una lágrima y a mi labio una frase de perdón. Habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino;
ella, por otro; pero al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: ¿por qué callé aquel día?, y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?
En esta popular rima de Bécquer, se expresa como el poeta y
su enamorada dejan pasar el amor. Él por no decir nada, ella por no hacérselo saber. Bécquer hecha una mirada al pasado planteando en este breve fragmento poético la duda de lo que pudo haber sido, lo que pudo haber ocurrido de haber actuado ambos de forma distinta, manifestándose mutuamente el amor que se tenían. No obstante, el tono alicaído del poema y las preguntas de los versos finales, nos dan a entender como el poeta sufre la incerteza de no saber que habría sido de aquel amor si el orgullo de los dos no hubiera estado presente en su realción.