LOS CIEGOS Y EL ELEFANTE Se hallaba el Buda en el bosque de Jeta cuando llegaron un buen nmero de ascetas de diferentes escuelas metafsicas

y tendencias filosficas. Algunos sostenan que el mundo es eterno, y otros, que no lo es; unos que el mundo es finito, y otros, infinito; unos que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son diferentes; unos, que el Buda tiene e istencia tras la muerte, y otros, que no. ! as cada uno sostena sus puntos de "ista, entreg#ndose a prolongadas pol$micas. %odo ello fue odo por un grupo de mon&es del Buda, que relataron luego el incidente al maestro y le pidieron aclaracin. 'l Buda les pidi que se sentaran tranquilamente a su lado, y habl as( ))*on&es, esos disidentes son ciegos que no "en, que desconocen tanto la "erdad como la no "erdad, tanto lo real como lo no real. +gnorantes, polemi,an y se en,ar,an como me hab$is relatado. Ahora os contar$ un suceso de los tiempos antiguos. -aba un mahara&# que mand reunir a todos los ciegos que haba en Sabathi y pidi que los pusieran ante un elefante y que contasen, al ir tocando al elefante, qu$ les pareca. .nos di&eron, tras tocar la cabe,a( /.n elefante se parece a un cacharro0; los que tocaron la ore&a, aseguraron( /Se parece a un cesto de a"entar0; los que tocaron el colmillo( /'s como una re&a de arado0; los que palparon el cuerpo( /'s un granero0. ! as, cada uno con"encido de lo que declaraba, comen,aron a querellarse entre ellos. 'l Buda hi,o una pausa y rompi el silencio para concluir( ))*on&es, as son esos ascetas disidentes( ciegos, desconocedores de la "erdad, que, sin embargo, sostienen sus creencias. 1'l *aestro dice( 2a "isin parcial entra3a m#s desconocimiento que conocimiento.