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Perú
Arte Virreinal de Lima
Introducción
América era un territorio plural, de gran diversidad geográfica, donde existía una
población local con múltiples culturas y religiones. El objetivo, más allá de asentarse
en el territorio, será el de reducir la pluralidad peninsular y dar unidad al territorio
americano. Comienza así la labor evangelizadora de conversión al cristianismo y de
instalar el castellano como única lengua.
La Pintura Virreinal de Lima
Los Orígenes.
Se inicio en una época en que la imagen empezó a disputar la primacía a la palabra
impresa. La codificación del sistema de representación de la realidad por medio de
la perspectiva le otorgó, a partir del Renacimiento, un poder inesperado.
Por otra parte, imágenes de piedad llegaron al virreinato en las primeras carabelas.
El mejor ejemplo es una tabla de la Virgen de Rocamador con San Telmo y San
Cristóbal, ambos santos protectores de los viajeros. Esta composición revela el
aspecto de las obras andaluzas que llegaron al Perú. También aparecieron algunos
pintores españoles como los Illescas, quienes trabajaron entre México y el Perú.
Pintura Virreinal
de Lima.
El Renacimiento Italiano en Lima
A diferencia de México, y otros centros conducidos por Flandes, la pintura peruana
fue iniciada por el Renacimiento Romano. El primero en llegar fue el hermano
jesuita Bernardo Bitti (1547-1610). Su arte elegante deriva de la tradición
rafaelesca de Umbría, cuyo candor marcó para siempre la sensibilidad de sus
colegas americanos.
PINTURAS FAMOSAS DE LIMA La Coronación de la Virgen:
Bernardo Bitti (San Pedro) siglo XVI.
Pintura colonial,
Lima, siglo XVIII
Del Rococó al Neoclasicismo
La centuria y el régimen llegaron a su final primero con la invasión del rococó
francés y, luego, con un neoclasicismo poco ortodoxo. Uno fue impulsado por el
sevillano José del Pozo; el segundo, con la inmigración, desde Cádiz, de Matías
Maestro, quien, en nombre de los ideales de la Ilustración, se convirtió en el
destructor de los monumentos barrocos. Varios pintores locales marcan esa
transición final: Pedro Díaz en Lima, el original muralista cuzqueño Tadeo Escalante
y el autodidacta retratista de la emancipación José Gil de Castro, artista
trashumante de la nueva era.
Ilustración a
color de José del
Pozo
Bibliografía