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1. Introducción
Como se ha señalado en las conclusiones del anterior tema los tests más
clásicos basados en el cociente intelectual presentan una serie de limitaciones
que les hacen poco viables ante determinados objetivos de evaluación. Así, en el
caso de deficiencias intelectuales importantes, estos tests no informan acerca de
los déficit en los procesos cognitivos que dan lugar a un determinado
rendimiento, por tanto, tampoco se sabe si tales deficiencias son reversibles o
no; al centrarse únicamente en el resultado final, se ignora en gran medida el
proceso que da lugar a ese producto final. Por otro lado, a partir de la década de
los años sesenta se empiezan a producir unos cambios dentro de la Psicología
que afectan de cierta forma a la concepción y evaluación de la inteligencia. Así,
con la aparición de la terapia de conducta, el psicólogo deja de ser un simple
“pasador” de tests para convertirse en “modificador” de conductas. Otro hecho
importante es que la larga discusión acerca de la influencia de la herencia y del
ambiente sobre la inteligencia se decanta por la aceptación de ambos factores
como determinantes de la misma, lo cual abre la posibilidad de la modificación
de la inteligencia. Por último, el auge que cobra la teoría del procesamiento de
información al plantear que las tareas para la resolución de un problema se
descomponen en pasos sucesivos pone en evidencia la concepción de la
inteligencia según los tests más clásicos. Todo ello da lugar a una corriente
nueva denominada potencial de aprendizaje que consiste en determinar la
capacidad de un sujeto para aprovecharse de un entrenamiento de mejora de la
inteligencia. Esta nueva concepción puede resumirse en el esquema que aparece
en la Figura 1. El que un individuo llegue a tener un desarrollo cognitivo
adecuado o inadecuado depende de dos tipos de elementos: factores distales
(herencia, factores orgánicos y estímulos ambientales) y aprendizaje a través de
un mediador. El desarrollo cognitivo adecuado se produce por la combinación
de ambos elementos, pero el déficit en los factores distales no es una condición
suficiente para un desarrollo deficiente, pues ese déficit puede ser subsanado
por un entrenamiento intensivo del mediador (Calero, 1995); es aquí,
precisamente en este nivel, en donde incide el potencial de aprendizaje.
3. 1. Tests perceptivo-motores
Dentro de esta modalidad podemos citar el Test de Organización de Puntos
(ver Figura 2), que consiste en una nube de puntos que el sujeto debe organizar
para formar una figura determinada, y la Figura Compleja de Rey que ha sido
descrita en el tema de técnicas neuropsicológicas. El objetivo de estos tests es
evaluar la capacidad de análisis y de organización mental, la estructuración y
organización de un campo complejo.
Coloca cada uno de los seis colores en el lugar apropiado, teniendo en cuenta los principios siguientes:
2 6 10 14 18 -- -- -- --
4 5 8 12 13 -- -- -- --
FIGURA 3. Representación del Test de las Bandejas (tomado de Alonso Tapia, 1992).
4. Pedir las explicaciones verbales sobre por qué son correctas o incorrectas
las distintas alternativas de respuesta.
5. Dibujar en la pizarra todas las posibles respuestas.
6. Terminar con la diapositiva correcta enfatizando por qué lo es.
La pauta de administración sigue el siguiente orden:
- Primer día: se realiza la evaluación pre-test con el test de la Matrices
Progresivas de Raven (escala de color o escala general, en función de la
estimación del nivel de ejecución del sujeto por la edad, presencia de
déficit, etc.)
- En los dos días siguientes: una o dos sesiones de entrenamiento en
función de la puntuación del pretest. Si en el pretest utilizamos la escala
de color del Raven el entrenamiento se realizará utilizando el material
del Nivel 1 del EPA; si se ha utilizado la Escala General se empleará el
material del Nivel 1 y 2.
- En el cuarto o quinto día se realizará el post-test aplicando de nuevo la
misma forma del test de Raven del pre-tests.
La Tabla 2 recoge las instrucciones específicas para el diseño 1 del EPA-2.
Os voy a enseñar algunos dibujos parecidos a los puzzles que hicisteis ayer; lo que
vamos a hacer es aprender algunos trucos que podemos utilizar con el fin de
hacerlos mejor.
A este dibujo le falta un trozo; mirad aquí abajo y buscad el trozo que falta. ¿Quién
me va a decir que trozo debemos escoger entre éstos? (Se señalan las seis posibles
respuestas).
- Si el sujeto escoge la alternativa 2:
De acuerdo, vamos a comprobar vuestra respuesta. Muy bien. ¿Por qué no es la 6?
¿Por qué no es la 4? ¿Por qué no es la 1 ó la 3? (Se muestra la diapositiva
respuesta).
Procesamiento secuencial
1. Movimientos de manos (2;6 a 12;5 años). Imitar una serie de movimientos de manos en el
mismo orden en el que se le muestra.
2. Recuerdo de dígitos (2;6 a 12;5 años). Repetir oralmente una serie de dígitos en el mismo
orden en el que se le presentan.
3. Orden de palabras (4;0 a 12;5 años). Señalar siluetas de objetos comunes en el mismo orden
en el que le son nombrados.
Procesamiento simultaneo
4. Ventana mágica (2;6 a 4;11 años). Identificar y nombrar un objeto que es expuesto parcial y
sucesivamente a través de una ventana.
5. Reconocimiento de caras (2;6 a 4;11 años). Seleccionar entre un grupo de personas
fotografiadas una o dos caras que le han sido expuestas antes brevemente.
6. Cierre guestáltico (2;6 a 12;5 años). Completar mentalmente un dibujo incompleto y
nombrarlo o describirlo.
7. Triángulos (4;0 a 12;5 años). Juntar triángulos de color azul por una cara y amarillo por otra
formando un dibujo que reproduce diferentes modelos.
8. Matriz de analogías (5;0 a 12;5 años). Seleccionar un dibujo o diseño que mejor complete una
analogía visual.
9. Memoria espacial (5;0 a 12;5 años). Recordar la posición de dibujos colocados al azar sobre
una página.
10. Series de fotografías (6;0 a 12;5 años). Ordenar serialmente una serie de fotografías que
ilustran un acontecimiento.
11. Vocabulario expresivo (2;6 a 4;11 años). Nombrar una serie de objetos fotografiados.
12. Caras y lugares (2;6 a 12;5 años). Reconocer y nombrar personas y personajes famosos o
lugares conocidos presentados en fotografías o dibujos.
13. Aritmética (3;0 a 12;5 años). Identificar números, contar y calcular.
14. Adivinanzas (3;0 a 12;5 años). Inferir el nombre de un concepto verbal concreto o abstracto
del que se le han dado diversas características.
15. Lectura de letras y palabras (5;0 a 12;5 años). Leer letras y palabras.
16. Lectura comprensiva (7;0 a 12;5 años). Ejecutar órdenes escritas.
6. 3. Potenciales evocados
Se ha intentado buscar una relación entre las características morfológicas
de los potenciales evocados y el nivel intelectual. Los resultados más
consistentes encontrados hasta la fecha son una correlación negativa entre el CI
y la latencia, una correlación positiva con la amplitud y una correlación
negativa con la variabilidad. Esta asociación se ha encontrado tanto en la
inteligencia fluida como en la cristalizada.
6. 4. Respiración
Se han estudiado las paradas respiratorias durante el sueño de niños con
retardo mental y se ha encontrado que durante el primer año las pausas
respiratorias son mucho más intensas en estos niños.
6. 5. Actividad electrodérmica
Durante el sueño las respuestas electrodérmicas son más frecuentes en el
sueño no-MOR; sin embargo, en muchos niños con retardo mental este
fenómeno no llega a ocurrir, e incluso en un porcentaje considerable de ellos
este tipo de respuestas son más frecuentes en el sueño MOR.
Referencias