Sei sulla pagina 1di 129
ALBERTO B: BIANCHI Doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires. Premio ‘Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales. Profesor de Derecho Constitucional Profundizado en la Universidad Catdlica Argentina, protesor de Derecho Procesal Constitucional en la Escuela de Abogados dei Estedo HISTORIA CONSTITUCIONAL DE LOS ESTADOS UNIDOS : ! i Tomo It t ‘ La revolucién de los derechos i (1920 - 1970) : BIBLIOTECA Edgar Carpio Marcos EDICIONES CATHEDRA JURIDICA Lavaile 1292 Cl048AAF-Ciudad de Buenos Aires Repiblica Argentina Tel: (Sd-11) 4382-4780/02 Fax: (4-11) 4382-4780 E-mail: cathedrajuridica@speedy.com.ar www.cathedrajuridica.com.ar Alberto B. Historia constitucional de los Estados Unidos - 1° ed Biancl Buenos Aires: Cathedra Juridica, 2008. vot. 2, | 390 ps.; 23 x 16 em I ISBN 978-987-1419-12-8 ISBN 978-987-1419-14-2 (obra completa) |, Historia Constitucional de los Estados Unidos. |. DD 342.02 itulo Fecha de catalogacion: 30/6/08 Edicién al cuidado de Maga ALCORTA Hecho el depesito que dispone fa ley 11.723 Fett eehibiday penad por aly a reproduce otal o parcial de este bro por ninguna forma o provedimiento, Reservados todas fos derechos. Capitulo VII La era de la intervencién estatal y de los nuevos derechos 1. La erisis y sus soluciones El conservadorismo que Taft, desde la Corte, y Coolidge, desde la Presidencia, habian logrado mantener, fue severa~ mente golpeado cuando sobrevino la crisis en 1929. A partir de alli, los Estados Unidos iniciaron una era de cambios que modificarian profundamente las estructuras de la Adminis- tracién Publica y del derecho piiblico en general. Lt. Herbert Hoover y la quiebra de ta Bolsa En marzo de 1929, Herbert Hoover! sucedid a Calvin Coolidge en la Presidencia. El optimismo expresado por éste \ Herbert Ciark Hoover (1874-1964), fue presidente de los Estados Unidos en el periodo 1929-1933. Habla nacide en el seno de una familia de agricultores cudqueros y asistié a tn Universidad de Stanford, donde estudié geologia y mineralogic, Luego ditigié y reorganiz6 propiedades mineras en el este de Austealia, China y otros lugares, lo que le supusy la adquisicion de tuna gran fortuna, Ai estalla le Primera Guetea Mundial en 1914, Hoover ore ganiz6 el regres de miles de estadounidenses residentes en Europa. Poste- tiormente coordiné Ia aperscién de eprovisionamiento de Héigica, mediante la Fundacion de la Commission for ihe Relief of Belgium (Comision de Socorro 64 Historia Constitucional de los Estados Unidos Bianca liltimo en su postrer mensaje al Congreso? no permitia ima- ginar —al menos en un andlisis superficial— lo que oourri- de Belgica), en Ia que Hoover organizé su propia Nota de 200 barcos y tians+ ports § millones de tonelads de alimentos. Luego de la intervencion de Esta dos Unidos en el conflicto en 1917, Hoover fue director general de la Food ‘Administration (Agencia de Alimentos), Su reputacton come ingenicro y pee sona hurnanitaria lo lanza {a escena politica. Propuesto como posible cancdi- alo presidencial a comienans de la década de 1926, fue sevretario de Comer- cio (1921-1928) bajo los presidentes Warren Harding y Calvin Cootidge. No cereia ni en la teadivional potitica de no interfecencis estatal en la economia, ni en la planifivacion y dieeccién de la economia por parte del Estado, sino que propugnaba une doctrina de cooperacién econémiea entre la empresa privada y el apoyo estatal, 1o que intent6 poner en practica duraate las iaundaciones el Miss.ssippi en 1927. Sin embargo, fomentd la eapansida de las eegulacio- nes gubernamentales en dos nuevos sectores tecnolégicos: fa radiodifusion y la aviaciin comercial. Nominado a la Presidencia por et Partido Republicano cen 1928, Hoover derrotd al gobernador de New York, Alfred Smith, candidate del Partido Demécrata, Luego de tomar posesién del cargo en marzo de 1929, Hoover tivo pronte que afrontar fa crisis econémica iniciada con el “Cras” econdmico de 1929. Inentando sostener los niveles de consume de In pobla- fda, inst6 a tos empresarios a no recortar les salarios, pedvlica habiteal en tiempos de eecesion econimica, Esta politica sole tuve un éxito temporal: fie nalmente disminuy6 Ia produccién, aument6 el desempleo y 10s salarias fue ton recortados, Hoover aprobé el gasto de grandes partidas presupuestarias en obras piiblicas y, teas ciertas presiones, también permitié que el gobierno con- cediera eréditos a Jes empresas a través de una Corporacidn Financiera para Ia Reconstiuecidn, Sin embargo, como la economia coatinuabs estancade, Se ago taron fos Fandos de ayula local y privada, Asi pues, en contra de sus propios prineipios voluntaristas, Hoover tuvo que recutrir a los fuades federates para mejorar la situacién, Sus oponentes dembcratas lo eriticaron por reaccionario ¥y por no ayudar a los mas necesitados. Hoover crefa que las causas de la Gran Depresién eran internacionales, y que el remedio debia buscarse, por tanto, en el exterior. Asi pues, en 1931 garantizé una moratoria sobre las deudas de guerra interaliadas, Esteba planificondo uaa conferencia monetaria internaciow nal en Londres cuando se produjo su derrota electoral. Nominado para ser re- elegido en las elecciones de 1932, Hoover fue derrotado por Franklin D. Roosevelt, Murié el 20 de octubre de 1964 en te ciudad de New York, Véase Burner, David, Herbert Hoover: A Public Life, Alfred opt, Nueva York, 1979. 2 sNinguno de los Congresos de los Estados Unidos hasta ahora reuni- dos para exeminar el estado de fa Unioa —decia et mensaje— se ha encontrae ido ante una perspectiva tan favorable como la que aparece en los actuales momentos. En el terreno doméstico hay tranquilidad y satisfaccién ... y el mis cap. Vi ria menos dew lativa a la que los afios anteri- que irrumpier jueves 24 de o teriores®. A pe la ola podria se del “Jueves Ne rior signada px administraciér ala crisis— q sempleo y la q alte réeord de ano weridad nacidn de sidente luego dijo presente con satist K.. The Great Cra 2 Segiin ex cel martes 29. Lo ¢ Bolsa de New Yor + El propio suuperada en 60 dia Geeconio, William Nueva York, 2003 3 dice Galt ure —eon eam Nacional (peat parte inferior al de aleanz6 tos niveles 1941 el valor de 1 1930 y 1940 séto nes el mimero de rrillones de trabaje Ie fuerza de tsabaj via sie empleo” (« © En fa prim se triplicd en 1933 desemplee del 25¢ Banc permitia ima- lo que ocurti- 100 bercos y trans- ervenci6n de Esia- yeneral de la Food vo ingeniera y pete mo posible candi- varie de Comer sivin Coolidge. No ‘en la economia, ni 4 Estado, sino que J empresa privads ¢ las inundaciones fn de las regulacio- la radiodifusion y aniido Republican 6 Smith, candidato en marzo de 1929, ade con el "Crac sumo de la poblae Hietiea habitual en éxito temporal: fix ¥ los salarios fue presupuestarias en re el gobierno cone Financiera pare ta ‘estancada, se ago- tea de sus propios los federales para on por reaccionario scausas de la Gran ‘arse, por tanto, en vore las deudas de snetaria internacio~ tiaado para ser ee por Franklin D. 2 New York, Véase Nueva York, 1979. hasta ahora reuni- ose ha enconisa re en los actuales favcion .. y el mis Cap. Vit La era de la intervencién estatal... 65 rig menos de un aiio después. Sin embargo, la orgia especu- lativa a la que se habian entregado ios norteamericanos en los afios anteriores tuvo en las finanzas efectos devastadores, que irrumpieron en la Bolsa de la Ciudad de New York el jueves 24 de octubre de aquel aiio y siguieron los dias pos- teriores®, A pesar de que muchos creyeron inicialmente que la ola podria ser detenida’, lo cierto es que los nefastos efectos del “Jueves Negro” se prolongaron durante la década poste- rior signada por la Gran Depresion®. A partir de alli, toda la administracién de Hoover —quien no atiné a poner remedio a la crisis— quedo ensombrecida por los fantasmas del de- sempleo y la quiebra masiva de bancos y empresas®. El pro- alto récord de aos de prosperidad, En el campo exterior hay paz, y esa sine ceridad nacida de la comprensién mutua”, Refiere el autor citado que el Pre~ sidente hiego dijo a los legisladores que ellos y el pais podian considerar ef presente con satisfaccidin y anticipar el futuro coa optimismo. GaLasarma, John K., The Great Crash 1929, Houghton & Mifflin, Boston. 1997. § 2, p. 30. 3° Seguin explicn Galbraith (ob. cit.. p. 133), ef peor dia de la crisis fue el martes 20, La ealifica como Ia jornaia mas devastadora de la historia de la Bolsa de New York + EL propio Hoover alenté esta creencis diciendo que ta crisis seria superada en 60 dias. New Fork Times del dia 8 de marzo de 1930, citado en DE Gneconto, William A., The Complete Book of Presidents, 6 ed., Gramercy Books, Nueva York, 2005, p. 477. 2 Dice Galbraith: “Luego det Gran Crac vino la Gran Depresion, que duré —con cambiaste severidad—— diez anos. En 1953 et Producto Bruto Nacional (producciéa total de 1a economia) fue aproximadamente una tereera parte inferior al de 1929, Recién ea 1937 el volumes fisico de la produccién tlcanzt los niveles de 1929: peco inmediatamente volvieron a retroceder. Hasta 1941 el valor de la produccida en dolares fue menor que el de 1929. Entee 1930 y 1940 sole en una acasion —1937— baj0 durante el afo de cto millo~ ines ef niimero de desocupados. En 1933 habia en Estados Unidos east trece millones de trabajadores sin empleo, es decic, uno por cada cuatro de! total de la fuerza de trabajo del pats. En 1938 una persuna de cada cinco segula toda- via sin empleo” (ob. cit, p. 186) © Ea fa primavera de 1930 habia 4 millones de desempleados, cifra que se triplicd en 1933. el peor ato de la Depresidn, donde se registré una tasa de desernpleo si 25%. 66 Historia Constitucional de los Estedos Unidos Brant pio Presidente vio asi demolido su prestigio ganado como buen administrador durante la época de La guerra, y se con- virtio él mismo en el simbolo del desastre’, encerrado en su crédito econdmico-liberal que le impedia adoptar las medi- das que recién fueron encaradas por su sucesor’. Ademés de la caida de la Bolsa y de la Gran Depresion posterior, que ensombrecieron toda la Presidencia de Hoover, en el campo constitucional hay dos hechos que merecen ser mencionados. E] primero de ellos es la sancién de la En- mienda XX°, por medio de Ja cual se fijaron nuevas fechas para la expiracién de los mandatos del Presidente, del Vice- presidente y de los senadores y diputados, los dos primeros concluirfan su mandato el 20 de enero, y para los legislado- res se establecié el 3 del mismo mes. También se dispuso que el Congreso debia reunirse, al menos, una vez por aio, y que dicho evento comenzaria el 3 de enero. Se establecie- ron, asimismo, algunas reglas para la sucesién presidencial"®, 7 Los miles de desempteados que se vieron forzadas abandonar sus hhogares pasaron a vivir peceriamente en viviendas de cartin y hojalata a las que ge llamé “Hoovervilles” Hoover, ademas, adoptd algunas medicas completamente antipopulaces para un pais en crisis. En 1932, un coatingente de 13.000 veteranos de la Primeca Guerra y sus familias, egados de todas partes del pus, se habie concentrado cn Anacostia Park (Washington DC) pidiendo que et gubiesno les eambiara por efzctivo un bono que hatin rcibido por sus esfuerz0s bélicas. El bono. tentregado en 1924, tenia vencimivnto ex 1945, Hoover no tuvo mejor idea que reprimirlos violentamente con el ejéfcito, provacande aumerosas victimas Paradgjicamente, lus jefes militares eneargados de la represin, el general MeActhur y los entonses mayores Eisenhower y Patton, seriaa luego héroes de 4a Seguada Guersa Mandiol * Ratificada el 23 de enero de 1933. 12 Eltento de la Enmienda es el siguiente: “Section J. The terms of the President and Vice President shall end at noon or the 20th day of Janwary, and the terms of Senators and Repeesentarives at noo on the 3d day of January, of the years in which such terms would have ended if this article bad not been ratified: and the tems of their successors shall thea begin. Secrion 2. The Congress shall assemble atleast once in every year, and such meeting shatl Cap. Vil El segundo h resuelto por caso “Scotts abajo, pern habian recib en Jos tribur 1.2. Frankt. en la P Hoover, de 1932 con ala Presiden begin at noon 0 different day. 5c the President, th become Preside fived for the be, to qualify. then shall have quali nvithee a Preside who shall then @ be selected, anc President shall for the case of Representatives hhave devolved. from whom the choice shat! bay effect on the | Section 6. This an amendment 1 several States "287 U, 12 Véase © Prantl tades Unidos (1 Biancr ganado como uta, y se con aeerrado en su plar las medi- or’ ran Depresion cia de Hoover, © merecen ser ién de la En- nuevas fechas inte, del Viee- dos primeros los legislado- én se dispuso 1 vez por aio, Se establecie- sresidencial!®, os abandonar sus 4m y hojalata a tes ‘ente antipopelares anos de Ia Primeca habia conceatrado emo les cambiara bélicos. El bono, vo mejor idea que resién, 1 general 1m luego héroes de ‘The terms of the ay of January, and day of January, of icle had not been 1. Sectéan 2. The uch meeting shall cap. vir La era de la intervencién estatal... 67 El segundo hecho destacable es ef caso “Powell v. Alabama”, resuelto por la Corte en 1932'!. Conocido también come el caso “Scottsboro”, esta sentencia, a la que me referiré mas abajo!?, permitié a la Corte revertir una condena infame que habian recibido nueve jovenes negros acusados de violacién en los tribunales de Alabama. 1.2. Franklin D, Roosevelt en la Presidencia. El New Deal Hoover, naturalmente, no pudo ser reelecto. La eleccin de 1932 consagré el ascenso de Franklin Delano Roosevelt a la Presidencia, por el Partido Demécrata!, Al igual que su ‘begin at qooa on the 3d day of January, unless they shall by law appoint a different day. Section 3. If, at the time fixed for the beginning of the term of the President, the President elect shall have died, the Viee President elect shall become President, {f a President shall aot have heen chosen before the lime fixed for the beginning of his term, or ifthe President sleet shall have failed to quolify, then the Vice President elect shall act as President until a President sitll have qualified: and the Congress may by law provide for the case wherein neither a President elect nora Vice President eleet shall have qualified, declaring who shall then act 2s President, or the manner in which one who is ta act shall be selected, and such person shall act accordingly until a Presidest or View President shall have qualified. Section 4. The Coageess may by law provide for the case of she death of any of the persoas from whom the House of Representatives may choose a President whenever the right of choice shall have develved,upon them, and for ile ease of the death oF any of the persons from whom the Senate may chouse a Vice President whenever the right of choice shatt have devolved upon them. Secrian 5, Sections ¥ and 2 shall take effect on the 15th day of October following the ratification of this article. Section 6. This article shall be inoperative unless it shall have been ratified as fan amendment to the Constitution by the legislatures of three-fourths of the several States within seven years from the date of its submission’ 1287 U.S, 45 (1932). © Vease $9.2. Franklin Delano Roosevelt (1882-1945) fue el 32° Presidente de Es- tados Unidos (1933-1943), y el Unica elegide euatea veces consecutivas (véa- 68 Historia Constitucional de los Estades Unidos Bayon primo lejano!*, F. D. Roosevelt era un politico pragmético con una buena carrera por detras!*, que no se habla empafia- do por su enfermedad'*, Enfrenté la crisis sin adherir a nin- guno de los dogmas fundamentelistas, de izquierda 0 de derecha, que como canto de sirena sonaban por entonces, y desde el primer dia de su largo gobierno!” desarrolié un vasto se infra, nola 17), Oriundo de Hyde Park, New York, Roosevelt pertencei a luna aristocritien familia de origen holandés que habia echede raives en New England hacia 1644, Estudié en las Universidades de Harvard y Columbia (1904-1907), y de esta Ultima egresé come abogado. Mucié a causa de una inemorragia cerebral e! 12 de abril de 1945, en Warm Springs, Georgia. Soa muchos fos trabajos bivgraficos sobre F. D. Roosevelt, el mas imparrante es Frueoet, Prank, Franklin D. Roosevelt (4 vols.}, Little & Brown, Baston, 1952-1973, '4 FD, Roosevelt era primo quinto de Theodore Roosevelt '8 Habia sido senador por New York (1911-1913); secretatio adjunte de la Marina (1913-1920) y gobernador de New York (1929-1933), Dueaate si administracion como gobernador, Roosevelt cimenté su reputacién progeesista gracias @ su apoyo a los empobrecidos agricultores del norte. Cuandy comene 26 te Gran Depresign intent0 extender la proteceién del goblerno del Estado a {a poblacién urbana a través de la Temporary Emergency Relief Administration (Administracién de Ayeda para Emergencias Temporales). Cuando la Depre- sidn se agudizé, reunié al denominado "Brain Trost” (un grupo de profesores {de Ja Universidad de Columbia) paca elaborar un programa global que diseta- ra soluciones pars ia crisis econémica iniciada en 1929. Roosevelt luego gand la nominacién del Partido Demécrata a la Presiveneia, lo que te permitié de- srotar facilmente a Hoover en las eléceiones nacionales celebradas en 1932 '© Roosevelt sufrié un atayue de puliomictitis en 192, pese a to eval aceptd presentarse como candidate para gobernador de New York, en el marco de una estrategia electoral demoerata ditigida a aprovechar su prestigio en el norte para que el candidato presidencial, Alfred Smith, ganara el voto de ese Estado. Roosevelt resullé elegito goberaador, a pesar de lo cual Smith fue errotado en las elecciones presidenciales por Herbert Hoover. 1 ‘Su gobierno se extend a lo largo de doce afos, desde el de marzo de 1933 hasta el el 12 de abril de 1945. F.D. R. es el Unico presidente de los Estados Unidos que ocupé cuatro veces Ia Presidencia: 1933-1937; 1937-1941 1941-1945 y 1945. Este altimo mandate qued6 teunce a poco de iniviado por su fallecimiento, ocucride el 12 de abril de ese alo. Hasta ese momento 1a Constituvidn no proibia una reeleccién indefinida, pero una costumbre cum- plida invatiablemente desde George Washington, invitaba a fos presidentes @ retirarse luego det segundo mandato, F, D, R, fue el ainigo Presidente que Cap. Vil programa des cién estatal en a emprender cidn de F. D. atacar. Entre | de leyes que + influyeron en rada la crisis! Dada la a referir aellas« 121. La refo La pieza ¢ cuperacién d Recovery Act integré el pac récord durant de Roosevelt. emergencia te recuperacion y 6) el comb: Sayudado por oi La Enmienda XXL icin 1 Son nume tender agotar la a the Welfare State, Fronklin D. Roos York, 1963; MeB: New York Times Roosevelt. The Ce 1948 Stat Bianca 20 pragmatico abia empaiia- adherir a nin- iquierda 0 de or entonces, y srollé un vasto evelt pertenecia a ido raives en New rvard y Columbia i a causa de una gs, Georgia. Son ns importante es Brown, Boston, sevelt cetacio adjunte de 1933), Durance su vtaci6n progresista e, Cuando comen- ferno del Estado a ief Administration Cuando la Depre- upo de profesores slobal que disena. rsevelt luego gand ue te permitio de ebadas en 1932, 21, pose a lo cual York, en el marca su prestigio ea el ara el voto de ese fo cual Smith fue side ef 4 de marzo + presidente de los 1937; 1937-1941; 10 de iniciade por 2 ese momento la 1 costumbre cum= los presidentes a 20 Presidente que cap. vil La era de la intervencidn estatal... 69 programa de reformas econémicas basadas en la interven- cidn estatal en la economia que Hoover no se habia atrevido a emprender. E] New Deal, desarroliado por la administra cidn de F. D. Roosevelt, no dejé rinedn de la economia por atacar, Entre 1933 y 1935 fueron dictadas una gran cantidad de Ieyes que cambiaron profundamente el rol del Estado e influyeron en su actividad muchas décadas después de supe- rada la crisis"®. Dada la amplitud de las medidas adoptadas, me voy a referir a ellas en forma separada para poder analizarlas mejor. 1.2.1. La reforma en el sector industrial La pieza clave de todo este programa fue la Ley de Re- cuperacidn de la Industria Nacional (National Industry Recovery Act)" —usualmente designada como Niza que integrd el paquete de medidas, sancionadas con velocidad récord durante los primeros cien dias de la administracién de Roosevelt. Constituy6, esencialmente, una legistacién de emergencia tendiente a atacar la crisis en dos aspectos: a) la recuperacién de la actividad industrial en todos los campos, y 6) el combate del desempleo a través de la creacién de —ayudado por circunstancias excepcionales— altera esa saludable practica La Enmienda XXII, ratificada en 1051 bajo la Presidencia de Harry S. Truman, onvirtié en norms constitucfonal lo que hasta ese momento era s6lo una trax divién, Son numerosos los estudies que se han hecho del New Deal. Sin pre- tender agotar la némina pueden citarse, Conkin, Paul, FDR and the Origins of the Welfore State, Thomas Crowell, Nueva York, 1967, Levciexauee, William, Franklin D. Roosevelt and the New Deal (1932-1940) Harper é& Row. Nueva York, 1963; McELwaive, Robert, The Great Depression: America. 1921-194 New York Times Books, Nueva York, 1984; Scwcesivcen, Arthur, The Age of Roosevelt. The Coming of the New Deal, Houghton & Mifflin, Boston, 1959. 9 48 Stat. 195, 70 Historia Constitucional de los Estados Unidos Branca puestos de trabajo, para lo cual se transferian amplios pode- res al Presidente”®, quien tendria injerencia en la planifica- idn de 1a produccién”!. El contenido de la ley en si generd algunos reparos en los sectores interesados”, a la par que fue objeto de severas criticas en el campo constitucional”? que luego derivaron en Ja fuerte oposicién que tuvo en la 2 Roosevelt sometié el proyecto de ley al Congreso el 17 de maya de 1933, con un mensaje especial. Pidid que ef Congreso proveyera la maquina sla necesaria para un gran movimiento cooperativo en toda Is industria a fin de promover el reempleo, avortar las fsoras de trabajo y mejorar los salarios, y para evitar fa competencia desleal y una desastrasa superproduceion, Las leyes contra los trusts debian mantene/se como una segucidad permanente para ic los viejos males de la competencia desteal ao se repitieran. Pero el inte= reés piblice seria satisfecino, dijo, si con la autoridad y bajo las diceetivas del pobierno se pecmitiera 2 las indusirias privadas hacer tratativas y codigos que ‘arantizacan uaa competencia Leal 2 Se pensaba que si una industria era planiticada cuidadosamente por aquellos que mejor la conocian, con planes sujetos a modifivacién por parte el gobierno, los problemas de In superproduccién 0 de producciéa insult ciente y de precios demasiado altos © demasiado bajos, pouian ser eliminadas. Como consecuencia se lograria fa prosperided del comercio y de fa indusitia. Tanto la produccidn como el trabajo se estabilizarlan. Para asegurar una pros+ peridad permanente, sia embargo, no sOlu se debian mantener los precios & aiveles razonablemente bajos, sino que debian difundirse enite Ia gente el tra- bajo debidamente remunerado paca crear poder adquisitivo y posibilira el eon= sumo de los articulos producidos par Ia industria, 2 EL proyecto, tal como estaba bosqucjado, limitaba las horas de trabajo 30 por semana, Su propdsito no eva solamente alivianar el trabajo de S23 personas ys empleadas, sino distribulr el trabajo @ un gran niimero de perso nas adicionales. La industria, empero, estaba en contra de una legislaciéa que hiviera una drisiies redueci6n de Ins horas de teabajo. Mas ain, los sindicatos se mosieaban tibios al respecto, Los representantes de los trabajadores habian descubierto que servian mejor Sus intereses ganando batallas de trabajo en dise eusiones colectivas que mediante leyes, Si se fes pode atribuir triunfos a las actividades de las uniones obreras estos triunfos las fortificabas. Si, par otra parte, el gobierno se tumaba ia funcidn de proteger todos las derechos del trabajo, la necesidad de organizarse ea uniones seria menos evidente y se podria esperar una disminucién en ef aimero de los afiliados, 2 Los opositores al proyecto systuvieron la inconstitucionalidad de las delegaviones de poder legislative que la ley conteaia, Ef diputado James M Cap. VIN Corte Suprema nodificacione: La Seccior Declaramos sante de gr tria, que tr bienestar p norteameri Congreso t Beck, sostuve: paves hoy de recor Constitaeiéa coat sin embargo. el t¢ nuestra Constituct Jan silenciosarment vida de una nueva toma el lugar de € profesor Berle ef estos arguitectos ¢ sidad de Columbie Mosci, esti ahor sida una nueva Ce Congreso sera sole estinos det puebl 4212-4213, citado Houghton & Mitt 3 ease § 2 ° Roasevel dijo— probableme nal como la legis, por el Congreso a lizar para todo me fidad de la nacié Declaro, ademis, {industria y sal métodes y préctic sambign conteibuie of Franklin D. Ro 1936, p. 246. Bian namplios pode- en la planifica- ley en si generd 2) a la par que constitucional?> que tuvo en la v0 el 17 de mayo de oveyerd Ia maquinge la la Industria a fia nejorar los salarios, sperproduccién, Las Jad permanente para Uivran, Pero et inte jo las directives det Hivas y eddigos que culdadosamente por Uificacié por parte produccién insufi ian ser elfminados, io y de fa industria, sasegurar una pros: wenet tos precios ince a gente el tra- y posibilitar ef con- lus horas de trabajo ar el trabajo de tas n aimero de perso- tuna legislacion que ¥ alin, los sindicatos trabajadores habian, as de trabajo en dis- ribuir iciunfos a las ‘eaban. Si, por otra 95 los derechos det evidente y se podria itucionatidad de las diputado James M. Cap. vil La era de la intervencién estatal... 71 Corte Suprema”, El proyecto, no obstante, fue aprobado sin modificaciones sustanciales*. La Seccién | de la Ley establecia: Declaramos Ia existencia de una emergencia nacional cau- sante de gran desocupacién y desorganizacién de la indus- tia, que traba el comercio interestatal y exterior, afecta el bienestar piblico y socava los niveles de vida del pueblo norteamericano. Por esto declaramos que es politica del Congreso remover obstaculos al libre flujo del comercio Beck, sostuve: “no veo la posibilidad de que maestros arquitectos sean ea- paces hoy de reconstuie, sobre las viejas bases de Ia Constitucidn, une nueva Constitacidn von Ix misma sabiduria de los mocsteos consieuctores = 1787 sin embargo. el trust de verebcos esté teabajando incesantemente, socavande twestra Consttucien, para esar la expresin de (George) Washington, Traba- jan silenciosarsente, pero no por esa menos efectivamente, En esta construc ‘ion de una nueva forma de gobierno —ahora en ejecucton— el profesor Moley tomra el lugar de George Washington y el profesor Tugwell de Hemition,y el profesor Berle el de James Wilson y los vijos arguitectos deben rendirse a Estos arqutestos qu, reciéa salidos de les elanstros academicos de la Univer sidad de Columbia y con la inspiracién adicional que todos han sdguirido en Moset, estan ahora intentendo construit sobre la ruinas Ie vigja Constitu- cin una queve Constsweidn en ls cual, como en et viejo Reivi Alemén, este Congreso seré solamente un cuerpo dcliberativo y el Ejecutivo el dueno de tos destinos del pueble norteamericano” (Congressional Records, cit, vol. 77, ps 4212-4213, sitado en Swisusn, Carl B., Americas Constitutional Development, Houghton & Mifflin, Boston, 1943. p. 893. 2 Vease § 24. 2 Roosevelt aprobé la ley con palabras de alabanza; “La historia —pre+ ijo— probablemente registrar Ia Ley de Recuperaci6n de la Industria Nacio- nal como fa legislavion mas importante y de mayor aletnce jams aprobada por el Congreso norteamerizano. Represeate un esfuerzo supremo para estabi- lizar para todo momento los numerosas factores que contcibuyen a fa prosp ridgd de la nacién y a la eoaservacién de fos estindnres norteamericanos Declars, ademas, que su mete ora la seguridad de una ganancia razenable pars fa indusieia y salarios sutiientes para el trabajo con le eliminacion de los rétodos y pricticas tirdaicas que so s6lo habian arcasado el comercio, sino también contribuido a fos males de trabajo. Vease Public Fapers and Addresses of Franklin D. Roosevelt. voll (S vols.) Random House, Nueva York, 1928- 1936. p. 246. 72 _Wistoria Constitucional de los Estados Unidas Branca interestatal y exterior que tiendan a disminuir su caudal; y proveer para el bienestar general, promoviendo la organiza- cidn de La industria con el propésito de una accién colectiva entre los gremios, paca inducir y mantener unidad de accion, de trabajo y de direccion, bajo una adecuada supervision estatal, para climinar practicas de competencia desleal, para promover la maxima utilizacion de la presente capacidad productiva de la industria, para evitar una indebida cestric- cidn de la produccién (salvo la que pueda ser necesaria temporariamente), para aumentar el consume de productos industriales y agricolas aumentando el poder adquisitivo, pa- ra reducir la desocupacién y ayudar a los desocupados, para mejorar los niveles de trabajo, y también para rehabilitar la industria y conservar los recursos naturales. La ley daba al Presidente amplio poder para crear rga- nos y delegarles funciones para el contralor de la industria; la Seccién 3 autorizaba el dictado de cédigos de competen- cia leal, los que podian ser dictados por asociaciones co- merciales ¢ industriales y Iuega ser sometidos al Presidente para su aprobacin los que se convertian, asi, en normas re- glamentarias’®, Cualquier violacion a estas normas debia con- siderarse un método desleal de competencia en el comercio, de acuerdo con la ley de creacién de Ia Fr¢?7. Los tribunales federales de distrito estaban autorizados a reprimir las vio laciones a dichos codigos. El Presidente podia modificar los cédigos elaborados por las industrias y también imponer un c6digo a grupos que no se hubieran dado el propio. Co- mo forma suplementaria de contralor, se le dio también fa- % Bajo Ia NIRA se dictaron, sproximadamente, 750 e6digos de compe- tencia feat, que regularon aproximadamente $U0 actividades comerciales dife- rentes, cubriendo un total de 20 millones de trabajadores. 2 Este punto generd en el Congreso une gran discusida, pues se teria que fa aprobacién de estos codigos derogara de echo toda a fegislacién antimonopética que tanto trabajo habia costada imponer desde la sencién de la Sherman Act en 1890. No obstaate lo cual, lx presién ejercida por Roosevelt y la fuerza de la crisis vencieron fas resistencias legislativas al proyeete. Cap. Vil cultad para av interestatal 0 cedimiento. L Ge las norma exclusion del Para la pu deereto dos 0 racién Nacior se ocuparia d Administraci¢ tration), que visto en la m répidamente sumidores y ¢ y teniendo er para el mane}: rable, se dictc reempleo, al ¢ taba a adherit minacién del de trabajo ent Jacion de sala nales, y de tre ajuste ascends auimentos de } sas que eran se adherian al bolo del agui recuperacién resados no po Acerca de Leverett 8., The The Brookings t. Economie Plarnir The ABC of the ® Bunt ruir su caudal; y indo la organiza- accidn colectiva inidad de accién, tada supervision rcia desleal, para ssente capacidad indebida restric~ da ser necesaria mo de productos radquisitivo, pa- esocupados, para ara rehabilitar la vara crear érga~ de la industria; 's de competen- sociaciones co- 95 al Presidente i, en normas re- tmas debia con- en el comercio, Los tribunales eprimir las vio- ia modificar los mbién imponer » el propio. Co- dio también fa- ) védinos de compe es comerciales dife- 'sidn, pues se temia toda la legislaci desde la saneién de rcida por Roosevelt ivas al proyecto, Cap. Vit La era de la intervencidn estatal... 73 cultad para autorizar negocios relacionados con el comercio interestatal o exterior y para imponer restricciones en el pro- cedimiento. La suspension de una autorizacién por violacin de las normas a los cédigos de competencia permitia la exelusién del infractor del comercio interestatal o exterior. Para la puesta en practica de la nina, Roosevelt creé por decreto dos organisms: la Administracién para la Recupe- racién Nacional (National Recovery Administration), que se ccuparia de todo lo relativo al control industrial), y la ‘Administracién de Obras Piblicas (Public Works Adminis- tration), que ejecutaria el programa de obras pablicas pre~ visto en la misma ley. Dado que se hacia necesario actuar rapidamente para recuperar el poder adquisitivo de los con- sumidores y crear una demanda para los nuevos productos, y teniendo en cuenta que el proceso de bosquejar cédigos para el manejo de cada industria llevaria un tiempo conside- rable. se dicté en primer término un acuerdo general sobre reempleo, al cual 1a National Recovery Administration, ins- taba a adherir. Los puntos basicos del convenio eran la eli minacin del trabajo de menores, 1a limitacién de las horas de trabajo entre treinta y cinco y cuarenta semanales, la fi- jacién de salarios minimos de doce quince délares sema- nales, y de treinta a cuarenta centavos la hora, un equitativo ajuste ascendente ce salarios en general, la limitacidn de los aumentos de precios, y finalmente, el apoyo a otras empre- sas que eran parte del convenio. Los establecimientos que se adherian al acuerdo estaban autorizados a exhibir el sim- bolo del Aguila azul. La propaganda para el programa de recuperacién era tan efectiva que los establecimientos inte- resados no podian permitirse hacer caso omiso del simbolo. 28 Acecea de fa National Recovery Administration puedea citarse, Lyon, Leverett 8, The Nationol Recovery administration: An Analysis and Appraisal. The Brookings Institution, Washington DC, 1935: Roos, Charles F., RA Economic Planning, Da Capo Press, Nueva York, 1937; Deaainc. Charles L.. The ABC of the NRA, The Brooking Institution, Washington DC, 1934, 74 Historia Constitucional de tos Estados Unidos Bunce Paralelamente, la amenaza de la pérdida del éguila azul era, a menudo, la dinica forma de coercién necesaria para forzar el cumplimiento del convenio y, mas tarde, fa obediencia a los cédigos industriales, La mayor parte de la industria rela- cionada estrechamente con el comercio interestatal 0 exte- rior firmé, de inmediato, su apoyo al convenio de reempleo. La redacciéa de los cédigos especificos de cada industria demands algun tiempo, ya que en contraste con el convenio, éstos se referian a la totalidad del campo de cada operacién industrial, Cubrian practicas comerciales, relaciones entre empleadores y empleados, precios, ete. Elaborados en gran parte por representantes de las respectivas industrias, y dis cutidos en audiencias piblicas, luego eran pulidos y, final- mente, sometidos al Presidente para su aprobacion. Como condicién para la aprobacién de un codigo, el Presidente exigia la inclusion en él del contenido de su acuerdo de reempleo y de otras condiciones tendientes a evitar el ejer- cicio de practicas monopélicas. 1.2.2. La reforma en el sector agropecuario La segunda gran pieza de legislacion en la que Roosevelt apoyé su programa, fue la Ley de Ajuste de la Agricultura (Agricultural Adjustment ct}, Esta tuvo origen con el pro- yecto que el 16 de marzo de 1933 se envié al Congreso, donde fue caracterizada como “la legislacién agearia mas drastica y de mas largo alcance jamds propuesta en tiempos de paz’. Su proposito era restringir la produccién y eliminar los ex- cedentes para clevar el precio de los productos, devolver el poder adquisitivo al agricultor, y beneficiar indirectamente 2 48 US. Stat. 31 (1933). %9 Public Papers and Addresses of Fraastia D. Roosevelt, ek., vol. p79, Cap. Vil a quienes los a mitacidn oficie tico que se ot legisladores?? e112 de mayo pension de las ineluida en la La ley con Que, siendo cuencia, en 3 BL seeretar representantes de la de legistacton agra mado “plan de eepe de acres plantados ccho a plantar sole cultivado con el ce se iba a lograr med produecion, El dine por el gobierno por Tes de los producto! del trigo, Para el 0 in the United Siote = Tambiga e el clamor de Jame poder de control se interestatal de pro legitima. “Opino — alguna vez sugerid cia es le peor. Sige hay Constitucién. 1 ccaneiller aleman es lameatario de la R deberie otorgarse a aunque ese ley cor menos el eanciller mos a nuestra Cor Record, cit., vol. 7 Buancn Aguila azul era, aria para forzar la obediencia a 4 industria rela- statal o exte- io de reempleo. cada industria on el convenio, cada operacién ‘elaciones entre sorados en gran adustrias, y dis sulidos y, final- obacién. Como >, ef Presidente su acuerdo de a evitar el ejer- a que Roosevelt 2 la Agricultura igen con el pro- Jongreso, donde cia mas drastica mpos de paz’®®, aliminar los ex- 10s, devolver el indirectamente osevelt, cit, vol. My wu [a ere de (a intervencidn estatal... 75 a quienes los agricultores compraban sus productos™!, La li- mitacién oficial la produccién agricola fue un paso dras- tico que se obtuvo pese a la fuerte oposicion de algunos legisladores?*. El proyecto agrario fue aprobado final mente el 12 de mayo de 1933; tambien se aprobé una ley de sus- pensidn de las ejecuciones kipotecarias en el agro. que fue incluida en la ley anterior. La ley comenzaba con Ja siguiente declaracién: Que, siendo In aguda emergencia econdmica actual a conse- cuencia, en parte, de una dispacidad severa y creciente entre 51 1 seeretario de Agricultura Heary A. Wallace habia reunide 2 los representantes de is organizaciones ¥ cooperatives agricolss para discutir planes ide legislacidn agearia, Una parte importante del proyceto aprobado era el Ila~ mado “plan de ceparticién doméstica”. El plan suplia Ia reduccién del mimes, de acres plantados para consumo doméstico, dando a cada productor el dere- ‘cho & plantar se un cierto porcentaje del niimero de acfes asta entonces Cultivado con et cereal en euestiOn. La observancia ferzosa de esta zestriccion se iba a lograr mediante pagos a! contado por el nimery de acres quitadios a fa produecidn, El disero del que se ibn a derivar estes pegos debin ser reunido por ef gobierno pur medio de gravimenes impuestos a los provesos industria- les de los productos eultivados, como, por ejemplo, un impueste a ta molierda del trigo. Para el origen del plan, véase Back, Joba D., Agricultural Reform in the United States, MeGrass-Hill, Nueva York. 1929, esp. Cap. X. © Tambige ea este acasidn se escuch6 en la Camara de Representantes cel clamor de James M. Beek, en cuya opinion el gobierne federal no teaia poder de conteol sobre fe agrivultare, excepto en lo que cespecta al transporte interestatel de productos agrieolas, al comercio exterior, o a la imposicién legitime. “Opin —deeta— que de todas las herejias eundenables que han sido alguna vez sugeridas en relaci6n von fa Constitueidn, la docttina de emergen- cia es Ia peor Significa que cuando et Congreso declara una emergencia, no hay Constitucion. Esto da a entender su muerte. Es ia misma dovirina que el teancilter alemén est4 invocando hoy en fas horas agonizantes del cuerpo par lamentario de ia Repiiblica alemana, es decir, que debido a una emergencia deberia otorgarse al canciller un poder absolute para promulgar euelquier ley, aunque esd ley contradiga la Constitucién de la Repabiica Alemana. Pr lo menos e] eanciller Hitler es franco al respecto. Nosotros, de palabra, honea- mos a nuestea Constitucién, pero ef resultado es el mismo” (Congressionat Record, cit, vol. 77, B- 754). 76 Historia Constitucional de los Estados Unidos Brave los precios de fos productos agricolas y los de otros produc- tos, disparidad que ha destruido en gran parte el haber del agricultor que sostiene la estructura, se declara que estas condiciones en la industria bésica de fa agricultura han afec~ tado las negociaciones de productos agricolas a un interés publico nacional, han recargado y obstruido corrientes nor males del comercio en tales productos y han hecho imperati- va la aprobacién inmediata del Titulo ! de esta ley. Por ello, se declaré como politica general: Establecer y mantener un equilibrio tal entre la produccién y el consumo de productos agricolas, y tales condiciones de venta, en adelante, que restablezcan los precios a los agri- cultores a un nivel que dé a fos productos agrarios un poder adquisitivo respecto a los articulos que los agricultores com- pran, equivalente al poder adquisitivo de los productos agra- rios en el periodo de referencia® La ejecucién de la ley fue encomendada a un organismo, denominado Administracién del Ajuste Agricola (Agricultural Adjustment Administration), creado en jurisdiceién del De- partamento de Agricultura, Por medio de este drgano, con poderes y derechos conferidos en términos amplios, el se- cretario de Agricultura intenté —por primera vez en la his- 4 El period de referencia excepto para el tabaco— ibe a ser el perio. do de cinco ados transcurridos desde agosto de 1909 a julio de 1914, en el sual se daba por sentado que las relaciones de precios entre los productos ageieolas y otros productos habian sido las que corresponding. El periodo base para el tabzco eran los diez aos comprendidos entre agosta de 1919 y julie de 1929. £1 plan consistia ea obtener una igualdad de poder adquisitive —por la correccion gradual de las desigualdaues existentes— entee el productor agricola y los eonsumidores de sus productos. A su ve2, y contemplando el interés de los consumidores, 12 ley ratificaba el propésito de roajustar la peo duceién agraris para que no aumentara el poreentaje de los gastos al por me nor de los consumidores de productos agricelas o derivados, debido a las su mas que eran pagadas al ageicultor en base al promedio del periode 1909- i914, Cap. vit toria norteam cidn agricola por un lado, | lidad de ser ¥ valeciente en por el otro, uno de los re duccidn toda res recibian u dos como “pa impuesto que v.gr., la molier era pagado er hubieran suse Ja produceién se negaba a f no sélo tenia que incurria « operar con el 3 EL establ ser utilizada, jun forma de vesteing and Agriculture 5 Las ditie era tarca facil. en la cantidad gue 5 cantidad a Ia cua rides a ua nivel ¢ ra précticamente dad dada, En tere Tidad det suelo, 4 contrate con el g dos de produceid de euttivo, Una v hhecos, quedaba ccelebrar ¥ ejecut ppagos de benesic Banc de otros produc- arte el haber del eclara que estas cultura han afec- alas a un interés © corrientes nor- hecho imperati- esta ley. al 2 la produceién y 5 condiciones de ecios a los agri- grarios un poder igricultores com- productos agra- 2 un organismo. ‘la (Agricultural diecién del De- ste Organo, con amplios, el se~ a vezen la his- — iba 8 ser el perio- jutio de 1914, en el weatre los productos ian. El periodo base fo de 1919 y julio de «¢ adquisitive —por entre el productor ¥ contemplando el de reajustar a pro- os gastos al por me- los, debido a fas su- 2 del periodo 1909+ Cap. Vil La era de la intervencién estatal... 77 toria norteamericana— poner limite al total de la produc- cidn agricola de productos basicos. Para ello se calculaba, por un lado, la cantidad total de cada producto con posibi- lidad de ser vendida durante ef aio afectado, al precio pre- valeciente en el periodo considerado como de referencia, y, por el otro, la superficie que debia ser empleada en cada uno de los respectivos productos a fin de restar de la pro- duccién toda extension de tierra innecesaria. Los agriculto- es recibian una compensacién en formas de pagos conoci- dos como “pagos de beneficio”, que eran sufragados con un impuesto que gravaba la manufactura del respectivo producto, v.gr. la molienda del trigo. El dinero reunido con el impuesto, era pagado en cantidades equitativas a los agricuttores que hubieran suseripto contratos con el gobierno, para retirar de Ja produecién una determinada superficie™. El agricultor que se negaba a firmer un contrato para la reduccidn de areas, no silo tenia la desventaja de no recibir los beneficios, sino que incurria en una penalidad financiera por negarse a co- operar con el gobierno’. Debido a las complicaciones del 2 Et establecimiento de cuotas se convirtid en una téenica importante a ser utilizeda, juntamente con el sistema de pagos de “bencficivs", como una forma de restvingie la produceiéa. Véase, BLatsoxtt, Donald C., Government and Agriculture, Da Capo Press, Nueva York, 1940, ps. 63-64 % Las dificultades e incertidumbres de tal programa eran enormes. No cra tarea facil, en primer lugar, calcular, con respecta a determinado product. fa cantidad que seria consumida en caso de venderse a un cierto precio, o la antidad a la cual debian limitarse las ventas si los precios debian ser mante~ hidos & ua nivel dado, En segundo fugar, a causa de las variaciones dei tiempo ra pricticamente imposible caleular el érea necesaria para cultivar una canti= liad dada. Ea terver lugar, las restrieciones no ejercian conteol sobre Ia ferti- idad del suelo, lo que permitia que eualquier agriculter, pese a observar su contrat con el gobierno, agregara fertilizantes al suelo y mejorara sus méto~ dos de produecién, Jogrando asi aumentar el rendimiento del area no retirada Ue eultive, Una vex qu los eBleulos aproximados respecto al area habian sido fcchos, euedaba fa intrincads tarea de distribuir Jas areas que se retiraban, ccelebrar y ejecutar contratos individuales, aplicar los impuestes y hacer los pagos de beneficios. 78 Historia Constitucionat de los Estados Unidos Biawcit programa, a los variados intereses involucrados y a la impo- sibilidad de medir sus efectos con exactitud, este programa inevitablemente tuvo fuertes enemigos, y al igual que la wx fue declarado inconstitucional por Ia Corte Suprema’. Roosevelt, no obstante, no retrocedid, y luego de ello en 1938 logré el dictado de una nueva Ley de Ajuste Agrario™” que dispuso continuar con la restriceién de los cultivos median- te subsidios con fines de conservacion; establecia también un método colateral, aunque indirecto, para restringir la produccién’®, También fue dietada la Agricultural Marke- ting Act™, que otorgs amplias facultades al secretario de Agricultura para controlar los precios de la leche y otros productos El programa agrario fue levado adelante durante casi ocho afios bajo la direccién de un eficiente secretario de Agricultura: Henry A, Wallace. Bajo su direccién, el Depar- tamento de Agricultura se transformé en una organizacion de un enorme tamaio, poder y complejidad, A comienzos de 1938, en ocasidn de leerse en el Congreso un proyecto que disponia partidas de dinero para ef Departamento, Wallace dijo: Ante todo, quiero llamar nuevamente fa atencién de la Comi- sign sobre el mismo punto que recalqué el aiio pasado, ahora tenemos un nuevo Departamento de Agricultura que es comple tamente diferente del viejo departamento. El anterior, espe- cialmente antes de la guerra, se dedicaba a la investigacion, actividades cientificas y educacionates. Habia algunas acti- 08 Vease § 24 3 $2 Statutes at Large 31 (1938), 8 La ley autorizaba el secretarig de Agricultura a establecer cuotes de comercializacion para las productos afectados cuando amenazaba la superpro- duccion. En este caso. las disposiciones de Ia ley esteban besudas mds en el poder de regular el comercio, que en el de recaudar impucstos, y se ceferian nés @ la comercializacién de los praduetos en el comercio iaterestatal, que directamente con Ia produccién. 3850 Stat. 246, Cap. Vil vidades regu gadas. Estab: sion de ciert: las rutas ade Departament fia parte de a avanzado, es refieren a pi antiguas acti te para perso yor parte de ro es para pe tamos de ayt 1.2.3, La legis, Cuando Ro derales de impe bajo Ferroviari mada “Ley No Injunction Act) la politica dee borales se hizc % Hearings 0 discerse ante la Co 75° Congreso, 3 se 0. The Public Ade Public Administrati 40° 44 Stat. $7 les los trabajadores Fue deciarada const Railroad Co. v. Bro (1930), 2) 47 Stat, 70 de libre afiliacién g tos “yellow-dog” § 5.5, de esta obra, Blanch sy ala impo- zste programa val que la Nika, ¢ Suprema’® e ello en 1938 Agrario*? que tivos median lecia también restringir la tural Marke- seeretario de leche y otros : durante casi secretario de ion, el Depar- organizacion comienzos de proyecto que ento, Wallace én de la Comi- » pasado, ahora que es comple- anterior, espe- investigaci6n, a algunas acti- Inblecer cuotas de szaba la superpro- basadas mas en of sts, y se referian 2 interestatal, que Cap. vit La era de la iritervencion estatal... 79 vidades reguladoras entonces, y més tarde otras fueron agre- gadas, Estaba también el trabajo de custodia y de administr Cidn de ciertas ticrras. Luego, el programa de ayuda federal a las rutas adquirid importancia. Pero las funciones del viejo Departamento de Agricultura hoy representan s6lo una peque- fia parte de auestras actividades totales. Estas actividades han avanzado, especialmente desde 1933, y en su mayor parte se refieren @ programas de accidn. E! dinero invertide en las antiguas actividades representaba dinero invertido en gran par- te para personal, equipo y otros renglones similares, En ta ma- yor parte de las nuevas actividades, una parte menor del dine- to es para personal; mucho de él es pagado en forma de prés- tamos de ayuda individual a Jos agricultores**. 1.2.3. La legislacién laboral y la seguridad social Cuando Roosevelt Ilegé al poder, existian dos leyes fe- derales de importancia en materia laboral: a) la Ley de Tra- bajo Ferroviario (Railway Labor Act), de 1926", y 6) la lla~ mada “Ley Norris -La Guardia” (Norris-La Guardia Anti- Injunction Act), de 1932%. Si bien la Nina habia ratificado la politica de estas dos leyes. ef cuadro de los derechos la- borales se hizo confuso, pues esta Ultima otorgé poder al 48 Hearings on the Agrieuiturol Department Appropriation Bill for 1939, Jiscurso ante la Comisin de Asignaciones de le Camara de Reprezentantes, 45" Congreso, 3 sesi6n, 1938 p. 1. Véase, Gaus, John M., y Woucorr, Leon ©. The Public Administration and the United States Department of Agriculture, Public Administeation Service, Chicago, 1940, Cap. IV. 41° qa Stat, $77, Esta ley reguld las condiviones y garanties bajo as eua~ les los tabsjadores feeroviarias podian aegociar sus canvenios colectivos Fue declarada constituciunat por la Corte Suprema en “Texas and New Orleans Railroad Co. v. Brotherhood of Railway and Steamship Clerks", 281 U.S. 548 (1930) 2 47 Stat, 70, Esta Ley habia goratiaaul @ los trabajadores condiciones 4e libre afiliacion geentaly disponia Ia no apicacién de fos llamados contre tos *yellow-dog™ (averca del concepto de estas contatos, véase tf, Cap. V. $5.5, de esta obra) 80 Historia Constitucional de los Estados Unidos Braver Presidente para interferir ¢ imponer reglamentaciones res- pecto de-horarios de trabajo, salarivs y otras materias: los cédigos sobre competencia leal que squélla autorizd tam- bién se referian a problemas laborales, y la ley, finalmente. no contenia ninguna disposicion acerca de los Srganos que debian proteger los derechos laborales. Por decreto, enton- ces, fueron creadas una Junta Nacional de Trabajo (National Labor Board), y diversas juntas de trabajo en campos espe- cificos de la industria®, En julio de 1935 fue sancionada la Ley Nacional de Relaciones del Trabajo (National Labor Relations Act)** que dispuso la creacién del National Labor Relations Board (ure) y ratified 1a tendencia politica de las dos leyes an- teriores en punto a los derechas colectivos de los trabaja- dores. Inicialmente, la actividad del nuevo Board genero fuerte resistencia por la tendencia cadicalizada de algunos de sus integrantes, en particular de su personal subordina- do. fo que obligé al gobierno a hacer algunos cambios. No obstante, en 1936 se sanciond la Ley Walsh-Healey** que imponia condiciones de trabajo para todos los productores que contrataran con el gobierno federal por sumas superio- res a los diez mil délares. Se exigia que tales empleadores no pagaran salarios inferiores al promedio vigente en la localidad, que mantuvieran la jornada de ocho horas y Ta semana de cuarenta, y excluyeran del trabajo a varones menores de 16 afios y nifias menores de 18. Poco después se inicid una nueva embestida. El 24 de mayo de 1937, Roosevelt inicié una campaiia para obtener una legislacién mas amplia*® y fueron presentados sendos proyectos para © Vease Loawny, Lewis L., y Woowic Arthur, Labor Relaiions Boards the regulation of collective bargainin under the National Industry Recovery Act, Brookings Institutions, Washington DC, 1935 #2 4y Stat. 449; llamada tambida Wagner Act + ay Statutes at Large 2035 4© Ha Hlegado el momento, dijo en un mensaje al Congreso, de “desarro= Har une aecién mas avanzada para ampliae {as fronteras del progreso social. Cap. Vil desarroilar : 1938, insisti junio de ese Trabajo (Fa un tercio de mu agriculture o en tambida, que ue poblacién eapa todos los teabaji bucidn diaria p misma y se esp del trabajo de 1 los trabajadores der que la come les, que inevita Todos. excepto conservar nuest ner algin conte: del trabajo de (Congressional © Uno w cargo det senad en el Congreso centonces asistes verameste In d inconstituciona menores ("Ham “* Manife adguisitive de | también —dijo- inggesos del tra ris minimos y abrumaaramer satarios induste teabajo industed meaores, bajos localidad 0 reg locan su capita ganancias (Con 3952 Stat Bune ataciones res- materias; tos autorizé tam- y, finalmente, 5 érganos que zoreto, enton- rajo (Warional campos espe- Nacional de ations Act)** lations Board dos leyes an- ¢ los trabaja- Board generd fa de algunos al subordina- cambios. No Healey*® que s productores umas superio- empleadores vigente en la acho horas y ajo a varones Poco después ayo de 1937, 1a legislacion royectos para Relations Boards: ‘ndusiry Recovery 250, de “desacro progreso social, Cap. Vil La era de la intervencién estatal... 81 desarrollar su programa‘’, En su mensaje anual de enero de 1938, insistié en la sancidn de la medida propuesta®®, y en junio de ese afio fue sancionada la Ley de Normas Justas de Trabajo (Fair Labor Standards Act)", que logré la consecu- up tercio de nuestra poblacién, le sbrumadora mayoria de la cual esté en Ia agricltura 0 ea le industre, esté mal nurida, mal vestda y mat alojada’. Dijo, tambign, que una nacion tan ricamente dotada de recursos naturales y eon una pobiacién capaz + industriosa, deberia idear formas y medios de asegurar a todos los teabajadotesfisieamente capaees, hombres y mujeres, una justa ret bucibn diaria por un buen dio de tabgjo. Una democracia que se basta a si rmisma y se cespeta asi misma, no puede aducr justificacion por la existencia, del trabajo de mecores, ai razones econbmicas pare cercenar tos salaries de tos trabajadores o prolongae sus koras de tabojo. 6s ilustativo, dijo, apren- der que Ia eompetencia no dederia ter aparejadas malas corsecuencias sovine les, que inevitablemente eoaccionan sobre Tas ganancias del negocio mismo. Todos, excepto los incueables eeeccionarios, estan de acuerdo en que, para conservar nuestras recursos primarios de poder humane, el gobierno debe te ser algiin contralor sobre horas mavimas y salarios minimes, que son los males del trabajo de los meaores y Ia explotavidn det trabajo no organizado (Congressional Record, it, vol. 81, p. 4960) #7 Uno tavo lugar en el Senado y otro en la Cémara de Representantes & cargo del senador Black y del diputado Conners, espzctivamente, La defensa en el Congreso a la restrivuion al trabajo de los menores, esiuve a cargo del entonces asistente det attorney General, Robert H. Jackson, quien critied se- verameate Is devisin anterior de la Corte Suprema que habia declaredo ta jnconstiticionalided de la legislacién laboral protectora del trabajo de los mmenores (*Hammer v. Dagenhact, 247 U.S. 281, 1918). #8 Manifest, en esa oportuaidad, que no era suficiente elevar el poder sdquistivo de los agricultores, No se mantendria elevado si no levantabamos tambiéa —dijo— el poder adguisitive de ese tecio de la naciéa que eecibe sus ingcesos del tzbajo industrial. Hemos visto eémo las normas rslatives a sala- tos minimos y horas maximas han demosteado su efieacia, El pueblo estd shora abrumadoramente en favor de que el Congreso fije uns base minima para tos salariosindustriles y an limite mds allt del cual no se eievartn las horas de trabajo industcal. A la larga, dijo, los benefivios provenientes dl trabajo de mesures, bajos salarios y exoeso de trabajo servian para provecho, no de Ja localidad 0 regidn donde se producian, sino de propietarios auseates que vo- tocan su copital en las comunidades explotadas para obtener para si mayores gnnancias (Congressional Record, cit, vol. 83, p. 8). 5752 Stat, L060 82 Historia Constituctonal de los Estadas Unidos Bunn cién de estos propésitos®. En 1941 esta ley fue convatidada por la Corte Suprema en forma undnime’! intimamente relacionado con la mejora de las condicio- nes de empleo, estaba el problema de las desocupados. En los primeros afos de la Depresién, el gobierno de Hoover habia sostenido que le lucha contra la desocupacién era una cuestién de interés local. y que el gobierno federal no tenia jurisdiccién sobre ella. Pero los Estados y las municipalida- des carecian de recursos para enfreatar ef problema, por ello, en el verano de 1932 el Congreso habia sancionado una ley proveyendo a los Estados de préstamos a ese efecto. Roose- velt, como respuesta al problema, pidié que el gobierno fe- deral empadronara a los trabajadores desocupados, y orga- nizé un amplio programa de obras piiblicas como medio de crear fuentes de trabajo. En 1933 obtuvo, asimismo, facul- tades para instalar un cuerpo de conservacién formado por files (Civilian Conservation Corps), por medio det cual se reunieron miles de jvenes desocupados a quienes se puso a trabajar en diferentes actividades relativas a la prevencién de la erosién del suelo, el control de las inundaciones y para mejorar, en general, las condiciones de los bosques nacio- ales’? 59 La ley fij6 como salario minimo 40 centaves la hora y establecié una jornada semanal de 4 horas. Protibia el empleo de menores de 16 aos ¥ todo emplev ue menores de 18 afas gue ne estuvieca aprobado por la Oficina de Menores del Departamento de Trabajo. Como autoridad de aplicacion de ta ley fve colocado un nuevo Funcionario det Departamento de Trabajo, que de- bia ser nombrauo por el Presidente con acuerdo dei Senado. St United States v. Darby”, 312 U.S, 109 (1941); “Opp Cotten Mills v Administrator”, 312 US. 126 (1941), 52 EICCC contraté a més de 3 millones de jOvenes de entre 18 y 25 aos de edad ceclutedos entre familias pobres, a los yue se los alojé en campos de Urabajo bajo supervision mititar. Se les proveia vasa, comida y se les pagaba lua salzrio de un dolar por dia, quc en general, era enviade como aytda a sus familias. Véase Public Papers ond Addresses of Franklin D. Roosevelt, cit, vol Hl ps. 80-83 Cap. vil Pero era que atacara ¢ cer el princi cuirse en ast en la Camar, un impuesto empleadores los otros im plimiento de El tema era Unos me de seguridad zar el proble proyecto de de Seguridar aio. La le, seguridad sc derales para de ella, el g financieros tencia de la afios®®. la @} asistencia a fantil, la sat taba acompe bre la activi la fey tenia enella. y ap la ley. 5 peptic ps. 161-162. 3 ay Stat 3 Ef dine impuestos a,los y por impuestos pecida se recau Buancr e convalidada las condicio- ocupados, En 10 de Hoover ‘acién era una deral no tenia municipalida- ema, por ello, onado una ley ecto. Roose- { gobierno fe- vados, y orga- oo medio de nismo, facul- formado por edio dei cual tienes se puso la prevencién iones y para vsques nacio- 2y establecié una res de 16 anos y do por le Offeina eaplicacion de la Trabajo, que de- ‘p Cotton Mills v, sre 18 y 25 anos 6j6 en campos de ay se les pagaba ‘omo ayuda a sus 9 Roosevelt, cit. Cap. vit La era de la intervencién estatal.., 83 Pero era necesario todavia disponer de una legislacién que atacara el problema en su faz central, lo que exigia ven- cer el principio de que el gobierno federal no podia inmis- cuirse en asuntos locales. A principios de 1934 se presenté en la Cémara de Representantes un proyecto que establecia un impuesto nacional indirecto que gravaba a los grandes empleadores, permitiéndoles, al mismo tiempo, descontar de los otros impuestos nacionales las sumas pagadas en cum- plimiento de las leyes locales sobre seguros de desempleo*? El tema era polémico, y el proyecto no fue aprobado. Unos meses mas tarde, Roosevelt nombré una comision de seguridad econémica y un consejo consultivo para anali- zar el problema, y en enero de 1935 sometid al Congreso un proyecto de seguridad social, que fue convertido en Ia Ley de Seguridad Social (Social Security Act) en agosto de ese afio™'. La ley, que fue la base de los modernos sistemas de seguridad social, establecia un extenso plan de aportes fe- derales para la seguridad social en los Estados. Por medio de ella, el gobierno federal se disponia a efectuar aportes financieros a los Estados destinados a una inmediata asis- tencia de la vejez a través de un retiro para mayores de 65 afios*’, la ejecucidn de leyes sobre seguro de desempleo, la asistencia a menores necesitados, el bienestar material ¢ in- fantil, la salud publica y la ayuda a los ciegos. Todo ello es- taba acompafiado —naturalmente— del control federal so- bre la actividad estatal, ya que In implementacién local de la ley tenia que estar de acuerdo con los niveles preseriptos en ella, y aprobada por el Social Security Board creado por la ley. 5 public Papers and Adresses of Franklin D. Roosevelt, cit. vol. UM, ps. 164-162, B49 Stot, 620. 55 EI dinero destinado af fondo de segures a ia vejex provenia de tus Impuestos a los réditos de los obreros cobradas y pagados por sus empleadores ¥ por impuesios indiseetos a estos ditimos. Para la remuneracign por desocu- pacidn se recaudaba un impuesto Federal Unicamente de los empleadores. 84 Historia Constitucional de los Estados Unidos Biancet 1.2.4. Reformas en el sistema bancario En materia bancaria, uno de los primeros actos de Roosevelt fue decretar un feriado bancario que duré hasta el 9 de marzo (recordemos que habia asumido el 4 de ese mes), aun cuando, de hecho, los bancos ya estaban cerrados. El propésito del feriado era mantener Ia situacién hasta que pudieran dictarse las medidas legislativas que permitieran hacer frente al retiro de depésitos, que estaba dejando ex- haustas de recursos aun a las mas fuertes instituciones ban- carias, al momento de cerrac éstas sus puertas. El 9 de mar- envié su proyecto al Congreso sefialando, en el mensaje de elevacidn, que el primer objetivo era reabrir todos los bancos solventes. A ese fin solicité al Congreso que le con- cediera al Poder Ejecutivo el control sobre los bancos para la proteccién de los depositantes; autoridad para abrir aque- Vos bancos cuya solvencia ya habia sido probada, y para re- organizar y reabrir luego los bancos que requirieran asisten- cia y reorganizaciéa, Solicité, asimismo, la introduccién de enmiendas a la Ley de la Reserva Federal con el objeto de proveer tanto dinero adecuadamente respaldado como fuera necesario para hacer frente a las demandas de moneda El Congreso respondié tan rapidamente que la ley estu- vo lista para su firma ei mismo dia’. Incluso pata evitar posibles planteos de nulidad de los actos ya emitidos, la ley dispuso su confirmacién, baséndose para ello en el poder presidencial de disponer lo necesario para hacer més segu- tas y efectivas las operaciones del sistema bancario y de preservar para el piblico los beneficios de la moneda cuya circulacién fuera autorizada por e! Congreso. La ley esta- blecié también un mecanismo para investigar el sistema bancario, en orden a disponer la apertura de aquellos bancos que podian ser abiertos sin peligro, y para cerrar los que no % 48 Stat 1 Cap. Vi podian segui tendiente a+ de los de inv. Corporation les) para ase 1.2.5. El ab. En mate atinente alc mo 9 de mar que habia av la entrega a] que habian exterior, lad fue autoriza: ciones en el serva Federe cuadas, esta délares en b do oro del d a comprar ¢ tarde se san base legislat particulares contratos pr ser cumplide corrientes qu tacion en pag en oro. 1.2.6. Con También vidad espect Bune sr0s actos de 2 duré hasta el 4 de ese mes), 1 cerrados. El jon hasta que © permitieran 2 dejando ex- tuciones ban- EI 9 de mar en el mensaje brir todos los 30 que le con- s bancos para ra abrir aque- sda, y para re- ieran asisten- troduceién de 20n el objeto do como fuera moneda te la ley estu- © para evitar ritidos, la ley > en el poder ‘er mas segu- ‘ancario y de moneda cuya La ley est ar el sistema ellos bancos ar los que no cap. Vil La era de la intervencién estatal... 85 podian seguir operando. También se redacto otro proyecto tendiente a separar completamente los bancos comerciales de los de inversion, y fue creada la Federal Deposit Insurance Corporation (Corporacion de Seguros de Depésitos Federa~ les) para asegurar los depésitos hasta un monto minimo. 1.2.5, El abandono del patrén oro En materia monetaria, se abandoné et patron oro; en lo atinente al cambio interno, ello habia sido decidido el mis- mo 9 de marzo por la ley de reforma en el sistema bancario que habia autorizado al secretario del Tesoro para requerir a entrega al gobierno del oro y de los certificados de oro que habian sido retirados de los bancos. En el comercio exterior, la decision fue tomada el 19 de abril. El Presidente fue autorizado, asimismo, a ampliar el crédito para opera- ciones en el mercado libre conducidas por medio de la Re- serva Federal. Si tales operaciones demostraban ser inade- cuadas, estaba autorizado a emitir hasta tres billones de délares en billetes norteamericanos, a modificar e! conteni- do oro det délar, a fijar la relacion entre el oro y ta plata, y a comprar considerables sumas en monedas de plata. Mas tarde se sanciond una nueva ley con el objeto de prover base legislativa a la negativa de pagar en oro y exigir a los particulares la entrega del oro al gobierno, de modo que los contratos privades que exigieran pago en oro no pudieran ser cumplidos en esa parte. La ley prescribia las monedas corrientes que debian tener curso legal, y requeria su acep- tacién en pago de deudas, aunque los contratos exigieran pago en oro. 1.2.6. Control en la emisidn de titulos valores También era preciso ejercer algiin control sobre la acti- vidad especulativa en las finanzas. El 29 de marzo de 1933, 8 Historia Constitucional de los Estados Unidos Biawcit el Presidente recomendé al Congreso ia sancién de una ley que autorizara la supervisién del tréfico de valores en el comercio interestatal. sosteniendo que un gran nimero de individuos lucraban todavia a merced del libertinaje comer- cial que habia provocado Ia crisis*?. El proyecto, que in cialmente ponia el control en Ia rc, fue aprobado y se san- cioné la Ley de Titulos Valores (Securities Act) de 1933°, a pesar de los fuertes intereses que se oponian a ser regula. dos por ella. Al afio siguiente fue sancionada una nueva ley (Securities Exchange Act) que introdujo modificaciones en la anterior y creé la Securities and Exchange Commission (sec), una nueva comisién regulatoria independiente en- cargada, especificamente, de la tarea de controlar la emisién de titulos, cuya Presidencia inicialmente ejercié Joseph P. Kennedy, padre de quien luego seria Presidente de los Esta- dos Unidos. Al aiio siguiente, en 1935, fue ampliada su competencia por la Public Utility Holding Company Act®, que la autorizé a controlar la oferta publica de las compa- fas holding de gas y electricidad® 57 EL gobieino federal —sostenia Rovseveli— ao puede si debe dar le apariencia de que sprocba o garantiza que los titles emits son solventes, 2 todo sentide, y tiene fa obligacién de garantizar que tods nueva emisign de valores empleados en el comereio interestatal, est? acompanada Ue amplia publicidad e informacién, para que aiagin elemento esencial de 1a emisign sea ocultede a! pablice, “Esta propuesta se suma aia antigua cegla de cavea emptor, doctring segin Ia cual el vendedor también debe ser cuidadoso. Se impone al vendedor la carga ue decir toda la verdad. Debiera dar impetu a la traasaveién honesta, y de alli recuperar In confianza publica” (Public Papers and Adresses of Franklin D. Roosevelt, cit, va. Uh 9. 93) 248 Stat 74. 3 48 Stat. 881; 15 USC 78, © Regulada actuaimente en 15 USC 784 ©! Enese primer board estaba, ademas, James M. Landis; véase nota 373 en este Capitulo. © 49 Stat 803. 15 USC 79 a T9266. © La historia y desarrollo de fa SEC pueden verse en Wiuiaxs, Cynthia “The Securities and Exchange Commission and Corporate Social Teans- parency”, Harvard Law Review, vol. 112, n° 6 (1999), ps, 1197-1306 Cap. vit 12.7, Elen La Gra empresas e: zat la econc 10s, duefios cion de Re Finance Cor fue autorize doras, bane: tos para el ¢ activos de b guradora d: poration) (F los bancos posites ban A su ve nrc para fo especial®®. | la Corporac poration), i Supplies Co (Metals Res sidiarias), | Reserves Co Caucho (Rt cién de Dai otras. Asim ley estatal, ca concedic racion de V Ley de © Ley de © Ley dt Bian jn de una ley valores en el in numero de tinaje comer- zoto, que ini- ado y se san- 4) de 19335, a ser regula- ina nueva ley ficaciones en Commission dendiente lar la emision 6 Joseph P. 2 de los Esta- ampliada su mpany Act, ¢ las compa- te ni debe dor la 1 son solventes, eva emision de ada de amplia al de Ta emisiéa a vegla de cavea F culdadoso, Se Adar impeta ata ” (Public Popers s wéase nota 373 uiaws, Cynthia ite Social Trans 197-1306, Cap. vit La era de la intervencién estatal... 87 1.2.7, El empresariado piiblico La Gran Depresion trajo consigo un gran nimero de empresas estatales prineipalmente disefiadas para estabili- zar la economia y conceder préstamos prendarios @ granje- 0s, duefios de casas, bancos y otras empresas. La Corpora~ cidn de Recursos para la Reconstruccién (Reconstruction Finance Corporation) (k*c), por tomar el principal exponente, fue autorizada para conceder préstamos a bancos, asegura- doras, bancos de fomento agrario y organizaciones de crédi tos para el agro, incluyendo préstamos garantizados con los activos de bancos quebrados®, La Corporacion Federal Ase- guradora de Depésitos (Federal Deposit Insurance Cor- poration) (F01c) fue creada para apoderarse de los activos de los bancos quebrados y liquidarlos, y para asegurar los de- pésitos bancarios®. A su vez, en 1940, el Congreso concedié poderes a la are para formar corporaciones sin autorizacion legislativa especial®, La rec procedié, entonces, a crear, por su cuenta, la Corporacién de Plantas de Defensa (Defense Plant Cor- poration), la Corporaci6n de Provisiones de Defensa (Defense ‘Supplies Corporation), la Compania de Reservas Metaliferas (Metals Reserve Company) (que, a su vez, cred varias sub- sidiarias), la Corporacién de Reservas Petroleras (Petroleum Reserves Corporation), la Corporacién de Procesamiento de Caucho (Rubber Development Corporation). y la Corpora- cion de Danos de Guerra (War Damage Corporation), entre otras. Asimismo, se fundaron otras empresas, a veces por ley estatal, y sin siquiera Ja autorizacién legislative genéri- ca concedida a la rec. Entre ellas cabe mencionar la Corpo- racién de Viviendas de Defensa (Defense Homes Corpora- © Ley del 22 de enero de 1932 © Ley del 16 de junio de 1933; 12 USC 1811 © Ley del 25 de junio de 1940. clonal de os Estados Unidas Buanci 88 Historia Consti tion), organizada de conformidad con una ley de Maryland, por el sceretario del Tesoro, con recursos de emergencia asig- nados al Presidente, y la Sociedad de Cooperativas Asocia- das del Valle del Tennessee (Tennessee Valley Associated Cooperatives, Inc.) creada, de conformidad con una ley de Tennessee, por la Tennessee Valley Authority, a la que me referiré en el préximo punto. Hacia fines de la Segunda Guerra Mundial, las socieda- des creadas por el Estado y las controladas por éste habian crecida a tal extremo®? que el Congreso sancioné la Ley de Contro! de las Sociedades del Estado (Government Corpora- tion Control Act).(Gcca)®. La Gcca exigio que ciertas cor- poracianes de propiedad del Estado, tanto total como par- cialmente, fueran sometidas al contralor del sindico general (Compiroller General). Ademas, se exigid, por primera vez, que las sociedades que fueran totalmente de propiedad del Estado enviaran presupuestos que se incluirian en el Presu- puesto enviado por el Presidente una vez por afio al Congre- so. La ley también establecié que se disolverfan o tiquida- rian todas las empresas estatales creadas por ley estadual, con excepcién de las que el Congreso, también por ley, cons- tituyera nuevamente, y prohibié la creacion de nuevas cor- poraciones.del Estado sin autorizacién especial del Congre- so®. Asi, en los afios inmediatamente posteriores a la Se- gunda Guerra Mundial se disolvieron muchas sociedades del Estado, y solamente una fue creada: la Corporacion de De- sarrollo de Vias para Buques de Gran Calado del Rio Saint © Hacia 1945, el Manuat de Referencias de las Socivdades del Estado, Oficina General de Cuentas, oftecis una lista de 58 sociedades estatales, con nes de dd actives que fotalizaban (un dolares de 1943) 29.6 miles de m laces, “® 31 USC 9101. ease, Parrcusrs, Herman, “The Government Corpor ration Conteol Act of 1945", American Political Science Review, vol. 40, p. 495 (1946), © 31 USC 9102, Cap. vir Lawrence 4 tion), 1.28. Cree Dentro piblicas, ¢ (tva)T!, con del rio Ten del gobien una empre: blemas qu primida™, represas y control sot rig, tomé ¢ cidn de las nas de pare de tierras n la industrie rado por la practicic similares € 7 Véas Praeger, Nuev 1 Ley « ® Con el Presidente 3 BLVe smitlas euadra Para Papers and Ja actualidad, doves por un Brancr de Maryland, stivas Asocia- ty Associated on una ley de a la que me . las sovieda- ur éste hablan ané Ja Ley de ‘ent Corpora- e ciertas cor- al como par- adico general primera vez, vropiedad del ven el Presn- io al Congre- an o liquids- ley estadual, vor ley, cons- nuevas cor | del Congre- ores a la Se- reiedades del acion de De- jel Rio Saint des del Estado, es estatales, con, millones de dé- ernment Corpo= Zeview, val. 40, Cap. vit La-era de la intervencién estatal... 89 Lawrence (Saint Lawrence Seaway Development Corpora- tion)” 8, Creacidn de la Tennessee Valley Authority (rvs) Dentro de! movimiento hacia las grandes corporaciones, piblicas, en 1933 fue creada la Tennessee Valley Authority (rva)", como ente regulador del sistema eléctrico del valle del rio Tennessee”, “una corporacién investida con el poder de] gobierno pero dotada de a Mexibilidad € iniciativa de una empresa privada”. Con ello se intentabe atacar los pro- blemes que afectaban esa vasta zona econdmicamente de- primida’. Fue asi que la tva emprendié la construecién de represas y de plantas generadoras de electricidad, ejercié el control sobre la distribucién de electricidad en la cuenca del rio, toms a su cargo el control de las crecientes, la preven- cidn de Ja erosién, la reforestacidn y el desarrollo de las z0- nas de parques, se ocup6 de la eliminacidn del uso agricola de ticrras marginales y de la distribucién y diversificacién de la industria. El proyecto del Valle de Tennessee fue conside- rado por muchos como un experimento itil para determinar la practicidad del establecimiento de autoridades regionales similares en otros lugares de! pais™ P Vease Leazss, Francis (Ie.), Aecoumability and the Bussiness State, Nueva York, 1987, ps. 25-27. "Ley del 18 de mayo de £933, 48 Stat. 58, 16 USC 831-831dd, % Con sede en Knoxville, Tennessee, sus uirectores son designades por cl Presidente eon acuerdo de Senado, % | Valle de Tencesee posee una superticie de aproximadamente 41,000 aillas cundradas y extiende sus aleanees en el territorio de siete Estados. 1” Para ua resumen de los desarcollos de la TVA hasta 1938, véase Public Papers and Addresses of Franklin D. Roosevelt, cit. vol. Mh, ps. 123-129. En fa actualidad, controla la produccién de encrgia para 2,9 millones de consumi= dares por un valor cercano a los 4 mil millones de dulares. 90 Historia Constitucional de los Estados Unidos Buanicst 1.2.9. Regulacién de las telecomunicaciones En materia de comunicaciones, fue promulgada en junio de 1934 la Federal Communications Act", por medio de la cual fue creada la Federal Communication Commission (ecc)"*, con el objeto de regular las comunicaciones interes- tatales e internacionales por cable y radio”. Su autorided no se extendia a las comunicaciones intraestatales”’, con ello el gobierno federal imitaba lo que ya habian realizado pre- viamente cuarenta y cinco Estados, que poseian comisiones reguladotas de las telecomunicaciones. No obstante, el 98% de las comunicaciones telefonicas no cruzaban los limites de los Estados”. Sus propésitos eran: Permitir que el pueblo de los Estados Unidos tenga disponi- ble dentro de to posible un servicio nacional ¢ internacional de comunicaciones por radio y cable, rapido, eficiente, con instalaciones adecuadas y a un costo razonable. La naturaleza de sus funciones fue tomada, en buena medida, de las asignadas a la icc®*, 15 48 Stat, 1064; 47 USC ISL y ss. 1 Reemplazd a la Federal Radio Commission de 1927 1 EI Titulo | de la dey, ademas de crear lo FCC, te imponia la obligacion de hacer accesible, tan pronto como fuera posible, a todo el pueblo de los Estados Unidos un servicio de comunicaviones nacionales ¢ internacionales, or cable e inalimbricas effciente y a precios rezonables. Esta obligacién se hha interpretado tradicionalmente como expresiva de la yoluntad del legislador de otorear a los servicios de telecomunicaciones naturaleza juridice de servi- cio de interés piblico y vardeter de servivio universal 78 Como en otros easos, sus funciones se han ido ampliando con el tiem- 1a», Menciono, por sjemplo, Ia Communications Satellite Aet. de 1962, 76 Stat 419, 47 USC 701-744, 79 Cfe, Huoen, Peter W.; Ketioge, Michael K., y Tuorne, John, Federal Telecommunicarions Law, 2 ed., Aspen Law & Business, Nueva York, 1999. 219 30 Me he referido a esta ley con més detalie en Biancnt, Alberto B.. Le regulacion econémica, t 1, Abaco, Buenos Aires, 2001. ps. 102 y ss. Cap. Vi 1.2.10. Or He seni: das que cor agotan el \ administra: ner una ide sién del ce su planific aspectos II cerrar este ve— de ot en la époc: Asi, pc el 4 de me mensaje so do esos lis dispuso la portes y be bajo de los ciera’!, Fu Moratoria Act)® aplic habia sane ailtimo, nut 4g st #2 48 St © En su la ley en esto declaraciba dt toreses de lo 6 dor de Le prop y que debe se las casas que 1 afliccidn gene vol p. 13S Brancrn gada en junio t medio de la Commission iones interes- autoridad no 2578, con ello ealizado pre- a comisiones tante, el 98% n los limites tenga disponi- + internacional eficiente, con te da, en buena a la obligacién el pueblo de fos « internacionales sta obligacién se lad det tegisiador huridica de serve ando com el tiem He 1962, 76 Star 4c, John, Federal eva York, 1999, ui, Alberto B., La 102 y ss, Cap. Vit La era de ta intervencién estatal... 91 1.2.10, Otras medidas regulatorias He sefialado hasta aqui las mas importantes de las medi- das que conformaron el New Deal. De todos modos, ellas no agotan el vasto programa de gobierno desarrollado bajo ta adminisiracién de F. D. Roosevelt, aun cuando permiten te- ner una idea bastante clara de sus alcances y de la dimen- sion del cambio operado en la economia norteamericana y su planificacién en el periodo considerado, que en algunos aspectos llegé a tener caracteres colectivistas. No quiero cerrar este punto sin hacer mencién —al menos muy bre- ve— de otra serie de decisiones que también fueron claves en la época. Asi, por ejemplo, en materia de transporte ferroviario, el 4 de mayo de 1933 el Presidente envid al Congreso un mensaje sobre legislacién ferroviaria de emergencia, Siguien- do esos lineamientos, el Congreso sancioné una ley que dispuso la creacién del cargo de coordinador federal de trans- portes y bosquejé un programa para la coordinacion de! tra- bajo de los ferrocarriles y la mejora de su situacién finan- ciera®!, Fue también importante la sancién de la Ley de Moratoria Hipotecaria (Home Owners Loan Corporation Act)® aplicable a las viviendas urbanas, similar a la que se habia sancionado para los productores agropecuarios®. Por Ultimo, numerosos entes y érganos regulatorios fueron crea- 81 48 Stat. 211 #2 48 Stat. 128. "Br su mensaje del 13 de abril de 1933, Roosevelt pidid ta sancidn de la ley en estos férmings: “Implicita en la legislacion que les sugiero hay una deslaravioa de politica nacioral. Esta politica se basa en que los amplios i tereses de la aacién requieren el lanzamiento ue resguardos especiales alrede~ dor de Ia propiedad vivienda, con garastia de estabilidad social y econémica, ¥ que debe ser una prevcupacidn del gobierno proteger a los propietarios de las casas que habitan cootea uaa injusta liquidaciOn forzosa en un momento de afliceion general” (Public Papers and Addresses of Franklin D. Roosevelt. cit. vol. Hl. p. 135). 92 Historia Constitucfonal de los Estados Unidos Bianca dost’. Ademés de fos ya mencionados, cabe recordar a Ia United States Maritime Commission, creada en reemplazo de la vieja United States Shipping Board para tratar una serie de cuestiones maritimas, entre ellas el trafico en alta mar, y la National Bituminous Coal Commission, creada por la Bituminous Coal Conservation Act. Tampoco puede dejarse de mencionar la Civil Aeronautics Board, creada en 1938 por la Civil Aeronautic Act*’, que conforma la sexta de las seis grandes comisiones reguladoras, segiin una clasificacién tradicional®®, Cabe citar también el dictado de la Federal Power Act de 1935% y la reorganizacién definitiva de la Federal Power Commission ocurrida en 1935, Hasta ese momento, la spc basicamente habia tenido facultades para otorgar licencias para la produccién de energia eléctrica a partir de cursos de agua navegables en tierras piblicas. En 1935 fue sanciona~ da la Public Utility Act®8, que le otorgo facultades para re- gular fa venta mayorista de energia eléctrica en el mercado interestatal, facultades que se ampliaron en 1938, con el dictado de la Natural Gas Act, que le permitid regular ta wansmision y venta de gas natural en el mismo mercado. Algunos afios mas tarde y ya bajo la Presidencia de Harry S. Truman, para la regulacién de la energia atomica fue dicta- da, en 1946, la Atomic Energy Act, que dispuso la creacién © Una obra clisica acerca de las comisivnes reguladoras es CusHMAn, Robert, The Independent Regulatory Commissions, Oxford University Press, Nueva York. 1941 #552 Stat 973, % Ellas son, en orden cronologico de creacién: Interstate Commerce Commission (ICC), Federa! Trade Commission (FTC), Federal Power Commission (FPC); Federal Communication Commission (FCC), Secucities and Exchange Commission (SEC), y la Civil Aeronautic Board (CAB). Sobre estas “big six”, véase Scnwantz, Bernard, The Professor and the Commission, Alited A. Knopf, Nueva York, 1959, 5716 USC 824a-B25, #8 49 Stat 803 ® Ley de junio 24 de 1938, 52 Stat. 821; 15 USC 717. 80 Atomic Energy Act, 60 US, Stat. 735. Cap. VIL de la Atomic reformada ¢ 2. EL New 24. La con a comi El peor plementacid estrados de oposicidn gy preciso anal hacer el rest Hacia I! sidencia, la conservador desde 1930 conformac fallecido en diatamente segunda ve: nuevo presi ° atomic > Son m Roosevelt y la The Duel Betwe Asimismo, un: citarse en 1a03 Nueva Jersey. dos Unidos: ask, et le New Dea. Unis (1935-19 Paris, 1958, % Revore Buanci recordar a Ja zn reemplazo atar una serie enalta mar, y reada por la suede dejarse vada en 1938 i sexta de las clasificacion al Power Act ederal Power nento, la FPC war licencias de cursos de fue sanciona- ades para re- nel mercado 1938, con el tid regular la mo mercado. ade Harry 8. ica fue dicta- o la ereacién vras 5 Custaaan, Iniversity Press, state Commerce Federal Power 2), Securities and AB), Sobre estas manission, Alfced fervencidn estatal... 93 Cap. Vil La era de (a tt de la Atomic Energy Commission (acc). Esta ley fue Inego reformada en 1954", bajo la Presidencia de Eisenhower. 2. El New Deal en la Corte 2.1. La composiciou del tribunal a comienzos de 1930 El peor de los fracasos que sufrié Roosevelt en la im- plementacién de su programa de gobierno, tuvo lugar en los estrados de la Corte Suprema”. Para comprender mejor la oposicién que el tribunal ejercié en contra del New Deal, es preciso analizar como estaba integrado éste cuando le tocé hacer el fest constitucional de! nuevo programa econémico. Hacia 1932, cuando Hoover finalizé su malograda Pre- sidencia, 1a Corte tenia dos alas claramente enfrentadas: la conservadora y la liberal, esta tiltima en minoria, pese a que, desde 1930, se hablan producido algunos cambios en la conformacién de la década anterior. El Chief Justice Taf habia fallecido en 1930, y en su reemplazo Hoover designé inme- diatamente a Charles Evans Hughes, quien acupaba esta segunda vez el sillén central”; mas moderado que Taft, el nuevo presidente no dejaba de ser un conservador. También °. Atomic Energy set of 1954, 68 Stat, 91Y; 42 USC 2011 % Son muchas las obras que se han eserito acerca de Ja lucha entre Roosevelt y ta Corts. Entce ellas menciono a Baket, Leonard, Back to Back, The Duel Between FDR and the Supreme Court, Macmillan, Nueva York, 1967. Asimismo, ua anilisis detenido de algunos de los easos mas célebres pueden citarse en Inoxs, Peter H., The New Dea! Lawyers, Princeton University Press, Nueva Jersey, 1982, El caso ha despectad interés tambign fuera de fos Esta dos Unides; asi, entre los aucores franceses vease Portu, Roger, Le Coar Supreme et le New Deal. Jurisprudence Constitwtionel de Ja Cour Supreme des Exats Unis (1935-1936) et reforme da pouvoir judiciaire (1936-1937), Recueil Sirey, Paris, 1938. 52 Recordemos que Hughes habla sido juez del tribunal entre 1910 y 1916, 94 Historia Constitucional de los Estados Unidos Buancut en 1930 habia fallecido Edward Sanford, que fue reempla- zado por Owen Josephus Roberts, otro conservador modera- do también, oriundo de Pennsylvania”, Finalmente, en 1932 se habia retirado Holmes, quien luego de treinta afios de servicios —y con 90 afios cumplidos— pasé a la poster convertido en uno de los iconos de la lucha contra el con- servadorismo de la etapa anterior. Su reemplazante debia equipararlo en condiciones inte- lectuales y la eleccién recayé, entonces, en otro de los eéle- bres liberals que ha tenido la Corte, Benjamin Nathan Car- dozo, tercera y iiltima de las designaciones de Hoover en el tribunal. Cardozo fue el segundo juez judio en integrarlo (el primero habia sido Brandeis), pero su eleccién no generé controversia alguna, ni por su credo religioso ni por sus antecedentes liberales. Habia sufrido postergaciones para integrar el tribunal como consecuencia de la oposicién de Taft, pero esta vez hubo una suerte de clamor nacional entre las principales universidades del pais y numerosos centros de opinidn para que fuera nominado. Hoover, reticente para designarlo. no to mas que resignarse y envid su propuesta al Senado, donde fue aprobada sin dificultad. El nuevo juez contaba, entonces, con 62 afios, poseia una frigil salud, te- nia pocos amigos y era soltero. Ensefiaba Derecho en la Uni- versidad de Yale y se habia dedicado primero a la profesion de abogado, y luego a la vida judicial. Al momento de ser designado era juez de la Corte de Apelaciones de New York. Tenia bien ganada, asimismo, reputacién nacional como uno de los juristas mas hicidos del pais, con varias publicacio- res en las cuales hacia gala de su fino pensamiento juridieo- ° BI paso de Owen Josephus Roberts por Ia Corte Suprema se extiende por 15 afios (1930-1945) que har. quedado marcados por su sinuoso manejo de Ins posiciones dentro del tribunal, ys que tanto enfrentd al New Deat alineado con lus horsemen, como se voles a favor de ayuél cuando acreciaron Ia teas contea fa Corte como consecuentia de su actitud host hacia el programa de gobierno de Roosevelt Cap. Vil filoséfico% en 1938, per cidn. De tod sidn demostr en el caso “T cuales la Con Asi, en i dos horseme: land y Butler De otto lado, Stone y Card cas. En et a las posicione 2. . La tole: Iniciaime ala liberal pe los casos ma Building and que se impug Minnesota, c Conducido p planteo de in ley se impug la Clausula en cuanto pe % Entre ell Law (1924) y Th 8 Eotce la L., Cardozo, Hat * Mencior 3 290 US. » Con disi Binvent e fue reempla- vador modera- nente, en 1932 reinta aiios de a la posteridad contra el con- idiciones inte- iro de los céle- in Nathan Cat ¢ Hoover en el en integrarlo cidn no generé 980 ni por sus “gaciones para 2 oposicién de nacional entre erosos centros , feticente para 6 su propuesta El nuevo juez. ragil salud, te- echo en la Uni ala profesion omento de ser s de New York onal como uno ias publicacio- siento juridico- prema se extiende sinuose manejo de New Deal aticeado arceciaron las erie "hacia el programa Cap. Vil La era de la Intervencién estatal... 95 filoséfico’’, Su paso por el tribunal fue breve, pues murié en 1938, pero dejé tras de si un aura de respeto y admira- cién. De todos Jos jueces de la Corte fue el que mas adhe- sién demostré al New Deal, quedando como tinico disidente en el caso “Panama Refining Co.”, uno de ios casos en los cuales la Corte mostré su claro disenso con el Presidente”. Asi, en la derecha del Tribunal militaban los denomina~ dos horsemen, es decir, Van Devanter, McReynolds, Suther- Jand y Butler”, francamente opositores al nuevo Presidente De otro lado, el sector liberal estaba integrado por Brandeis, Stone y Cardozo, dispuestos a apoyar las medidas econdmi- cas, En el medio, Hughes y Roberts intentaban equilibrar las posiciones 2.2. La tolerancia inicial Inicialmente, Hughes y Roberts hicieron mayoria con el ala liberal para admitir las regulaciones econémicas. Entre fos casos mas notables cabe citar, en primer lugar, a “Home Building and Loan Association v. Blaisdell"®, pleito en el que se impugnaba una ley dictada en 1933 por el estado de Minnesota, que habia dispuesto una moratoria hipotecaria. Conducido por el voto de Hughes”, este fallo resuelve el planteo de inconstitucionalidad en contra de aquella ley. La ley se impugnaba con base en el art. I, Seceién 10, es decis, la Clausula contractual de fa Constitucion norteamericana, en cuanto permitia la prérroga del plazo del rescate de las ° Entre ellas, The Nature of Judicial Process (1921); The Growth of the Law (1924) y The Paradaxes of Legal Science (1928). % Entre tas biografias sobre Cardozo puede citarse, Kavrwan, Andsew L., Cardozo, Harvard University Press, Massachusetts, 1998. 5 Mencionaos en el orden eronoligicw de sus designaciones %* 290 U.S. 398 (1934), © Con disigencia de los fatto horsemen. 96 Historia Constitucional de los Estados Unidos Blanc fincas vendidas en ejecuciones hipotecarias, por el término gue los tribunales estimaran equitativo, siempre que no ex- cediera del 1° de mayo de 1935. Ello, naturalmente, provo- caba una intervencién estatal en 1a esfera de una contrata- cidn privada, La Corte Suprema de Minnesota habia enten- dido vatido el acogimiento efectuado por los esposos Blaisdel! a la moratoria de la ley, y esta sentencia fue recurrida ante Ja Corte Suprema. Entre sus parrafos més salientes, pueden subrayarse los siguientes: No sélo las leyes existentes en los contratos gravitan para fijar las obligaciones entre las partes, sino que la reserva de los-atributos esenciales del poder soberano gravita también en los contratos como un postulado del orden legal. La poli- tica (@ plan de accién) de proteger los contratos contra la alteracién, presupone el mantenimiento de un gobierno por virtud del cual las relaciones contractuales tienen valor; un gobierno que conserva la autoridad adecuada para asegurar Ia paz y el bienestar de Ia sociedad ... No puede sostenerse que la prohibicién constitucional deberia interpretarse como gue impide intervenciones limitadas y temporaries respecto del cumplimiento forzoso de los contratos, si ellas fuesen hecesarias por una gran calamidad piiblica, como el incen- dio, la inundacién o ef terremoto (249 U.S. 47}. La reserva del poder del Estado, apropiada para estas condiciones ex traordinarias, debe considerarse que es parte de todos los contratos, como es la reserva del poder del Estado a fin de proteger el interés piblico en tas otras circunstancias @ que nos hemos referido. Y si el poder del Estado existe para dar alivio temporario contra Ia ejecucion de los contratos en presencia de desastres debidos a causas fisicas, como fuego, inundacida © terremoto, no puede decirse que ese poder sea inexistente cuando necesidades piblicas urgentes que requie- ran el mismo alivio, son producidas por causas econdmicas. Luego, el fallo enumera una suerte de catélogo de razo- nes que, reunidas, aseguran la validez del ejércicio del poder cecondmico de emergencia, Si bien ellas estén pensadas para Cap. Vil tun caso cones pauta orientac J) existe cio de intere 2) Ia ley mo, y 3) dada medic do po 4) elpla dica¢ 5) la ley emery Dos mese caso en el cv de ese Estadi mercio de la de la ley! disidencia de "291 us °C La Milk que debia pagers gue debian cob mayoristas Entre sv ne, el uso de La asuntos de iatert estar Iibres de le los derechos eo: porqué ef gobie de su propiedad ccontcatar con pe es el derecho de Bianco! por el 1érmino apre que no ex- Umente, provo- € una contrate- ‘ta babia enten- 3posos Blaisdell : recurrida ante lientes, pueden 08 gravitan para we la reserva de gravita también 1 legal. La poli- atratos contra la un gobierno por tienen valor; un Ja para asegurar nuede sostenerse erpretarse como vorarias respecto . si ellas fuesen como el incen- 47), La reserva condiciones ex- rte de todos los Estado a fin de anstancias a que > existe para dar es contratos en Jas, como fuego, ue ese poder sea ontes que req) sas econdmieas. tilogo de razo- ‘cicio del poder 1 pensadas para Cap. Vit La era de la intervencidn estatal... 97 uun caso conereto, no puede dudarse de que son titiles como pauta orientadora para otros pronunciamientos. Ellas son 1) existencia de una emergencia que obligue al ejerci- cio de poderes de emergencia a fin de proteger los intereses vitales de la sociedad; 2) la ley estuvo dirigida a satisfacer un interés legiti- mo, y no para ventaja de un grupo de individuos; 3) dada la naturaleza de los contratos afectados, el re- medio empleado s6lo era proporeionado y justifica do por la emergencia; 4) el plazo otorgado por la ley es razonable y no perju- dica a ninguna de las partes, y 5) la ley es de vigencia temporal, circunscripta a la emergencia que la originé. Dos meses después, la Corte en “Nebbia v. New York”!*0. caso en el cual se discutia la constitucionalidad de una ley de ese Estado, que creaba una comision reguladora del co- mercio de la leche'!, también admitié la constitueionalidad de la ley!", esta vez mediante el voto de Roberts y con la disidencia de los cuatro horsemen. Wo 291 U.S. 502 (1934) FO La Milk Control Betrd tenia como objetivo fijar et precio minima aque debia pagarse a los granjeros productores de leche, asi vomo los precios ‘que debian cobrar los intermediarios segtn furan comerciantes minoristas o mayoristas 102 Entre sus pirrafos mas salieates dijo: "Bajo nuestca forme de gobier no, el uso de la propiedad y In eelebravién de tos contratus son normalmente asintos de interés privada y no piblice, La regle general es que ambos deben cesar libres de la injerencia gubernativa. Pero ni los derechos de propiedad ni los derechos coniractuales son absolutos (Munn x. Mlinvis’, 94 U.S. 113), porque el gobierno no puede existe si el eiudadano puede usar 9 voluntad ide su propiedad en detrimento de sus conciudadanos o ejercer sa voluntad de ccontratar con pezjuivio de ellos. Tan fundamental como el derecho individual ¢ el derecho de le comunidad (o piblico) pare regularlo en el interés comin” 98 Historia Constituctonal de los Estados Unidos Bienes! 2.3. La aprobacién del abandono det patrén oro También —con igual mayorfa— se obtuvo una decisién favorable al gobierno en los casos vinculados con ta elim nacion de la obligacién del pago en oro a los titulares de bonos, reemplazdndolo por el pago en moneda devaluada, con el propésito de preservar las reservas en metélico!, Fueron tres casos resueltos el mismo dia' por el voto de Hughes, denominados “Gold Clause Cases”'°5. El primero de ellos, “Norman v. Baltimore & Ohio Railroad Co.”"", se relacionaba con deuda privada, en tanto que en los otros dos, “Nortz v. United States’? y “Perry v. United States” "8, se referia a deuda piblica nacional Como es facil de imaginar, se trataba de un tema central para la continuidad del programa de Roosevelt, de modo tal que el apoyo de la Corte se hacia indispensable. Para colmo, las decisiones judiciales producidas con anterioridad eran favorables a la cléusula oro, y asi lo reconoce la sentencia, bien que advierte que cuando tales casos fueron decididos la cldusula estaba en vigencia'™’, Dados estos antecedentes, ef 195 La situevién era dramitiea, Cuando estos casos fueron resueltos ta ‘emisi6n en bonos alcanzaba yea suma de 100 mit millones de Uolares y tas reservas en oro sole alearzaban a 8 mil millones, lo que hacia imposible el ceumplimienta de las obligaciones asumivias por el gobierno. Véase Bares, The Story of the Supreme Court, eit, p. 296 18 18 de febrera de 1938 "5 Un buen resumen de trabajos publicados con ovasiin de estos casos puede consultarse en Houzer, Henry M, (ed.), The Gold Clause. What itis and how 10 use it profitabie, Books in Focus. Nuva York, 1980. 86 294 U.S. 240 (1935), 197 998 US. 317 (1935) (08 204 U.S. 330 (1930), 108 The decisions of this Court relating to clauses for payment in gold did not deal with situations corresponding tu those now presented. “Bronson +, Rodes’, 7 Wall, 229: ‘Butler ¥. Horwitz". 7 Wall, 258; *Dewing v. Sears’, 1] Wall. 379; “Trebilcock ¥. Wilson’, 12 Wall, 687, ‘Thompson v. Butler’. 95 ULS, 694; “Gregory v. Morris’, 96 U.S. 619, See, also, “The Vaughan and Cap. vil voto del Ch decide corta pios, dice de oro” no imp un contrato superado el cendo los pe blecer un si alto de tales frustrarlas!!! 2.4, Los ca. ‘No obst: una escasa ‘Telegraph upholding gold was still jn eitet of such clauses N8 Ve a, contracts for pe contracts for th Twe a consequences, We are conven monetary systet power, the Cong between kinds « tender fur the pa was entitied 10 system, with re constitutional at and cannot bes and states anda that authovity. We thins thac it of the power gs Braver ‘én oro vo una decisi os con la elimi- los titulares de aeda devaluada, er metélico!?, * por el voto de "5 EL primero road Co.”", ge en los otros dos, ed States™!%, se un tema central elt, de modo tal ble. Para colmo, iterioridad eran ‘ce la sentencia, ron decididos la antecedentes, el fueron cesueltos ta nies de dOlares y las © hacia imposible el to. Véase Bares, The asion de estos easos fause. What itis and 980. for payment in gold presented. “Bronson Dewiag v. Sears’, Ut apson v. Butler", 95 “The Vaughan and Cap. Vil La era de la intervencién estatal... 99 volo del Chief Justice en el primero de los casos citados, decide cortar por Jo sano y, sin mayor atadura a los princi- pios, dice dogmaticamente que, en su opinidn, la “clausula oro” no importaba un contrato pagadero en metiilico, sino un contrato pagadero en dinero!', Heche esta afirmacién y superado el primer escollo, avanza ya sin tropiezos invo~ cando los poderes del Congreso para acuiiar moneda y esta~ blecer un sistema monetario uniforme. Luego, subido a lo aito de tales facultades, concluye afirmando que nada puede frustrarlas!™! 2.4. Los casos criticos sobre la delegacién legistativa No obstante, todas estas decisiones eran obtenidas por una escasa mayoria en la cual influia el peso de la autoridad Telegraph’, 14 Wall, 258; *The Emily Souder’, 17 Wall. 666. The rulings, upholding gold clauses and determining their effect, were made when gold ‘was still in circulation and no act of tee Congress probibiting the enforcement of such clauses fad been passed” (294 U.S. 240, p. 300}, NO “We are of the opinion thst the gold clauses now before us were not contracts for payment in gold coin as @ commodity, or in Bullion, but were contracts for the payment of money” (294 U.S. 240, p. 302). Hi We are nol concerned with consequences, in the sense that conseauences, lowever serious, may excuse an invasion Of constitutional righ. We are concerned with the constitutional power ef the Congress over the monetary system of the country and its attempted frustration, Exercising that power, the Congress has undertaken to establish a uniform currency, and parity between kinds of currency. and 10 make that currency. dollar for dollar, legal tender for the poyment of debs In the light of abundant experienee, the Congress was entitled to choose such a uaiform monetary system, and to reject a dual system, with respect to all obligations within the range of the exereise of its constiutiona! authority. The contention that these goid clauses are valid contracts, and eanmot be struck down proceeds upon the assumption that private parties, and states and municipalities, may make and enforce contracts which may limit that authority, Dismissing that untenable assurnption, the facts must be faced. We think tha: itis clearly shown that these clauses imterfere with the exertion of the power granted to the Congress, and certainly i¢ is not established that 100 Historia Constitucional de los Estados Unidos Biavent del Chief Justice Hughes. Estas victorias pirricas eran mira- das con descontianza por los hombres del gobierno, que avi- zoraban algiin fracaso inmediato, Para colmo-de males, du- rante su primer mandato (1933-1937) Roosevelt no habia tenido oportunidad de efectuar ninguna designacion en la Corte, pues no se produjeron en ella renuncias, retiros, ni fallecimientos. Finalmente, y tal como era previsible, se produjeron dos casos que golpearon en el centro del New Deal, en particu lar sobre la delegacion legislativa para sancionar los eédi- gos de Conducta impuestos por el Ejecutivo. El primero de ellos fue “Panama Refining Co, v. Ryan”!'2, conocido como el caso del hor oi! (petrdleo caliente) donde toda la Corte, con excepcin de Cardozo, vot en contra de una de las disposiciones de la nina. Esta ley habia delegado en el Pre- sidente facultades para imponer restricciones al comercio interestatal del petrdteo, con el objeto de controlar la so breproduccién y evitar la caida de los precios!, La Corte a través del voto del Chief Justice Hughes— declaré la inconstitucionalidad de la ley y del Codigo del Petroleo san- cionado en su consecuencia, afirmando que el Congreso habia producido una delegacién de facultades excesiva, con- traria a la separacién de poderes!'4, Inmediatamente. des- pués del rechazo constitucional del Codigo del Petroleo, el the Congress arbitrarily or eapricZously decided that such an interference existed” (294 U.S. 240, p. 316). 293 U.S. 388 (1935), ' La Seccidn 9 ¢ habia autorizado al Presidente a prohibir el transporte interestatal de petroleo producide en exceso del monte permitice por los es- ados. Precisamente, el “petroleo caliente” era el producido en exceso. 84 EL vow del Chief Justice Hughes, que conduce la opiaién mayoritaria det tribunal, dice en las partes pertinentes; “The Constitution provides that “All Legislative Powers herein granted shall be vested ia a Congeess of the United States, which shall consist of a Senate and House of Representatives” Article 1, § |. And the Congress is empowered “To make all Laws which stall be nevessary and proper for carrying into Execution’ its general powers. Article 1, § 8 par 18. The Congress manifestly is not permitted to abdicate or transfer Cap. VII Congreso sane nally Hot Oil. to others the esses Undoubtedly legisle a host of details wi Constitution has ne resources of flexib function in laying + selected insteurnen Hevits and the dete Legislature is to ap should have the aae calling for its exert the necessity and va authority whieh ha obscure the fimitath is to be maintainer limitations and tor cease in which the q are limits of delega We think that sect of oil praduetion it policy, has establi requirement, no 4 transportation is 19 A would be idle to power of the Cong the many decision distinctions nugate Congress could at» to the President or fot of the intrinsic ‘eonstitational prove of government. Sixt laid down by the exe no finding, no state the prohibition, Bot with historie practi cited in the margin and delegations are facts and condition exercise of the dele U5 1s USC 7) Buancrn icas eran mira- vierno, que avi- > de males, du- evelt no habia ignacion en la sins, retiros, ni produjeron dos val, en particu- ionar los eédi- El primero de conocido como toda la Corte, de una de las zado en el Pree 2s al comercio ontrolar la so- os!5, La Corte s— declard la 1 Petréleo san- e el Congreso excesiva, con- atamente. des- lel Petréleo, el aterference existed” ohibir el transporte Imitide por los es ‘pinign mayoritaria ition provides that a Congress of the F Representatives’ | Laws waich shat! al powers, Article abdicate or transfer 105 Cap. VIL La era de la intervencidn estatal, Congreso sancioné una ley que vino a reemplazarlo (Con- nally Hot Oil Act)!" to others the essential legislative functions with which it is thus vested. Undoubtedly legislation must often be adapted to complex conditions fovolving 4 host of details with which the rational Legislature caanot deal directly. The Constitution has never been regarded as denying to the Congress the necessary cesources af flexibility end practicality, which will enable it to perform its function in laying down policies and establishing standards, while leaving to selected instrumentalivies the making of subordinate rules within prescribed limits and the determination of facts to which the policy as declared by the Legislature is to apply. Without capacity to give authorizations of that sort we should have the anonisly of s legislative power which in many circumstances calling for ils exertion would be but a fuilty. But the constant recognition of the necessity and validity of such provisions and the wide range of administrative authority which has been developed by means of them cannot be allowed to ‘obscure the limitations of the authueity to delegate, if our constitutional system is to be maintained. The Court has had frequent occasion to cefer to these limitations and to review the course of congressional action ... Thus, in every case in which the question has been raised, the Court has recognized that thece are limits of detegation which there is no constitutional authority to transcend, We think that section 9 c) goes beyond those limits. As to the transportation of oil production in excess of state permission, the Congress has declared no policy, has established oo standard, fas taid down no rule, There is no requirement. no definition of circumstances and conditions in which the transportation is to be allowed or prohibited. In section 9 ¢) were held valid, it would be idle to pretend that anything would be left of imitations upon the power of the Congress to delegate its lawmaking function, The reasoning of the many decisions we have reviewed would be made vacuous and their distinctions nugatory. Instead of performing its lawmaking function, the Congress could at will and as to such subjects as it chooses teansfer that Function to the President or other officer or to an administrative body. The question is rot uf the intrinsic importance of the particular statute befure us, but oF the constitutional processes of Legislation which are an essential part of our system cof govecnment, Sixth, There és another objection to the validity of the prokibition laid down by the executive order under section 9 ¢). The executive order contains ‘0 finding. no statement of the grounds of the President's action in enacting the prohibition. Both section 9 e) and the executive order are in aotabte contrast ‘with historie practices (as shown by many statutes and proclamations we have cited in the margia) by which declarations of policy are made by the Congress and delegations are within the framessork of that policy and have relation to facts and conditions to be found and stated by the President in the appropriate exercise of the delegated authority” (293 U.S., ps. 424, 429-431). "5 15 use 715. 102 Historia Constitucional de los Estados Unidos Branca El segundo caso —que resulté mas demoledor atin para el gobierno— fue “A.L.A. Schechter Poultry Corp. v. United States”!'®, inspirado también en el voto de Hughes. Se cues- tionaba la autoridad presidencial —delegada por la Seccién 3 de la wira— para dictar el ilamado “Cédigo de las Aves Vivas”, que regulaba los estindares de competencia para la comercializacion de las aves de corral en el érea metropoli- tana y en el distrito de New York!!?, En este segundo caso, Hughes insistid en su critica a la ley con fundamento en la delegacién legislatival' y en esta ocasién ni siquiera Cardozo hizo causa comin con el gobierno, si bien votd separada- mente para conciliar esta posicién con la que asumiera po- cos meses antes en “Panama Refining”? He 295 US. 495 (1935). “7 La demandada, un matadero kosher de New York, habia sido multada ppor viotacidn # las nozmas del Codigo de las Aves Vives sobre competencia lal en materia laboral y comercial del vitedo Codigo ¥® Expresa el voro de Hughes en uno de sus parrafos sobre el punto: “Section 3 of the Recovery Act is without prevedent, It supplies no standards for any trade, industry or activity. It does not undertake (© prescribe rules of conduct to be applied to particular states of fact determined by appropriate administrative procedure, Instead of prescribing rules of conduct, i authorizes the making of codes to presecibe them. For that legislative undertaking, § 3 sels up su standards, aside from the statement of the general aims of rehabilitation, correction and expansion described in section one. In view of the scape of that broad dectaraiion, and of the mature of the few eesteictions that are imposed, the discretion of the Presideat in appeoving or prescribing ‘codes, and thus enacting laws for the government of trade and industey throughout the country. is viewally uafettered. We think thet the cede-making authority this vonferred is an unconstitutional delegation of legislative power" (295 US., ps. 541-542), "9 Segin Cardozo: “The delegated porver of legislation which has found expression in this code is not eanalized within banks that keep it from fovertfowing, It is unconfined and vagrant, if { may borrow my own words in an earlier opinion. “Panama Refining Co. v. Ryan’, 293 U.S. 388, 449, This ‘court has held that delegation may be unlaveful, though the act to be performed is definite and single, i tie necessity. time and oveasion of performance have been left in the enc to the diseretion of the delegate. ‘Panema Refining Co. ¥. Ryan’, supra. {thought that ruling went too far. | pointed out in an opinion Cap. Vil Ambos ca: el gobierno y se tiene en aquélla fue su va, a punto t cionalidad de 2.4.1, Otros « Ese mism bién nepativa Executor v. U remocion del absoluto!??, P tora se mani that there had bet nguice into evils 293 US. at p. 43 the occasion, butt us, is an atiempte for group of acts i effect, is a roving them” 295 U.S., 4120 Paro unas Sotirios A., The C Chicago Press, 1S 20 Eg Jos an de maya de 1935, 12 295 US 123 William E el presidente Coot Roosevelt deseabs do, pero Humphire era fa. La Cone podia remover a Siente— sin justa Bune dledor atin para Corp. v. United aghes. Se cues- por la Seccién go de las Aves ‘etencia para la irea metropoli- segundo caso, adamento en la quiera Cardozo voté separada- © asumiera po- habia sido muttada sobre competencia fos sobre el punto: pplics ae standards 2 preseribe rutes of ned by appropriate duet, it authorizes ve undertaking, § 3 © general aims of on-one. In view of he few restrictions Ming or prescribing rade and industey at the eode-making, legislative power" an which has found that keep it from my own words in 1S. 388, 440. This act to be performed F performance have sma Refining Co. v out in aa opinion Cap. Vi La era de la intervencion estatal... 108 Ambos casos ponen de manifiesto el enfrentamiento entre el gobierno y la Corte, ef cual se hace mas evidente atin si se tiene en cuenta que, desde el comienzo de su historia, aquélla fue sumamente tolerante con la delegacién legislati- va, @ punto tal que nunca habia declarado la inconstitu- cionalidad de una ley por excesos en la delegacion!??, 2.4.1. Otros casos criticos Ese mismo dia!!, la Corte produjo otra decision tam- bign negativa a los intereses de Roosevelt en “Humphrey's Executor v. United States”!? al establecer que el poder de remocién del Presidente sobre los miembros de la Frc no era absoluto", Pero la Corte no se detuvo alli; su tarea oposi- tora se manifest también en “Louisville Joint Stock Land that there had been *no grant to the Executive of any roving commission to inquire in:o evils and then, vpon discovering them, do anything he pleases” 293 U.S, at p. 435. Choive, though within limits, had been given him ‘as to the occasion, but nune whatever as te the means’. Ibid, Here. in the ease before us, is an attempted delegation not confined 40 any single act nor to any class for group of acts identified or described by reference to a standard. Here, in cffect, isa roving commission to inquire into evils and, upon discovery, carcect them’ (295 U.S., p. $51). 122 Para ana explicasién mas amplia de esta cuestién me remito a Banoen, Sotirios A. The Constitution and the Delegation of Power, The University of Chivago Press, 1975. 51 Eq Jos anales de la Corte se to reeuerda como el “Lunes Negro” (27 de mayo de 1935) 122 295 US, 602 (1935), 423 William E, Hampheey labia sido designado en el board ue la FTC por el presidente Covligge, obteniends Ivego un segundo nombramiento de Hoover Roosevelt ceseaba removerlo para poner en su lugar a un hombre de su parti- do, pero Humpheey se resistié invocando que su designacida por siete aftos ‘ert fija, La Corte le dio ta razdn, Sustuvo el tribuaal que el Presidente no podia remover a tos miembros de la FTC —que constituia un cuerpo indepen~ iente— sin justa causa, la que no existia en el caso “Humphrey”. 104 Historia Constitucional de los Estados Unidos Biancn Band v. Radford", al declarar la inconstitucionatidad de la Frazier-Lemke Farm Mortgage Act’® de 1934, afirmando que permitia la expropiacién de la propiedad sin una justa compensacidn, y en “United States v. Butler” !?6, donde, con un voto muy confuso de Roberts!’ la Corte puso en jaque otra de las leyes sostén del New Deal, la Agricultural Ad- Justment Act, por invadir poderes locales con los incentivos y subsidios otorgados a los agricultores. Igual suerte corrié en “Carter y. Carter Coal Co."!28 la Bituminous Coal Con- servation Act de 1935, que habia regulado salarios minimos y jornadas maximas de trabajo en las minas de carbon, La Corte declaré invalida la ley por considerar que regulaba materias reservadas a los poderes locales 2.4.2, Dos alivios poco sustanciales Dentro de esta andanada de fallos adversos, el gobierno tuvo un leve respiro con dos casos resueltos en febrero y diciembre de 1936. En el primero de ellos, la Corte declare la constitucionalidad de la tvs en “Ashwander v. Tennessee Valley Authority”!%, La demanda habia sido promovida por los aceionistas minoritarios de una compatiia distribuidora de energia eléctrica, que compraba el fluido producido por Ja empresa estatal, con el objeto de obtener la anulacién de dicho contrate y la declaracién de inconstitucionalidad de la ley de creacién de la Tennessee Valley Authority. La Corte mediante el voto de Hughes— enfocé la solucién del caso solamente en el aspecto constitucional planteado, y rechaz6 18 295 U.S. 555 (1935). "95-48 Stat, 1289 (1934), 125 297 US. 1 (1936). Votaron en disidencia Stone, Grandeis-y Cardozo. 126 208 U.S. 238 (1936). \ 207 US. 288, 346-48 (1936) Cap. vi la demanda so suficientes par E! caso. asi cuestién ligada hondo en el an: peligro implici entre accionis na la constituci do especifico « dejo sentadas e ido repetidas 1) la Corte cionalir tencios 2) nose p nalidad 3) no sep més ar a los ct 4) sielca tes: la cional: mente i 1991) The Ce io a friendly, non: questions “is legit determination of re never was the thou legislature could tr the legislative aet” Ht The Com advance of the nee 332 “The Cour cd by the ‘he Cow propesty presented is requ Biancr tucionalidad de 934, afirmando id sin una justa *, donde, con puso en jaque gricultural Ad- 1 Los incentivos al suerte corrié sous Coal Con- \larios minimos s de carbon, La vr que regulaba 308, el gobierno ys en febrero y a Corte declard cr y. Tennessee promovida por ia distribuidora + producide por Ja anulacion de sionalidad de la cority. La Corte ucién del caso zado, y rechazé vit La era de la intervencién estatal... 105 Br eee ee eee eee eee la demande sosteniendo que el Congreso tenia facultades suficientes para crear la compaiiia estatal, El caso. asimismo, permitio a Brandeis ocuparse de una cuestién ligada al control de constitucionalidad. Calando mas hondo en el analisis de Hughes, Brandeis advirtid acerea del peligro implicito que encierran pleitos como éste, trabados entre accionistas de una misma compafiia, donde se cuestio na la constitucionalidad de una ley sin que hay@ un interesa- do especifico en defenderla. A partir de esta observacion, dejo sentadas algunas reglas de trascendencia que luego han sido repetidas frecuentemente. Ellas son: 1) la Corte Suprema no puede declarar la inconstitu- cionalidad en un procedimiento voluntario y no con- tencioso'™, 2) no se puede anticipar una decisidn de inconstitueio- nalidad antes de la necesidad de decidirla'?; 3) no se puede formular una regla de constitucionalidad mas amplia que la requerida por los hechos precisos a los cuales ha de aplicarse!??; 4) si el caso puede ser resuelto de dos formas diferen- tes: la primera involucrando una cuestién constitu cional y la segunda involucrando una cnestidn mera- mente legal, debe optarse por la segunda solucion!; 159 +1) The Court will not 9385 upor the eonsttutionalty of legislation in u friendly, nonadversery, proceeding, declining hecause to decide such [questions “is Legitimate oniy ia the last resort, amt as a nevessity in the determination of real, camest, end vital controversy between individuals. It fever was the though thet, by means of a friendly suit. a party beaten in the fegisloture could transfer tothe courts an iaguiy as W toe consitetfonality of the legislative act™ TS she Couet will not anticipate @ question vf constitutional low in advance of the nevesity of deciding i” 132 “The Court will not formulate a rule of constitutions la broader than js required by the provise faets to whichis to be applied” DosThe Court will aot pass upon a constitutional question although property presented by the record, if there is also present some other ground 105 Historia Constitucional de los Estados Unidos Bravcwt 5) no se puede apreciar la constitucionalidad de una ley a instancia de una parte que no ha podido probar que Ja aplicacién de ésta le ocasionaba perjuicio™; 6) la Corte no puede declarar la inconstitucionalidad de una ley a instancia de una parte que se ha beneficia~ do con éstal?5; 7) una ley siempre debe ser interpretada de manera tal que se evite, en lo posible, su declaracién de inconsti- tucionalidad!5, El segundo caso fue “United States v, Curtiss-Wright Export Corporation”!"7, Aqui la Corte debia decidir si la de- legacién hecha por el Congreso en el Presidente para em- bargar envios de armamentos a los paises envueltos en la llamada “Guerra del Chaco” (Paraguay y Bolivia) era vali- da, Ciertamente, los dos precedentes inmediatos en materia de delegacién no alentaban una posicién favorable a la reso- lueién conjunta en fa cual se habia dispuesto la autorizacién al Ejecutivo. Sin embargo, la Corte no puso objeciones y se aparté de los dos precedentes anteriores sosteniendo que, en este caso, no se trataba de cuestiones domésticas sino de politica internacional, en la cual el Presidente posee mayo- res poderes ‘upon which the case may be disposed of, This rule has found most varied application, Thus, if a ease can be decided oa either of two grounds, one involving a eonstittional question, the ther a question of statutory vonstruetion ‘or genecal lav, the Court will decide only the lant" "4 The Court will not pass upon the validity ofa statute upon complaint of one who fails to show thet he is injured by its operation” TF The Court will not pase upon the constnutionality of a state at instance of one who has availed himself ofits benefits”. 18 “Whee the validity of an act of the Congress is drawn ia question, and even ifa serious doubt of consttutionality is raised, iis a cardinal principle that this Cours will fist ascertain whether a constuction of the statute is fairly possible by which the question may be availed” 87 299 U.S. 304 (1936), Cap. Vit La reacei¢ No obstan involueraban : te que la Cort siva con el ge pero nunca se revolucionaria Para agregor beneficiarse ¢ 1937. al inici vocar cambio nine old men) Si no podia p ria de otca for to de reforma para empaque Si bien pr la justicia fed te a la Corte. nuevo juez fe bian estado & no se hubiera cumplido 70 18 puede ve: tos anexos en W. pressignal Quacte 139 Debe ree Corte eta clevada adeewaca y prefe hacerlo. De heche sancionads en ma (Supreme Court + sign, se produje i das, Roosevelt ¢ cian en el tribuae Biancnt dad de una ley ido probar que srjuicio!; ucionalidad de > ha beneficia- de manera tal 6n de inconsti- Surtiss- Wright ccidir si la de- ente para em- avueltos en la ivia) era val tos en materia able a la reso- a autorizacion bjeciones y se aiendo que, en sticas sino de » posee mayo- ‘ound most varied bvo grounds. ane story construction {© upon complaint ty of a statute at avn in question, cardinal principle he statute is fairly Cap. vit La era de la intervencién estatal... 107 3. La reaceién politica. El Court packing plan No obstante los dos casos sefialados mas arriba, que no involucraban a las leyes centrales del New Deal, era eviden- te que la Corte Supreme habia adoptado una posicion agre- siva con el gobierno. Obviamente, se trataba de una crisis, pero nunca se habian dictado hasta el momento medidas tan revolucionarias y fa Corte no estaba dispuesta a dejarlas pasar. Para agregar un pico de tension, Roosevelt no habia podido beneficiarse con una vacante en !a Corte y a comienzos de 1937, al iniciar su segundo mandato, estaba resuelto a pro- vocar cambios en cl tribunal de los “nueve ancianos” (‘he nine old men), como se decia despectivamente de esa Corte. Si no podia producirlos por las vias naturales, los produci- ria de otra forma. Fue asi que envid al Congreso un proyee- to de reformas conocido como el Court packing plan (plan para empaquetar a la Corte)"'8 Si bien pretendia ser un sistema integral de reformas de la justicia federal, era claro que estaba dirigido directamen- te a la Corte. En lo esencial, permitia la designacion de un nuevo juez federal por cada uno de los existentes que ha- bian estado en el cargo por espacio de diez afios o mas, y no se hubieran retirado dentro de los seis meses de haber cumplido 70 afios'>’. Dicho nuevo juez seria designado en 15" Puede verse el texto completa de este proyecto de ley y sus documen- tus anexos en Wirz, Elder, Guide 10 the US. Supreme Court, 2 ed., Cone gressional Quarterly, Washington DC, 1990, ps. 957/975 ' Debe cecondarse que por aquellos afas la edd de les jueces de le Corte era elevada eomo consecuencia de que eerecian de un sistema jubilaorio adcouailo y preferian no retirarse aur cuando tuvieran edad sufieiente para haceclo, De hecho, cuando Roosevelt finelmente entendié et prodtema y ue sancionada en marzo de 1937 la ley de jubilaciones para los jueves de fa Corte (Supreme Court Revirement Aci), que peraitib a aquellos pereibir una pen- sia, se produjo inmediatamente ! rtico de Wills Van Devanter, que tenia 70 aos. Rousevelt avo ai la primere oportunidad de haeer su primera designa- cin en el tribunal 408 Historia Constitucional de tos Estados Unidos Bianca el tribunal donde el septuagenario se desempefiara, En to que a la Corte interesaba, ese proyecto habria permitido a Roosevelt colocar alli scis nuevos jueces elevando los miem- bros del tribunal a quince. Con ello, el Presidente se asegu- raba una eémoda mayoria. El proyecto, finalmente, fracasé en el Senado', pero el cambio de mentalidad en la Corte estaba producido y el Presidente pudo respirar mds alivia- doll, 3.1. Los efectos jurisprudenciales de la reaccién politica No obstante el fracaso del Court packing plan, la Corte habia advertido que, de persistir en su posicion antagénica con el gobierno, tarde 0 temprano perderia la pulseads y prefirié abandonar la contienda antes de que fuera demasia- do tarde. Roosevelt no habia incorporado todavia ningéin nuevo miembro como consecuencia de! retiro 0 fallecimien- to de cualquiera de los jueces existentes, ctrando Ja jurispru- dencia comenzé a ser mucho mas benévola con las nuevas medidas regulatorias. Ello puede apreciarse a través de un grupo de casos decididos entre marzo y mayo de 1937, que fueron emplea- dos para enviar las sefiales del cambio, E129 de marzo, por una mayoria de 5-4, la Corte en “West Coast Hotel v. Parrish"? declaré la validez de una ley sancionada en 1913 en el estado de Washington, referida al salario minimo que 1 En junio de 1937 la Comisibn de Estudios Judiciales tos habia recha~ zado por 8 2 10 votos y el 20 de julio la Camara Alte Tinalmente Io senienci6 ‘8 muerte con un voto de rechaza por 70 a 20. 'HI-Uq estudio detallado de esta crisis puede verse en McKzwna, Marian Cu. Franilia Roesevelt and the Great Constitsional War. The Court Packing Crisis of 1937, Fordham University Press, Nueva York, 2002, 12 300 U'S. 379 (1937). Cap. vil debia abonars Women Acty'4 afto anterior, | rel. Tipaldo’ una ley muy salarios minia (29 de marzo’ un fallo undn potecaria, qué inconstitucia: “NLRB. ¥. constituciona te, el 24 den en “Helverin} vamente, dos 4. Cambios Si Roose: baratar a la C cho menor q mente nunca 15 Elsie Pa aron el pago de ley, es correspor feniee otras consi ceontratar, oi 1a E ve la Corte— proteceidn de la moral y el bien 14 298 US 15 300 U.S 80301 US 19301 US M301 US. Buancis ‘fara. En Jo que ia permitido a ando tos miem- dente se asegu- Imente, fracaso lad en la Corte rat mas alivia- rplan, la Corte ion antagénica la pulseada y fuera demasia~ codavia ningin 10 fallecimien- ade La jurispru- con las nuevas srupo de casos fueron emplea- ) de marzo, por Joast Hotel y ionada en 1913 io minimo que les los habia eeche~ Imente lo sentencié McKensa, Marian The Court Packing 002 Cap. Vi La era de la intervencién estatal... 109 debia abonarse a mujeres y menores (Minimun Wages for Women Act). Lo curioso de este caso es que en junio del aflo anterior, la misma Corte, en “Morehead v, New York ex rel, Tipaldo”'**, habia declarado la inconstitucionalidad de una ley muy similar a la de New York, que también fijaba salarios minimos para el trabajo femenino, Ese mismo dia (29 de marzo), en “Wright v. Vinton Branch’, a través de un fallo undnime, fue convalidada una ley de moratoria hi- potecaria, que en una versién anterior habia sido declarada inconstitucional. El 12 de abril, nuevamente por 5-4, en “N.L.R.B. v. Jones & Laughlin Steel Corp.”"°, se declard constitucional la National Labour Relations Act. Finalmen- te, el 24 de mayo en “Steward Machine Co. v. Davis"? y en “Helvering v. Davis”, recibieron aprobacién respecti- vamente, dos disposiciones de la Social Security Act 4, Cambios en la composicién de Ia Corte Si Roosevelt hubiera advertido a tiempo que podia des- baratar a la Corte conservadora con un esfuerzo politico mu- cho menor que la ampliacién de sus miembros, probable- mente nunca hubiera propuesto el Court packing plan. El 145 Elsie Parrish y su_marido, empleades del West Coast Hotel, deman- davon el pago de las diferencias salariales que, por aplicacion de In susodicha fey, les correspondia, La ley fue considerada vélida por Ia Corte, senalandose, entre otcas consideraciones, que no vioiaba en modo alguno (x libertad de ccontratat. ni In Enmienda XIV de la Constitucién. “La libertad que se protege ice In Corte— es la libertad en una sociedad organizada que requiere de la proteceion de In ley coatta los males que amenazan Ia salud, la seguridad, la moral y el bienestar del pueblo’ 344 298 US. 587 (1956). 45 300 U.S. 440 (1937). 6 301 US.1 (1937). 1 301 U.S. 548 (1937). 48 301 US. 619 (1939). 110 Historia Constitucional de los Estados Unidos Brann gran problema que hasta entonces enfrentaban los jueces re- tirados era que sus haberes jubilatorios eran magros, de modo tal que permanecien en el tribunal hasta avanzada edad sin fnimo de retirarse. La situacién cambid en 1937, cuando eb Congreso sancioné una ley de jubilacién més benévola para los magistrados de la Corte!*”, la cual facilité rapidamente varias renuncias en el tribunal de los “nueve ancianos”. A partir de alli comenzaron a producirse una serie de vacan- tes! que dieron a Roosevelt Is oportunidad de nombrar, en total. ocho jueces y designar Chief Justice a Harlan F. Stone, lo que le permitid ser, después de Washington, e! Presidente que mas nombramientos habia cfectuado hasta ese afio. El primero en retirarse fue Willis Van Devanter, que renuncié en 1937. Su sillén fue ocupado por Hugo Lafayette Black, quien extenderia su permanencia en la Corte por es- pacio de treinta y cuatro aiios, hasta que un derrame cere- bral lo obligé a renunciar en septiembre de 1971. Murié ocho dias después'*!, Nacido en Alabama en 1886, al momento de su nombramiento era uno de los senadores que més ha- bian apoyado el programa reformador del Presidente. Su acuerdo no se hizo esperar ni ofrecid mayores resistencias; en menos de cuatro dias ef Senado, por un voto de 63 a 16, aprobé la designacién, No obstante esta contundente apro- bacién, muchos se preguntaron en ese momento si Roosevelt no tenia a alguien mejor para nombrar en la Corte. Black, salvo sus dos periodes como senador por el Partido Demé- crata, poseia un curriculum poco impresionante como abo- gado y funcionario en el ambiente rural de su Estado natal y, para colmo, en su juventud habia pertenecido al Ku Kl Klan, pese a que habia renunciado poco despues de afiliar- 49 supreme Court Retirement Act of 1937, 150 Algunas de ellas producidas también por el fallecimivnto de algunos jueces, 151 Entre sus biografias, puede eitarse Newnan, Roger K., Mago Black A Biography, Fordham University Press, Nueva York, 1997. Cap. Vil se? A pesar empefio de BI nos, quienes 1 la Corte!53. D en dara la Cc en la aplicaci lisa y lana de por conducto Seis mese se retiro Suth tambalear el man Reed, of General desc estudiado De ginia, pero co de un abogaé signados por paso por la C sido mas bier de Roosevelt de sus coleg debido a que En julio vacante el si F.D.R. desea hombres de r sor y abogade candidatos ni brar geograf jueces del Es 352 Bstuvo € 235 Véase la "88 Me refer 1 Ci Ase Bianca Los jueces re- igros, de modo wada edad sin 37, euando el benévola para 4 répidamente ancianos”. A arie de vacan- le nombres, en arlan F, Stone, sl Presidente a ese aio. Devanter, que ugo Lafayette Corte por es- derrame cere. 1, Murié ocho i. al momento s que més ha- ‘residente. Su § resistencias; to de 63 a 16, undente apro- 9 si Roosevelt Corte. Black, Yartido Demé- ute como abo- Sstado natal y, o al Ku Klux ués de afiliar- miento de algunos K., Huge Black, A Cap. Vil La era de la intervencién estatal... 114 se??, A pesar de sus pocos alentadores antecedentes, el des- empetio de Black ha sido memorable para los norteamerica- nos, quienes lo colocan en el podio de Jos grandes jueces de la Corte'S, Dentro de su generacién fue uno de Los primeros en dar a la Constitucién una interpretacion franca y amplia en Ja aplicacion de los derechos, y abogé por la aplicacién lisa y Hana de los derechos de la Enmienda V en los Estados por conducto de la Enmienda XIV!™ Seis meses después de Van Devanter, en enero de 1938, se retir6 Sutherland, otro de los “jinetes” que habian hecho tambalear el New Deal. Su reemplazante fue Stanley For- man Reed, otro fiel adherente al New Deal. que era Solicitor General desde 1935. Nacido en Kentucky en 1884, habia estudiado Derecho en las universidades de Columbia y Vir- ginia, pero complet6 sus estudios en forma privada en la firma de un abogado de su Estado natal. De todos los jueces de- signados por F.D.R., Reed fue el de menos renombre. Su paso por la Corte, finalizado con su renuncia en 1957, ha sido mas bien opaco. Si bien apoyé fielmente las decisiones de Roosevelt, sus votos fueron mas conservadores que los de sus colegas en una época de cambios, probablemente debido a que se oponia al gobierno de los jueces'**. En julio de 1938 faliecié Benjamin Cardozo, dejando vacante el sillén que antes habia ocupado Holmes. Si bien FD.R. deseaba designar a Felix Frankfurter, uno de sus hombres de maxima confianza y ademas un brillante profe- sor y abogado, el Presidente inicialmente prefirid buscar entre candidatos nacidos al oeste del rio Mississippi, para equili- brar geograficamente una Corte que ya tenia demasiados jueces del Este, Frankfurter, no obstante, se movié con ha~ 152 Bstuvo afitiado entre 1921 y 1926. 195 Wéase la encucsia en ABRAHAM, Justices & Presidents. ct. 134 Me refericé especificamente a esta cuestioa en § 10 155 Cff, Aonatant Justices & Presidents, cit, p. 216 412 Historia Constitucional de tos Estados Unidos Bravest dilidad entre los asesores de Roosevelt y éste, finalmente, lo nombré en enero de 1939 Una vez en el Tribunal, Frankfurter desarrollé la misma energia que habia puesto en todos sus cargos anteriores y se mantuvo como uno de los principales confidentes del Presi- dente. Originario de Viena, Austria, Frankfurter fue el sexto juez de la Corte nacido fuera de los Estados Unidos! y el tercer judio, luego de Brandeis y Cardozo, bien que no prac- ticaba su religién, al menos piblicamente Se habia criado en el lower east side de New York, un barrio humilde, y entré en la Universidad de Harvard donde se gradué en 1906 con honores. Luego de un breve paso por la profesién. entré a trabajar en {a oficina del fiscal de Dis srito de New York y desde alli, af lado de Stimson. el ascen- dente fiscal, Hleg6 @ ocupar cargos importantes en la Admi- nistracién nacional. Su nombre empezé a ser conocido tam- bién en el mundo académico. al ingresar como profesor de Harvard en 1914, y en el terreno profesional, donde actus en varios casos defendiendo leyes de salario minimo. Tam- bign hizo piblicos sus argumentos en defensa de Jos activis- tas italianos Sacco y Vanzetti. Su paso por la Corte le per- mitio consagrarse entre los “grandes” de acuerdo con la encuesta que vengo citando!”, pese @ que sus votos carecen del brillo intelectual de Holmes, que en pocas palabras y con frases muy bien encontradas lograba efectos contunden- tes, Los votos de Frankfurter, por el contrario, son extensos y por momentos sobreargumentados. Su nota més distintiva como juez. fue la autorrestriccion, que practicé aun en deci- siones donde estaba en juego la libertad religiosa, como fue 150 Los eineo anteriores aacidos en el extranjero fuzren James Wilson (1789-1798, Escovia); James Iredell (1790-1799. Ingtaterta): Wiikiam Paterson (1793-1806, (rlanda}; David Brewer (1889-1910, Esmimns, Turquia), y George Sutherland (1922-1938, Inglaterra) 157 Véase Apnatian, Justices & Presidents, ei Cap. vit el caso “We al que me re y fallecid er ciones sobre Louis D. @ Roosevelt te eneste cas Orville Dow loridas del 1 y fue criado facil; contra} a los 5, quec eso, sin emt sus desventé logré gradu mediante tra York e ingre gradud segu prictica com cuenta de qu completo a] Yale. Duran nnedy'®, qu Securities an 38519 US 3 La mas Supreme Court, 16 No solo tambien el de me con Mercedes F Heterman, ea 1 et De hee aire libre y Meg silvestee 12 padre di Bianca e, finalmente, rollé la misma anteriores y se ates del Presi- er fue el sexto Unidos! y ef que no prac- New York, un Aarvard donde steve paso por fiscal de Dis- rson. el ascen- en la Admi- conocide tam- 10 profesor de \, donde actud minimo. Tam- de tos activis- «Corte le per zuerdo. con la votos carecen vas palabras y os contunden- son extensos mas distintiva 6 aun en deci- iosa, como fue roa James Wilson William Paterson Turguia), y Georee Cap. vit La era de la intervencién estatal... 113 el caso “West Virginia Board of Education v. Barnette”!58, al que me referiré més abajo. Se retird de la Corte en 1962 y fallecié en 1965, dejando tras de si una serie de publica- ciones sobre Derecho y political, Louis D. Brandeis se retiré en febrero de 1939, dejando a Roosevelt una cuarta vacante para ocupar. El reemplazan- te en este caso, si fue un hombre de! Oeste. En efecto, William Orville Douglas, una de las figuras arquetipicas y mas co- loridas del Tribunal! habia nacido en 1898 en Minnesota y fue criado en el estado de Washington. Su infancia no fue facil; contrajo pardlisis infantil a los 3 afios y perdié su padre a los 5, quedando su familia sumida en la pobreza, Nada de eso, sin embargo, lo desalenté ni mind sus fuerzas. Superd sus desventajas fisicas con caminatas por la montafia'®! y logré graduarse de bachiller financiandose sus estudios mediante trabajos de todo tipo. En 1922 se trastadé a New York € ingresé en la Universidad de Columbia, donde se gradué segundo de su clase en 1925. Luego de una breve prdctica como abogado en una firma de Wall Street, se dio cuenta de que tenia poco vocacién para ello y se dedicé por completo a la ensefianza, primero en Columbia y luego en Yale. Durante el New Deal se contact con Joseph P. Ke- nnedy'®, que por entonces presidia la recientemente creada Securities and Exchange Commission, y entré a trabajar alli 158319 US, 624 (1943), 45% La més conocida de ellas probablemente, sea The Business of the Supreme Court, eserita junto con James Landis (citada en Cap. V1, nota 115) '6 No sélo ostenta el révord de permancacia, 36 afos (1939-1975), sino también el de mairimonios, pues se casé 4 veces: can Mildred Kidle, en 1923 con Mercedes Hester, en 1954, con Joan Martin, en 1963. y con Cathleen Heferman, en 1966 131 De hecho, # lo largo de toda su existencia fue un amaate de la vide al size libre y lego a escribir numerosos trabajos sobre proteccién de la vida silvestre 182 Padre de! Presidente John F. Kennedy. 114 Historia Constitucional de los Estados Unidos Bunch Poco después. entre 1934 y 1936, integré su Directorio. Todo ello le permitié acercarse al circulo personal del presidente Roosevelt y ganarse su consideracién y aprecio, Ya en la Corte fue un auténtica activista del liberalismo. rol que ejercié con amplitud cuando Garl Warren fue presidente del tribunal y por ef cual fuera muy criticado por los sectores conservado- res. Sus opiniones en algunos campos fueron tan radicales, que no tuvo empacho en disentir de la mayoria en decisio- nes que involucraban condenas a activistas de! Partido Co- munista y espias rusos en plena Guerra Fria!, Se cetird de la Corte en 1975 con la salud quebrantada por un ataque cerebral, y fallecié en 1980, Habia escrito 1306 votos, 550 en la mayoria, 173 concurrentes y $83 en disidencia A fines de 1939 murié Pierce Butler, uno de los dos “ji- netes” que todavia permanecian en el tribunal. y el candida- to para sustituirlo resulté ser Francis William Musphy, nom- brado en enero de 1940, Nacido en Michigan en 1890, Murphy poseia una extensa foja de servicios. Habia sido juez en Detroit y luego intendente de esa ciudad; también goberna- dor de las Filipinas y de Michigan, y al momento de ser nom- brado en la Corte era el ministro de Justicia (Attorney Gene- ral) del gobierno de Roosevelt. Al igual que su predecesor, era catélico y provenia del medio oeste, pero por sobre to- das las cosas adheria fervientemente al credo del New Deal, dato éste que era esencial en todo nombramiento, lo que hacia de las restantes condiciones un mero complemento de la primera. Su paso por la Corte no ha sido nada especialmente memorable. Fallecié de un ataque al corazén nueve afios después, dejando su vacante en manos del presidente Harry S. Truman, quien eligié en su reemplazo a Tom Clark. El cuarto y tltimo de los “jinetes” en dejar la Corte fue James McReynolds, quien se retiré en enero de 1941, Con 155 “Dennis v. United States", 341 U.S. 494 (1951), y "Rosemberg v, United States", 346 U.S. 278 (1953). Cap. Vil él desapareci¢ rios y tenaces designado sei poscia una e: nacional, sena politico nato nuneid en oct los 93. Fue ree Rutledge, un j Columbia y | fallecié en 19 en la Corte! 6S dado el eseas Rutledge, en + Entre Bysi mo juez en li Houghwout J: Stone cuando del retiro de « doble oportun nar un juez m Jackson, ¢ General al me Solicitor Gene cid brevemen Pennsylvania via, pero teniz tenido una bu 6! AL amu pero que este no Roosevelt. Anant 19 Encuesta 1 16 jem, p.Z ‘87 Ibidem. Brancnt zetorio. Todo el presidente faen la Corte € ejercid con el tribunal y conservado- tan radicales aen decisio- Partido Co- Se retiré de ar un ataque 6 votos, 550 jencia. 2 los dos *ji- y el candida- lurphy, nom- 890, Murphy ido juez en n goberna- de ser nom- ‘orney Gene- 1 predecesor, or sobre to- el New Deal, , lo que hacia mento de la specialmente nueve aiios idente Harry n Clark. la Corte fue ¢ 1941. Con emberg v, United Cap. Vit La era de la intervencién estatal... 115 él desapacecié del tribunal uno de sus jueces mas reacciona- rios y tenaces!™, Su reemplazante fue James Francis Byrnes. designado seis meses después. Nacido en North Carolina, poseia una extensa carrera politica. Habia sido diputado nacional, senador nacional y gobernador de su Estado. Como politico nato que era, no se sentia cmodo en la Corte. Re~ nuncid en octubre de 1942 y murié treinta afos después. a Jos 93. Fue reemplazado en febrero de 1943 por Wiley Blount Rutledge, un juez de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia y profesor en la Universidad de Colorado gue fallecié en 1949. Byrnes ha sido clasificado como un failure en la Corte!®5, Jo que para algunos observadores es injusto dado el escaso tiempo que se desempeié en el tribunal!®. Rutledge, en cambio, esta considerado near great'®?. Entre Byrnes y Rutledge, Roosevelt design a su sépti- mo juez en la Corte. El nombramiento recayé en Robert Houghwout Jackson, que lend la vacante de Harlan Fiske Stone cuando éste fue elevado a Chief Justice con motivo del retiro de Charles E. Hughes. Ello dio a Roosevelt una doble oportunidad: elegir al presidente del tribunal y desig- nar un juez. més. Jackson, que por entonces tenia 49 ailos, era Aitorney General ai momento de su designacién y habia sido antes Solicitor General (procurador general), dos cargos que ejer- cid brevemente entre 1938-1939 y 1940-1941. Nacido en Pennsylvania en 1892, carecia de experiencia judicial pre- via, pero tenia buena reputacidn como abogado y habia ob- tenido una buena posicién econdmica ejerciendo su profe- 16 AL anunciar su retire expresd que habia intentado proteger a su pais, pero que éste no mereeia proteccién alguna si habia elegide tres veces a Roosevelt. Agawam, Justices & Presidents, ci. p. 227, 16 Eneuesta citada en Aseasans, Justices & Presidents, vt, 6 dem, p. 229, 16 pide, 116 Historia Constitucional de los Estados Unidos Buanicut sién en New York'6S; ademas, era un aliado incondicional de Roosevelt desde la época en que éste fue gobernador de New York. Su paso por la Corte no fue pacifico. De gran inteligencia y espiritu independiente, chocaba frecuentemente con algunos de sus colegas, especialmente con Hugo Black, con quien discutia agriamente en piblico poniendo en aprietos a Harlan F. Stone, un Chief Justice que, a diferencia de su antecesor, poseia pocas dotes para el liderazgo. En 1945, sin dejar formalmente la Corte, fue designado fiscal en el Tribunal de Guerra de Nuremberg para el enjui- ciamiento de los oficiales nazis, Esto no sdlo contribuyé a complicar su relacién con los restantes jueces de la Corte, sino que produjo en él un fuerte cambio intelectual. Dejé de ser un activista judicial y se convirtié en un sostenedor del self restraint, aliéndose en esta postura con Frankfurter, Pese a todo, su impronta ha quedado reflejada en muchos de sus votos, eseritos con pluma gil y convincente. Tal el caso de su famosa disidencia en el caso “Terminiello v. Chicago™'®, donde advirtid a sus colegas que no convirtieran el Bill of Righis en un “pacto suicida”!”®, No menos célebre es su defensa de la libertad de expresin en “West Virginia State Board of Education v. Barnetie™'7!, donde. a1 votar a favor de un estudiante que, por motivos religiosos!””, se habia ne- gado a saludar 1a bandera en plena época de guerra, sostuvo 1 pese a tener muy escasa formacién juridica, habia logrado ingresor en el colegio de abogado de ese Estado a ia edad de 21 altos, 10337 US. (1949). 119 This Court has gone far toward accepting the duetrine that civil liberty means the removal ofall restraints (rom these crowds and that all local attempts to maintain order ace impairments of ihe liberty af the eitizen. The choiee is rot between order and liberty. 1 is berween liberty with order and anarchy without either, There is danger that, ifthe Court does not temper its doctrinaire togie with a little practical wisdom, it will convert the constitutional Bill of Rights into a suicide pact” (337 US. 1, p. 37). 8319 US, 624 (1943), 7a testigo de Jenova Cap, Vit que la elimin: de los cemen do sentido de cer que la Co ble, solament 5. La revolu de 1937, Inmediate plan, la Corte i io una nu dujo la Hamac en opinién de del ingreso d No obstai Juego de los 5 atribuido un para ello el ca 15 “Those w exterminating dis! unanimity of the Derhece is substantial pronor We are not final t we are final” (°B, 3 Wease Le Constitucional Re Nueva York, 1995 New Deal Justice 176 Tribe sens Parrish” (citado situcional de 1937 The Foundation P ed, de 1998, p. 15 1 308 US, Buancet incondicional sobernador de fico. De gran cecuentemente 1 Hugo Black, ido en aprietos ferencia de su 10. fue designado para el enjui » contribuy6 a s de la Corte, ctual. Dejé de sostenedor del inkfurter. Pese nuchos de sus Tal el caso'de *. Chicago", eran el Bill of célebre es su Virginia State \ votar a favor +, se habia ne- uerra, sostuvo grado ingresar en rhe that civil betty all Local attempts izen, The choice is order and anarchy per its doctrinaire nstitutional Bill of Cap. Vil La ere ce la Intervencién estatal... 117 que la climinacién de! disenso solo producia la uniformidad de Jos cementerios'”. También supo demostrar ui profun- do sentido de la limitacion humana del tribunal, al recono- cer que la Corte no era el tribunal final porque fuera infali- ble, solamente era infalible porque era el final!” La revolucién constitucional de 1937. El caso “Carolene Products” Inmediatamente después de! fracaso del court packing plan, Ia Corte decidié cambiar y se ha dicho que con ello inicié una nueva era en el Derecho Constitucional. Se pro- dujo la llamada “revolucion constitucional de 193775, que, en opinién de algunos autores, se habria originado antes atin del ingreso de los nuevos jueces!”®. No obstante ello, a Ia serie jurisprudencial producida luego de los primeros nombramientos de Roosevelt se le ha atribuido un acta de nacimiento especifica. Se ha elegido para ello e! caso “United States v. Carolene Products Co,”!7?, 1° Those who begin coercive elimination of dissent soon find themselves exterminating dissenters. Compulsory unification of opinion achieves only the unanimity of the graveyard” [319 U.S, 624, p, 641) \4SThere is no doubt that if there were a super-Supreme Court, a substantial proportion of our reversals of stats courts would also be ceversed We are not final because we are infallible, but we are infallible only because we are final” ("Brown v, Allen, 344 U.S. 443 [1953]. p. 540). "5 vease Levcutersunc, William E., The Supreme Conrt Reborn. Te Constitucional Revalution in the Age of Roovevelt, Oxford University Press, Nueva York, 1995, esp. Cap, VIII, Puede citarse también Hockerr, Jeffrey D., New Deol Justice. Rowman & Littlefield, Maryland, 1996, "© Tiibe setala, por ejemplo, que con casos tales come “West Coast Hote! v, Parrish” (citado en § 3.1, nota 142) se produjo la lamada “revolucién conse titucional de 1937”. Taos. Laurence H., American Constitutional Law, 2 ed, The Foundation Press, Nueva York, 1988, ps, $81 y 769. Véase también (a 3" ed. do 1998, p. 1361 17 304 U.S. 144 (1938), 118 Historie Constitucional de los Estados Unidos Branca y mas especificamente la nota 4 al pie de pagina del voto mayoritario elaborado por el juez Harlan F. Stone. El caso —en si mismo, de poca importancia— se habia originado con motivo de la aplicacién de una Ley sancionada en 1923!7%, por medio de la cual se regulaba el comercio interestatal de la leche, que prohibia incluir en la leche descremada cual- quier producto, Fiera de la grasa ldctea, que tuviera aparien- cia de leche o crema, La empresa apelante habia sido san- cionada por violar esta prohibicién y sostenia Ia inconstitucio- nalidad de La ley. En su fallo, la Corte sostuvo la constitucionalidad de la ley por considerarla una regulacién valida del comercio interestatal que no afectaba la Enmienda V y, en la nota 4 al pie de pagina. Stone anoté una declaracin que ha sido in- terpretada como el anuncio formal de un gico importante en el control constitucional!”. Con un lenguaje que puede re- sultar un poco confuso para un lector extranjero, esta nota, en definitiva, indicaba que se iba a hacer un escrutinio cons- titucional mas estricto sobre aquellas leyes que pudieran afectar los derechos constitucionales contenidos en las en- miendas I-X y XIV'*?, Dicho de otro modo. hasta ese mo- 8 Conocida come Filled Milk Ae 1 Esta tendencia ciertamente alvanzarin aiveles expoaenciales a pactc de la década de 1950, cuando Earl Warren fue designady Chief Justice, 80 There may be narrower stope for aperation of the presumption of constitutionality when fegislation appears on its face to be within a specific Probibition of the Cunstitutign, such a5 those of the first ten Amendments, Which are deemed equally specific when held co be embraced within the Fourteenth .. {tis unnecessary to consider now whether legislation whi sesiciets those political processes which can ordinarily be expected 10 bring about repeal of undesirable legislation, is te be subjected to more exacting Judicial scrutiny under the general prohibitions of the Fourteenth Amendment ‘han ace most other types of legislation .. Nor need we enguire whether sin lar considerations enter into the review of stetues directed at particular religious ‘or national .. ur cacial minorities... whether prejudice against diserete and insular minorities may be a speviat condition, whieh tends Seriously to curtail the operation of those politica) processes ordinarily 10 be relied upon to protect Cap. vit mento la Cor constitucionai cos, A pertir estas altimas restringieran + A partir de sobre rieles. F para la comerc nalidad de las cia de Butler y Cooperative”! se convalids | mitida la cons del carbén biti Anthracite Co: Labor Standar Lumber Co."! minorities, and wa inquiry” 4 Para un ar Michael. °Mr, Just Rights Lave Jo Revisiteu", Cofums 182307 U S23 88 Aericuitur 188307 US. ¢ 85307 U.S, 1 La primers en 1936. Vease § 2 310 US. = "8 Cuma der blevia salarios y he comereio interestat 8312 USI Bianca gina del yoto tone. El caso dia originado Ja en 1923178, aterestatal de temada cual- ‘era aparien- bia sido san- inconstitucio- nalidad de la tel comercio ala nota 4 al te ha sido in- mportante en Jue puede re- ro, esta nota, srutinio cons- que pudieran os en las en- rasta ese mo- enciales a partir Ire Jestice presumption of within a specific len Amendments, raced withia the legislation whieh expected to bring to more exacting enth Amendment sire whether si articular religious ainst discrete and criously to curtail 4 upon to provect Cap. Vil La era de La intervencién estatal... 119 mento la Corte habia puesto especial énfasis en el control constitucional de las leyes que limitaban derechos econémi- cos. A partir de ese momento, dejaria de ser rigurosa con estas iiitimas y su énfasis seria puesto sobre las leyes que restringieran derechos no econdmicos!®!, A pactir de este fallo, las leyes del New Deal anduvieron sobre rieles. En “Muiford v. Smith” "2, un easo sobre cuotas para la comercializacién del tabaco, se declaré la constitucio- nalidad de la segunda ley de ajuste agricola!®?, con disiden- cia de Butler y McReynolds; en “United States v. Rock Royal Cooperative"! y “H. P. Hood & Sons. V, United States” ®, se convalidé la Agricultural Marketing Act. También fue ad- mitida Ia constitucionatidad de la segunda version de la ley del carbon bituminoso, sancionada en 1937'%8, en “Sunshine Anthracite Coal Co. v. Adkins” !#”, ¢ igual suerte tuvo la Fair Labor Standards Act, de 1938", en “United States v. Darby Lumber Co.”!, ‘minorities, and which may call for a correspondingly more searching judicial inquiry’ ‘8! Para un andlisis de esta nota a! ple de pagina pueden vitarse, Penny, Michael, "Mr. Justice Sione and Footnote 4", George Mazon University Civil Rights Law Journal, vol. 6, p. 35 (1996). y Pessu, Louie F, “Carotene Products Revisited”, Commbia Law Review, vol. 82, p. 1087 (1982) 12307 US. 38 (1939). 81 Agricultural Adjustorent set of 1938, "8507 U.S, $33 (1939), 1 307 U.S. 588 (1939). "8° La primera de estas versiones habia sido declarada inconstitucional en 1936, Vease § 2.4.1 187310 US. 381 (1940) "86 Uittima dentro de Ins piezas fegislaivas del New Deal, ests ley este- blecia salarios y heracios minimos de irabajo en negocios relacianados con el wsomervio interestatal 9312 US. 100 (1940), 120 Historia Constitucional de los Estados Unidos Busch 6, La libertad de expresion A lo largo de este periodo. entre las diversas libertades constitucionales que fueron expandidas figura la de expre- sidn, bien que con altibajos, segin resulta de los casos que examinaré a continuacién. De todos modos, el saldo que ellos arrojan deja en claro el cambio ideolégico que la adminis- tracién de Roosevelt habia producide en la Corte. 6.1, El piquete como forma de expresién Una de fas formas de protesta comunes en esta época, fueron los piquetes emplazados ante lugares de trabajo como forma de presionar para obtener mejoras laborales. Por aquel entonces, eran usuales las leyes que prohibian tal clase de manifestaciones, de modo que la inconstitucionalidad de éstas fue planteada en varios casos. Como antecedente inmedia- to la Corte tenia el caso “Truax v, Corrigan”, resuelto por la Corte de Taft en 1921! en contra de los:piquetes. Pero la suerte de éstos cambid en 1940, cuando la Corte decidid “Thornhill v. Alabama”"’', amparandolos bajo la libertad de expresién, El caso, una de las primeras aplicaciones de la no- tad de “Carolene Products”, se suscité con motivo del arres- toy condena de Byron Thornhill por violar una ley de Alabama que prohibia hacer piquetes frente a los lugares de trabajo. En su defensa, el acusado sostuvo que ello constituia una demos- tracién y que la prohibicién establecida en la ley era violatoria de la Primera Enmienda. Por medio de! voto del juez Murphy, la Corte acogio su argumento y declaré inconstitucional la ley, con una manifestacién expresa acerca de la importancia 99 Vease Cap. VI, § 2.2. 191 310 US. 88 (1940), Cap. Vil dle la libert convirtié er libertad de sentencias | No obst la Corte no Asi, en “Mi ries", se prohibir unc incurrido er fue admitid penters and ai en “Gibo 6.2. El lens (fightir Dos case la Corte al I) plantea si le nes odiosas cial, etc. En una victoria tolerancia de “The fv First Amendmea damental person Fourteenth Ame 199 Vease F Moventent, Harv 512 US ss US 98 336 US 197 Uno de a devision que: Banc as libertades la de expre- os casos que tido que ellos > la adminis ote. r esta época, trabajo como les. Por aquel 1 tal clase de lidad de éstas ate inmedi esuelto por la tetes. Pero la orte decidio la libertad de ones de la no- ivo del arres- y de Alabama de trabajo. En ia una demos- era violatoria juez Murphy, sstitucional la 2 importancia cap. vil La era de la intervencion estatat.... 121 de la libertad de expresién!, Con el tiempo, este fallo se convirtié en uno de los hitos jurisprudenciales en materia de libertad de expresién y ha sido citado en més de trescientas sentencias posteriores!”? No obstante este precedente, en varios casos posteriores la Corte no protegis los piquetes bajo la Primera Enmienda Asi, en “Milk Wagon Drivers’ Union v, Meadowmoor Dai= ties", se admitié una medida cautelar (injunction) para prohibir uno de ellos, pues los atiliados al sindicato habian incurrido en actos de violencia contra la fabrica. Tampoco tue admitido el piquete como forma de expresién en “Care penters and Joiners Union of America v. Ritter’s Cafe", nj en “Giboney v, Empire Storage & Ice Co."!96, 6.2. El lenguaje agresivo (fighting words 0 hate speech) Dos casos ilustran el tratamiento dado en esta época por la Corte al llamado “lenguaje agresivo”, el cual, en esencia, plantea si Ja Primera Enmienda protege también expresio- nes odiosas desde el punto de vista religioso, politico, ra- cial, etc. En ninguno de ellos este tipo de expresion obtuvo una victoria, si bien el segundo marca el camino hacia la tolerancia de la jurisprudencia posterior!’”, ' “The freedom of speech and of the press, which are secured by the First Amendment against abridgment by the United States, are among the fun- damental personal rights und liberties whieh are secured to all persons by the Fourteenth Amendment apsinst abridgment by a state” (310 US. 88, p. 95), 8 Vease Foraari, William E., Low and the Shaping of American Lobor Movement, Harvard University Press, Cambridge, 1991 198312 US. 287 (1941), 95 515 U.S. 722 (1942), 19° 336 U.S. 490 (1949), "7 Uno de los casos embleméticos en este derrotero Fue la revocacida de fa decision que no permitia evar adelante una marcha del Partide Nacional 122 Historia Const/tucional de los Estados Unidos Brac En “Chaplinsky v. New Hampshire”’**,.un testigo de Jehova habia sido arrestado por causar disturbios mientras predicaba. Al ser detenido insult6 a los agentes de policia Hamandolos “fascistas”, entre otros calificatives. Condena- do por aplicacion de una ley que prohibia la incitacién a pelear, apeld invocando la Primera Enmienda, pero la Cor- te!” confirmé la condena sosteniendo que aquélla no prote- gia esa forma de expresién. Esta primera derrota del lenguaje agresive fue moderada algunos afios después, en “Terminiello v. Chicago”. Arthur Terminiello, un sacerdote expulsado de su congregacién, de- dicado a insultar a los judios y al gobierno de Roosevelt, llevé adelante su prédica en un auditorio de Chicago ante una audiencia de ochocientos simpatizantes, Mientras se de- sarrollaba el evento, una multitud enfurecida con él, ubica- da afuera del local, arrojaba piedras y bombas. Luego de ser rescatado por fa policia, e! predicador fue arrestado y con- denado por aplicacién de una norma que prohibia causar disturbios y afectar [a tranquilidad. El Superior Tribunal del Estado confirmé esta condena, y todo ello ofteeid a la Corte una buena oportunidad para revisar lo decidido en “Chap- linsky”, No obstante, la cuestion no tuvo una sentencia de- cisiva sobre la materia especifiea; con una eseasa mayoria de 5-4! y sin resolver el fondo constitucional de problema, Ja Corte revocd la condena acudiendo a un tecnicismo legal. Con fundamento en “Stromberg v. California”®"?, dijo que Socialista en la ciudad de Skokie, tlinvis, donde residis una gran comunidad judia, “National Socialist Party v. Skokie”, 432 U.S. 43 (1997). 15315 U.S. SOR (1942), "99 Failo unanime con voto del juez Murphy. 30.337 US, 1 (1949), 2 Por la revovacidn de la condena voteron Black, Reed, Murphy, Douglas y Rutledge. 32 283 U.S, 359 (1931). Cap. vil la sentencia tion constituc Pese a que el obiter en el + libertad de ex incluso, afirn conduce a tac 2 But iti courts assumed 1 crdinanee was cor the importance of tinder a statute so under the parts of offense merely to ‘cannot avoid that i eonduet, not the points-that ais spr his speech within therefore, strain a ordingaee as cons courts. The recor constitutionality © 1p. 8. The vita on free discussion of government is, when it induces fs they are, oF e+ ‘challenging. It ma. unsettling effects : of speech, though ‘or punishment, un serious substantive or unrest... There view. For the alte legislatures, court: ps. dy 5), Buancsn an testigo de bios mientras es de policia os, Condena- \ incitacién a pero la Cor élla no prote- fue moderada go"?! Arthur xregacién, de~ de Roosevelt, Chicago ante (ientras se de- con él, ubiea- Luego de ser estado y con- ohibia causar r Tribunal det cié ala Corte do en *Chap- sentencia de- ieasa mayoria de problema, ismo legal. 207, dijo que a gran comunidad 977), + Murphy, Douglas Cap. vit La era de la intervencidn estatal... 423 {a sentencia apelada no habia resuelto correctamente la cues- tidn constitucional planteada por la defensa de Terminielio?”, Pese a que eludio el problema central, la sentencia tiene un obiter en el cual dice claramente que el fundamento de la libertad de expresién es promover el disenso, la discusién e, incluso, afirma que éste sirve mejor a sus propésitos cuando conduce a la critica y produce un estado de insatisfaccion2?™* 2° “But it is said that throughout the appellate proveedings the (llinois courts assumed that the oaly conduct punishable and punished under the ordinance was conduct constituting “Fighting words’, That emphasizes, however, the importance of the rule of the Stromberg case. Petitioner was not convicted under a statute so narrowly construed. For all anyone knows he was convicted under the parts of the ordinance (as construed) whieh, for example, make it an offense merely to invite dispute or to bring about a condition of unrest. We ‘eannot avoid thal issue by saying that al llingis did was to measuce petitioner's conityet, not the ordinance, against the Constitution. Petitioner raised both points-that his speech was protected by the constizution; that che inclusion of his speech within tte ordinance was a violation of the Constitution. We would, therefore, strain at technicalities to conciude that the constittionality of the ‘ordinanve as construed and applied 10 petitioner was not before the llinois courts. The record makes clear that petitioner at all times challenged the constitutionality of the ordinance as construed ang applied ta him” (337 U.S hp 6) ** “The vitality of civil and political institutions ia our society depends tn free discussion .. Accordingly 3 function of free speech under our system of government is 10 invite dispure, It may indeed best serve its high purpose when it induces a condition of unrest, creates dissatisfaction with conditions as they are, o even stirs people 19 anger. Speech is aften provoeative and challenging, [t may strike at prejudices and preconceptions and have profound unsettling effects as it presses fer acceptance of an ides, That is why freedom of speech, though not absolute ... is nevertheless protected ageiast censorship ‘oF punishment, unless shown likely te reduce a clear and present danger of @ serious substantive evil that rises for above public inconvenience, annoyence, oF unrest .. Tiere iS ao room under aur Constitution for a more restrictive view. For the alternative would lesd to standardization of ideas either by legislatures, courts, or dominant political or community groups” (337 U.S. 1, pady 5), 124 Historia Constitucional de los Estados Unides Branco 6.3. La vigencia de la libertad de expresién en wna “ciudad privada” En “Marsh v, Alabama" se planted un caso curioso, pues los hechos se desarrollan en el ambito de una ciudad cuya propietaria era la Gulf Shipbuilding Company. Grace Marsh, una testigo de Jehova, distribuia literatura religiosa, sin previa autorizacién, en Chickasaw (Alabama), donde las autoridades sostenian que, dada su condieida legal, no regia la Primera Enmienda. Advirtieron a Marsh que cesara en su actividad, y al rehusarse fue arrestada y multada, La Cor- te% revacd la condena impuesta por los tribunales locales, sosteniendo que la especial condicisn de la ciudad no impe- dia Ja vigencia de la Primera Enmienda en ella 6.4, El sonido amplificado Dos casos sobre expresién por medio de altoparlantes*™” evidencian algunas ambigitedades de la Corte de esta época En el primero de ellos, “Saia v. New York”2", se otorgé pro- teceién constitucional a Samuel Saia, un testigo de Jehova que predicaba en la calle utilizando un equipo de sonido, no obstante haber violado una ordenanza municipal que exigia la autorizacién previa para hacerlo. Saia, en su. momento habia obtenido el permiso, pero al pedir su renovacién le fue denegado. No obstante, continué utilizando su equipo y fue arrestado. En el juicio, varios testigos dijeron que el vo- 285 326 US, $01 (1946) 288 En ajustada mayoria votaron Black, Frankfurter, Douglas, Murphy y Rutledge. En minoria se ubicaron Stone, Reed y Burton. Jacksoa no perticipé 27 Lgs Hamados “loudspeaker cases” 208 334 U.S, 558 (1948), Cap. vit lumen emple mayoria??_ sosteniendo « men era inco a a autoridac Probabler siete meses “Kovacs v, C Justice Vinse Charles Kova un equipo de to. No obstan caso “Saia”, raucous” (alti a los ojos de 6.8. El lenge Tampoco cael llamado tensen’ Marina un su York’ mocion agreg fue sancionac cién callejera 29 por in ine Murphy y Rutledy 30 336 US, 2 Su protec nia Const 22516 US 2? Fallo und ¥ Vi vaso curioso, 2 una ciudad pany. Grace ara religiosa, a), donde las gal, no regia cesara en su ada. La Cor- rales locales, dad no impe- a oparlantes?®?” e esta época. © otorgé pro- 20 de Jehova de sonido, no al que exigia su momento, enovacién le > su equipo y on que el vo- wglas, Murphy y sson no participd Cap. Vil La era de la intervencién estatal... 125 lumen empleado era molesto. La Corte por muy escasa mayoria?”— declaré inconstitucional la disposicién legal, sosteniendo que no especificaba qué graduacion del volu- men era inconstitueional, 1o cual dejaba la cuestion librada a la autoridad policial. Probablemente, la débil mayoria en “Saia”, permitio que siete meses después se decidiera en forma contraria en “Kovaes v. Cooper™", donde el cambio de bando del Chief Justice Vinson ineliné 1a balanza a favor de la condena de Charles Kovacs —bajo una ley de New Jersey— por utilizar un equipo de sonido para instar a la afiliacién a un sindica- to. No obstante que la ley parecia ser tan vaga como la del caso “Saia”, pues aludia meramente a un sonido “loud and raucous” (alto y estridente), no parecié ser inconstitucional a los ojos de la Corte en este caso. 5. El lenguaje comerciat Tampoco obtuvo proteccién constitucional en esta épo- ca el llamado “lenguaje comercial”'!, En “Valentine v. Chres- tensen”?, un empresario de Florida habia comprado a la Marina un submarino en desuso que luego trasladé a New York utilizandolo para recreacién. En los panfletos de pro- mocién agregé una suerte de mensaje politico de protesta y fue sancionado bajo una ley local que prohibia la distribu- cidn callejera de publicidad. La Corte”? también confirmé 2 Por la inconstitucionalidad de Ia norma votaron Vinson, Black, Douglas, Murphy y Rutledge. 30-336 U.S. 77 (1949). Su proteceida aparece mts tarde en "Vicginia State Board of Pharmacy ¥, Virginia Consumer Council", 425 1.5. 748 (1976), 2316 U.S, 32 (1952), ® Fallo unanime con voto del juez Roberts 126 Historia Constitucional de {os Estados Unidos Bianca Ja condena sosteniendo que la Primera Enmienda no prote- gia el lenguaje comercial” 6.6. La prédica sobre ta libertad de afiliacin En “Thomas v, Collins", se discutia Ja constituciona- lidad de una ley de Texas que obligaba a registrarse ante una oficina estatal a quienes desearan forma parte de un sindica- (o. Un tribunal hab{a emitido wna orden ordenando a R. J Thomas, el vicepresidente de una organizacién denominada “Congress of Industrial Organizations”, que se abstuviera de violar esta ley. No obstante, al término de una reunién de obreros del petrdleo, Thomas solicité enfaticamente a los concurrentes que se afiliaran. Fue detenido por desobedien- cia a la orden judicial y multado. La Corte, por muy escasa mayoria®'®, revocd su condena y declaré inconstitucional la tey con fundamento en la libertad de expresidn y el derecho de reunién. 6.7. La critica a ta actividad judicial Una victoria para Ia libertad de expresin frente a la critica sobre la actividad de fos tribunales, fue obtenida en “Pennekamp v. Florida’?!7, En este caso se discutia si la pu- blicacién de un editorial, en el cual se criticaba a un tribu- nal por la forma en que estaba conduciendo dos casos en 214 Esta dovtrina fue mantenida por mis de tres décadas hasta el caso “Virginia Pharmacy Boaed v. Virginia Citizens Consumer Council”, 425 U.S. 748 (1976). 21533 US. 516 (1945), 216 En Ia mayoria votaron Rutledge, Black, Douglas, Murphy y Jackson, En la minoria lo hivieran Stone, Roberts, Reed y Frankfurter 20328 US. 331 (1946). particular, formulado Herald, qu administrac fundamente la eventual en la decis 7. La libe TA. La ba Durante —con suer Suprema pe rrollar el ec cio” (Free El prim tieut"?45, N doctrina de mente catél el catolicisr carecia de casa. Fue ¢ torizacién asi, un prec de la Prime en la autorir fallo undnit bien recone predicar, se 310 U meyms Busnes ada no prote- in vonstitueiona- rarse ante una de un sindica- nando a R. J 1 denominada se abstuviera na reunion de camente a los r desobedien- or muy eseasa astitucional la ay el derecho in frente ala ¢ obtenidd en ‘outia si la pu ba aun tribu dos casos en das hasta el case ouncil”, 425 U.S. Aurphy y Jackson ter 127 cap. Vit La era de (a intervencién estat particular, implicaba incurrir en desacato, Tal era el cargo formulado a John D, Pennekamp, editor asociado del Miami Herald, quien fue multedo por constituir una amenaza a la administracién de justicia. La Corte revocé fa condena con fundamento en que debia primar la libertad de expresion sobre la eventualidad de que una nota periodistica pudiers influir en la decisién de un caso judicial pendiente 7. La libertad de culto 7.1. La batalla de los Testigos de Jehova Durante este periodo, los Testigos de Jehova ofrecieron —con suerte dispar— numerosas oportunidades a la Corte Suprema para entender en casos de libertad religiosa y desa- rrollar el contenido de la Hamada “Cliusula de Libre Ejerei- cio” (Free Exercise Clause) de la Primera Enmienda EI primer caso de esta serie fue “Cantwell v. Connec- ticut”!®, Newton Cantwell predicaba, de casa en casa, la doctrina de los Testigos de Iehova en barrios mayoritaria- mente catélicos, repartiendo panfietos en los que se atacaba el catolicismo, Las autoridades lo arrestaron, sosteniendo que carecia de la autorizacién necesaria para predicar casa por casa. Fue condenado bajo una ley local que exigia esta au- torizacidn, pero la Corte revocd la condena, modificando, un precedente de 1879?!” que no extendia la proteccién de la Primera Enmienda a casos como éste, pues delegaba en fa autoridad estatal Ja cegulaci6n respectiva. Mediante un fallo undnime, preparado por el juez Roberts, la Corte, si bien reconocid que los Estados podian exigir licencias para predicar, sefialé también que se reservaba el derecho de ve- 28310 U.S, 296 (1940), 29 “Reynolds y. United States", 98 U.S. 145 (1879), 128 Historia Constitucional de los Estados Unidos rificar si las exigencias impuestas limitaban arbitrariamente el derecho al ejercicio del culto en funcién del contenido de la prédica. Un mes después de este caso, la Corte resolvié “Min- nersville School District v. Gobitis”, relacionado con un problema muy comin por ese entonces: la objecién plantea- da por los Testigos de Jehova en saludar a la bandera, En aquella época, una gran cantidad de Estados exigia a los alum- nos de las escuelas piblicas que comenzaran su dia de clase saiudando a la bandera. Con fundemento en una lectura tite~ ral del Exodo”', los Testigos se oponian a este saludo y ello se habia convertido en un conflicto en aproximadamente veinte Estados, donde en siete de ellos la cuestidn habia Ile- gado hasta los estrados judiciales, En Pennsylvania, lugar en el que se originé este caso, la legislacidn exigia el saludo y castigaba con la expulsién a quienes se rehusaran; tal ha- bia sido el castigo impuesto a Lillian y William Gobitis, dos hermanos de 12 y 10 aiios respectivamente, La Corte, en este caso, no fue benévola con Jos Testigos; el fallo fue elabora- do por Felix Frankfurter y sélo tuvo una disidencia, la de Stone; que recordé los principios anunciados en la nota 4 del caso “Carolene Products”. La mayoria, en cambio, se dejé llevar por la opinién de Frankfurter, un norteamericano na- turalizado que miraba con poca simpatia a quienes rehuian el cumplimiento de sus deberes civieos??? 310 US. 586 (1940) Cap. 20, versiculos 4 y 5; en estos versiculos, ef Exode dice: “Thou stralt not make uote thee any graven image, ur aay likeness of anything thal is in heaven above, or that is in the earth beneath, or that is in the water under the earth; thou shalt aot bow down thyself to them aor serve them”, y los Testigos entendian que Ia bandera era una images que la Biblia les prohibia Segin Frankfurter: “The religious liberty which the Constitution protects has never excluded legislation of general scape not ditected against doctrinal loyalties of particuler secis, Judicial nullification of legislation eannot Cap. Vi Una segund v, New Hamshi Hampshire, regi rizacién y pagar desfile o proces de Testigos de ¢ gregé frente a lz una denominads en varios grupe diversas partes tos. Varios de e denanza mencic teccién de su lil tuvieron suerte, las sanciones it razonable en te seguridad en ia Tampoco tu lika”??* aunque batalla que ven en Alabama, ha y vender literat za vigente exig libros, y Jones publicaciones ¢ Invoed en su de be justified by eucil there is no historie the long struggle for to 2 general law got 3 The mere possess concerns of a politi of political respons Bianca ubitrariamente sl contenido de esolvid “Min- ionado con un iecién piantea- (a bandera. En igia alos alum- su dia de clase na lectura lite- € salude y ello oximadamente stién habia lle- ylvania, lugar xigia el saludo usaran; tal ha- m Gobitis, dos ‘Corte, en este lo fue elabora- sidencia, la de sen la nota 4 ambio, se dejé americano na- wienes rehuian Exode dice: “Thou of anything that is in the water under serve them”, y los Biblia les prohibia > the Constitution ot direeted against legislation cannet Cap. vit La era de la intervencién estatal... 129 Una segunda derrota para los Testigos ocurrié en “Cox v, New Hamshire”™"#. En la localidad de Manchester, New Hampshire, regia una ordenanza que obligaba a pedir auto- rizacién y pager un derecho a quienes quisieran efeetuar un desfile o procesién en las calles. Un contingente numeroso de Testigos de Jehov4, sin recabar tal autorizacién, se con- prego frente a la sede de la municipalidad para llevar @ cabo una denominada “marcha informativa” y nego, distribuidos en varios grupos, caminaron en fila india por la vereda en diversas partes del centro de la ciudad repartiendo panfle- tos. Varios de ellos fueron arrestados por violacién a la or- denanza mencionada, y en su defensa bregaron por la pro- teccion de su libertad religiosa y del derecho de reunién. No tuvieron suerte, pues la Corte, en forma undnime, confirmé las sanciones impuestas, sosteniendo que la ordenanza era razonable en tanto tenia como fin mantener el orden y la seguridad en las calles. Tampoco tuvieron suerte los Testigos en “Jones v. Ope- lika’224, aunque este caso marca un punto de inflexidn en la batalla que venian librando, La municipalidad de Opelika, en Alabama, habia sancionado a Rosco Jones por distribu y vender literatura religiosa sin liceneia previa. La ordenan- za vigente exigia la obtencién de una licencia para vender libros, y Jones se defendié diciendo que sélo vendia sus publicaciones a quien quisiera pagarias, si no, las regalaba Invocé en su derecho la Primera Enmienda. Con una ajusta- ws for which be justified by attributing to the framers of the Bill of Rights there is no historic warrant, Conseivatious serupies have not, in the course of the long struggle for religious toleration, relieved the individual from obedience to a general law no! aimed at the promotion or restriction af religious beliefs 3 The mere possession of celigious convictions which contradiet the relevant concerns of & political society does not relieve the citizen from the discharge bf political responsibilities” (B10 ULS. 586, ps. $94-595), 33512 US. 569 (1941), 224 316 US. 584 (1942) 130. Historia Constitucionat de tos Estados Unidos Bunce da mayoria de 5-4”, la Corte mantuvo la constitucionalidad de la ordenanza sosteniendo que si Jones vendia sus libros ejercia una actividad comercial no protegida por la Enmien- da invocada, El caso, no obstante, 1uvo sus particularidades pues tres de los jueces disidentes, Black, Douglas y Murphy en un voto conjunto —sin indicar quién lo redactd— confi saron haberse equivocado al integrar la mayoria en el caso “Gobitis”??5, Pero la fortuna de los Testigos habria de cambiar a par- tir de este punto. En febrero de 1943, el juez Byrnes fue reemplazado por Rutledge, y éste hizo causa comin con la minoria de “Opelika” en los casos sucesivos. Asi en “Murdock y. Pennsylvania”””’ y en “Martin v. City of Struthers”??, dos decisiones emitidas el mismo dia, se obtuvieron triunfos contra leyes locales, con votos de Dougias y Black, respec tivamente. Finalmente, una nueva y més sonora victoria tuvo lugar en “West Virginia Board of Education v, Barnette”, donde los Testigos encontraron un nuevo y sélido aliado, salido de * En mayorfa voiaron Reed (autor del fallo), Roberts, Franktucter, Byrnes ¥y Jackson. En In minoria lo hicieron Stone, Black, Murphy y Douglas. RE Dijeron: “The opinion of the Court sanctions a device w! opinion suppresses or tends to suppress the free exercise of a eeligion practiced by a minority group, This is but another step in the direction which "Minersville School District v. Gobitis’ .. took against the same religious minority aad is 4@ logical extension of the principles upon which that decision rested. Since we joined in the opinion in the Gobitis case. we think this is an appropriate oveasion to state that we now believe that it was also wrongly decided. Certainly our democratic form of government functioning under the historie Bill of Rights fhas a high responsibility to accommodate itself to the celigious views of minorities however unpopular and unorthodox those views may be, The First ‘Amendment dues oot put the right freely to exercise religion in a subordinate position, We fear, however, that the opinions ia these and in the Gobitis case ido exactly that” (316 U.S. 584, ps, 624-625) 37 319 U.S. 105 (1943), B8319 US. MME (1943), 29319 US. 624 (1943), ch in our Cap. Vil la antigua may bid de bando redacté un fer dera que dere en plena Gue secuencia de dietado leyes dera. La viol: sdlo permitia bién sancione les empezaro bro a favor di proveniente 1 injunction (m cada, Al rede Rights se rec alla de las m Asi, tanto lo: ben poder ¢j constitucions ley no sdlo ct el debido pre también, com mo controlar proceso, que los derechos 290 “The ve from the vicissit ‘of majorities and by the courts. 0. press, freedom & be submitted to 624, p. 638). tp wei between the due Buancr stitucionalidad acdia sus libros por la Enmien- articularidades glas y Murphy, dactd— confe- oria en el caso cambiar @ par- vez Byrnes fue comiin con la si en “Murdock uthers”228, dos ‘ieron triunfos Black, respec oria tuve lugar ette”?28, donde iado, salido de Frankfurter, Byenes ¥y Douglas, evice which in our 1a religion practiced which ‘Minersville dus minority and is, on rested. Since we propriate occasion ‘ded. Certaialy our orie Bill of Rights religions views of may be. The First on in a subordinate in the Gobitis case La era de la intervencion estatal.... 134 Ja antigua mayoria de “Opelika”. Robert Jackson no solo cam- bid de bando dejando Ia cuestion 6 a 3, sino que ademas redacté un ferviente voto en un caso sobre saludo a la ban- dera que derogé fa doctrina de “Gobitis”, nada menos que en plena Guerra Mundial. Por aque! entonces, y como con- secuencia de lo decidido en “Gobitis”, los Estados habian dictado leyes muy severas en relacidn con el saludo a la ban- dera. La violacién de esta obligaciin, en algunos casos, no solo permitia expulsar a los nifios, sino que acarreaba tam- bién sanciones pecuniarias a los padres. Los casos judicia- les empezaron a acumularse y la Corte, con su nuevo miem- bro a favor de los Testigos, decidid aceptar una class action proveniente de West Virginia en la cual se solicitaba una injunction (medida preventiva) para que la ley no fuera apli- cada. Al redactar su voto, Jackson sefialé que ea el Bill of Rights se reconocen ciertos derechos cuyo respeto esta mas all de las mayorias y minorias que forman una sociedad, Asi, tanto los de la mayoria, como Jos de las minorias, de- ben poder ejercerlos*”. Sefialé, ademas, que el control de constitucionalidad debe ser mucho mas cstricto cuando una ley no’sélo colisiona con la Enmienda XIV, en tanto protege el debido proceso sustantivo (razonabilidad de a ley), también, como en el caso, con la Enmienda I. No es lo mis- mo controlar una ley bajo el estindar amplio y vago del debido proceso, que hacerlo cuando esta en juego, ademés, uno de los derechos fundamentales®*', 0 “The very purpose of a Bill of Rights was to withdraw certain subjects from the vivissitudes of poitical conteoversy, to place them beyond the reach of majorities and officials and to establish thera as lega principles to be applied by the courts. One's right to life, liberty, and properiy, to fre speech a fez press, freedom af worship and assembly, and other fundamental rights may not be submitted to vote: they depend on the outcome of no elections” (319 U.S, 624, p. 638). 21 ~Ia weighing erguments of the parties it is important to distinguish between the due process clause of the Fourteenth Amendment as an instrament 432. Historia Constituctonal de los Estados Unidos Buanct De todos modos, este fallo no fue suficiente pare dete- ner la campafia contra los Testigos. En Massachusetts, una sefiora Hamada Sarah Prince, Ilevaba a su sobrina de 9 aos a predicar con ella por la calle; la nifia se encargaba de dis- tribuir literatura religiosa. Las autoridades sancionaron a la sefiora Prince por violar la legislacién laboral de los nifios, que prohibia a los menores de 18 aos vender libros y otros productos por la calle. Al resolver 1a cuestién, la Corte de- cidié que debia prevalecer la legislacién laboral del Estado. y no la libertad religiosa?™? 7.2. Cindadania y libertad de culto Un caso interesante sobre la libertad de culto, en rela- cin con la obtencidn de la ciudadania, es “Girouard v. United States™?3, James Louis Girouard obtuvo la ciudadania nor teamericana ante un tribunal de distrito de Massachusetts ‘Al prestar juramento, sin embargo, dejd asentado que sus nes religiosas le impedian tomar las armas en de- ox wansmitting the principles ofthe Ficst Amendment and these eases in which itis applied for is own sake, The test of legislation which collides with the Fourteeath Amendment, because it also collides with the principles of the First fe much more deFiaite than the test when only the Fourteenth is involved. Muci vrthe vagueness of the due process clause disappears when the specific prohibitions of the First become its standard. The right of a State to regulate or exanapte, a public uility may welt include, so fer asthe due process testis Concerned, power to impose all ofthe cestrictions whick a [egislatre may have "rational basis’ for adopting, But freedoms of speech and of press, of assembly, nd of worship may not be infriaged on such slender grounds. They are sus Ceptible of restriction only to prevent grave and immediate danger to interests vrich the state may lawfully protect, Il is important so note that while its the Fourteenth Amendment which bears dicectly upon the State iis the more specific Timiting principles of the First Amendanent that finally govern this ease” (2 U.S, 624. p. 639), Prince v. Massachusetts", 311 U.S. 158 (1944), 299-328 U.S. 61 (1946). Cap. Vit fensa del pa militar sin © primera inste nes con fund ma, El cas precedentes, fundamento no es un reat dadania. Bly nal, sostiene de apoyar y den ser igua 7.3. Interpr De acue nida en la E blecer” ning neutrales en adoptar nin; Como cons! tiempo ent que podian de ellos, en gar en este El prim: Township” mitia a los Perten 28 Unite y Macintosh”, 25 “Cong religion 330 U Brann onte para dete- vachusetts, una orina de 9 afios sargaba de dis- incionaron a Ia 11 de Los nifios, t libros y otros n, la Corte de- ral del Estado, culto, en rela- ouard v. United iudadania nor- Massachusetts. antado que sus s armas en de- hose eases in which he collides with the ciples of the First, his involved. Muck when the specific a State to regulate, + due process testis wgislature may have press, of assembly, ands. They are sus- danger to interests 2 that while i is the is he more specific ween this ease” (319 cap. vil La era de ta intervencién estatal... 133 fensa del pais®™, Jo que no le impedia prestar ef servicio mititar sin entrar en combate. La decision del tribunal de primera instancia fae revocada por la Camara de Apelacio- nes con fundamento en dos precedentes de la Corte Supre- ma28, El caso dio oportunidad a esta ultima para revisar tales precedentes, y la decision de a Camara fue revocada con fundamento en que el deseo de armarse en defensa del pais no es un requisito excluyente para el otorgamiento de La ciu- dadania. El voto de Douglas, que lidera la opinién del tribu- nal, sostiene ademés que tomar las armas no es el unico medio de apoyar y defender a la nacién, y que otros servicios pue- den ser igualmente valiosos. 7.3. Interpretacion de la Establishment Clause De acuerdo con la llamada Establishment Clause, conte- nida en la Enmienda I, los Estados Unidos no pueden “esta- blecer™ ninguna religion®®, esto es, deben ser completamente neutrales en materia religiosa, no pudiende en consecuencia adoptar ningun culto como preferido ni, menos aiin, oficial. Como consecuencia de esta clausula, se han suscitado, de tiempo en tiempo, casos de impugnacién de normas locales que podian entenderse como opuestas a tal prohibicién. Dos de ellos, entre los que vale la pena mencionar, tuvieron lu- gar en este periodo El primero fue “Everson v, Board of Education of Ewing “Township”, motivado por una ley de New Jersey que per- mitia a los municipios reembolsar a los padres de nifios que it Day Adventist 279 U.S. 644 (1929) y “United States > Pestenecia a los Hamados Seve 255 “Uaited States v. Schisimmer 283 U.S. 605 (1931). ing an establishment of 134 Historia Constitucional de los Estados Unidos Biancr concurrian a escuelas parroquiales el costo de los mnibus escolares. El caso planteaba a la Corte dos interrogantes: a) si la cléusula constitucional se aplicaba también a los Esta- dos, y 6) cual era, en definitiva, su contenido. Por medio del voto de Black, el tribunal se pronuncié en forma unénime afirmando, en primer lugar, la vigencia plena de la cléusula, tanto para el gobierno federal, como para los Estados? Liegado al segundo punto, Black sélo obtuvo, en cambio, una escasa mayoria’”, pues sostuvo la constitucionalidad de la ley, una conclusion que puede no ser completamente com- patible con el énfasis puesto en la primera cuestion. Al afio siguiente, la Corte resolvié “Illinois ex rel. Me Collum v. Board of Education”, motivado por la presunta violacién constitucional que planteaba la ensefianza religio sa en algunas escuelas piiblicas. Si bien no existia un com- promiso estatal con ningan cutto en particular, lo cierto es que sc disponia de algunas horas de clase para que ministros de diversas creencias predicaran a los nifios. Aquellos que no desearan asistir a estas clases tenian hora libre, y los de- mas ocupaban estas horas cada cual con su pastor. Esta pric 28 The ‘establishment of religion’ clause of the Pirst Amendment means at least this: Neither a state nor the Federal Government can set up a church, Neither ean pass laws whick aid one religion, aid all religions, ur prefer one religion over another, Neither can force nor influence a person to g0 to oF to remain away from church against his will or force him to peofess a belief oF disbeliet in any celigion, No. person ean be punished for entertaining or professing religious deliefs or disbeliefs, for church attendance or ron attendsnee. No tax in any amount, large or small, ean be levied to support any religious activities or institutions, whatever they may be called, er whatever from they may adopt to teach or practive seligton. Neither a state nor the Fe= eral Government can, openly of secretly, participate in the affairs of any religious organizations or groups and vive versa, In the words of Jefferson, the clause against establishment of religion by law was intended to erect ‘a wall of separation between Church and State" (330 U.S. 4, ps. 15-16). 29 Votaron en ella, adereés de Black, Vinsoa, Reed, Douglas y Murphy. En contra se prununciacon Rutledge, Frankfurter, Jackson y Burtoa, 40°33 U.S. 203 (1948). Cap, vit tica fue impu y nuevament ‘caso. cambis sicién rigide Here not buildings ‘The Stats that it he through chinery?* 8. La igual Alo tary esfuerzos pc ante la ley, mento, ésta expandida e nal. El mas negros, mas blema més norteameric horizonte fi 8.1. El paw Ya vimo de “separad evidente, pt Unos perter 2-333 U, 22163 U, : Buancut de los émnibus nterrogantes; a) tbign a los Esta- ». Por medio del forma unanime ade la cléusula, los Estados?*8, 1Vo, en cambio, itucionalidad de letamente com- cuestion, nois ex rel. Me + por la presunta sefianza religio- existia un com- ular, lo cierto es ta que ministros s. Aquellos que libre, y los de- astor. Esta prac- st Amendment means cean set up a church, igions, or prefer one person to go to oF to © profess a beliel oF for entertwining or rendance of none sevied to support any called, oF whatever ra state nor the Fe 1 the affaies of any words of Jefferson, tended 10 erect “a 1, ps, 15-16). + Douglas y Murphy. ny Burton: cap. iL La era de la intervencién estatal... 135 tica fue impugnada como contraria a la Establishment Clause, y nuevamente fue Black el sedactor de la sentencia, En este caso, cambiando claramente de orientacién, adopté una po- sicidn rigida a favor de la clausula: Here not only are the state's tax supported public school buildings used for the dissemination of religious doctrines. ‘The State also affords sectarian groups an invaluable aid in that it helps to provide pupils for their religious classes through use of the state’s compulsory public school ma- chinery**! La igualdad ante la ley A lo largo de la déeada de 1940 la Corte hizo notables esfuerzos por aplicar debidamente la clausula de la igualdad ante 1a ley, contenida en la Enmienda XIV. Hasta ese mo- mento, ésta habia tenido una vigencia muy limitada que fue expandida en todos los campos en los que intervino el tribu- nal. El mas notorio fue el de la segregacién racial de los negros, més tarde lamados “afroamericanos”, que era el pro- blema mas acuciante que por entonces tenia la sociedad norteamericana en punto a la igualdad, pero ciertamente st. horizonte fue mas amplio. 8.1. El paulatino abandono de ta segregacion racial Ya vimos que “Plessy v. Ferguson”? establecié la regla de “separados, pero iguales”, cuya falacia era, por demas, evidente, pues los separados no eran iguales en absoluto. Unos pertenecian a una mayoria, cuyos miembros mas en- Ht 335 US, 203, p. 212 163 US. 537 (1896). 436 Historia Constituc: nal de tos Estades Unidos Biancnt cumbrados acumulaban la mayor parte de la riqueza del pail y los otros eran una minoria pobre y scmianalfebeta que juchaba por emerger de los estragos de la esclavitud. Por eso, @ medida que avanzaban los tiempos, la regla se con vertia en una forma cada vez mas odiosa de dividir a la so- ciedad civil. La doctrina de “Plessy” fue finalmente deroga- da en “Brown v. Board of Education”, pero antes de que se produjera este caso se dictaron algunos pronunciamien- tos que prepararon su camino. El primer ejemplo de esta serie es “Smith v. Texas”. Edgar Smith, un afroamericano condenado por violacién, apelé su condena con fundamento en que la gente de su raza era sistematicamente excluida de los jurados, denegandose con ello el derecho al juicio de los pares. La Corte, en forma unanime y por el voto del juez Black, sostuvo este argumen- toy declaré que la exclusidn alegada violaba la cldusula de igualdad* ‘Algunos afios después fue resuelto “Smith v, Allwright”, relativo a la igualdad ante el proceso electoral. Fl Partido Democratico de Texas no permitia que los ciudadanos ne- gros votaran en las elecciones primarias de su partido, una prictica que la Corte habfa tolerado en un caso anterior por entender que las primarias no constituian parte del pro- ceso electoral regular. Ello, naturalmente, era inexacto, es- pecialmente en los Estados del Sur con amplia poblacién negra, cuya exclusion determinaba, ciertamente, el result do de la eleceién general. Producido e! caso como conse- cuencia de la exclusion de Lonnie Smith de las primarias, su planteo ante la Corte fue tomado por la National Asso- 29-347 U.S, 483 (1954), 2311 US. 128 (1940) 289 Vease Fux una, Hiroshi: Burcen, Edgar W,, ¥ Krom, Richard, Race and the Jury. Racial Disenfranchisement ond the Search for Justice, Plenum, Nueva York, 1992, 2 92] US. 649 (1944). 267 “Grovery ¥. Tawasend”, 295 US. 45 (1935). Cap. vil ciation for ti (waacey™8, qui alas Hamadas te, por amplia primarias eran a cabo bajo el nales jurisdice ba que se tratat tal que la falta ba la Enmiend Mas espec mino hacia la “Mitchell v, U tado nacional primera clase p do el tren lege que debia abar al de la gente « imponta la reg bunales, Mite Commerce Co te interestatal’ vielaba la Inte fia se defendi la ley estatal, y. Ferguson”, gar el holding Es la orga tos Estados Unidc igualdad on el ejer sminneion racial, V S6lo vord 29313 US. 33) Me he ret Biancttl, La regule Branca iqueza del pais, ianalfabeta que esclavitud. Por la regla se con- dividir a la so- almente deroga- ro antes de que pronunciamien- 4 th v, Texal » por violacién, gente de su raza vs, denegandose Corte, en forma o este argumen- a la cldusula de v. Allwright”, oral. El Partido ciudadanos ne- su partido, una saso anterior?!?, n parte del pro- ra inexacto, es- nplia poblacién ente, el resulta- so como conse- ¢ las primarias, National Asso- ‘oom, Richard, Race for Justice, Pleour, Cap. Vit La era de la intervencién estatal... 137 ciation for the Advancement of the Coloured People (waace)}48, quien encontré en él una buena via para derribar a las lamadas all-white primaries. Tuvieron éxito. La Cor- te, por amplia mayoria®”, sostuvo que si bien las elecciones primarias eran una actividad propia del partido, se Ievaban a cabo bajo el control del Estado, lo que le daba a los tribu- nales jurisdiccion para intervenir en ellas. Todo ello indica- ba que se trataba de una actividad oficial del Estado, de modo tal que la falta de participacién de ciudadanos negros viola- ba la Enmienda XV. Mas especifico todavia que los dos anteriores, en el ca- mino hacia la derogacién de “separados, pero iguales”, fue “Mitchell v. United States”, Arthur W, Mitchell, un dipu- tado nacional afroamericano, comprd un boleto de tren en primera clase para viajar desde Chicago hasta Arkansas. Cuan- do el tren Hlegé al territorio de Arkansas, el guarda le indico gue debia abandonar el vag6n de primera clase y trasladarse al de la gente de color en cumplimiento de la Icy estatal que imponia la regla de Ja segregacion. En lugar de ir a los tr bunales, Mitchell planted su demande ante la Interstate Commerce Commission (icc) —ente regulador de! transpor- te interestata!?s!— alegando que la decision del ferrocarril violaba la Inferstare Commerce Act. Pot su lado, la compa- ‘iia se defendid sosteniendo que su accionar era valido bajo la ley estatal, le que, a su vez, seguia el precedente “Plessy y, Ferguson”, vigente por entonces. La Corte no quiso dero- gar el holding de “Plessy”, pero emprendié el camino hacia 5 55 la organizacién de defensa de los derechos civiles mas antigua de ng Estados Unidos, Fundade en 1909, su objetivo principal es imponer In fgualdad en ef ejereicia de los derechos y ia etiminacion der! odio y ta discri= minaeidn cacial, Véase [www.nezep org] 245 Solo votd ea disidencis el juez Roberts 256 353 U.S, 80 (1941) 2S Me he referido especificamente a su erencién y funcionamiento en Bianeit, La regulacién econdmica, cit, p. 39. 138 Historia Constitucional de los Estados Unidos Buancit alli decidiendo que la regla de la segregacién no se aplicaba en el comercio interestatal Cinco afios después fuc resuelto “Morgan v, Virginia”2®2, tun caso cuyos hechos respondian al mismo modelo anterior Irene Morgan tomé un émnibus en Virginia con destino a Baltimore (Maryland), y fue obligada a sentarse en la parte irasera del vehiculo. Ai rehusarse, fue arrestada por viola- cidn de la ley de Virginia que imponia la segregacién y su condena result confirmada por el Tribunal Superior del Estado. Intervino nuevamente la Naacr quien, por medio de uno de sus abogados, planted e! caso ante la Corte con fun- damento en que la ley de Virginia violaba la Claustla Co- mercial de la Constitucién, El tribunal —por mayoria de 6-1— hizo lugar a este planteo. Cuatro nuevos casos, todos decididos entre enero y mayo de 1948, completan esta serie, El primero de ellos, “Sipuel v. Oklahoma State Board of Regents”, tuvo ribetes dra- maticos en lo concerniente a la ejecucién de la sentencia, y prueba hasta qué punto la segregacién racial habia calado hondo en la sociedad norteamericana y se mantenia con vi- gor en pleno siglo xx. Ada Lois Sipuei, una excelente alum- na del Hamado State College for Negroes de Langston, Oklahoma, se inseribi6 para cursar Derecho en la Universi- dad estatal, la unica existente alli. No obstante contar con ¢ beneplacito de las autoridades universitarias, una ley local prohibia terminantemente a la Universidad aceptar alumnos afroamericanos. Su violacién acarreaba, ademas, la imposi- ‘on de fuertes multas. Como consecuencia, Sipuel no pudo inscribirse y su caso no tuvo éxito en las instancias de los tribunales de Oklahoma. Nuevemente, entonces, intervino la naac? Ilevando el caso ante fa Corte. Esta, mediante una breve decisién per curiam?**, ordend a la Universidad que prove- 328 U.S. 373 (1946), 259 332 US. 631 (1943), * Esto es, Sin indicar quién le redacto. Cap. vit yera a Sipue protection cl: it as soon as Aqui con de to decidid pia sentencia formidad con en la Enmien pronunciamiv de interpreta versidad; en de escuela p: “otros en sit accién negati volvié ante | el tribunal?* question bef tros)?5. Este victoria en € de esta perse en la Univers trador)*5’, “Bob-Lo de estos cast “Mitchell” y contra de la ferries que c nada, donde 29 Nuevanr Rutledge. 258 “Fisher candi White, The Press, Norman, 333 US Bian n no se aplicaba 1v. Virginia’??, nodelo antericr, a con destino a arse en la parte stada por viola- suregacion y su al Superior de] n, por medio de Corte con fun- la Cliusula Co- por mayoria de te enero y mayo e ellos, “Sipuel vo ribetes dra- + la sentencia, y al habia calado tantenia con vie excelente alum- s de Langston, en la Universi- te contar con el s, una ley local sceptar alumnos més, la imposi- Sipuel no pudo istancias de los 2es, intervino la Jiante una breve dad que prove- cap. vi La era de la intervencién estatal... 139 yera a Sipuel educacién, “in conformity with the equal protection clause of the Fourteenth Amendment and provide as soon as it does for applicants of any other group”. ‘Aqui comienza la segunda parte del caso, la ejecucién de lo decidide, cuyos avatares pueden originarse en la pro- pia sentencia, pues su vaguedad (proveer educacién de con- formidad con la eldusula de igualdad ante la ley establecida en la Enmienda XIV) sumada a la falta de fundamentos del pronunciamiento, iban a ser caldo de cultivo para todo tipo de interpretaciones caprichosas. Sipuel no ingresé a la Uni: yersidad; en reemplazo, ef Estado dispuso crear una suerte de escuela nocturna con tres profesores dedicados a ella y “otros en similares condiciones”. Todo esto produjo una re~ accién negativa en los alumnos de la Universidad y la Nac volvié ante la Corte reclamando una revisién del caso, pero el tribunal? se negé a decidir algo que excediera “the only question before us” (la iinica cuestion planteada ante noso- tros)*®, Esta victoria pirrica (si es que puede hablarse de victoria en este caso) no mind, de todos modos, el animo de esta perseverante mujer quien, afios después, se gradué enla Universidad y legé a ser una de sus (rustees (adminis- trador)*?, “Bob-Lo Excursion Co. v. Michigan” es el segundo de estos casos, y si bien sus hechos son similares a los de “Mitchell” y “Morgan”, una ley looal en este caso jugaba en contra de la segregacién, Bob-Lo era propietaria de unos ferries que corrian entre Detroit y Bois Blanc Island, en Ca- nada, donde habia un parque de diversiones visitado, pre- S Nuevamente per ceria, pero ahora con el disenso de Murphy y Rutledge. °88 =Pisher v, Hurst", 333 U.S. 147 (1948). 257 Véase su autobiografia, en Sinvxs Fisuer, Ada L., Matter of Black and White, The Avsobiography of Ada Lois Sipnel. University of Ostshoma Press, Norman, 1996. 258335 U'S. 28 (1948). 140 Historia Constitucionel de los Estados Unidos Bucs ponderantemente, por residentes de Michi iguiendo con las reglas de Ja segregacién, la compafiia no transportaba afroamericanos, hasta que en una de las excursiones se pre- senté un contingente de escolares en viaje de excursién. Todos ellos eran blancos, con excepeidn de Sarah Elizabeth Ray, a quien no se le permitié subir al ferry. La nifia promovid en- tonces una accién judicial imputando a Bob-Lo haber viola- do Ja ley de derechos civiles de Michigan. Los tribunales del Estado hicieron lugar a la accion pues la compaaia, bajo esta norma, era un transporte piiblico que habia ineurrido en un acto de segregacién. Al revisar el caso, la Corte coinci- did con esta interpretacién, pero debia decidir, asimismo, si la ley de Michigan era aplicable en el transporte internacio- nal no obstante la Cléusula Comercial, ya que, por corta que fuera la distancia recortida, finalmente se trataba de un via- Je entre Estados Unidos y Canada, Con fundamento en lo decidido en el caso “Morgan”, la Corte encontré el argu mento para rechazar el planteo de Bob-Lo diciendo que si bien se trataba de una materia regulada por el comercio in- ternacional. la ley estatal era aplicable por el fuerte interés del Estado en evitar la segregacién racial en el transporte publico. Otra forma de mantener separados a negros y blancos era impedirles vivir juntos en los mismos edificios. Si bien las normas locales que establecian esta separacion habian sido ya declaradas inconstitucionales en un caso de 19172, muchos propictarios, al vender la propiedad, establecian como condicién que los nuevos adquirentes no los traspasaran, a su vez, a personas de color. Dado que se trataba de acuerdos privados y no de una regulacién estatal, era poco probable que la Corte los declarara inconstitucionales, La Naace, que siempre seguia muy de cerca la jurisprudencia del tribunal con el animo de plantear los casos que le interesaban en el 2 “Buchanan y. Warley”, 245 U.S. 66 (1917). Cap. vit momento 0} politica fav: Ella se pres Estados Un Sovistica, ¢ misién en e Corte siguic que presum notar enton ferencia de de 1947. H. acuerdos de urbanas, y Kraemer"? si bien no fi 3, $e « Tambié ley para ter sido emple cuentes rei 1927. La lugar en “S dividuo que condenado Oklahoma? fue seguidc invocando aU 34 U Vease 3160 8 Oblah Buancnt 1. Signiendo con 0 transportaba ursiones se pre- -xeursién. Todos Slizabeth Ray, a ia promovié en- Lo haber viola- Los tribunales compaiia, bajo bia incurrido en ‘a Corte coinci- ir, asimismo, si orte internacio- &, por corta que taba de un via- adamento en lo contré el argue diciendo que si el comercio in- cl fuerte interés :n el transporte gros y blancos lificios, Si bien varaci6n habian aso de 1917%9, stablecian como 5 traspasaran, a tba de acuerdos poco probable La Naace, que cia del tribunal teresaban en el Cap. vil La era de la intervencion estatal... 141 momento oportuno, estaba a la espera de una circunstancia politica favorable que le permitiera atacar estos convenios. Ella se presenté al finalizar la Segunda Guerra cuando los Estados Unidos adoptaron, como contraste con la Unién Sovietica, el ro! de lideres del mundo libre. Asumida esta misién en el campo internacional, era poco probable que la Corte siguiera tolerando estos acuerdos indignos de un pais gue presumia ser ef campeon de la democracia, tal como hizo notar entonces uno de los dirigentes de la Naacp en la con- ferencia de abogados de Ja organizacién, celebrada en enero de 1947. Habia Ilegado el momento de embestir contra los acuerdos de segregacidn en la transferencia de propiedades urbanas, y dos casos dieron en el blanco. En “Shelly v. Kraemer"? y “Hurd v. Hodge”®*!, resueltos el mismo dia, si bien no fue declarada la inconstitucionalicad de estos con- venios, se decidié que no tenian fuerza ejecutoria 8.2. La eliminacién de ta esterilizacién como pena También fue aplicada la cliusula de la igualdad ante la ley para terminar con la esterilizacidn obligatoria, que habia sido empleada habitualmente en débiles mentales 0 delin- cuentes reincidentes a partir del caso “Buck y. Bell”, de 1927, La oportunidad para cambiar este precedente tuvo lugar en “Skinner v. Oklahoma”, Jack T. Skinner, un in- dividuo que arrastraba varias condenas por burto y robo, fue condenado a sufrir una vasectomia bajo la legislacién de Oklahoma”. Recurrié ante la Corte y Douglas, cuyo voto fue seguido por el Tribunal en pleno, revirtid el precedente inyocando fa misma equal protection que Holmes y la Corte $80 534 U.S. 1 (1948). 81 334 US. 24 (1948) 62 Vease Cap. VI, § 2.8, 09 316 U.S, $35 (1942) 281 Oklahoma Criminal Sterilization Act. oria Con: 142 Hist itucional de fos Estados Unidos Bianca de Taft babian desechado quince afos antes. Douglas advir- tid que la esterilizacién no se aplicaba en forma pareja Mientras un ladron de gallinas (como Skinner) podia ser esterilizado, no corrian iguai peligro los autores de los Ila- mados “white collar crimes” (delitos econdmicos), lo cual implicaba una discriminaci6n, Aplicando la regia estableci- da en Ia nota 4 de “Carolene Products”, sostuvo que el de- recho a procrear cra fundamental, y que toda ley que privare de él a una persona debia ser sometida a un control consti- tucional estricto. La ley de Oklahoma no superé el test por ser violatoria de la garantia de igualdad, 8.3. Los jurados sin presencia femenina Asi como los negros estaban excluidos de los jurados, también Jo estaban, en algunas ocasiones, Jas mujeres. Esta cuestién fue planteada en “Ballard v, United States”, donde Edna Bellard, condenada por fraude postal, alegé que en California, lugar donde se habia celebrado el juicio, las mu jeres eran sistematicamente excluidas de los jurados. La Corte se hizo cargo de este argumento sosteniendo que el jurado debia representar a todos Jos integrantes de la comunidad, requisito éste que no se cumplia en los jurados integramente masculinos, 8.4, La discriminacién hacia los japoneses Para finalizar, mencionaré dos casos vinculados con la segregacién racial de japoneses, los cuales ilustran sobre el esfuerzo de la Corte por erradicarla, En “Oyama v. Califor- nia”? se planted un caso de aplicacién de la llamada “Ley 285 39 U.S. 187 (1945) 290 332 U.S, 633 (1948), Cap. vil de Tierras ¢ California, transferir t obtener Ia ¢ dond sin c una fraecid incautar di los Oyama la mencion cuente, ace el pronune de Califor minos senc Se sigue de rio, es legit padre, ente por ende, § debia prob cidn sin ac tratamiente lo que es ¢ Algunc Commissic Durante la Ia cual. aq teamericar ner permit ciudadano dor, regr campo de so, que le Corte sost ceoaaai 28 Me © de ellos en § Bunun dougias advir- forma pareja er) podia ser ces de los Ila- cos), lo cual gla estableci- Vo que el de- 2y que privara ontrol consti- 26 el test por © los jurados, mujeres. Esta stes”?55, donde alegé que en uicio, las mu- ados. La Corte que el jurado a comunidad, integramente ulados con la .stran sobre el ma v. Califor- tlamada “Ley Cap. vit La era de la intervencign estatal... 143 de Tierras de los Extranjeros” (Aliens Land Act), vigente on California, que probibia ocupar, ejercer actos de dominio o transferir tierras a quienes no estuvieran en condiciones de obtener la ciudadania, Kajiro Oyama, un ciudadano japonés, doné sin cargo a su hijo Fred, ciudadano norteamericano, una fraccién de tierra, y el gobierno de California pretendid incautar dicha propiedad con fundamento en que con ello los Oyama pretendian evadir Ia prohibicién establecida en la mencionada ley. Los tribunales de! Estado, como es fre- cuente, acordaron la razén al gobierno, pero la Corte revood el pronunciamiento con las siguientes bases. La legislacion de California permite donar una propiedad, lo cual, en tér- minos sencillos, supone transferirla a titulo de regalo (gift). Se sigue de ello que toda donacién, salvo prueba en contra- rio, es legitima por aplicacién del beneficio de la duda. Oyama padre, entonees, actud dentro del marco de esta permisién; por ende, si California pretendia impugnar dicha donecién, debia probar que era ilegitima, Al haber impugnado la dona- cidn sin acordarle el beneficio de la duda, Oyama recibié un tratamiento diferente del que hubiera recibido otra persona, lo que es contrario a a cliusula de igualdad. Algunos meses después, en “Takahashi v. Fish and Game Commission”?®’, la Corte confirmé esta misma tendencia, Durante la Segunda Guerra, California sancioné una ley segtin Ja cual, aquellos que no pudieran obtener la cindadania nor- teamericana (Jéase, los japoneses) no podian tampoco obte- ner permisos de pesea en el Estado. Torao Takahashi, un ciudadano japonés que antes de la Guerra habia sido pesca- dor, regreso a su casa luego de haber permanecido en un campo de detencién?*, y pidid una renovacién de su permi- so, que le fue denegada por aplicacién de Ja citada ley. Le Corte sostuvo la ilegitimidad de esta decisién con funda- 334 U.S. 410 (1948), 268 Me referiré a estos campos y a le jurisprudeneia suscitada a propésito los en § 15.2. 144 Historia Constitucional de los Estados Unidos Brana mento en que atentaba contra la politica inmigratoria det gobierno federal, Dijo el tribunal que si los Estados Unidos permitian el ingreso de ciertas personas, los Estados luego no podian privarlos del derecho a trabajar por el hecho de no ser aptos para obtener la ciudadania, pues ello desalenta- ria 2 otros. en condiciones similares, a ingresar en el pais, lo cual en, liltima instancia, atentaba contra dicha politica 9. La defensa en juicio 9A. La ausencia de asistencia letrada en procesos capitales También se hicieron sustanciales avances en el terreno de la defensa en juicio, especialmente en casos de pena ca~ pital. No obstante ello, es preciso recordar que ya antes de 1937 se resolvieron dos casos que indicaban una tendencia favorable en ese sentido, En ellos, el tribunal revoed sendas condenas infames impuestas en tribunales de Alabama y Mississippi a personas de raza negra, mostrando asi que no estaba dispuesto a tolerar practicas judiciales en tas cuales se violaran los derechos mas elementales del convicto. Bien sabemos que por aquella época, no obstante la teérica igual- dad ante la ley proclamada por la Enmienda XIV, los negros eran tratados brutalmente en los Estados del Sur. Alli, sus condiciones de vida y de trabajo eran, por lo general, in- compatibles con estandares minimos de dignidad humana. Como vivo ejemplo de la completa desigualdad reinante entre aquéllos y los blancos, tuvieron lugar los dos casos que paso a mencionar. El primero de ellos fue “Powell v. Alabama”**, eonoci- do también como el caso “Scotisboro”?”®, suscitado como 2268 2 287 U.S. 45 (1932). 790 Se Lo conoee bajo ese aombre, pues los hechos se susvitaroa en esa ciudad del estado de Alabama, Cap. Vu consecuenci courtida dur jeres blanca tos. Los acu: dos sin asist compuesto 5 un solo dia fallo éste qu Alabama. La cin naciona bor Defense, boys” ante I: cargo del ca de la Enmic Sutherland?? de un nuevo Cuatro « ppi”?”3, don tales habia s po fueron ac co, Una vez policia haste te lo arbitrar la confesién alahorea. A estatal confi y otra organi Cooperation dor del Esta Esta, por el voed la conc 2, fetrados, ef mist No tuvieron ma > Ea disie 2 297 US Buanca nigratoria del stados Unidos Estados luego or el hecho de zllo desalenta- renel pais, lo ha politica sen el terreno os de pena ca- ue ya antes de una tendencia revocd sendas de Alabama y ndo asi que no sen las cuales convicto. Bien 2 tedrica igual- IY, los negros i Sur, Alli, sus lo general, in- nidad humana, ireinante entre casos que paso na™®, conoci- uscitado como Cap. vit La era de {a intervencién estatal... 145 consectencia de la denuneia de violacién —presuntamente ocurrida durante un viaje en tren— formulada por dos mu- jeres blancas contra nueve adolescentes negros y analfabe- tos. Los acusados fueron inmediatamente detenidos y juzga- dos sin asistencia letrada alguna’”!, Un jurado integramente compuesto por blancos condend a ocho de ellos, al cabo de un solo dia de juicio, a ser ejecutados en la silla eléctrica, fallo éste que fue confirmado por el Superior Tribunal de Alabama. La manifiesta injusticia de la condena Itam6 la aten- cidn nacional, y dos entidades, la waace y a International La- bor Defense, se disputaron la representacién de los “Scottsboro boys” ante la Corte Suprema, Finalmente, esta tiltima se hizo cargo del caso. Con fundamento en los derechos emanados de la Enmienda XIV, la Corte —por medio del voto de Sutherland?” revoed las condenas y ordend la produccin de un nuevo juicio con debida asistencia letrada, Cuatro aiios después fue resuelto “Brown v. Mississi- ppi”?”?, donde el patron de conducta de los tribunales esta- tales habia sido similar. Tres negros que alquilaban un cam- po fueron acusados de haber matado a un terrateniente blan- co. Una vez arrestados, fueron azotados salvajemente por la policia hasta que confesaron el supuesto crimen. No obstan- te lo arbitrario de {a obtencién de la unica prueba de cargo, la confesin fue admitida como tal y un jurado los condend ala horca, Al igual que en el caso anterior, Ia Suprema Corte estatal confirm la condena, Intervinieron entonces la Nace y otra organizacién denominada “Commission on Interracial Cooperation” quienes, junto con Earl Leroy, un ex goberna- dor del Estado, plantearon el caso ante la Corte Suprema. Esta, por el voto de Hughes, y mediante fallo undnime, re- vood la condena con fundamento en la Enmienda XIV. 2! Ningin abogado del lugar queri hacerse cargo del caso hasta que dos leyrados, el mismo dia del juicio, se presentaren a represeatar a los acusados No tuvieroo mas que treinta miautos pera preparar Ia defensa En disidencia votaron McReynolds y Butler. 29-297 US. 278 (1936), 146 Historia Constitucional de los Estados Unidos Biance Lugo de! ingreso de los nuevos miembros, el tribunal decidié “Chambers v. Florida”, en el cual Isaiah Chambers y ottos tres afroamericanos, habian sido condenados a muerte, acusados de asesinar un blanco en la localidad de Pompano, Florida, por un jurado integramente compuesto por blancos, Apelado el fallo ante ta Suprema Corte del Estado, ésta ad- virtid que la prueba de cargo habia sido obtenida mediante la confesién forzada de tos acusaclos, quienes habian sido acosados durante los cuatro dias seguidos que duré ef inte- rrogatorio policial. La Corte estatal ordené entonces un nuevo juicio en el cual otro jurado, también blanco, os encontré culpables. Contra esta segunda condena se interpuso un writ of certiorari, al cual a Fiscalia se opuso sosteniendo que aquélla no tenia jurisdiccién para revisar el caso. Por medio del voto del juez Black, la Corte, en un fallo undnime, sos- tuvo que la prueba de confesién obtenida indebidamente cons- tituia una denegacién del debido proceso bajo la Enmienda XIV y manifest, ademés, que el tribunal tenia jurisdiccién suficiente para determinar si la confesién, de hecho, habia sido obtenida en forma ilegal, En palabras de Black: Due process of law, preserved for all by our Constitution, commands that no such practice as that disclosed by this record shall send any accused to his death. No higher duty, no more solemn responsibility, rests upon this Court, than that of translating into living law and maintaining Chis constitutional shield deliberately planned and inscribed for the benefit of every human being subject to our Constitution-of whatever race, creed or persuasion?” También fue revocada una condena por homicidio dicta~ da sobre la base de una confesién obtenida por la fuerza en “MeNabb v. United States”?7*. 24 309 U.S, 227 (1940), 25 309 US. 227, p. 241 332 (1943. Cap. VIL 9.2. La aus en pri Hasta ag defensa en ju generosidad donde el acu contar con a ria de los E indigentes e1 si los derect se aplicaban incorporacid si, por el co Obviamente tal incorpore da. Cardozo, terio de [ain mayoritario que la auser constitucion damentalmer y Murphy, ¥ Corte adopta 9.3. La dob En “Stat debia decidi el mismo de: F316 US 9572 US 329 US

Potrebbero piacerti anche