LA CALCHONA

Era que se te era una bruja zapatera...Viva hace un tiempo impreciso de decir, casada con un remendn dormiln. Claro que el pobre se dorma a pierna suelta, porque en las noches de luna llena su esposa bruja le daba un brebaje para que cayera dormido como tronco. Lo que la bruja aprovecha a echndole unto a sus hijitos, que al tiro se convertan en zorros, y ella misma se embadurnaba la cara hacindose cabra .As en zorros y cabra se iban a pasear por Santiago. Un da martes de esos que no te cases ni te embarques, porque es un da de brujas, el zapatero se fue a Malloco y regres de noche a su casa. Llam y busc, busco y llam, pero no estaban su mujer ni los nios en ningn lado .Slo encontr, muy sorprendido, tres zorritos asustados entre los zapatos para remiendo. -Qu hacen aqu ustedes? -dijo el zapatero. -Pap -respondi uno de los zorritos. Mi mamita sali a pasear convertida en cabra. Nos ech los untos para llevarnos con ella hechos zorritos, pero como olamos peor que nunca se enoj y nos dej castigados en la casa. El zapatero estaba aterrorizado, no poda creer lo que le dijo1a voz de uno de sus hijos. Arriscando la nariz, pues en verdad tenan un olor pesmo, pregunt: -Y dnde estn esos untos tan poderosos? Pueden decrmelo para deshechizarlos? -Esos mismos que estn escondidos entre las leznas -respondi otro de los zorritos. El zapatero, apretndose la nariz con una mano y a que no quera respirar la fetidez que le provocaba arcadas, sac los untos y los ech en el cuerpo a los zorritos que al instante fueron los nios limpios de antes. Despus fue hacia la ventana y de ah tir los unguentos a la acequia que pasaba por la calle. De amanecida volvio la cabra y despus de mucho revolver la caja de leznas para usar los untos y recuperar sus formas de mujer, slo encontr un conchito pegado en la suela de un zapato. -Quizs con este poco me alcance y pueda ser de nuevo mujer. Para desgracia de la bruja, pudo apenas embadurnarse la cara. Por eso en las noches de luna mucha gente, asustada, se topa con una cabra con rostro de mujer que llorando, pregunta: Han visto al zapatero? Han visto al zapatero? Todos arrancan y nadie sabe que hay un buen zapatero con sus hijos trabajando en el pueblecito de Malloco.