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Definición de la mujer: Una mujer es el ser humano de sexo femenino,

en contraste con el masculino, que es el varón. El término mujer se usa


para indicar ya sea diferencias sexuales biológicos, distinciones de
género en su papel atribuido culturalmente o ambas cosas.
• PREHISTORIA:
Desde la prehistoria, las mujeres, como los hombres,
han asumido un papel cultural particular. En
sociedades de caza y recolección, las mujeres casi
siempre eran las que recogían los productos vegetales,
mientras que los hombres suministraban la carne
mediante la caza. A causa de su conocimiento
profundo de la flora, la mayor parte de los
antropólogos creen que fueron las mujeres quienes
condujeron las sociedades antiguas hacia el Neolítico
y se convirtieron en las primeras agricultoras.
• EDAD MEDIA:

La conducta femenina fue pautada para cada momento


y situación de la vida. Casi siempre la edad
corresponde a un estado civil y a una función de
acuerdo a ella. Tal es así que representó la imagen de
la prometida, la casada, la viuda, es decir, siempre
ligada a un hombre que se responsabilice por su
conducta. El papel más importante atribuido a la mujer
era el de esposa y madre.
EDAD MODERNA:

• En la historia reciente, los roles de las mujeres han cambiado


enormemente. Las funciones sociales tradicionales de las
mujeres de la clase media consistían en las tareas domésticas,
acentuando el cuidado de niños, y no solían acceder a un puesto
de trabajo remunerado. Para las mujeres más pobres, sobre todo
entre las clases obreras, esta situación era a veces un objetivo,
ya que la necesidad económica las ha obligado durante mucho
tiempo a buscar un empleo fuera de casa, aunque las ocupaciones
en que se empleaban tradicionalmente las mujeres de clase
obrera eran inferiores en prestigio y salario que aquellas que
llevaban a cabo los hombres. Eventualmente, el liberar a las
mujeres de la necesidad de un trabajo remunerado se convirtió
en una señal de riqueza y prestigio familiar, mientras que la
presencia de mujeres trabajadoras en una casa denotaba a una
familia de clase inferior.
Feminismo
• El movimiento feminista ha sido una lucha por el reconocimiento
de la igualdad de oportunidades y la igualdad de derechos para
las mujeres. Las dificultades para obtener este reconocimiento
se han debido a factores históricos, en combinación con las
costumbres y las tradiciones sociales. Actualmente, gracias a los
cambios económicos, el apoyo del poder económico y los
esfuerzos del movimiento feminista de hace décadas y otros
movimientos de derechos humanos, en la mayor parte de las
sociedades las mujeres tienen acceso a carreras y trabajos, más
allá de la atención de los quehaceres domésticos o de ama de
casa. Y, aunque sigue habiendo una fuerte discriminación hacia
las mujeres a nivel tanto laboral como familiar, puede decirse
que, en términos generales, las condiciones de las mujeres han
mejorado.
Mujeres en la política y el gobierno

• El papel de la mujer en la política ha ido evolucionando año a año


y tanto en países orientales como occidentales es actualmente
común encontrar mujeres ocupando cargos políticos y, a pesar de
que aún existen muchos prejuicios y dudas debido a limitaciones
culturales, muchas mujeres han alcanzado altos cargos dentro de
los gobiernos de sus respectivos países, incluso en algunos casos
han llegado a jefe de estado y presidentas.
Los derechos legales de las mujeres
en la historia

• A lo largo de la historia, en la mayoría de culturas, las mujeres son


vistas sumisas a estructuras patriarcales que les han negado los
derechos humanos más fundamentales. Las leyes antiguas y los sistemas
tradicionales, como el cristianismo y el islamismo, antecedentes de los
sistemas modernos, han provocado la dependencia de la mujer. De forma
análoga a la esclavitud, a la explotación de las clases desfavorecidas y la
mano de obra. Donde la mujer también se ha visto representada.
• Una de las razones podría ser el fortalecimiento y sostenimiento del
poder y de la actividad económica y de igual forma se evidencia que
quienes resultan sometidos son vistos, por los explotadores, como seres
inferiores, inmaduros, infantiles, malvados o depravados.
PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL MUNDO DEL
TRABAJO, TENDENCIAS LABORALES Y RETOS
PARA LA SOCIEDAD COLOMBIANA

• La mujer de hoy compite con el hombre por ocupar una


posición social equivalente a la que históricamente
éste ha ocupado y ha demostrado que cuenta con las
capacidades y la preparación para desempeñarse igual
o mejor que los hombres en posiciones
tradicionalmente reservadas a éstos. En el proceso,
parece estar siendo “cooptada” para comportarse
como los hombres en el desempeño de sus nuevas
posiciones, perdiéndose de vista que puede hacer un
aporte distintivo por el hecho de ser mujer, en
cualquier posición.
La situación en Colombia

• Al mirar la participación laboral de la mujer colombiana por


comparación con el resto de Latinoamérica, en prácticamente
todas las esferas de la vida social se destaca frente a otros
países de la región e incluso de algunos países desarrollados

• (Maxfield, 2007). Las mujeres colombianas ocupan posiciones de


dirección en todas las esferas de la vida social, tanto a nivel
público como privado. A nivel público, los indicadores sobre su
participación en el parlamento y en el gobierno son más altos que
los de otros países latinoamericanos reportados en el índice de
potenciación de género del Informe de Desarrollo Humano del
PNUD (2000) a excepción de Costa Rica (Cárdenas de
Santamaría, 2007).

• A nivel privado, por comparación con el resto de Latinoamérica,


Colombia se distingue por tener la mayor proporción de mujeres
en posiciones de dirección (Maxfield, 2005, 2007).
Porcentajes

• 1985, las mujeres representaban el 48% de


los estudiantes matriculados
• año 2002 el 51%”
• En 1974, el 9% de las universitarias se
orientaba hacia carreras administrativas
(administración, economía y contabilidad) y en
• 1986, el 29% busca estas opciones.
Tendencias laborales

• De acuerdo con la investigación de Fuentes y


Holguín (2006) “En 1950 la participación global
femenina en el mercado laboral en las siete
ciudades principales fue del 19%,
• En 1982 pasó al 37%, y en el 2000 llegó al
57%, siendo una de las más altas en América
Latina (Henao y Parra, 1998 citados por
Fuentes y Holguín).
• Según el trabajo que hemos venido realizando
sobre mujeres ejecutivas (Cárdenas de
Santamaría, 2004, 2005, 2007), al revisar las
cifras de participación laboral en
Latinoamérica según el sexo y el nivel en las
organizaciones, Colombia descuella tanto por
la tasa de participación respecto al hombre
(O. I. T. 2001) como por el índice de mujeres
en puestos ejecutivos y administrativos
(Maxfield, 2007) siendo éste último el doble
que el de México y casi el doble que el de
Venezuela (PNUD, 2000).
TENDENCIA LABORAL EN EDAD

• Según CELADE (citado por Flórez y Cano, 1993)


entre 1970 y 1990 la fuerza laboral femenina creció
un 168% mientras que la masculina menos de un 62%.

• Esta participación varía por rangos de edad: las


mujeres alcanzan las mayores tasas de participación
entre 25 y 29 años y después comienzan a descender
hasta los 50 años, en tanto que la participación de los
hombres a pesar de llegar a tener tasas más altas más
jóvenes, sigue creciendo hasta los 35 años y
desciende más lentamente que en el caso de las
mujeres a partir de esta edad y esta tendencia se
mantiene hoy en día”.
Participación por sexo en el mercado laboral

• En cuanto a la participación laboral femenina en general y no


solamente a nivel de los puestos de dirección, de acuerdo con la
Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, (2005, p. 5,
citado por Gutiérrez, 2006)) “Entre 1991 y 2001 la participación
laboral femenina en Colombia aumentó 10,4%.

• Aún así, la participación laboral masculina superó a la femenina.


En el período 2001 - 2004, se mantuvo una considerable
diferencia entre hombres y mujeres (en promedio de 25,2 puntos
porcentuales) lo que confirma la permanencia de barreras para el
acceso de las mujeres al mundo laboral remunerado”.
• De acuerdo a las cifras del DANE del cuarto
trimestre del 2006, (citadas por Cardozo y
Pulido, 2008) la distribución por sexo de las
personas ocupadas a nivel nacional en Colombia
era de 60% hombres y 40% mujeres

• (ver Gráfica 1). Estas cifras se han mantenido


relativamente estables en los últimos 5 años.
Participación por Sexo en el Mercado laboral 2001- 2006

100%
90%
80%
70%
Participación

60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
IV

IV

IV

IV

IV
III

III

III

III

III

III
II

II

II

II
II
I

I
2001 2002 2003 2004 2005 2006
Trimestre
Hombres Mujeres
Estructura de Empleo no agrícola de Colombia. 1990 –
2004

• Gutiérrez (2006) ilustra la estructura del


empleo no agrícola en el 2004, como puede
verse en la Tabla 1, a partir de los datos de la
• OIT: en el sector privado hay 29,5% de
mujeres frente a 35% de hombres y en el
sector público 8,2% de mujeres frente a 7,2%
de hombres.
AMERICA LATINA Y EL CARIBE: ESTRUCTURA DEL EMPLEO NO AGRICOLA. 1990-2004
(porcentajes)

Sector informal Sector formal


Trabajador Servicio Micro- Séctor Pequeñas, medianas y
País/Año
Total Independiente a/ doméstico empresas b/ Total público grandes empresas
privadas c/
Colombia
1990 Total 45,7 24,1 2,0 19,5 54,3 9,6 44,7
Hombres 45,1 22,6 0,1 22,3 54,9
Mujeres 46,6 26,3 5,0 15,2 53,4
2000 Total 55,6 32,2 5,3 18,1 44,4 7,0 37,3
Hombres 54,7 32,6 0,5 21,6 45,3 6,1 39,1
Mujeres 56,7 31,8 11,2 13,7 43,3 8,1 35,1
2003 Total 61,4 38,7 6,3 16,5 38,6 7,7 30,9
Hombres 59,0 38,6 0,5 19,9 41,0 7,0 34,0
Mujeres 64,2 38,7 12,8 12,6 35,8 8,4 27,4
2004 Total 59,9 37,6 5,8 16,6 40,1 7,7 32,4
Hombres 57,8 37,5 0,4 19,9 42,2 7,2 35,0
Mujeres 62,2 37,7 11,8 12,8 37,8 8,2 29,5
Tabla No. 2 Distribución Porcentual 2004-2005 por
Posición Ocupacional y por Sexo
• “Al mirar la distribución porcentual por posición
ocupacional (Tabla 2) se puede señalar lo siguiente:

• La proporción del empleo masculino y femenino en las


posiciones ‘empleado particular’ y ‘cuenta propia’ son
casi iguales, muy levemente superiores en el
masculino. Y en la posición ‘empleado del gobierno’ el
empleo femenino tiene una proporción un poco
superior.
Tabla No. 3 Distribución Porcentual 2004-2005 por
Rama de Actividad Económica y por Sexo
• “En cuanto a la rama de actividad económica (Tabla
No. 3) por sexo, cabe destacar lo siguiente:

• En el sector agropecuario hay una diferencia muy


substancial. Mientras en este sector se concentra
alrededor del 30% del empleo masculino, en el
femenino está consistentemente en menos del 10%.

• En el sector industrial se concentra una proporción un


poco más alta en el empleo femenino que en el
masculino. Esto mismo ocurre en los sectores
comercial, financiero, y sobre todo en servicios. En
este último la proporción del empleo femenino se
mantiene casi en el 40%, mientras en el masculino se
mantiene en el 11%.
Empleo de directivas por sectores

• La participación de la mujer en el sector financiero en


Colombia es motivo de admiración y sorpresa en otros
países de la región y aún de otras regiones.
• De acuerdo con la investigación realizada por Umaña
(2004), a partir de los años 60 este sector le ha
brindado la oportunidad a las mujeres de ejercer
cargos ejecutivos de distintos niveles y si bien a
principios de los setenta en las entidades financieras
laboraban esencialmente hombres, la incorporación de
ellas en calidad de directoras de oficinas y algunas
funciones ejecutivas ocurre a mediados de los años
setenta tras la creación de las Corporaciones de
Ahorro y Vivienda”.
• En cuanto al sector salud, de acuerdo con la
investigación de Rozo (2004) tanto los hospitales
como los centros de atención han sido
tradicionalmente manejados por hombres.

• Igualmente las asociaciones científicas de médicos y


las facultades de medicina han sido dirigidas por
hombres. Según esta autora esto puede deberse a que
sólo hasta los años 40 se graduaron las primeras
médicas y hasta 1961 alguna obtuvo una
especialización. En este sector ocurre lo mismo que en
los otros sectores: son pocas las que llegan al primer
nivel y muchas las que llegan al segundo y tercer nivel.
Como puede verse en la Tabla 4, de las 54 entidades
privadas de atención en salud, en sólo 13 hay mujeres
directivas.
Tabla 4 PARTICIPACIÓN FEMENINA EN CARGOS
DE PRIMER NIVEL

» Entidades privadas, datos de 2004


» ENTIDAD
» NUMERO DE ENTIDADESNUMERO DE
MUJERESEPS (Bogotá)143Empresas Medicina
» Prepagada122 clínicas Nivel III
» (Bogotá)204 Empresas de Ambulancia
Prepagada 84 (Tomado de Rozo, 2004)
MUJERES EN MUJERES EN
EMPRESA EMPRESA
CARGOS CARGOS
1999 2005
DIRECTIVOS DIRECTIVOS
NOEL-ZENU 1 CIA. NAL. DE CHOCOLATES 2
CIA. NAL. DE CHOCOLATES 1 UNILEVER ANDINA 2
CERVECERÍA AGUILA 1 ALPINA 1
UNILEVER ANDINA 1 GALLETAS NOEL 2
PROCTER & GAMBLE 1 FAMILIA 3
JOHNSON & JOHNSON 1 ALIMENTOS ZENÚ 3
LEONISA 1 QUALA 2
FAMILIA 1 PROCTER & GAMBLE 3
VARELA 2 FRITO LAY 3
CADBURY ADAMS 1
Fuente: elaborado a partir de informacion de las HARINERA DEL VALLE 3
200 empresas del setor real. ARROZ DIANA 2
Revista La Nota Económica (1999) edición 34 MEALS 1
LEVAPAN 3
YANBAL 3
ALQUERIA 2
PARMALAT 1
PROLECHE 2
PRODUCTOS DORIA 1
RICA RONDO 2
SUIZO 5

Fuente: elaborado a partir de información del


Libro Platinum-Grandes Empresas.
Revista La Nota Económica (2005)
Liderazgo femenino

• Una de las características que se ha puesto en evidencia en las


entrevistas de investigación y en los talleres con mujeres
ejecutivas (Cárdenas de Santamaría, M. C. Sanz de Santamaría,
A., Durán, V. & Cuervo, A., 2008) ha sido el llamado liderazgo
femenino, es decir, una forma particular de actuar que tienen
algunas de nuestras mujeres, semejante al reportado por otras
investigadoras latinoamericanas (Heller, 2003).

• Este liderazgo se distingue por ser: (1) abierto y directo, (2)


orientado al desarrollo de equipos de trabajo, (3) dirigido a
lograr el consenso, (4) dispuesto a compartir el poder con
colegas y subalternos, (5) comunicativo y dispuesto a compartir
la información, (6) atento al equilibrio entre las dimensiones
personales y laborales, (7) orientado a la inclusión, (8) orientado
al cumplimiento eficiente de la tarea y (9) confiable y organizado
(Cárdenas de Santamaría, 2003; Heller, 2003; Márquez, 2002;
Pollack, 2003; Samayoa, 2003;)”.
Retos
• El principal reto que se plantea con el incremento en
la participación laboral de la mujer es paradójico:
cómo tratarla como igual respetando y validando su
diferencia. Igual en sus deberes y derechos, igual en
el valor asignado a sus contribuciones, igual en sus
capacidades y en la posibilidad de asumir
responsabilidades.
• Pero distinta en cada una de estas: su contribución es
particular por el hecho de ser mujer, sus capacidades
se manifiestan de formas diferentes y sus deberes
los asume de una manera distinta por tener –por la
razón que sea- exigencias externas distintas a las de
los hombres.
• A nivel social y familiar se requiere el aporte
equitativo de hombres y mujeres a la tarea
educativa en el hogar, para que se de la
corresponsabilidad familiar y de esta forma
ambos padres asuman, como ya de hecho se
hace en muchos hogares, tanto la
responsabilidad por la educación de sus hijos
como la distribución de tareas para la
reproducción de la fuerza de trabajo
• Cabe resaltar que uno de los principales retos
a asumir con la incorporación de la mujer al
mundo laboral es que las tareas de la crianza y
educación de los hijos se asuman de forma
activa, como pareja de padres, cada uno con
en su rol, sin dejar de lado las
responsabilidades que atañen a la familia como
institución educativa y formadora. Para que lo
puedan hacer de manera responsable y tan
completa como sea posible, se requiere que las
organizaciones contribuyan de manera activa
al establecimiento del equilibrio hogar –
trabajo.

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