Sei sulla pagina 1di 1

Un maana para mi ayer.

por Anbal Pedro Santoro Me elevo. No, lentamente se diluye mi sustento. Ros de energa surcan mi camino arrastrando mis huellas, indicando una nueva senda. Un glido viento me encuentra, manos en los bolsillos, crispadas, rostro sereno y expectante, en tanto una tenue lnea le gana a la tarde iluminada. La sensacin de no estar y an as pertenecer a todo. La soledad que me convoca y la certeza del fin que me solloza su entrega. Mas alguien me llama. Giro y el viento se sosiega. Se sueltan mis dedos y se estiran por alcanzar lo que an no llega. Mi caudal se torna intenso cuando el presente percibe que la luz retorna. Jornada iniciada, promesas al viento, la vida suspira lo que no perdona.

Potrebbero piacerti anche