Abriendo Y Cerrando Puertas

LA PUERTA DE LAS OVEJAS

Quiero comenzar abriendo esta puerta llamada Puerta de las ovejas del redil.

El Rey se acercó a Nehemías y vio que estaba más triste que nunca y le preguntó: ¿Por qué estás tan triste? A lo que Nehemías respondió: ¡Como no he de estar triste, si mis padres y mis muertos están debajo de esos muros, que fueron derivados de mi ciudad! ¡Sus casas están desiertas, sus puertas consumidas al fuego!

Me dijo el rey: ¿Qué cosas pides? Entonces oré al Dios del cielo, dije al rey: Si le place al rey y tu siervo ha hallado gracia delante de ti, envíame a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres y la reedificaré. Y el rey dijo: Ve con los tuyos y reconstruye los muros. (Nehemías 2:2-6)

Cuando Nehemías pide permiso al Rey para reconstruir los muros de su pueblo, que habían sido derivadas por enemigos, los Amalecitas y los Recabitas.

El rey le concedió su petición entonces Nehemías puso diligencia y pidió permiso para que los gobernadores lo dejaran pasar al otro lado del río hasta llegar a Judá.

El rey me dio capitanes del ejercito y gente de acaballo.

Pero cuando lo oyeron Sanbalat horonita, Tobías el siervo amonita, y Gesem el árabe, hicieron escarnios de nosotros y nos despreciaron diciendo: ¿Qué es esto que hacéis vosotros? ¿Os reveláis contra el rey? Y en respuesta le dije: El Dios de los cielos, él nos prosperará y nosotros sus siervos nos levantaremos y edificaremos, porque vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni memoria en Jerusalén. (Nehemías.2:20)

La respuesta de Nehemías fue muy fuerte para sus enemigos, porque eso era lo que sus enemigos pensaron; que Nehemías se iba amedrentar con sus palabras. Todo lo contrario, eso hizo que subiera el furor de Nehemías, para saber que iba a construir las puertas y lo muros, se opusiera quién se opusiera.

Cuando nos levantamos como hijos de Dios, para reparar nuestros muros, y levantarnos si hemos caído, siempre habrá quién se oponga o le moleste. Pero nosotros nos levantamos, al fin y al cabo es nuestra vida la que necesita estar restaurada.

A veces entran a la iglesia personas que vienen buscando solución a su necesidad, ellos vienen buscando un algo que los llene, que les satisfaga su necesidad interior y exterior. Porque están arruinados, ya nada les satisface, pero en vez de encontrar apoyo. Se encuentran con tan gran rechazo, de ser posible lo sacan para que no estorbe.

¡Hay! Cuanta falta nos hace un cambio interior, cuantas veces habrá estado el Señor de las ovejas en la puerta, en forma de oveja y lo hemos rechazado. Empujándolo para que se salga y no moleste, o quizás como un necesitado, hambriento o sediento y no le hemos ofrecido nada.

Jesús dijo: Yo soy la puerta, el que por mí entrare será salvo.

Esta puerta está disponible para todo el que quiera entrar, no hay distinción; Si judío o griego, si africano o americano, de cualquier otra identidad racial y social. Todos pueden, absolutamente todos si desean entrar por la puerta de salvación.

El propósito de Dios es, que ninguno perezca, sino que procedan al arrepentimiento. Jesús abrió ésta puerta con ese propósito, que el hombre escapara del pecado, que tiene como consecuencia horrenda expectación de juicio.

Por eso Dios manda en todo lugar, que el hombre se arrepienta.

Hay quienes se ofenden cuando se les habla del plan de salvación, pero la verdad es que lo que en ellos hay, es ignorancia, porque nadie se los ha enseñado.

Cuando les enseñamos la palabra, entonces se les abre el entendimiento, por eso el maestro de maestros, Jesús, enseñaba la palabra de diferentes maneras para que todos la entendieran, que no todo estaba perdido sino que había oportunidad, y les repetía una y otra vez: Yo soy la puerta, yo soy el camino, yo soy la verdad y soy la vida, nadie viene al Padre si no es por mí.

Esta es la puerta más hermosa que tiene el universo entero, porque es la puerta de la luz, cuando tú entras te ilumina y te llenas de conocimiento y te enriquece.

Un joven se le acercó a Jesús y le dijo: ¿Señor que haré para ser salvo? Volviéndose Jesús le dijo: Guarda los mandamientos de la ley. El joven contestó: Todo lo he guardado desde mi juventud. ¡Qué bien contestó Jesús! Ahora ve vende lo que tienes y se lo das a los pobres, el joven dio la vuelta y se fue triste porque lo que tenía le costaba mucho.

Creo que Jesús quería probar el corazón del muchacho, que tanta entrega, que grado de obediencia y si en verdad estaba de acuerdo a lo que decía profesar.

El dijo; todo la ley la he cumplido desde mi juventud. Pero la misma ley dice; que si cumplimos la ley menos uno de sus mandamientos, no hemos cumplido la ley, sino que se ha abrogado toda la ley. Entonces se convierte en transgresor de la ley.

Entonces los que lo escuchaban se asombraban y podían verse a sí mismos, eran o no eran, estaban o no estaban cumpliendo la ley de Moisés.

Jesús les mostraba un nuevo camino, una puerta mejor, porque la ley era ojo por ojo y diente por diente. Pero éste nuevo camino, ésta nueva puerta, es la entrada principal a la vida eterna y muchos son los que entran por ella, pero otros se van por caminos torcidos.

Torcidamente ya la palabra de Dios lo ha dicho: Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero su fin son caminos que llevan a la muerte.

En la cruz Jesús cumplió la ley, y por nosotros lo hizo pecado, porque los transgresores de la ley somos nosotros y con su sangre lavó nuestros pecados, haciéndonos adeptos delante del Padre a través de la puerta que es Cristo, abriéndonos un camino nuevo.

Hoy más que nunca, el ser humano necesita entrar por ésta preciosa puerta; el mundo está ofreciendo tantos caminos con luces, pompas y aplausos a través de la tecnología. El pecado pareciera magia, todo adornado, hasta iluminado porque te ofrecen tanto, que te venden una serpiente envuelta en papel de regalo. Pero al final como lo que es, como serpiente morderá.

De estos son los tiempos peligrosos, que el apóstol Pablo advierte a Timoteo. Hombres peligrosos, amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, amadores más de los deleites que de Dios, con apariencia de piedad, pero con alta capacidad de engañar, de mentir, de robar hasta la inocencia. Y lo hacen hasta con profesionalismo.

A una joven la llamaron por teléfono diciéndole: ¡Felicidades! Porque ella era una ganadora de un premio que los tiendas Walmart y otras donde ella había comprado. Que éstas premiaban, rifando los números de recibos y que ella se había ganado doscientos mil dólares, pero que le enviaban cinco mil dólares, para que hiciera unos envíos como requisito, para que le enviaran los doscientos mil dólares por Fedex.

Ella muy contenta los depositó en su cuenta de cheque, esperando que le dieran las indicaciones a donde tenía que enviar el dinero. Al siguiente día le llamaron de nuevo para preguntarle si ya había depositado el cheque. Y ella dijo sí.

Entonces le dijeron que enviara un cheque de tres mil quinientos dólares y ella los envío, tal como le dijeron. Dos días más tarde la llamaron para que enviara mil quinientos más, ella fue de nuevo al banco, pero la Mamá le dijo: ¿Hija por qué mejor vas y le dices al gerente del banco? ¡Ten cuidado! Porque ya le habían sacado los cinco mil dolores y lo más gracioso es, que el cheque era de una compañía de seguro para autos, que ellos habían falsificado. Cuando fue al banco le mostró la carta y la copia del cheque, que en el mismo banco le habían cambiado. Y el del banco le dijo inmediatamente; éstos te han hecho una estafa.

Teniendo ella que pagar al banco los cinco mil dólares que éstos estafadores le habían mandado, y faltó poco para que le tumbaran también, el dinerito que ella tenía en su cuenta bancaria, de esta manera sagas y cruel.

Lobos con piel de ovejas y éstos están a la orden del día, casi a diario uno recibe una llamada diciendo; ¡felicidades por ser una ganadora (o)! Son ladrones con licencia porque nunca los atrapan.

Hay que tener cuidado, no creerlo todo, a veces tienes que ponerte alerta con conocidos y desconocidos. Las noticias son altamente alarmantes.

En los países nuestro con tanta vulnerabilidad por la pobreza, se aparecen extranjeros ofreciendo trabajos jugosos, o visas especialmente a jovencitas de veinte años ó menos. Y es para traerlas a vender su virginidad, después las ponen de prostitutas y ellos se lucran de sus cuerpos y del dinero.

Es espantoso escuchar en las noticia, casi a diario éste tipo de cosas.

Cuando entras por la puerta que Cristo te ofrece, la puerta de salvación, hay luz, y luz resplandece sobre los que entran en ella. Jesús es la puerta.

En tus manos ha puesto la llave, si quisieres y oyeres lo que Cristo está ofreciendo hoy y vienes a él, cerrando las puertas de lo que queda atrás. Venimos al llamamiento que Cristo ofrece hoy, para ser mejor persona y mejor ser humano.

Él también dice: Yo soy el buen pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas.

Jesús fue el primero en entrar por la puerta de