Abogado defensor de una ciudad pequeña, sacudido por sobredosis de cliente, promueve un nuevo enfoque severo: Tratar a los vendedores de heroína como terroristas
OTTAWA, Illinois - El abogado defensor Eric Miskellrepresentó a numerosos narcotraficantes a lo largo de los años, y según suversión era bueno en su trabajo. Sabía cómo encontrar resquicios y tecnicismosque hacían que se invalidaran testimonios, se desecharan pruebas y se retirarancargos.
Pero hace tres meses, experimentó un cambio de opinión radicalcon respecto a su trabajo cuando una antigua cliente llamada Nickie Martin fueencontrada desplomada en la cama de un motel. Había muerto de una sobredosis deheroína y fentanilo
.
Miskell estaba aturdido. Él había visto a Martin apenas unashoras antes, y por lo que él sabía, a ella le estaba yendo bien. Había recibidobuenos reportes del centro donde recibió tratamiento para su larga adicción yrecientemente había recuperado la custodia de dos de sus hijos.
Su muerte fue el tipo de tragedia que se ha convertido enalgo común en esta pequeña comunidad 75 millas al suroeste de Chicago. El Condadode LaSalle
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