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| ) OBRAS SELECTAS DE SAN FRANCISCO . DE SALES Introduccién a la vida devota. Sermones Co escogidos. Conversaciones espirituales. | i, Alocucién al Cabildo catedral de Ginebra. BIBLIOTECA DE AUTOR#®5 CRISTIANOS OBRAS SELECTAS DE SAN FRANCISCO DE SALES I L “Doctor de la devocién” —asi definido por Pio IX en 1878—, que por virtudes, saber y méritos va a la cabeza de los defensores de la fe en su siglo, y continua en el presente siendo guia incomparable de almas, viene a nuestras p4- ginas como figura de primer plano. Bien lo me- rece, por ser la B, A. C. catélica y espafiola. Este Padre de la literatura francesa, como con otros eminentes criticos le llamo Henry Bremond, curs6é espiritualidad con maestros castellanos: Santa Teresa, el Beato Juan de Avila, Fray Luis de Granada..., santificando asi en sus balbuceos a un idioma que con el tiempo habia de ser uni- versal; como campeon contra el protestantismo, al que arrancé en vida setenta y dos mil herejes, emula, aunque con armas distintas, los trabajos gigantescos de Ignacio de Loyola, tan admirado por él. Nuestro primer volumen se abre con una de las dos obras cumbres salesianas: La Filotea; siguen- le una seleccién de Sermones, casi todos iné- ditos en nuestra lengua, y clerra con las famosas Conversaciones espirituales. Nadie mejor que un sfi.siano para responder a este gesto de la B. A.“ tan rica en firmas gloriosas. Los hijos de Don Bosco, discipulos fide- lisimos de San Francisco de Sales, beben a rau- dales en los ricos veneros de la espiritualidad las caracteristicas del Sistema Preventivo; de entre las numerosas entidades que le tienen por pa- trono, las tres ramas de esa familia —16.000 hom- bres, 15.000 hermanas y 300.000 cooperadores de ambos sexos— han llevado hasta el ultimo re- pliegue del mundo con la mayor eficacia el ape- llido y la doctrina aplicada del Obispo saboyano. ¥ entre los salesianos espafioles nadie para dar cima a la empresa editorial como el P. de la Hoz, especialista en estos temas. segun la “Academie Salesienne” de Annecy, de quien ha recibido im- portantes comisiones para investigar en nuestra patria; que consagra su corazén y su pluma a la difusion del pensamiento salesiano y cuyo dis- curso de ingreso en la Real Academia de Buenas Letras hispalense estudié a otra figura de primer orden, el inmenso cardenal Spinola, con un feliz paralelo entre éste y San Francisco. Sea bienvenido a la B. A. C. el gran maestro del siglo xvm. Osras SELECTAS DE San FRANCISCO DE SALES 1

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