Sei sulla pagina 1di 6

REENCARNACIÓN

EMILIO MOSCOTE Y PÉREZ M:.M:.


El presente tema es parte de una rigurosa investigación que he
venido llevando a cabo desde hace algún tiempo. Con él no pretendo
de ninguna manera dar respuestas a los inexplicables misterios de la
vida y de la muerte, por considerar que aun falta muchísimo por
investigar al respecto, especialmente en el campo de la ciencia.
No obstante lo anterior, lo considero un pequeño aporte cuyo objetivo
es invitar a la reflexión, pues la Reencarnación no debe de plano
considerarse como una "verdad olvidada" o como una "doctrina
descartada", sino como una interesante doctrina, de aquellas que
pueden representar un papel muy importante en la historia del
pensamiento occidental del presente siglo, porque estrictamente
hablando, desde el punto de vista del pensamiento oriental no existe
la muerte.
Este nombre es una mentira y su idea, una ilusión nacida de la
ignorancia de los pueblos. Ellos repiten incesantemente no hay
muerte. Sólo hay vida con muchas fases y modalidades, a una de las
cuales llamamos MUERTE. "Nada muere realmente, aunque todo
experimenta un cambio de forma y actividad". Es este es el
pensamiento que arguyen frecuentemente contra la inmortalidad del
alma diciendo que "la muerte no es más que un aspecto de la vida, y
la destrucción de una forma material es el preludio de la construcción
de otra.
Lo que llamamos muerte o destrucción, aun del más insignificante ser
inanimado, no es más que un cambio de forma o condición de su
energía y actividades. Ni siquiera el cuerpo muere en el estricto
sentido de la palabra. El cuerpo no es una entidad sino un agregado
de células que sirven de vehiculo a ciertas modalidades de energía
que las vitalizan. Cuando el alma deja el cuerpo, las células se
disgregan en vez de agregarse como antes.
La unificante fuerza que las mantenía agregadas retiró su poder y se
manifiesta la actividad inversa . He ahí el fundamento de la doctrina
reencarnacionista. No es fácil averiguar en que tiempo ni en que
pueblo nació; pero diferentes teorías y varios escritores que han
incursionado en esta materia señalan a Egipto, a la Antigua India
(hinduismo, budismo, budistas tibetanos, entre otras) e incluso
mencionan a la fabulosa y desaparecida Atlántida como el punto de
origen de ella.
En todas las latitudes se han levantado las voces para hablar de la
existencia de un más allá, con el fin de darle un sentido a nuestra
existencia. Interrogantes fundamentales del hombre que ninguna
cultura ha dejado de responder a su manera como: ¿Quién soy?; ¿De
donde vengo?; ¿a dónde iré?; ¿qué hago aquí en la tierra?; ¿Por qué
he de morir?; ¿Será que fui alguien antes de nacer?; ¿Seré alguien
después de morir?; ¿Qué sentido tiene vivir, si he de morir algún día?,
y muchísimo más, han motivado al análisis y estudio de esta
disciplina. No obstante lo anterior, existe un inmerso abismo entre la
creencia popular y las pruebas científicas y es por ello que fenómenos
como mensajes recibidos "del más allá" por médiums en trance,
visiones de los que están en trance de morir, el testimonio de los
llamados proyectores astrales, personas que tuvieron una aparente
muerte causada por algún tipo de accidente, y que luego pudieron
regresar a sus cuerpos físicos para narrar cómo veían desde fuera de
ellos, son básicos para justificar por los adeptos a la reencarnación su
razón de ser; sin embargo, la ciencia convencional ha evitado desde
mucho tiempo atrás, estudiar el fenómeno de la muerte y lo que
puede existir más allá de ella.
Solo últimamente la tanatología ha surgido como un campo de
estudio separado del cuerpo principal de la psicología convencional.
Hasta aquí, la ciencia y la psicología simplemente consideraban la
experiencia de la muerte como un profundo y "oscuro adversario" y
no como una zona valida de indagación. La única disciplina que
alguna vez se preocupó por el estudio de la inmortalidad del alma ha
sido la investigación psíquica o la parapsicológica y probablemente la
mayoría de los científicos se opondrían a que se considere este tipo
de estudio como verdaderamente científico.
La parasicología solamente ha alcanzado una precaria posición dentro
de la comunidad científica en los últimos cuarenta años y es por ello
que sus descubrimientos acerca de la vida después de la muerte han
logrado demasiado impacto en la ciencia o en la cultura en general;
sin embargo, en la actualidad, la parasicología es una ciencia
experimental y la mayoría de los investigadores profesionales, se
dedican a examinar a personas en el laboratorio en busca de
manifestaciones de telepatía, clarividencia, precognición y el poder
de la mente sobre la materia. Es esta, la nueva cara de la
parasicología en la búsqueda de respetabilidad científica.
De acuerdo con todo lo anteriormente expresado no puede haber un
punto de convergencia entre la prueba científica y los fenómenos
extra o parasensoriales con relación a lo que nos ocupa y no está por
demás recordar que mientras que las ciencias trabajan en el campo
de la realidad, en el conocimiento racional, fenómenos como la
reencarnación se escapan de esa esfera y apuntan más hacia el
campo religioso o hacia el entrenamiento esotérico que ha hecho
posible el que muchos seres desarrollen la facultad clarividente y que
sostienen que existen otros planos espirituales en donde se desarrolla
la vida y que "si la vida humana fuera sólo un instante de tiempo
entre el nacer y el morir, el oportunismo seria la ley predominante de
la existencia en este mundo donde deberíamos aprovechar cada
segundo en nuestro beneficio.
No tendría sentido ningún plan de vida, ninguna igualdad, ninguna
justicia. El único fin seria sobrevivir sin importarnos para nada lo que
sucediera con los demás, pues de nada valdría el afanarse por lo que
mañana tan sólo será polvo. Sin embargo, los materialistas mismos
rechazan tal desacierto inconscientemente y reclaman la justicia
social. Además, si las condiciones de vida de unas personas no son
las mejores que desearía y su existencia sólo le trae dolor y
sufrimientos ¿no seria mejor morir y acabar de una vez con tal
misterio? Un sano pensamiento se opone a tal medida, sintiendo el
hombre por el llamado espíritu de conservación, la necesidad de vivir
en este plano físico.
Pero, en que consiste o ¿qué es la REENCARNACIÓN? "Literalmente,
reencarnación significa el retorno al cuerpo físico. Es la creencia de
que el alma, en el momento de la muerte, sale del cuerpo y comienza
a prepararse para regresar a la vida con otra forma física. Las
circunstancias de ese retorno - el entorno y demás - son
determinadas por el crecimiento y el progreso alcanzado en las vidas
previas. Cada personalidad que se adquiere es una síntesis de lo que
ha ocurrido antes y el renacimiento se presenta en un entorno que le
permita al individuo desarrollarse y evolucionar, de modo que pueda
obtener el máximo de beneficios. Así, mientras mejor vivamos
nuestras vidas, más benéficas serán nuestras circunstancia de
renacimiento".
Según esto, la reencarnación viene a ser una teoría, una filosofía, un
sistema de creencias y una forma de vida que provee un modelo de
comportamiento basado en la responsabilidad personal.
Brian Weiss. Psiquiatra norteamericano autor de numerosas obras
que reafirman la doctrina de la reencarnación, mediante el método de
las regresiones ha probado que a través de la ciencia no cabe
ninguna duda sobre las vidas anteriores de una persona. Weiss era un
escéptico frente a éste tema, pero la practica y la investigación con
relación a las regresiones que hacía a diario en su consultorio lo
llevaron a concluir que no hay duda al respecto.
En los "Mensajes de los sabios" , Weiss en el capitulo que denomina
"el ciclo de la vida" expresa lo siguiente: "Cuando estamos aquí
pasamos por muchas etapas. Nos despojamos de un cuerpo de
recién nacido, pasamos al de un niño, del de niño al de adulto, y del
adulto al de anciano. ¿Por qué no dar un paso más y desprendernos
del cuerpo adulto para pasar a un plano espiritual? Eso es
precisamente lo que hacemos. Nunca dejamos de crecer, y cuando
llegamos al plano espiritual seguimos creciendo aun más. Pasamos
por varias etapas de desarrollo. Cuando llegamos, estamos
quemados. Tenemos que pasar por una etapa de renovación, una de
aprendizaje y una de decisión. Decidimos cuando queremos regresar,
donde y por qué motivos. Todo es crecimiento y aprendizaje, un
crecimiento continúo. El cuerpo no es más que un vehiculo que
utilizamos mientras estamos aquí. Lo que perdura eternamente es el
alma y el espíritu"… y continúa en el capitulo "El regreso" con:
"Elegimos cuando queremos pasar al estado físico y cuando
queremos abandonarlo. Sabemos cuando hemos conseguido aquello
o por lo que nos enviaron aquí abajo… Cuando has tenido tiempo de
descansar y revigorizar el alma, se te permite elegir cuando regresar
al estado físico".
Totalmente identificada con el autor anterior, Annie Besant, autora de
"El hombre y sus cuerpos" nos explica todo lo referente al cuerpo
físico del hombre en sus partes invisibles y visibles, al cuerpo astral y
a los cuerpos de la mente. Precisamente en un aparte de la portadas
o carátula de "El hombre y sus cuerpos", afirma lo siguiente: "Por
hombre entiendo al Yo vivo, consciente y pensante: al individuo; por
cuerpos, las diversas envolturas en que el Yo está encerrado, cada
una de las cuales sirve al Yo para funcionar en determinada región
del universo. Lo mismo que se usa del carruaje en tierra, del barco en
el agua, y del avión en el aire para trasladarse de un lugar a otro,
siendo el viajero, siempre el mismo, así también el yo, el hombre
verdadero, permanece el mismo cualquiera sea el cuerpo en el que
funciona. Tenemos muy arraigada la costumbre de identificarnos con
las envolturas externas que llevamos, y somos muy propensos a
reconocernos como si fueran nuestros cuerpos. La identificación con
estos cuerpos que solo tiene una existencia pasajera, es un realidad
tan necia y poco razonable, como si nos identificáramos con nuestros
vestidos; no dependemos de ellos; su labor está en proporción de su
utilidad…"
Visto lo anterior podemos expresar que REENCARNACIÓN es la
ENCARNACIÓN REPETITIVA o REINCORPORACIÓN DEL ALMA o PARTE
INMATERIAL DE LA NATURALEZA HUMANA, que una encarnación es un
periodo de existencia dentro de un cuerpo. Pero veamos que ocurre
según los entendidos en esta materia en el momento de la muerte: el
moribundo va desprendiéndose poco a poco de su cuerpo físico y al
expirar queda el alma revertida del cuerpo astral, más sutil que el
físico, una copia luminosa de aquel, se dice que es una contraparte
del físico con el cual coincide durante la vida terrenal. En el preciso
momento de la muerte, el cuerpo astral queda unido con el cadáver
por un tenue cordón de materia aérea que denomina el cordón de
plata, dicho cordón se rompe quedando el cuerpo astral libre, como
externa envoltura del alma. Pero este cuerpo astral no es el
verdadero ser humano, como tampoco lo era el cuerpo físico, pues
ambos no son más que temporáneas envolturas del alma.
"Al dejar el cuerpo físico se sume el alma en profundo sueño o estado
comático, semejante al del feto en el claustro materno y así se
predispone a nacer en el mundo astral, pues necesita tiempo para
adaptarse a las nuevas condiciones y cobrar la fuerza y vigor
requeridos por la nueva fase de existencia…"
Lo anterior nos explica claramente que después de la muerte del
cuerpo físico permanece el alma dormida en el cuerpo astral, que le
sirve de protectora envoltura, como la matriz protege al feto.
Al sumirse el alma en sueño se le representa la visión de su vida
pasada escena tras escena, desde su infancia hasta su vejez, si llegó
hasta allí, en forma pormenorizada.
Algunas almas "duermen" corto tiempo, mientras que almas muy
evolucionadas requieren de un sueño más largo. Cuando el alma
siente el impulso de reanudar la vida se despereza lenta y
lánguidamente y a manera de mariposa que surge de su crisálida, se
desprende el alma del cuerpo astral y en su rápida sucesión desecha
los elementos inferiores de su humana naturaleza. En un corto
proceso en el que el alma va recobrando lentamente su conciencia.
El alma desprendida del cuerpo astral carece de forma y figura y en
donde despierta no es un lugar, sino un estado o condición de
existencia, una tónica de energía vibratoria en el mundo espiritual.
Pasado este periodo que hace parte del llamado ínterin cósmico o
espiritual que permitió al alma refrescarse luego de la intensidad de
la vida física se prepara el alma para regresar dentro de un cuerpo. Es
solo la mitad de un ciclo de desarrollo. El ciclo de desarrollo completo
es el lapso comprendido entre un nacimiento en el plano físico y el
siguiente renacimiento. La mitad de este periodo comprende desde el
instante de la concepción hasta la transición física que llamamos
muerte.
El presente tema que forma parte de los estudios esotéricos y
metafísicos, es muy extenso y es una invitación a la discusión y a la
reflexión en los límites de la tolerancia. Constituye además una
invitación al crecimiento espiritual del ser por cuanto a lo que
propone es sano. Somos energía pura, energía que utiliza un cuerpo
físico provisto de un ropaje, para aprender y crecer.
En el proceso de reencarnación su verdadera esencia trabaja con tres
principios predominante en el crecimiento y la educación: partimos
del principio de la evolución. Su esencia nace bajo condiciones que
nos brindaran oportunidades para el desarrollo de las cualidades y
características que necesitamos. Dichas condiciones brindan
oportunidades para un cambio progresivo. En este contexto este
crecimiento se establece por la herencia, el momento y condiciones
del nacimiento, así como también de los factores circundantes o
ambientales que puedan influir (raza, religión, sexo, familia y amigos
entre otras relaciones).
El segundo principio es el del libre albedrío, el cual nos da la libertad
de escoger, actuar, tomar decisión, etc. No es obligatorio entonces
cumplir aquello que hemos venido a hacer. Estamos en la libertad de
hacerlo o no a nuestro parecer. Y el tercer principio que es uno de los
más erróneamente entendidos es el del Karma, dentro del cual opera
algo que a veces se llama la ley de la compensación o del equilibrio o
ley de la causa y el efecto. "Aquello que siembres, cosecharas".
Nuestras malas acciones nos castigan y nuestras buenas acciones nos
premian. Karma es aprendizaje, y es por lo mismo que no es
suficiente una sola vida física para saldar las deudas contraídas y
luego acercarnos o tratar de aproximarnos al Ser perfecto. Esta
doctrina atacada por los escépticos e incrédulos a la vez se convierte
para otros en una esperanza que contribuye significativamente a
apaciguar el temor a la muerte.

Potrebbero piacerti anche