Hctor E.

Velasco, MCM La ley de la atraccin y decretar Desde hace algunos aos se ha venido popularizando la costumbre de decretar es decir, la verbalizacin de un deseo, con lenguaje de autoridad para el presente, dirigido a la deidad, pero expresado en el YO. Esta prctica, recomendada dentro del marco de la ley de la atraccin, es uno de tantos enfoques propuestos por el New Age. La ley de la atraccin es la creencia de que los pensamientos influyen en la realidad de las personas tanto internamente como en la creacin de circunstancias, argumentando que los pensamientos son unidades energticas que devolvern a la persona ondas similares. Ambos aspectos, el decretar y la ley de la atraccin son prcticas seductoras para los cristianos pero no compatibles con nuestra Fe. Al decretar, comnmente las personas se enfocan en bienes materiales y deseos casi caprichosos, y en la mayor parte de las veces ni siquiera conscientemente se dirigen los decretos a alguna deidad, sino al universo o a nosot ros mismos. En estos casos estas prcticas se vuelven egocntricas, completamente alejadas de la providencia de Dios e incluso se pueden volver idoltricas del Yo. En otras ocasiones las personas decretan como una forma de oracin, dirigida al Padre, pero confundiendo totalmente el sentido de humildad que debemos tener las creaturas para con nuestro Dios, a la hora de suplicar. Incluso hay que justifica el decretar argumentando hacer oracin con Fe expectante. En este sentido es importante destacar que la Fe en nuestro Seor no depende del cumplimiento de favores o de la espera de milagros, que aunque pueden suceder, siempre nuestro Dios nos escucha, nos consuela, nos responde de maneras misteriosas y asombrosas pero no se rebaja a ser un objeto de poder, un mago o una fuerza que se domina para el beneficio personal. La ley de la atraccin, manifiesta un sentido de auto-realizacin, ajeno a la esperanza y la Fe de sabernos hijos de Dios y protegidos por su mano, y sobre todo rara vez manifiesta un sentido de Caridad, solidaridad o inters por el servicio a los dems y solo se centra en el bienestar personal, particularmente en el sentido econmico, de salud, y placer.