La luna y el rbol del tejo sta es la luz de la mente, fra y planteria. Los rboles de la mente son negros.

La luz es azul. Las hierbas descargan sus penas a mis pies como si yo fuera Dios, Pinchando mis tobillos y murmurando de su humildad. Humeantes, espiritosas nieblas habitan este lugar Separada de mi casa por una fila de lpidas Yo simplemente no puedo ver a dnde hay que ir. La luna no es puerta. Es una cara por derecho propio, Blanca como un nudillo y terriblemente alterada. Arrastra el mar tras de s como un crimen oscuro; est en calma Con la O-abierta de total desesperacin. Yo vivo aqu. Dos veces el domingo, las campanas sorprenden al cielo ---Ocho grandes lenguas afirmando la Resurreccin. Al final, sobriamente dan bong hasta sus nombres. El rbol del tejo seala arriba. Tiene forma Gtica. Los ojos suben tras l y encuentran la luna. La luna es mi madre. Ella no es dulce como Mara. Sus ropas azules desprenden pequeos murcilagos y bhos. Cmo me gustara creer en la ternura ----. La cara de la efigie, suavizada por velas, Inclinando, sobre mi en particular, sus ojos tenues. He cado un largo trecho. Nubes estn floreciendo. Azules y msticas sobre la cara de las estrellas. Dentro de la iglesia, los santos sern todos azules, Floating on their delicate feet over the cold pews, Sus manos y caras tiesas con santidad. La luna nada ve de esto. Ella es calva y salvaje. Y el mensaje del tejo es negrura -- negrura y silencio.