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Poder y organización.
El poder considerado como tal tiene su específico sentido en su ejercicio que consiste en
los efectos objetivos de organización sobre la sociedad.
Lo que vincula al poder con su ejercicio es un deber ser que se expresa en la realidad
como norma, el poder se ejercita para ser acatado o llevar a cabo su fin, deber ser
aplicado, de ahí nace el deber de la norma en el ejercicio del poder.
La naturaleza misma del poder genera su deber ser, como norma comunitaria de
acatamiento y la misma comunidad enciende esta naturaleza del mismo en relación a su
existencia y su sentido de ser.
La norma es una expresión de la naturaleza del poder, para que este se ejercite conforme
así mismo.
La norma entonces genera una relación entre los sujetos, la relación de mando y
obediencia,
Poder y derecho.
La naturaleza propia del poder funge como creadora de la normativa del mismo, la
norma se expresa como deber ser del poder y el poder se expresa como deber ser de la
norma.
De la naturaleza del poder surge la norma, esta se institucionaliza como derecho que se
hace positivo cuando se escribe, lo cierto que lo que caracteriza al poder es ante todo su
función política, de ahí nacen sus características propias, cuando se viola la norma se
infringe el poder y ante tal situación el poder busca resguardase a sí mismo y realizar su
naturaleza, busca resguardar su función política, en este sentido la infracción se
constriñe y el poder reacciona con la coacción de la conducta.
La coacción del derecho no es más que una reacción del poder para preservar su
naturaleza misma.
Luego entonces en este sentido lo que referencia la manifestación objetiva del mismo es
ante todo el mando y obediencia que se basa ante todo como lo que llamaríamos el
vinculo entre la norma y los sujetos del Estado, que no es más que la coacción para el
ejercicio del poder en el derecho por la norma.
Así es como surge entonces una relación en el ejercicio del poder lo que se llama
capacidad coactiva del poder, esta ante todo se puede denominar como la realización
efectiva del ejercicio del poder, la coactividad se refiere al hecho en se obedece el
poder, se hace positivo el poder, esta coactividad no esta nunca solo sino que se basa en
la legitimación del mandato,
Coacción y consenso.
El orden jurídico en relación a sus fines y ejercicio del poder legítimo tiene como
función regular las fuerzas que están presente en las sociedades estas son la cooperación
y el conflicto, esto repercute directamente con la legitimación del poder, en tanto que
realiza sus fines específicos de orden de ambas, por que los seres humanos organizan
funciones de cooperación para fines comunes, a su vez que se generan diferencias que
se tornan conflictivas.
Estas relaciones son las que generan la naturaleza del poder a su vez que quedan
sometidas a él.
Legitimidad.
Según Weber existen tres tipos, legal- racional, que sustenta un orden legal con las
reglas de la razón y por tanto debe ser obedecido, el tradicional, que se basa en el hecho
de que las normas valen por su acatamiento reiterado, como normas inveteradamente
respetadas, y carismático, reconocimiento de que ejerce el poder en tanto que se cree
que el mismo posee cualidades extraordinarias o ejemplares.
Al ser un concepto tan difícil de enmarcar solo se puede decir que la legitimación de un
gobierno es de grado, la población le otorga n grado de legitimidad al poder.
La ideología.
En un sistema común de valores que vincula la legitimidad del poder la ideología juega
un papel fundamental.
Participación política.
Las actitudes de lo sujetos frente a la actividad política genera una cultura política, la
cultura política es el patrón de orientaciones individuales hacia la política entre los
miembros de un sistema político.
Cultura localista; los que manifiestan poco o ningún interés respecto del sistema
político.
Cultura súbdito; ciudadanos que acatan las normas y aceptan el beneficio de las mismas,
pero se muestran poco interesados en asumir una posición activa para influir en el
sistema.
Cultura participante; los que dirigen una integración de los procesos políticos