Chile está negociando con India y Kuwait un convenio para evitar la doble imposición. Nuestro país ha profundizado leyes que incentivan los negocios internacionales, como aquellas que bajan los impuestos a los residentes extranjeros con operaciones en Chile o reconocen los impuestos pagados en el exterior como si se hubieren pagado en el territorio nacional. En materia de paraísos fiscales, Chile sólo califica como tal en dicha región a Bahrein. Otros países como Argentina, Perú y Ecuador agregan a la lista a Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Reino de Hachemita de Jordania, Yemen y Omán. Brasil considera al Líbano. Generalmente se entiende por paraísos fiscales a aquellas jurisdicciones que favorecen las operaciones en su territorio por su escasa o nula tributación y por facilitar la ocultación de los patrimonios. En este contexto, las operaciones con paraísos tributarios se fiscalizan de manera más estricta o se aplican sanciones impositivas. Entonces nuestro desafío es aprovechar las oportunidades con los países del Oriente Medio. El Gobierno de Chile debe continuar su esfuerzo para una mayor liberalización de las barreras comerciales y tributarias. Como Marco Polo, muchos exportadores chilenos se han dirigido a India y otros como Antofagasta Minerals a Pakistán. Esperamos que otros los sigan. También confiamos en que nuestro país atraiga operaciones y capitales de dicha región. En este contexto es posible pensar un intercambio de cobre por petróleo o aprovechar capital humano, productos o riquezas que logran una complementariedad similar.