Sei sulla pagina 1di 1

Caminando por los recovecos cuadrados-pitagricos, encontr una rosa. Su candor me recordaba los fulgurosos misterios del amor.

Cuando intent tomar aquella rosa, me hinqu con una espina. Qu hombre te hizo sufrir tanto para que te convirtieras en una rosa con tantas espinas?, le pregunt y me pregunt. Un chispazo de conciencia me contest, t. Cuando sal del delirio me vi apualeado cinco, diez, quince veces, por una mujer que no era mi mujer y era mi mujer. Con tanta paradoja, me cans de pensar y le dije, mi amor, me voy a descansar, y acto seguido nos dimos un ltimo beso y le dispar. 15 de julio de 2010. Todava sigue con su historia?, pregunt el estudiante de psicologa. S. Sigo sin entender su historia. Tiene tantas paradojas, contest el psiclogo. Para m no, dijo la rosa. Con pavor y admiracin el psiclogo entendi, por fin, tantas cosas, que por un momento fugaz recobr su sanidad y, segundos despus, volvi a su psicosis, in saecula saeculorum.

Potrebbero piacerti anche