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HISTORIA DE LA

PSICOPATOLOGÍA
ANTIGÜEDAD
La conducta anormal
se atribuía a las
fuerzas sobrenaturales
y mágicas como los
espíritus malignos o el
demonio.
En las comunidades con estas creencias, la
“terapia” por lo general consistía en el
exorcismo: expulsar al demonio que vive
dentro del individuo por medio de la magia y
la oración.
Un tema que se repite en la historia de
la conducta anormal es la creencia de
que los individuos se comportan en
forma extraña porque su cuerpo no
funciona de la manera correcta. Esto
condujo a prácticas como la
trepanación en la que se practicaba un
orificio en el cráneo para que se
liberaran los espíritus malignos.
CULTURA GRIEGA Y ROMANA
Una característica de
la opinión popular
era la creencia del
origen sobrenatural
de la locura. Por lo
tanto podía ser un
castigo de los dioses
o bien, un don
sagrado.
Por otro lado, el concepto de locura
según los escritos hipocráticos giraba
alrededor de la combinación de cuatro
humores del cuerpo (sangre, bilis
negra, bilis amarilla y flema) que daban
por resultado cuatro temperamentos
correspondientes: sanguíneo, colérico,
melancólico y flemático.
Platón describió en
“Fedro” cuatro
tipos de locura:
profética, teléstica
o ritual, poética y
erótica.
Aristóteles afirmaba que la liberación
de las emociones o pasiones
reprimidas era un requisito esencial
para el tratamiento eficaz de la
enfermedad mental, afirmación que
se convirtió en uno de los primeros
antecedentes de la función
terapéutica.
Se puede considerar a
Cicerón como el autor de la
primera descripción detallada
de las pasiones. La más
fuerte era la libido, también
llamada deseo violento.
LA EDAD MEDIA

Después de la caída del Imperio Romano,


la inquietud en la Edad Media se vio
intensificada por un estado de guerra casi
constante así como por la peste negra
que, junto con otras epidemias, mataron a
cientos de miles de personas.
En este ambiente inestable,
el teólogo y filósofo San
Agustín sobresale por su
contribución para sentar las
bases de las teorías
psicodinámicas modernas,
acentuando la importancia
del empleo de la
introspección.
Sin embargo, el legado de racionalidad
que los filósofos griegos heredaron a la
humanidad, se abandonó con rapidez en
el periodo medieval. La demonología y la
superstición vuelven a ser la explicación
de la conducta anormal.
Renacimiento
Se incrementó el humanismo, las artes y la ciencia.

Johann Weyer (médico) enfatizó el


conflicto psicológico y las relaciones
interpersonales desequilibradas como las
causas de los trastornos mentales.
Describió una amplia gama de conductas
anormales, incluyendo trastornos que en la
actualidad se conocen como paranoia,
epilepsia, psicosis, depresión y pesadillas
recurrentes.
LA EDAD DE LA RAZÓN Y LA
ILUSTRACIÓN
Spinoza argumentó que los procesos
psicológicos, a pesar de no ser observables de
manera directa, tienen igual importancia a los
procesos materiales del mundo natural.

A finales del siglo XVIII, la superstición había


sido reemplazada casi en su totalidad por la
racionalidad, la observación científica y el trato
humano de los enfermos mentales.
En Inglaterra, el movimiento hacia el trato
humano tomó fuerza por el ataque psicótico
que sufrió el rey Jorge III.

Los manicomios ya existían, pero este evento


impulsó legislar y regularizar dichas
instituciones.
A fines del siglo XVII y hasta el XIX surgió el
interés por la fisionomía.

Franz Joseph Gall formuló la teoría de la


Frenología.
El médico William Cullen creía que la conducta
neurótica era provocada por los defectos físicos
del sistema nervioso.
Trataba a sus pacientes con baños de agua fría,
sangrías, inducción de vómito, dietas especiales
y ejercicio.
Por otro lado, Mesmer se interesó en el uso de
los imanes como medio de curación y también
creía en la influencia de los planetas en
aspectos psicológicos y fisiológicos del ser
humano.

Es un antecedente importante en la historia


de la hipnosis y el poder de la sugestión.
LA REFORMA
Philippe Pinel creía que lo que necesitaban los
enfermos mentales era cuidado humano y
tratamiento.

Gracias a Pinel y
Pussin, se prohibió
la crueldad hacia los
pacientes.
El 25 de mayo de 1815 se ordenó una
investigación parlamentaria en los manicomios de
Inglaterra.

También se creía en el tratamiento moral :


horarios fijos, trato bondadoso, dieta
apropiada, ejercicios y actividades
apropiadas, visitas, etc.

Se crearon instituciones para el tratamiento de


niños con problemas psicológicos.
LA TRADICIÓN BIOLÓGICA

El médico griego Hipócrates sugirió que


los trastornos psicológicos podían tratarse
como cualquier otra enfermedad.

Consideraba que la enfermedad


mental tenía su origen en alguna
patología cerebral y que podían
verse influidos por la herencia
(genética).
El término melancolía, que aún se emplea,
significa bilis negra.

La Teoría de los humores es el primer


ejemplo de la asociación de los trastornos
psicológicos con un desequilibrio químico,
idea muy difundida en nuestros días.
Además de recomendar descanso, una buena
nutrición y ejercicio se idearon dos
tratamientos.

En uno, las sangrías, se extraía del cuerpo


cierta cantidad de sangre con sanguijuelas.

Otro tratamiento consistía en provocar el vómito.


La tradición biológica floreció en el mundo
occidental en el siglo XIX.

John P. Grey, precursor de la actual American


Journal of Psichiatry (publicación que abandera a
la APA) decía que la demencia siempre se debía
a causas físicas.
Esto dio lugar a que mejoraran las
condiciones de los hospitales pero también
contribuyó a que aumentara la población
de pacientes.
En el siglo XX se empezaron a aplicar
intervenciones como descargas eléctricas y
cirugías cerebrales.

Durante los años cincuenta se crearon de


manera sistemática los primeros
medicamentos para los trastornos
psicóticos, y más tarde, otros psicofármacos
como la reserpina, los neurolépticos y las
benzodiacepinas.
LA TRADICIÓN PSICOLÓGICA

En tiempos de los griegos ya se consideraba


que las causas de la conducta desadaptada
eran las influencias sociales y culturales,
tanto como el aprendizaje.

En el siglo XVIII la Terapia moral, que en


realidad era emocional, ejerció gran
influencia.
Si bien los principios de la terapia moral
se remontaban a tiempos de Platón, se
considera Philippe Pinel como el fundador
de la misma en el siglo XIX.

El primer método importante fue el


Psicoanálisis basado en los
planteamientos de Freud.
Más tarde aparecieron nuevas aportaciones
como la humanista, representada con Carl
Rogers y su Terapia centrada en la persona.

Otra aportación de incalculable valor es el


modelo cognitivo y por último, el modelo
conductual.

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