En el texto Nativos Digitales, Inmigrantes Digitales de Marc Prensky
nuevamente nos vemos enfrentados a la dicotomía clásica del profesor sin actualizarse de acuerdo a las necesidades de los estudiantes, y en la esquina opuesta a los docentes innovadores que saben còmo educar basándose en las necesidades de los estudiantes. Sin embargo, al concluir no deja de enunciar la siguiente frase respecto a los profesores: Ya es hora que dejen de quejarse y, como dice el lema de Nike de la generación de los Nativos Digitales, “¡Solo hazlo!”. Ellos tendrán éxito a futuro --y sus éxitos vendrán mucho más rápido si sus administradores los apoyan. Esto nos deja en buen pie para iniciar la reflexión de la cual él no se hace responsable y que inclusive ni siquiera enuncia en su texto, porque él nos habla de nativos e inmigrantes digitales, y esto nos permite ingresar en su misma jerga al Indio Ladino, como lo fue el inca Felipe Guamán Poma de Ayala. Es así como extrapolando las conclusiones de Prensky a la realidad nacional nos vamos entrampado tal como sucedió con Guamán Poma y su pesada mochila con la carta con una metodología para un buen gobierno del pueblo americano, la cual estaba dirigida a la Corona. Y esto se debe a que muchos de los profesores que hoy existen en el sistema educacional chileno son ladinos, pues manejan tanto el lenguaje necesario para los jóvenes como el que lo educó. El profesor ladino puede darse el lujo, gracias a su audacia, de ir interrelacionando ambos lenguajes de acuerdo a sus necesidades profesionales, pero es ahí donde queda estancado nuestro profesor, cargando su mochila llena de ideas y estrategias frescas, pues se topa con el océano de los administradores, que podemos llamar unidades técnicas, directores, sostenedores o apoderados. Y no estamos entrando en la queja irracional, sino que simplemente ampliamos la proyección de Prensky incluyendo el centro educacional como un todo en el proceso educativo, así como lo era la América colonizada para Guamán Poma. Pues depositar la responsabilidad en uno de los agentes es fácil y gratuito. Porque todos bien sabemos que para lograr la educación que los estudiantes necesitan, cargada de tecnología y actualizada a su realidad, se necesita mucho más que ganas. Pero ahí están nuestros indios ladinos en su larga marcha golpeando puertas en que sean aceptados con sus mochilas de ideas y dispuestos a entregar sus conocimientos para unir tanto el viejo como el nuevo mundo.