Poema I La intensidad enamora, el amor une, el desamor descompone, la ignorancia ciega, el saber comprende y la necesidad mueve.

El tiempo cura sin borras las cicatrizes, el sufrimiento se vuelve manso con la derrota y el dolor impregna el recuerdo de cada batalla perdida. Pero es la voluntad aquello que levanta la pasin, lo que despierta la esperanza curiosa. Al abrir los ojos, los sueos se desatan, vagan libres en busca de la esquiva razn. El silencio lo dice todo y la verdad que es muda al hablar, no miente y al morderla su sabor es tierra cruda baada por el sol. Somos reflejos faltos de vida cuando, no vemos, no escuchamos, no entendemos y no sentimos. Individuos que forman parte del resto. Somos la singularidad de un agujero negro, el vuelo de una mariposa, la belleza de un beso, la meloda de una lgrima al caer, los gritos de nuestros recuerdos, un estado psicotico enamorado, una exhalacin que respira. A la nada miro a los ojos, tantas cosas por hacer, tantas como destinos que esperan con ansia su partir. Solamente la naturaleza es tan savia que se permite el olvidar. Por eso deseo con todas mis fuerzas, dejar mi huella en este mundo, siendo poesa, nada ms.