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ANÁLISIS RETÓRICO DE LA DESCRIPCIÓN DE POLIFEMO Y SU ZURRÓN

(FÁBULA DE POLIFEMO Y GALATEA, LUIS DE GÓNGORA)

Luis de Góngora (1561-1627) nació en Córdoba, estudió en Salamanca y en


1617 se ordena sacerdote. Su poesía se inscribe en el periodo áurico de las letras
españolas. Sus obras cumbres: “Soledades” y “Fábula de Polifemo y Galatea”, escritas
en 1613, abren paso a la vez que marcan unas de las más altas cotas al periodo
denominado barroco. En ellas lleva al extremo la corriente cultista iniciada por
Garcilaso. Su uso y conocimento de los procedimentos retóricos y el perfecto dominio
del lenguaje le llevará aproducir, en ocasiones, una poesía con razón de ser en la forma
misma, siendo una influencia inescusable para movimientos tan actuales como el
modernismo o la generación del 27.
Mi análisis constará de la séptima a la undécima octava real, de la “Fábula de
Polifemo y Galatea”:

El “Polifemo” es un ejemplo perfecto de esta poesía de carácter formal con


razón de ser sí misma, el tema es un mero pretexto, una pequeña anécdota para la cual
utiliza 63 estrofas de 8 versos. La sustancia de esta poesía es un paisaje, un juego de
detalles, musicalidad, desplazamientos difíciles de resolver, etc., y lo consigue mediante
el conocimiento de los recursos retóricos, de su aplicación, y en los casos más
interesantes, de su transgresión, lo que hace de este texto un material ideal para este
trabajo.
Los géneros, así como los mecanismos de la inventio son sin duda utilizados en
el “Polifemo”, pero su función es la de entretener la inteligencia del lector que se
adentra en el poema, llenándole la mente de referencias y jugando a contradecir o
corroborar sus expectativas. De todos modos, como el análisis es de un fragmento
intermedio, no trataré los tópicos y lugares, ya que estos se suelen dar en otros
fragmentos del poema (como la imprecación a las musas, el tópico del exordio, la
dedicatoria, etc.) ni tampoco las partes y disposición de las fases del discurso, por atañer
estas a conceptos más globales que afectan al poema entero.
Por ello voy a centrar mi análisis en la elocutio, en el ornatus retórico, que es el
que me permite hacer un análisis más concreto, al tratar un material segmentado.
voy a empezar por la séptima octava real, en la que comienza la descripción del cíclope,
con la intención de ilustrar la desbordante cantidad de tropos y figuras que Góngora es
capaz de desplegar en su poesía:

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Un monte era de miembros eminente
Este (que de Neptuno hijo fiero,
De un ojo ilustra el orbe de su frente,
Émulo casi del mayor lucero)
Cíclope, a quien pino más valiente,
Bastón le obedecía tan ligero,
Y al grave peso junco tan delgado,
Que un día era bastón y otro cayado.

TROPOS:
—Hipérbole: Durante toda la estrofa domina el tropo de la hipérbole en este caso
por la magnificación del concepto de grandeza en el verso 1, en la metáfora

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desmesurada del cíclope por el monte, y en los símiles que establece entre el orbe y su
frente y entre el ojo y el sol en los versos 3 y 4.

FIGURAS:
De pensamiento:
—Prosoprografía (figura de definición): Esta figura afecta a las dos primeras
octavas reales ya que constituyen la descripción física del personaje.
—Perífrasis (figura oblicua): verso 4, designando al sol por una de sus
características, el mayor lucero.
—Personificación (figura de ficción): verso 5 al atribuir un adjetivo de persona
(valiente) a un pino.
—Símil (figura de argumentación): identifica el pino con un bastón, con un
junco y con un cayado en los versos 6, 7 y 8.
De dicción:
—Hipérbaton (figura de posición): figura presente a lo largo de todo el poema,
un ejemplo lo tenemos en el verso 1 donde el verbo ser está desplazado de su
posición natural.
—Aliteración (figura de repetición): repetición de las consonantes “m” y “n”. En
este caso más que onomatopéyica se trata de un efecto visual de las grafías, al
recordarnos con la forma la silueta de una cordillera. (Forma y significado se
aunan de manera magistral, ya que los propios miembros de esta oración forman
un monte eminente)

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Negro el cabello, imitador undoso
De las obscuras aguas del Leteo,
Al viento que lo peinoa proceloso,
Vuela sin orden pende sin aseo.
Un torrente es su barba impetuoso,
Que (adusto hijo de este Pirineo)
Inunda su pecho, o tarde o mal o en vano,
Surcada aun de los dedos de su mano.

(En esta octava continúa la identificación de Polifemo con un monte y de ahí la sucesión
de símiles relacionados, así como la elección del léxico en los dós últimos versos:
inunda y surcada que remiten a un remanso de agua en la falda de la montaña).
TROPOS:
—Metáfora: verso 6, sustituye cíclope o Polifemo por Pirineo.

FIGURAS:
De pensamiento:
—Personificación (figura de ficción): en el verso 3 al utilizar el verso de persona
“peinar” con el sujeto “viento”.
—Símil (figura de argumentación): identifica el cabello con el río Leteo en el
verso 2. En el verso 5 identifica la barba con un torrente.
—Gradatio: gradación por orden semántico en función de la inefectividad en los
adjetivos tarde, mal y en vano, en el verso 7.
—Epíteto (figura de acumulación): adjetivación sencillamente estética con
calificativos prácticamente inherentes al sustantivo en los versos 2 y 3, Leteo de
aguas obscuras, y viento proceloso.

2
De dicción:
—Hipérbaton (figura de posición): al separar el sustantivo viento de su adjetivo
proceloso en el verso 3, y en el verso 4 al separar torrente de impetüoso. Este
hipérbaton tiene la finalidad de transmitir la violencia del viento y del torrente a
través de esos saltos abruptos que tiene que realizar el lector.

9
No la Trinacria en sus montañas, fiera
Armó de crueldad, calzó de viento,
Que redima feroz, salve ligera,
Su piel manchada de colores ciento:
Pellico es ya la que en los bosques era
Mortal horror al que con paso lento
los bueyes a su albergue reducía
Pisando la dudosa luz del día.

TROPOS:
—Hipérbole: verso 4, nota exagerada de colorido: colores ciento.
—Sinécdoque: del tipo denominado “singularis pro pluralis” en el verso 1,donde
fiera hace referencia a cualquier fiera, y continúa en el 5 con pellico y la que mortal
horror...

FIGURAS:
De pensamiento:
—Perífrasis (figura oblicua): se nombra al pastor indirectamente al mediante la
característica, en este caso, de devolver temeroso el rebaño al albergue.
—Personificación (figura de ficción):verso 2, “armar” y “calzar”, acciones
atribuidas a las montañas de Sicilia.
—Oxímoron (figura lógica): En el verso 8 atribuye a la luz, el adejetivo dudosa,
siendo sus contenidos un tanto contradictorios.
De dicción:
—Hipérbaton (figura de posicíon): verso 5: pellico es ya...

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Cercado es (cuanto más capaz más lleno)
De la fruta, el zurrón, casi abortada,
Que el tardo otoño deja al blando seno
De la piadosa hierba encomendada:
La serba, a quien le da rugas el heno;
La pera, de quien fue cuna dorada
La rubia paja, y —pálida tutora—
La niega avara, y pródiga la dora.

TROPOS:
—Metáfora: En el verso 6 tenemos la metáfora más clara: La rubia paja fue
cuna dorada de la pera, por la relación de similitud en la forma y en la función de
ambos conceptos. Obsérvese la tendencia de Góngora enunciar el término metafórico a
final de verso e inmediatamente después, el término metaforizado al comienzo del
siguiente.

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FIGURAS:
De pensamieno:

—Epíteto (figura de acumulación): Blando seno en el verso 3, donde “seno” no


aporta ninguna novedad semántica sino un valor puramente ornamental. Así ocurre
también en el verso 7, con el adjetivo rubia para el sustantivo paja.
—Personificacíon (figura de ficción): En el verso 3 y 4 atribuye a la hierba
entidad humana al referirse a su pecho. Y en ese mismo verso al atribuir un adjetivo
calificativo de persona (piadosa) a la hierba. También hay personificación en el verso 7
mediante el símil de la paja como tutora, que, como en la octava estrofa, determina la
elección del léxico prosopopéyico (niega y pródiga) en el siguiente verso.
De dicción:
—Anáfora (figura de repetición): Los versos 5, 6, 7 y 8 empiezan todos con la
palabra “la”, si bien las tres primeras en su función de artículo mientras que la última en
función de pronombre reflexivo.

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Erizo es el zurrón, de la castaña,
Y (entre el membrillo o verde o datilado)
De la manzana hipócrita, que engaña,
A lo pálido no, a lo arrebolado,
Y, de la encina (honor de la montaña,
Que pabellón al siglo fue dorado)
El tributo, alimento, aunque grosero
Del mejor mundo del candor primero.

TROPOS:
—Metáfora: Esta octava es la más controvertida en el “Polifemo”, sus
interpretaciones varían de unos autores a otros, y para su comprensión, me ha sido
indispensable la prosificación y el estudio que de ella ofrece Dámaso Alonso en su libro
“Góngora y el Polifemo”. El problema fundamental es precisamente la metáfora del
zurrón: Éste es erizo de la castaña, (erizo se usa aquí en el sentido de “cáscara”), y,
entre algún que otro membrillo, de la manzana hipócrita. Hasta aquí todo más o menos
claro, pero luego no se ponen demasiado de acuerdo los críticos en si también es cáscara
de la encina (con lo cual Góngora ya se estaría tomando unas licencias un tanto
excesivas) o si con esa conjunción y coma (y, de la encina...), está cortando la metáfora
y pasa a hablar de el tributo de la encina (siendo en este caso una construcción sintáctica
excesivamente equívoca, o sencillamente errónea). Dámaso Alonso lo resuelve muy
satisfactoriamente en mi opinión, al hacer notar el cambio de orden natural, o
hipérbaton, que afecta a las palabras tributo y encina, ya que si ordenamos la frase
olvidándonos del resto de elementos, parece claro que, de lo que es erizo el zurrón, es
del tributo de la encina, es decir, de las bellotas que llevara dentro.
La complicación de esta metáfora no radica unicamente en la ya de por sí compleja
asimilación de conceptos (pretende que el zurrón es como una segunda cáscara o piel,
de la castaña y la bellota, y de la manzana en cada caso), sino también en la cantidad de
recursos y frases parentéticas que intercala a lo largo de ella. Sin duda este es un buen
ejemplo de cómo el abuso de los métodos retóricos puede llegar a volverse en contra de
la propia función expresiva de la poesía.

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FIGURAS:
De pensamiento:
—Personificación (figura de ficción): Verso 3, manzana hipócrita, y continúa,
que engaña, atribuyendo cualidades humanas a la manzana.
—Correctio (figura lógica): Del tipo “no A, sino B” en el verso 4: a lo pálido
no, a lo arrebolado.
De dicción:
—Hipérbaton (figura de posición): Por supuesto el hipérbaton al que Góngora
recurre con tanta asiduidad, concretamente esta octava, y permítaseme la metáfora, es
toda un hipérbaton.

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ANÁLISIS RETÓRICO 1

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