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ARQUITECTURA Y ESCULTURA EN EL SIGLO XIX

ARQUITECTURA

1 CONTEXTO HISTÓRICO

El siglo XIX supone para Europa la ruptura definitiva con el Antiguo Régimen, y la
instauración de la sociedad liberal-burguesa y de la economía industrial y capitalista.
Es una época de grandes transformaciones en todos los niveles de la sociedad. Se trata de una era
de progreso industrial, que eleva poderosamente el nivel económico, aunque se crea los
desequilibrios que generarán graves convulsiones políticas. Francia, epicentro de todas esas
transformaciones político-sociales, se convertirá también en capital de las vanguardias artísticas.
El bienestar material se traduce en una mejora sensible de la arquitectura y del urbanismo. La
mayor parte de las ciudades del mundo se renuevan, buscando mejores condiciones higiénicas, más
amplitud en las calles, pero sobre todo una arquitectura que exprese el signo de los tiempos. De ahí
los mercados de hierro, las bibliotecas, museos, teatros y edificios para la ópera.
Pero, en el fondo, existía una radical dicotomía entre lo que representa el poder (la clase gobernante
y la burguesía), y el sector más humilde de la clase trabajadora. En efecto, amparada en las
Academias, la clase poderosa eleva magnos edificios, estatuas conmemorativas, ostentosos cuadros
de historia, de suerte que hay un empleo del arte para exaltar la obra que realizan. Por el contrario,
el sector proletario, especialmente el urbano que habita en los barrios infectos, apenas tiene acceso
al arte. Por tal razón, ciertos artistas empiezan a preocuparse de esta clase mal atendida. Surge de
esta manera un arte minoritario, pero de fuerte garra, que toma conciencia del problema y hace
hablar a sus personajes con aire de protesta. Esto no significa en absoluto que su entidad artística
sea de menor categoría, pero ciertamente ha de abandonar los caminos trillados del arte oficial. Sin
embargo, estos artistas “alternativos” aparecerán sobre todo entre los pintores y escultores,
quedando la arquitectura más claramente al servicio de las clases económica y políticamente
poderosas.

2 EVOLUCIÓN DE LA ARQUITECTURA EN EL SIGLO XIX

La arquitectura del siglo XIX supone cambios radicales en las formas, las estructuras, los
materiales, las tipologías, e incluso en la relación del edificio con el hombre y el medio.
La arquitectura europea hasta mediados del siglo XVIII presenta un carácter unitario, aunque adopte
formas peculiares en cada país, pero siempre con características comunes. Sin embargo, la fatiga de
las formas barrocas provocará una reacción que no va a ser unívoca: en los primeros años del siglo
podemos encontrar puentes de hierro, abadías neogóticas y arcos de triunfo clásicos. Esta diversidad
refleja el eclecticismo que caracterizará y definirá al siglo XIX. Durante la mayor parte de este
siglo, la burguesía busca una arquitectura que refleje su poder. Lo conseguirá mediante dos
opciones:
a) las corrientes historicistas
b) la experimentación y el uso de nuevos materiales: hierro, vidrio y hormigón

Partiendo de estos antecedentes, en los últimos años del XIX y principios del XX aparecerá una
corriente artística con personalidad propia, el Modernismo, que supone la transición entre el
eclecticismo del XIX y la investigación y revolución del XX.

3 ARQUITECTURA HISTORICISTA

Corriente arquitectónica que se desarrolla durante el siglo XIX y que pretende la imitación de
las formas arquitectónicas de tiempos o espacios lejanos. Como precedente tenemos el estilo

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Neoclásico, que comienza en el XVIII pero que se prolongará durante el XIX. Ya en este último
siglo, surge el movimiento romántico, que impulsado por las facilidades para viajar ante los nuevos
sistemas de transportes, defenderá la vuelta al pasado y el estudio de las culturas lejanas y
desconocidas. En lo concerniente a la arquitectura, esto provocará:
• por una parte, el gusto por las formas exóticas: arábigas, hindúes (como el PABELLÓN REAL
DE BRIGHTON en Inglaterra, obra de John Nash),etc .
• y por otra, defenderá la imitación de estilos artísticos ya pasados. En Inglaterra partirá del
redescubrimiento de las formas medievales, sobre todo góticas, dando lugar a la arquitectura
neogótica (de la que tenemos como ejemplo el PARLAMENTO DE LONDRES, obra de Carlos
Barry), neorrománica, o neobarrocas. Paralelamente, al coincidir con un momento de auge de los
nacionalismos, se pondrán en alza en cada país estilos arquitectónicos que formen parte de su
historia: el neomudéjar en España, el neorenacimiento en Italia.

Con el tiempo incluso se mezclarán llegando a crear una arquitectura ecléctica que producirá
verdaderos pastiches. También característico de finales de siglo es que la tipología de los edificios
aparece cada vez más subordinada a la función: las iglesias serán neorrománicas o neogóticas,
los bancos y bolsas serán neoclásicos, los teatros neobarrocos o las plazas de toros neomudéjares.
Es lo más moderno de esta arquitectura, ya que anticipa la futura subordinación forma-
función.

4 LA ARQUITECTURA DEL HIERRO Y CRISTAL

Se desarrolla simultáneamente a la anterior, y supone una arquitectura totalmente nueva que


provocará una ruptura radical con las técnicas constructivas anteriores. Incluso en muchos de
los edificios coexisten estas dos características de la arquitectura del XIX: formas historicistas
encierran estructuras audaces elaboradas con materiales nuevos. Las novedades están vinculadas
al progreso técnico derivado de la Revolución Industrial:
• NUEVOS MATERIALES: hierro, hormigón y cristal.
• NUEVAS TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS: remachado, soldado, moldeado (ensamblaje de
elementos a pie de obra).

Estas responden a las necesidades de una sociedad nueva, la sociedad urbana e industrial, con
problemas pendientes de resolver: viviendas, saneamiento, comunicación y abastecimiento. La
población aumenta de forma notable en el siglo XIX y con ella las vías férreas, los puentes
colgantes, las fábricas, los mercados, etc. Para satisfacer esta demanda es necesario construir
edificios más altos y amplios, y de forma más barata y rápida. La solución para lograrlo es el
empleo de nuevos materiales: el hierro y el cristal, lo que influye no sólo en la técnica
constructiva, sino también en las nuevas formas arquitectónicas.
Ya a finales del siglo XVIII surgen las primeras obras construidas en hierro colado o fundido. Pero
es en el siglo XIX cuando estos materiales triunfan. El empleo del hierro permite levantar
edificios más altos y amplios, con estructuras diáfanas y grandes vanos, ya que el muro ha
perdido su función sustentante. El cristal, que se fabrica industrialmente, permite a su vez la
luminosidad del edificio, gracias a poder cubrir grandes espacios y eliminar los muros en las
nuevas construcciones, resolviéndose así el problema de la adecuada iluminación de los interiores.
El uso de estos materiales se consagra en los edificios de las grandes exposiciones universales,
como el CRYSTAL PALACE de Paxton para la Exposición de Londres de 1851 o la TORRE
EIFFEL, en la de París de 1889. Las Exposiciones Universales serán elementos de difusión de la
nueva arquitectura, ya que son creadas para exaltar los adelantos de la industria, el comercio y las
artes.
En España, el PALACIO DE CRISTAL del Retiro madrileño, de Ricardo Velázquez Bosco, de
1887, así como numerosos puentes y estaciones de ferrocarril, como la de ATOCHA, de 1894.
El resultado es que la arquitectura se preocupa más por la estructura que por los problemas

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estéticos, con la desvalorización del muro externo del edificio en favor del armazón interno
sustentante.

5 LA ESCUELA DE CHICAGO: LOS RASCACIELOS

Surgirá en EE.UU. en el último tercio del siglo XIX, situándose en la vanguardia internacional por
la aplicación de sus nuevas teorías, basadas en el FUNCIONALISMO: la forma del edificio debe
depender de la función. Adoptará revolucionarias decisiones que en Europa no aparecerán hasta el
XX. La “causa” de esta escuela hay que encontrarla en el terrible incendio que sufrió Chicago en
1871, una ciudad construida mayoritariamente en madera. Provocó la reconstrucción de la
ciudad, con la consiguiente actividad constructiva verdaderamente febril. Esto atraería a una
enorme cantidad de arquitectos, entre ellos algunas de las principales figuras. De ahí que se hable
de una auténtica escuela arquitectónica, que se desarrollará en el último tercio del XIX.
Pondrá en práctica numerosas novedades: empleo de nuevos materiales (hierro, hormigón,
cristal), estructuras basadas en pilares, nuevos sistemas de cimentación. Con ello, el muro se
podrá “llenar” de ventanas al perder su función sustentante.
Este nuevo concepto de la arquitectura tiene su concreción en un nuevo tipo de edificio, el
RASCACIELOS, que se convierte en el edificio más característico de Norteamérica. Surgirá
debido a la conjunción de diversos factores: necesidad de aprovechar al máximo los solares
(especulación del suelo) ante la gran demanda de viviendas, oficinas, etc.; invento del ascensor; y
empleo de armaduras metálicas que permiten la superposición de pisos.
El principal representante fue Louis Sullivan, maestro de Frank Lloyd Wright, a quien se debe el
famoso AUDITORIUM de Chicago y los ALMACENES CARSON.

6 EL MODERNISMO

Fue un movimiento artístico, fundamentalmente europeo, que se desarrolla entre 1890 y 1910. Su
finalidad era “desvulgarizar” el progreso industrial, interpretándolo de una manera novedosa y
esteticista, enfatizando la espontaneidad. Recibirá distintos nombres: “Art Nouveau” (nombre
universal por el que es reconocido) en Francia, “Jugendstil” en Alemania, “Modern Style” en Gran
Bretaña, etc. Se puede considerar como un período de transición entre el XIX y XX.
Las causas de su origen hay que buscarlas, por una parte, en la existencia de una burguesía
enriquecida y refinada que siente la necesidad de un arte enraizado en el pasado, pero más
elegante y de mayor calidad que los historicistas o el del hierro y el cristal. A ello se une la
revitalización de cierto espíritu romántico que defiende la fantasía libre y creadora, la
subjetividad y la melancolía, y recupera la idea del goce y del placer que proporcionan las artes.
Su antecedente está en el movimiento inglés “Arts and Crafts” (Artes y Oficios), con William
Morris a la cabeza, que propugnaba una revalorización de lo artesanal a través del arte y del diseño
frente a la fealdad y vulgaridad de los productos industriales. Como características tenemos:
• Es una tendencia totalizadora, que pretende la unificación de las artes integrándolas en torno a
la arquitectura.
• El lenguaje modernista pretende imitar los procesos y formas de la naturaleza, con un claro
predominio de líneas curvas y arabescos, y una abundante decoración “orgánica” (inspirada en
formas vivas, vegetales sobre todo: tallos, palmas, algas, animales, etc). El edificio se convierte así
en un “ser vivo”.
• El aspecto más revolucionario es la sinceridad en el empleo de los materiales, ya que los elementos
estructurales no quedarán ocultos, sino que forman parte de un sistema decorativo que
pretende ser unificador.
• Sentido integrador en plantas y planos: asimétricos, sinuosos y sorpresivos, formando parte del
ser vivo que es el edificio.
El Modernismo se divide en dos grandes tendencias:
a) MODERNISMO ONDULANTE. Predomina en Bélgica, Francia y España, y se caracteriza por el

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empleo de ritmos arquitectónicos basados en la curva y sus variantes. Como ejemplo tenemos
LA CASA TASSEL en Bruselas, de Víctor Horta.
b) MODERNISMO GEOMÉTRICO, propio de Gran Bretaña y Austria. Predilección por la línea
recta, los planos perpendiculares y los ornamentos de carácter geométrico. En Austria destaca Otto
Wagner, con LA CASA DE LAS MAYÓLICAS.
Pero, sin duda, el más importante arquitecto de este movimiento es el catalán ANTONIO GAUDÍ
(1852-1926). El Modernismo, como arte burgués, tuvo un extraordinario desarrollo en Cataluña,
configurando uno de los aspectos más bellos de la arquitectura catalana de nuestro tiempo. En sus
edificios no solamente es admirable la aplicación decorativa de elementos de las artes aplicadas,
sino su concordancia con las vidrieras, mobiliario y labores en hierro, de acuerdo con la
importancia que se concede en Cataluña al buen oficio del artesano, sin que ello suponga detrimento
alguno en la genialidad de la traza de algunas soluciones arquitectónicas.
Antonio Gaudí es autor de un estilo personal y fantástico, sin parangón en el panorama modernista.
Sus primeras obras están dentro de la tradición ecléctica, aunque da una mayor importancia a los
problemas estructurales que al detalle. Hay un gran gusto por lo sorpresivo y lo paradójico.
El “Medievalismo”, es decir, el culto que había en Cataluña por la arquitectura medieval, sobre todo
por la gótica, determina su período goticista, si bien la propensión hacia este estilo se mantuvo ya a
lo largo de toda la vida del arquitecto. Pertenecen a este período el PALACIO EPISCOPAL de
Astorga y la CASA DE LOS BOTINES de León.

PALACIO EPISCOPAL DE ASTORGA (León). El estilo neogótico adquirió una peculiar


interpretación en las obras de Antonio Gaudí, autor de este palacio comenzado en 1889 y terminado
en 1913 por Ricardo Guereta. Son característicos los torreones y los ventanales con vidrieras que
iluminan el llamado salón del trono. Son asimismo interesantes por su genial decoración de
evidente inspiración gótica, el comedor, el despacho oficial y la capilla.

A partir de 1900 entra de lleno en la estética curvilínea del Art Nouveau. Imprime formas
blandas, figuras híbridas y extravagantes, con una progresiva unión entre arquitectura y
naturaleza, con formas simbólicas de aspecto cartilaginoso y táctil.

PARQUE GÜELL de Barcelona: Significa ya la madurez de Gaudí, su afición plena al modernismo.


Trata la arquitectura como un objeto pictórico y crea el mosaico con desperdicios de azulejería,
anticipándose a los “collages” de los cubistas. Se adapta a la línea ondulada de la naturaleza
(que es, asimismo, la del estilo). Emplea pilares inclinados que cumplen diversas funciones: una
decorativa, porque semejan, con su superficie áspera, una hilera de árboles, y también técnica,
porque hacen de contrafuerte al empuje del terreno y de drenaje para eliminar las aguas. Gaudí fue,
además de un gran artista, un soberbio técnico.

CASA BATLLÓ en Barcelona, obra de 1904-1906. Edificio modernista característico de las


originales concepciones del arquitecto catalán que rompe con la tradición de la arquitectura clásica.
El conjunto adquiere un carácter decorativo en el que las formas arquitectónicas se diluyen, se
vuelven sinuosas y flexibles, avanzan y retroceden en el espacio, perdiéndose la noción de
verticalidad y horizontalidad. Utiliza un repertorio inusitado para organizar los huecos. Se
perfilan en curvo, inspirándose en las oquedades de los huesos pelvianos; tibias y fémures le han
inspirado a su vez los maineles. A estos efectos contribuyen los materiales empleados: piedra pulida
de Montjuic y piedrecillas de mosaico que salpican la fachada y cuyo número aumenta de abajo a
arriba.

CASA MILÁ de Barcelona, construida entre los años 1906 y 1910 y conocida popularmente por La
Pedrera. Es un claro ejemplo del modernismo y de las originales concepciones de Gaudí, tanto en su
traza como en la aplicación de las artes industriales. Supone la incorporación de la montaña a la
arquitectura: una línea ondulada, como el remate de una cordillera, dibuja la cresta del tejado. La

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superficie de la fachada se anima con convexidades y concavidades, que parecen labios humanos.
Los pretiles de las ventanas se hacen con hierros retorcidos, como lianas de un bosque. Destacan las
líneas sinuosas de las molduras, que armonizan con el movimiento ondulatorio de fachada y
cubierta, como si se tratase de un ser vivo, así como la original traza de las chimeneas. En el
interior el visitante va de sorpresa en sorpresa, pues todas las habitaciones son diferentes, a veces
hasta en nivel.
LA SAGRADA FAMILIA, de Barcelona (obra inconclusa). Ejemplo muy característico de la
arquitectura modernista, muy influido por la estilística gótica, aunque por su verticalidad es
tremendamente revolucionaria. Culmina en este edificio el catolicismo radical de Gaudí, que fue
un verdadero misionero de la arquitectura. El edificio parece una gruta elaborada de lava
solidificada. En su construcción, no finalizada, se utilizan materiales y procedimientos propios de
la arquitectura contemporánea, como cemento, hormigón armado, hierro, vidrio y cerámica
policromada. Sus formas responden, dentro de la originalidad renovadora y personal, a la
concepción de un estilo que se mantuvo dentro de una tradición constructiva y que influyó
poderosamente en la configuración del modernismo catalán. Se conservan los dibujos y estudios
preparatorios para su terminación.

Además de Gaudí, es representativo del Modernismo Doménech i Montaner, a quien se debe uno
de los edificios más bellos del arte catalán: el PALAU DE LA MÚSICA CATALANA. Asimismo,
ha de recordarse la obra de Puig i Cadafalch, gran erudito que reproduce algunos caracteres de la
arquitectura medieval.

ESCULTURA DEL SIGLO XIX

Características generales de la escultura:

1. Los escultores se esforzaron en obtener efectos de luces y sombras a través del tratamiento de las
superficies tanto de piedra como de metal o arcilla, intentando conseguir un ilusionismo similar al
pictórico.
2. Renovación de la escultura en cuento a forma y contenido.
3. A finales de siglo la escultura consigue el deslinde definitivo de la pintura y se manifiesta con un
lenguaje nuevo y autónomo.
4. La escultura está mediatizada por su querencia a los modelos del pasado y por su vinculación a
intereses políticos y propagandísticos.
5. Su realización se veía limitada a la exaltación de personajes ilustres, de héroes militares, de
relevantes políticos y de significados literarios o artistas, lo que propiciaba la proliferación de
monumentos conmemorativos y de homenaje.
6. Los monumentos cumplían tanto una función didáctica como un fin decorativo, su ubicación
respondía a embellecer las ciudades.
7. La escultura florecería con concesiones a la fantasía y a la evocación sentimental en los
monumentos funerarios, la importancia de estos se ve multiplicada por la creación de grandes
cementerios en el extrarradio de las ciudades, fruto a su vez del desarrollo de la moda del culto a los
muertos.

Introducción histórica.

A lo largo del siglo XIX, los fenómenos innovadores en la escultura se presentan unidos a los
movimientos pictóricos, poco a poco alcanza un elevado grado de autonomía. Tiene una
dependencia muy fuerte de los encargos oficiales, y esta dependencia determinaba una cierta
tendencia descendiente conduce a un academicismo reiterado (insistente, pertinaz).
En Francia la importancia de la escultura es cuantitativamente menor que la de la pintura. Se dará
mucha importancia a las caricaturas de yeso o terracota, a los adornos para chimeneas, a los centros

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de mesa, medallones y relieves diversos, que siguiendo el gusto de la burguesía se harán
generalmente pequeños. La preocupación por la economía y por la apariencia lleva a sustituir el
mármol o el bronce por el hierro fundido o el cinc dorado. Muchas figuras recibirán una
"metalización" artificial que contribuye a su falsa apariencia de riqueza o
venerable solidez.

François Rude:

Nació en 1784 y murió en París en 1855. Sus obras más importantes son: "El despertar de
Napoleón", "Aristeo deplorando la pérdida de sus abejas" y la obra que trataremos:

"La Marsellesa" o "La marcha de los voluntarios".

Descripción de la obra:
Rude compuso esta obra para el Arco del Triunfo de l`Etoile, situado en la Plaza de la
Estrella, en París. Este arco fue adornado con diferentes relieves: a la derecha "La Marsellesa". El
escultor francés confeccionó el grupo escultórico de manera independiente: en la parte superior
Belona (diosa romana de la guerra) incita a los voluntarios a seguirla, se la representa cubierta con
un casco, una coraza, y una espada. Detrás de Belona sobresalen dos alas que denotan
su carácter veloz; en la parte inferior hay un grupo de soldados que podríamos dividir en dos grupos
diferentes: El primero: formado por voluntarios que observan con atención como la figura del
capitán de la tropa anima a un joven soldado. El segundo: está representado por estas dos figuras
centrales: el joven y el capitán. Encontramos una última figura situada a la izquierda del conjunto
que mientras sostiene una lanza en su mano, alza el rostro, para mirar a la diosa. Por otro lado
topamos con el espíritu vibrante de la canción "La Marsellaise" que se ha encarnado en la piedra.
Rude dota a la obra de una armónica combinación entre agitación y dinamismo, dados por Belona
alada que empuja la mirada hacia la izquierda, y la contención, que se muestra en las figuras
verticales de los guerreros. Fue la obra culminante de la plástica del siglo XVIII.

TÉCNICA:
Reaccionó contra las estatuas rígidas, frías y moderadas. Rude antepuso una escultura de
expresión que chocaba con la de sus contemporáneos. En sus últimas obras evolucionó claramente
hacia el realismo, sin abandonar la gesticulación y el movimineto brusco en sus personajes.

AUGUSTE RODIN

Escultor francés contemporáneo a la corriente Impresionista, es él el encargado de dar un


nuevo rumbo a la ya obsoleta concepción del monumento y la escultura pública. Ha sido
denominado en la historia del arte: "el primer moderno".François-Auguste-René Rodin educado
en la Escuela de Artes Decorativas de París, dedicó gran parte de su juventud a acumular
conocimientos sobre anatomía. Su escultura de dividió en dos líneas distintas: la primera
"alimentaria" era la escultura decorativa de la cual vivía y la segunda, más popular es conocida
como su obra pura y trascendente en la historia del arte occidental, a esta última línea de trabajo
pertenecen Los Burgueses de Calais y el célebre Monumento a Balzac. Para Rodin el artista no
debía ser un esclavo del modelo, al contrario: era el artista el que escogía, con su propio ojo y
sensibilidad, el objeto a representar y por medio de su imaginación era capaz de modificarlo para
crear así una imagen totalmente nueva a los ojos del mundo. Podría decirse que las figuras que
construye carecen de una lógica en cuanto a las proporciones, pues estas son dadas por las
exigencias del sentimiento que se ha querido plasmar y no por reglas biológicas.
Su obra más importante, Las Puertas del Infierno tienen como tema el Infierno de Dante
Alighieri, y en ellas Rodin plasma algunos pasajes de este libro usando como narración los cuerpos
de los personajes involucrados. La figura central, El Pensador, es un retrato del poeta Dante, el

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cual se ve afectado por lo que está viviendo e influenciado por las fuerzas divinas que anuncian la
desgracia sobre su cabeza.

TÉCNICA:
El proceso por el cual están hechas sus esculturas es el vaciado, en su época Rodin elaboraba estas
piezas en yeso. Su mensaje era claro: la imagen es superior al material con el que está
construido.
Obras más destacadas:
-El hombre de la nariz rota: una de sus primeras obras, se creía que estaba inacabada la parte de la
nariz.
-El hombre que camina: Destacar el movimiento que tiene a pesar de la falta de la cabeza y los
brazos.
-Las Puertas del Infierno: se trata de un encargo que se hizo para decorar un museo que no llegó a
ocupar su correspondiente lugar. Las Puertas del Infierno son una reflexión sobre la condición
humana.
El Pensador: símbolo de la escultura de Rodín.
-Los Burgueses de Calais: se trata de un encargo que representa una hazaña heroica de un conjunto
de personas de la ciudad de Calais, que se opone a la ocupación de ésta.

EL INFLUJO RODINIANO.

Con esta expresión estamos hablando de autores que se mueven en la órbita del artista francés
Rodín, estos serán discípulos suyos, se dejan influir por muchas características y van a seguir su
estética.-Camille Claudel: comenzó trabajando como alumna suya, algunas de las obras que hace
ella acaban siendo firmadas por Rodín. -A.Bourdelle: tiene dos tipos de obras: una más hacia la
línea de influencia de Rodín, y otra más clásica.

LEGADO

La contemporaneidad de Rodín no sólo radica en el gran cuestionamiento acerca de la validez de la


formación académica en las bellas artes, sino además en aspectos puramente plásticos, como son el
uso de la serie, el collage, la importancia del soporte y el uso de la anatomía como una herramienta
para la manifestación de la espiritualidad humana.

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