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DIA 2
Hoy ha sido día de Encuentro. Me excitan mucho los días de Encuentro
porque nos reunimos todos los aprendices con nuestros respectivos Mentores y
hacemos tareas en común. A mí me ha tocado esta vez con Ángel y con Rosa y
hemos hecho un castillo para las hadas, Rosa ha hecho la estructura y la ha
rellenado con mueblecitos, Ángel le ha dado el color, luego hemos inventado la
historia y yo la he escrito en un libro con tapas doradas. Nos ha quedado
precioso. Si las hadas —que ha hecho el otro grupo— pudieran hablar, seguro
que nos dirían que están encantadas. ¡Ja, ja!
De todos modos, lo mejor del Encuentro es el descanso del mediodía,
donde podemos hablar todos juntos y nos enseñamos lo que hemos aprendido
y los Mentores nos cuentan leyendas e historias reales. Algunas cosas me sirven
para mi Historia.
También anoche tuve el Sueño, como siempre. No sé por qué yo tengo un
Sueño y los demás no.
DIA 3
Hoy hemos ido al Bosque Fulgor y he aprendido mucho sobre los árboles
y las otras plantas. Me ha gustado mucho que coman luz y la conviertan en
hermosos frutos, cada uno de un color distinto y con muchos sabores y olores.
Pero se me ha hecho muy corto el rato que hemos pasado allí, aunque el Mentor
ha prometido volverme a llevar y enseñarme a hacer crecer y darles la forma
adecuada a las plantas que hay allí.
Ya he escrito cuatro hojas enteras de mi Historia. Procuro seguir los
consejos de mi Mentor y no distraerme mientras escribo.
También he tenido el Sueño. La Dama Blanca me hablaba mientras
sonreía pero no recuerdo si he entendido lo que me ha dicho.
DÍA 4
Hoy he aprendido muchas palabras nuevas y mi Mentor me ha enseñado
a usarlas para crear belleza. No he sido capaz de escribir cosas tan bellas como
el Mentor, pero me ha sonreído y me ha dicho que ha sido un comienzo
magnífico. Estoy muy contenta.
DIA 5
Anoche, en el Sueño, no vi a la Dama Blanca. Sólo estaban los dos seres
grotescos que hablan con un alto hombre verde. No he entendido lo que decían.
Los seres grotescos se abrazaban e hipaban. Quizá estaban llorando. He
intentado acercarme a ellos, tenderles los brazos, pero algo los retenía y no he
podido moverlos. Esta vez ha durado muy poco, me he despertado rápido y el
resto de la noche he descansado muy bien.
DÍA 6
¡Hemos estado en el Bosque Fulgor! He escrito la Luz y la Luz ha tomado
forma. Le he dado la Luz a un pequeño brote y ha crecido hasta casi mi altura y
al darle mi Amor han alumbrado frutos rojos y carnosos. Y mi Mentor me ha dicho
que mi Amor es bueno. No era el arbolito más hermoso del bosque, pero estoy
orgullosa de él. Casi tanto como de mi Historia.
Por la noche me desperté sobresaltada por el Sueño. Duró apenas unos
latidos de mi corazón pero fue muy desagradable: un Hombre Negro recitaba un
conjuro mientras los seres grotescos lloraban rodeados de otras tres o cuatro
criaturas.
DIA 7
Mi Mentor me ha llevado al Poblado para que compruebe como mi Historia
va tomando forma. Ha sido maravilloso ver como los más ancianos del lugar
recuerdan de su juventud mis escritos de los últimos días en la Historia. Son sólo
pequeños sucesos y anécdotas sin importancia pero me anima a seguir el largo
camino que me queda por recorrer hasta que pueda llegar a apuntar las
intrincadas corrientes de la Historia en la Esencia. Creo que es por estar cada
vez más segura de mí por lo que ni siquiera he tenido el Sueño.
DIA 8
Día de Encuentro. Hemos seguido con nuestro trabajo del último día.
Rosa, Ángel y yo hemos estado cada uno en grupos distintos. Ésta vez he
trabajado con Luna y Tiempo aunque esta vez el trabajo en equipo entre todos
los grupos ha sido más importante. Las hadas ya se mueven y recuerdan su
historia —mi Esencia apuntada—, crean sus propios afanes en el castillo lleno de
antiguos jardines amables, alegres salones y tristes rincones donde ocurrieron
desgracias sobrellevadas con valor y templanza, y, sobre todo conservan la
llamita de Amor es sus corazones.
Y lo mejor de todo, en el descanso de mediodía he inventado Yo una
historia para todos, una historia que sucedió ayer ¡Y hasta los Mentores se
acordaban de ella!
¡Ah! Y yo de lo que no me acuerdo es del Sueño.