Cyd Charisse

Tula Ellice Finklea. Seguramente este nombre no le dirá nada a muchos, pero es el auténtico de la estrella del musical que conocemos como Cyd Charisse.

Nacida el 8 de marzo de 1922 en Amarillo, Texas, Estados Unidos, y fallecida el 17 de junio de 2008 en Los Ángeles, California, era hija de Lela Norwood y Ernest Enos Finklea. Así que tomando el apellido de su madre apareció en algunos trabajos como Lily Norwood. Posteriormente, tomaría el nombre de pila de Sid, que era como la llamaba su hermano pequeño cuando intentaba decir sister (sis). El paso final hacia ese nombre de pila artístico que puede ser considerado como uno de los más originales de la historia del cine de Hollywood, Cyd, lo dio el director Arthur Freed cuando renombró a la futura estrella buscando un tono más exótico que pudiera llamar la atención en las marquesinas promocionales.

Polio, ballet, dos matrimonios y dos hijos

El camino de Tula/Cyd hacia la danza lo inició siendo niña por recomendación de su padre, de profesión joyero, que era un gran aficionado al ballet. Cyd empezó a estudiar danza a los seis años como terapia para recuperar la fuerza en los músculos tras haber sufrido poliomielitis. A los doce años estudiaba ballet en Los Ángeles con Adolph Bolm y Bronislava Nijinska, dos de las máximas figuras de la materia que facilitaron que a los catorce años Tula se presentara y superara una audición para incorporarse al ballet ruso de Montecarlo, trabajando en él con nombres como Felia Sidorova primero y más tarde de Maria Istomina, jugando complementariamente con otros nombres, como Natacha Tulalelis o Celia Siderova. No era una manía suya, es que la compañía quería que todos sus integrantes lucieran nombres artísticos rusos. Una especie de tuneado bautismal para mantener la pátina rusa del asunto.

En ese entorno del ballet conoció a su primer marido, el bailarín griego Nico Charisse, con que había sido su profesor de baile cuando ella estudiaba en Los Ángeles y al que reencontró en Francia durante una gira europea