que se relacionaban con trastornos fundamentales del
afecto y pensamiento. Se debe recordar que el término esquizofrenia proviene del
Griego schizo (dividido) y frenia (mente). La delimitación del cuadro como una
enfermedad cerebral es parte del desarrollo de la ciencia desde el siglo XIX hasta
hoy. La principal distinción se presenta entre la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
Estos trastornos difieren no sólo en su cuadro clínico, sino también en su historia

40
Op. Cit. Davidoff, Linda (1989). Pág. 586.
28

natural, los factores de riesgo asociados y quizá también en su etiología. A


continuación, se presenta una cronología de la definición de la esquizofrenia:

“Año” “Autor” “Trastorno”


1860 Morel Demence précoce
1863 Kahlbaum Paranoia
1871 Hecker Hebefrenia
1874 Kahlbaum Catatonia
1896 Kraepelin Agrupa los cuadros en
demencia praecox
1904 Diem Descripción de la
esquizofrenia simple
1911 Bleuler Propone el término de
esquizofrenia‖.41

Tabla 3.

b) Concepto.

La esquizofrenia es un ―término psiquiátrico que acuñó E. Bleuler para


designar una clase de psicosis endógenas funcionales, de curso lento y
progresivo, cuya unidad ya había identificado E. Kraepelin con el nombre de
demencia precoz. A partir de Kraepelin estaban identificadas tres formas, después
transformadas en clásicas: hebefrénica, paranoide, y catatónica. Al introducir el
término esquizofrenia (del griego σχίζω, escindir y φρήν, mente) Bleuler intenta
poner el acento en el rasgo considerado típico de la esquizofrenia, que es la
disociación (Spaltung) en partes recíprocamente independientes de la vida
psíquica. La esquizofrenia, reconocida en psiquiatría y en psicoanálisis, aunque
con notables divergencias, se articula en formas significativamente diferenciadas
de las cuales se deducen, como rasgos comunes: a] la disociación como
limitación, distorsión o pérdida de los nexos asociativos comunes en el desarrollo

41
Op. Cit. Alarcón, Renato; Mazzotti, Guido y Nicolini, Humberto (2005). Pág. 380.
29

lógico del pensamiento, en la correspondencia entre idea y resonancia emotiva,


entre contenido de pensamiento y comportamiento; b] el autismo desde el infantil
hasta el más general, que se manifiesta con una separación respecto a la realidad,
con replegamiento en sí mismo y predominio de la vida interior poblada por
producciones fantásticas incontroladas; c] trastornos de la afectividad, tanto en el
sentido de una inadecuación afectiva respecto a la situación paratimia como en el
de una coexistencia de sentimientos o de actitudes contrastantes de ambivalencia;
d] trastornos de la personalidad con pérdida de la conciencia y de la identidad, de
los límites del propio yo y en algunos casos del propio cuerpo que se percibe
como diferente del mundo externo; e] alucinaciones perceptivas, sobre todo
auditivas y visuales; f] delirios que, a diferencia de los típicos de la paranoia nunca
están muy sistematizados y organizados; g] trastornos del lenguaje tanto en el
vocabulario, caracterizados por la frecuencia de neologismos, paralogismos,
metáforas y símbolos, como en la sintaxis, con frecuencia telegráfica y
paragramática, hasta la total incomprensibilidad típica de la esquizofasia‖.42

c) Taxonomía.

A continuación se presentará un cuadro comparativo entre el DSM-IV y la


CIE-10 para una mejor comprensión de la nosología de las Psicosis. Recordando
que uno de los tipos de Esquizofrenia es la que abordaremos con la mayor
exactitud posible para sustentar teóricamente nuestro estudio.

42
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 433.
30

DSM-IV CIE-10
“Esquizofrenia y otros trastornos (F20-F29) “Esquizofrenia, trastorno
psicóticos”. esquizotípico y trastornos de ideas
delirantes”.
43
295.30 Esquizofrenia Paranoide. F20 Esquizofrenia.
295.10 Esquizofrenia Desorganizada. F20.0 Esquizofrenia Paranoide.
295.20 Esquizofrenia Catatónica. F20.1 Esquizofrenia Hebefrénica.
295.90 Esquizofrenia Indiferenciada. F20.2 Esquizofrenia Catatónica.
296.60 Esquizofrenia Residual. F20.3 Esquizofrenia Indiferenciada.
295.40 Trastorno Esquizofreniforme. F20.4 Depresión Postesquizofrénica.
295.70Trastorno Esquizoafectivo. F20.5 Esquizofrenia Residual.
297.1 Trastorno Delirante. F20.6 Esquizofrenia Simple.
298.8 Trastorno Psicótico Breve. F20.8 Otras Esquizofrenias.
297.3 Trastorno Psicótico Compartido. F20.9 Esquizofrenia sin Especificación.
293.xx Trastorno Psicótico debido a F21 Trastorno Esquizotípico.
Enfermedad Médica.
(V)44 Trastorno Psicótico Inducido por F22 Trastornos de Ideas Delirantes
Sustancias. Persistentes.
298.9 Trastorno Psicótico No F23 Trastornos Psicóticos Agudos y
Especificado. Transitorios.
F24 Trastornos de Ideas Delirantes
Inducidas.
F25 Trastornos Esquizoafectivos.
F28 Otros Trastornos Psicóticos no
Orgánicos.
F29 Psicosis no orgánica sin
especificación.

Tabla 4.

d) Síntomas Característicos.

―Dos o más de los siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte
significativa de un periodo de un mes (o menos si ha sido tratado con éxito):

1. Delusiones, también llamadas ideas delirantes.


2. Alucinaciones.
3. Lenguaje desorganizado (p. ej. incoherencia).

43
Ponemos en negritas las palabras que más se relacionan con el caso.
44
V significa que pueden ser muy variados los trastornos. El DSM-IV indica que depende de que
sustancia sea, es la clave que se indicará en los diagnósticos.
31

4. Comportamiento catatónico o muy desorganizado.


5. Síntomas negativos (p. ej. aplanamiento afectivo, alogia o abulia)‖.45

Nota del libro de Psiquiatría de Alarcon pág. 381: sólo se requiere un síntoma
del Criterio A si las delusiones son extrañas, o si consisten en una voz que
comenta de manera continua los pensamientos o el comportamiento del sujeto.
También si dos o más voces conversan entre ellas.

Síntomas Positivos

DELIRIOS. Una creencia que los miembros de la sociedad considerarían como


una mala interpretación de la realidad se llama trastorno del contenido del
pensamiento o delirio, éste ha sido llamado por Jaspers en 1936 como la
característica básica de la demencia.
ALUCINACIONES. La experiencia de sucesos sensoriales sin ninguna entrada del
medio circundante se llama alucinación.

Síntomas Negativos

AVOLICIÓN. Con la combinación del prefijo a-, que quiere decir ―negación o falta
de aquello que expresa la palabra a la cual se une‖, y el término volición que
significa ―acto de voluntad, elección o decisión‖, avolición es la incapacidad de
iniciar y persistir en las actividades. Quienes presentan este síntoma (a los que
también se alude como apáticos) manifiestan poco interés en llevar a cabo incluso
las funciones diarias más elementales, como las asociadas con la higiene
personal.
ALOGIA. Derivada de la combinación del prefijo a-(negación) y logos (palabras),
alogia alude a la ausencia relativa de habla. Una persona con alogia tal vez

45
Op. Cit. Alarcón, Renato; Mazzotti, Guido y Nicolini, Humberto (2005). Pág. 380.
32

responda a preguntas con respuestas muy breves que poseen poco contenido, y
quizá parezca poco interesada en la conversación.
ANHEDONIA. Existe un síntoma relacionado que se llama anhedonia (derivado
de la palabra hedonista, que significa perteneciente al placer). La anhedonia es la
aparente falta de placer experimentada por algunas personas que padecen
esquizofrenia. La anhedonia, como algunos de los trastornos del estado de ánimo,
señala una indiferencia por actividades que por lo común se considerarían
placenteras, entre las que se cuentan comer, interactuar socialmente y tener
relaciones sexuales.
AFECTIVIDAD PLANA. Cerca de dos terceras partes de los esquizofrénicos
manifiestan lo que se denomina afecto plano (Organización Mundial de la Salud,
1973). Son similares a la gente que lleva máscara pues no hacen que afloren
emociones cuando uno esperaría por lo general que las manifestaran. Tal vez lo
miren con expresión ausente, hablen de manera monótona y apagada, y parezca
que no los afectan las cosas que suceden en torno suyo. No obstante, aun cuando
no reaccionen en forma manifiesta a las situaciones emocionales, quizá de hecho
sí respondan por dentro.

Síntomas Desorganizados

HABLA DESORGANIZADA. Quienes sufren de psicosis a menudo carecen de


insight (o conciencia de que se tiene un problema). Además, experimentan lo que
Bleuler llamó ―escisión emocional‖ y lo que Paul Meehl califica de ―decaimiento
cognoscitivo‖ (Bleuler, 1908, Meehl, 1962). Estas frases ayudan a describir los
problemas de habla de quienes tienen esquizofrenia: en unas ocasiones saltan de
un tema a otro, y en otras hablan de manera ilógica. En el DSM-IV se emplea el
término habla desorganizada para describir tales problemas de comunicación.
AFECTO INAPROPIADO Y CONDUCTA DESORGANIZADA. En ocasiones
quienes sufren de esquizofrenia manifiestan un afecto inapropiado, se ríen o
lloran en momentos inadecuados. A veces presentan conductas extrañas, como
acumular objetos, o actúan en formas desacostumbradas en público. Se entregan
33

a muchos otros comportamientos ―activos‖ que, por lo común, se perciben como


inusuales.46

e) Disfunción Social/Laboral.

―Durante una parte significativa del tiempo desde el inicio de la alteración,


una o más áreas importantes de actividad, como son el trabajo, las relaciones
interpersonales o el cuidado de uno mismo, están por debajo del nivel previo al
inicio del trastorno (o cuando el inicio es en la infancia o adolescencia, fracaso en
cuanto a alcanzar el nivel esperable de rendimiento interpersonal, académico o
laboral).

f) Duración.

Persisten signos continuos de la alteración durante al menos seis meses.


Este periodo de seis meses debe incluir al menos un mes de síntomas que
cumplan el Criterio A (o menos si se ha tratado con éxito) y puede incluir los
periodos de síntomas prodrómicos y residuales. Durante estos periodos
prodrómicos o residuales, los signos de la alteración pueden manifestarse sólo por
síntomas negativos o por dos o más síntomas del la lista del Criterio A, presentes
atenuadamente (p. ej., creencias raras, experiencias perceptivas no habituales)‖.47

g) Tratamiento Biológico.

En este apartado básicamente se utilizan los antipsicóticos como el


haloperidol, la clozapina, la olanzapina, la quetiapina, la risperidona, el sertindol y
la ziprasidona. También se ha estudiado que la Terapia Electroconvulsiva (TEC)
combinada con uno de los antipsicóticos anteriores es una gran herramienta para
el tratamiento a largo plazo de éstos pacientes.

46
Toda la sección de síntomas (positivos, negativos y desorganizados) fueron tomados del libro
Psicología Anormal de Barlow y que se encuentra en otras notas al pie. Págs. 469-473.
47
Op. Cit. Alarcón, Renato; Mazzotti, Guido y Nicolini, Humberto (2005). Pág. 381.
34

h) Tratamiento Psicosocial.

―La psicoterapia sin el uso de medicación no tiene mayor beneficio en la


esquizofrenia. Sin embargo, agregar técnicas psicoterapéuticas al tratamiento
farmacológico disminuye las recaídas, y pueden mejorar notablemente el
funcionamiento social y laboral. La alta emoción expresada en la familia se ha
identificado como uno de los predictores más importantes de recaídas en
pacientes con esquizofrenia. En un estudio de seguimiento de dos años, la tasa
de recaídas de esquizofrénicos tratados con antipsicóticos con familias con alta
emoción expresada disminuyó significativamente cuando estas familias recibieron
intervenciones psicosociales (14% para el grupo con intervención Vs. 78% para el
grupo que sólo recibió antipsicóticos). Por otro lado, pacientes con esquizofrenia o
trastorno esquizoafectivo que vivían en ambientes familiares con una alta emoción
expresada recibieron de forma aleatoria, además de la medicación usual, cuatro
formas de tratamiento: 1) terapia familiar; 2) entrenamiento en habilidades
sociales; 3) la combinación de ambos tratamientos; y 4) ninguno de los
tratamientos (sólo medicación). Las tasas de recaída al primer año de seguimiento
fueron: terapia familiar, 19%; en entrenamiento en habilidades sociales, 20%;
ambas formas de tratamiento, 0% y controles, 41%. La ausencia de recaídas se
asoció con una disminución de la emoción expresada en el ambiente familiar. De
igual forma, se ha descrito que los pacientes en tratamiento con clozapina están
más dispuestos a participar en intervenciones psicosociales y éstas están
asociadas con una reducción de los síntomas y a una mejor calidad de vida a los
12 meses de seguimiento. Este es un factor poco considerado y analizado en las
observaciones meta-analíticas y eventualmente experimentales de los
tratamientos de la esquizofrenia; es decir, los nuevos tratamientos facilitan la
interacción del sujeto con el terapeuta, con grupos terapéuticos, con posibilidades
académicas o laborales, con la familia o pareja y con la sociedad misma. Esa
suerte de recuperación de la condición humana es invalorable y debe ser
apreciada como tal‖.48 Cabe destacar que el tratamiento psicoanalítico sigue

48
Idem. Pág. 389.
35

funcionando para algunos pacientes y que si son combinados con los tratamientos
grupales y la farmacología han dado mayor resultado aún.

i) Esquizofrenia Paranoide.

Una vez que se han revisado todos los aspectos que competen a la
esquizofrenia a nivel general, es de vital importancia que ahora se especifiquen los
puntos más relevantes que conciernen a la esquizofrenia paranoide, la cual nos
interesa puesto que nuestro estudio de caso irá encaminado a este tipo de
trastorno mental.

1) Criterios para el Diagnóstico.

―La esquizofrenia paranoide es el subtipo más frecuente de la esquizofrenia.


Presenta el mayor riesgo de suicidio. En pacientes con esquizofrenia paranoide,
las delusiones de desconfianza son prominentes y se asocian con un mayor riesgo
de depresión‖.49 ―En la esquizofrenia paranoide predominan las ideas delirantes
relativamente estables, a menudo paranoides, que suelen acompañarse de
alucinaciones, en especial, la volición y el discurso y los síntomas catatónicos
están ausentes o relativamente inadvertidos.

A. Deben cumplirse los criterios generales de esquizofrenia (F20.0-F20.3).


B. Las ideas delirantes y las alucinaciones deben ser notables (tales como
delirios de persecución, de referencia, genealógicos, de tener una misión
especial, de transformación corporal o de celos; alucinaciones olfatorias,
gustativas, sexuales u otro tipo de sensaciones corporales).
C. En el cuadro clínico no debe predominar el embotamiento o la
incongruencia afectivos, los síntomas catatónicos o el discurso incoherente,
aunque pueden estar presentes en un grado leve‖.50

49
Idem. Pág. 382.
50
Op. Cit. Livingstone, Churchill (2000). Págs. 72 y 73.
36

―La característica principal del tipo paranoide de esquizofrenia consiste en la


presencia de claras ideas delirantes o alucinaciones auditivas, en el contexto de
una conservación relativa de la capacidad cognoscitiva y de la afectividad. Los
síntomas característicos de los tipos desorganizado y catatónico (p. ej., lenguaje
desorganizado, afectividad aplanada o inapropiada, comportamiento catatónico o
desorganizado) no son muy acusados. Fundamentalmente, las ideas delirantes
son de persecución, de grandeza o ambas, pero también puede presentarse ideas
delirantes con otra temática (p. ej., celos, religiosidad o somatización). Las ideas
delirantes pueden ser múltiples, pero suelen estar organizadas alrededor de un
tema coherente. También es habitual que las alucinaciones estén relacionadas
con el contenido de la temática delirante. Los síntomas asociados incluyen
ansiedad, ira, retraimiento y tendencia a discutir. El sujeto puede presentar un aire
de superioridad y condescendencia y también pomposidad, atildamiento, falta de
naturalidad o vehemencia extrema en las interacciones interpersonales. Los temas
persecutorios pueden predisponer al sujeto al comportamiento suicida, y la
combinación de ideas delirantes de persecución y de grandeza con las reacciones
de ira puede predisponerle a la violencia. El inicio tiende a ser más tardío que en
otros tipos de esquizofrenia y las características distintivas pueden ser más
estables en el tiempo. Habitualmente, estos sujetos muestran un deterioro mínimo
o nulo en las pruebas neuropsicológicas y en los tests cognoscitivos. Algunos
datos sugieren que el pronóstico para el tipo paranoide puede ser
considerablemente mejor que para otros tipos de esquizofrenia, especialmente en
lo que respecte a la actividad laboral y a la capacidad para llevar una vida
independiente. Criterios para el diagnóstico tipo paranoide [295.30] a)
preocupación por una o más ideas delirantes o alucinaciones auditivas frecuentes
y b) no hay lenguaje desorganizado, ni comportamiento catatónico o
desorganizado, ni afectividad aplanada o inapropiada‖.51
Para concluir podemos determinar también que ―los pacientes paranoides
crean una impresión de capacidad e independencia, que hace que ni necesiten ni
acepten ayuda de otros. Tienen la convicción de sus opiniones e insisten en que

51
Op. Cit. DSM-IV versión electrónica (1995). Págs. 292 y 293.
37

tienen razón. Su falta de tacto y sus actitudes de superioridad, arrogancia y


grandeza chocan a las demás personas. Estos rasgos los convierten también en
fácil blanco de halagos, elogios insinceros, y semejante reconocimiento restablece
prontamente sentimientos infantiles de omnipotencia y grandeza. Los paranoides
se resisten con los demás si estos no los hacen objeto de una apreciación
inmediata‖.52

52
MacKinnon, R. y Michels, R. (1973). Psiquiatría Clínica Aplicada. México: Nueva Editorial
Interamericana. Pág. 242.
38

CAPÍTULO IV. NOCIÓN PSICOANALÍTICA DE LA PSICOSIS


PARANOICA

“En los estados psicóticos agudos, el paciente


manifiesta una conducta de acting-out de sus síntomas
psicóticos patentes, delirios,
alucinaciones e impulsos suicidas y homicidas”.53

“La neurosis es el resultado de un conflicto


entre el yo y su ello,
en tanto que la psicosis es el desenlace
análogo de una similar perturbación
en los vínculos entre el yo y el mundo exterior”.54

“El nudo del sinthome, en tanto que anuda


a tres paranoicos con un sinthome, nos parece cifrar de una
manera pertinente la paranoia común
de la familia Papin”.55

a) Concepto de Psicosis.

La psicosis es un ―término psiquiátrico, adoptado también por el


psicoanálisis, para indicar condiciones psicológicas cuyas características permiten
distinguir las psicosis de las neurosis y de las psicopatías. Dichas características,
que pueden presentarse en forma aguda o crónica, temporal o permanente,
reversible o irreversible, se manifiestan en una pérdida más o menos total de la
capacidad para comprender el significado de la realidad en que se vive y para
mantener entre uno mismo y la realidad una relación de sintonía suficiente para
permitir un comportamiento autónomo y responsable en el ámbito cultural en que
se vive. El término ―psicosis‖ lo introdujo en 1845 E. von Feuchtersleben, con el
significado general de ―enfermedad mental‖ o ―locura‖, pero con una primera

53
Bellak, Leopold y Small, Leonard (1980). Psicoterapia breve y de emergencia. (2ª. Edición).
México: Editorial Pax México. Pág. 227.
54
Freud, Sigmund (1924). El yo y el ello y otras obras. (2ª. Edición del 2003). Argentina: Amorrortu
Editores. Volumen XIX. Pág. 155. Artículo: Neurosis y Psicosis.
55
Allouch, Jean; Porge, Erik y Viltard, Mayette (1999). El doble crimen de las hermanas Papin. (2ª.
Edición). México: Editorial Epeele. Pág. 313.
39

diferenciación interna sobre la base de la cual, como señala G. Zilboorg, ‗toda


psicosis es al mismo tiempo una neurosis, porque, sin los nervios como
intermediarios no puede llegar a manifestarse ningún cambio psicológico, pero no
todas las neurosis son psicosis‘ (1941: 423). Con la reformulación del concepto de
neurosis por obra del psicoanálisis el concepto de psicosis se definió por oposición
al de neurosis, basándose en las diferencias que se enumeraron en la voz
neurosis. Al no existir una definición unívoca de psicosis y un límite preciso de
demarcación con otras enfermedades o trastornos de la mente, se suele indicar la
condición psicótica mediante un cuadro sintomático que prevé: a] una alteración
profunda en la percepción de la realidad externa, con frecuencia deformada, con
falta total o parcial de relación cognoscitiva con la misma; de ello se deriva un
comportamiento rígido, inseguro o contradictorio; b] disgregación en niveles
profundos de la personalidad, con la consiguiente dificultad para seleccionar los
pensamientos, controlar la imaginación y los sentimientos, que a veces parecen
ausentes y en ocasiones excesivos por hipertrofia de la afectividad, con frecuencia
acompañada de regresiones a comportamientos primitivos; c] reducción o pérdida
de la distinción entre pertenencia y extrañeidad, por lo que disminuyen los límites
entre el cuerpo y el mundo externo, así como la inviolabilidad de los
pensamientos, de la imaginación, de los sentimientos, separados de los demás; d]
alucinación y delirios debidos a la indistinción entre el sí y su cuerpo y el mundo
externo; todo esto va acompañado por una grave alteración del pensamiento
lógico y de la capacidad de comunicación lingüística; e] grave desadaptación
social debida a falta de ―comprensión‖ -en el sentido jasperiano del término
(psicología comprensiva)- de los síntomas, de los que con frecuencia el mismo
psicótico, al contrario del neurótico, no es consciente.
Estas características, que en su conjunto tratan de delinear el cuadro
psicótico, pueden manifestarse en forma aguda y después desaparecer sin dejar
huellas, o perdurar en forma crónica con fragmentos de lucidez que sin embargo
no garantizan ninguna continuidad de la experiencia. También se da el caso de la
alternancia de momentos en los que el sujeto vive en armonía con la continuidad
40

de su propia existencia y con las formas elementales de la vida social, y


momentos en los que el equilibrio se destruye‖.56

b) El concepto de Delirio y el concepto de Alucinación en las Psicosis.

Sin duda el delirio y las alucinaciones han sido las características


principales y más importantes que distinguen a las psicosis de los otros trastornos
mentales. Gracias a su relevancia hemos podido determinar que un sujeto
psicótico es el único que sufre de algún tipo de psicosis siempre y cuando estos
conceptos (delirios y alucinaciones) no formen parte de alguna enfermedad
médica o sean producidos por alguna droga ingerida por el propio individuo.
Ahora bien, ¿cómo seguir hablando del delirio y de las alucinaciones en las
personas si no sabemos a lo que se refieren con exactitud? De ahí que tengamos
forzosamente que definirlos a nivel general. El delirio es una ―idea o conjunto de
ideas que, aun sin tener correspondencia alguna con los datos de la realidad, no
ceden a los argumentos de la discusión ni a los desmentidos de la experiencia.
Dichas ideas de importancia central en la visión del mundo del delirante, resultan
inaccesibles a las personas que pertenecen a su mismo ámbito cultural. Se suele
diferenciar un delirio lúcido, en el que el sujeto está tranquilo y presente en la
realidad en la que vive, de un delirio confuso, que surge y se acompaña de una
alteración del estado de conciencia. K. Jaspers distingue entre ideas deliroides y
verdaderas ideas delirantes; las primeras están en la base de los delirios llamados
comprensibles, porque se pueden rastrear hasta contenidos psíquicos que de
algún modo las justifican, como un delirio de ruina en una fase depresiva o en una
situación especial, como el encarcelamiento o el aislamiento social; las segundas
se encuentran en la base de los delirios incomprensibles, que son para Jaspers
los típicos de la esquizofrenia y de la paranoia (psicología comprensiva). También
E. Kretschmer habla de condición deliroide a propósito del delirio paranoico que no
evoluciona en esquizofrenia, sino que se cristaliza ‗enquistándose‘ en la
personalidad del individuo sin ulteriores elaboraciones, o bien desaparece por

56
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 919.
41

completo. La génesis del delirio permite comprender su función, que generalmente


es en esencia protectora, por lo que se necesita mucha cautela antes de
‗deshacer‘ un evidente delirio. El delirio que permite reestructurar una realidad que
no se domina, ofrece un núcleo de significado alrededor del cual es posible
reorganizar un mundo que, aunque sea de manera alterada, comienza a funcionar
de nuevo. La explicación, aunque delirante, reactiva una existencia que se había
bloqueado, ofrece un sentido al mundo que se habita y un significado, incluso
hasta un protagonismo, al individuo mismo en ese mundo‖.57 Como ya vimos el
delirio entonces juega un papel muy importante en la psicosis puesto que trata a
su vez de conectarse con la realidad externa y aunque éste se puede ver desde
diferentes perspectivas (psicológicas-psiquiátricas y psicoanalistas) y que
abordaremos más adelante, no cabe duda que sea uno de los aspectos que
distinguen a cualquiera de las psicosis. De hecho con relación a este tema Freud
nos diría: ―Con relación a la génesis de las formaciones delirantes, algunos
análisis nos han enseñado que el delirio se presenta como un parche colocado en
el lugar donde originariamente se produjo una desgarradura en el vínculo del yo
con el mundo exterior‖.58 Aunque también es posible que un delirio se muestre
como un malestar existencial como lo propone Guyotat en una de las preguntas
más sobresalientes en cuestión antropológica y, que por lo tanto, nos ayuda a
determinar una perspectiva diferente, la cual es: ―¿Qué es delirar, sino cambiar de
perspectiva a propósito de un malestar existencial por el que se atraviesa, o a
propósito de un acontecimiento de vida?‖59 Esto lo propone para poder designar
que el médico clásico en realidad observa el delirio como una sintomatología; sin
estudiar más a fondo si en realidad, esto de delirar es un síntoma médico o como
se propone en la pregunta anterior una forma de darle una nueva existencia a la
vida del ser humano. Sin embargo la respuesta a la pregunta anteriormente
descrita se la dejaremos a la antropología ya que nuestro objeto de estudio es sin
duda una cuestión psicológica-psicoanalítica-psiquiátrica. Sin embargo es muy

57
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Págs. 292 y 293.
58
Op. Cit. Freud, Sigmund (1924). Volumen XIX. Pág. 157.
59
Guyotat, Jean (1994). Estudios de antropología psiquiátrica. México: Fondo de Cultura
Económica. Pág. 14.
42

importante la aclaración de este punto de vista puesto que el psicoanálisis


entonces gira en torno a poder llegar al origen del síntoma y no a desviarlo por
otro camino.
Es momento de acercarnos al concepto de alucinación(es) dentro de los
trastornos psicóticos. Por alucinación se entiende que es una ―percepción de
alguna cosa que no existe y que no obstante se considera real. Dicha percepción,
que es involuntaria y acrítica, tiene los caracteres de la sensorialidad y de la
proyección. Como tal debe diferenciarse de la ilusión que es una distorsión
perceptiva, en el sentido de que se percibe un objeto diferente del objeto que sirve
de estímulo. Las alucinaciones más frecuentes son las de los órganos de los
sentidos y, en particular, la vista y el oído. A éstas se agregan las alucinaciones
menos frecuentes y más especializadas en su configuración. Las alucinaciones
pueden ser experimentadas también por personas normales, como cuando se
tiene la sensación de oír el sonido del timbre o de sentir olor a quemado. En estos
casos, cuando la falsedad es reconocida al menos hasta cierto punto, se habla de
seudoalucinaciones. Éstas son frecuentes en la fase de despertar (alucinaciones
hipnopómpicas) o de dormir (alucinaciones hipnagógicas). El sujeto asiste a estos
fenómenos con cierto estupor, pero de manera neutra e indiferente. Las
alucinaciones hipnopómpicas provocan con frecuencia el despertar y en esas
ocasiones se reconoce la irrealidad‖.60 Como sabemos coloquialmente se puede
entonces establecer que tanto los delirios como las alucinaciones son los pilares
básicos de las psicosis y que éstos nos ayudan a determinar los trastornos
mentales basándonos en los puntos de vista psicológico-psiquiátricos.

c) Concepto Etimológico de Paranoia.

―Paranoia es un término que se deriva del griego para (paralelo) y nous


(espíritu, pensamiento), y con alguna reserva se puede traducir como pensamiento

60
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 50.
43

paralelo. Desde el punto de vista clásico era utilizado de esta manera, aunque con
Hipócrates este concepto implicaba un deterioro mental extremo‖.61

d) Concepto Psicoanalítico de Paranoia.

―Psicosis caracterizada por un delirio de persecución sistematizado e


interpretativo al que se atribuyen especialmente los delirios de celos, de
erotomanía y de grandeza‖.62

e) Teoría de Sigmund Freud.

El psicoanálisis ha sido una de las disciplinas en cuestión de salud mental


más importantes para la clínica; de hecho ―es el sistema psicológico más
conocido, en especial entre los no psicólogos. Aunque durante mucho tiempo fue
rechazado por algunos psicólogos académicos, ha alcanzado gran difusión e
influencia en otras áreas científicas y técnicas, en los círculos literarios y en los
medios legos‖.63 Por tal motivo, no cabe duda de que uno de los personajes más
importantes en la historia ha sido Sigmund Freud. ―Nacido el 6 de mayo de 1856
en Freiberg, Moravia. Estudió en Viena. Trabajó como médico y docente en la
Universidad de esa misma ciudad desde 1886‖.64 Muere en el año de 1939.
Ahora bien, ―de las cinco famosas historias de casos que presentó Freud
sólo tres de los sujetos fueron en realidad analizados por él (Dora, Hombre de los
Lobos y Hombre de las Ratas)‖.65 Pero aunque estos casos clínicos son de
relevancia puesto que fueron analizados por el creador del psicoanálisis, los casos
sobrantes también han dado, a la clínica mundial, grandes aportaciones respecto

61
Op. Cit. Alarcón, Renato; Mazzotti, Guido y Nicolini, Humberto (2005). Pág. 289.
62
Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Diccionario del Psicoanálisis (Segunda
Edición) Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores. Pág. 499.
63
Marx, Melvin y Hillix, William (1999). Sistemas y Teorías psicológicos contemporáneos. México:
Paidós. Pág. 239.
64
Freud, Sigmund (1901). Primeras Publicaciones Psicoanalíticas. (2ª. Edición del 2003).
Argentina: Amorrortu Editores. Volumen III. Pág. 321. Artículo: Noticia Autobiográfica.
65
Brunswick, Ruth (2002). Los casos de Sigmund Freud. El hombre de los Lobos. Buenos Aires,
Argentina: Nueva Visión. Volumen I. Pág. 7.
44

a los temas tratados en ellos. Por esta razón tomaremos en cuenta la gran
contribución teórica que dio este autor a la humanidad con respecto a la psicosis y
en especial a la psicosis paranoica. Comenzaremos haciendo un esbozo
cronológico de cómo la paranoia (psicosis) se ha distribuido en diferentes
momentos. Cuando leemos el manuscrito ―H‖ sobre la paranoia, en la
correspondencia entre Fliess y Freud en su carta del 24 de enero de 1895, nos
damos cuenta de que se proponen dos alternativas para dicho concepto. En
primer lugar se observa que la paranoia es una forma de neurosis de defensa ya
que se muestra lo siguiente: ―…la paranoia crónica en su forma clásica es un
modo patológico de la defensa, como la histeria, la neurosis obsesiva y la
confusión alucinatoria. Uno se vuelve paranoico por cosas que no tolera,
suponiendo que uno posea la predisposición psíquica peculiar para ello‖. 66 En
segundo lugar nos comunican que el mecanismo fundamental de la paranoia es la
proyección, en donde ―la paranoia tiene, por tanto, el propósito de defenderse de
una representación inconciliable para el yo proyectando al mundo exterior el
sumario de la causa que la representación misma establece‖.67 Así, entonces la
paranoia es una forma de defensa cuya proyección es el mecanismo que va
acompañado a la defensa y se presenta en los paranoicos. Ahora bien, ―desde el
punto de vista freudiano, las diversas formas de delirio son otras tantas maneras
de negar la homosexualidad proyectándola al exterior‖.68 A esto Freud lo llama
paranoia. Aunque cabe resaltar que la hipótesis homosexual no se encuentra de
un inicio con S. Freud, ―…es a partir de ciertas discusiones epistolares,
fundamentalmente con Jung y Ferenczi, que la hipótesis de la homosexualidad
reprimida aparece como uno de los ejes de la teoría de la paranoia, esto a
principios de 1908. Tanto Freud como el mismo Ferenczi informan de estas
discusiones, el segundo en su texto sobre El papel de la homosexualidad en la
patogenia de la paranoia en donde señala haber discutido con Freud el único caso
de paranoia que éste había analizado (La Sra. P.). En este texto Ferenczi

66
Freud, Sigmund (1892-99[1950]). Publicaciones prepsicoanalíticas y manuscritos inéditos en vida
de Freud. (2004). Argentina: Amorrortu Editores. Volumen I. Pág. 247. Artículo: Fragmentos de la
correspondencia con Fliess.
67
Idem. Pág. 249.
68
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 499.
45

propone como algunos de los resultados de estas discusiones teóricas, tanto el


mecanismo de proyección como la necesidad de considerar a los mecanismos de
la paranoia como ocupando ‗un lugar intermedio entre los mecanismos opuestos
de la neurosis y de la demencia precoz‘. Al igual que el demente (psicosis), el
paranoico logra retirar al yo una parte de los deseos (narcisismo); sin embargo,
otra parte del interés afectivo --y que resulta absolutamente intolerable-- se
objetiva (envía hacia afuera) pero ‗invirtiendo la tonalidad emocional‘…‖.69
Involucrándonos en los aspectos freudianos, recordemos que la teorización sobre
dicho trastorno es realizada a partir de la lectura de las memorias de D. P.
Schreber.70 Este personaje es considerado como uno de los más importantes en la
historia de la Psiquiatría y del Psicoanálisis ya que proporcionó abundante material
sobre su enfermedad (p. ej. Alucinaciones y Delirios) que ha cautivado a los
grandes protagonistas de la salud mental en cuestión. Algunos de ellos son:
Sigmund Freud, Jacques Lacan, Carl Gustav Jung, por mencionar sólo algunos.
Por esta razón comenzaremos por describir las partes que para este trabajo son
importantes.
Para el año de 1899 se redacta un dictamen pericial del médico forense en
donde se establece la enfermedad que en aquel entonces el Dr. Schreber
padecía. ―Al comienzo…exteriorizó muchas ideas hipocondriacas; se quejaba de
sufrir de reblandecimiento cerebral; afirmaba que se moriría pronto…, pero
enseguida se inmiscuyeron también en el cuadro morboso ideas persecutorias,
basadas, por cierto, en ilusiones sensoriales, que inicialmente parecían, empero,
manifestarse de manera aislada, mientras que a la vez se hacían notar en una
hiperestesia de grado elevado, gran sensibilidad a la luz y al ruido. Posteriormente
se hicieron más frecuentes las ilusiones visuales y auditivas, y se adueñaron, junto
con perturbaciones en la sensibilidad general, de todo su sentir y su pensar; se
69
Escobar, Héctor. Artículo: Interrogar a Schreber, Interrogar a Freud. Pág. 5.
70
Daniel Paul Schreber. Jurista, presidente de la Corte de Apelaciones de Dresde, autor de
Memorias de un Enfermo de Nervios (Leipzig 1842-Sonnestein 1911). Tercer hijo de una fratría de
cinco hermanos, Daniel Paul Schreber es hijo de Daniel Gottlieb y de Pauline Haase. Terminados
sus estudios de derecho, es nombrado presidente de la Corte de Apelaciones de Saxe, en 1893.
En 1903 publica sus memorias, Denkwürdigkeiten eines Nervenkraken, traducidas al francés en
1932 por M. Bonaparte y R. Loewenstein, bajo el título de Mémoires d’un néuropathe. Toda esta
referencia fue tomada del Diccionario del Psicoanálisis de Roland Chemama obra citada
anteriormente en otras notas al pie. Pág. 609.
46

consideraba muerto y en putrefacción; imaginaba que en su cuerpo se llevaban a


cabo toda suerte de atroces manipulaciones, y que hacía, como él mismo lo
manifiesta aun ahora, las cosas más terribles que alguien pueda imaginar, y esto
con una finalidad sagrada. Las inspiraciones morbosas cautivaron hasta tal punto
al enfermo que éste, inaccesible a cualquier otra impresión, permanecía sentado
durante horas completamente rígido e inmóvil (estupor alucinatorio), y por otra
parte lo atormentaban de manera tal que deseaba que le llegase la muerte; hizo
repetidos intentos de ahogarse en el baño y pedía el cianuro de potasio destinado
a él. Poco a poco las ideas delirantes tomaron un carácter místico, religioso;
trataba directamente con Dios; los demonios jugaban con él; veía visiones
milagrosas; oía música celestial y finalmente llegó a pensar que moraba en otro
mundo‖.71 En este pequeño párrafo nos podemos dar cuenta que existen entonces
tanto síntomas paranoicos como las ideas de persecución, las alucinaciones y el
delirio. Por tanto el Director Weber72 complementa: ―Sin entrar más en los detalles
del curso de la enfermedad, señalemos que posteriormente, a partir de las
psicosis inicial más aguda, que afectaba de manera directa, a todo el acontecer
psíquico y cabía definir como un delirio alucinatorio, se fue destacando cada vez
más decididamente el cuadro clínico paranoico; por así decir, se fue cristalizando
este, que es el que hoy se nos ofrece‖.73 Aquí observamos que en los dictámenes
de aquel tiempo ya se diagnosticaba psicosis paranoica cuyas sintomatologías
propuestas por los psiquiatras y los psicoanalistas son muy parecidas. Inclusive en
los hospitales psiquiátricos de nuestros días, seguimos observando la misma
clasificación de síntomas para los pacientes con paranoia. Ahora profundicemos
un poco sobre otro indicio importante en este trastorno. Nos referimos al Delirio del
paciente (Schreber). El médico resalta en este caso dos piezas importantes del
delirio, estas son: a) papel del redentor (cuyo vínculo está ligado a ser privilegiado
por Dios) y b) la mudanza en mujer (lo que se llama emasculación). Estos delirios
71
Schreber, Daniel Paul [1903 (2003)]. Memorias de un enfermo de nervios. México: Sexto Piso.
Págs. 367 y 368.
72
En diciembre de 1899.
73
Freud, Sigmund (1911). Sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente (Schreber),
Trabajos sobre técnica psicoanalítica y otras obras. (2004). Argentina: Amorrortu Editores.
Volumen XII. Pág. 15. Artículo: Puntualizaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia
(Dementia Paranoides) descrito autobiográficamente.
47

son la base de toda una historia delirante la cual es necesaria para poder incluirse
en el mundo, ya que ésta funge como parche en esa rasgadura propia de su gran
frustración. Implícitamente Freud lo determina al establecer que ―un delirio de
persecución sexual se transformó en el paciente, con posterioridad, en el delirio
religioso de grandeza‖.74 Como sabemos el primer perseguidor para Paul S. era su
médico el Dr. Flechsig75 (personaje que será muy importante en relación a las
ideas delirantes de Schreber) y el segundo era precisamente Dios, que como ya lo
vimos, se encontraba vinculado con asumir ese papel del salvador del mundo y
con esto corroboramos sus ideas megalomaniacas o de grandeza las cuales diría
Freud ―que éstas nacen a expensas de la libido objetal que, retirada del mundo
exterior, colma al yo de narcisismo de manera aumentada‖.76 Por ende, y
siguiendo con la parte delirante y observando varios tipos de éstas ideas
―…Schreber pensó que Flechsig y sus asistentes no existían en la realidad, sino
que sólo estaban allí, milagrosamente, por un corto período. Ésta era una defensa
contra la atracción homosexual ejercida por los hombres que lo rodeaban. El
período que va desde entonces hasta la transformación de Schreber, señala su
fuga de los peligros que surgen de su amor por Flechsig. El conflicto se expresa
en varios delirios persecutorios e hipocondríacos, en diversas alucinaciones y un
estado catatónico‖.77 Ahora bien, dentro de los síntomas que se pueden observar
en los paranoicos, no podemos olvidar que las ideas megalomaniacas también se
encuentran presentes y siguiendo el caso Schreberiano se comenta: ―Pero, en su
conjunto, la enfermedad es concebida como una lucha del hombre Schreber
contra Dios, en la cual sale triunfador el débil humano porque tiene de su parte el
orden del universo‖.78 Estas ideas megalomaniacas muestran que Schreber es
superior a un Dios omnipotente. De hecho recordemos que Dios desde tiempos
muy remotos ha sido y sigue siendo un espíritu cuyas características principales lo

74
Idem. Pág. 19.
75
Paul Emil Flechsig (1847-1929), profesor de psiquiatría en Leipzig desde 1877 hasta 1921, era
célebre por sus trabajos en neuroanatomía. Esta nota al pie fue tomada del Volúmen XII de
Sigmund Freud de Amorrortu Editores Pág. 12 nota al pie # 4.
76
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 690.
77
Katan, Mauritis (2005). El caso Schreber. Los casos de Sigmund Freud. Argentina: Nueva Visión.
Volumen 2. Pág. 124. Artículo: El delirio de Schreber acerca del fin del mundo.
78
Op. Cit. Freud, Sigmund (1911). Volumen XII. Pág. 27.
48

determinan como el todopoderoso, el omnisapiente e inclusive el omnipresente.


Schreber se ha sentido muy superior a éste, cuando sabemos que en la mayoría
de las culturas; es este Dios, el que es superior a los seres humanos (también
conocido como el creador del universo) y cuyo poder no lo puede igualar nadie.
Con respecto a lo anterior, es de vital importancia señalar que en dicha
enfermedad mental la cuestión persecutoria proviene de una persona que en un
tiempo atrás fue amado y que posterior a la perturbación de la mente se convierte
en odiado, por tanto ―sostenemos que la intencionalidad del sentimiento es
proyectada como un poder exterior, el tono del sentimiento es trastornado hacia lo
contrario {ins Gegenteilverkehren}, y que la persona ahora odiada y temida a
causa de su persecución es alguien que alguna vez fue amado y venerado‖.79
Inclusive ―diríamos que el carácter paranoico reside en que para defenderse de
una fantasía de deseo homosexual se reacciona, precisamente, con un delirio de
persecución de esa clase‖.80 Siguiendo con la fundamentación teórica Freudiana,
nos damos cuenta de que existen tres tipos de delirios que muestran gran
relevancia con respecto al estudio de nuestro ensayo. El delirio de persecución
está determinado por la contradicción de la frase: ‗yo no lo amo’ por la otra que es
‗pues yo lo odio’. Proyección que se convierte en la frase: ‗el me odia’ (me
persigue). De tal manera que en su conjunto se convertiría en lo siguiente: ‗yo no
lo amo pues yo lo odio porque él me persigue’; así podemos concluir que ―… el
perseguidor no es otro que el otrora amado‖.81 Así, este tipo de delirio contradice
al verbo. El delirio de erotomanía se determina: ‗yo no lo amo’. A su contradicción
se da la frase: ‗pues yo la amo’; para su proyección se convierte en: ‗yo noto que
ella me ama’. Este deliro contradice al objeto. En el delirio de celos se plantea la
siguiente frase: ‗yo no amo al varón’ y por tanto ‗es ella quien lo ama’; así se
sospecha de la mujer con todos los hombres a quienes él está tentado de amar.
Lo mismo pasaría para el género femenino. Este delirio contradice al sujeto.82
Estos delirios son importantes para que exista una significación en la teorización

79
Idem. Pág. 39.
80
Idem. Pág. 55.
81
Idem. Pág. 59.
82
Estos tipos de delirio fueron tomados de las obras de Sigmund Freud. Tomo XII. Págs. 58-61.
49

de que la paranoia es sin duda una defensa contra la homosexualidad para


nuestro autor. Ahora nos enfocaremos a los síntomas narcisistas en la gente
paranoica. Ya que ―…los paranoicos conllevan una fijación en el narcisismo, y
declaramos que el retroceso desde la homosexualidad sublimada hasta el
narcisismo indica el monto de la regresión característica de la paranoia‖.83 Cuando
destacamos que los delirios son intentos de reconstrucción con el mundo
(propuesta teórica de Freud en posteriores trabajos sobre las neurosis y psicosis);
éstos tienen significación en tanto los sujetos los proponen desde su propia
experiencia. Para Schreber uno de sus delirios tenía que ver con un símbolo
paterno. Nos referimos a que ―…cuando Schreber se ufana de poder mirar el Sol
impunemente y sin enceguecer, ha reencontrado la expresión mitológica para su
vínculo con el Sol como hijo de él, y así nos confirma que hemos de concebir su
Sol como un símbolo del padre‖.84 También recordemos que Schreber estaba
sometido por su padre a grandes métodos educativos muy rígidos y por tanto ―es
posible que algunos… hayan comenzado a ver que el Dr. Glottlieb sentó las bases
para un sistema de persecución del niño, no educación del niño. Él y muchos de
sus contemporáneos veían un sistema como algo destinado a salvar a la
humanidad‖.85 Por supuesto esto no fue así en el caso de Paul Schreber. ―En la
literatura psicoanalítica se había aseverado que el paranoico se debate contra un
refuerzo de sus tendencias homosexuales, lo que remite en esencia a una
elección narcisista de objeto. Además, se había señalado que el perseguidor en el
fondo era el amado o alguien que lo fue en el pasado. De la conjunción de ambas
tesis resulta este requisito: el perseguidor tiene que ser del mismo sexo que el
perseguido‖.86 Ahora bien, es importante destacar que el mismo Freud confirmó su
teoría sobre los casos de paranoicos cuando en el año de 1915 se decidió a
entrevistar en un par de ocasiones a la amiga de un abogado conocido de él. En la
primera entrevista la chica reporta que un hombre con el cual ella había salido
83
Op. Cit. Freud, Sigmund (1911). Volumen XII. Pág. 67.
84
Idem. Pág. 75.
85
Schatzman, Morton (2006). El asesinato del alma. 18ª. Edición. México: Siglo XXI Editores. Pág.
34.
86
Freud, Sigmund (1915). Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre
metapsicología y otras obras. (2004). Argentina: Amorrortu Editores. Volumen XIV. Pág. 265.
Artículo: Un caso de paranoia que contradice la teoría psicoanalítica.
50

anteriormente, la estaba persiguiendo y que inclusive otros dos hombres la habían


fotografiado al momento de haber realizado el acto sexual con el hombre en
cuestión. ―El caso aquí presentado contradecía la teoría propuesta por el
psicoanálisis87 de manera terminante. La muchacha parecía defenderse del amor
a un hombre, puesto que mudaba directamente al amado en el perseguidor; nada
se descubría de la influencia de la mujer, de una renuencia hacia un vínculo
homosexual‖.88 Hasta que la segunda entrevista aportó distintas interpretaciones
en cuanto al perseguidor real cuya madre es la principal persecutoria de la chica,
―…con ello se evapora también la aparente contradicción a la expectativa alentada
por la doctrina psicoanalítica de que un vínculo homosexual reforzado sería la
condición para el desarrollo de un delirio de persecución. El perseguidor originario,
la instancia de cuya influencia se quiere escapar, tampoco en este caso es el
hombre, sino la mujer‖.89 Con esta teoría sobre la paranoia y aunque parezca
repetitivo; podemos entonces confirmar con dicho caso clínico que la paranoia es,
precisamente, una defensa contra la homosexualidad. Ahora es momento de
entrar en lo referente a los artículos posteriores sobre las diferencias entre las
neurosis y las psicosis, cuya teorización freudina fundamenta esta obra. Freud
escribió dos grandes artículos sobre la psicosis en 1924 (Neurosis y Psicosis y la
Pérdida de la Realidad en la Neurosis y Psicosis). Como se mencionó
anteriormente debemos decir en primer lugar que ―la neurosis es el resultado de
un conflicto entre el yo y su ello, en tanto que la psicosis es el desenlace análogo
de una similar perturbación en los vínculos entre el yo y el mundo exterior‖. 90 De
tal manera que definiremos según lo que nos propone nuestro autor, las tres
instancias psíquicas que caracterizan a los sujetos. El ello es el ―regidor del placer
(pasiones)‖91; el ―yo es el representante de lo que puede llamarse razón y
prudencia‖92 y el super-yo es ―la observación de sí, la conciencia moral y la

87
Las letras en cursivas son mías.
88
Op. Cit. Sigmund, Freud (1915). Volumen XIV. Pág. 265.
89
Idem. Pág. 267.
90
Idem. Nota al pie #54 de esta obra.
91
Op. Cit. Freud, Sigmund (1924). Volumen XIX. Pág. 27. Artículo: El yo y el ello.
92
Idem.
51

función de ideal‖.93 Como podemos observar entonces la psicosis es para el


psicoanálisis una alternativa muy distinta de lo que propone la psiquiatría como
trastorno a curar. Por supuesto existen características conductuales que se da en
los sujetos cuando uno de ellos se encuentra estructuralmente en la psicosis,
estas son por lo regular la confusión alucinatoria como la llamara Freud y la
cuestión delirante como una forma de encontrarse con ese mundo exterior que no
lo puede analizar como lo hiciera un neurótico. Pero… ¿cómo se da la psicosis en
el sujeto? La respuesta es sencilla desde el punto de vista freudiano ―…el yo se
crea, soberanamente, un nuevo mundo exterior e interior, y hay dos hechos
indudables: que este nuevo mundo se edifica en el sentido de las mociones del
deseo del ello, y que el motivo de esa ruptura con el mundo exterior fue una grave
frustración {denegación} de un deseo por parte de la realidad, una frustración que
pareció insoportable‖.94 Por tanto si se encuentran cuestiones alucinatorias en las
psicosis también se sabe que en éstas existen las ideas delirantes, ese delirio que
hace ontológicamente estructural a la psicosis; incluso Freud lo deja claro al
establecer que ―con relación a la génesis de las formaciones delirantes, algunos
análisis nos han enseñado que el delirio se presenta como un parche colocado en
el lugar donde originariamente se produjo una desgarradura en el vínculo del yo
con el mundo exterior‖.95 Así ―…la etiología común para el estallido de una
psiconeurosis o de una psicosis sigue siendo la frustración, el no cumplimiento de
uno de aquellos deseos de la infancia,… esa frustración siempre es, en su último
fundamento, una frustración externa…‖.96 De tal modo que si ―la pérdida de
realidad {objetividad} estaría dada de antemano en la psicosis; en cambio, se
creería que la neurosis la evita‖.97 De tal manera se podría expresar lo que el autor
propone en su artículo; que en la psicosis entonces se arranca al yo de la realidad
y también se da la creación de una realidad nueva y completamente proveniente

93
Freud, Sigmund (1933). Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras. (2ª.
Edición del 2003). Argentina: Amorrortu Editores. Volumen XXII. Pág. 62. Artículo: 31ª.
Conferencia. La descomposición de la personalidad psíquica.
94
Op. Cit. Sigmund, Freud (1924). Volumen XIX. Págs. 156 y 157. Artículo: Neurosis y Psicosis.
95
Idem. Pág. 157.
96
Idem.
97
Op. Cit. Freud, Sigmund (1924). Volumen XIX. Pág. 193. Artículo: La Pérdida de Realidad en la
Neurosis y la Psicosis.
52

del ello y así ya no ofrece el mismo motivo de escándalo que la abandona; y si


existe pérdida de la realidad entonces existe a la vez una desmentida de realidad.
Por ello en dicha psicosis se quiere reemplazar a la realidad exterior por otra
completamente nueva y propia del sujeto desde su estructura.

f) Teoría de Jacques Lacan.

Como lo hicimos con nuestro autor anterior iniciaremos por dar algunos
datos biográficos de Jacques Lacan. ―Nació el 13 de abril de 1901 y murió el 9 de
septiembre de 1981. Hijo de Alfred Lacan, es proveniente de una familia de
vinagreros de Orleans. Alumno del colegio jesuítico Stanislas. Fue un apasionado
de la literatura y la filosofía. Inicia estudios de medicina y psiquiatría, que abarcan
del externado en los hospitales de París al internado en los hospitales
psiquiátricos. Tras una serie de artículos psiquiátricos fechados entre 1926 y 1931,
Lacan publica su tesis de doctorado en medicina, sobre la paranoia‖.98 También
―es considerado uno de los analistas más influyentes después de Sigmund
Freud‖.99 Antes de comenzar a describir una breve fundamentación teórica de uno
de los más importantes y complicados psicoanalistas de la historia y que para
entenderlo es necesario saber que su ―obra es erudita, difícil de comprender,
oscura en sus formulaciones, con lenguaje alusivo lleno de juegos de palabras,…,
pedantería intelectual, desprecio a toda formulación cercana a la suya salvo
algunas excepciones momentáneas‖,100 es necesario comentar que sólo
abordaremos concepciones básicas y que creemos son importantes para nuestro
estudio, ya que de otra manera no podríamos abarcar toda su teorización e incluso
sería muy aventurado pensarlo. Por tal motivo, los conceptos que a continuación
describiremos tienen gran relación con la terminología de la psicosis en Lacan.
El primer lugar lo ocupa el concepto del ‗otro‘ (1930). Esa alienación en el
deseo del otro. ―Estoy alienado en el sentido de que no tengo unificación. No es

98
Assoun, Paul-Laurent (2004). Lacan. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu Editores. Págs. 31 y 32.
99
Wikimedia Foundation, Inc. (9/10/2008). Jacques Lacan. Consultado: 4/11/2008. México:
http://es.wikipedia.org/wiki/Jacques_Lacan.
100
Bleichmar, Norberto y Bleichmar, Celia (1997). El psicoanálisis después de Freud. Teoría y
Clínica. Barcelona, España: Paidós. Pág. 163.
53

que yo constituya al otro a partir de mí. Es, muy por el contrario, que, si es verdad
que hay un yo, este yo es el resultado del efecto que tiene sobre mí ese otro, al
precio de que esa imagen de mí constituida en el otro y por el otro está
primordialmente alienada en él. En estas condiciones, el yo no es nunca otra cosa
que la imagen del otro, y así anda en el mundo‖.101 Ahora, si yo estoy a partir del
otro y el otro es quien me constituye mi personalidad; esa personalidad que se es
y que no se tiene, entonces todos mis deseos se cumplen en el otro y por el otro.
Por tanto, ―mi deseo es literalmente el deseo del otro: en los caminos de lo que
quiero, yo paso por los movimientos de la marioneta del otro, por los caminos de
su deseo. De mi deseo no sé nada, salvo lo que el otro me revela, puesto que
estoy obligado a andar pisándole los talones. De suerte que el objeto de mi deseo
es el objeto del deseo del otro; mi deseo no tiene ni siquiera la sombra de un
sentido; el objeto del deseo es el objeto del deseo del otro, aquello que los
movimientos de la mirada, y hasta de la voz del otro, me indicaron como poseedor
del rango de objeto, entregado a mi mirada‖.102 De hecho, nuestro autor tuvo el
acierto de proponer otro concepto de gran relevancia para la constitución de la
personalidad (su relación con el otro) llamado el Estadio del Espejo cuya
significación no es otra, que la formación de la función del yo (je) hacia el año de
1949. Recordemos que este estadio se refiere principalmente al reconocimiento
del niño y su imagen cuando se le pone en frente de él un espejo; de tal manera
que este punto aborda la constitución del yo en el niño. ―Con esta expresión Lacan
se refiere a la progresiva conquista de la identidad del sujeto, que se inicia entre
los 6 y los 18 meses, cuando el niño, puesto frente a un espejo, primero reacciona
como si la imagen reflejada por el espejo fuera una realidad que es posible aferrar,
después se da cuenta de que no es una realidad, sino una imagen, y por último
entiende que esta imagen es la suya, diferente de la del adulto que lo acompañó
frente al espejo. El estadio del espejo se configura como un primer bosquejo del
yo, un primer esbozo de la subjetividad con la ayuda del imaginario; en efecto, es
mediante la imagen del semejante que el sujeto, por un mecanismo de

101
Nasio, Juan David (1996). Grandes Psicoanalistas. Introducción a las obras de Winnicott, Dolto,
Lacan. Barcelona, España: Gedisa. Volumen II. Serie Freudiana. Pág. 119.
102
Idem. Pág. 120.
54

identificación, se remite a sí‖.103 Por tal motivo ―basta para ello comprender el
estadio del espejo como una identificación en el sentido pleno que el análisis da a
este término: a saber, la transformación producida en el sujeto cuando asume una
imagen, cuya predestinación a este efecto de fase está suficientemente indicada
por el uso, en la teoría, del término antiguo imago…la función del estadio del
espejo se nos revela entonces como un caso particular de la función de la imago,
que es establecer una relación del organismo con su realidad…‖. 104 Por esto,
podemos concluir que si la relación con el otro esta determinada por la
construcción de ese yo (je) a través del estadio del espejo, entonces esta relación
tiene que ser subjetiva en tanto mi semejante se relaciona conmigo; y a sí surge
en la topología lacaniana el esquema ―L‖ (década de los 50‘s). A continuación
trataremos de explicar brevemente como este esquema es indispensable para el
sujeto en tanto que tiene que relacionarse con los demás a partir del lugar A
definido como lugar del lenguaje.

(Es) S a’ (otro)

Relación Imaginaria

Ics.

(yo) a A (Otro)

Figura 2.

103
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 651.
104
Jacques, Lacan (2005). Escritos. (24ª. Edición) México: Siglo XXI editores. Volumen I. Artículo:
El estadio del espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela en la
experiencia psicoanalítica. Pág. 89.
55

―El esquema L de Lacan instala los dos ejes, simbólico e imaginario, que
ordenan la subjetividad: Yo no puedo imaginarme como yo, en a, sino a partir de la
imagen del otro, mi semejante, a‘, en una relación en espejo. Pero para el
psicoanálisis, Yo, como sujeto de la palabra, S, está determinado por lo simbólico
que le preexiste y supone el lugar, A, como lugar de los significantes. El esquema
‗L‘ determina así cuatro polos de la subjetividad, A, a, a‘, S. Según Lacan, <<una
estructura cuatripartita es desde lo inconsciente siempre exigible en la
construcción de una ordenación subjetiva>>‖.105 Ahora bien, ¿cómo incluir los
conceptos anteriores con nuestro tema (la psicosis)? Muy sencillo, el otro nos
determina como sujetos por medio del lenguaje, por tanto si ese otro nos transmite
una estructuración neurótica, psicótica o perversa; entonces nos predispone para
entrar en una de esas estructuraciones también, es decir, una estructura psicótica
para nuestro estudio de caso. Sin embargo, requerimos de más conceptos para
estudiar a fondo lo que nos propone Jacques en su teorización. Ahora es el turno
de inscribirse en los conceptos del significado y el significante; términos que
aparecen en Lacan aprox. en 1957; aunque con Saussure ya habían surgido
desde 1916. Para comenzar debemos comentar que ―la perspectiva saussuriana
es eminentemente dualista. El lenguaje es, a la vez, un hecho individual y social;
es un sistema establecido y en evolución, es una asociación de sonidos e
ideas…el habla es un fenómeno individual y la lengua lo es a nivel social‖.106 De
ahí que ―la unidad fundamental del lenguaje es el signo (el que une al concepto y a
la imagen acústica), que está compuesto de una imagen acústica o significante y
un significado o concepto‖.107 Con relación a los conceptos anteriores se describe
entonces según la teoría saussuriana que tanto el significado como el significante
no son de ninguna forma excluyentes ya que el uno no puede estar sin el otro. Por
esta razón es que se realiza el algoritmo lacaniano en donde se puede observar
que el significante está por encima del significado y lo plantea de la siguiente
manera:

105
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 213.
106
Op. Cit. Bleichmar, Norberto y Bleichmar, Celia (1997). Pág. 166.
107
Idem. Pág. 166 y 167.
56

S Significante
s Significado

Figura 3.

Lacan describía muy claramente como se da la primacía del significante


sobre el del significado en su artículo ‗La carta robada’, en donde precisamente a
la pérdida de la carta es ese significante ‗carta‘ el que más importa encontrar a lo
opuesto con relación a su contenido, es decir, su significado. De esta manera lo
podemos relacionar con la psicosis en tanto que ―la psicosis, por su lado, da otra
ocasión de captar de una manera directa lo que puede ser un significante sin
significación, un significante asemántico. La frase que el psicótico oye en su
alucinación lo mienta, lo concierne, se impone a él. Pero, al no poder ser ligada
con otra, no tiene, de hecho, una verdadera significación‖.108 Metáfora y Metonimia
(1957) son los siguientes conceptos a describir y que para entenderlos debemos
referirnos a dos palabras muy significativas. Jakobson propone que el lenguaje
consta de dos términos: a) similitud (similares significantes) y b) contigüidad
(proximidad de significantes). Es por ello que la metáfora no es otra cosa sino una
sustitución de un significante por otro en una relación de similitud y la metonimia
es también una sustitución de un significante por otro en una base de contigüidad.
El libro psicoanálisis después de Freud propone dos ejemplos muy didácticos para
entender estas definiciones. En la metáfora, el significante fuego se puede sustituir
por el significante pasión en una relación de similitud de significantes y en la
metonimia, el significante fuego se puede sustituir por el significante calor en una
relación de contigüidad de significantes. Esto nos permite entonces observar que
en la metáfora puede existir un cambio de significación entre los significantes y a
diferencia de la metonimia como existe una proximidad de significantes, podemos
decir que no existe un cambio tan radical en la significación en cuestión. Ahora
veremos como estas concepciones tienen su relación con la psicosis. ―Es
estudiando el delirio del presidente Schreber y para desenmascarar sus
articulaciones como J. Lacan, en su Seminario III (Las psicosis), apela al trabajo

108
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 624.
57

de R. Jakobson sobre las afasias motrices y sensoriales, donde la degradación del


lenguaje se produce sobre las dos vertientes del significante: en el primer caso,
articulación y sintáxis son afectadas, hay agramatismo, trastorno de la contigüidad;
en el segundo caso (afasia sensorial), el enfermo no puede decir la palabra, gira
alrededor de ella; está en la paráfrasis, toda respuesta a una demanda de
sinónimos le es imposible; lo intenta pero se desvía: son los trastornos de la
semejanza. El significante está conservado pero la intención es impedida,
mientras que, en la afasia motriz, es el lazo interno al significante el
descompuesto. Esto sería imposible sin la estructura misma del significante‖.109
Por lo tanto, los psicóticos no tienen la posibilidad de hacer o realizar una metáfora
y se quedan entonces en puro significante. Si bien metáfora y metonimia son
sustituciones de significantes, entonces la metáfora del Punto del Capitonado
(Punto de Anclaje) es lo que fija la significación en una determinada cadena de
significantes. El último significante de la cadena es el que otorga sentido a los que
lo precedieron, y siguiendo con los ejemplos de Bleichmar tomaremos el siguiente:
‗la mesa está vacía‘ a lo que es distinto de ‗la mesa está‘; diferencia total en lo
referente a las oraciones y a significado de las mismas. Por último la Metáfora
Paterna o Metáfora del Nombre-del-Padre (conceptos surgidos en 1957 aprox.) es
precisamente el ―ingreso al mundo del significante, y, por ende, la constitución del
inconsciente y la represión originaria, están sujetas a él‖,110 es decir, que el
significante falo [―como significante que distribuye los significados, este instaura
una primera diferencia entre el tener y el no tener; por lo que una mujer se
constituye como en aquella que en el amor da lo que no tiene, y además una
segunda diferencia que se constituye en el reconocimiento de que tener falo
significa no serlo. A partir de este reconocimiento es posible el paso al plano
simbólico‖111] se sustituye por el significante nombre-del-padre (la transmisión de
la ley) y a toda esta sustitución se le llama Metáfora del Nombre-del-Padre; y
cuando se da esta sustitución el significante fálico deviene consciente. Y es
justamente cuando ésta transmisión de la ley, al no acceder a ella; se observa

109
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 425.
110
Op. Cit. Bleichmar, Norberto y Bleichmar, Celia (1997). Pág. 182.
111
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 484.
58

como el sujeto no está preparado para la simbolización, y por tanto, la psicosis


puede aparecer.
―Lacan ha propuesto que tanto las psicosis como las perversiones se
asientan sobre un estilo identificatorio del orden imaginario, más que del orden
simbólico. El no acceder al orden simbólico, a la ley, producirá en el psicótico,
según Lacan, el peculiar uso del lenguaje que lo caracteriza. El psicótico tiene un
vínculo con su madre en el que no hay espacio para un tercero, no hay lugar para
la triangulación edípica. La madre ilusiona al hijo con la creencia de que él es su
falo, el hijo vive la ilusión de serlo. La ausencia del padre (no nos referimos aquí a
la ausencia real del padre sino a su ausencia en el discurso de la madre)
obstaculiza el ingreso del sujeto al orden simbólico. Madre e hijo comparten un
ficción y de hecho esta ficción es la psicosis‖.112 Si seguimos en la misma línea la
pregunta sería entonces ¿un pasaje al acto pudiera desencadenar la psicosis?
Otra sería ¿qué relación tiene el pasaje al acto con respecto al acting out?
Conceptos que necesariamente se abordarán a continuación. Aproximadamente
en el año de 1963 Lacan nos explica de manera muy entendible que el pasaje al
acto es un ‗dejarse caer‘. ―Este dejarse caer es el correlato esencial del pasaje al
acto. Aún es necesario precisar desde qué lado es visto, este dejarse caer. Es
visto, precisamente, del lado del sujeto. El momento del pasaje al acto es el del
mayor embarazo del sujeto, con el añadido comportamental de la emoción como
desorden del movimiento. Es entonces cuando, desde allí donde se encuentra – a
saber, desde el lugar de la escena en la que, como sujeto fundamentalmente
historizado, puede únicamente mantenerse en su estatuto de sujeto – se precipita
y bascula fuera de la escena. Ésta es la estructura misma del pasaje al acto‖. 113
Ahora ―todo lo que es acting out debe oponerse al pasaje al acto. El acting out
(1963) es esencialmente algo, en la conducta del sujeto, que se muestra. El
acento demostrativo de todo acting out, su orientación hacia el Otro, debe ser

112
Op. Cit. Bleichmar, Norberto y Bleichmar, Celia (1997). Pág. 171.
113
Jacques, Lacan (2006). La Angustia. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Seminario 10. Pág.128.
Artículo: Pasaje al Acto y Acting Out.
59

destacado‖.114 Es justamente ese mostrarse en las conductas para decirle al otro:


‗aquí estoy y tienes que ponerme la atención que requiero‘.
Ahora bien, los conceptos anteriores tienen su origen en las décadas de los
50‘s y 60‘s. Por lo tanto, es momento de acercarnos a los conceptos lacanianos de
Real, Simbólico e Imaginario cuyo origen se remonta a los años 70‘s. ―Lacan
aborda por primera vez el nudo borromeo en su seminario de 1972-3, pero la
discusión más detallada al respecto aparece en el seminario de 1974-5. Allí
emplea el nudo borromeo para (entre otras cosas) ilustrar la interdependencia de
los tres órdenes (real, simbólico e imaginario), e indagar qué es lo que estos tres
órdenes tienen en común. Cada anillo representa un orden, de modo que ciertos
elementos pueden ubicarse en las intersecciones. En el seminario de 1975-6,
Lacan describe la psicosis como un nudo borromeo desatado‖.115 De esta manera
por ‗real‘ entendemos lo ―definido como lo imposible, es lo que no puede ser
completamente simbolizado en la palabra o la escritura y, por consiguiente, no
cesa de no escribirse. Por tanto lo real sólo se define con relación a lo simbólico y
lo imaginario. Lo simbólico lo ha expulsado de la realidad‖.116 Lo ‗simbólico‘ ―parte
en efecto del don, que establece el intercambio entre los grupos humanos, y que,
en este sentido, es ante todo significante de un pacto. El símbolo se constituye en
primer término como vaciamiento de lo real. Esta determinación es esencial para
el psicoanálisis. Si el falo tiene valor de símbolo, es precisamente porque no se
confunde con el órgano biológico. Es en la palabra, más aún, en el significante,
donde el símbolo toma su valor acabado. Si este, efectivamente, separa al hombre
de la relación inmediata con la cosa (<<La palabra es el asesinato de la cosa>>,
dice Lacan), es al mismo tiempo lo que hace subsistir como tal más allá de sus
transformaciones o de su desaparición empíricas: <<Es el mundo de las palabras
el que crea el mundo de las cosas>>. Y la palabra no sólo organiza la realidad. Da
al hombre su único modo de acceso a esta realidad. Y si la letra pude inscribir el
deseo en el inconsciente, si el significante puede expresarlo, es porque el símbolo

114
Idem. Págs. 135 y 136.
115
Evans, Dylan (1998). Diccionario introductorio de psicoanálisis lacaniano. Buenos Aires,
Argentina: Paidós. Pág. 139.
116
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 579.
60

rige al mundo humano. <<El hombre habla – dice Lacan -, pero porque el símbolo
lo ha hecho hombre‖.117
―También Lacan asume el orden simbólico como orden original al que se
niega a asignar un significado porque, siguiendo las orientaciones de F. de
Saussure y de Lévi-Strauss, el significante no refiere a un significado sino a un
sistema significante caracterizado por oposiciones diferenciales que no creó cada
sujeto, sino en el cual, más bien, está inserto como en el patrimonio de su historia
y de su cultura, por lo que Lacan puede decir: ‗Si el hombre llega a pensar en el
orden simbólico es porque ante todo está atrapado en su ser‘. Y continúa: ‗Todos
los seres humanos participan en el universo de los símbolos, están incluidos y lo
experimentan mucho más de lo que lo constituyen; son mucho más sostenes que
sus agentes‘. Como orden al que está sometida la comunidad humana, lo
simbólico dicta leyes a los otros órdenes: a lo imaginario y a lo real, que se
subordinan a lo simbólico‖.118 En cuanto lo ‗imaginario‘ no es otra cosa que ―la
constitución de la imagen del cuerpo‖. Sólo se puede pensar lo imaginario en sus
relaciones con lo real y lo simbólico‖.119 Como lo vimos anteriormente, estos tres
registros de la subjetividad se relacionan entre sí para dar forma a un esquema
mejor conocido como el ‗Nudo Borromeo‘, esquema que está caracterizado por
una unión muy peculiar y que resulta indispensable para una estructuración
psíquica y personal en los individuos.
El esquema que a continuación se observará y cuya conceptualización se
abordó en el seminario de 1974-5 ―es el caso del ‗nudo borromeo‘: no el ordinal,
sino el número cardinal, 3 igual a 1. Lacan se refiere a ella: <<El interés de unir de
este nudo lo simbólico, lo imaginario y lo real en el nudo borromeo es lo que
resulta de ello, y no sólo resulta sino debe resultar, vale decir que si el caso es
bueno, basta cortar uno, cualquiera de los anillos del cordel para que los otros dos
queden libres uno de otro>>. Pero agregaba: <<En otras palabras, si el caso es
bueno, cuando les falta uno de esos anillos de cordel, ustedes tienen que volverse
locos (psicóticos). Y en esto consiste el buen caso, a saber, que si hay algo

117
Idem. Págs. 633 y 634.
118
Op. Cit. Galimberti, Umberto (2006). Pág. 1013.
119
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 344.
61

normal, es que, cuando una de las dimensiones se les va a pique por una razón
cualquiera, ustedes deben volverse locos>>‖.120 Ahora el esquema:

R I

Figura 4.121

Entonces podemos aclarar con basto fundamento que al cortar uno de los
tres redondeles anteriores los otros dos quedarán desanudados y así es como se
desencadenará la psicosis. Una vez definidos los conceptos anteriores es el
instante de contestar las preguntas que con anterioridad se nombraron.
Efectivamente si el pasaje al acto es un dejarse caer en la escena, entonces la
psicosis es precisamente ese decaimiento para que se de la ruptura borromeica. Y
no olvidar que la relación existente entre un acting out y un pasaje al acto es que
en el primero, únicamente se da como una llamada de atención principalmente
para el analista y enfrentarse a conductas previas para después llegar al pasaje al
acto en donde no hay un retorno a la escena. Antes de concluir la teorización de la
psicosis en nuestro autor es fundamental mencionar a la ‗forclusión‘ (concepto que
tuvo lugar por primera vez desde los años 30‘s pero que sin duda sigue siendo el

120
Julien, Philipe (2002). Psicosis, perversión, neurosis. La lectura de Jacques Lacan. Buenos
Aires, Argentina: Amorrortu Editores. Pág. 74.
121
Esquema tomado de: Wikimedia Foundation, Inc. (8/11/2008). Nudo Borromeo. Consultado:
2/12/2008. México: http://es.wikipedia.org/wiki/Nudo_borromeo.
62

más importante para entender conceptualmente el papel en la psicosis). ―Según J.


Lacan, <<defecto que le da a la psicosis su condición esencial, en la estructura
que la separa de la neurosis>>. El funcionamiento del lenguaje y las categorías
topológicas de lo real, lo simbólico y lo imaginario permiten especificar este
defecto de la siguiente manera: el significante que ha sido rechazado del orden
simbólico reaparece en lo real, por ejemplo alucinatoriamente. Las perturbaciones
que se siguen de ello en los tres registros de lo real, lo simbólico y lo imaginario
(R.S.I.) dan a las psicosis sus diferentes configuraciones. El efecto radical de la
forclusión sobre la estructura se da no sólo en el cambio del lugar del significante,
sino también en el estatuto primordial de lo que es excluido: el padre como
símbolo o significante del Nombre-del-Padre, cuyo significado correlativo es el de
la castración. Por eso es que, en ciertas condiciones, el sujeto psicótico se
encuentra enfrentado con una castración no simbólica, sino real‖.122 Hasta aquí
hemos descrito con mayor amplitud lo referente a la conceptualización de la
psicosis para J. Lacan. Ahora es momento de inmiscuirnos en el tema de la
psicosis paranoica con respecto al mismo autor. ―El análisis de la paranoia es
ejemplar para Lacan de la teoría de la psicosis, para la cual justamente ha
introducido el concepto de forclusión del Nombre-del-Padre. Volviendo a la lectura
freudiana del texto de Schreber, Lacan introduce un supuesto esencial para
comprender lo que Freud llama el <<complejo paterno>> en el neurótico y lo que
lo distingue de lo que se encuentra en el psicótico, clarificando de un solo golpe
considerablemente lo que significa la pretendida <<homosexualidad>> del
paranoico. Este supuesto es el de la función paterna simbólica, o metáfora
paterna, designada también con el término Nombre-del-Padre, que conviene
distinguir del padre real porque resulta del reconocimiento por la madre no sólo de
la persona del padre, sino sobre todo de su palabra, de su autoridad, es decir, del
lugar que ella le reserva a la función paterna simbólica en la promoción de la ley.
En el paranoico, esta metáfora no opera. Hay en él –Lacan retoma aquí un
término posterior en la obra de Freud –Verwerfung, que Lacan traduce por
<<Forclusión>>, es decir que, en el lugar del Nombre-del-Padre, hay un agujero,

122
Op. Cit. Chemama, Roland y Vandermersch, Bernard (2004). Pág. 268.
63

que produce en el sujeto un agujero correspondiente en el sitio de la significación


fálica, lo que provoca en él cuando se encuentra confrontado con esta
significación fálica, el desarreglo más completo‖.123 Con respecto a esto Lacan
establece que ―la Verwerfung será pues considerada por nosotros como preclusión
del significante. En el punto donde, ya veremos cómo, es llamado el Nombre-del-
Padre, puede pues responder en el Otro un puro y simple agujero, el cual por la
carencia del efecto metafórico provocará un agujero correspondiente en el lugar
de la significación fálica‖.124 Es decir, que ―Lacan identifica la Verwerfung como el
mecanismo específico de la psicosis, en el cual un elemento es rechazado fuera
del orden simbólico, exactamente como si nunca hubiera existido. Cuando el
Nombre-del-Padre está forcluido para un sujeto en particular, deja un agujero en el
orden simbólico que es imposible de llenar; se puede entonces decir que el sujeto
tiene una estructura psicótica, aunque no presente ninguno de los signos clásicos
de la psicosis. Antes o después, cuando el Nombre-del-Padre forcluido reaparezca
en lo real, el sujeto no podrá asimilarlo, y el resultado de esta colisión con el
significante inamisible será la entrada en la psicosis propiamente dicha,
típicamente caracterizada por el desencadenamiento de alucinaciones, delirios, o
unas y otros‖.125 De ahí que ―cuando se buscan las causas desencadenantes de
una paranoia, siempre se pone de manifiesto, con el punto de interrogación
necesario, un elemento emocional en la vida del sujeto, una crisis vital que tiene
que ver efectivamente con sus relaciones externas…‖.126 Así, ―lo mismo que todas
las estructuras clínicas, la paranoia revela ciertos rasgos de la psique de un modo
particularmente vívido. El ‗yo‘ tiene una estructura paranoica, porque es la sede de
una alienación paranoica. El conocimiento es en sí mismo paranoico‖. 127
Recordemos que estos conceptos aunque muy complicados, son de vital
relevancia, mismos que se utilizarán a manera de ayuda para un acercamiento
psicoanalítico del caso sobre esquizofrenia paranoide.
123
Idem. Págs. 499 y 502.
124
Jacques, Lacan (2005). Escritos. (24ª. Edición) México: Siglo XXI editores. Volumen II. Artículo:
De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis. Pág. 540.
125
Op. Cit. Evans, Dylan (1998). Pág. 97.
126
Jacques, Lacan (2006). Las Psicosis. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Seminario 3. Pág.31.
Artículo: La Significación del Delirio.
127
Op. Cit. Evans, Dylan (1998). Pág. 148.
64

SEGUNDA PARTE
CASO CLÍNICO
65

CAPÍTULO I. EL CASO CLÍNICO

“La fecundidad demostrativa


de un ejemplo
clínico es a veces tan fructífera
que vemos proliferar
nuevas hipótesis que enriquecen
y consolidan la trama de la teoría”.128

“La vida examinada es


la única que merece ser vivida.
Sócrates”.129

La importancia de estudiar al ser humano en los aspectos bio-psico-sociales


ha sido por millares de años una preocupación de los individuos a través de la
historia, por esa razón, éste trabajo pretende aproximarse en el entendimiento de
lo que pudieran ser los procesos mentales de un individuo de género femenino,
cuya vida ha sido distinta a lo que la psiquiatría llamaría como normal; y si bien no
se tuvo la oportunidad de entrevistarla personalmente, el expediente de dicha
persona es prueba suficiente en la realización de nuestro ensayo y el
acercamiento psicoanalítico del caso. Incluso recordemos que el mismo Sigmund
Freud fue capaz de realizar toda una teorización sobre psicosis paranoica a partir
de datos autobiográficos. Con dicho fundamento, nos aventuramos a realizar
prácticamente lo mismo. Sin más preámbulos comenzaremos por exponer todo lo
relacionado con nuestro caso clínico.

128
Nasio, Juan David (2001). Los más famosos casos de psicosis. Buenos Aires, Argentina:
Paidós. Pág. 23.
129
Frase tomada del siguiente libro: Marinoff, Lou (2000). Más Platón y menos Prozac. (14ª.
Edición). Barcelona, España: Ediciones B (sine qua non). Pág. 9.
66

a) Familiograma del Caso Clínico.130


Juan María
+ F20.0
hace 22 57 años
años

Ana
32
años

b) Historia Clínica Psiquiátrica-Psicológica.131

1. FICHA DE IDENTIFICACIÓN.132

Nombre: Ana.
Género: Femenino.
Edad: 32 años.
Fecha de Nacimiento:
Lugar de Nacimiento:
Escolaridad: Bachillerato Inconcluso.
Referida:
Profesión:
Ocupación: Mensajera.
Religión: Cristiana.
Raza: Judía.
Estado Civil: Soltera.

130
Todos los nombres han sido cambiados para conservar la confidencialidad del expediente
clínico de acuerdo con el artículo 68 del Código Ético del Psicólogo que establece lo siguiente: en
sus presentaciones científicas o profesionales y publicaciones, el psicólogo disfraza la información
confidencial de personas u organizaciones de que tratan, de modo que otros no puedan
identificarlas y que las discusiones resultantes no dañen a sujetos que pudiesen identificarse a sí
mismos. Referencia: Sociedad Mexicana de Psicología (2002). Código Ético del Psicólogo.
(Tercera Edición). México, D. F. Trillas. Pág. 68.
131
Datos tomados del expediente clínico.
132
Se han omitido algunos datos para evitar la identificación del caso.
67

2. ANTECEDENTES DE IMPORTANCIA.

Familiares.
Proviene de una familia desintegrada, madre con esquizofrenia, con relación
disfuncional con la madre, padre finado hace 22 años por complicaciones de
diabetes. El padre solo vivía por periodos con la paciente. Tiene dos medios
hermanos aparentemente sanos por parte paterna. Probable disposición de
diabetes por parte paterna.

Personales.
Es producto de la gesta 1 de 1, embarazo normo-evolutivo en medio hospitalario y
sin complicaciones perinatales, niega tabaquismo, alcoholismo o toxicomanías.
Inicia a los 4 años en la preescolar, la primaria la inicia a los 6 años, reprobó el 3°
de primaria, terminó la primaria con regular aprovechamiento, termina la
secundaria en 3 años. Deja de estudiar por problemas económicos. Sin embargo
continúa nuevamente los estudios de bachillerato con excelente rendimiento, pero
una vez más los suspende por falta de interés. Tuvo su menarca a los 13 años y
sólo ha tenido una relación de pareja con un hombre, el cual tenía 50 años y cuya
paciente tuvo relaciones sexuales a los 24 años. Refiere que esta pareja la trataba
mal sin llegar a golpearla. También comenta haber tenido educación sexual.
Posteriormente sostiene relaciones sentimentales con dos sujetos más pero han
sido de corta duración. En cuanto a su aspecto laboral, ha trabajado desde los 20
años como afanadora hasta un año antes de entrar al hospital, en donde la
ascienden de puesto como auxiliar de oficina con buen desempeño. Su tiempo
libre lo ocupa en ir al gimnasio, ver televisión, caminar e ir al cine.
68

3. INTERNAMIENTOS.

PRIMER INTERNAMIENTO (Involuntario).


Motivo de Consulta:
―La traemos por que el día de hoy intentó suicidarse con unas pastillas, y después
quiso aventarse de la azotea, pero se lo impedimos‖…sic fam.
Motivos de Ingreso:
Intento suicida de moderada letalidad, errores de juicio y conducta, actitud
alucinada, alucinaciones auditivas, insomnio. Ingresa a los 28 años de edad.
Interrogatorio:
Mixto, poco confiable e incompleto.
Padecimiento Actual:
La paciente comienza desde hace 6 meses a escuchar voces, las cuales la
menospreciaban y la amenazaban de que le iba a pasar algo, al mismo tiempo
refiere insomnio intermitente, tristeza, llanto fácil, astenia, adinamia y se vuelve
más introvertida, su tía refiere que notó que la paciente refería que tenía miedo de
salir porque la perseguían y le querían hacer daño y la notó ansiosa. Hace 3
meses aumentaron estos síntomas que coincidieron con la ruptura de un noviazgo
el cual a ella le afectó mucho, ya que había sido una relación de tres años y medio
aproximadamente. La tía había notado que desde esta separación la paciente por
periodos tenía actitud alucinada, con insomnio y también actitud irritable como
gritar, desesperarse fácilmente, con errores de juicio y conducta como abrir la llave
del gas de la casa de su ex pareja ya que según la paciente él la engañaba con la
señora de la limpieza, y ella no lo podía permitir, aunque después se arrepiente y
le habla por teléfono para que se salieran de la casa, la paciente continuó
laborando en su trabajo hasta el día de ayer, con regular desempeño, pero el día
de hoy comienza con ideas delirantes de daño y persecución por lo que decide
quitarse la vida tomando 10 pastillas de paracetamol y posteriormente la paciente
se sube a la azotea para intentar aventarse, pero se lo impide una familiar que la
convence de que no lo haga.
69

Examen Mental:
Se trata de paciente femenina de edad aparente similar a la cronológica, en
regulares condiciones de higiene y aliño, íntegra, bien conformada, en alerta
neurológica, tez morena, talla promedio, endomórfica, afecto triste, atención y
comprensión muy disminuidas, se distrae con facilidad y hay que repetirle las
preguntas, orientada en persona, parcial en tiempo y lugar, no en circunstancia,
lenguaje emitido en tono, velocidad y volumen disminuido, coherente,
incongruente. Contenido del pensamiento con ideas delirantes de daño, referencia
y persecución ―me intente quitar la vida por que creía que me perseguían y me
querían hacer daño…siento que en mi trabajo las personas hablan mal de mi‖…sic
pac., refiere ―ya no intentaría volver a tomar pastillas o a intentar suicidarme, no lo
haría porque mi vida pertenece a Dios y no debo disponer de ella‖…sic. pac., con
alucinaciones auditivas ―las voces me dicen cosas feas, se burlan de mi‖…sic
pac., juicio fuera de la realidad con pobre proyección a futuro, sin conciencia de
enfermedad.
Diagnóstico:
Episodio Depresivo Grave con Síntomas Psicóticos (F32.3).
Tratamiento:
Biológico: Paroxetina, Haloperidol y Clonacepam.
Psicológico: Acompañamientos Terapeuticos.
Social: Talleres Rehabilitatorios.
Pronóstico:
Reservado.
Motivo de Egreso:
Mejoría.

SEGUNDO INTERNAMIENTO (Involuntario).

Motivos de Ingreso:
Errores de juicio y conducta, alucinaciones audiovisuales, ideas delirantes de daño
y referencia. Riesgo de autoagresión. Ingresa a los 29 años de edad.
70

Padecimiento Actual:
La paciente inicia desde hace un año con alucinaciones auditivas, amenazantes,
insomnio intermitente, ideas delirantes de daño; errores de juicio y conducta como
esconderse en casa todo el día, ansiedad, todo esto desencadenado por cambio
de domicilio, no recibe atención sino hasta los tres meses después de que se
estableciera la sintomatología por infidelidad de su pareja y ruptura. Presenta
actitud alucinada, insomnio, irritabilidad, desesperación, errores de juicio y
conducta como gritar por la desesperación, ideas delirantes de daño
permaneciendo con estos síntomas durante tres meses, sin embargo permanece
funcional con regular desempeño. En este nuevo internamiento se diagnostica
Esquizofrenia Paranoide ya que manifiesta conforme las entrevistas diarias
alteraciones primarias del pensamiento.
Diagnóstico:
Esquizofrenia Paranoide (F20.0).
Tratamiento:
Biológico: Olanzapina.
Psicológico: Acompañamientos Terapéuticos.
Social: Talleres Rehabilitatorios.
Pronóstico:
Reservado.
Motivo de Egreso:
Mejoría.

TERCER INTERNAMIENTO (Involuntario).

Motivos de Ingreso:
La paciente ingresa por la no ingesta de medicamentos, irritabilidad, insomnio,
ansiedad e ideas delirantes de daño. Ingresa a los 30 años de edad.
71

Padecimiento Actual:
La paciente presenta actitud alucinada, insomnio, irritabilidad, desesperación,
errores de juicio y conducta como gritar por la desesperación, ideas delirantes de
daño.
Diagnóstico:
Esquizofrenia Paranoide (F20.0).
Tratamiento:
Biológico: Risperidona y Clonazepam.
Psicológico: Taller ocupacional con el fin de fortalecer las Funciones Mentales
Superiores (FMS), coordinación psicomotriz.
Social: Talleres de socialización.
Pronóstico:
Reservado.
Motivo de Egreso:
Mejoría.

CUARTO INTERNAMIENTO (Involuntario).

Motivos de Ingreso:
La paciente ingresa por mal apego a tratamiento, errores de juicio y conducta,
pobre contención familiar, alucinaciones visuales y auditivas. Ingresa a los 31
años de edad.
Padecimiento Actual:
La paciente presenta actitud alucinada, insomnio, irritabilidad, desesperación,
errores de juicio y conducta como gritar por la desesperación, ideas delirantes de
daño (mismo padecimiento que el tercero).
Diagnóstico:
Esquizofrenia Paranoide (F20.0).
Tratamiento:
Biológico: Risperidona y Clonazepam.
72

Psicológico: Taller ocupacional con el fin de fortalecer las Funciones Mentales


Superiores (FMS), coordinación psicomotriz.
Social: Talleres de socialización.
Pronóstico:
Reservado.
Motivo de Egreso:
Mejoría.

QUINTO INTERNAMIENTO (Involuntario).

Motivos de Ingreso:
La paciente ingresa por errores de juicio y conducta, irritabilidad,
heteroagresividad verbal tendiente a la física, negativismo parcial a
medicamentos, alucinaciones auditivas, ideas delirantes de daño y pobre red de
apoyo familiar. Ingresa a los 32 años de edad.
Padecimiento Actual:
La paciente presenta actitud alucinada, insomnio, irritabilidad, desesperación,
errores de juicio y conducta como gritar por la desesperación, ideas delirantes de
daño (mismo padecimiento que el tercero).
Diagnóstico:
Esquizofrenia Paranoide (F20.0).
Tratamiento:
Biológico: Risperidona y Clonazepam.
Psicológico: Taller ocupacional con el fin de fortalecer las Funciones Mentales
Superiores (FMS), coordinación psicomotriz.
Social: Talleres de socialización.
Pronóstico:
Reservado.
Motivo de Egreso:
Mejoría.
73

4. PSICOLOGÍA.

Paciente femenina de edad aparente a la cronológica. Se encuentra en adecuadas


condiciones de higiene y aliño, estableciendo contacto visual con la entrevistadora,
un tanto desconfiada pero abordable. Alerta. Orientada globalmente en las cuatro
esferas. Atiende y comprende. Discurso emitido en tono, volumen y velocidad
adecuados; coherente, por momentos incongruente, sigue directriz y alcanza
metas. En el contenido del pensamiento refiere: ―lo que pasa es que a veces mi
mamá se pone muy nerviosa y me grita mucho... y eso me desespera… es que
ella no quiere que tenga amigos, tampoco que tenga novio o que salga, no quiere
nada…pero ella no está mal, son sus nervios… yo dejé de dormir y me di cuenta
que ya estaba mal... yo lo que quiero es tener un novio y aunque sea tener un hijo,
sólo uno, cuando logre eso, ya voy a estar feliz… es que tengo un amigo que dice
que escucha voces y que no por eso es esquizofrénico… yo no quiero subir tanto
de peso, por eso dejé el medicamento, porque ya estaba engordando mucho…‖
sic. pac. Afecto un tanto ansioso. Parcial conciencia de enfermedad mental. La
paciente se muestra tranquila aunque desconfiada, socializando poco pero
adecuadamente. Se integra a las actividades del servicio mostrando participación
activa y apropiada. Se trabaja la conciencia de enfermedad.
74

CAPÍTULO II. ACERCAMIENTO PSICOANALÍTICO DEL CASO

“La aparición del


psicoanálisis causó gran revuelo
y resistencia;
confrontó a los hombres”.133

Uno de los grandes retos de la psicología, ha sido el dar a conocer casos


clínicos que permitan a los estudiosos de la salud mental, elaborar herramientas
terapéuticas de cada uno de los sujetos para establecer su cura. Por esta razón, el
propósito de este ensayo (desde el punto de vista analítico) es promover la
teorización de este caso clínico, para coadyuvar la fundamentación psicoanalítica.
Una vez descritos los datos clínicos del expediente de nuestro caso, es momento
de iniciar con el acercamiento psicoanalítico; no sin antes mencionar que el
psicoanálisis ha sido y seguirá siendo (mientras la ciencia no demuestre lo
contrario) la disciplina por excelencia de los procesos inconscientes y que trata de
explicar con ello la personalidad de los sujetos y su forma de transitar en la vida
diaria. Por supuesto que para este caso clínico trataré de fundamentar el porqué
de la enfermedad (F20.0) de nuestra paciente desde la perspectiva psicodinámica,
estableciendo una diada de autores: S. Freud y J. Lacan.
S. Freud establece lo siguiente: ―Aun antes,…, el hombre había cobrado el
hábito de formar familias; es probable que los miembros de la familia fueran sus
primeros auxiliadores‖134 y esto es cierto cuando observamos a familias que se
unen entre sí para apoyarse en los aspectos diversos de la vida, como: la
economía, el afecto, el trabajo, la socialización, entre otros. Sin embargo en
ciertas ocasiones esto no es así; ya que como sabemos, nuestra paciente
proviene de una familia desintegrada, es decir, la relación con su familia no es del
todo funcional, en pocas palabras se puede establecer que es una familia caótica.

133
Carrillo, Rosalba (2003). Sigmund Freud. México, D. F.: Grupo Editorial Tomo. Colección: Los
Grandes. Pág. 9.
134
Freud, Sigmund (1930). El porvenir de una ilusión. El malestar en la cultura y otras obras. (2ª.
Edición del 2003). Argentina: Amorrortu Editores. Volumen XXI. Pág. 97. Artículo: El malestar en la
cultura.
75

Este escenario nos da la pauta para comprender que no existió una relación de
afecto, de comprensión, etc., entre sus miembros. Dicha situación comienza
debido a que el padre (cuando todavía se encontraba con vida) sólo tenía relación
de padre e hija con Ana en determinadas ocasiones. Por tanto, si el encargado de
transmitir la ley es el padre diría J. Lacan, y ésta no se cumple, entonces existiría
una falla determinante en lo tocante al acceder al orden simbólico y al lenguaje
que lo caracteriza. Ahora bien, nuestra paciente al identificarse en el espejo como
un sujeto narcisista, requiere del lenguaje del otro para entablar una relación con
la madre. Esa relación en un segundo momento del Edipo que Lacan entabla en
su teorización, se muestra diádica con su madre para la identificación con el otro.
Pero una vez más se da la falla entre la relación padres-paciente y se rompe toda
una correspondencia triádica para dar acceso así a un caos que posteriormente
determinará la posición familiar en el que se encontrará Ana. Si bien es claro que
existe una relación disfuncional con la madre, entonces habrá que determinar si es
debido a su enfermedad o no. Como se describió, la madre de nuestra paciente
fue diagnosticada como esquizofrénica; un problema más para la familia. La
psiquiatría ha propuesto que existe una predisposición genética o biológica en la
existencia de enfermedades mentales, y aunque esto sí se ha comprobado
científicamente, no es causa determinante en dichos trastornos. Nuestra
teorización entonces debe apuntar a tratar de conocer si la esquizofrenia
paranoide de nuestro caso clínico es debido a una cuestión genética o no. Sin
duda que, para la psiquiatría no es una probabilidad sino una exactitud; aunque
para los analistas ortodoxos, un trastorno así va más allá de un desequilibrio en
los neurotransmisores del Sistema Nervioso Central (SNC). De hecho, soy de la
misma opinión que los psicoanalistas; ya que aunque el fármaco es necesario
para la recuperación del paciente psicótico, el acceso al lenguaje inconsciente nos
permitirá dar un abordaje más preciso de la psicosis paranoica de nuestro estudio.
Sin duda el padre de la paciente es el que no concibió la función paterna.
Probablemente estaba más ocupado en otros ambientes de índole narcisista que
tomar en cuenta la responsabilidad de transmitir la ley; a esto se le adhiere una
situación más. Esta circunstancia de la muerte de Juan hace 22 años nos hace
76

comprender que: Ana esperaba que su padre la colmara de afectos, de cariños, de


protección, etc., para que se formara entonces esa estructura neurótica (desde el
punto de vista psicoanalítico) esperada por los seres humanos. Ahora bien, el
padre se ausenta casi todo el tiempo en la vida de la paciente; y quien se
convierte en responsable del cuidado de Ana es su madre. María entonces, al
sufrir de esquizofrenia, no tiene las herramientas necesarias para proporcionarle a
Ana el cuidado necesario, sobre todo de transmitirle la ley para relacionarse con el
otro. Esto nos lleva a deducir que Ana carece de toda posibilidad de instrumentos
que le permitan relacionarse de manera neurótica con los demás y con un medio
ambiente por demás complicado. Por tanto, no existe relación triádica en la
cuestión familiar.
Es importante señalar que con relación a lo escolar suspende dos veces el
estudio, al grado de que no llega a consumar su bachillerato. Dicha situación nos
habla de que en Ana existe la famosa inestabilidad emocional y que incluso la
psiquiatría nos aporta que los sujetos entre más estudios escolares obtengan, será
más sencillo (para el paciente que sufre de alguna enfermedad mental) alcanzar
una estabilidad en lo tocante a su trastorno. Lo que la medicina le llama conciencia
de enfermedad.
Como sabemos el psicoanálisis es un ―trabajo mediante el cual traemos a la
conciencia del enfermo lo psíquico reprimido en él‖,135 y esta cuestión de lo
reprimido (por lo general) es referente a lo sexual. Psicoanalíticamente hablando
la sexualidad no se limita únicamente al coito sino a algo mucho más amplio. De
hecho ―la palabra sexualidad no designa solamente las actividades y el placer
dependientes del funcionamiento del aparato genital, sino toda una serie de
excitaciones y de actividades, existentes desde la infancia, que producen un
placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad fisiológica
fundamental (respiración, hambre, función excretora, etc.) y que se encuentran
también a título de componentes en la forma llamada normal del amor sexual‖. 136
Esto es importante aclararlo ya que en este momento nos involucraremos en el

135
Laplanche, Jean y Pontalis, J. Bertrand (2008). Diccionario de Psicoanálisis. México: Paidós.
Pág. 317.
136
Idem. Pág. 401.
77

tema de la sexualidad de nuestra paciente. Ana nos comenta que tuvo acceso a
información sobre la sexualidad y que después del brote psicótico y con algo de
recuperación tuvo parejas sentimentales sin llegar a ninguna relación de pareja
estable. Lo más importante es que accedió a las relaciones sexuales con una
pareja 26 años mayor que ella. Desgraciadamente el expediente no deja ver cuál
es el motivo de esa situación. Por otro lado, la ontología del ser humano ha
descrito que hombre y mujer deben obtener una pareja ya sea de género distinto o
igual al de ellos. Ahora bien, si esta concepción teórica no se cumple, entonces los
individuos se encontrarían en falta con respecto al otro como sujeto. Si la pareja
es lo que le hace falta a nuestra paciente, entonces se halla toda posibilidad de
que se le trate con agresividad, ya que es preferible tener lo que le hace falta
aunque se le dañe; que no tener nada aunque no se le lastime. Aquí se juega una
cuestión de pasividad-agresividad, es decir, una relación sadomasoquista por
parte de la pareja. Recordemos que el masoquismo se refiere a una cuestión
netamente humana. Este ―no es un problema sexual, sino humano-cultural. Las
huellas de la crueldad, de la voluptuosidad del sufrimiento y de la violencia pueden
registrarse en muchos aspectos de la vida cultural‖.137 Algo que se instala en su
estándar de vida como modo de un comportamiento cotidiano.
Pasando a otro de los temas a tratar en este ensayo, la literatura del intento
del suicido nos habla que éste es un acto fallido de quitarse la vida debido a
situaciones externas. Como sabemos el intento de suicidio es característico de la
mujer ya que se presenta con más frecuencia en el género femenino a diferencia
del masculino. En Ana se observa el intento de suicido por dos vías: a) Ingesta
exagerada de pastillas de paracetamol y b) aventarse desde la azotea de su
propia casa. Ahora bien, el acting out posee el carácter psicoanalítico de presentar
acciones generalmente de carácter impulsivo; dicho esto, el intento de suicidio de
nuestra paciente es una forma de mostrarse a un otro para realizar una llamada de
atención.

137
Rattner, Josef (2007). Psicología y psicopatología de la vida amorosa. (28ª. Edición). México:
Siglo XXI editores. Pág. 99.
78

Si algo caracteriza a los sujetos esquizofrénicos son las alucinaciones y los


delirios. Desde el punto de vista psiquiátrico, estas dos concepciones son diríamos
anormales. Sólo en virtud de la cuestión psicoanalítica determinaremos esta
sintomatología como cuestiones altamente importantes en lo referente a la
estructuración psicótica paranoica. Ana habla de su alucinación ―las voces me
dicen cosas feas, se burlan de mí‖. Voces que muy probablemente escuchaba de
otros en su vida infantil aunque el expediente no lo deja muy en claro y sólo se
podría comprobar realizando las suficientes entrevistas que aportaran dicha
información. De ahí que se desprendan características negativas en su
comportamiento cotidiano como: el llanto fácil, la tristeza persistente, adinamia y
astenia constantes. Dicho de otra manera, esa incapacidad de lograr una
estabilidad emocional que le permitiera transitar por la vida como mujer equilibrada
y capaz de solucionar sus problemáticas no se encuentra por ningún lado. Estas
alucinaciones nos muestran la forma caótica en que ella se relaciona con su medio
ambiente.
Sin duda las preguntas básicas más importantes de nuestra teorización
serían: ¿Cuál es el motivo por la que Ana se psicotiza? ¿Por qué la psicosis
paranoica? Las respuestas se abordarán desde lo psicoanalítico. Desde la
perspectiva freudiana abordamos el tema de la frustración en lo referente a la
psicosis. Ana comienza con los síntomas psicóticos positivos a partir de que se da
la ruptura con su única pareja sexual y mayor que ella. Esta ruptura sería entonces
esa frustración en donde no se asumieron las suficientes armas para que se
consiguiera resolver el duelo debido a ese rompimiento específico y por tanto se
proporciona la psicosis; es decir, esa frustración que la lleva a encontrarse con
ese conflicto entre su ‗yo‘ y su ‗mundo exterior‘. Ahora desde la perspectiva
lacaniana observamos que esa desavenencia de la paciente con su ex pareja se
ve influenciada por aquella ruptura de los aros que forman al nudo borromeo. Se
desprende por tanto esa cuestión simbólica (ese no acceder al lenguaje de la
comunicación con su exterior) de los otros dos registros: lo real y lo imaginario,
para dar marcha a lo que se llama como psicosis. Ese desprendimiento de
registros en donde se accede al trastorno mental. Esto tiene relación con el pasaje
79

al acto; ese dejarse caer de la escena para involucrarse con su sintomatología


psicótica. No obstante recordemos que en el pasaje al acto, el sujeto en cuestión,
se convierte en puro objeto y no se le permite acceder a la significación; de ahí
que Ana halla construido una realidad completamente distinta a la anterior de su
brote psicótico.
Contestando a la segunda pregunta se presume que la paciente padece de
psicosis paranoica porque se involucran aspectos que tienen que ver con el
acceso a ser madre desde una teorización freudiana y la forclusión para un
estudio lacaniano. El psicoanálisis de Freud apunta con referencia a la psicosis
paranoica del Dr. Schreber, que uno de los aspectos por el que se torna paranoico
es por un impedimento en el acceso a ser padre y dicho obstáculo es
determinante para que la psicosis paranoica albergue en su vida. En Ana se
involucran los mismos sentimientos de acceso a ser madre sin llegar a cumplirse
ese deseo ya que refiere lo siguiente: ―…yo lo que quiero es tener un novio y
aunque sea tener un hijo. Sólo uno, cuando logre eso, ya voy a estar feliz. sic.
pac.‖. Ese deseo materno que se ve interrumpido por su mal funcionamiento
mental y familiar, la lleva a replantearse una nueva forma de vida que le parezca
menos angustiosa y hostil (su psicosis paranoica); con esto, ella determina un
mundo ajeno e irreal que le permita acceder a una forma de vida con mayor
estabilidad. Ahora bien, la definición de psicosis paranoica desde una cuestión
psicoanalítica establece que los sujetos presentan delirios de celos, grandeza y
erotomanía. En Ana se observa que los celos son determinantes para que su
desequilibrio emocional aspire a matar a su ex pareja y que afortunadamente no lo
logra. En sus ideas de persecución y de daño la llevan a pretender el intento de
suicidio. ―Me intente quitar la vida porque creía que me perseguían y me querían
hacer daño. sic. pac.‖. Aunado a lo anterior, se incorporan algunas ideas místicas
que le provocan gran angustia en su interior. ―Ya no intentaría volver a tomar
pastillas o a intentar suicidarme, no lo haría porque mi vida pertenece a Dios y no
debo disponer de ella. sic. pac.‖. Esto nos permite comprobar que la definición de
paranoia sigue siendo tan actual como en otrora. Con relación al punto de vista
lacaniano la forclusión es definitiva para la cuestión de la psicosis paranoica.
80

Recordemos que Lacan en su tesis doctoral en el año de 1932 establecía una


nueva categoría clínica acerca de la paranoia de ‗Aimée‘; a esta nueva nosología
la denominaba ‗paranoia de autocastigo‘, sin embargo con el pasar de los años; se
da cuanta que esto tiene más relación con los registros de la subjetividad y la
forclusión a diferencia de su teorización anterior. En la paranoia de Ana no opera
la metáfora paterna, esa metáfora que se encarga de la transmisión de la ley; de
ahí que se presente esa forclusión del Nombre-del-Padre (el significante
fundamental) para dar acceso a ese agujero que se presenta en lo simbólico y que
es imposible de llenar. Para nuestra paciente ese significante del padre que ha
sido entonces rechazado en lo simbólico, reaparece en lo real con las
alucinaciones y los delirios propios del paranoico. Lo que Jacques Lacan propone
en su trabajo doctoral sólo nos muestra que en nuestro caso clínico la
autoagresión (autocastigo) de Ana se observa como un síntoma más de la
paranoia y no la paranoia en sí.
Otro aspecto importante con respecto a nuestro caso es sin duda el ingreso
al hospital por cinco veces, no cabe duda de que aquí se puedan vincular
diferentes aspectos de gran relevancia para que se establezca dicha situación.
Estos aspectos son: la no ingesta de medicamentos por parte de Ana, una relación
patológica con María (su madre) y una pobre red de apoyo familiar. La no ingesta
de medicamentos se podrá sustentar que es debido a una mala conciencia de
enfermedad y que bastaría con el ingreso de Ana a un grupo de psicoeducación
para que se tenga una mejor adherencia al tratamiento psicofarmacológico. Ahora
bien, esta relación patológica con la madre es sin duda un conflicto que se
presenta cuando una madre no desea tener un hijo y se presenta de improviso,
como le paso a María, de ahí que Ana en entrevista con uno de los psiquiatras del
hospital refiera: ―lo que pasa es que a veces mi mamá se pone muy nerviosa y me
grita mucho…y eso me desespera…es que ella no quiere que tenga amigos,
tampoco que tenga novio o que salga, no quiere nada… pero ella no está mal, son
sus nervios... yo dejé de dormir y me di cuenta de que estaba mal... sic. pac.‖. Se
observa como la madre de Ana se ausenta y por lo tanto se suministra un rechazo
traumático y una pérdida de amor por parte de María para con nuestra paciente, y
81

los resultados entonces son devastadores para el caso. A dicha situación le


agregamos la existencia de un pobre apoyo familiar y una falta de responsabilidad
con el tratamiento por parte de los familiares para con la paciente. Esto trae como
consecuencia que no se instaure una clara y definitiva reinserción a la sociedad de
Ana y con ello una traumática vida con respecto a los estándares de los sujetos
adaptados a una sociedad que es por demás complicada. Para concluir este
acercamiento psicoanalítico, cabe destacar que los puntos en dicho caso fueron
tomados únicamente del expediente que se nos proporcionó y que solamente se
está abordando acercamientos de manera objetiva relacionados con la teoría
psicoanalítica; ya que esto nos permitirá atender la demanda del paciente en lo
tocante a la escucha para proporcionarle un mejor manejo de su comportamiento
inconsciente.
82

CONCLUSIONES

“En efecto, ¿Quién puede


atestiguar mejor que el psicótico la
fuerza irreductible y, en su
caso, devastadora, del inconsciente?”.138

Como sabemos, la psicosis es una de las enfermedades mentales más


difíciles de afrontar como seres humanos. Por ello, es indispensable que
abordemos en primera instancia aquellos factores que influyen en la adherencia al
tratamiento multidisciplinario. Aquí un diagrama que ilustra lo anterior:

Diagrama de flujo de los factores que influyen en la posibilidad de


adherencia139

Actitudes y creencias:
¿Qué es esto? ¿Cuáles serán las consecuencias?
¿Qué lo provoca? ¿Se puede curar o controlar?
¿Cuánto va a durar? ¿Recurrirá con el tiempo?

Conocimientos y comportamientos:
Valoración de los síntomas Estrategia de afrontamiento (incluyendo la
búsqueda de opiniones de otros) Revaloración

Beneficios Vs. Obstáculos Señales para la acción

Posibilidad de adherencia a la medicación

138
Op. Cit. Nasio, Juan David (2001). Pág. 44.
139
Tachi, Mary J. y Scott Jan (2005). Mejora de la adherencia terapéutica en la esquizofrenia y el
trastorno bipolar. México: Wiley. Pág. 48.
83

Todos los factores anteriores están determinados para la existencia de una


mejor adherencia al tratamiento de los psicóticos. Ahora bien, se hallan diferentes
obstáculos que imposibilitan dicha adherencia los cuales son: ―a) olvidar los
comprimidos / regímenes de tratamiento que no encajan en el estilo de vida; b)
opiniones, por ejemplo ‗debería ser capaz de manejarme bien sin pastillas‘; c)
ideas relacionadas con los seres queridos, por ejemplo ‗mi padre tomó litio y no le
gustó‘; d) estigmatización de la enfermedad, por ejemplo ‗tomar patillas me
recuerda que tengo una enfermedad crónica‘; y e) preocupaciones por los efectos
adversos‖.140 Sin embargo es importante tomarlos en cuenta para que se
establezcan soluciones que ayuden al paciente a conducirse por la vía de la
conciencia de la enfermedad. Dichas soluciones se convierten en beneficios del
tratamiento terapéutico, los cuales son: ―a) la no existencia de síntomas; b) se
puede disfrutar de las aficiones, la vida social, los estudios; c) se puede volver a
las actividades diarias habituales, se es capaz de trabajar; d) mayor capacidad de
concentración; y e) no se tiene encima a otros dando la lata sobre la toma del
tratamiento‖.141 Los anteriores beneficios se obtendrán sólo si se establecen
grupos de psicoeducación. Ahora bien, ¿qué son los grupos de psicoeducación?
―La psicoeducación podría definirse como la educación de una persona con un
trastorno mental en ciertas áreas que ayudan a los objetivos del tratamiento y a la
rehabilitación, y suele suponer una interacción entre la persona que ofrece la
información y el paciente. La educación puede hacerse de varias formas, por
ejemplo de uno en uno o en pequeños grupos, y puede requerir la utilización de
material escrito, clases didácticas, cintas de un video o una combinación de estas
técnicas. La educación suele ser un proceso gradual por el que una persona
adquiere conocimientos mediante aprendizaje. Los estudios se han realizado
educando a los individuos, a grupos y a familiares de los pacientes. La interacción
entre la persona que ofrece la información y el paciente es importante, y los
programas tienden a situar el problema desde un punto de vista multidimensional,
considerando las perspectivas familiares, sociales, biológicas y farmacológicas.

140
Idem. Pág. 90.
141
Idem.
84

Además, los pacientes reciben apoyo, información y estrategias de manejo‖. 142 De


ahí, que tanto la psicoeducación como la unión de las tres disciplinas más
importantes (Psicología, Psiquiatría y el Psicoanálisis) para el tratamiento de las
enfermedades mentales trabajen conjuntamente, todo esto para que el paciente
pueda llegar a una estabilidad de su trastorno mental. Por tal motivo se puede
concluir que tanto los grupos psicoeducativos, el análisis individual de los
pacientes, la buena adherencia al tratamiento farmacológico, la terapia familiar y el
apoyo incondicional de las instituciones, crearán en el psicótico un excelente
tratamiento, para que el sujeto se reinserte en la sociedad. Quisiera terminar con
un esquema en el que se ejemplifica lo anterior. Dicho esquema está compuesto
por tres redondeles unidos borromeicamente, el cual establece que si uno de los
redondeles se desprende los otros dos también, así las disciplinas anteriormente
descritas deberán estar unidas con el nudo borromeo para que los sujetos con
enfermedades mentales puedan alcanzar la mejor cura a su padecimiento; por
tanto, si se desprende alguna de ellas, entonces las consecuencias serán
devastadoras, puesto que faltará la importancia terapéutica de alguna y esto dará
como resultado, que el paciente no se pueda recuperar por completo. Aquí el
esquema:

Psicología Psicoanálisis

Psiquiatría

Figura. 5.

142
Idem. Págs. 54 y 55.
85

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89

GLOSARIO

Toda la terminología aquí descrita, fue tomada de las referencias bibliográficas


anteriores.

Abulia: incapacidad de tomar decisiones; falta de voluntad.

Adinamia: falta de actividad.

Agramatismo: aspecto lingüístico particular de la afasia de expresión


caracterizado por la supresión casi constante de los morfemas gramaticales
(preposiciones, artículos, pronombres personales, desinencias verbales) y la
reducción de las frases apenas a una secuencia de morfemas léxicos.

Alienación: enajenación, locura.

Alogia: ausencia relativa del habla.

Alucinaciones: percepciones de algunas cosas que no existen y que no obstante


se consideran reales.

Anhedonia: incapacidad para experimentar el placer.

Anormalidad: desviación del promedio o de lo común.

Aplanamiento Afectivo: dificultad para expresar las emociones.

Astenia: falta o pérdida de fuerza.

Atildamiento: pulcro o elegante.

Cognoscitivismo: corriente de la psicología contemporánea que se encarga del


estudio del proceso de conocer, empleado por los psicólogos para designar
cualquier actividad mental, abarca el uso del lenguaje, el pensamiento, el
razonamiento, la solución de problemas, la conceptualización, el recuerdo y la
imaginación.

Conductismo: llamado también behaviorismo, es una orientación de la psicología


moderna que, en el intento de darle a la psicología un estatus semejante al de las
ciencias exactas, circunscribe el campo de la investigación a la observación del
comportamiento animal y humano, rechazando cualquier forma de introspección,
que por su naturaleza escapa a la comprobación objetiva.
90

Delirio: síntoma psicótico que comprende el trastocamiento del contenido del


pensamiento y la presencia de marcadas creencias que son representaciones
equívocas de la realidad.

Delusiones: ideas delirantes.

Desmentida: sostener o demostrar la falsedad de un dicho o hecho.

Ello: una de las tres instancias distinguidas por Freud en su segunda teoría del
aparato psíquico. El ello constituye el polo pulsional de la personalidad; sus
contenidos, expresión psíquica de las pulsiones, son inconscientes, en parte
hereditarios e innatos, en parte reprimidos y adquiridos. Desde el punto de vista
económico, el ello es para Freud el reservorio primario de la energía psíquica;
desde el punto de vista dinámico, entra en conflicto con el yo y el superyó que,
desde el punto de vista genético, constituyen diferenciaciones de aquél.

Enfermedad: alteración más o menos grave en el normal funcionamiento de un


organismo.

Erotomanía: posición delirante que consiste en la convicción de ser objeto de


interés para el otro. Esta entidad clínica ha quedado ligada al nombre de quien la
estableció: G. de Clérambault.

Esquizofasia: término que introdujo E. Kraepelin en la octava edición de su


Tratado en lugar de ―confusión verbal‖ para indicar las alteraciones típicas del
lenguaje de los esquizofrénicos, caracterizado por neologismos, paralogismos,
asintaxis, distorsiones semánticas, abstraccionismo, generalizaciones a las que
pueden corresponder una esquizografía y una esquizomanía.

Esquizofrenia: trastorno psicótico devastador que puede comprender


perturbaciones características en el pensamiento (delirios), la percepción
(alucinaciones), el habla, las emociones y el comportamiento.

Exorcismo: conjuro contra el espíritu maligno.

Fenomenología: doctrina y método que inició G.W.F. Hegel y que reformuló en el


siglo XX E. Husserl quien, mediante la reducción eidética, purifica los fenómenos
psicológicos de sus características reales o empíricas para llevarlos al plano de
generalidad de las esencias. La fenomenología nace con la polémica entre los
psicologistas y los logicistas acerca del origen y la naturaleza de los conceptos
lógico-matemáticos.

Filosofía: ciencia de las primeras causas, esencia, propiedades y efecto de las


cosas.
91

Forclusión: según J. Lacan, defecto que le da a la psicosis su condición esencial,


en la estructura que la separa de la neurosis.

Hiperestesia: es un síntoma, que se define como una sensación exagerada de los


estímulos táctiles, como la sensación de cosquilleo o embotamiento.

Humanismo: orientación psicológica que inició A.H. Maslow quien, convencido de


la irrelevancia, en términos de significado existencial, de las investigaciones
psicológico-experimentales y de los presupuestos deterministas que son la base
de la teoría psicoanalítica, acentúa la irreductibilidad de cada sujeto, cuyas
motivaciones para la acción no pueden reducirse de manera inmediata a las
pulsiones subyacentes, sino que son favorecidas por valores no cuantificables,
como la necesidad de exploración, la creatividad, la visión del mundo, en las que
se expresa la identidad, la cualidad de la relación con los demás y, sobre todo, la
autorrealización que es la base de la interpretación humanista de la necesidad, de
la motivación y de la personalidad.

Ilusión: alteración perceptiva por la cual la percepción no se ajusta a las


características del estímulo, determinando una discrepancia entre mundo físico y
mundo percibido.

Imaginario: de las tres categorías lacanianas, la que procede de la constitución


de la imagen del cuerpo.

Locura: el término, ya fuera de uso en el lenguaje científico, está presente en el


lenguaje literario, sociológico y antropológico, en los cuales, a lo largo de los
siglos, ha sido utilizado en campos de diferentes significados, que van desde la
―divina locura‖ de la que habla Platón en Fedro a la ―locura morbosa‖ de la que se
ocupaba la psiquiatría en sus inicios.

Megalomanía: preocupación patológica por ideas delirantes expansivas de poder


y riqueza.

Metáfora: sustitución de un significante por otro, o transferencia de denominación.

Metonimia: palabra puesta en lugar de otra y que designa una parte de lo que
significa.

Neologismo: acuñación de palabras nuevas para expresar en forma adecuada


nuevas nociones. De importancia psicológica es el neologismo que caracteriza el
lenguaje del esquizofrénico, el cual, mediante la combinación de palabras que se
refieren a cosas heterogéneas, se adopta para expresar, con una simbología
personal y exclusiva, la inasibilidad de experiencias de otra manera inexpresables.

Nosología: estudio de las enfermedades descritas a partir de los signos y de los


síntomas que revelan la alteración de las funciones, y su clasificación en entidades
de curso típico y según el éxito previsible.
92

Paralogismo: es un argumento o razonamiento falso, que se plantea sin una


voluntad de engaño, y que tiene la forma de un silogismo o, más frecuentemente
de un entimema. A diferencia de un sofisma —un argumento con el que se
pretende demostrar algo que es falso— el paralogismo no depende de una
confusión malintencionada en los términos, sino de un error del razonamiento.

Paratimia: trastorno de la afectividad que se traduce en una respuesta emotiva


contradictoria respecto a la situación, como por ejemplo el estallido en una
carcajada incontenible ante el anuncio de una noticia triste.

Pomposidad: dícese del lenguaje, estilo, expresión ostentosamente adornado.


Ostentoso, magnífico, grave y autorizado.

Psicoanálisis: disciplina fundada por Freud y en la que, con él, es posible


distinguir tres niveles: a) un método de investigación que consiste esencialmente
en evidenciar la significación inconsciente de las palabras, actos, producciones
imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa
principalmente en las asociaciones libres del sujeto, que garantizan la validez de la
interpretación. La interpretación psicoanalítica puede extenderse también a
producciones humanas para las que no se dispone de asociaciones libres; b) un
método psicoterapéutico basado en esta investigación y caracterizado por la
interpretación controlada de la resistencia, de la transferencia y del deseo. En este
sentido se utiliza la palabra psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica;
ejemplo: emprender un psicoanálisis (o un análisis); c) un conjunto de teorías
psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan los datos aportados por
el método psicoanalítico de investigación y de tratamiento.

Psicofarmacología: rama de la farmacología que estudia, con bases


experimentales y fines terapéuticos, la acción de las sustancias químicas en las
funciones psíquicas.

Psicología: ciencia que estudia la conducta y los procesos mentales en todos los
animales.

Psicopatología: rama de la ciencia que trata de la patología psíquica.

Psicosis: trastorno mental en el cual la capacidad mental de una persona, su


respuesta afectiva y su capacidad para reconocer la realidad, comunicarse y
relacionarse con los demás están lo bastante afectadas como para que ello
interfiera con su capacidad de enfrentarse a las exigencias habituales de la vida.

Psiquiatría: rama de la medicina que se ocupa de estudiar a las enfermedades


mentales.

Real: lo que la intervención de lo simbólico expulsa de la realidad, para un sujeto.


93

Salud: condición de plena eficiencia funcional que, en el hombre, abarca también


funciones lógicas, afectivas, de relación, en contextos interpersonales y sociales.
Tal condición varía con las fases de la cultura y no se puede tipificar en forma
definitiva.

Sífilis: enfermedad contagiosa, transmisible por contacto sexual y originada por la


bacteria treponema pallidum, y que acaba con una parálisis general progresiva y
otras muy graves lesiones.

Simbólico: función compleja y latente que abarca toda la actividad humana;


incluye una parte consciente y una parte inconsciente, y adhiere a la función del
lenguaje y, más especialmente, a la del significante.

Sintaxis: parte de la gramática que enseña a coordinar y unir las palabras para
formar las oraciones y expresar conceptos.

Sinthome: ortografía antigua (siglo XIV) del francés symptôme, <<síntoma>>,


recogida por Lacan para hacer oír un sentido diferente y para designar un
redondel particular del nudo borromeo.

Síntomas Prodrómicos: síntomas que preceden y señalan el surgimiento de una


enfermedad.

Síntomas Residuales: donde los síntomas positivos están presentes tan sólo a
baja intensidad.

Superyó: una de las instancias de la personalidad, descrita por Freud en su


segunda teoría del aparato psíquico: su función es comparable a la de un juez o
censor con respecto al yo. Freud considera la conciencia moral, la auto-
observación, la formación de ideales, como funciones del superyó. Clásicamente
el superyó se define como el heredero del complejo de Edipo; se forma por
interiorización de las exigencias y prohibiciones parentales. Algunos psicoanalistas
hacen remontarse la formación del superyó a una época más precoz, y ven actuar
esta instancia desde las fases preedípicas (Melanie Klein), o por lo menos buscan
comportamientos y mecanismos psicológicos muy precoces que constituirían
precursores del superyó (por ejemplo, Glover, Spitz).

Trastorno: se utiliza la expresión trastornos del comportamiento para indicar las


formas menos graves de las anomalías, frecuentes en los niños y en los
adolescentes, que no se derivan de alguna patología orgánica y que no remiten a
cuadros psicóticos. Por lo general tales trastornos se consideran reactivos a un
ambiente afectivo y socialmente desprovisto, y se manifiestan con problemas de
desarrollo de la personalidad, dificultades escolares y rasgos neuróticos.

Trastorno Mental: se conceptualiza como un síndrome o patrón conductual o


psicológico significativo desde el punto de vista clínico que ocurre en un individuo
y que se asocia con una aflicción presente.
94

Yo: instancia que Freud distingue del ello y del superyó en su segunda teoría del
aparato psíquico. Desde el punto de vista tópico, el yo se encuentra en una
relación de dependencia, tanto respecto a las reivindicaciones del ello como a los
imperativos del superyó y a las exigencias de la realidad. Aunque se presenta
como mediador, encargado de los intereses de la totalidad de la persona, su
autonomía es puramente relativa. Desde el punto de vista dinámico, el yo
representa eminentemente, en el conflicto neurótico, el polo defensivo de la
personalidad; pone en marcha una serie de mecanismos de defensa, motivados
por la percepción de un afecto displacentero (señal de angustia). Desde el punto
de vista económico, el yo aparece como un factor de ligazón de los procesos
psíquicos; pero, en las operaciones defensivas, las tentativas de ligar la energía
pulsional se contaminan de los caracteres que definen el proceso primario:
adquieren un matiz compulsivo, repetitivo, arreal. La teoría psicoanalítica intenta
explicar la génesis del yo dentro de dos registros relativamente heterogéneos, ya
sea considerándolo como un aparato adaptativo diferenciado a partir del ello en
virtud del contacto con la realidad exterior, ya sea definiéndolo como el resultado
de identificaciones que conducen a la formación, dentro de la persona, de un
objeto de amor catectizado por el ello. En relación con la primera teoría del
aparato psíquico, el yo es más extenso que el sistema preconsciente-consciente,
dado que sus operaciones defensivas son en gran parte inconscientes. Desde un
punto de vista histórico, el concepto tópico del yo es el resultado de una noción
que se halla constantemente presente en Freud desde los orígenes de su
pensamiento.

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