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J U R I S D I C C I O N S U P R A N A C I O N A L
E N E L D E R E C H O P E R U A N O
1982
“The problem which faces the modern world
is the combination of individual initiative
with the increase in the scope and size
of organizations. Unless it is solved, in-
dividuals will grow less and less full of
life and vigour, and more and more passively
submissive to conditions imposed upon them.
A society composed of such individuals can-
not be progressive or add much to the world’s
stock of mental and spiritual possessions.
Only personal liberty and the encouragement
of initiative can secure these things. Those
who resist authority when it encroaches upon
the legitimate sphere of the individual are
performing a service to society, however –
little society may value it.”
BERTRAND RUSSELL, Political Ideals, p. 75-76
PREFACIO Y RECONOCIMIENTOS
Constitución liberal........................
C) El principio de no intervención y el
C) La protección supranacional de la
libertad ..................................
José ......................................
B) Ratificación de la Asamblea y el
Depósito por el gobierno constitu
cional .................................
BIBLIOGRAFÍA ..............................................
DE CONSTITUCIÓN LIBERAL
DE LA CONSTITUCIÓN PERUANA Y
2) seguridad mutua;
nidos; y,
Nos parece que son cinco los aspectos que cabe resaltar de es-
tos tres párrafos:
la moral públicas
EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCIÓN
Asimismo a nivel del Pacto de San José de Costa Rica, una Con-
vención Especial para la protección de los derechos humanos,
la Parte II del mismo se refiere a los órganos encargados de
la protección, la Comisión y la Corte Interamericana de Dere
chos Humanos, las que están asignadas de las competencias que
les señalan las Secciones 3 del Capítulo VII y 2 del Capítulo
VIII, sobre asuntos relacionados con el cumplimiento de los -
compromisos contraídos por los Estados Partes (Artículo 33° del
Pacto de San José). Por ello nos referiremos en concreto al -
Artículo 45°, al cual ha de ceñirse el Estado peruano por haber
prestado su consentimiento formal con la ratificación constitu
cional de la Disposición General y Transitoria XVI de nuestra
Constitución.
“RESUELVE:
1. Competencias de la Comisión
Tiempo
Espacio.-
Y siguen dos incisos más. Son dos las notas más saltantes re-
cogidas en este Artículo, uno, el que declarar la competencia
de la Comisión que señala va de la mano, indesligablemente, -
con el consentimiento que presta el Estado para que otro Esta
do pueda discernir acerca del modo cómo el primero observa el
derecho del Pacto en su propio territorio, y dos, que para -
que un Estado denuncie a otro por violar este derecho debe a
su turno haber observado idéntico comportamiento y reconocido
también esa facultad a otros Estados (es decir, se impone que
para denunciar se acepte que otro lo pueda denunciar a su -
vez).
S E G U N D A –
L A J U R I S D I C C I O N
S U P R A N A C I O N A L
Y S U I N C O R P O R A C I O N
A L D E R E C H O
P E R U A N O
CAPITULO I
AL DERECHO PERUANO
Como se ve, las normas recogidas son antes bien normas de polí-
tica programática, ideológica, en vez de normas jurídicas propia
mente dichas. El derecho internacional está así sometido a los
principios ideológicos del comunismo leninista soviético, y no
sigue un patrón técnico específico tal como se hace en los do-
cumentos constitucionales que adoptan la legalidad liberal. La
concepción soviética, como la de la generalidad de los países
euro-orientales es parte de bases históricas y sociales diametral-
mente distintas de las conocidas por el Derecho occidental en
su proceso de enraizamiento, sedimentación o metabolización en
los países histórica y socialmente más vinculados con la Europa
occidental, aun cuando, y debe ser dicho también en homenaje a
la exactitud, el colectivismo económico y el autoritarismo po-
lítico de oriente, tienen parte de sus raíces en el pensamien-
to de los mismos ideólogos de la Revolución Francesa, princi-
palmente en Rousseau.
SUPRANACIONAL
B) La perspectiva de la jurisdicción
supranacional.
humano:
1. Convenios:
2. Órganos:
C) Concepto de jurisdicción
supranacional.
2. Sedes Materiae;
2. Sedes Materiae.-Lo que éste cánon nos dice es que hay que vin
cular a la norma con el lugar donde aparece en el cuerpo de la -
ley;es decir, en este caso, referirla a su ubicación en la Cons-
titución.
dentro
El Artículo 305° se inserta como último/del título VI de nues
tra Constitución:Garantías Constitucionales.Las normas relativas
en este dispositivo
a las garantías que la Constitución concede/al individuo son nor-
mas de conducta, según la clasificación que presenta Vanossi.En
cuanto a las normas constitucionales referidas al destino que e-
llas prescriben(a quién van dirigidas),Vanossi,en efecto, distin-
gue a las normas de conducta de las normas de organización. Las
primeras se dirigen a los particulares(y son normas de competen-
cia negativa del Estado), las segundas se dirigen a los órganos
estatales (normas de competencias positiva). Es decir, el Artícu-
lo 305° garantiza al individuo que tiene libertad frente al Esta-
do para recurrir frente a organismos supranacionale.Es decir se e-
nuncia la limitación del poder estatal, a la vez que se faculta al
individuo para usar el remedio jurisdiccional.
Dice Chirinos Soto que este artículo “supone que, por prime-
ra vez, la ley peruana reconoce la jurisdicción supranacional en
el campo de los derechos humanos (...)”, y continúa, “se trata
de lo siguiente:el habeas corpus y la acción de amparo nunca mue-
ren.Respecto de ellos,no hay cosas juzgadas.Pueden revivirse in-
cesantemente. Por añadidura,conforme al artículo bajo comentario,
agotada la jurisdicción interna, quien se sienta lesionado en sus
derechos constitucionales puede acudir a la jurisdicción suprana-
cional. De la fuerza que a esta se reconozca dentro del Perú, se
encargará la jurisprudencia de nuestros propios tribunales. Pero
la Constitución de 1979 franquea la puerta.” (NOTA.- CRIRINOS SO-
TO, Enrique; La nueva Constitución al alcance de todos, p. 365.)
Asimismo, Rubio y Bernales dicen: “Es preciso señalar que esta –
norma se refiere básicamente a la acción de Amparo y a la
de Habeas Corpus. No así a la acción popular ni a la de incons
titucionalidad de las leyes, que no versan sobre derechos sino
sobre la validez de las normas impugnadas.” (NOTA.- BERNALES,-
ENRIQUE y RUBIO, Marcial; Perú: constitución y sociedad Polí-
tica, p. 261). Estos dos autores señalan además que el recurso
ante la autoridad supranacional queda agotado con el pronuncia
miento del Tribunal de Garantías Constitucionales cuando se -
pronuncia respecto del recurso de casación.
c) Protección supranacional de la
libertad
1) El comité de Ministros.
3. El recurso individual.
2. La declaración puede
ser hecha incondicionalmente, o bajo --
condición de reciprocidad, por un plazo
determinado o para casos específicos.
Deberá ser presentada al Secretario Ge-
neral de la Organización, quien transmi
tirá copias de la misma a los otros Es-
tados Miembros de la Organización y al
Secretario de la Corte.
ASAMBLEA CONSTITUYENTE
Unidad Democrático-Popular(Lista E) 4 “
100 Representantes
Son dos los documentos con los que se cuenta para deter-
minar la interpretación auténtica de los distintos dispositi-
vos del Texto Constitucional, el Diario de los Debates de la
Asamblea Constituyente, y las Actas de las Sesiones de la Co-
misión Principal de Constitución de la Asamblea Constituyente.
Además se cuenta, en algunos casos, con otros documentos no
autorizados y cuya consulta resulta ilustrativa, aunque no --
conste su plena legitimidad. Hasta el momento en que se efectuó
la redacción de esta línea no ha habido acuerdo del órgano
legislativo pertinente para proceder a la corrección y publi-
cación del material acumulado: son éstos la versión magnetofó
nica y la mecanográfica de los Debates, en el seno de la Comi
sión Principal. Debe señalarse de otra parte que las Actas de
las sesiones de la comisión Principal, que sí es un documento
público, es un instrumento bastante pobre por su contenido, ya
que es su naturaleza consignar tan solo una versión casi -
telegráfica de lo profundamente discutido por los miembros -
de ésta. A modo de anécdota de lo ocurrido con los documen-
tos de la Comisión Principal hay que citar, en beneficio de -
la crónica correspondiente, lo ocurrido con el Diario de Deba
tes de la Comisión Principal de la Asamblea Constituyente, -
que es el propio Presidente de ésta quien guarda la versión
mecanográfica original, si podemos seguir lo que nos manifesta
ra personalmente en Agosto de 1981. Hemos podido verificar en
efecto, que no es el personal del Palacio Legislativo quien de
tenta este material, salvo las copias carbón, las que en muchos
casos aparecen incompletas. Lo singular de esta mención es-
tá en que al correr el fin de la Primera Legislatura de 1981
el Senador Luis Alberto Sánchez presenta un pedido al Congreso
para que, además de disponerse la publicación de diversos Dia
rios de Debates del Senado correspondiente a las últimas Le-
gislaturas antes del golpe de Velasco, se verifique la publica
ción del Diario de Debates de la comisión Principal de la Asam
blea Constituyente de 1978. El asunto no representaría mayor
interés de no ser porque el propio doctor Sánchez precisaba,
ilustrativamente, que quien detentaba los originales de este
importante instrumento, no era él, sino el oficial Mayor del
Congreso... quien resultó así el primero en enterarse de ello.
El proceso de acomodo dentro de los roles que toca-
ba cumplir a los constituyentes no fue mecánico o automá
tico. Lo mismo que se decía durante la Primera Legisla-
tura de 1980 sobre la vacación forzosa del Parlamento, de
bía entenderse respecto del trabajo que debía cumplir la
Asamblea Constituyente: el deseo de expresarse de los -
constituyentes en el Plenario era tan grande que hacía -
sospechar que nunca se iba a tener una Constitución. Tal
era el balance que hacía el hombre de la calle sobre el
trabajo que se efectuaba en ella. Los dos asuntos de ma
yor relevancia discutidos de Julio a Enero fueron el Re-
glamento y las Mociones de Orden del Día de los diversos
grupos acordando la extensión de los poderes que se con-
centraban en la Asamblea, y el deslinde respecto del go-
bierno militar.
Por otro lado, los argumentos de Del Prado son más fron
tales. Esas sus observaciones pueden resumirse en tres: --
i) que se opone a todo tipo de Tribunal que por toda senten
cia debe expedir una que por toda fuerza tenga una sanción
moral, y no ejecutiva, como las que emiten los Tribunales -
Nacionales; ii) que por sobre todo, debe verse de defender
“la soberanía nacional”; iii) que aún cuando aceptaría la
la jurisdicción de los órganos de la O.N.U., por razones
de carácter principista se opone a aquella de los de la
O.E.A.. En un momento de su intervención puntualizó:
9. Aprobación
(14).
(...)
(...)
L E G E F E R E N D A Y
A P O R T E S A L A L E G I S L A C I O N.
C O N C L U S I O N E S
F E R E N D A
N A C I O N A L
Las dos diferencias más saltantes entre uno y otro texto son,
primero, que el texto del Senado cambia el concepto de someti-
miento a la jurisdicción supranacional por el de “jurisdicción
aceptada” por el Estado peruano; a su turno el Artículo 62° del
Pacto de San José de Costa Rica, único documento vigente para
nuestro país que constituye una Corte con jurisdicción obliga-
toria (previa declaración de cada Estado Parte), dice “recono-
ce como obligatoria de pleno derecho”, sea como fuere, la dis-
tinción no tiene mayor importancia, se trata tan sólo de cubrir
con pudor algo de lo que no hay por qué sentir pena o vergüenza.
Sí es importante la segunda diferencia, a saber el obviar la men
ción a que la sentencia supranacional no requerirá revisión (el
reconocimiento y la revisión son dos instituciones distintas una
de otra, consistiendo la primera en el cotejo de sentencia con
los requisitos formales internos para todo proceso, y la se-
gunda en que, negando validez y eficacia de la sentencia extra-
ña en territorio nacional, dispone que los tribunales nacionales
se pronuncien sobre el fondo del litigio) y, más importante
aún, y grave además, es el subordinar el cumplimiento de la --
sentencia supranacional al cumplimiento de los requisitos que
establece el Código del Procedimientos Civiles respecto a la no
ingerencia con asuntos de competencia exclusiva positiva de los
tribunales peruano, en controversias atinentes a reglas y ma-
terias del Derecho Internacional Privado.
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