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“Spring Heeled Jack”

Ilustración de Spring Heeled Jack (c. 1890).

Spring Heeled Jack (escrito también


Springheel Jack, Spring-heel Jack,
etcétera) es un personaje del folclore
inglés que se habría aparecido en la
época victoriana, siendo capaz de
realizar saltos extraordinariamente altos
(spring heeled significa literalmente
‘con muelles en los talones’). El primer
supuesto avistamiento de Spring Heeled
Jack sucedió en 1837. Más tarde se
informó de otros posibles avistamientos
por toda Inglaterra, desde Londres hasta Sheffield y
Liverpool, si bien fueron especialmente frecuentes en los
suburbios londinenses y más tarde en los Midlands y Escocia.

Se han propuesto muchas teorías para explicar la


naturaleza e identidad de Spring Heeled Jack, ninguna de las
cuales ha explicado completamente el fenómeno. La leyenda
urbana de Spring Heeled Jack adquirió una inmensa
popularidad en su época gracias a las historias sobre su
estrafalaria apariencia y su capacidad para efectuar saltos
extraordinarios, hasta el punto de llegar a convertirse en
protagonista de varias obras de ficción.

Spring Heeled Jack era descrito por las personas que


afirmaban haberlo visto como con una apariencia espantosa y
aterradora, una fisiognomía diabólica que incluía garras
metálicas afiladas en sus dedos y ojos que «parecían bolas
de fuego rojo». Un informe afirmaba que, bajo una capa
negra, llevaba un casco y una prenda ajustada blanca como
«hule». Muchas historias mencionan también un aspecto
«demoníaco». Se decía que Spring Heeled Jack era alto y
delgado, añadiendo algunos informes que podía exhalar llamas
azules y blancas. Al menos dos personas afirmaron que podía
hablar un inglés comprensible.

Historia

Primeros informes

Imagen de Spring Heeled Jack saltando sobre una


reja.
Los primeros relatos sobre Spring Heeled Jack aparecen
en Londres 1837 y su último supuesto avistamiento sucede en
Liverpool en 1904.

Los primeros informes sobre Jack fueron de un hombre

de negocios que volvía a casa tarde una noche de trabajar,


quien contó que fue súbitamente sorprendido cuando una
figura misteriosa saltó fácilmente sobre las altas verjas de
un cementerio, cayendo justo en su camino. No informó de
ningún ataque, pero su descripción era inquietante: un
hombre musculoso con rasgos diabólicos, incluyendo grandes
orejas y narices puntiagudas, además de ojos brillantes y
saltones.

Más tarde, en octubre de 1837, una muchacha llamada Mary


Stevens caminaba hacia Lavender Hill, donde trabajaba como
sirviente, tras visitar a sus padres en Battersea. A su paso
por Clapham Common, según afirmaría más tarde, una extraña
figura saltó ante ella desde un callejón oscuro. Tras
inmovilizarla abrazándola fuertemente, empezó a besarle la
cara, mientras rasgaba sus ropas y le tocaba el cuerpo con
sus garras, que eran según su descripción «frías y húmedas
como las de un cadáver». Aterrorizada, la muchacha gritó,
haciendo que el atacante huyese rápidamente de lugar. El
alboroto atrajo a varios vecinos que inmediatamente
comenzaron la búsqueda del agresor, a quien no pudo
hallarse.

Se dice que el día siguiente el personaje saltarín


eligió a un víctima muy diferente cerca del hogar de Mary
Stevens, inaugurando un método que se repetiría en
avistamientos posteriores: saltó ante un coche, provocando
que el cochero perdiese el control, se estrellase y quedase
gravemente herido. Varios testigos afirmaron que escapó
saltando por encima de un muro de casi 3 metros mientras
balbuceaba con una risa aguda y zumbona.

Gradualmente, las noticias sobre el extraño personaje se


extendieron, y pronto la prensa y el público le dieron
nombre: Spring Heeled Jack.

Reconocimiento oficial
Una sesión pública en Mansion House, Londres (c.
1840).

Unos pocos meses después de los


primeros avistamientos, el 9 de enero de
1838, el Lord Mayor de Londres, Sir John
Cowan, reveló en una sesión pública
celebrada en Mansion House una queja
anónima que había recibido algunos días antes, y que había
retenido con la esperanza de obtener más información. El
remitente, que había formado de la carta como un residente
de Peckham», escribió:

Parece que algunos individuos (de, como cree


el autor, las mejores clases) han hecho una
apuesta con un compañero travieso y temerario,
sobre que no se atrevería a encargarse de
visitar muchos de los pueblos cercanos a
Londres con tres disfraces diferentes: un
fantasma, un oso y un diablo; y más aún, que
no entraría en los jardines de la gente con el
objeto de alarmar a los habitantes de la casa.
La apuesta, sin embargo, ha sido aceptada, y
el infantil villano ha logrado hacer desmayar
a siete señoras, dos de las cuales
probablemente no se recuperarán, sino que se
convertirán en cargas para sus familias.

En una casa el hombre tocó el timbre, y cuando


la sirviente fue a abrir la puerta, encontró a
este animal vestido de forma no menos
espantoso que un espectro. La consecuencia fue
que la pobre chica se desvaneció
inmediatamente, y nunca desde este momento ha
recuperado la razón.

El asunto ha continuado por algún tiempo y,


aunque resulte extraño, los periódicos siguen
en silencio al respecto. El autor tiene
razones para creer que tienen la historia
completa en la punta de sus dedos pero, debido
a motivos interesados, han sido convencidos
para permanecer en silencio.

Aunque el Lord Mayor parecía bastante escéptico, un


miembro de la audiencia confirmó que «jóvenes criadas de
Kensington, Hammersmith y Ealing cuentan espantosas
historias sobre este fantasma o diablo». El asunto fue
publicado en The Times el 9 de enero y en otros diarios
nacionales el 10, y al día siguiente (11 de enero) el Lord
Mayor enseñó a un abarrotado auditorio una pila de cartas
procedentes de varios lugares de Londres y alrededores
quejándose de parecidas «bromas malvadas». La cantidad de
cartas que llegó a Mansion House sugiere que las historias
estaban muy difundidas en los suburbios londinenses. Un
remitente afirmaba que varias jóvenes de Hammersmith habían
sido asustadas hasta «estados peligrosos», y algunas
«gravemente heridas por una especie de garras que el
desaprensivo llevaba en las manos». Otro afirmaba que en
Stockwell, Brixton, Camberwell y Vauxhall varias personas
habían muerto de miedo y otras habían sufrido ataques;
mientras, otro contaba que el bromista había sido visto
repetidas veces en Lewisham y Blackheath.

El propio Lord Mayor tenía dos opiniones sobre el asunto:


pensaba que se habían hecho «las mayores exageraciones» y
que era bastante imposible que el fantasma realice las
proezas de un demonio sobre la tierra», pero por otra parte
alguien en quien confiaba le había hablado de una criada en
Forest Hill que había sido asustada hasta sufrir un ataque
por una figura con piel de oso, por lo que estaba seguro de
que la persona o personas involucradas en esta «exhibición
de pantomima» serían atrapadas y castigadas. Se ordenó a la
policía que buscase al individuo responsable, y se
ofrecieron recompensas.

Los informes de Scales y Alsop

Spring Heeled Jack representado en un antiguo penny


dreadful.

Quizá los más famosos incidentes


relacionados con Spring Heeled Jack sean
los supuestos ataques que sufrieron dos
adolescentes, Lucy Scales y Jane Alsop.
El de Alsop fue ampliamente cubierto por
los periódicos, mientras sólo uno informó
del de Scales, presumiblemente porque
Alsop procedía de una familia bien
acomodada y Scales de una familia de
comerciantes. Este influjo mediático alimentó la histeria
colectiva que envolvía al caso.

Se informó que, el 20 de febrero, la joven de 18 años Jane


Alsop abrió la puerta del hogar paterno en el distrito
londinense de Bow a un hombre que afirmaba ser oficial de
policía, quien le pidió que trajese una luz porque él y otro
oficial habían «atrapado a Spring Heeled Jack aquí en la
calle», pero este hombre la atacó entonces, rasgándole el
vestido y tirándole del pelo hasta que otros miembros de la
familia acudieron a ayudarla. Alsop contó a los
investigadores de la policía de Lambeth que llevaba una
especie de casco, y un disfraz blanco ajustado con aspecto
de hule. Su cara era espantosa y sus ojos como bolas de
fuego. Tenía garras en las manos de algún material metálico,
y vomitaba llamas azules y blancas.»

El informe de Scales es como sigue: cinco días después,


el 28 de febrero de 1838, la muchacha de 18 años Lucy Scales
y su hermana volvían a casa tras visitar a su hermano, un
carnicero que vivía en una zona respetable de Limehouse.
Ligeramente adelantada a su hermana, Lucy estaba a mitad de
camino de Green Dragon Alley cuando un personaje que había
estado esperando en un rincón del pasaje apareció y la
atacó. La figura respiró fuego en la cara de Lucy y entonces
huyó mientras la muchacha caía al suelo, presa de violentos
espasmos que duraron varias horas. Unos pocos días después,
el 6 de marzo, Lucy y su hermana prestaron declaración en la
comisaría de policía de Lambeth Street acompañadas por su
hermano, William.

La leyenda se difunde

The Times informó del supuesto ataque sobre Jane Alsop


bajo el titular «Atrocidad en Old Ford». A esto siguió el
relato del juicio de un tal Thomas Millbank, quien,
inmediatamente tras el ataque sobre Jane Alsop, se había
jactado en el Morgan's Arms de ser Spring Heeled Jack. Fue
arrestado y juzgado en la corte de Lambeth Street. El
oficial que le arrestó fue James Lea, que antes había
atrapado a William Corder, el asesino de Red Barn. Millbank
había estado vistiendo overol blanco y un abrigo, que había
dejado fuera de la casa, donde también se halló la vela que
había dejado caer. Eludió la condena sólo porque Jane Alsop
insistió en que su atacante había respirado
fuego, y Millbank admitió que no podía hacer
tal cosa. La mayoría de los demás relatos
fueron escritos mucho más tarde de la fecha, no
mencionándolos los periódicos contemporáneos.

Anuncio de un penny dreadful sobre Spring Heeled Jack (1886).

Tras estos incidentes, Spring Heeled Jack


se convirtió en uno de los personajes más
populares de la época. Sus supuestas hazañas
fueron recogidas por los periódicos y se
convirtió en protagonista de varios penny
dreadfuls y obras teatrales representadas en
los teatros baratos que abundaban por entonces. Pero, a
medida que crecía su fama, los informes sobre sus
apariciones se hicieron más infrecuentes. Sin embargo, en
1843 una oleada de avistamientos volvió a inundar el país.
Un informe de Northamptonshire le describía como «la misma
imagen del propio diablo, con cuernos y ojos en llamas», y
en Anglia Oriental las noticias de ataques sobre conductores
de coches de correo se volvieron comunes.
Los últimos informes

A principios de los años 1870, Spring Heeled Jack fue


supuestamente visto de nuevo en varios lugares distantes
entre sí. En noviembre de 1872, el News of the World informó
que Peckham estaba «en estado de conmoción debido a lo que
se conocía como “Fantasma de Peckham”, una figura
misteriosa, de apariencia bastante alarmante». El editorial
señalaba que no era otro que «Spring Heeled Jack, quien
aterrorizó a la anterior generación». Historias parecidas
fueron publicadas en las Illustrated Police News. En abril y
mayo de 1873 sucedieron numerosos avistamientos del
«Fantasma del Parque» en Sheffield, que los lugareños
llegaron a identificar con Spring Heeled Jack.

A esta noticia siguieron más supuestos avistamientos


hasta agosto de 1877, siendo uno de los más notables el
protagonizado por un grupo de soldados del cuartel de
Aldershot. Un centinela de servicio en el Campamento Norte
miraba a la oscuridad, donde le había llamado la atención
una peculiar figura brincando por la carretera hacia él. El
soldado le dio el alto, que fue ignorado, y la figura
desapareció de la vista unos momentos. Cuando el soldado
volvía a su puesto, la figura reapareció junto a él y le
propinó varias bofetadas con «una mano tan fría como la de
un cadáver». Uno de los guardias le disparó, sin efecto
visible, si bien algunas fuentes afirman que el soldado pudo
haberle disparado cartuchos de fogueo, usados sólo para
hacer disparos de advertencia.

En otoño del mismo año, Spring Heeled Jack volvió a ser


visto en Newport Arch (Lincolnshire), llevando una piel de
oveja. Una multitud enfadada le habría perseguido y
acorralado, y al igual que en Aldershot, le habrían
disparado sin lograr efecto alguno. Muchos testigos
afirmaron que los disparos le alcanzaron, sonando como si
golpeasen un objeto metálico hueco como un «cubo vacío».
Como de costumbre, se decía que hizo uso de sus habilidades
saltarinas para escapar de la multitud y desaparecer una vez
más.

A finales del siglo XIX, los supuestos avistamientos de


Spring Heeled Jack se fueron desplazando hacia el oeste de
Inglaterra. En septiembre del 1904, en Everton, al norte de
Liverpool, Spring Heeled Jack habría aparecido en el tejado
de la Iglesia de San Francisco Javier, en Salisbury Street.
Los testigos contaron que súbitamente saltó y cayó al suelo,
aterrizando tras una casa cercana. Cuando corrieron a este
punto, sigue la historia, se enfrentaron a un hombre alto y
musculoso, vestido completamente de blanco y llevando un
casco «con forma de huevo», que les esperaba de pie. Rió
histéricamente a la multitud y se abalanzó sobre ella,
haciendo que varias mujeres se desmayasen. Librándose de
ellos de un salto gigante, desapareció tras las casas
vecinas.

El 18 de junio de 1953, una figura parecida a algunas


descripciones de Spring Heeled Jack fue avistada en un pecán
en el patio de un edificio de apartamentos de Houston
(Texas). Hilda Walker, Judy Meyers y Howard Phillips
describieron a un hombre con «capa negra, pantalones
ajustados y botas altas», y «ropas ajustadas grises.

Teorías

Nadie ha sido atrapado e identificado nunca como Spring


Heeled Jack, lo que combinado con las extraordinarias
habilidades que se le atribuyen y el largo periodo durante
el que se informó de avistamientos ha llevado a la
exposición de todo tipos de teorías sobre su naturaleza e
identidad. Mientras varios investigadores buscan una
explicación racional a estos sucesos, otros autores exploran
los detalles más improvables de las historias para proponer
varias teorías paranormales diferentes.

Posiciones escépticas

Los investigadores escépticos han desestimado las historias


sobre Spring Heeled Jack como fruto de la histeria colectiva
que rodeó a los diversos relatos sobre un bogeyman o diablo
que se apareció durante década, o como mitos urbanos
exagerados sobre un hombre que trepaba por los tejados
afirmando que el diablo le perseguía.

Henry de La Poer Beresford,


tercer Marqués de Waterford (1840)

La postura oficial del Arcanum, tras muchas


investigaciones, es que algunos individuos pueden haber
estado tras sus orígines, y haber sido seguidos por
imitadores. Spring Heeled Jack fue ampliamente considerado
no una criatura sobrenatural sino una o más personas con un
macabro sentido del humor. Esta idea concuerda con el
contenido de la carta al Lord Mayor, que acusaba a un grupo
de jóvenes aristócratas, envueltos en una irresponsable
apuesta como culpables.

Un popular rumor que circuló tan pronto como en 1840


señalaba a un noble irlandés, el marqués de Waterford, como
principal sospechoso. Haining sugirió que esto pudo haberse
debido a que previamente tuvo malas experiencias con mujeres
y oficiales de policía.[13] El marqués apareció frecuentemente
en notivcias de finales de los años 1830 por reyertas de
borrachos, bromas crueles y vandalismo, y se decía que hacía
culaquier cosa por una apuesta. Su comportamiento irregular
y su desdén hacia las mujeres le ganaron el apodo de «el
Marqués Loco», y también se sabe que estuvo en la zona de
Londres en la época en la que ocurrieron los primeros
incidentes. Pero The Waterford Chronicle pudo informar de su
presencia en la baile del día de San Valentín en el castillo
Waterford, dándole una coartada para los ataques sobre Jane
Allsop y Lucy Scales que son cruciales para la supuesta
existencia de Jack. Sin embargo, en 1880 fue calificado de
culpable por el reverendo E. C. Brewer, quien aseguró que el
marqués «solía entretenerse abalanzándose sobre viajeros
desprevenidos, asustándolos, y de cuando en cuando otros han
seguido su ridículo ejemplo. En 1842 el marqués de Waterford
se casó y se estableció en Curraghmore House (Irlanda), y se
sabe que llevó una vida ejemplar hasta su muerte en
accidente ecuestre en 1859. Spring Heeled Jack siguió activo
varias décadas después, lo que lleva a los partidarios de su
culpabilidad a la misma conclusión que Brewer.

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