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Maria Isabel Remy 7 ARGUEDAS Y LOPEZ ALBUJAR: RASGOS DE UN NUEVO PERFIL DE LA SOCIEDAD SERRANA entre Arguedas y Lopez Albtjar que me parece sumamente util para introducir algunas reflexiones sobre la sociedad rural andina'. Lo sigo con cierta libertad. Lépez Albijar es sin duda el escritor peruano que con mayor cru- deza desnud6 la violencia en las sociedades andinas. Pero a diferencia de otros autores que han subrayado las agresiones de que fueron objeto Jos campesinos andinos por parte de hacendados y autoridades, el tema de Lépez Albujar es la violencia vivida y procesada en el propio seno de las comunidades campesinas. En «Ushanam jampi», uno de sus Nuevos cuentos andinos (1937), enfrenta a una comunidad campesina contra uno de sus miembros, un comunero altivo y «rebelde» que no se somete a las autoridades comunales tradicionales, los ancianos, y actéa por cuenta propia en defensa de sus bienes. Este conflicto entre Ja comunidad tradicional y el individuo que surge, termina con la muerte violenta de éste en manos del colectivo. En el «Brindis de los yayas», otro cuento de la misma antologfa, el autor imagina un con- flicto semejante pero con el final opuesto. Allf el protagonista es un joven licenciado del ejército, alfabeto, que vuelve a su comunidad y que cuestiona, desde su experiencia urbana, el sistema tradicional de autoridades comunales. En fuerte conflicto con los ancianos, encuen- tra los resquicios a través de los cuales logra ser nombrado alcalde vara a pesar de su juventud. Ante esta violaci6n de la tradicién, los ancianos deciden asesinarlo pero fracasan y son ellos los que mueren ingiriendo E nun artfculo reciente, Manuel de Priego propone un parangén 1. Dat Paco, M.: «Mundo rural, ciencias sociales y literatura», en «Punto Aparte», revistadominical de EI Peruano, N° 8, diciembre de 1990. DEBATE AGRARIO/13 122 Marta Isasev Remy el veneno que habfan preparado para el transgresor. El conflicto, en cualquier caso, se resuelve con la muerte. Arguedas critica a Lépez Albijar su visién del mundo indigena como un mundo violento, atribuyéndola a su experiencia de juez. Por esos afios, é1 publica Agua, una seleccidn de cuentos sobre dos comu- nidades de Lucanas (Utej y San Juan) en conflictiva relacién con el hacendado vecino, Ledesma, duefio de la hacienda «Viseca». En «Los comuneros de Utej Pampa» el personaje central es ‘el viejo don Victo Pusa, «tayta principal del pueblo de indios», que «habfa llegado hasta sargento en el ejército (y) sabfa leer y escribir». Su liderazgo tradi- cional permite a esta comunidad de hombres libres enfrentar el asedio y el abuso del hacendado Ledesma. Aquf, como en otros cuentos de enorme belleza, Arguedas resalta la vitalidad y la armonfa de la comunidad. Lo tradicional (el sistemas de cargos) y lo moderno (ex- periencia urbana, alfabetizacién) conviven sin conflicto. El conflicto viene de fuera. Ast, Lopez Albijar y Arguedas expresan dos exploraciones opues- tas, desde la literatura, sobre la comunidad y la sociedad rural serrana de los afios 30. Pero Manuel de Priego actualiza este parang6n introduciendo un acontecimiento reciente, tomado de la prensa. Se trata, sin embargo, de un suceso protagonizado por los descendientes reales de los perso- najes de Arguedas, pero en una trama mAs cercana a un argumento de Lépez Albijar... cincuenta afios después. En el contexto de enorme violencia rural, en julio de 1984 Jestis Oropeza Chonta, directivo de la Confederacién Nacional Agraria (CNA) pero ademds presidente del Consejo de Administracién de la comunidad campesina de Utej (la misma del cuento de Arguedas), fue salyajemente asesinado por la policfa luego de ser detenido bajo acusacién de terrorismo. Las inves- tigaciones realizadas sacaron a luz el hecho de que cl asesinato tenfa que ver con un ajuste local de cuentas. Se descubrié que los «autores intelectuales» del crimen habfan sido comuneros de Utej: nada menos que los Pusa, los descendientes del viejo «tayta principal» que inspiré el relato de Arguedas. Con el tiempo (y quiz4 precisamente por haber sido descendientes del «tayta principal»), habfan acumulado recursos y poder en la comunidad y mantenfan buenos vinculos con las auto- ridades del pueblo, entre las que ya no estaba més (reforma agraria de por medio) el hacendado Ledesma. {Qué habfa sucedido? A diferencia de don Victo, que ascendié al liderazgo comunal a través del sistema tradicional de cargos civiles y religiosos, los Pusa, para ser autoridad comunal de los afios 80 tuvieron que pasar por las urnas y ahf, en elecciones comunales, fueron derrotados por el joven Oropeza” En 1984, 2. La derrota no ocurrié sin problemas. Sobre los conflictos, juicios y gestiones de los Pusa para que el Ministerio de Agricultura desconociera el resultado de las elecciones comunales, ver Sur, Boletin informativo agrario, N® 36, marzo de 1981. NUEVO PERFIL DE LA SOCIEDAD SERRANA 123 en el contexto de la nueva legislacién agraria que abrfa la posibilidad de cambio del modelo empresarial, Oropeza, desde su puesto de au- toridad comunal, sostenfa que las tierras de la hacienda «Viseca» —que la reforma agraria habfa adjudicado a la comunidad— debfan mantener- se como empresa comunal, en contra de la opinién de los Pusa, que pugnaban por parcelarlas. En medio de este conflicto, Oropeza es asesinado. ZArguedas o Lépez Albujar? ;Quién anunciaba en los afios 30 la comunidad campesina de los 80? Quizé ninguno; quizé, parcialmente, ambos. No se trata de dilucidar la «verdad» tras la ficcién literaria. Pero confrontar las ficciones sobre la realidad de los afios 30 y la realidad a secas de los 80 permite desprender un conjunto de elemen- tos y de hitos utiles para dibujar algunos rasgos del nuevo perfil de la sociedad rural en los Andes, de sus actores y de sus mecanismos de poder. El primer rasgo que quisiera resaltar es un punto de partida que anuncia importantes cambios culturales ocurridos en el mundo del campesinado serrano. Los dos autores recogen en sus relatos a un mismo personaje (aunque lo ubiquen en situaciones y actitudes dife- rentes): el licenciado del ejército que sabe leer y escribir. Sensibles a las pulsaciones del mundo rural de su tiempo, ambos otorgan enorme importancia a los muy pocos campésinos que tienen una experiencia geogrdfica amplia (particularmente urbana) y que manejan el espafiol y la escritura, Experiencia urbana, migracién, comunicacién con pa- tientes en la ciudad de Lima, asf como bilingiiismo y alfabetizacién en el medio rural andino se multiplican en los afios sucesivos, minando las bases de poder tradicionales. Este es nuestro primer punto. Exploremos el siguiente. Entre el cuento de «los comuneros de Utej Pampa» y el salvaje asesinato en 1984 del comunero de Utej Jestis Oropeza fue aplicada una radical reforma agraria que hizo desaparecer del escenario al hacendado y, mediando un fuerte proceso de luchas, convirtié a los campesinos en propietarios de la mayor parte de las tierras de uso agricola y pecuario de la sierra. Son ellos, y asf se iran afirmando en los afios 80 en conflicto con las alternativas empresa- riales del Estado, quienes controlan la tierra y desarrollan iniciativas productivas en directa vinculacién con el mercado, 3. Cabemencionar, intentando un didlogocon eltemadela economia agraria en clmarcode las medidas de ajuste, que si bien much .grariano dinamiz6 significativamente a oferta agropecu peso en la composicién del PBI) y que no ha incrementado sustantivamente su parti ingreso nacional. Los andlisis nosmuestran que, porel lado de las grandes cifras dela economia, nada hha cambiado desde los afios 60, Sin embargo, hay algunos temas atin por explorar, como por ejemplo Ia incidencia que sobre la economfa nacional puede haber tenido la multiplicacién sibita de agentes demandantes en el mercado, cuyos requerimientos de consumo (la composicién de la demanda,

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