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I.- Introducción.
Hoy el mundo enfrenta la necesidad imperiosa de implementar políticas de ciencia, tecnología e
innovación, en un escenario crecientemente globalizado. Enfrentar este desafío constituye un requisito
básico para logra modelos viables de desarrollo. Para planificar y ejecutar políticas públicas en ciencia y
tecnología así como diseñar estrategias organizacionales incluyendo la dimensión tecnológica, los
gobiernos, instituciones y directivos necesitan contar con información que refleje adecuadamente sus
capacidades y competencias científicas y tecnológicas.
La preocupación actual por los temas relacionados con la medición del esfuerzo de las políticas de
ciencia y tecnología en el ámbito internacional, regional y nacional forma parte del proceso de
internacionalización de la ciencia y la tecnología, las transformaciones que a nivel global sufren los
sistemas de investigación e innovación, el surgimiento de un nuevo ciclo de políticas científicas y
tecnológicas y en ese sentido, expresa la necesidad de disponer de sistemas de información
comparativos.
La necesidad está clara: la construcción de indicadores de Ciencia y Tecnología –confiables,
comparables y pertinentes- dotan de una herramienta básica para el análisis y toma de decisiones en
políticas y gestión de la actividad científica tecnológica a diferentes instancias.
A pesar de los empeños que desde la Segunda Guerra Mundial se han realizado por diferentes
organizaciones internacionales, en particular la OCDE, en el desarrollo de indicadores de Ciencia,
Tecnología e Innovación, subsisten muchas imperfecciones y la mayor parte de los estudios son aún de
carácter empírico, lo cual constituyen limitaciones que no podemos ignorar en cualquier investigación o
trabajo encaminado a la definición y aplicación de indicadores de ciencia y tecnología a nivel macro o
micro. De manera resumida:
De forma general se utilizan en el mundo dos grandes grupos de indicadores para medir las
actividades científicas y tecnológicas y efectuar comparaciones: Indicadores de Gastos (input) e
Indicadores de Producto (ouput), estos últimos fundamentalmente de carácter bibliométricos de la
producción científica y tecnológica.
Los indicadores de innovación tecnológica y de Impacto socioeconómico, es un campo de estudio en
la actualidad donde sólo se han dado pasos iniciales.
Los indicadores tradicionales, ajustados a la situación de la actividad científico y tecnológica en los
países desarrollados, ofrecen dificultades en su aplicación en los subdesarrollados ya que no logran
reflejar los problemas y condiciones en que se desenvuelven las actividades de I&D en los últimos. Ello
obliga a la búsqueda de indicadores adecuados al contexto de los países de la región que debe incluir
elementos de normalización internacional, sin que ello signifique renunciar a la identificación de los
rasgos de las especificidades regionales que hay que tomar en cuenta. Un esfuerzo destacado en la
normalización y conformación de Indicadores regionales corresponde a la RICYT apoyado por la OEA.
Los indicadores de ciencia y tecnología son en lo fundamental para medir la actividad a nivel macro. El
Manual de Oslo y el reciente Manual de Bogotá ofrecen un conjunto de consideraciones teóricas y
formularios para la caracterización de la innovación a nivel empresarial.
El problema que nos planteamos es el siguiente: ¿cómo medir y evaluar la actividad científica y
tecnológica en las Universidades y Centros de Investigación, instituciones estas del nivel micro y
agentes activos de los sistemas nacionales de ciencia e innovación? .
En nuestro contexto nacional, no existen dudas acerca del papel de los institutos de investigación como uno
de los principales actores del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica en la solución de los
problemas económicos y sociales del país, sobre todo en condiciones de crisis económica donde escasean
los recursos para el desarrollo de las actividades científicas y tecnológicas y dada la condición de país
pequeño y subdesarrollado.
Los esfuerzos realizados en el país en los últimos años para la medición de la actividad científica y
tecnológica se han enmarcado dentro de los indicadores a nivel macro, los primeros intentos de realizar
encuestas sobre innovación en el sector empresarial y acciones aisladas para establecer indicadores a nivel
sectorial. En este ultimo caso, el Ministerio de Educación Superior ha ido definiendo indicadores para la
evaluación de la dirección de la ciencia y la técnica en las universidades, los que a su vez se han constituido
en indicadores utilizados por las instituciones para la medición de estas en las facultades y centros de
investigación, desde una perspectiva externa y sin que potencie las diferencias existentes en estas dos
instancias institucionales y hacia misión o razón de ser de cada organización.
Lo expuesto fundamenta la necesidad de realizar investigaciones y estudios para la evaluación de la
efectividad económica y social de la actividad de ciencia y tecnología, lo cual exige la construcción de un
sistema coherente de indicadores de Ciencia y Tecnología en el ámbito institucional, en particular para las
universidades. Los intentos en el establecimiento de indicadores de la actividad científica y tecnológica en
las universidades cubanas, presentan aun insuficiencias de orden conceptual y metodológico y sobre
todo, aparecen como elemento para la evaluación externa desde exigencias de nivel macro y meso. Por
ello, el trabajo presenta una propuesta de indicadores de la actividad científica y tecnológica de las
universidades analizando sus bases conceptuales, ventajas y limitaciones.
II.- Consideraciones teóricas.
La normalización de los indicadores tiene como requerimiento previo determinar qué actividades deben
ser consideradas y qué dimensiones de la misma. La calidad de los indicadores dependerá de una clara
definición de los supuestos teóricos y de los propósitos de la evaluación establecidos como marco
teórico.
La identificación de la propia Actividad Científica y Tecnológica (ACT) y la comprensión del concepto
de innovación constituyen premisas conceptuales de partida en el proyecto de investigación que
presentamos.
La I&D comprendida como “ el trabajo creativo llevado a cabo de forma sistemática para incrementar el
volumen de los conocimientos humanos, culturales y sociales y el uso de los conocimientos para derivar en
nuevas aplicaciones” (Manual de Frascati, 1993), ubica el proceso de innovación sólo en su etapa o
concepción de inventiva y está limitado a la actividad propiamente académica o investigativa sea básica o
aplicada. ( Este concepto aún constituye la forma fundamental y predominante en el ámbito mundial).
Entendemos la I&D como el proceso que abarca investigaciones (básicas y aplicadas), proporcionando
conocimientos científicos y tecnológicos, los cuales a través del “desarrollo” se convierten en tecnologías de
producto, proceso, organizacional o de servicios con el fin de ser introducidas en la producción para
garantizar un desempeño económico competitivo del sector de bienes y servicios.
Lo expuesto significa que la I&D:
Por sí sola no refleja las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación de un país.
Que su razón de ser es la aplicación y difusión de sus resultados al tejido productivo nacional y/o
internacional.
Como fase del ciclo innovativo interactúa con otras actividades científicas y tecnológicas que son tan
importantes como ella en la realización práctica de la innovación.
Sin embargo en los últimos estudios realizados en los años 90 vinculados a la medición de la producción
científica y tecnológica en diferentes instituciones internacionales y latinoamericanas, se introduce el
término actividad científica y tecnológica como “las actividades sistemáticas estrechamente relacionadas con
la producción, promoción, difusión y aplicación de los conocimientos científico-técnicos en todos los campos
de la ciencia y la tecnología”. El núcleo de la misma está integrado por I&D, Educación y Capacitación, y los
Servicios Científicos y Tecnológicos (RICYT, 1997).
Los resultados obtenidos en encuestas realizada en Centros de Investigación Universitarios objeto de
estudio, evidenciaron que: las prioridades dentro de las actividades principales corresponden con los
componentes de la ACT, las actividades principales abarcan producción, servicio de posventa y
comercialización, se destacan las innovaciones de productos de manera explícita y la transferencia de
tecnología como vía de acceso al cambio tecnológico, todo lo cual rebasa el concepto tradicional de I&D.
Estamos en presencia de la transformación de una idea en un producto vendible (nuevo, mejorado), en
un proceso productivo que cubre todas las etapas científicas, técnicas, comerciales y financieras, es
decir, un proceso donde se une la invención y su valorización económica, se reconcilia el ámbito de la
creatividad tecnológica con el éxito económico. Ello confirma nuestra tesis de que en la actividad de
ciencia y técnica, las universidades (al menos los que son objeto de estudio) no sólo son agentes sino
que desarrollan el ciclo completo de innovación tecnológica.
Por lo tanto, el concepto de ACT - por el alcance y amplitud de sus mediciones - es el más adecuado
a fin de medir las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación que caracterizan a la
universidad.
• La temática de investigación iniciada se enmarca en tres momentos principales, que ascienden desde lo
más general - el contexto de la situación de la medición de indicadores a escala mundial, regional y
nacional -, a lo singular - hacia dentro de los indicadores enfatizando en los de innovación e impactos -,
hasta lo particular - el sistema de indicadores para medir el desempeño de una Universidad. Su
fundamentación estriba en:
el proceso de reflexión creativa y rigurosa que caracteriza las discusiones metodológicas actuales para
la determinación de los indicadores más adecuados para la medición de la ACT en el contexto de
América Latina que permitan expresar más cabalmente las características idiosincrásicas de la
actividad de Ciencia y Tecnología regionales y nacionales sin renunciar a la utilización de elementos de
normalización internacional para la comparación mundial. (Brisolla, 1996).
la necesidad de avanzar, dadas las insuficiencias del sistema de indicadores vigentes en los países
industrializados, en la propuesta de estrategias y metodologías para medir los resultados tecnológicos
con la construcción de indicadores de innovación que se adecuen además a las características del
proceso de difusión para el cambio tecnológico de los países subdesarrollados y dentro de ellos a las
peculiaridades del sistema de ciencia e innovación tecnológica en nuestro país.
los problemas conceptuales y metodológicos de la evaluación del desempeño de los centros de
investigación y universidades como uno de los propósitos en la determinación de indicadores de
Ciencia y Tecnología, aspecto poco desarrollado y utilizado a nivel mundial (Vasconcellos, 1991), y que
en el contexto cubano adquiere algunos rasgos significativos.
La medición y no la evaluación, es el fin que perseguimos con los indicadores propuestos.Son los
directivos de estas instituciones los encargados de llevar a cabo el control, la medición y evaluación
de las actividades que se relacionan con las esferas de la ciencia y la tecnología. El control es un
concepto más amplio que el de medición y evaluación. Significa la medición o comprobación del
desempeño (comportamiento) de la organización para verificar si los objetivos de los planes
diseñados se están cumpliendo y en consecuencia tomar las medidas correctivas que se requieran.
El objeto de la investigación se limita a la medida, que como paso del proceso de control y como parte del
trabajo del gestor abarca varios momentos1:
1. Diseñar y establecer medios y sistemas de medida.
2. Registrar e informar de los resultados a las personas correspondientes.
1
Badawy, M. K. (1995): “Temas de Gestión de la Innovación para Científicos e Ingenieros”, tomo 2,
COTEC, p. 508.
3. Analizar, valorar e interpretar los resultados medidos.
4. Dar publicidad a los sistemas de medida, medios y resultados.
5. Emplear los resultados de las medidas para reajustar continuamente la tarea de medición.
6. Juzgar y tomar decisiones razonadas, objetivas y oportunas para llevar a cabo la medida del trabajo y
su avance.
Junto con la medición aparecen los indicadores y las estadísticas de ciencia y tecnología. Por
indicadores de ciencia y tecnología se entienden “series de datos diseñadas para responder preguntas
sobre el Sistema de Ciencia y Tecnología (STS), su estructura interna, su relación con la economía, el
medio ambiente y la sociedad y la medida en que satisface las metas de quienes lo administran, trabajan
en él o están afectados de alguna otra manera por sus efectos”2 (OCDE, 1994).
Los intentos por medir la ACT en las instituciones universitarias son relativamente recientes y en la
actualidad varios factores conspiran en contra de sus objetivos fundamentales que como analizamos
anteriormente deben servir a los directivos y gestores de esta actividad para mejorar su desempeño.
Entre ellos se pueden citar los siguientes:
Las metodologías de medición (estadísticas e indicadores), están poco trabajadas, su utilización es
formal y no han servido de insumo para la toma de decisiones y la gestión. Lo anterior no es una
dificultad visible solamente en los centros de I+D y facultades universitarios sino también en otras
instituciones de I+D de importancia ramal.
El sistema de indicadores que actualmente utilizan las universidades no siempre parte de un análisis
de las condiciones particulares de cada institución, de sus objetivos específicos, ni del estudio de las
actividades científico tecnológicas que en ellos tiene lugar. Su finalidad no está en servir a las
necesidades del centro en cuestión sino, a las necesidades de recopilar información sobre las
actividades de CyT que tienen los vicerectorados de investigación de las Universidades, los
Departamentos que recopilan esa información en los Ministerios de Educación y de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente para la conformación de sus indicadores macro. Aun cuando
comprenden estas limitaciones, hay reticencias por directivos de las instituciones científicas para
adoptar nuevas herramientas, ya sea porque no le ven la utilidad que pueda derivarse de estas o por
la inercia de romper con lo que han venido haciendo durante años.
2
OCDE (1994): “Consecuencias del Programa de Tecnología/Economía para el desarrollo de
indicadores”; en: Martínez, E./Albornoz, M. (eds.) (1998): Indicadores de Ciencia y Tecnología:
estado del arte y perspectivas, UNESCO/UNQ/CYTED, Nueva Sociedad, Caracas, p. 14. Otras
definiciones de indicadores de ciencia y tecnología en: Albornoz, M./Jaramillo Hernán (1997):
Prólogo; en: El Universo de la medición. La perspectiva de la ciencia y la tecnología, Tercer Mundo,
SantaFé de Bogotá, p. xiii; Barré, R. (1997): “La producción de indicadores para la política de
investigación e innovación: organización y contexto institucional”.
Se evidencia insuficiencias tanto en el orden conceptual como el práctico y carencia de criterios
homogéneos para la valoración de la actividad científico tecnológica; hecho que se manifiesta a la
hora de determinar los diferentes criterios –tanto por su importancia, como por su utilización- que
deben medir los resultados del potencial científico técnico como de la institución.
De forma general se aprecia la subestimación de la actividad comercializadora aún cuando cada vez
es más claro para sus directivos que los recursos que esta genera son los que le permitirán contar
con los insumos necesarios para sus investigaciones. Posiblemente en esta actitud ejerza una
considerable influencia la limitada libertad que aún tienen para su ejecución y para disponer de los
recursos que ingresan.
Es aún limitada la difusión de las nuevas tecnologías creadas a la producción y los servicios, lo que
evidencia un relativo retraso con relación a las demandas que generan estos sectores y el aún débil
vínculo universidad – empresa.
Los centros de I+D – al menos los que han sido objeto de estudio- no sólo son agentes sino que
desarrollan el ciclo completo de innovación tecnológica. De ahí la importancia que tienen los
indicadores de innovación, por ahora ausentes en las metodologías.
Persisten factores externos a las instituciones científicas que entorpecen la percepción acerca de la
importancia de estos indicadores en la gestión:
• reglamentaciones financieras y contables establecidas en el país para los centros de I+D
y universidades, como entidades presupuestadas, las cuales dificultan y no permiten llevar un
seguimiento adecuado de sus gastos e insumos.
• Insuficientes estímulos para la introducción de resultados de I+D.
• Cuestiones relacionadas con el estatus jurídico de algunos centros, facultades y por los
proyectos financiados. Insuficiente personalidad jurídica y económica propia.
IV.- Criterios e indicadores para la medición del desempeño científico -tecnológico de las universidades.
Según la tipología de la OCDE y su labor normalizadora con relación a los indicadores de Ciencia y
Tecnología, estos se clasifican en cuatro tipo de indicadores: INSUMO, PRODUCTO, INNOVACIÓN
E IMPACTO SOCIAL.
Los indicadores de insumo, referidos a los gastos de ID y potencial humano junto con los indicadores de
producto referidos a la producción científica y tecnológica (bibliométricos y de patente) son los más
conocidos y frecuentemente utilizados. Los indicadores de innovación e impacto son menos trabajados y
pocos precisos aun. Además, los indicadores más trabajados son de carácter macro, a nivel nacional, los
cuales se utilizan en las estadísticas internacionales comparadas y menos trabajados a nivel meso y
micro.
⇒ Se ubica a nivel micro, teniendo en cuenta las normas internacionales, nacionales (CITMA), las
determinaciones sectoriales (MES) y las necesidades de la Universidad de construir indicadores
que le proporcionen información para su proyección y gestión.
⇒ Se clasifican a partir de los criterios seleccionados y la tipología internacional y se intentan sintetizar
los mismos combinando indicadores simples y complejos, cuantitativos y cualitativos.
⇒ A los efectos de crear una base de datos que garantice su registro confiable y comparable, en esta
primera etapa se determinaron indicadores para proyectos, con el fin de corroborar su validez e
importancia.
⇒ Se organizan los indicadores por criterio, con lo cual no estamos satisfecho, porque pensamos que
los criterios están presente en los diferentes tipos de indicadores y su utilidad reside en el momento
de la valoración e interpretación de los mismos.
V.- Conclusiones.
• La selección de indicadores de ciencia y tecnología para las universidades emanan de los cambios
introducidos en el modelo gerencial de las universidades cubanas y de la necesidad de dotar a sus
directivos de una herramienta que les proporcione información para el análisis y toma de
decisiones en el diseño de estrategias y gestión de la actividad científico y tecnológica en el ámbito
institucional.
• La propuesta de criterios e indicadores para la medición de la actividad científica y tecnológica en las
universidades está sustentada en: a) la comparabilidad a partir de la armonía con los sistemas de
indicadores mundial, regional, nacional-sectorial; b) la confiabilidad de la información a través de la
creación de una base de datos que permita su informatización; c) la conjugación de los criterios de
pertinencia e impacto con las prioridades de la institución en términos de eficiencia y eficacia de los
resultados no solo bibliométricos y de inventiva sino también de innovación.
• El proceso de definición e implementación de la propuesta está acompañada de una serie de
limitaciones, tanto de carácter interno como externo, que exige un proceso gradual de validación y
corrección de la misma, en la cual la comprensión y el apoyo de los diferentes directivos
institucionales es un factor decisivo.